Un día no tan aburrido (libre)

- ¿Que querrán tomar señores?- Otra vez me encuentro aquí, sirviendo mesas a hipócritas, falsos, aburridos y charlatanes que alimentan su ego con sus riquezas. Y esto es todo lo que puedo esperar al trabajar en este prestigioso restaurante. El señor pide y luego, supuestamente, me hace una broma donde por mucho que lo intento no logro encontrarle la gracia. Por el contrario lo que parece ser su mujer ríe de una manera escandalosa. Con un gesto forzado levanto las comisuras de los labios esbozando una tímida y falsa sonrisa, doy media vuelta y me largo hacia la cocina.

La mujer me recordó a mi madre, guarnida con joyas y ropas caras como si fuera un árbol de navidad, una mujer sin apenas personalidad quien sin un marido rico a su lado deja de ser alguien. Eso me hace pensar en que ya ara un año que no los veo. ¿ Abra cazado mi padre otro licántropo, bruja o vampiro? Prefiero no pensar en ello…

En general el día sigue siendo aburrido, de echo el día y la semana entera. Podríamos catalogar esta semana como aburrida hasta cansar. Ningún caso ni misterio para resolver, nada de nada. Quizá debería darme mas a conocer hacia el publico… rechazo la idea inmediatamente, el anonimato es algo importante que debo mantener. Con un suspiro cojo los platos para la mesa del señor gracioso y me dirijo otra vez hacia la sala mientras pienso que hacer por la tarde. Entonces lo veo llegar, quizás el día no será tan aburrido como he predicho. Sirvo rápidamente los platos y me dirijo a su mesa. – Buenos días, ¿ ya sabe que es lo que va a pedir?- digo escondiendo una sonrisa divertida.

Aquella tarde salí de casa con prisa, casi trotando, con las manos hechas un puño, y casi hiperventilando. Iba bien de tiempo, pero estaba nervioso, hoy ...tenia una cita.

Una cita en mi mundo, significaba algo emocionante, interesante, divertido...
Algo escalofriante.
Pues cada vez que tenia una algo malo ocurría, "ME ocurría" debería decir, pues siempre terminaba huyendo, escapando de disparos, abofeteado, quemado, zarandeado y casi castrado...Y es en la ultima cita había acabado nadando en el río Sena después de que un hermano celoso, apareciese en escena.
...Era como si una conspiración en mi contra hiciera que todas y cada unas de mi citas acabasen de la forma mas absurda que se pudiese imaginar, o era eso, o es que tenia una mala suerte mas allá de los limites de la realidad.

Entré al restaurante y me condujeron con rapidez hacia la mesa que tenia reservada. Lo cierto es que ser hijo de mi padre y tener el apellido que tenia hacia que siempre me atendiesen de forma mas que considerada, aunque siempre pensé que era por los tratos que tenia él con la mafia...Quien sabe.

Me senté en mi mesa y sonreí con cordialidad a aquella camarera, le había visto un par de veces en otras de las citas que había tenido, lo cierto es que parecía amable.
Buenos Días! Indique alegre, tomando la carta y dejándola a un lado.
Solo tomare algo de agua, esperare a mi acompañante. Ella asintió y yo espere hasta que mi copa fue llenada. Entonces, espere un tanto aburrido a mi acompañante....
y espere...
y espere...
Terminado incluso haciendo papiroflexia con la servilleta, hasta que al fin la joven a quien esperaba llegó, me alce de la silla de inmediato.

Oh Barbara. ¡Que alegría verte! pensé que no vendri....!!! Mi frase no fue acabada, y es que la joven, con el ceño fruncido y el rostro enrojecido había cogido mi copa de agua, me la había lanzado a la cara y ahora se marchaba contoneándose mientras me quedaba con el gesto de contrariedad grabado en mi rostro mojado, ante las miradas de los que estaban en las mesas contiguas, quienes se quedaron tan perplejos como yo, ahogando incluso unas risillas.

Entonces, aun con el gesto de un jugador de poker, me senté muy dignamente, tome la carta y comencé a hablar a la camarera que no se había movido de mi lado.
Tráigame una tarta de chocolate, con crema de chocolate, recubierta de chocolate, y con decoración de chocolate. Por favor. Indique pasandole la misma carta mientras suspiraba resignado, ni siquiera sabia que había hecho esta vez, pero iba a ahogar las penas en chocolate, como era la costumbre.

Como esperaba Biel no me había defraudado, hacia que los serbicios fueran de lo mas entretenidos con alguna de sus citas sin exito que acababan con una escena de lo mas comica. Siempre tube curiosidad por saber la razón por el cual siempre fracasaba con las chicas, no se le veia un tio muy habilidoso pero tanta mala suerte no era normal. ¿Quiza alguien le habra hecho la cruz? ¿ alguien le estara saboteando las citas? ¿alguien que quiera vengarse por algo, un amor no correspondido? Quien sabe. Se me ocurrio que seria interesante conocerle y descubrir la causa de tanto fracaso amoroso para poder ayudarle antes de que acabara iendo al psicologo, sino lo hacia ya.

Mi servicio ya habia terminado solo quedaba él en la mesa esperando que llegara su cargamento de chocolate. Cogi su pedido y una botella de whisky y me dirigi a su mesa. Estaba sumido en sus pensamientos así que no se percato que me sente delante suyo asta que le dije - No dudo de las cualidades que tiene el chocolate para ahogar las penas, pero te aseguro que no thay nada mejor que el whyski.- Dije con una sonrisa afable. El chico se me quedo mirando, claro él a mi no me conocia. Seguramente ni siquiera se habra fijado en mi. - Soy Adèle- Le dije mientras llenaba dos basos con whisky. Mis compañeras de trabajo me miraban con la boca abierta y los ojos saliendo de orbita. Era la primera vez que me veian siendo sociable con alguien, quiza pensaran que me gusta e intento conquistarle.

La bombilla en mi cabeza que hacia dias que no se encendia se ilumino. Si un plan perfecto para resolver mis preguntas. Coquetearia con él o si mas no lo intentaria hasta conocer la causade su mala suerte.

Parpadee, aun apoyando un codo sobre la mesa y mi mejilla sobre la palma de mi mano, sorprendiéndome de que alguien hablara conmigo, pues ahora que me fijaba bien, ya no quedaba nadie mas en el restaurante.

¿Whisky? Sonreí y me encogí de hombros. ¡Claro! ¿porque no?...aunque tengo clases mañana, pensé en voz alta desviando la mirada y frunciendo el ceño.
Oh discúlpame. Es que estoy especializándome en arquitectura...Indique negando con la cabeza y sonriendo, estaba siendo demasiado atarantado, hablándole de cosas que tenia que hacer cuando no me había ni presentado, por lo que extendí mi mano por encima de la mesa para estrechar la suya.
Gabriel...Aunque siempre hago las reservas bajo el nombre de Biél, la costumbre ya de que me llamen siempre así. Indique sincero, soltando su mano para mirar hacia abajo las dos copas y el esplendoroso trozo de tarta cuyo cargamento de chocolate hizo brillar mis ojos de ilusión, distrayéndome totalmente del whisky.

Cogí el tenedor y cogí un trozo, degustandolo y soltando un gran mmmmmm delicioso...¿Quieres? Pregunte mientras deslizaba el plato por la mesa para acercarlo hacia ella. Pero entonces caí en que si ya no quedaba nadie, y sus propias compañeras cuchicheaban, quizás era porque... Vaya! Pero seré... ¿has venido para recordarme la hora, vais a cerrar.? ¿Os estoy retrasando a todos, verdad...? comente con cierta vergüenza, y es que había estado tan sumido en mis fracasos que ni siquiera me había percatado de la hora, quizás querían irse todos ya y tenían que quedarse ahí por culpa mía...

Le mire mientras tragaba el ultimo trozo de la tarta. Viendole un tanto enrojecida, ¿seria por su estamago? Sonreí al ver que no era el único que a veces tenia dos pies izquierdos.

Saque mi reloj de bolsillo y torci una mueca al percatarme de lo tarde que era ya.

Con la hora que es...creo que hoy no ire a clases ni a ningun lado. comente, riendo al pensar en Victor, -mi mejor amigo y compañero de clases en el master- , ya que de seguro me maldeceria a mi y a toda mi familia por no avisarle de mi ausencia.

Oh, pero sere, se me ha pasado comentarle antes... Pero, ¿Porque no come algo conmigo? Déjeme que le invite, me ha hecho compañia en esta cita pésima que he tenido hoy. Comente sin poder evitar sentir cierta vergüenza ¿porque mis citas siempre iban mal?? ¡¡¡¿Porquee?!!!
Aunque niéguese si lo desea, supongo que le estaré incordiando. No vaya a ser que le pegue la mala suerte. Comente sin poder evitar reirme mientras apartaba el plato vacío y me apoyaba en la mesa, situando uno de mis codos en ella y apoyando mi mentón en la palma de mi mano ya mas relajado mientras soltaba un resoplido, explicándome ante su semblante de duda.

Es que no se a que se debe, desde que recuerdo no he tenido una sola cita decente... Siempre salen mal aunque no haya tenido tiempo de estropearlo. Le comente casual -pues lo cierto es que ella no parecia mucho mas mayor que yo, quizas por eso no se me hacia tan extraño hablar con aquella desconocida-
A veces pienso que alguien me hace vudu... No me mire asi!, todo es posible dicen por ahi. no? jajaja En el fondo sospechaba en el mal de ojo. Y es que... ¿Como era posible que todas y cada una de mis quedadas acabase en desastre? A veces pienso que es como si alguien se tomara la molestia de hacer que pasen esas cosas...
Creera que deliro...
Oh, por cierto, se le ha desabotonado la camisa. Comente sin prestarle atención a aquel hecho, tomándolo como
Un descuido suyo, jamas como algo intencionado. ¡Por dios!

Ella parecía divertida y eso me hizo gracia, quizás pensaba que yo era un chalado y el calificativo no me disgustaba del todo, ya que con suerte lograria ser un arquitecto demente que creaba genialidades. Sino....Siempre podría darme a la bebida.

Le hice una seña a una de las compañeras de aquella joven quien se acerco sin demora, podria decir que casi fulmino a mi acompañante antes de mirarme a mi con el rostro ladeado y una sonrisa que me hizo parpadear y retroceder un tanto, ¿como era posible dedicar una mirada asesina y segundos despues una sonrisa tan amable?....Las mujeres eran un misterio, no había duda de eso.

Podría traernos... ¿que quiere tomar? Oh, se siente. Es la invitada ahora, usted elije.

Recuerdo que ese día del que sali de la puerta de mi casa, empezó a llover, me senti muy indentificado con el el clima, ya que solo de recordar mi pasado, de recordarle a ella, mis lagrims brotaban sin cesar. Quien sabe quizá el tiempo era mi aliado y estaba lloraba por mi. Al salir de mi casa me dirigí a un restaurante del qual me senti atraído por su arquitectura muy del estilo romanticismo a mi parecer. Encontre un sitio en un rinconcito del restaurante, lo más apartado posible de la gente. Desde que me converti en fantasma, nunca dejaba que la gente me viera, pensaba que sería mejor así, que nadie supiera de mi esistencia. En aquel momento no me apetecia relacionarme con nadie, porque para mi el simple hecho de pensar que podría perder a la gente al cual creara vinculos, al igual que perdi ella, me atormentaba. La verdad es que no iba con intención de tomar ni comer nada, pero salia a veces a la calle y iba a diversoso sitios por el simple hecho que me gustaba observar a la gente. En silencio envidiaba a las personas que seguían con vida, cosa que yo ya no tenia y nunca más volvería a tener. De repente me dio por observar a una pareja, no sabría decir que vinculo les unia, pero el caso que estaban algo callados. EL chico comia un pastel de chocolate, meintras que la chica quizá estaba esperando algo. Aún nose porque, pero me llamaron la atención, me atraían..tanto que dcidi armarme de valor transformare en humano com mi aspecto original, y me acerque a ellos y les pregunte si ese pastel de chocolate del qual veia que el chico lo disfrutaba tanto, si estaba bueno y si me lo recomendaba para pedirme-lo, ya que estaba indeciso de mi elección a la hora de pedirme algo para comer.

Sonreí y baje la mirada un tanto avergonzado ante lo que seguramente supondrían las cosas que me ocurrían vistas desde fuera. Quizas Adele pensaba que era un completo fracaso, pero bueno ¿que se le iba a hacer? yo era así. Asi que asentí, agradeciendo el gesto de que intentara anmimarme.

Se lo agradezco, se que soy bastante torpe, pero en ocasiones, pareciera demasiada mala suerte junta.
Rei ya casi divertido con mis desdichas.
Bueno, siempre puedo contratar a un detective para que me diga si me sabotean. Seria interesante cuanto menos. Comente encogiendome de hombros. Pero entonces en aquel momento, senti un escalofrío, el ambiente parecia haberse enfriado de pronto y entonces, aquel joven comenzó a caminar hacia nosotros, sorprendiendome, pues realmente no le escuche llegar, ni oi sus pasos. Yo pensaba que ya no quedaba nadie mas alli en el restaurante.

Contemple al recien llegado, apreciando su sonrisa y su aparente cordialidad, dandome cuenta de que su piel parecia aun mas palida de lo que solia ser normal...Sin embargo le escuche con atencion y sonrei ante su comentario. ¡Al fin alguien que apreciaba tanto el chocolate como yo!
Esta realmente bueno! Es una tarta de chocolate, con crema de chocolate, recubierta de chocolate, y con decoración de chocolate. Al volver a decirlo en voz alta, realmente pense que tenia un problema con el chocolate...pero...Necesitaba ahogar las penas, ¿que mas daba si era con cacao o no?

Mire al joven quien parecia escucharme con expectacion, por lo que tras mirar el resto del restaurante, e incluso a Adele -cuyo semblante era el de un jugador de poker- volvi a mirar al recien llegado y sonreí.

¿Le gustaría hacernos compañía? Indique ofreciendo con un gesto de mi mano, la silla a nuestro lado. yo no sabia si aquel joven habría venido en busca de alguien o si tendria algun motivo para andar por ahi cuando ya estaba todo vacio, sin embargo me adelante a su respuesta, mientras miraba a la camarera quien ya venia con la bandeja, hablandole antes de que llegara a nuestra mesa.

Disculpe, ¿seria tan amable de traer dos trozos mas de tarta?...La joven camarera ladeo el rostro y casi percibi el tic nervioso de su sonrisa -seguramente por no dejar que se marchara a su casa- mientras daba media vuelta con la bandeja para volver a adentrarse en la cocina.

En aquel momento, los tres nos quedamos en silencio y yo me quede un tanto pensativo...pues...de pronto me habían venido unas enormes ganas de hacer ganchillo...no se, hacerme unos calcetines, un jersey... podría hacerle una bufanda a mi mejor amigo o algo por el estilo.
Pero entonces me acaricie el menton y desvie la mirada. ¿desde cuando me apetecia hacer ganchillo a mi? si yo no sabia ni coser un boton!
Quizas podría hacer algún bordado....o quien sabe. ¿punto de cruz?. En aquel momento la camarera volvió con una gran bandeja, haciendome dar un brinco para volver a la realidad, recordando que yo estudiaba arquitectura no el noble arte de tejer...

b]-Gracias.[/b]respondi ante la amabilidad de aquella pareja de jovenes, quienes me habían ofrecido sentarme en su mesa. Pude presenciar que no se trataban de unos amigos que habían quedado en un restaurante para tomar algo.
Se les veía bastante silenciosos y algo tímidos.
En aquel momento me pare a pensar que era lo que les había unido para llegar a parar en aquella mesa de aquel humilde restaurante. A poco a poco me iba sumergiendo en mis propios pensamientos, (cosa habitual en mi), sobre aquellos dos. Me gustaba mucho observar a la gente, es algo que siempre he hecho, e incluso desde pequeño. Me gustaba el simple hecho de imaginar y averiguar con una simple mirada, lo que la gente podría estar pensado en aquel mismo instante, de como estaba, si era feliz, si estaba triste, que tipo de vida llevaba... Quizá sea un poco raro al pensar en esas cosas, quien sabe, el caso es que me entretenía yo solo. Pude observar que a mi llegada, cuando el chico me ofreció de sentarme con ellos, la chica no le hizo mucha gracia que digamos…puede que les estuviera interrumpiendo en algo importante.
La chica llevaba una blusa con botones desabrochados… creo que la chica tenía intenciones de ligarse a aquel muchacho que estaba tan entusiasmado con esa gran tarta de chocolate que parecía tan tentadora. En aquel momento pensé “tierra trágame”.
De seguida me trajeron la tarta de chocolate, y me la empecé a comer… “mmmm” estaba deliciosa, realmente ese chico tenía buen olfato para la comida.
Cuando ya me quedaba poco para acabarme la tarta, al ver que la situación estaba un poco tensa, coji de mi mochila, la cual siempre llevo conmigo, unas agujas y una bufanda que estaba por medio terminar y me puse en la mesa a hacer ganchillo. Cuando estoy nervioso o incómodos siempre me da por hacer ganchillo. Era algo que me relajaba, ya que cuando era pequeño siempre me ponía en la chimenea junto a mi madre a hacer ganchillo. Puede que parezca una tontería, pero el simple hecho de hacer ganchillo me hacía recordar a mi madre y sentir que estaba más cerca de ella. Eso me hacía especialmente feliz y me hacia sentir muy tranquilo y seguro.
Y así sin más, con toda la dignidad del mundo, me puse a terminar mi bufanda. Mis compañeros de mesa, se quedaron sorprendidos por mi actuación. La verdad que me sentí un poco molesto con esas caras que pusieron, como si pensaban que estuvieran loco o algo. De la misma vergüenza agache la cabeza y yo seguí con lo mio. Pero recordé que en mi mochila tenía guardada varias agujas y dos lanas, entonces, sin pensármelo dos veces, les pregunte a mis compañeros de mesa si les apetecía hacer ganchillo, y que si no sabían que les enseñaba. Ellos aceptaron, y ya nos ves a los tres, en una mesa de un pequeño restaurante haciendo ganchillo como si de señoras se tratara.

Mire los palillos del joven y abri los ojos realmente asombrado con la rapides que empezo a desarrollar para tejer. Y es q el movimientos de sus manos parecia aumentar cada vez mas hasta que llego un momento en que incluso sus dedos comenzaron a verse borrosos ante la rapides del tejido.
De hecho, llego un momento en que me costo ver sus dedos, y solo pude escuchar el "tac-tac-tac-tac-tac-tac" de sus numerosas puntadas.
Como si el sonido de los palillos sonando fuera lo unico que demostrara que realmente el punto estaba saliendo...

Mire a adele. Ella me miro a mi con el mismo semblante de desconcierto y por un momento estuve a punto de decirle. "Huye.. Le distraere y saldre corriendo de aqui. Quemare el edificio y diremos que fue un accidente.... Pero entonces negue con la cabeza, sacando esas ideas absurdas de la cabeza. Despues de todo, aquel joven solo hacia ganchillo...no se convertia en un asesino por hacer una preciosa pieza tejida a mano.

Pero entonces, el saco mas agugas, y madejas de lana...
Las mire, y ...
cinco minutos despues ya estaba preguntando como se empezaba a tejer. No tenia remedio, y es que el chico parecia tan divertido con tu bufanda que me pico la curiosidad.
Vaya por dios si esto es divertido y todo!...Comente con un amplia sonrisa, divirtiendome pese a que empezaba a enredarme entre el hilo, creando unos nudos enormes.
Mi abuela nunca me enseño a hacer calceta, ni a tejer nada. A ella le iba mas la esgrima y me enseño a... Levante la cabeza mientras contaba aquello y entonces cai en que las abuelas normales no van por ahi haciendo esgrima y matando gente...Y es que tampoco les podía contar que mi padre era un inmortal, ni que tenia mas de siete siglos...ni que mi abuela se habia presentado ante nosotros en forma de fantasma una temporada, y que sus costumbres vikngas dejaban de lado la calceta para hacerle mas como quien dice...Una mujer de armas normar....
No...no iba a ser muy normal eso, asi que baje la mirada, rei nerviosamente y seguí enredandome en el hilo que sostenia.
jejeje....Ehm...¿y como se llama? ¿Viene mucho por aqui?....pregunte al maestro de las puntadas ante el silencio que una vez mas nos rodeaba.