AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Se paciente, El destino te trae cosas buenas [Privado]
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Se paciente, El destino te trae cosas buenas [Privado]
Las cosas suceden por una cosa, nada en este mundo pude tener nada en especial, hasta los átomos que conforman algún elemento son esenciales para llegar a ser algo, Darwyn disfrutaba toda clase de cosas, buscaba la felicidad en los lugares menos esperados, pero no era de aquellas personas que pensaban que algo de ellas iba a salir así dárselo a la persona que llegara. Su corazón estaba totalmente muerto, no había algo que le atrajera.
Desde pequeño había sido aquellos de los niños que se centraba más en la inmortalidad del cangrejo que en otra cosa, otra cosa no debería darle importancia, todo era porque la forma en que veía al mundo era totalmente diferente y nadie podría comprender eso, era como un alma llena de sentimientos que pocos entenderían. Alimentarse solamente aliviaba un poco de aquello que comenzaba a molestarlo, había estado ya varios días de mal humor y se notaba en la forma que realizaba las cosas, no había visto a sus hermanos en unos cuantos meses, de pronto ellos, luego de tener la inmortalidad, comenzaron a ser mas solitario. Darwyn no era de aquellos que le gustaba estar solo, prefería estar con alguien cerca, su hermano mayor –con el que siempre había estado más apegado- no había aparecido en varios meses, aquello le molestaba aun mas, se sentía abandonado, necesitaba encontrar distracción en donde no la podría encontrar.
Miraba como los pequeños animales corrían al sentir su presencia, los perros y los gatos mirándolo de forma aterradora para luego salir corriendo en una dirección desconocida, dejándolo solo nuevamente. Ya no deseaba ser como una serpiente que se mueve sigilosamente hasta encontrar su presa. Su rostro estaba pálido, podía sentir la sed apoderándose de cada rincón de su ser, pero en esos momentos no deseaba mover ni un centímetro para buscar alguna presa, ni siquiera cazar algún ratón que había oído en los matorrales –algo que era su pasatiempo favorito-
Dejo salir un leve bostezo mientras veía como las luces de aquella hermosa plaza estaban siendo encendidas, poco a poco, una a una, de pronto un gran sentimiento de tristeza inundo su rosto, comenzaba a extrañarlos, se sentía solo, no tendría la oportunidad de describir lo que en ese momento sentía. Su molesta hermana Berenice, que parecía que siempre deseaba molestarlo, su hermana Alex que parecía una joven buscando tener un príncipe azul y su hermano mayor, siempre siendo el mejor de todos, buscando proteger a su hermano, manteniendo todo tranquilo aunque pareciera que Berenice y Darwyn deseaban sacarse los ojos. Nada de aquello había cambiado, solamente que ahora tenían más fuerza y podrían hacerse aun más daño y muy pocas veces Freyback los detenía en sus discusiones acaloradas.
-¿Dónde estarán?- se pregunto mirando hacia el cielo, pero algo, que extraño era, bajo la mirada girando su rostro lentamente hasta encontrarse con una figura femenina que lo miraba del otro lado de la plaza, Darwyn no sabía qué hacer, ladeo su rostro un poco impresionado de que llamara la atención, metió sus manos en los bolsillos sin dejar de ver aquella mujer que parecía extraña ante los ojos de Darwyn y ser extraña ante él, era algo malo, normalmente huiría de aquellas situaciones, su gusto por las mujeres no era el mejor. Esperaba que no se acercara
Desde pequeño había sido aquellos de los niños que se centraba más en la inmortalidad del cangrejo que en otra cosa, otra cosa no debería darle importancia, todo era porque la forma en que veía al mundo era totalmente diferente y nadie podría comprender eso, era como un alma llena de sentimientos que pocos entenderían. Alimentarse solamente aliviaba un poco de aquello que comenzaba a molestarlo, había estado ya varios días de mal humor y se notaba en la forma que realizaba las cosas, no había visto a sus hermanos en unos cuantos meses, de pronto ellos, luego de tener la inmortalidad, comenzaron a ser mas solitario. Darwyn no era de aquellos que le gustaba estar solo, prefería estar con alguien cerca, su hermano mayor –con el que siempre había estado más apegado- no había aparecido en varios meses, aquello le molestaba aun mas, se sentía abandonado, necesitaba encontrar distracción en donde no la podría encontrar.
Miraba como los pequeños animales corrían al sentir su presencia, los perros y los gatos mirándolo de forma aterradora para luego salir corriendo en una dirección desconocida, dejándolo solo nuevamente. Ya no deseaba ser como una serpiente que se mueve sigilosamente hasta encontrar su presa. Su rostro estaba pálido, podía sentir la sed apoderándose de cada rincón de su ser, pero en esos momentos no deseaba mover ni un centímetro para buscar alguna presa, ni siquiera cazar algún ratón que había oído en los matorrales –algo que era su pasatiempo favorito-
Dejo salir un leve bostezo mientras veía como las luces de aquella hermosa plaza estaban siendo encendidas, poco a poco, una a una, de pronto un gran sentimiento de tristeza inundo su rosto, comenzaba a extrañarlos, se sentía solo, no tendría la oportunidad de describir lo que en ese momento sentía. Su molesta hermana Berenice, que parecía que siempre deseaba molestarlo, su hermana Alex que parecía una joven buscando tener un príncipe azul y su hermano mayor, siempre siendo el mejor de todos, buscando proteger a su hermano, manteniendo todo tranquilo aunque pareciera que Berenice y Darwyn deseaban sacarse los ojos. Nada de aquello había cambiado, solamente que ahora tenían más fuerza y podrían hacerse aun más daño y muy pocas veces Freyback los detenía en sus discusiones acaloradas.
-¿Dónde estarán?- se pregunto mirando hacia el cielo, pero algo, que extraño era, bajo la mirada girando su rostro lentamente hasta encontrarse con una figura femenina que lo miraba del otro lado de la plaza, Darwyn no sabía qué hacer, ladeo su rostro un poco impresionado de que llamara la atención, metió sus manos en los bolsillos sin dejar de ver aquella mujer que parecía extraña ante los ojos de Darwyn y ser extraña ante él, era algo malo, normalmente huiría de aquellas situaciones, su gusto por las mujeres no era el mejor. Esperaba que no se acercara
Darwyn Moriarty- Vampiro Clase Alta
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Fecha de inscripción : 30/04/2012
Re: Se paciente, El destino te trae cosas buenas [Privado]
El hermoso sueño puede hacerse realidad
Cuando uno tiene ganas si no
Sinoplemente se queda como tal: Un sueño
Me encontraba en mi casa, barriendo, como no tenia a nadie, vivía sola en parís, así lo decidí yo y nadie me hará cambiar. Mientras barría pensaba en muchas cosas, era temprano ¿Qué hora eran?...Alce mi mirada hacia el gran reloj que estaba colgado en mi pared, a un lado de la puerta marcaban las ocho de la mañana, tempranísimo ¿Y yo que hago levantada a esta hora…así ya recuerdo, me había despertado por una pesadilla que había tenido, en mi sueño aprecia un Vampiro que me estaba matando poco a poco pero no tuvo tiempo y me convirtió en una de ellos, no quería ser Vampiro nunca en mi vida era seres enfermos, con gana de matar eran unos seres que consumían sangre sin parar, tenían mujeres y hombres a sus pies y yo, yo amo mucho mi vida para dejarme engatusar, aunque sea mujer se defenderme tengo mi carácter. Esa pesadilla me había sacado mas de dos sustos, me había levantado con mi cara perlada de sudor, temblaba del miedo, no quería que me pasara eso, pero ese Vampiro tenia algo raro…nunca lo había visto en mi vida pero en mi sueño apareció el, se miraba tan buen mozo, tan elegante, con un porte altanero, pero una mirada seductora, que me hizo sonrojarme al pensar en él, por esa sencilla razón me levante de la cama y sin ponerme un vestido, simplemente con mi pijama empecé a recoger mi hogar, vivía sola y no lo iba a tener como un chiquero. Arregle por aquí, por haya, de este lado, del otro, estaba todo desordenada, se podía comprobar que desde hace meses no le pasaba la escoba al piso, no tenia tiempo, era clases, enfermaría, clases, enfermaría, así no levantaba a las cinco de la mañana para poder cambiarme desayunar un poco, coger mis cosa e irme, después salía a mi turno e iba a las clases partículas de baila y a veces me llegaba carta que tenia que doblar turno en el hospital y así era todos los días pero ahora era un día tranquilo me dieron el día libre en las dos partes, en el hospital porque era una enfermera correcta nunca he faltado siempre llego temprano y el mis clases de baile el hombre se había fracturado el tobillo así que no podía y hasta nuevo aviso, así que este día lo tengo para mi, simplemente seré yo, con mi buen humor que esta llegando a mi cuerpo, olvidándome del Vampiro aunque…no del todo ¿Sera que alguna vez mire alguien y por eso?...pero era un Vampiro, nunca me había encontrado con uno realmente…pero bueno eso será un misterio siempre.Cuando uno tiene ganas si no
Sinoplemente se queda como tal: Un sueño
Por fin había finalizado mi limpieza de mi casa, barrido, trapeado, con sus platos lavados y acomodados en cada apartado que yo misma indique mi misma. Mi casa ya era decente, ya podía recibir vista…pero no tenia amigos, así que solo para mi y para mi maestro de baile que solía venir de sorpresa y me regañaba como un padre regaña a su hija al hacer una travesura, con el me sentía en familia y me preocupe mucho cundo me entere que se había roto el tobillo fue a verlo y yo misma lo revise, y tenia que estar en cama por dos semanas y tomarse unas pastillas para el dolor y el infamación que tenia, pero no tenia nada de cuidado eso me alegro más, cuando voltee a ver el reloj era las dos…¡¡Las dos!! Tan tarde se me había echo, una gran sorpresa me llego al mirar el palito donde estaba, era tardísimo, salí corriendo hasta la tina para bañarme, me quite mi bata de dormir y entre al agua, comenzando a tallarme mi cuerpo, unos veinte minutos tarde en asearme y me salí de la tina con una toalla enrollándomela en mi cuerpo y la otra en mi pelo fui a mi closet y mire que vestido me iba a poner hoy uno ligero y fresco porque afuera estaba haciendo calor…un calor infernal como algunas personas lo llamaban el verano llego a parís y el sol caliente también. Me decidí ponerme un vestido de flores de colores, café y con uno toque de marrón claro, así, era fresco cómodo para andar, me puso el corsé, mi ropa interior y por ultimo el vestido, me mire al espejos mis pechos se saltaban un poco por culpa del maldito corsé, haciendo que fuera vultuosos, eso no me gustaban porque los varones se me quedaba viendo como si sorprendieran al verlos, arrugue un poco la frente y me puso mis botines, los amarre y me alise mi ropa, mientras pensaba que hare al salir, me peine mi pelo, desenredándomelo para que quedara lizo no me lo iba amarrar me gusta mi pelo suelto aunque de todos modos llevaría un listón para amárralo si hacia bastante calor. Tome mi bolso cuando termine de arréglame, me pinte un poco, nada exagerado, así me mire por ultima vez en espejo, me miraba bien me gusto como me quedo mi vestido y mi pelo, quería pagar algo, comprar cómoda para la semana y descansar un rato en alguna parte de parís. Con esos pensamientos salí de mi hogar, cerrando con llave e ingresado a las calles de nuestro querido parís.
El tiempo se me iba como agua, pague lo que debía en le banco, algunos hombres se me quedaban viendo como si fura un pedazo de carne, eso no me gusto y mejor los ignore, aunque me decían de cosas pero simplemente me hice la que no escuche nada. Después de eso fue al mercado, comprando mucha variedad de comida, pero ya era un poco tarde así que fui a mi casa nuevamente dejando cada cosa en su lugar (Las cosas que compre en el marcado) El reloj marcaba las ocho de la noche, era de noche pero yo quera salir, así sin pedirle permiso a nadie. Pero no sabia a donde ir, así que el único lugar que me paso por la mente fue: La plaza, así que fue hasta la plaza, donde había poca gente me senté en unas de las bancas cuñado llegue cruzando mis torneadas piernas, mirando que unos hombres me volteaban a ver, yo solo ignorando como toda una dama, de repente me había quedado sin aire, mi boca estaba cerca al ver alguien, era….¿él?...no puede ser, el hombre de mi sueño estaba a unos cuantos metros de mi, me lo quede mirando como si fuera algo anormal, algo nunca visto-Tú….-Fue lo único que pude decir, todo me daba vueltas, me había parado rápidamente pero después…no vi nada y lo único que vi fue negro.
Alondra A. Grimahux- Hechicero Clase Alta
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Re: Se paciente, El destino te trae cosas buenas [Privado]
La mujer se había desmayado con solamente verlo, Darwyn en realidad no le importaba que aquella mujer se hubiera desplomado en el piso al frente de ella, pudo sentir como su cabeza daba contra el piso mientras aquel rostro de muñeca quedaba pálida ante la emoción que ha hizo desmayarse. Pobre mujer, pensó mientras daba unos pasos para acercarse al cuerpo que estaba en el piso como si se tratara de una muñeca de trapo que una pequeña dejo olvidada. Algo dentro de el le decía que no debía acercarse mucho, que no debía detallar su mirada y su cuerpo que aun parecía de niña. No era como aquellos cuerpos de mujeres ostentosas que le gustaba mostrar sus grandes pechos y sus cualidades a todos los hombres que pasaban a su lado, demostrando que dios había sido bueno con ellas y les había dado las armas femeninas necesarias.
¿Cuándo sería la primera vez que Darwyn actuara de manera coherente? Se inclino y realizo todo lo que sabía que no debía hacer, mirar su rostro pálido que aunque estuviera contorsionado del susto que él le dio, se veía extrañamente hermoso, no le parecía repulsivo, no le parecía feo y el olor que la chica desprendía era más suave y delicioso que muchas mujeres que podrían acercarse a él. El siempre había pensado en las mujeres como personas mugrientas y sucias, muchos fluidos saliendo de un cuerpo, no, aquello no gustaba.
Sujeto a la chica llevándola con él hasta un lugar seguro, fácilmente entro a una casa desconocida para él, solamente utilizo sus poderes para entrar a la casa y poder acostar a la chica en un lugar cómodo, la arropo y se quedo en un lugar después de traer un jarrón de agua, pues pensaría que podría despertar. Pero ya habían pasado unos cuantos minutos y no despertaba, Darwyn aburrido se acerco a ella a su rostro para tranquilamente taparle la nariz –Oye despierta… no tengo toda la noche- le susurro mientras notaba como la molestia de su respirar por la nariz hacia que instintivamente abriera los labios para poder respirar por ese orificio.
-Holaaa… ¿hay alguien?- ¿habría muerto? No lo creía aun sentía los latidos lentos y tranquilos de aquel corazón oculto en aquellos dos pechos apretados. No sabía cómo las mujeres podrían utilizar aquello, era prácticamente una tortura o se veía así, como tratar de meter una pera en un tubo de ensayo, así se veían las mujeres, simplemente horribles, tratando de formar un cuerpo de la forma que no era. Noto que la chica que quito la mano de la nariz, ya debía estar consiente –oh… ¿despertaste?-
¿Cuándo sería la primera vez que Darwyn actuara de manera coherente? Se inclino y realizo todo lo que sabía que no debía hacer, mirar su rostro pálido que aunque estuviera contorsionado del susto que él le dio, se veía extrañamente hermoso, no le parecía repulsivo, no le parecía feo y el olor que la chica desprendía era más suave y delicioso que muchas mujeres que podrían acercarse a él. El siempre había pensado en las mujeres como personas mugrientas y sucias, muchos fluidos saliendo de un cuerpo, no, aquello no gustaba.
Sujeto a la chica llevándola con él hasta un lugar seguro, fácilmente entro a una casa desconocida para él, solamente utilizo sus poderes para entrar a la casa y poder acostar a la chica en un lugar cómodo, la arropo y se quedo en un lugar después de traer un jarrón de agua, pues pensaría que podría despertar. Pero ya habían pasado unos cuantos minutos y no despertaba, Darwyn aburrido se acerco a ella a su rostro para tranquilamente taparle la nariz –Oye despierta… no tengo toda la noche- le susurro mientras notaba como la molestia de su respirar por la nariz hacia que instintivamente abriera los labios para poder respirar por ese orificio.
-Holaaa… ¿hay alguien?- ¿habría muerto? No lo creía aun sentía los latidos lentos y tranquilos de aquel corazón oculto en aquellos dos pechos apretados. No sabía cómo las mujeres podrían utilizar aquello, era prácticamente una tortura o se veía así, como tratar de meter una pera en un tubo de ensayo, así se veían las mujeres, simplemente horribles, tratando de formar un cuerpo de la forma que no era. Noto que la chica que quito la mano de la nariz, ya debía estar consiente –oh… ¿despertaste?-
Darwyn Moriarty- Vampiro Clase Alta
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Fecha de inscripción : 30/04/2012
Re: Se paciente, El destino te trae cosas buenas [Privado]
Ya eres parte de mi,
tan solo estar en mis sueños deseo
conocerte y saber que eres en realidad.
Un par de ojos se clavaban en los suyos, el sonrojo de su rostro era más que evidente, le ardía hasta las mejilla, los labios entre abrieron ligeramente, la respiración se estaba volviendo más pesada, sus pulmones querían aire, aire más aire, sus pechos subían y bajaban, aquella mirada penetrante del varón la ponía nerviosa, las manos le sudaban, la cabeza le estaba dando vueltas como si de un juego se tratara, ligeramente sin afectar su cuello movió varias veces su cabeza, mirando hacia los lados, su frente se estaba perlando, los nervios no se iban desde que volvió a mirar aquellos ojos, hermosos, atrayentes sus pies no respondían, su cuerpo parecía manejarla, su conciencia estaba con ese hombre, ese hombre de sus sueños. ¿Irónico no?, el hombre de sus sueños-Tú eres ese hombre…-La voz de la joven salió como un gemido, no comprendía porque estaba enfrente de él, pero a la vez se le hacía tan lejano, estiro su mano diestra, quería alcanzarlo pero cada vez que quería hacer eso la figura del hombre se alejaba, como si ella misma lo hiciera. Los ojos de la bruja se movían en todo el rostro del varón, mirando sus cejas, sus gruesas cejas, su nariz recta y perfecta, esos ojos tan atrayentes para ella, que se perdía cada vez que lo miraba, los labios semi gruesos, deseoso por ella, hasta se lamio sus propios labios al verlos, al desearlos, era la primera vez que deseaba a un hombre así, en si no sabía lo que estaba pasando solamente, solamente quería verlo, devorarlo con la mirada aunque el nerviosismo no se iba al contrario venia y con más ganas, su cuerpo pedía a grito que los brazo de varón la abrazaran, sus labios quería posarlos en los de él.tan solo estar en mis sueños deseo
conocerte y saber que eres en realidad.
Algo en ella le decía que se fuera, que se diera la vuelta y saliera corriendo pero sus pies parecían no responderles, parecía que estaban clavados en el suelo, paso varias veces saliva, la cabeza le seguía dando vueltas, parecía como si hubiera ido a la feria y se hubiera subido aquella rueda de la fortuna que cuando se bajan se siente uno mareado que el piso se mueve-¿Por qué?..-Pregunta, sus labios eran los que se movían-¿Por qué tú?-vuelve hacer esa misma pregunta-Porque estas en mi cabeza y siento esto…-Era la primera vez que hablaba con ese joven apuesto varonil para ella, sus pies, por fin el respondieron pero no como ella quisiera, sus pies lo llevaban hasta él, pero el hombre daba pasos hacia atrás-Espera…¡No te vayas!-Alzo un poco la voz, y sus pies se movieron mas rápidos al principio estaba trotando, agarrándose su vestido para no tropezar y caer de pura boca-¡Espera!-Volvió a decirle cuando miro que ella avanzaba hacia él, él se alejaba, la bruja se estaba desesperando y mucho.-¡Tengo tantas preguntas para ti, no comprendo porque tú, siempre tú apareces en mis sueños, dame una señal, dame algo para compréndelo o simplemente detente y explícamelo!-Alondra estaba desesperada, su rostro estaba más rojo de lo que ya estaba hace unos cuantos minutos-¡Por favor!-Estaba a punto de llorar, sí, ya era tarde, las lagrimas de Alondra cayeron, porque no sabía que estaba pasando, mientras ella avanzaba él se alejaba hasta el punto de no verlo más, empezó a ver por todos lados-¿Dónde estás?-Pregunto, espantada, pensaba que le iba hacer daño o algo así; de repente, una voz varonil, que nunca en su vida había escuchado le dijo-No te espantes bruja, no te haré nada, simplemente estoy igual que tú…-Fue lo único que escucho para sentir que el aire le faltaba y cerró los ojos cayendo al suelo con su mano entre sus pechos.
Fruncí mi ceño al sentir que algo o alguien estaba apretando mi nariz, con un movimiento de mano retire el obstáculo que estaba para poder respirar con normalidad, de repente, sin esperar escuche esa misma voz, levantándome rápidamente con mi mano derecha hice a un lado el cuerpo de él al acordarme, me baje de la cama como si eso dependiera mi vida y me pegue a la pared, tocando con mis palmas de mi mano la fría de esta, ahí, enfrente mío estaba él-Tú…-Volví a repetir, creo que desde que tengo ese sueño y sobre todo que él esta, he mencionado la palabra “Tú” varias veces-No…no puede ser, tú eres un simple sueño, claro debo de estar soñando todavía, Alondra por favor ya despierta…-Arrugue mi nariz y empecé a dar vueltas por la habitación como un león enjaulado-Vete sueño, vete, despierta por favor-Me daba golpecito en mis mejillas para “despertar” pero me dolía, eso significaba que esto no era un sueño-No puede ser…-Caí de rodillas y tome mi rostro-Porque, si tú eres un sueño….¿Ahora eres real? si en mi vida te había visto-Hable más para mí que para él, sin ponerme a pensar en nada más que en esta situación tan complicada.
Alondra A. Grimahux- Hechicero Clase Alta
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Re: Se paciente, El destino te trae cosas buenas [Privado]
Por fin aquella mujer había despertado, retiro su mano mientras su rostro inexpresivamente le mirada detenidamente, estaba en un proceso normal, en el cual las personas se asustaban con su presencia, aunque aquello le parecía irritante dejo que la mujer se desquitara y mostrara su miedo, su frustración, todo lo que deseara expresar en esos momentos. Sus ojos se mostraron un cambio al notar que la mujer decía que había soñado con él ¿estaba escuchando mal? Pestañeo varias veces sin decir nada.
-Tranquilízate...- dijo de forma suave sin querer asustarla, aunque creía que eso era prácticamente imposible -Si te preocupa que te vaya a cenar, ya comí, gracias- indico cruzando los brazos para ver el movimiento del cuerpo de la chica.
La curiosidad de Darwyn era en ocasiones exagerada, pero no podía evitar sentirse un poco incomodo al estar al lado de una mujer, gruño por debajo mientras sus ojos entrecerrados parecían fruncirse un poco -¿eso es cierto? - pregunto alzando la mirada y clavándola en sus hermosos ojos. Por unos segundos deseo retirar la mirada, aquella mujer era realmente hermosa, demasiado para el soportarla, a lo mejor sería buena idea eliminarla, matarla, hacerla desaparecer, ¿cuántas personas llorarían su muerte? No estaba seguro y tampoco le importaba la cifra pues el no sería uno de ellos. -¿Cuándo soñaste conmigo?- pregunto, pero noto la desesperación en el rostro de la chica, el miedo salía de ella y se concentraba, hasta podría apostar que estaba temblando.
No, nunca había sido bueno con las mujeres, nunca sabia como tratarlas, siempre hacías las cosas mal, su hermano Freyback era el más Casanova de todos, siempre con mujeres persiguiéndolo mientras que Darwyn se ocultaba detrás de el. Tal vez aquel trauma fue gracias a sus dos hermanas menores. Como las odiaba, tal vez demasiado, aun así las toleraba con cierta gracias, a ellas tampoco les agradaba el por ser el hermano preferido de Frey, pero él no tenía la culpa de ser más inteligente que ellas. Se aproximo a la chica buscando ser "amable", la sujeto de sus muñecas arrastrándola hasta que la espalda de ella pegara contra una pared y el quedara al frente, pegando sus dos cuerpos, podía sentir la calidez de aquel cuerpo vivo. La respiración de su pecho hacia engrandecer aquellos dos pechos que parecían estar más apretados de lo recomendable, el blanco cuello de la chica estaba cubierto por una finas capa de sudor y ese lugar se podía ver la vena palpitando, llamando al vampiro a besar aquel cuello, también podía sentir el palpitar de las venas en sus muñecas, chocaban en sus palmas, era una sensación aterradora, parecía que sus muñecas le que manan, frunció el ceño acercando su rostro al de ella para como un animal olfatear su rostro, para luego mirar aquellos labios secos y temblorosos -¿que eres?- pregunto intrigado. Era una pregunta que normalmente a él se la cuestionaban, pero en esa ocasión se la dedicaba a aquella dama, que, aunque con rostro y cuerpo de una simple humana, parecía que ocultaba al más.
-Tranquilízate...- dijo de forma suave sin querer asustarla, aunque creía que eso era prácticamente imposible -Si te preocupa que te vaya a cenar, ya comí, gracias- indico cruzando los brazos para ver el movimiento del cuerpo de la chica.
La curiosidad de Darwyn era en ocasiones exagerada, pero no podía evitar sentirse un poco incomodo al estar al lado de una mujer, gruño por debajo mientras sus ojos entrecerrados parecían fruncirse un poco -¿eso es cierto? - pregunto alzando la mirada y clavándola en sus hermosos ojos. Por unos segundos deseo retirar la mirada, aquella mujer era realmente hermosa, demasiado para el soportarla, a lo mejor sería buena idea eliminarla, matarla, hacerla desaparecer, ¿cuántas personas llorarían su muerte? No estaba seguro y tampoco le importaba la cifra pues el no sería uno de ellos. -¿Cuándo soñaste conmigo?- pregunto, pero noto la desesperación en el rostro de la chica, el miedo salía de ella y se concentraba, hasta podría apostar que estaba temblando.
No, nunca había sido bueno con las mujeres, nunca sabia como tratarlas, siempre hacías las cosas mal, su hermano Freyback era el más Casanova de todos, siempre con mujeres persiguiéndolo mientras que Darwyn se ocultaba detrás de el. Tal vez aquel trauma fue gracias a sus dos hermanas menores. Como las odiaba, tal vez demasiado, aun así las toleraba con cierta gracias, a ellas tampoco les agradaba el por ser el hermano preferido de Frey, pero él no tenía la culpa de ser más inteligente que ellas. Se aproximo a la chica buscando ser "amable", la sujeto de sus muñecas arrastrándola hasta que la espalda de ella pegara contra una pared y el quedara al frente, pegando sus dos cuerpos, podía sentir la calidez de aquel cuerpo vivo. La respiración de su pecho hacia engrandecer aquellos dos pechos que parecían estar más apretados de lo recomendable, el blanco cuello de la chica estaba cubierto por una finas capa de sudor y ese lugar se podía ver la vena palpitando, llamando al vampiro a besar aquel cuello, también podía sentir el palpitar de las venas en sus muñecas, chocaban en sus palmas, era una sensación aterradora, parecía que sus muñecas le que manan, frunció el ceño acercando su rostro al de ella para como un animal olfatear su rostro, para luego mirar aquellos labios secos y temblorosos -¿que eres?- pregunto intrigado. Era una pregunta que normalmente a él se la cuestionaban, pero en esa ocasión se la dedicaba a aquella dama, que, aunque con rostro y cuerpo de una simple humana, parecía que ocultaba al más.
Darwyn Moriarty- Vampiro Clase Alta
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Fecha de inscripción : 30/04/2012
Re: Se paciente, El destino te trae cosas buenas [Privado]
¿Como ha pasado hacer un simple sueño a una realidad? No se como ha pasado, porque a este hombre nunca lo había visto en mi vida, es la primera vez que lo veo, que lo huelo, que miro aquellos ojos que en el suelo me vuelven loca, que el cuerpo se me pone como gelatina que lo único que quiero es lanzarme a sus brazos y devorar aquellos labios tan deliciosos que me hace excitarme solamente de verlos, dios, que me pasa, siento como mis mejillas se empiezan a calentar con la idea esa de lazarme a el y besarlo. Ese hombre me volvió loca en mis sueños, pero esta es la realidad. -¡Alondra, ya pasta con esto!-Grito mi conciencia, me tranquilice, solo un poco pero la idea de lanzarme a él no era una mala idea y, ¡No, no y no! Esto es una locura, una estupidez. Si apenas lo he visto una hora, dos tal vez, así que esa idea esta desechada por el momento, si…por el momento. A lo lejos escuche la voz del hombre regresando con totalidad a la realidad, susurre solamente-Estoy…estoy tranquila-Dije, con un hilo de voz, cerrando por un momento mis ojos para tranquilizarme con totalidad, sonreí un poco ante aquellas palabras ¿Comerme? ¿Por qué lo haría? Por dentro de mi reí, pero después lo mire fijamente, al abrir por completo mis ojos y tener mayor visión.
Arquee un poco mi ceja, al sentir su mirada penetrante en mi, quería reír, quería que saliera una sonrisa de mis labios pero todavía estaba un poco confundida por todo lo que había pasado en poco tiempo, era como si el destino quería que este en el camino de este hombre que, es sumamente raro, pero todavía no le preste atención a él. Hasta que escuche su voz nuevamente, esa voz tan ronca, tan atrayente que me hizo levantar la cabeza, y clavar mi mirada en él, sabia de lo que se refería, asentí levemente, suspirando, pensaría lo peor de mi, pero, quien le manda a él aparecer en mis sueños, una risita escapo de mis labios y recargue mi cabeza en la pared cerrando los ojos, por un momento nada mas. Otra pregunta, suspire un poco, ladee mi rostro y por fin lo mire, clave mi mirada en la de el, perdiéndome en ellos, después volví a mi mundo para articular palabra.-Hace meses que sueño contigo, las primera veces era solamente una sombra para mi, poco a poco se volvió mas fijo, hasta que tu rostro se revelo, no entiendo porque he soñado contigo, o vamos no te conozco, esta es la primera vez que te hablo, tu voz era igual a la de mi sueño, hace rato, cuando me desmaye volví a soñar contigo, fue la razón de que me desvanecí, al mirarte reconocerte como el hombre de mis sueños fue un impacto grande para mi, que produjo esto, para mi es tan raro y para ti creo que es confuso, mucho diría yo-Me mordí la lengua para no seguir hablando, suspire y volví a poner derecha mi cabeza, había hablando tan rápido, y tan largo que creo que no me entendió.
Estaba tan encimada nuevamente en sus pensamientos que no noto que el hombre se había aproximado a ella, hasta que sintió su muñeca atrapada por la mano del hombre, siendo arrastrada por el y ser pegada a otra pared, la fría pared traspasar su vestimenta hasta sentir la frio, su piel se erizo por eso, no estaba preparada para tener al hombre secas, demacrados cercas de su cuerpo, y cuando los dos cuerpos se juntaron un sonrojo terrible apareció en cada mejilla de la mujer, ningún hombre había estado así de cercas con ella, nadie, y el que quisiera estar así un rodillazo recibía pero con él era diferente con él su cerebro apagaba y se dejaba hacer, aunque fuera la primera vez que lo miraba.-Dios, lo que ocasiona un simple roce de cuerpos, dios este hombre me volverá loca, en poco tiempo me tiene como su títere y el manejado el hilo a su antojo, Alondra reacciona por favor, rea…-Deje de pensar en el, cuando abrí ligeramente mis labios y respire desde ahí, estaba nerviosa, mis manos me sudaban no sabia que hacer, su golpearlo e irme o dejarme hacer por el, por todo lo que el quisiera, ya no era un sueño, era la realidad.
De repente comencé a respirar agitadamente, mis pechos subían y bajaban rápidamente como si a mis pulmones le faltaran por completo el labio, no supe como reaccionar ante la mirada del hombre, hasta que se acerco mas a mi, yo, por instinto me re-pegue a la pared, como queriendo traspasarla, maldije pero por adentro, apreté mis dientes, hasta el punto de dolerme, el acercamiento de un hombre me irritaba, aunque fuera él, no estaba acostumbrada que ningún, pero ningún hombre este de esta forma conmigo, ¿Me estaba oliendo? ¿Pero que...? fruncí mi ceño cuando iba a decir algo, escuche su pregunta ¿Qué era?, arquee mi ceja derecha y sonreí, me estaba tranquilizando, mi respiración volvió hacer la normal, suspire, abrí mi boca para hablar.-Soy una mujer, que no le gusta que un hombre este tan cercas, de este modo que tu lo estas-Hable, sonriendo más-Soy una mujer que…-Sin pensar, lleve mis brazos a su cuello, enredándolos ahí, lo acerque más, la tímida Alondra se había ido para que la Alondra original llegara, sin esperar me puso de putillas al ser él mas alto y capture sus labios, no podía esperar mas, necesitaba besarlo, como en mi sueño para saber si no era otro más de mis excitantes sueños.
Arquee un poco mi ceja, al sentir su mirada penetrante en mi, quería reír, quería que saliera una sonrisa de mis labios pero todavía estaba un poco confundida por todo lo que había pasado en poco tiempo, era como si el destino quería que este en el camino de este hombre que, es sumamente raro, pero todavía no le preste atención a él. Hasta que escuche su voz nuevamente, esa voz tan ronca, tan atrayente que me hizo levantar la cabeza, y clavar mi mirada en él, sabia de lo que se refería, asentí levemente, suspirando, pensaría lo peor de mi, pero, quien le manda a él aparecer en mis sueños, una risita escapo de mis labios y recargue mi cabeza en la pared cerrando los ojos, por un momento nada mas. Otra pregunta, suspire un poco, ladee mi rostro y por fin lo mire, clave mi mirada en la de el, perdiéndome en ellos, después volví a mi mundo para articular palabra.-Hace meses que sueño contigo, las primera veces era solamente una sombra para mi, poco a poco se volvió mas fijo, hasta que tu rostro se revelo, no entiendo porque he soñado contigo, o vamos no te conozco, esta es la primera vez que te hablo, tu voz era igual a la de mi sueño, hace rato, cuando me desmaye volví a soñar contigo, fue la razón de que me desvanecí, al mirarte reconocerte como el hombre de mis sueños fue un impacto grande para mi, que produjo esto, para mi es tan raro y para ti creo que es confuso, mucho diría yo-Me mordí la lengua para no seguir hablando, suspire y volví a poner derecha mi cabeza, había hablando tan rápido, y tan largo que creo que no me entendió.
Estaba tan encimada nuevamente en sus pensamientos que no noto que el hombre se había aproximado a ella, hasta que sintió su muñeca atrapada por la mano del hombre, siendo arrastrada por el y ser pegada a otra pared, la fría pared traspasar su vestimenta hasta sentir la frio, su piel se erizo por eso, no estaba preparada para tener al hombre secas, demacrados cercas de su cuerpo, y cuando los dos cuerpos se juntaron un sonrojo terrible apareció en cada mejilla de la mujer, ningún hombre había estado así de cercas con ella, nadie, y el que quisiera estar así un rodillazo recibía pero con él era diferente con él su cerebro apagaba y se dejaba hacer, aunque fuera la primera vez que lo miraba.-Dios, lo que ocasiona un simple roce de cuerpos, dios este hombre me volverá loca, en poco tiempo me tiene como su títere y el manejado el hilo a su antojo, Alondra reacciona por favor, rea…-Deje de pensar en el, cuando abrí ligeramente mis labios y respire desde ahí, estaba nerviosa, mis manos me sudaban no sabia que hacer, su golpearlo e irme o dejarme hacer por el, por todo lo que el quisiera, ya no era un sueño, era la realidad.
De repente comencé a respirar agitadamente, mis pechos subían y bajaban rápidamente como si a mis pulmones le faltaran por completo el labio, no supe como reaccionar ante la mirada del hombre, hasta que se acerco mas a mi, yo, por instinto me re-pegue a la pared, como queriendo traspasarla, maldije pero por adentro, apreté mis dientes, hasta el punto de dolerme, el acercamiento de un hombre me irritaba, aunque fuera él, no estaba acostumbrada que ningún, pero ningún hombre este de esta forma conmigo, ¿Me estaba oliendo? ¿Pero que...? fruncí mi ceño cuando iba a decir algo, escuche su pregunta ¿Qué era?, arquee mi ceja derecha y sonreí, me estaba tranquilizando, mi respiración volvió hacer la normal, suspire, abrí mi boca para hablar.-Soy una mujer, que no le gusta que un hombre este tan cercas, de este modo que tu lo estas-Hable, sonriendo más-Soy una mujer que…-Sin pensar, lleve mis brazos a su cuello, enredándolos ahí, lo acerque más, la tímida Alondra se había ido para que la Alondra original llegara, sin esperar me puso de putillas al ser él mas alto y capture sus labios, no podía esperar mas, necesitaba besarlo, como en mi sueño para saber si no era otro más de mis excitantes sueños.
Alondra A. Grimahux- Hechicero Clase Alta
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Fecha de inscripción : 22/02/2012
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Re: Se paciente, El destino te trae cosas buenas [Privado]
Atento. Eso era como estaba, parecía un gato con sus ojos agrandado, atendiendo a lo que le decía la mujer sin entender muy bien lo que sucedía en ese momento, se creía una persona muy inteligente, que podría estar bajo el mismo techo de aristócratas y volverlo loco con sus extrañas conclusiones, pero aquella joven, aquella mujer, porque eso era lo que era, una mujer madura, en un mejor momento de la juventud, ya había pasado aquella parte llamada infancia y la adolescencia poco a poco quedaba aun más lejos, pero aun era una muchachita inexperta de la vida, se le veía en sus ojos, en aquellos ojos confundidos que miraban a Darwyn buscando desesperadamente una respuesta, una coincidencia en todo eso. ¿Dónde estaban? Darwyn tuvo que girar su cuerpo para poder lograr divisar la amplia cama de aquella habitación vacía, allí había estado la mujer hace unos segundo, segundos que se volvían minutos y que cada vez estaban más lejos hasta ser un simple recuerdo.
Iba a decirle que había entendido cada palabra que había dicho, pero no le gustaba entrometerse, así que espero que ella misma procesara lo que había dicho de forma rápida y un poco incoherente. El mas que un hombre por fuera, por dentro era todo un niño curioso que nunca había estado necesariamente interesado por las mujeres, pero aquella jovencita de ojos hermosos, lo tenía… ¿Cómo decirlo? Abrumado, no solamente con aquella confesión de que ella había soñado varias veces con él. ¿Qué hacían en los sueños? Se pregunto. ¿Acaso era una clase de incubo que se adueñaba de jovencitas en los sueños? Darwyn nunca había tenido pinta de caballero, menos de seductor, para él las mujeres eran… no tenia descripción para ellas exactamente, nunca le había atraído, solamente un poco –Natural de un hombre- en la adolescencia, pero las malas experiencias lo alejo cada vez mas de ese deseo natural y lo enfrasco en un deseo más intelectual y jovial. Ahora aquella mujer. ¿Cómo se llamaba? –Me has dicho tu nombre- pregunto sin darse cuenta.
Su cuerpo. ¡Oh! El cuerpo del ser humano, tan caliente, tan lleno de vida y el cuerpo de el tan muerto, sintió un deje de tristeza al recordar que nunca sentiría un calor así emanar de su cuerpo, pero el de ella era diferente al de él, claro era el de una mujer, pero sus manitas, su muñeca, su mano la cubría sin mucho esfuerzo tan poco esfuerzo que eso le sorprendió y se sintió con unas palmas gigantes. Sin darse cuenta la estaba examinando con detenimiento, la trasporto a otra pared, era frágil, su cuerpo se veía completamente frágil, como un palillo de diente. ¿Qué sucedería si el apretara un poco más la muñeca? Tal vez si posaba sus manos en su cintura.. ¡Deseaba destruir tanta hermosura! ¿Por qué? ¿Por qué?
El estaba ido en sus pensamientos, no se daba cuenta que la mantenía de aquí a allá, pero su suspiro le dijo que aun estaba viva, que no la había matado como lo había hecho en sus pensamientos, no se entristeció, en mas se alegro, pues tanta belleza no debía ser perturbada, era la primera vez que le pasaba eso y la odiaba por aquello, pero no era un odio infinito, era más un disgusto breve que se disolvía pero luego de condensaba nuevamente. –Ah?- aquello se llamaba un beso, lo sabía, lo había visto mil veces en los burdeles que su hermano lo llevaba, pero sus labios eran más dulces que cualquier mujer que lo haya besado con brusquedad y alcoholizadas. Sus brazos calientes le rodearon su cuello y sus pechos rozaron con su pectoral, no sabía si apartarla, le rodeo la cintura y torpemente dejo que sus labios se entrelazaran aun mas, pero la aparto rápidamente para empujarla a la pared, mientras él no se apartaba de ella y es mas la apagaba a su cuerpo, deseaba robarle aquel calor, envidiaba ese calor de su cuerpo, lo deseaba para él, tal vez por eso la mantenía tan cerca.
-Creo que no estás consciente de que soy un hombre de gran peligro- indico él –No, no soy un sueño, soy real- busco su mano y la entrelazo con la de él, para luego llevar uno de sus dedos a su boca y con su pequeño colmillo hincar suavemente en aquella piel lozana, solamente lo suficiente como para que saliera algunas gotas de sangre, cuando sintió aquella explosión de químicos en su boca, se sintió en éxtasis, estaba a punto de sujetarle su bella cabellera y despejar su cuello, pero sus ojos tiernos, que no mostraban miedo, si no, más bien una especie de tremenda curiosidad, lo detuvo abruptamente. Libero su dedo y se acerco nuevamente a sus labios para besarlos, esta vez un poco más apasionado, saboreando un poco aquella dulce cavidad que le daba espacio a aquella escurridiza lengua, que como serpiente se arrastraba hasta encontrarse con una igual y comenzar a darse amor mutuamente, pues eso era lo que sentía por ella, un extraño y inmenso amor, tanto, que pronto la dejaría, la alejaría de él, pues una belleza como ella no debe ser lastimada por un monstro como él. Pero solamente deseaba unos segundos más, solo unos segundos, pronto ella estaría a salvo en su habitación y pensaría que todo fue solamente otro de sus sueños.
Iba a decirle que había entendido cada palabra que había dicho, pero no le gustaba entrometerse, así que espero que ella misma procesara lo que había dicho de forma rápida y un poco incoherente. El mas que un hombre por fuera, por dentro era todo un niño curioso que nunca había estado necesariamente interesado por las mujeres, pero aquella jovencita de ojos hermosos, lo tenía… ¿Cómo decirlo? Abrumado, no solamente con aquella confesión de que ella había soñado varias veces con él. ¿Qué hacían en los sueños? Se pregunto. ¿Acaso era una clase de incubo que se adueñaba de jovencitas en los sueños? Darwyn nunca había tenido pinta de caballero, menos de seductor, para él las mujeres eran… no tenia descripción para ellas exactamente, nunca le había atraído, solamente un poco –Natural de un hombre- en la adolescencia, pero las malas experiencias lo alejo cada vez mas de ese deseo natural y lo enfrasco en un deseo más intelectual y jovial. Ahora aquella mujer. ¿Cómo se llamaba? –Me has dicho tu nombre- pregunto sin darse cuenta.
Su cuerpo. ¡Oh! El cuerpo del ser humano, tan caliente, tan lleno de vida y el cuerpo de el tan muerto, sintió un deje de tristeza al recordar que nunca sentiría un calor así emanar de su cuerpo, pero el de ella era diferente al de él, claro era el de una mujer, pero sus manitas, su muñeca, su mano la cubría sin mucho esfuerzo tan poco esfuerzo que eso le sorprendió y se sintió con unas palmas gigantes. Sin darse cuenta la estaba examinando con detenimiento, la trasporto a otra pared, era frágil, su cuerpo se veía completamente frágil, como un palillo de diente. ¿Qué sucedería si el apretara un poco más la muñeca? Tal vez si posaba sus manos en su cintura.. ¡Deseaba destruir tanta hermosura! ¿Por qué? ¿Por qué?
¡Porque simplemente no lo comprendes!
El estaba ido en sus pensamientos, no se daba cuenta que la mantenía de aquí a allá, pero su suspiro le dijo que aun estaba viva, que no la había matado como lo había hecho en sus pensamientos, no se entristeció, en mas se alegro, pues tanta belleza no debía ser perturbada, era la primera vez que le pasaba eso y la odiaba por aquello, pero no era un odio infinito, era más un disgusto breve que se disolvía pero luego de condensaba nuevamente. –Ah?- aquello se llamaba un beso, lo sabía, lo había visto mil veces en los burdeles que su hermano lo llevaba, pero sus labios eran más dulces que cualquier mujer que lo haya besado con brusquedad y alcoholizadas. Sus brazos calientes le rodearon su cuello y sus pechos rozaron con su pectoral, no sabía si apartarla, le rodeo la cintura y torpemente dejo que sus labios se entrelazaran aun mas, pero la aparto rápidamente para empujarla a la pared, mientras él no se apartaba de ella y es mas la apagaba a su cuerpo, deseaba robarle aquel calor, envidiaba ese calor de su cuerpo, lo deseaba para él, tal vez por eso la mantenía tan cerca.
-Creo que no estás consciente de que soy un hombre de gran peligro- indico él –No, no soy un sueño, soy real- busco su mano y la entrelazo con la de él, para luego llevar uno de sus dedos a su boca y con su pequeño colmillo hincar suavemente en aquella piel lozana, solamente lo suficiente como para que saliera algunas gotas de sangre, cuando sintió aquella explosión de químicos en su boca, se sintió en éxtasis, estaba a punto de sujetarle su bella cabellera y despejar su cuello, pero sus ojos tiernos, que no mostraban miedo, si no, más bien una especie de tremenda curiosidad, lo detuvo abruptamente. Libero su dedo y se acerco nuevamente a sus labios para besarlos, esta vez un poco más apasionado, saboreando un poco aquella dulce cavidad que le daba espacio a aquella escurridiza lengua, que como serpiente se arrastraba hasta encontrarse con una igual y comenzar a darse amor mutuamente, pues eso era lo que sentía por ella, un extraño y inmenso amor, tanto, que pronto la dejaría, la alejaría de él, pues una belleza como ella no debe ser lastimada por un monstro como él. Pero solamente deseaba unos segundos más, solo unos segundos, pronto ella estaría a salvo en su habitación y pensaría que todo fue solamente otro de sus sueños.
Darwyn Moriarty- Vampiro Clase Alta
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Re: Se paciente, El destino te trae cosas buenas [Privado]
¿Cómo pude besarlo? Dios, como pude besar a un extraño, si mi madre me viera me mandaría a un convento por lo que he hecho, una falta de respeto para mi, al ser una mujer de Sociedad, ¡No! Pero no pude evitarlo, él, enfrente mío, él, hablándome, diciéndome esas cosas aunque yo no entendiera porque estaba tan perdida en mis pensamientos, que lo único que quise fue comprobar que esto no fuera un sueño, por eso lo bese ¿Sera verdad? En parte sí, en parte no, quise besarlo porque lo deseo como un hombre, sí, he deseado por mucho tiempo a un hombre que simplemente ha estado en mis sueños, es como decir “El hombre de mis sueños” Es ridículo que piense así de un hombre, pero no sé lo que me pasa. Cuando miré al hombre hace algunas horas pensé que ya estaba imaginando las cosas, ya estaba queriendo que ese hombre fuera real y ¡Poom! Ahí estaba él, a unos cuantos metros de mi y por la impresión que me lleve fue la razón que me desmaye. Cuando desperté pensé que todo había sido un sueño, pero al verlo, cercas de mi comprendí que no era el caso, era la realidad, una hermosa, excitante y peligrosa realidad que me estaba llevando al borde de la desesperación.
No puedo negar que esto me hace feliz, que lo que esta pasando me gusta, este hombre me gusta, no lo negaré, por él, sin conocerlo y solamente pensar en el como un sueño no he tenido pretendientes, he corrido a todos mis pretendientes, a todos los que me quieren cortejar, solo por él, se que era estúpido atarme a un hombre imaginario pero este momento me ataré más, porque es verdadero ¡Es Real! Sí es real, mi hombre, sí, es ¡Mío! Porque es el hombre de mis sueños más apasionados que he tenido en mi corta edad, y eso que tengo veinticinco años, joven, no puedo decir que no tengo dinero, me pagan muy bien siendo enfermera, es lo que me gusta, practico magia, voy a clases de baile, me gusta bailar y pareja, no tengo, no me interesaba tener pareja, estaba tranquila, en paz, sola, bueno, tengo un conejito, se llama Rabbito, me hace compañía, pero…porque me desvió mucho del tema en que estoy. Estar pensando, y pensando mis pensamientos se fueron por otro rumbo que, ahorita no pintan nada.
-Alondra, Alondra…Alondra-Escuche una ligera voz, parecida a la mía, que tonta, es la mía, llamándome, diciendo mi nombre, diciendo que me alejara de él, que es peligroso, sí, al ser bruja puedo ver el aura de las personas, aparte, soy una necromancia, sí, se manejar a los muertos a mi antojo, un poder que me costo pero lo logre, aparte, los muertos son mis amigos. A decir verdad, siempre traigo al muerto sobre mi, claro, hablando literalmente, no salgo sin mis amigos los cadáveres, por si algo me suele pasar. Pero con él, con el hombre que me estoy perdiendo, no comprendo porque, porque me llegue a ligar tanto con él si solamente él, es..un extraño, y es verdad. Un extraño que le di mi primer beso, no había besado a nadie, ni a una mujer, y a ningún hombre y simplemente verlo, me dio las ganas de besarlo, de probarlo, su néctar, completo.
Sentí que estaba en las nubes, sentí que flotaba, cuando mis labios se movieron sobre los ajenos, y él correspondía, tuve una gran felicidad tan grande que me pegue mas a su fuerte, duro y helado cuerpo, aferrándome más a su cuello, ladeando mi rostro, para que el beso fuera mejor, con pasión, cargado de todo, era una inexperta besando pero sabia como hacerlo, las novelas decían todo eso, los libros de novela que leí en mi tiempo libre, aunque no puedo describirlo, no puedo describir el beso que ambos nos estamos dando, correspondiendo. Pero el beso fue de segundos, para mi era como horas, al momento que sentí que él se separaba de mis labios mi ceño se frunció, no me queje cuando choque contra la pared, por un momento, escasos momentos pensé que él se separaría de mi, me dejaría aquí, que todo fuera un sueño nuevamente, en ese momento me aferre más y me alegro que no se alejara, al contrario se pegara más a mi, eso, eso me agrado y mucho, mis mejillas estaban calientes, mis pechos subían y bajan por falta de aire, mis labios un poco hinchados por el beso, pero deseaba más, más de él.
-Sí, se que eres un hombre peligroso-Respondí, mirándolo fijamente, piel pálida, baje mis labios y miré que sobresalían unos colmillos, pase un poco de saliva, no, no tenia miedo, sonreí más, ojos hermosos una belleza incomparable, sí, se lo que era, era un vampiro, un vampiro de unos cuantos años encima, pero ¿Miedo? ¿A él? No, miedo a que se fuera, miedo a que me dejará, tenia miedo de ese y no de su peligro-Se lo que eres…-Al momento que dije, aferre mi mano a la de él cuando se encontraron nuestras manos, no dije nada cuando se llevo mi dedo a su boca, solo un pequeño quejido salió de mis labios cuando mordió mi dedo, era solo un poco, pero en este momento estaba muy sensible ¿Por qué será? No sé, pero si es por él, no importa-Eres un Vampiro…-Susurré, sabía que me escuchaba, mis ojos, hasta él lo noto, estaba brillosos, con una curiosidad, nunca he estado con un vampiro cercas, hasta este momento y mi curiosidad se agrando más, iba a decir algo, pero sentí el choque de sus labios sobre los míos, aferrándome con mi mano libre en su cuello, no dejaré que se vaya de mi lado, no más.
Nuestras lenguas parecían batallar, para ver quien ganaba en esto, no daba síntomas de perder, el sabor de él iba hacer mi perdición en cuestión de minutos, mi cuerpo se pego más, no lo dejaré ir, para que otra me lo robara, peleo por lo que es mío, y él, desde el momento que lo miré fue mío, me desprendí un poco de sus labios, dándole un pequeño beso y mordiendo su labio inferior, para alejar mi rostro y recargarla en la pared, pasaba varias veces saliva-Sabes, no pretendo que te alejes de mi, en tu mirada dice que quieres que piense que sea un sueño…-Acaricie las hembras de su cabello, pasándola hasta posarla en su mejilla, helada, y me gustaba-Eres mío….-Dije, sin más-Eres mío vampiro, desde el momento que te soñé, estábamos predestinados a estar juntos…y no dejaré que te vayas más de mi lado-Lo acerque a mi, quería sentirlo, roce, sin querer mis senos en su torso, hasta una sonrisa aprecio en mi rostro bajando mi mirada, ¿Pena? ¿Vergüenza? Tal vez, pero me gustaba-Alondra, mi nombres es Alondra-Eleve mi rostro-Y el nombre de mi vampiro, el hombre de mis sueños ¿Cuál es?...-Lo volví a besar y lo empuje hacia atrás, donde estaba la cama, no sabía lo que estaba haciendo y tampoco me interesaba.
No puedo negar que esto me hace feliz, que lo que esta pasando me gusta, este hombre me gusta, no lo negaré, por él, sin conocerlo y solamente pensar en el como un sueño no he tenido pretendientes, he corrido a todos mis pretendientes, a todos los que me quieren cortejar, solo por él, se que era estúpido atarme a un hombre imaginario pero este momento me ataré más, porque es verdadero ¡Es Real! Sí es real, mi hombre, sí, es ¡Mío! Porque es el hombre de mis sueños más apasionados que he tenido en mi corta edad, y eso que tengo veinticinco años, joven, no puedo decir que no tengo dinero, me pagan muy bien siendo enfermera, es lo que me gusta, practico magia, voy a clases de baile, me gusta bailar y pareja, no tengo, no me interesaba tener pareja, estaba tranquila, en paz, sola, bueno, tengo un conejito, se llama Rabbito, me hace compañía, pero…porque me desvió mucho del tema en que estoy. Estar pensando, y pensando mis pensamientos se fueron por otro rumbo que, ahorita no pintan nada.
-Alondra, Alondra…Alondra-Escuche una ligera voz, parecida a la mía, que tonta, es la mía, llamándome, diciendo mi nombre, diciendo que me alejara de él, que es peligroso, sí, al ser bruja puedo ver el aura de las personas, aparte, soy una necromancia, sí, se manejar a los muertos a mi antojo, un poder que me costo pero lo logre, aparte, los muertos son mis amigos. A decir verdad, siempre traigo al muerto sobre mi, claro, hablando literalmente, no salgo sin mis amigos los cadáveres, por si algo me suele pasar. Pero con él, con el hombre que me estoy perdiendo, no comprendo porque, porque me llegue a ligar tanto con él si solamente él, es..un extraño, y es verdad. Un extraño que le di mi primer beso, no había besado a nadie, ni a una mujer, y a ningún hombre y simplemente verlo, me dio las ganas de besarlo, de probarlo, su néctar, completo.
Sentí que estaba en las nubes, sentí que flotaba, cuando mis labios se movieron sobre los ajenos, y él correspondía, tuve una gran felicidad tan grande que me pegue mas a su fuerte, duro y helado cuerpo, aferrándome más a su cuello, ladeando mi rostro, para que el beso fuera mejor, con pasión, cargado de todo, era una inexperta besando pero sabia como hacerlo, las novelas decían todo eso, los libros de novela que leí en mi tiempo libre, aunque no puedo describirlo, no puedo describir el beso que ambos nos estamos dando, correspondiendo. Pero el beso fue de segundos, para mi era como horas, al momento que sentí que él se separaba de mis labios mi ceño se frunció, no me queje cuando choque contra la pared, por un momento, escasos momentos pensé que él se separaría de mi, me dejaría aquí, que todo fuera un sueño nuevamente, en ese momento me aferre más y me alegro que no se alejara, al contrario se pegara más a mi, eso, eso me agrado y mucho, mis mejillas estaban calientes, mis pechos subían y bajan por falta de aire, mis labios un poco hinchados por el beso, pero deseaba más, más de él.
-Sí, se que eres un hombre peligroso-Respondí, mirándolo fijamente, piel pálida, baje mis labios y miré que sobresalían unos colmillos, pase un poco de saliva, no, no tenia miedo, sonreí más, ojos hermosos una belleza incomparable, sí, se lo que era, era un vampiro, un vampiro de unos cuantos años encima, pero ¿Miedo? ¿A él? No, miedo a que se fuera, miedo a que me dejará, tenia miedo de ese y no de su peligro-Se lo que eres…-Al momento que dije, aferre mi mano a la de él cuando se encontraron nuestras manos, no dije nada cuando se llevo mi dedo a su boca, solo un pequeño quejido salió de mis labios cuando mordió mi dedo, era solo un poco, pero en este momento estaba muy sensible ¿Por qué será? No sé, pero si es por él, no importa-Eres un Vampiro…-Susurré, sabía que me escuchaba, mis ojos, hasta él lo noto, estaba brillosos, con una curiosidad, nunca he estado con un vampiro cercas, hasta este momento y mi curiosidad se agrando más, iba a decir algo, pero sentí el choque de sus labios sobre los míos, aferrándome con mi mano libre en su cuello, no dejaré que se vaya de mi lado, no más.
Nuestras lenguas parecían batallar, para ver quien ganaba en esto, no daba síntomas de perder, el sabor de él iba hacer mi perdición en cuestión de minutos, mi cuerpo se pego más, no lo dejaré ir, para que otra me lo robara, peleo por lo que es mío, y él, desde el momento que lo miré fue mío, me desprendí un poco de sus labios, dándole un pequeño beso y mordiendo su labio inferior, para alejar mi rostro y recargarla en la pared, pasaba varias veces saliva-Sabes, no pretendo que te alejes de mi, en tu mirada dice que quieres que piense que sea un sueño…-Acaricie las hembras de su cabello, pasándola hasta posarla en su mejilla, helada, y me gustaba-Eres mío….-Dije, sin más-Eres mío vampiro, desde el momento que te soñé, estábamos predestinados a estar juntos…y no dejaré que te vayas más de mi lado-Lo acerque a mi, quería sentirlo, roce, sin querer mis senos en su torso, hasta una sonrisa aprecio en mi rostro bajando mi mirada, ¿Pena? ¿Vergüenza? Tal vez, pero me gustaba-Alondra, mi nombres es Alondra-Eleve mi rostro-Y el nombre de mi vampiro, el hombre de mis sueños ¿Cuál es?...-Lo volví a besar y lo empuje hacia atrás, donde estaba la cama, no sabía lo que estaba haciendo y tampoco me interesaba.
Alondra A. Grimahux- Hechicero Clase Alta
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Re: Se paciente, El destino te trae cosas buenas [Privado]
Para el aquella mujer estaba loca, estaba demasiado perturbada psicológicamente para entender lo que estaba diciendo, Darwyn a un no creía lo que estaba escuchado salir de sus labios, aquellos labios que habían quedado un poco húmedos luego de su beso, retrocedía, retrocedía como ella quería hasta llegar a la cama en donde se sentí sintiendo la textura de las sabanas y lo acolchonado del lugar. Se sentía nervioso, le miraba atentamente, como si no pudiera apartar sus ojos de ella, pero no hablaba pues sentía que si lo hacia su voz iba a salir extraña, quebrantada. No era bueno con las mujeres, no sabía qué hacer en ese tipo de situaciones, tal vez cualquiera la estaría seduciendo al punto de llevarla a la cama, pero él no era así, el era diferente, no era un pervertido, ni un caballero, era un hombre que no estaba acostumbrado a las mujeres y por ende no sabía qué era lo que ellas esperaban de las personas.
-Me llamo Darwyn- dijo sin pensarlo. Alondra era un muy lindo nombre, le recordaba la calidez de su cuerpo cerca el de ella, el sabor de su sangre virgen que aun estaba degustando en su paladar junto con la saliva de la joven que tenía en ese lugar. No sabía cómo iba a salir de eso, ya había descartado la idea de poder matarla, para él era imposible hacer algo así. -¿Acaso crees que soy de tu propiedad?- pregunto provocándole risa como aquella joven lo trataba de forma tan posesiva, se alejo un poco de ella, pudo levantarse y alejarse de la cama, camino unos pasos para luego girar y quedándosele mirando –Mira no entiendo lo que dices, pero eres una mujer muy bella y yo nunca he estado con una mujer- confeso poniéndose las manos en el pecho, las movía mucho cuando comenzaba a explicar con nerviosismo. –Nunca he estado interesado en una mujer y tampoco espero estarlo, así que es mejor que no te emociones mucho- eran palabras algo duras, no sabía porque en esos momentos debía estar interesado en las mujeres, se enojaba con sí mismo por no sentirse igual como todos los días.
Tal vez ella había nacido unos años tarde, unos siglos tarde, como hubiera deseado poder sentir esa sensación cuando hubiera sido humano a lo mejor su timidez le hubiera impedido hablar con ella, pero aquella joven y su insistencia le decían que ella hubiera rápidamente derrumbado ese muro y fácilmente acercado a él, pero ahora tenía otros problemas, sus hermanos estaban interesados en ir en busca de la persona que los había convertido en vampiros y al culpable de que el casi hubiera muerto en vez de vivir eternamente y ahora estaba ella… nunca había tenido problemas y ahora le salían a montones. Se quedo en silencio, se había tranquilizado un poco y el nerviosismo cada vez se iba a alejando, su mente se tranquilizaba y poco a poco entendía que no podía dejarla ir, era la única mujer que le había gustado en su vida, la única que hablaba sin sentir que estaba haciendo el ridículo.
-¿Acaso es que no tienes a nadie más que a mí?- pregunto curioso. –Busca a alguien más que pueda ser el hombre de tus sueños…- era demasiado linda para ser herida por un hombre como yo, quien peleaba a garras y patadas con sus hermanas por no entenderlas ni un poco y ahora ella, no la podría entender, no estaba en su sistema comprender a las mujeres… pero era tan hermosa. ¿Desde cuándo le había interesado tanto la belleza que procedía de una persona? El no miraba sus senos, ni la estrecha y pequeña cinturilla que parecía estar cómoda en aquel corsé que para él solamente era otro método más de tortura que habían creado los humanos, el captaba lo interno, su diferente aroma a las demás, no había malicia, no había repugnancia… era como una virgen, sin pecados, sin nada malo que ocultar entre esos ojos.
-Me llamo Darwyn- dijo sin pensarlo. Alondra era un muy lindo nombre, le recordaba la calidez de su cuerpo cerca el de ella, el sabor de su sangre virgen que aun estaba degustando en su paladar junto con la saliva de la joven que tenía en ese lugar. No sabía cómo iba a salir de eso, ya había descartado la idea de poder matarla, para él era imposible hacer algo así. -¿Acaso crees que soy de tu propiedad?- pregunto provocándole risa como aquella joven lo trataba de forma tan posesiva, se alejo un poco de ella, pudo levantarse y alejarse de la cama, camino unos pasos para luego girar y quedándosele mirando –Mira no entiendo lo que dices, pero eres una mujer muy bella y yo nunca he estado con una mujer- confeso poniéndose las manos en el pecho, las movía mucho cuando comenzaba a explicar con nerviosismo. –Nunca he estado interesado en una mujer y tampoco espero estarlo, así que es mejor que no te emociones mucho- eran palabras algo duras, no sabía porque en esos momentos debía estar interesado en las mujeres, se enojaba con sí mismo por no sentirse igual como todos los días.
Tal vez ella había nacido unos años tarde, unos siglos tarde, como hubiera deseado poder sentir esa sensación cuando hubiera sido humano a lo mejor su timidez le hubiera impedido hablar con ella, pero aquella joven y su insistencia le decían que ella hubiera rápidamente derrumbado ese muro y fácilmente acercado a él, pero ahora tenía otros problemas, sus hermanos estaban interesados en ir en busca de la persona que los había convertido en vampiros y al culpable de que el casi hubiera muerto en vez de vivir eternamente y ahora estaba ella… nunca había tenido problemas y ahora le salían a montones. Se quedo en silencio, se había tranquilizado un poco y el nerviosismo cada vez se iba a alejando, su mente se tranquilizaba y poco a poco entendía que no podía dejarla ir, era la única mujer que le había gustado en su vida, la única que hablaba sin sentir que estaba haciendo el ridículo.
-¿Acaso es que no tienes a nadie más que a mí?- pregunto curioso. –Busca a alguien más que pueda ser el hombre de tus sueños…- era demasiado linda para ser herida por un hombre como yo, quien peleaba a garras y patadas con sus hermanas por no entenderlas ni un poco y ahora ella, no la podría entender, no estaba en su sistema comprender a las mujeres… pero era tan hermosa. ¿Desde cuándo le había interesado tanto la belleza que procedía de una persona? El no miraba sus senos, ni la estrecha y pequeña cinturilla que parecía estar cómoda en aquel corsé que para él solamente era otro método más de tortura que habían creado los humanos, el captaba lo interno, su diferente aroma a las demás, no había malicia, no había repugnancia… era como una virgen, sin pecados, sin nada malo que ocultar entre esos ojos.
Darwyn Moriarty- Vampiro Clase Alta
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Fecha de inscripción : 30/04/2012
Re: Se paciente, El destino te trae cosas buenas [Privado]
¿Por qué lleve al hombre hasta la cama? ¿Estaba pensando las cosas claramente? La respuesta era sencilla, no, no estaba pensando las cosas. Tampoco es que lo iba hacer con él ¿Verdad? Era una tonta, me deje llevar por el momento de estar feliz de encontrar a ese hombre que perturbaba mis sueños, mis más oscuros sueños. Sabiendo que no era un simple sueño, que ese hombre no era solamente un sueño, si no también que era realidad, que existía en este mundo, en esta ciudad, donde he estado viviendo por mucho tiempo. -Alondra, ¿Qué estás haciendo?- Me pregunte cuando mire que él se sentó, yo permanecí parada, enfrente de él, sin ser capaz de reaccionar, tarde, varios minutos, poniendo “Los cables” en su lugar, para poder pensar con coherencia, y no dejarme llevar por un simple impulso, se nota que a veces se me sale lo producente, no pienso las cosas cuando me gusta, y él me gusta mucho, pero ¿Cómo me puede gustar alguien que apenas conocí? ¿Raro no? Cerré por un momento los ojos para pensar con claridad, pensar, pensar y más pensar.
Salí de mi pequeño mundo de pensamientos cuando escuche, era como si el viento me acariciaba el rostro, reaccione, regrese al mundo real, Darwyn, así era como el hombre se llamaba, una sonrisa sincera se dibujó en mi rostro, ahora el hombre de mis sueños tiene un nombre, Darwyn, hermoso nombre, para una hermosa persona como el hombre que tengo enfrente mío.-Darwyn…-Repetí su nombre, como si fuera una palabra nueva que acababa de aprender, baje un poco la mirada, cruzando mis brazos a la altura de mi busto, y recargándome en una de mis pernas, mientras lo mira de reojo.-Entiendo…-Solté, como un suspiro-Perdone usted por decir esa palabra, “Mío” sé que no está en mi derecho y no es de mi propiedad, claro tampoco soy de su propiedad, aunque de sus .palabras nunca ha salido de su boca, como yo lo hice, hace unos minutos, perdone, me deje llevar por el momento…-Calle, al escuchar lo que dice, ¿Nunca ha estado con una mujer? Eso no me lo creo, pero haré, que sí, negué con la cabeza, pero le seguí escuchando. Cuando termino de decir, sonreí un poco triste, no sabía porque, di tres pasos hacia atrás, para mantener nuestra distancia.
-Tienes razón, tampoco pretendo que de la noche a la mañana usted se enamore de mis encantos femeninos, si es que tengo, pero no es el punto, no quiero eso, yo tampoco he estado interesado en ningún hombre y sabe algo, tampoco estoy interesada a que esto pase…-Mordí mi labio inferior y voltee mi rostro hacia un lado, cerrando los ojos, como decirle que el único hombre que verdaderamente me interesa, es el que me dice que no le interesa ninguna mujer ni yo…¿Cómo se lo digo? Mejor me lo quedo para mí. Y mentir es una buena opción. Supongo.
-Ya le dicho señor, no volveré a sentir ese impulso hacia usted, no se preocupe…Y claro que tengo alguien más… ¿Quién se cree usted? ¿Importante? Solo reaccione de esta manera porque no podía asimilar que usted fuera real, pensando por mucho tiempo que usted era una simple alucinación, un sueño, pero confirme que usted es real, pues ya se me quito el encanto usted tenia hacia mi…-Rodé los ojos, esta fachada que tome de repente, me servirá bien para no lastimarme. Di la vuelta y comencé a caminar hacia la puerta de esta habitación-Señor Darwyn, fue un gusto conocerle, un gusto de saber que usted no era un sueño simplemente, ahora me retiro, que tenga una buena estancia….-Suspire y salí de ese cuarto que comenzaba asfixiarme poco a poco, marearme con el aroma tan varonil de Darwyn…
Salí de mi pequeño mundo de pensamientos cuando escuche, era como si el viento me acariciaba el rostro, reaccione, regrese al mundo real, Darwyn, así era como el hombre se llamaba, una sonrisa sincera se dibujó en mi rostro, ahora el hombre de mis sueños tiene un nombre, Darwyn, hermoso nombre, para una hermosa persona como el hombre que tengo enfrente mío.-Darwyn…-Repetí su nombre, como si fuera una palabra nueva que acababa de aprender, baje un poco la mirada, cruzando mis brazos a la altura de mi busto, y recargándome en una de mis pernas, mientras lo mira de reojo.-Entiendo…-Solté, como un suspiro-Perdone usted por decir esa palabra, “Mío” sé que no está en mi derecho y no es de mi propiedad, claro tampoco soy de su propiedad, aunque de sus .palabras nunca ha salido de su boca, como yo lo hice, hace unos minutos, perdone, me deje llevar por el momento…-Calle, al escuchar lo que dice, ¿Nunca ha estado con una mujer? Eso no me lo creo, pero haré, que sí, negué con la cabeza, pero le seguí escuchando. Cuando termino de decir, sonreí un poco triste, no sabía porque, di tres pasos hacia atrás, para mantener nuestra distancia.
-Tienes razón, tampoco pretendo que de la noche a la mañana usted se enamore de mis encantos femeninos, si es que tengo, pero no es el punto, no quiero eso, yo tampoco he estado interesado en ningún hombre y sabe algo, tampoco estoy interesada a que esto pase…-Mordí mi labio inferior y voltee mi rostro hacia un lado, cerrando los ojos, como decirle que el único hombre que verdaderamente me interesa, es el que me dice que no le interesa ninguna mujer ni yo…¿Cómo se lo digo? Mejor me lo quedo para mí. Y mentir es una buena opción. Supongo.
-Ya le dicho señor, no volveré a sentir ese impulso hacia usted, no se preocupe…Y claro que tengo alguien más… ¿Quién se cree usted? ¿Importante? Solo reaccione de esta manera porque no podía asimilar que usted fuera real, pensando por mucho tiempo que usted era una simple alucinación, un sueño, pero confirme que usted es real, pues ya se me quito el encanto usted tenia hacia mi…-Rodé los ojos, esta fachada que tome de repente, me servirá bien para no lastimarme. Di la vuelta y comencé a caminar hacia la puerta de esta habitación-Señor Darwyn, fue un gusto conocerle, un gusto de saber que usted no era un sueño simplemente, ahora me retiro, que tenga una buena estancia….-Suspire y salí de ese cuarto que comenzaba asfixiarme poco a poco, marearme con el aroma tan varonil de Darwyn…
Alondra A. Grimahux- Hechicero Clase Alta
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Re: Se paciente, El destino te trae cosas buenas [Privado]
Lo único que sabía era que no deseaba lastimarla, pero aunque eso era lo que en su interior deseaba, tenía la impresión que de todos modos lo haría, no importara cual fuera su decisión. Aquello parecía lastimarlo más de lo que podría llegar a pensar, pues se sentía atrapado en un cruel juego como eran los sentimientos humanos, pues eso era para él, un juego en donde ninguna de las dos partes salía ganando. Su rostro triste era peor que otra cosa, la decepción que había en sus ojos le molestaba, era como si un virus estuviera infectando todas sus aéreas sanas hasta dejarlas como simple basura inservible.
Se sentía peor que una basura, la escuchaba atentamente mientras sus ojos recorrían discretamente el cuerpo de la doncella, era atractiva, nunca había pensado así en de una mujer, era la primera vez y eso le hizo sentir como sus mejillas se calentaban lentamente, tuvo que bajar la mirada como si fuera un niño inocentón; pues al final lo era. El sabia que mentía, en su timbre de voz le delataba, aunque buscara hacerse ver como una mujer fuerte, hasta el más idiota de todos podía ver que no era así. No dijo nada cuando la miro acercarse a la puerta, pero la distancia lo torturo vilmente, cuando abrió para salir del lugar, se dio cuenta que había sido una mala idea no detenerla, así que sin darse cuenta estaba ya al frente de ella, interponiéndose para se fuera más allá de ese pasillo.
-No has llegado por ese lugar…- le susurro mirándole detenidamente a los ojos. Llevo una de sus manos hacia su cintura mientras buscaba bajar la voz, pues sentía que alguien estaba cerca y eso le preocupaba -¿Cómo explicaras que estas en un lugar que se encuentra cerrado por fuera?- le indico mientras con la mano libre le indicaba que volviera a la habitación –No quiero molestarte mas, te sacare como llegamos y podremos retirarnos a nuestras vidas- volvieron a entrar y el cerro la puerta detrás de ellos, sujeto la mano de la chica para luego llevarla hasta una de las ventanas la cual permanecía abierta para refrescar la habitación.
Llegaron al borde y la bruja podía ver lo lejos que estaban del piso, el vampiro no le soltaba la muñeca, pues debían irse por donde habían llegado. –No te preocupes- le dijo al ver su cara de desconfianza y tal vez de miedo. –Yo no dejare que te lastimes- sonrió levemente mientras le sujetaba de la cintura y dejaba que esta se aferrara a su cuello, hizo que ocultara su rostro en el cuello, para que no se asustara tanto y salto con ella aferrada a su cuerpo. Planeo muy bien, solamente se sintió una leve ráfaga de viento que los movió un poco e hizo que sus cabellos bailaran al ritmo de este, pero pronto los pies de la bruja tocaron suelo.
Se sentía peor que una basura, la escuchaba atentamente mientras sus ojos recorrían discretamente el cuerpo de la doncella, era atractiva, nunca había pensado así en de una mujer, era la primera vez y eso le hizo sentir como sus mejillas se calentaban lentamente, tuvo que bajar la mirada como si fuera un niño inocentón; pues al final lo era. El sabia que mentía, en su timbre de voz le delataba, aunque buscara hacerse ver como una mujer fuerte, hasta el más idiota de todos podía ver que no era así. No dijo nada cuando la miro acercarse a la puerta, pero la distancia lo torturo vilmente, cuando abrió para salir del lugar, se dio cuenta que había sido una mala idea no detenerla, así que sin darse cuenta estaba ya al frente de ella, interponiéndose para se fuera más allá de ese pasillo.
-No has llegado por ese lugar…- le susurro mirándole detenidamente a los ojos. Llevo una de sus manos hacia su cintura mientras buscaba bajar la voz, pues sentía que alguien estaba cerca y eso le preocupaba -¿Cómo explicaras que estas en un lugar que se encuentra cerrado por fuera?- le indico mientras con la mano libre le indicaba que volviera a la habitación –No quiero molestarte mas, te sacare como llegamos y podremos retirarnos a nuestras vidas- volvieron a entrar y el cerro la puerta detrás de ellos, sujeto la mano de la chica para luego llevarla hasta una de las ventanas la cual permanecía abierta para refrescar la habitación.
Llegaron al borde y la bruja podía ver lo lejos que estaban del piso, el vampiro no le soltaba la muñeca, pues debían irse por donde habían llegado. –No te preocupes- le dijo al ver su cara de desconfianza y tal vez de miedo. –Yo no dejare que te lastimes- sonrió levemente mientras le sujetaba de la cintura y dejaba que esta se aferrara a su cuello, hizo que ocultara su rostro en el cuello, para que no se asustara tanto y salto con ella aferrada a su cuerpo. Planeo muy bien, solamente se sintió una leve ráfaga de viento que los movió un poco e hizo que sus cabellos bailaran al ritmo de este, pero pronto los pies de la bruja tocaron suelo.
Darwyn Moriarty- Vampiro Clase Alta
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Re: Se paciente, El destino te trae cosas buenas [Privado]
Mis pensamientos estaban un poco perdidos ¿Un poco? Diría que más que perdido, no encontraba la salida para eso. Las palabras que había dicho hace unos instantes eran completamente mentiras ¿Tener alguien? Por favor, si mi vida simplemente está basada en ir al hospital y a mis clases particulares, oh si, cuidar a Rabbito, un regalo sumamente importante para mí, que si lo llegara a perder, perdería una parte de mí. Apreté un poco mis puños al caminar lentamente por el pasillo, sí, me enamoré de un hombre que ni sabía que existiría, como dije: El hombre de mis sueños, el hombre que vivía solamente en mi mente, el hombre perfecto. Que en pocas horas se volvió realidad ese hombre y para matarme, era un vampiro, un ser de la noche, aunque no se lo hubiera dicho, su aura lo demostró, esa aura oscura, sin sentimientos, corrompida. Darwyn, cuyo nombre es de él, un nombre varonil, digno para él, desde que lo miré en persona se me hizo atractivo y no por ser vampiro, si no en su mirada, aunque este apagada tiene algo que me atrae de él, no sé cómo explicarlo, no sé, ese vampiro me robo más que el corazón.
Cerré por un momento los ojos, sentía que una lágrima traicionera iba a salir de mis ojos, ¡Maldita sea! Soy una mujer fuerte, como puedo ponerme a llorar de ese modo por un estúpido hombre que simplemente no le importó, soy una tonta, no, soy una imbécil por dejarme llevar. ¿Cómo pude besarlo? Y sobre todo de ese modo, no me lo creo, no, no soy así ¿Qué me pasó? Al abrir los ojos me topé con algo que interfería mi camino, alce un poco mi mirada, ahí enfrente mío estaba él, desvié mi mirada hacia un lado interesándome más la pared. ¿Qué diablos estaba haciendo él aquí? ¿Vino por mí? ¡No! No seas tonta Alondra, algo pasa para que el vampiro este enfrente suyo, cuando hablo, cuando soltó la palabra no comprendí lo que dijo, estaba un poco aturdida por las emociones que surgen en todo mi cuerpo, en el momento que iba a preguntar que estaba diciendo, sentí como me tomaba de la cintura y me acercaba a su cuerpo, por reflejo puse mis manos en su amplio, duro pecho, haciendo una división no estaba segura de mi misma que me pueda contener por completo al estar cerca de su varonil aroma.
Moví mis labios para responder la pregunta, aunque ni yo misma sabia como responder, siquiera estaba consiente cuando él me trago aquí, fruncí el ceño, haciendo caso, trate de sepárame pero al momento Darwyn me llevo hacia la habitación donde estábamos hace unos instantes y me arrastro hacia él, no puse resistencia no quería que llamaran a la policía por entrar a una casa ajena, obedeciendo al hombre espere a que el digiera algo, para “escapar” de aquí. Solo asentí con la cabeza no tenía ánimos de hablarle. Lo sujete del cuello cuando comprendí que íbamos a saltar, cerré los ojos todo paso rápido hasta que mis pies tocaron el frio suelo.
De un empujón me aleje de él-Bueno, muchas gracias, caballero por salvarme de una tragedia, usted parece que esta noche dos veces me ha salvado…-Suspire un poco-Bueno como usted dijo, ambos vamos a realizar nuestra vida como siempre, ahora sí, me retiro, tengo alguien esperándome en casa que de seguro añora mi presencia, de ese modo…-Le hice una pequeña reverencia y comencé alejarme, con una mirada diferente, una mirada infeliz.
Cerré por un momento los ojos, sentía que una lágrima traicionera iba a salir de mis ojos, ¡Maldita sea! Soy una mujer fuerte, como puedo ponerme a llorar de ese modo por un estúpido hombre que simplemente no le importó, soy una tonta, no, soy una imbécil por dejarme llevar. ¿Cómo pude besarlo? Y sobre todo de ese modo, no me lo creo, no, no soy así ¿Qué me pasó? Al abrir los ojos me topé con algo que interfería mi camino, alce un poco mi mirada, ahí enfrente mío estaba él, desvié mi mirada hacia un lado interesándome más la pared. ¿Qué diablos estaba haciendo él aquí? ¿Vino por mí? ¡No! No seas tonta Alondra, algo pasa para que el vampiro este enfrente suyo, cuando hablo, cuando soltó la palabra no comprendí lo que dijo, estaba un poco aturdida por las emociones que surgen en todo mi cuerpo, en el momento que iba a preguntar que estaba diciendo, sentí como me tomaba de la cintura y me acercaba a su cuerpo, por reflejo puse mis manos en su amplio, duro pecho, haciendo una división no estaba segura de mi misma que me pueda contener por completo al estar cerca de su varonil aroma.
Moví mis labios para responder la pregunta, aunque ni yo misma sabia como responder, siquiera estaba consiente cuando él me trago aquí, fruncí el ceño, haciendo caso, trate de sepárame pero al momento Darwyn me llevo hacia la habitación donde estábamos hace unos instantes y me arrastro hacia él, no puse resistencia no quería que llamaran a la policía por entrar a una casa ajena, obedeciendo al hombre espere a que el digiera algo, para “escapar” de aquí. Solo asentí con la cabeza no tenía ánimos de hablarle. Lo sujete del cuello cuando comprendí que íbamos a saltar, cerré los ojos todo paso rápido hasta que mis pies tocaron el frio suelo.
De un empujón me aleje de él-Bueno, muchas gracias, caballero por salvarme de una tragedia, usted parece que esta noche dos veces me ha salvado…-Suspire un poco-Bueno como usted dijo, ambos vamos a realizar nuestra vida como siempre, ahora sí, me retiro, tengo alguien esperándome en casa que de seguro añora mi presencia, de ese modo…-Le hice una pequeña reverencia y comencé alejarme, con una mirada diferente, una mirada infeliz.
Alondra A. Grimahux- Hechicero Clase Alta
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Re: Se paciente, El destino te trae cosas buenas [Privado]
Bufo, de cierta manera comenzaba a molestarle aquella actitud de la joven, pero también debía culparse a él, pues no había sabido tratarle y al final la había rechazado de forma muy fea, era una mujer herida. El nunca había sabido tratar con aquel tipo de personas, con las únicas mujeres que había tratado en su vida, era con sus molestas hermanas y siempre habían salido peleando, de tal manera que no se llevaban del todo bien, tal vez solamente se soportaban porque era familia, pues si no fueran al menos eso, no se tratarían por nada del mundo. Miro hacia un lado, de cierta forma, como distraído, ignorando lo que la joven decía, pues sabía muy bien que era mentira.
¿Qué era lo que ella pretendía? Aunque le pidiera disculpas, el daño estaba hecho, su orgullo estaba herido y aquel golpe aun dolía, era mejor alejarse de una mujer ardida, aquello lo había aprendido por instinto, era mejor perderse de su vista hasta que la calma volviera y el sol saliera de nuevo. ¿Acaso estaba pensando volver a verla de nuevo? Aunque no lo deseara, estaban unidos, por algo que aun no entendía, pero estaban entrelazados. Parecía que ya no había más nada que decir, cuando ella se despidió, parecía que lo hacía definitivamente y su firmeza era concreta, definitivamente estaba molesta.
-Todas son iguales…- susurro con cierta amargura, recordando a sus hermanas, pero se mordió los labios, se retractaba, ella no era igual, su cuerpo se tensaba al pensar que estaba enojada con él, debía poner todas sus fuerzas en mantenerse en su lugar y no salir corriendo hacia donde ella estaba, comenzaba a preocuparse de que no llegara bien a casa, pero se giro mientras volvía a dejar salir un pesado suspiro –Ella sabe cuidarse- alego como si la conociera desde hace mucho tiempo. Bueno, tal vez la visitaría de vez en cuando, su olor, su presencia y aura, serian fáciles de encontrar, tal vez porque se la había memorizado rápidamente, sin darse cuenta de lo que eso significaba.
Algo comenzaba a nacer…
¿Qué era lo que ella pretendía? Aunque le pidiera disculpas, el daño estaba hecho, su orgullo estaba herido y aquel golpe aun dolía, era mejor alejarse de una mujer ardida, aquello lo había aprendido por instinto, era mejor perderse de su vista hasta que la calma volviera y el sol saliera de nuevo. ¿Acaso estaba pensando volver a verla de nuevo? Aunque no lo deseara, estaban unidos, por algo que aun no entendía, pero estaban entrelazados. Parecía que ya no había más nada que decir, cuando ella se despidió, parecía que lo hacía definitivamente y su firmeza era concreta, definitivamente estaba molesta.
-Todas son iguales…- susurro con cierta amargura, recordando a sus hermanas, pero se mordió los labios, se retractaba, ella no era igual, su cuerpo se tensaba al pensar que estaba enojada con él, debía poner todas sus fuerzas en mantenerse en su lugar y no salir corriendo hacia donde ella estaba, comenzaba a preocuparse de que no llegara bien a casa, pero se giro mientras volvía a dejar salir un pesado suspiro –Ella sabe cuidarse- alego como si la conociera desde hace mucho tiempo. Bueno, tal vez la visitaría de vez en cuando, su olor, su presencia y aura, serian fáciles de encontrar, tal vez porque se la había memorizado rápidamente, sin darse cuenta de lo que eso significaba.
Algo comenzaba a nacer…
Darwyn Moriarty- Vampiro Clase Alta
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Re: Se paciente, El destino te trae cosas buenas [Privado]
Seguí, no voltee hacia atrás, no quería darme cuenta que ya no está él, no puedo creerlo, él era real, pienso que todavía estoy en un especie de sueño pero me he golpeado y me ha dolido, refiriéndose que no producto de mi imaginación, ¡Lo que he besado! ¿Cómo he podido besarlo? A un extraño, a un vampiro, a un…muerto, aunque a decir verdad me ha gustado. Reí bajito cubriéndome la boca con mis manos.-Alondra, Alondra; en que te has metido, no podrás olvidarlo, jamás…-Mi mente jugaba conmigo, aunque me gustaba, no, no dejaré de pensar en él, como puedo dejar que mi mente no piense si es el hombre que…sueño, encogí mis hombros y seguí caminando, sin un rumbo fijo, no quería ir a mi casa. De seguro Rabbito me estará esperando, y ahora que encontré a un cachorrito de algunos meses de nacido, mi lindo Necty, es mi adoración, pero a veces se quiere comer a rabito pero...no lo dejo.
Las calles estaba completamente oscuras, tampoco soy una mujer que tenga miedo, pero mi ventaja es que en cualquier lugar que vea, hay personas enterradas, soy una bruja y se usar magia negra, si alguien intenta atacarme lo hechizaré, aunque nadie lo ha hecho pero siempre hay una “primer vez para todo” ¿Oh No?
Las calles estaba completamente oscuras, tampoco soy una mujer que tenga miedo, pero mi ventaja es que en cualquier lugar que vea, hay personas enterradas, soy una bruja y se usar magia negra, si alguien intenta atacarme lo hechizaré, aunque nadie lo ha hecho pero siempre hay una “primer vez para todo” ¿Oh No?
Alondra A. Grimahux- Hechicero Clase Alta
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