AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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No te Equivoques, puedes salir muerto [Privado]
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No te Equivoques, puedes salir muerto [Privado]
-Deja a ese ratón Darwyn- frunció el ceño al escuchar aquella reprimenda venida por alguien de su familia. Aquel pequeño animal tenía el corazón a millón mientras estaba en las manos de aquel pequeño niño de ropas elegantes y con lentes que eran ajustados a su cabecita con una cinta para que no se le cayeran. Estaban sus hermanos cerca, aquellos gemelos que parecían nunca cansarse de molestarle. Recordaba de Berenice le había quitado el ratón a la fuerza mientras le daba una patada para que cayera de bruces a la tierra. Las lagrimas se asomaron a sus ojitos, poco a poco comenzaban a salir. Alexandice miraba el ratón con terror mientras salía a protegerse detrás de algún muro, mientras Berenice lo tiraba lejos para que no asustara al cisne… o mejor dicho al pato de su hermana.
-No llores Darwyn…- alguien le comenzaba a consolar, tal vez era una de sus niñeras… no su voz no era de mujer, era de su misma edad. Giro su rostro encontrándose con su hermano mayor que lo ayudo a levantarse… Darwyn lo sujeto abrazándolo fuertemente, aquel chico siempre le ayudaba a sentirse mejor, lo quería tanto, no sabía que sucedería si en algún momento de la vida se tuvieran que separar. Vio como regaño a Berenice, una sonrisa malévola y traviesa se vio en sus labios mientras escondía su rostro en el pecho de su hermano, quien lo abrazaba de forma protectora…
Había abierto los ojos hace como media hora, pero aun se mantenía en sus aposentos, luego se aburrió de estar recordando aquel sueño que le había sacado una sonrisa y decidió salir a pasear un rato, por las calles de parís. En estas ocasiones se había puesto un pantalón de cuero ajustado, unas botas resistentes que hacían juego con su camisa gris que tenia debajo de aquel sobretodo que tenía dos bolsillos en donde ocultar sus manos pálidas y sus uñas traslucidas. Las luces de la ciudad eran hermosas, le gustaba subir hasta lo más alto y saltar hasta donde sus piernas le daban para tener una vista de la ciudad de noche. A lo lejos se podía ver la catedral, era grande, alta y majestuosa, le gustaba la estructura, aunque muy pocas veces la visitaba y parecía que esta tampoco sería la ocasión. Su presa; elegida apenas hace minutos. Se movía hacia la dirección contraria, planeo para quedarse en uno de los techos cerca de ella. Era un hombre de unos cincuenta años, banquero, que se dirigía a casa, lástima que nunca llegaría.
¿Qué estaba esperando? En realidad nada, solo disfrutaba como su presa se movía entre la oscuridad, buscando la muerte, era como aquel ratón que se movía mientras él buscaba atraparlo y cuando lo hizo la satisfacción fue tan grande que quiso compartirla con todos, pero, nadie era tan inteligente como para apreciar el dolor ajeno como una forma de diversión y placer, si no entendían eso… no entenderían nunca el placer del dolor físico que el mismo se implantaba para poder sentir un placer mas allá de la sexualidad grabada en su mente…
¿Atraparía fácilmente a su presa…? Parecía que no habría ningún inconveniente, pero lo dejaría disfrutar un poco más de su vida…
-No llores Darwyn…- alguien le comenzaba a consolar, tal vez era una de sus niñeras… no su voz no era de mujer, era de su misma edad. Giro su rostro encontrándose con su hermano mayor que lo ayudo a levantarse… Darwyn lo sujeto abrazándolo fuertemente, aquel chico siempre le ayudaba a sentirse mejor, lo quería tanto, no sabía que sucedería si en algún momento de la vida se tuvieran que separar. Vio como regaño a Berenice, una sonrisa malévola y traviesa se vio en sus labios mientras escondía su rostro en el pecho de su hermano, quien lo abrazaba de forma protectora…
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Había abierto los ojos hace como media hora, pero aun se mantenía en sus aposentos, luego se aburrió de estar recordando aquel sueño que le había sacado una sonrisa y decidió salir a pasear un rato, por las calles de parís. En estas ocasiones se había puesto un pantalón de cuero ajustado, unas botas resistentes que hacían juego con su camisa gris que tenia debajo de aquel sobretodo que tenía dos bolsillos en donde ocultar sus manos pálidas y sus uñas traslucidas. Las luces de la ciudad eran hermosas, le gustaba subir hasta lo más alto y saltar hasta donde sus piernas le daban para tener una vista de la ciudad de noche. A lo lejos se podía ver la catedral, era grande, alta y majestuosa, le gustaba la estructura, aunque muy pocas veces la visitaba y parecía que esta tampoco sería la ocasión. Su presa; elegida apenas hace minutos. Se movía hacia la dirección contraria, planeo para quedarse en uno de los techos cerca de ella. Era un hombre de unos cincuenta años, banquero, que se dirigía a casa, lástima que nunca llegaría.
¿Qué estaba esperando? En realidad nada, solo disfrutaba como su presa se movía entre la oscuridad, buscando la muerte, era como aquel ratón que se movía mientras él buscaba atraparlo y cuando lo hizo la satisfacción fue tan grande que quiso compartirla con todos, pero, nadie era tan inteligente como para apreciar el dolor ajeno como una forma de diversión y placer, si no entendían eso… no entenderían nunca el placer del dolor físico que el mismo se implantaba para poder sentir un placer mas allá de la sexualidad grabada en su mente…
¿Atraparía fácilmente a su presa…? Parecía que no habría ningún inconveniente, pero lo dejaría disfrutar un poco más de su vida…
Darwyn Moriarty- Vampiro Clase Alta
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Fecha de inscripción : 30/04/2012
Re: No te Equivoques, puedes salir muerto [Privado]
No había sido un día demasiado lindo. Aún me dolían un poco las costillas, producto de un enfrentamiento que había tenido hace una semana atrás. Aquel maldito vampiro me las había pateado. Terminé con una fracturada, ahora en vías de recuperarse. La sanguijuela no lo pasó mejor que yo. Un par de minutos después estaba en el suelo, sin cabeza. Dios bendiga a mi hacha.
Aquel día había decidido pasar a la estación de ferrocarriles por un encargo. Mi patrocinador debía recibir un paquete importante, y yo debía llevárselo. Aunque con la costilla vendada no iba a ser muy fácil cargar. Me sonreí. Cuando me preguntó cómo me había hecho tamaña barbaridad, sólo respondí “un duelo”. Fue increíble que se lo creyera. Aunque no estaba demasiado alejado de la verdad.
Me limité a mirar tranquilamente a mi alrededor. Era de noche, por lo que no había demasiada gente. Un hombre con pinta de banquero pasó cerca mío, con su andar ostentoso. Enarqué una ceja. Franceses y sus costumbres extrañas. Vaya que eran graciosos a veces. Volví a mi mundo. Había algo raro en este lugar, algo…
Algo como un vampiro asechando. ¿Era verdad o simple paranoia?
Mi ceja enarcada se volvió un ceño fruncido a la vez que redoblaba mi vigilancia. A pesar de que el hacha siempre iba junto a mí, un cazador con una costilla a medio quebrar era un blanco bastante vulnerable.
Aquel día había decidido pasar a la estación de ferrocarriles por un encargo. Mi patrocinador debía recibir un paquete importante, y yo debía llevárselo. Aunque con la costilla vendada no iba a ser muy fácil cargar. Me sonreí. Cuando me preguntó cómo me había hecho tamaña barbaridad, sólo respondí “un duelo”. Fue increíble que se lo creyera. Aunque no estaba demasiado alejado de la verdad.
Me limité a mirar tranquilamente a mi alrededor. Era de noche, por lo que no había demasiada gente. Un hombre con pinta de banquero pasó cerca mío, con su andar ostentoso. Enarqué una ceja. Franceses y sus costumbres extrañas. Vaya que eran graciosos a veces. Volví a mi mundo. Había algo raro en este lugar, algo…
Algo como un vampiro asechando. ¿Era verdad o simple paranoia?
Mi ceja enarcada se volvió un ceño fruncido a la vez que redoblaba mi vigilancia. A pesar de que el hacha siempre iba junto a mí, un cazador con una costilla a medio quebrar era un blanco bastante vulnerable.
Ephraim March- Cazador Clase Media
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Fecha de inscripción : 24/10/2012
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Re: No te Equivoques, puedes salir muerto [Privado]
Su víctima lo había llevado a un lugar un poco extraño, estuvo a punto de aburrirse y dejarlo pues ya comenzaba a molestarse de mucho recorrido y poca acción, pero pronto vio una oportunidad cuando había retirado el paquete que andaba buscando en aquella estación de ferrocarriles. Darwyn rápidamente se apresuro a buscarle y darle muerte entre los arbustos que estaban alrededor de aquel lugar, por suerte fue tan rápido que aquel hombre pensó que solamente fue un mal sueño.
El ultimo latir del hombre le había parecido más que hermoso, siempre aquellos últimos latidos tenían algo que le llamaban mucho la atención, el podría estar retrasando cada minuto solamente para oír como cada vez se volvían más lentos y lentos hasta que como una gota de lluvia desaparece en un mar ese último latido colapsa y finalmente todo los órganos y todos los otros signos mueren con él, pero aun el cuerpo mantienen el suficiente calor para poder abrazarlo fuertemente hasta sentir que este mismo calor robas de él.
Darwyn era un sádico, deseaba robar cada celular del cuerpo del hombre, pero solamente se podía conformar con la sangre que este poseía, dejo salir un chasquido al dejar de sentir el calor que del cadáver provenía, así que lo dejo tirado como si fuera simple basura para luego acomodarse sus ropas y como si nada volver a surgir de la oscuridad en donde había estado más de media hora disfrutando de la muerte de aquel hombre. No se había percatado de que alguien mas había llegado a la estación, era cierto, el Vampiro era un poco descuidado y despistado, por eso sus hermanos siempre estaban pendientes de él, pero bueno no le dio mucha importancia hasta que noto que aquel humano se había percatado de que sus ojos se habían puesto en el por unos minutos.
Frunció el ceño, pudo sentir el cuerpo de aquel ser maltratado, tal vez por una pelea, pero eso no lo sabría si se quedaba en ese lugar. No había mucho que hacer, su apariencia era la de un humano, por no ser sus uñas que escondió entre el abrigo para luego salir rápidamente encontrándose a una distancia favorable de aquel hombre, que parecía ser el único en aquella estación a aquella noche, solamente a él y a su antigua víctima se le ocurría venir a estas horas de la noche -…- no dio nada, solamente se quedo en ese lugar mirándolo detenidamente un poco curiosa de saber quién era, pero no tanto como para ir a preguntarle frente a frente como el estúpido que el sabia que lamentablemente era cuando estaba solo.
El ultimo latir del hombre le había parecido más que hermoso, siempre aquellos últimos latidos tenían algo que le llamaban mucho la atención, el podría estar retrasando cada minuto solamente para oír como cada vez se volvían más lentos y lentos hasta que como una gota de lluvia desaparece en un mar ese último latido colapsa y finalmente todo los órganos y todos los otros signos mueren con él, pero aun el cuerpo mantienen el suficiente calor para poder abrazarlo fuertemente hasta sentir que este mismo calor robas de él.
Darwyn era un sádico, deseaba robar cada celular del cuerpo del hombre, pero solamente se podía conformar con la sangre que este poseía, dejo salir un chasquido al dejar de sentir el calor que del cadáver provenía, así que lo dejo tirado como si fuera simple basura para luego acomodarse sus ropas y como si nada volver a surgir de la oscuridad en donde había estado más de media hora disfrutando de la muerte de aquel hombre. No se había percatado de que alguien mas había llegado a la estación, era cierto, el Vampiro era un poco descuidado y despistado, por eso sus hermanos siempre estaban pendientes de él, pero bueno no le dio mucha importancia hasta que noto que aquel humano se había percatado de que sus ojos se habían puesto en el por unos minutos.
Frunció el ceño, pudo sentir el cuerpo de aquel ser maltratado, tal vez por una pelea, pero eso no lo sabría si se quedaba en ese lugar. No había mucho que hacer, su apariencia era la de un humano, por no ser sus uñas que escondió entre el abrigo para luego salir rápidamente encontrándose a una distancia favorable de aquel hombre, que parecía ser el único en aquella estación a aquella noche, solamente a él y a su antigua víctima se le ocurría venir a estas horas de la noche -…- no dio nada, solamente se quedo en ese lugar mirándolo detenidamente un poco curiosa de saber quién era, pero no tanto como para ir a preguntarle frente a frente como el estúpido que el sabia que lamentablemente era cuando estaba solo.
Darwyn Moriarty- Vampiro Clase Alta
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Fecha de inscripción : 30/04/2012
Re: No te Equivoques, puedes salir muerto [Privado]
Después del escándalo que montó en aquel lugar, el vampiro se quedó quieto, mirándome. Bufé de molestia. ¿A qué venía eso? ¿Acaso no iba a hacerme nada, no iba a tratar de hacerme picadillo como a aquel banquero? Posiblemente se daba cuenta de que yo estaba en un estado bastante lamentable. Yo también estaba consciente de eso. La costilla no me dejaba moverme bien, no me dejaba respirar bien siquiera.
Le devolví la mirada, sin decir nada. Era como una especie de batalla en la que, si dejabas de seguir los movimientos del otro, podías perder. Aunque no estaba muy alejado de la realidad. Apostaba mi vida en esto de la cacería, y un movimiento en falso podría hacerme pagar la apuesta de la peor manera. Mis heridas eran la prueba más irrefutable de aquello.
Pero, como no, mi lengua no podía quedarse atada y callada. Estadounidense tenía que ser…
-¿Quién eres y qué carajo haces aquí?- mi voz sonó segura, sin miedo, aunque un poco coagulada por culpa de la costilla. Me llevé una mano hacia ella, para aliviar el dolor y por si necesitaba el hacha.
Le devolví la mirada, sin decir nada. Era como una especie de batalla en la que, si dejabas de seguir los movimientos del otro, podías perder. Aunque no estaba muy alejado de la realidad. Apostaba mi vida en esto de la cacería, y un movimiento en falso podría hacerme pagar la apuesta de la peor manera. Mis heridas eran la prueba más irrefutable de aquello.
Pero, como no, mi lengua no podía quedarse atada y callada. Estadounidense tenía que ser…
-¿Quién eres y qué carajo haces aquí?- mi voz sonó segura, sin miedo, aunque un poco coagulada por culpa de la costilla. Me llevé una mano hacia ella, para aliviar el dolor y por si necesitaba el hacha.
Ephraim March- Cazador Clase Media
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Fecha de inscripción : 24/10/2012
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Re: No te Equivoques, puedes salir muerto [Privado]
Los ojos de Darwyn se movían detallando el estado del hombre, bueno en realidad no estaba interesado en matar a otro humano, no era una bestia que iba matando a personas cuando apenas se le acercaba, no, no era ese tipo de monstro, el era otro mas ¿refinado? Prefería tomar la sangre necesaria y disfrutar de jugar con algún que otro humano, pero en esos momentos no estaba de un humor aceptable como para ir tras aquel hombre, algo le olía mal en él, no era su olor corporal que le repelía para atacarlo, era mejor dicho como un instinto y el olor mezclado a diferentes muertes que no le permitía confiarse que él era un hombre normal que pudiera sacarle el corazón con facilidad y además, no era divertido atacar animales heridos, el no era un carroñero, el era un cazador, le gustaba presas fuertes para divertirse, aunque debía admitir que como serpiente escurridiza que era como siempre se caracterizaba y el símbolo que la sociedad le dio, le gustaba las presas fáciles y sencillas, pero eso solamente para alimentarse.
-….- ladeo su rostro como niño que no entendía una frase o mejor dicho, no quería entender, pero apenas duro unos segundos, su cerebro proceso todo rápidamente para después hacer que el cuerpo de Darwyn reaccionara con una leve carcajada-Las calles de París aun son libres para que una creatura como yo ande tranquilamente, pues los inútiles cazadores no se reproducen como nosotros lo hacemos- dijo sin darle mucha importancia a sus palabras pero aun así dejándolas ser acidas como de verdad debían ser –Mi nombre es Darwyn Moriarty – tenía tiempo que no daba su nombre completo y aquello de pareció divertido. Su apellido siempre era reconocido por los antecedentes de ser una familia de antiguos y excelentes cazadores. El y sus hermanos no eran las excepciones de aquella prestigiosa línea.
Era irónico que se hubiera convertido en algo que ya ellos habían cazado, en ocasiones en masa, en otros momentos por separado, individualmente. No esperaba que aquel hombre conociera el nombre, le importaba un comino si lo hacía, ya hace muchos años que para el aquel legado había muerto, ahora solamente era un vampiro más que acechaba las calles de parís, matando uno que otro humano.
-no me muestres los dientes como perro listo para una pelea- le advirtió en un tono divertido, dejando una distancia considerable entre ellos, pero aun así sabiendo que esa distancia para él no era nada para el-No estoy interesado en pelear con alguien con una costilla rota- indico señalando el punto exacto en donde aquel hueso había colapsado –Deberías estar en cama disfrutando de algún calor humano o solamente de las sabanas. ¿Sabes? A las mujeres les encanta las heridas de guerra…!- recomendó mientras su rostro parecía extrañamente animado. Parecía que estuviera hablando con una persona trivial, hasta se preocupaba un poco de su situación, pero claro para Darwyn si el moría en esos momentos o no, por aquella herida o por una infección mas allá, no le importaba mucho, solamente decía lo que en esos momentos le venía a la mente como el loco que por excelencia era.
-….- ladeo su rostro como niño que no entendía una frase o mejor dicho, no quería entender, pero apenas duro unos segundos, su cerebro proceso todo rápidamente para después hacer que el cuerpo de Darwyn reaccionara con una leve carcajada-Las calles de París aun son libres para que una creatura como yo ande tranquilamente, pues los inútiles cazadores no se reproducen como nosotros lo hacemos- dijo sin darle mucha importancia a sus palabras pero aun así dejándolas ser acidas como de verdad debían ser –Mi nombre es Darwyn Moriarty – tenía tiempo que no daba su nombre completo y aquello de pareció divertido. Su apellido siempre era reconocido por los antecedentes de ser una familia de antiguos y excelentes cazadores. El y sus hermanos no eran las excepciones de aquella prestigiosa línea.
Era irónico que se hubiera convertido en algo que ya ellos habían cazado, en ocasiones en masa, en otros momentos por separado, individualmente. No esperaba que aquel hombre conociera el nombre, le importaba un comino si lo hacía, ya hace muchos años que para el aquel legado había muerto, ahora solamente era un vampiro más que acechaba las calles de parís, matando uno que otro humano.
-no me muestres los dientes como perro listo para una pelea- le advirtió en un tono divertido, dejando una distancia considerable entre ellos, pero aun así sabiendo que esa distancia para él no era nada para el-No estoy interesado en pelear con alguien con una costilla rota- indico señalando el punto exacto en donde aquel hueso había colapsado –Deberías estar en cama disfrutando de algún calor humano o solamente de las sabanas. ¿Sabes? A las mujeres les encanta las heridas de guerra…!- recomendó mientras su rostro parecía extrañamente animado. Parecía que estuviera hablando con una persona trivial, hasta se preocupaba un poco de su situación, pero claro para Darwyn si el moría en esos momentos o no, por aquella herida o por una infección mas allá, no le importaba mucho, solamente decía lo que en esos momentos le venía a la mente como el loco que por excelencia era.
Darwyn Moriarty- Vampiro Clase Alta
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Fecha de inscripción : 30/04/2012
Re: No te Equivoques, puedes salir muerto [Privado]
Arqueé una ceja al escucharlo hablar. Claramente se estaba burlando de mí, pero no podía hacer mucho al respecto. A pesar de que mi temperamento era todo menos explosivo, no me agradaba la idea de que un vampiro se burlara de mi actual incapacidad física. Por otra parte, no tenía ánimos ni fuerzas para luchar, así que preferí no avivar demasiado el fuego y tratar de salir de la estación sin más rasguños de los que ya tenía. No quería llegar a un punto en el que no tuviera más excusas para cubrir mis actividades.
-No soy hombre de muchas mujeres, y menos me gustan las que persiguen las heridas de guerra. Es un pasatiempo espeluznante- hay que decirlo, me asustaban esas mujeres. ¿Qué placer había en ver a un hombre cubierto de cicatrices que en su tiempo debían de haber dolido como mil agujas clavadas?- .Ephraim March- agregué. Si él se había presentado, ¿Por qué yo no habría de hacerlo?
Extrañamente, esta era la primera vez que entablaba conversación con uno de los de su clase. Cuando me encontraba un vampiro en la calle ni siquiera hacía el amago de hablar, sólo me dedicaba a rebanarle sus viles cabezas. ¿Por qué en esta ocasión debía ser diferente? No lo sabía, en verdad, pero quizá hablar con un hijo de la noche podría serme de utilidad. ¿Qué tipo de cosas podría descubrir? ¿A dónde me llevarían los caminos de sus palabras? ¿A la justicia? ¿A la venganza? ¿A todas esas cosas que no podía saber con certeza, pero que aguardaban allí?
Posiblemente.
-¿Siempre sales a matar millonarios a las calles u hoy es un dia especial?- pregunté, como si nada, esperando que se le soltara la lengua en cualquier momento.
-No soy hombre de muchas mujeres, y menos me gustan las que persiguen las heridas de guerra. Es un pasatiempo espeluznante- hay que decirlo, me asustaban esas mujeres. ¿Qué placer había en ver a un hombre cubierto de cicatrices que en su tiempo debían de haber dolido como mil agujas clavadas?- .Ephraim March- agregué. Si él se había presentado, ¿Por qué yo no habría de hacerlo?
Extrañamente, esta era la primera vez que entablaba conversación con uno de los de su clase. Cuando me encontraba un vampiro en la calle ni siquiera hacía el amago de hablar, sólo me dedicaba a rebanarle sus viles cabezas. ¿Por qué en esta ocasión debía ser diferente? No lo sabía, en verdad, pero quizá hablar con un hijo de la noche podría serme de utilidad. ¿Qué tipo de cosas podría descubrir? ¿A dónde me llevarían los caminos de sus palabras? ¿A la justicia? ¿A la venganza? ¿A todas esas cosas que no podía saber con certeza, pero que aguardaban allí?
Posiblemente.
-¿Siempre sales a matar millonarios a las calles u hoy es un dia especial?- pregunté, como si nada, esperando que se le soltara la lengua en cualquier momento.
Ephraim March- Cazador Clase Media
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Re: No te Equivoques, puedes salir muerto [Privado]
¡Qué hombre tan aburrido! Pensó mientras fingía mostrar cierto interés en lo que decía, se alzo los hombros, en realidad a él no le gustaba las mujeres. No era que le gustara los hombre o algo por el estilo, solamente sentía que ellas eran demasiado inteligentes y estar con ellas era peor que la muerte misma y aun más si se trataba de mujeres arpías, llenas de maldad. Nunca había sido muy popular, siempre lo habían visto como un bicho raro que se escondía detrás de su hermano mayor. Prefería la ciencia, los descubrimientos, lo científico en todo su esplendor, antes de las mujeres y las fiestas.
-¿Millonarios?- pregunto de forma inocente mientras miraba el cuerpo del hombre que estaba a unos metros de ellos. Rio suavemente, aquello era simplemente un chiste para él, pues en realidad no mostraba piedad entre las condiciones sociales, la única manera de que Darwyn no matara, era que la persona fuera muy interesante o estuviera ya saciado de sangre; como era este caso. Odiaba sobrepasarse, era cierto que le gustaba jugar mucho con sus víctimas, en realidad nunca era igual, en ocasiones se podía matar de forma rápida, en otras simplemente seducir al individuo para darle una muerte suave, deliciosa y satisfactoria, solamente dependía de su humor –Todos los seres humanos cagan por el mismo agujero ¿no?- respondió con un tono burlón. Siempre en sus palabras había un tono burlón cuando hablaba con las personas y mucho más cuando se trataba de algo que se podría considerar “peligroso” –Para mi todos son iguales, bebes, ancianos, adolecentes, mujeres, hombres, clase alta, baja, media, reyes- indico alzándose los hombros –Todos tienen sangre, todos pueden alimentarme si lo necesito-
Si a eso se refería, ya tenía una respuesta, sonrió ampliamente, se notaba que el hombre no deseaba pelear, en realidad el tampoco, sentía que era una noche para pasársela de manera relajada y tranquilo -¿Qué armas usa?- pregunto. Sabiendo que muchos de los cazadores en ocasiones tienen armas predilectas –Antes yo utilizaba un látigo, me gusta las armas de larga distancia- comento él como si fuera de lo más normal. No se veía como un cazador-vampiro, era más como cazador- cazador, porque aunque ya no fuera más humano, aun tenía aquel instinto de cazador que parecía que nunca se iba a ir, tal vez estaba en la sangre después de todo.
Cuantos vampiros y otras creaturas habían caído entre sus armas, todo por simplemente no darle el puesto que se merecían, las habían cuestionado, no las habían visto como una amenaza. Sentía que debía darle gracias a aquellas experiencias–Esto me trae tantos recuerdos- musito para reír en bajito. aquello le parecía divertido –Si quiere, podemos ir a tomar el té- sugirió divertido mientras su mirada se dirigía hacia los lados. Estaban solos, eso era algo bueno, no había otros entrometidos en ese lugar –Dime…- dijo mientras bajaba la mirada para ver cómo le daba un punta pie a una pequeña piedra que se le había atravesado -¿También vienes de una familia de cazadores?- pregunto curioso. –Yo vengo de una o bueno venia pues ya estoy técnicamente muerto- dijo alzándose los hombros para restarle importancia a sus palabras.
-¿Millonarios?- pregunto de forma inocente mientras miraba el cuerpo del hombre que estaba a unos metros de ellos. Rio suavemente, aquello era simplemente un chiste para él, pues en realidad no mostraba piedad entre las condiciones sociales, la única manera de que Darwyn no matara, era que la persona fuera muy interesante o estuviera ya saciado de sangre; como era este caso. Odiaba sobrepasarse, era cierto que le gustaba jugar mucho con sus víctimas, en realidad nunca era igual, en ocasiones se podía matar de forma rápida, en otras simplemente seducir al individuo para darle una muerte suave, deliciosa y satisfactoria, solamente dependía de su humor –Todos los seres humanos cagan por el mismo agujero ¿no?- respondió con un tono burlón. Siempre en sus palabras había un tono burlón cuando hablaba con las personas y mucho más cuando se trataba de algo que se podría considerar “peligroso” –Para mi todos son iguales, bebes, ancianos, adolecentes, mujeres, hombres, clase alta, baja, media, reyes- indico alzándose los hombros –Todos tienen sangre, todos pueden alimentarme si lo necesito-
Si a eso se refería, ya tenía una respuesta, sonrió ampliamente, se notaba que el hombre no deseaba pelear, en realidad el tampoco, sentía que era una noche para pasársela de manera relajada y tranquilo -¿Qué armas usa?- pregunto. Sabiendo que muchos de los cazadores en ocasiones tienen armas predilectas –Antes yo utilizaba un látigo, me gusta las armas de larga distancia- comento él como si fuera de lo más normal. No se veía como un cazador-vampiro, era más como cazador- cazador, porque aunque ya no fuera más humano, aun tenía aquel instinto de cazador que parecía que nunca se iba a ir, tal vez estaba en la sangre después de todo.
Cuantos vampiros y otras creaturas habían caído entre sus armas, todo por simplemente no darle el puesto que se merecían, las habían cuestionado, no las habían visto como una amenaza. Sentía que debía darle gracias a aquellas experiencias–Esto me trae tantos recuerdos- musito para reír en bajito. aquello le parecía divertido –Si quiere, podemos ir a tomar el té- sugirió divertido mientras su mirada se dirigía hacia los lados. Estaban solos, eso era algo bueno, no había otros entrometidos en ese lugar –Dime…- dijo mientras bajaba la mirada para ver cómo le daba un punta pie a una pequeña piedra que se le había atravesado -¿También vienes de una familia de cazadores?- pregunto curioso. –Yo vengo de una o bueno venia pues ya estoy técnicamente muerto- dijo alzándose los hombros para restarle importancia a sus palabras.
Darwyn Moriarty- Vampiro Clase Alta
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Re: No te Equivoques, puedes salir muerto [Privado]
Como respuesta, saqué mi hacha de entre medio de mis ropajes. No era un arma común entre cazadores, pero a mí me acomodaba. Años de cortar árboles me habían hecho diestro a la hora de cercenar extremidades. Además, esa hacha había sido modificada para hacerla un poco más resistente y letal de lo que eran esos instrumentos en realidad. Una hoja más afilada y un mango más robusto demostraban su valía en las batallas.
-Me siento cómodo con las hachas. Solía ser leñador- dije, como si fuera lo más natural del mundo-. En cuanto a la herencia, no vengo de generaciones de cazadores. Mis padres eran simples campesinos. Tuve que convertirme en esto por culpa de un tipo como tú.
¿Hubiera llegado a eso si mi hermana hubiera seguido viva? Posiblemente no. Pero las cosas pasaban por algo, y si Sarah había muerto a manos de un monstruo, entonces el destino quería que fuera un ejecutor de todas esas aberraciones, sin excepción. Aunque, a decir verdad, la idea de un té no sonaba nada mal. Hacía un frío de mil demonios allí afuera. Si el té venía acompañado de algún tipo de trago fuerte, mucho mejor.
-Si me invitaras a un Whisky sería bastante mejor, pero creo que aceptaré la oferta por ahora. Pero si llegas a hacer un movimiento en falso, no dudes que el hacha te partirá el cuello- señalé, mientras guardaba mi instrumento de trabajo en las profundidades de mi chaqueta, a donde pertenecía.
-Me siento cómodo con las hachas. Solía ser leñador- dije, como si fuera lo más natural del mundo-. En cuanto a la herencia, no vengo de generaciones de cazadores. Mis padres eran simples campesinos. Tuve que convertirme en esto por culpa de un tipo como tú.
¿Hubiera llegado a eso si mi hermana hubiera seguido viva? Posiblemente no. Pero las cosas pasaban por algo, y si Sarah había muerto a manos de un monstruo, entonces el destino quería que fuera un ejecutor de todas esas aberraciones, sin excepción. Aunque, a decir verdad, la idea de un té no sonaba nada mal. Hacía un frío de mil demonios allí afuera. Si el té venía acompañado de algún tipo de trago fuerte, mucho mejor.
-Si me invitaras a un Whisky sería bastante mejor, pero creo que aceptaré la oferta por ahora. Pero si llegas a hacer un movimiento en falso, no dudes que el hacha te partirá el cuello- señalé, mientras guardaba mi instrumento de trabajo en las profundidades de mi chaqueta, a donde pertenecía.
Ephraim March- Cazador Clase Media
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Re: No te Equivoques, puedes salir muerto [Privado]
Cada persona era un mundo, cada historia tenía distintos caminos que se recorrían o no se recorrían, Darwyn miraba tranquilamente aquella hacha, se veía afilada y peligrosa, pero bien cuidada. Los cazadores eran muy cariñosos con sus armas, las mantenían limpias, en buen estado y siempre listas para atacar a cualquier posible enemigo. . Se alzo de hombros mientras el relataba tranquilamente. Esa era ya una gran diferencia entre los dos, aquel hombre; como otros más. Se había convertido en cazador por la venganza, mientras Darwyn era lo único que había conocido hasta ahora.
Nunca culpaba a ese tipo de personas, pero tampoco le parecía justo que cambiaran toda su vida por algo así. –El verdadero poder se encuentra entre la ira y la paz- dijo él entre su leve susurro mientras sus ojos se mantenían entrecerrados. El había cazado por diversión y porque estaba en su sangre, se movía fácilmente y aquellos seres le habían parecido lentos y siempre irracionales, ahora que era uno de ellos, sentía que él era más inteligente que muchos de los que podría tener al frente.
Rio levemente, aquel hombre comenzaba a parecerle interesante –Bueno… no me vea como un enemigo- dijo el sonriente mientras se acercaba cada vez mas –hay inquisidores condenados ¿No? Perros sobre dotados que ladran cuando el papa les dice- indico él con su sonrisilla socarrona en sus labios-La caza ya me aburrió, por eso no soy uno de ellos, pero puede verme como un cazador retirado, además soy más viejo que usted- aunque parecía mas joven, todo era una ilusión, Darwyn tenía más de doscientos años viviendo entre una oscuridad maldita, pero para el divertida.
-Por aguantarme tan bien yo invito, ninguno de mis hermanos soportaba ni media hora junto a mí- dijo riendo. Ellos eran más tranquilos, más ¿normales? Mientras que Darwyn prefería ser bizarro, diferente, una serpiente escurridiza que siempre se mantenía escondida para solamente aparecer cuando menos lo necesitaba. El loco de la familia, la persona que nadie entiende sus palabras, el soñador, el innovador, el científico. Ese era el hombre que tenia al frente. Su vida no se limitaba, los años ya no le tenía mucha importancia, ahora podía hacer lo que quisiera cuando le diera la gana. Luchar para él había quedado en segundo plano, no tenía necesidad de ir a buscar a la persona que quiso asesinar a sus hermanos, pues sabía que ellos iban detrás de su tío. -¿Sabe? Me he dado cuenta que soy extraño- dijo con cierta burla –debería estar lleno de sed de venganza como usted, pero no lo estoy- se alzo de hombros quitándole importancia, pues no le quitaría el sueño.
Nunca culpaba a ese tipo de personas, pero tampoco le parecía justo que cambiaran toda su vida por algo así. –El verdadero poder se encuentra entre la ira y la paz- dijo él entre su leve susurro mientras sus ojos se mantenían entrecerrados. El había cazado por diversión y porque estaba en su sangre, se movía fácilmente y aquellos seres le habían parecido lentos y siempre irracionales, ahora que era uno de ellos, sentía que él era más inteligente que muchos de los que podría tener al frente.
Rio levemente, aquel hombre comenzaba a parecerle interesante –Bueno… no me vea como un enemigo- dijo el sonriente mientras se acercaba cada vez mas –hay inquisidores condenados ¿No? Perros sobre dotados que ladran cuando el papa les dice- indico él con su sonrisilla socarrona en sus labios-La caza ya me aburrió, por eso no soy uno de ellos, pero puede verme como un cazador retirado, además soy más viejo que usted- aunque parecía mas joven, todo era una ilusión, Darwyn tenía más de doscientos años viviendo entre una oscuridad maldita, pero para el divertida.
-Por aguantarme tan bien yo invito, ninguno de mis hermanos soportaba ni media hora junto a mí- dijo riendo. Ellos eran más tranquilos, más ¿normales? Mientras que Darwyn prefería ser bizarro, diferente, una serpiente escurridiza que siempre se mantenía escondida para solamente aparecer cuando menos lo necesitaba. El loco de la familia, la persona que nadie entiende sus palabras, el soñador, el innovador, el científico. Ese era el hombre que tenia al frente. Su vida no se limitaba, los años ya no le tenía mucha importancia, ahora podía hacer lo que quisiera cuando le diera la gana. Luchar para él había quedado en segundo plano, no tenía necesidad de ir a buscar a la persona que quiso asesinar a sus hermanos, pues sabía que ellos iban detrás de su tío. -¿Sabe? Me he dado cuenta que soy extraño- dijo con cierta burla –debería estar lleno de sed de venganza como usted, pero no lo estoy- se alzo de hombros quitándole importancia, pues no le quitaría el sueño.
Darwyn Moriarty- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 82
Fecha de inscripción : 30/04/2012
Re: No te Equivoques, puedes salir muerto [Privado]
Inquisición. Conocía esa institución desde hace poco, pero la verdad no me agradaba demasiado. Estaba llena- irónicamente- de gente sin temor a Dios, que desafiaba abiertamente su poder en vez de reverenciarlo. Una corrupción tan negra que parecía alquitrán. Y más irónico era que los Condenados, los seres sobrenaturales que aceptaban trabajar para la iglesia, fueran incluso más creyentes que los propios seres humanos. Algo realmente divertido. Por lo mismo, él prefería ser Cazador. Sin rendirle cuentas a nadie, sin deberle pleitesía a nadie, siempre solo.
-Ya me imagino por qué no lo aguantan-susurré, divertido, ante la alusión a la poca paciencia que le tenían los demás. Por lo menos para mí, el tragarme su carácter estaba siendo una de las doce pruebas de Hércules, pero al menos me mantenía alerta y entretenido. La verdad, era poco común, había algo que lo hacía diferente. ¿La locura, tal vez? ¿O la melancolía?
Bien podría ser cualquiera de las dos, pero al menos no lo movía la simple venganza, como a mí. Lo mismo que me estaba diciendo Darwyn ahora: que debería de sentir ese irrefrenable deseo de arrebatarle su miserable vida al bicho que había causado esto, pero no lo sentía. ¿Por qué yo sí? Podría haberme limitado a seguir con mi tranquila vida en Richmond, cortando árboles para el estado, sin preocuparme del mañana. Pero cuando recordaba a Sarah, tan joven y soñadora, y pensaba en toda la vida que le deparaba por delante y que le quitaron así sin más, aquella ira asesina volvía a apoderarse de mí. Quizá él no sentía eso porque a él mismo había llegado la maldición, no había tenido que presenciar el dolor de la muerte de uno de sus seres queridos, de una persona joven que podría haber vivido una existencia más digna si sólo la hubieran dejado.
-Es porque tú recibiste el daño, no otros- todo mi monólogo mental salió en forma de frases cortas-. Dijiste que tenías hermanos. ¿Cómo te sentirías si ellos hubieran muerto a manos de alguien como tú?
-Ya me imagino por qué no lo aguantan-susurré, divertido, ante la alusión a la poca paciencia que le tenían los demás. Por lo menos para mí, el tragarme su carácter estaba siendo una de las doce pruebas de Hércules, pero al menos me mantenía alerta y entretenido. La verdad, era poco común, había algo que lo hacía diferente. ¿La locura, tal vez? ¿O la melancolía?
Bien podría ser cualquiera de las dos, pero al menos no lo movía la simple venganza, como a mí. Lo mismo que me estaba diciendo Darwyn ahora: que debería de sentir ese irrefrenable deseo de arrebatarle su miserable vida al bicho que había causado esto, pero no lo sentía. ¿Por qué yo sí? Podría haberme limitado a seguir con mi tranquila vida en Richmond, cortando árboles para el estado, sin preocuparme del mañana. Pero cuando recordaba a Sarah, tan joven y soñadora, y pensaba en toda la vida que le deparaba por delante y que le quitaron así sin más, aquella ira asesina volvía a apoderarse de mí. Quizá él no sentía eso porque a él mismo había llegado la maldición, no había tenido que presenciar el dolor de la muerte de uno de sus seres queridos, de una persona joven que podría haber vivido una existencia más digna si sólo la hubieran dejado.
-Es porque tú recibiste el daño, no otros- todo mi monólogo mental salió en forma de frases cortas-. Dijiste que tenías hermanos. ¿Cómo te sentirías si ellos hubieran muerto a manos de alguien como tú?
Ephraim March- Cazador Clase Media
- Mensajes : 37
Fecha de inscripción : 24/10/2012
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Re: No te Equivoques, puedes salir muerto [Privado]
Se alzo de hombros escuchando lo que estaba diciendo –Lo hicieron…- indico él en un leve susurro que no mostraba ningún cambio en su humor y algún sentimiento de dolor. Miro al cielo, aquella noche estrellada que parecía prometer más de lo que aparentaba –El que estuvo a punto de no lograrlo fui yo- recordó aquel día, cuando todos se encontraron, cuando su hermana Berenice le dio un golpe en la nariz cuando no la reconoció, el tampoco la había reconocido, pero después todo se volvió más claro y la verdad apareció ante sus ojos.
-Ellos buscan una venganza por la que yo también debería participar- indico con un deje despreocupado. Sus hermanos habían tenido una trasformación mucho más rápida, pero la de el había sido dolorosa, lenta y casi incompleta, si no fuera por uno de los cadáveres que había en ese lugar se hubiera muerto y ni como fantasma hubiera quedado. Sonrió ampliamente mirándole el rostro de sorpresa del hombre -¿pensaste que ellos eran humanos?- pregunto curioso –Tengo más de doscientos años- dijo riendo ampliamente –soy un viejo… y aun me comporto como un niño malcriado-
Dejo de mirar el cielo para dedicarle la mirada a aquel hombre a quien comenzaba a decirla más de su historia –Nunca he sido bueno con las mujeres, así que para decir que seré alguien que se vengaría por una mujer…- negó con la cabeza, eso no lo haría, si no había encontrado a una persona que pudiera soportarlo en estos doscientos años mientras estaba alejado y aparentemente muerto no creía que iba a conseguir a alguien a estas alturas. París era el lugar donde le había visto nacer y también morir, sonrió al pensar en su bella ciudad, aunque hubiera viajado cierto tiempo por el mundo siempre llegaría a este lugar.
-Ellos buscan una venganza por la que yo también debería participar- indico con un deje despreocupado. Sus hermanos habían tenido una trasformación mucho más rápida, pero la de el había sido dolorosa, lenta y casi incompleta, si no fuera por uno de los cadáveres que había en ese lugar se hubiera muerto y ni como fantasma hubiera quedado. Sonrió ampliamente mirándole el rostro de sorpresa del hombre -¿pensaste que ellos eran humanos?- pregunto curioso –Tengo más de doscientos años- dijo riendo ampliamente –soy un viejo… y aun me comporto como un niño malcriado-
Dejo de mirar el cielo para dedicarle la mirada a aquel hombre a quien comenzaba a decirla más de su historia –Nunca he sido bueno con las mujeres, así que para decir que seré alguien que se vengaría por una mujer…- negó con la cabeza, eso no lo haría, si no había encontrado a una persona que pudiera soportarlo en estos doscientos años mientras estaba alejado y aparentemente muerto no creía que iba a conseguir a alguien a estas alturas. París era el lugar donde le había visto nacer y también morir, sonrió al pensar en su bella ciudad, aunque hubiera viajado cierto tiempo por el mundo siempre llegaría a este lugar.
Darwyn Moriarty- Vampiro Clase Alta
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Fecha de inscripción : 30/04/2012
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