Fria noche.

por **Marthina S. Lanteygne** Dom Dic 09, 2012 8:11 pm

De seguro sus pasos la llevarían a un lugar desconocido, pero que mas daba no tenia mas que hacer que perderse entre las calles que se abrían a sus pasos, con los tacones resonando en sus oídos, con los labios presionados entre si conteniendo de esta forma los suspiros que querían aflorar de ellos ante el frió infernal que se apoderaba de aquella noche; Aquel frió que poco a poco calaba hasta el mas recóndito de sus sentidos haciendo que un suave temblor se adueñara de cada uno de sus movimientos; Temblor involuntario que a ratos intentaba contener, pero se le hacia imposible, algo tan sencillo como mantener su cuerpo a merced, se le hacia insufrible en ese momento, sus manos frías, casi al punto de tomar un color purpura, con llamativos dolores punzantes que se compensaron entrando estas los bolsillos de la amplia capa que llevaba contra su cuerpo; La capucha hacia a la perfección su trabajo, cubría parte de su rostro, todo el contorno de sus hombros desenlazando a una amplia mancha negra contra el suelo que pisaba.

Y así fue como de momento a otro se vio sola en uno de los callejones mas obscuros de la ciudad, agilizando así solo su mente, divago en ideas para salir de allí sin ser vista por los posibles ojos que en ese momento se situaban contra ella, si bien aquel lugar se veía solitario la respiración de alguien a sus cercanías no lo denotaba del todo; Entreabriendo sus labios tan solo unos centímetros para suspirar, un suspiro ahogado fuera de la necesidad de hacerlo, casi por obligación para mostrar una postura serena, quizás tranquila pero, ¿Para que lo hacia?, quizás eso la ayudaba a despejar su mente y poder concentrarse en la vaga luz que daba camino a las calles iluminadas. ¡Bingo!, las calles iluminadas se encontraba tan solo a unos metros de ella, sintiendo como su corazón daba un vuelco dentro de su pecho ante la necesidad vaga de salir de allí.

Repasando cada detalle de aquel callejón, cayo en cuenta que sus sentidos le hacían una mala jugada, aquello no la aterrorizaba y mucho menos le imponía terror, tan solo paredes solitarias con faroles castos de luminosidad —Estúpida Mathina— se refirió en tercera persona a ella misma, casi imitando un regaño ajeno por la actitud infantil que había tomado al verse frente a una obscuridad libre de presiones.

por Invitado Miér Dic 12, 2012 9:48 pm

"A veces de noche, enciendo la luz para no ver mi propia oscuridad."

Antonio Porchia

La noche era fria... sin duda pero... ¿que mas podria sentir un vampiro moribundo del alma?. El frio y el calor eran sensaciones sublimes mas que recuerdos y paredes mentales, aun asi vestia bien abrigado en la noche parisiense, asi lo ameritaba si no queria causar sospecha... un vampiro no era bien visto ni aqui ni en ningun lugar del orbe.
La gente divagaba suelta y descontrolada en la noche, el pecado era fruto mismo de cualquier deseo humano, y no solo humano si no que tambien de criaturas bizarras dentro de las cuales me incluyo, la esencia podrida del pecado era peor en nosotros, y asi debia ser... era el castigo por no ser Dioses del ocaso pero querer ser como ellos, el desafio y la condicion humana eran frutos natos de pecado, del pensamiento liberal y consumista
Los Callejones eran oscuros... frios y mas aun para cualquier alma humana que vagara por estos desolados parajes. Al rato escuche los pasos de alguien en la oscuridad, ya las pocas familias que tenian la oportunidad dormian en sus casas de madera añeja o lo mas moderno, de ladrillo quebradizo que mostraba la pobreza de las calles parisienses, mientras que los mendigos eran cosa normal, los muertos igual mientras que alguno que otro canibal aprovechaba para deborar algun cuerpo lanzado al abismo de la nieve, ya nada parecia impresionar, pero algo me motivo a moverme hacia aquellos pasos, eran desesperados y arritmicos... ¿escapa de algo? o simplemente habia sido mordido por alguien o alguna cosa extraña como las de Europa...
Me sorprendia ver su silueta, parecia una mujer, me tentó el asunto y decidi acercarme mas de lo comun... pero a mi manera... a la manera de un vampiro.

- Vaya vaya... ¿que hace una humana a estas horas de la noche sin ser una mendiga? - Le mencione mientras salia de las sombras y la oscuridad mas tenebrosa, donde de seguro termine asustandola... aunque solo queria saber que hacia a estas horas, si no andubiese en nada malo... de seguro andaba perdida, y ahi entraba yo.

por **Benedict Abrahams** Vie Dic 14, 2012 5:25 pm

"Éste frío en una noche veraniega, sin duda París no va a dejar de sorprenderme", pensaba un tercer ser en discordia por aquellos callejones, quizá tuviera la suerte de encontrar a un borracho o, incluso, a un consumidor de opio... era la mejor forma, y hasta aquel momento la única que Benedict conocía de poder sentir la embriagadora sensación de los elixires que hacían perder la consciencia al rebaño.

Y en aquel mismo momento, en el que disertaba sobre qué encontraría aquella noche, en aquellos recónditos callejones, pudo escuchar la voz de un ser que parecía acechar a una presa. Por su manera de hablar, dirigiéndose a la presa como "humano", parecía no caminar entre el rebaño ¿otro no-muerto? ¿o se trataría de otra raza sobrenatural? Le interesaba observar los usos y costumbres de los lugareños, así que permaneció en silencio entre las sombras escuchando la conversación entre la humana y aquel ser.

"Quizá estemos delante de un caso caballero - damisela en apuros más que delante de un depredador hambriento - cordero con buen envoltorio" pensó divertido, no pudiendo evitar esbozar media sonrisa burlona desde su posición en la sombra.

El abrigo negro cubría su cuerpo a la perfección, fundiendose con la oscuridad reinante en aquellos callejones, igualmente portaba un bastón sobre el que parecía apoyar parte de su peso. Acariciaba suavemente el pomo de madera de roble de aquel vetusto cayado mientras esperaba impacientemente la respuesta de la humana ¿huiría despavorida?

por **Marthina S. Lanteygne** Dom Dic 16, 2012 8:34 pm

-Prontamente sus pasos comenzaron a dar rumbo entre la casta obscuridad que momentos antes la había absorbido en un miedo incomparable; Con pasos fuertes y decidida comenzó su andar notando a ratos que sus cortos pasos proporcionaban una ida mucho mas larga de lo esperado, viendo que la salida de aquel callejón se veía mas lejana de su cuerpo, presionando sus labios por unos segundos detuvo sus pasos contemplando el lugar, grabándolo en su mente, pero… ¿Qué habría pasado si no se hubiera detenido? Quizás ya estaría camino a su casa, casi a segundos de llegar siendo esperada por su habitación y aquellas blancas sabanas que lograban acobijarla en las noches, pero no, no fue así, su paso se detuvo y la sombría figura de un chico que materializo frente a su cuerpo, saliendo de las sombras con una sorprendente rapidez, dando como eco que su corazón se volcara dentro de su pecho dejando a la deriva los fuertes golpes que se sentía contra su pecho debido a la alteración de sus sentido-
-Trago en seco fijando con rapidez sintiendo como su corazón se detenía medio segundos al oir como su masculina voz rompía el silencio que reinaba en aquel callejón, aquel gigante callejón que parecía sin fin y mucho mas en estos momentos en los cuales ella se sentía presa de un sucio juego mental; Dejando aflorar de esta forma y sonoro suspiro de sus labios, retrocedió un par de pasos negando a los dichos del chico- Nada… yo, este… yo solo salía de este lugar –murmuro con dificultad intentando calmar las fuertes palpitaciones que hacían sobresalir notoriamente la línea de su pecho tras la sorpresa de la cual aun no se reponía-

-Sin mas, sin esperar a que el chico respondiendo a sus dichos, giro su cuerpo retomando un camino diferente, a zancadas largas dejando a sus espaldas solo el sonido de sus tacones al pisar el asfalto, pero no se le hizo fácil, antes de lo previsto vio la figura de otro persona entre las sombras: Mordió su labio con fuerzas y detuvo en seco sus pasos tambaleando su cuerpo ante la sorpresa- ¿Vienes acompañado? –mascullo mirando de reojo al chico que momentos antes le había hablado-

por Invitado Dom Dic 16, 2012 9:06 pm

"A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante."

Oscar Wilde.

La noche al parecer se hacia eterna pero calida ante la compañia de una extraña dama, me producia un lejano fervor el acompañarla a la merced de un nuevo visitante que interrumpia nuestros momentos, me complicaba el hecho de que no lo conociera y tampoco pudiera verlo a los ojos, las paredes y la oscuridad hacian una perfecta pareja para la incertidumbre y yo me hacia parte de ellas.
Notaba el corazon latente de la señorita, aquella que posiblemente veia esta noche como la ultima de su vida, por mi parte tan solo deseaba charlar, pero las intenciones de los demas ni luces tenia de ellas, pero mi desconfianza me hacian dudar.

- ¿Yo? yo vengo solo como siempre... la oscuridad atrae a bastantes criaturas no invitadas... -

Le decia desde la oscuridad mas eterna, mas sombria y solo dejaba entrever la mitad de mi rostro, como era costumbre en mi deseo y en mis poesias, los humanos, eran cosa predecible, pero tanto vampiro en una sola noche, era cosa extraña... era sin duda como una poesia sin terminar, sin tildes ni comas que lo dividian... era como algo que debia evitar...

- Al menos os podria presentaros caballero, no sea cosa de intimidar a la bella señorita en cuestion...-

Decia desde la oscuridad a aquel sospechoso caballero vampiresco, me intimidaba y a la vez pondria irascible mis oportunidades con aquella dama... me pondria al tanto de la situacion y podria por fin terminar la poesia... aquella poesia de la noche...

por **Benedict Abrahams** Lun Dic 17, 2012 2:27 pm

- ¿Vienes acompañado?

Parecía que su acecho no había sido tan sigiloso como había deseado, la presa le había descubierto, por un segundo se sintió satisfecho de estar saciado de sed de sangre esa noche.

Salió de las sombras con una media sonrisa dibujada en el rostro, parecía divertido por la situación. Era un caballero alto, de tez blanquecina y ojos azul turquesa, vestía con cierta elegancia bajo un grueso abrigo y portaba un bastón en una de sus manos.

- Ah, siento haberos interrumpido, monsieur - dijo dirigiéndose a Samael como si la humana no existiera - parece que nuestro paseo nocturno ha dado con un par de desconocidos, algo que podemos... paliar, claro está

El vampiro camino parsimoniosamente utilizando su bastón en la mano izquierda hasta llegar a la par de la humana, parecía examinarla con detenimiento.

"Un ejemplar de primera clase, sin duda alguna" pensó, sin embargo, demasiado peligroso que cualquier humano o no-muerto conociera algo de él. No le gustaba la compañía no deseada.

- Gilles Raymond de Exupéry para serviros, un humilde transeúnte de la ciudad del amor - dijo dirigiéndose primero al caballero vampírico y después a la víctima - no obstante, no nos gusta interrumpir reuniones ajenas y, menos en absoluto aquellas que versan sobre gastronomía, si no precisan nuestra presencia marcharemos - su tono era burlón, ácido e incluso irónico, parecía divertido cuando observaba a la humana en aquellos callejones ante dos de sus depredadores.

por **Marthina S. Lanteygne** Miér Dic 19, 2012 9:39 pm

Sin previo aviso su corazón se detuvo una milésima de segundo, ¿Que se podía hacer en una situación como aquella? ¿Correr? ¿Hacia donde? estaba entre dos fornidos chicos, uno a cada extremo del callejón que la atormentaba, odiaba cuando su sexto sentido tenia la razón, ellos eran las razones por las cuales sus instintos se habían encendido a su máximo potencial exigiendo casi a gritos salir de allí lo antes posibles, pero no lo hizo, se detuvo a mirar el paisaje y ahora se encontraba en una de mas terribles escenas que nunca pensó vivir.

Tragando en seco, con su cuerpo inerte escucho con atención a las palabras que el primero chico comentaba esta vez a sus espaldas, no lo conocía... bien, ahora eran tres desconocidos en un callejón de las calles parisinas, sin mas y como de costumbre lo hacia al verse incomoda o nerviosa, sus dientes hicieron preso el grosor de su labio inferior imponiendo un grado de fuerza para que el dolor que prontamente predominara en esa carne la distrajera de lo que ocurría a su alrededor, pero no fue así, solo se vio impedida de soltar un suspiro pesado ante la cercanía que el nuevo acompañante imponía en su dirección con largas zancadas dejando a su espalda solo el sonido de aquel particular bastón al andar

Frunció el ceño llevando como eco que el puente de su nariz se arrugara ante las palabras que se mencionaban como ultimas, no podía demostrar el temor que corría por su cuerpo, mientras miles de sensación exigían que silenciara entreabrió sus labios mascullando en un sutil y entrecortado tono -Si no les molesta... yo... yo debo emprender camino de regreso- menciono casi con las ultimas de las fuerzas forzando a su máximo potencial la voz para que el nudo de su garganta se deshiciera.

Hizo sus pasos a un lado intentando escabullirse de la mirada de ambos chicos, no parecían tener buenas intenciones, y no quería que ese fuera mi ultimo día de vida, aunque el presentimiento mas latente era ese... que no viviría luego de aquel encuentro.

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