Mi incierto futuro me trajo a ti, vaya coincidencia! (Mahek Krishnan y libre)

por **Sean O'Rouke** Miér Dic 12, 2012 9:49 pm

Aun no había anochecido y había pasado toda la noche en la taberna bebiendo, ya parecía mas un vago que un hombre de respetable clase. No me importaba, mi mente se aclaraba sorprendentemente cuanto mas bebidas alcohólicas ingería, raro, pero muy cierto. Bebí demasiado vino, tanto que hasta había manchado mi camisa blanca, al menos el cuello, después había pasado por el baño, para poder ajusticiar algún alma y darle toque que quería, que era el de besar su cuello mientras sentía la tensión en el cuello de mi victima y luego... el correr de sus sangre por mi cuelo, por mi garganta, mojando mis labios con un sabor metálico de lo mas exquisito, sentir su corazón flaquear ante semejante arrebato de sangre y la sangre muy diluida a causa del alcohol. Era un frenesí increíble.
A esta clase de victimas solo las dejaba semi inconscientes en el baño como si se hubieran dormido, con sus corazones fuertes y con la herida sellada de forma que nadie sospechara de nadie y solo se tratara de un borracho mas que se abandonó sobre el retrete del baño como muchos hacían.

La cantina permanecía abierta todo el día mientras uno veía el desfilar continuo de mozos y camareras de lo mas sensuales ademas de los cocineros. Las puertas raramente se abrían y las ventanas permanecían cerradas a la fuerza. La policía no debía de enterarse de esa congregación, allí circulaban cosas de lo mas inéditas y las drogas mas modernas allí encontraría de seguro.

Serian las 7.30 pm cuando observé el reloj lleno de grasa en la pared sobre la barra cuando me di cuenta que el día había pasado y ya era hora de cenar algo e "irme a dormir" como le informaba a mis compañeros de bebida. Obviamente simulaba una borrachera que no tenia y ocasionalmente iba al baño solo para aparentar que iba a descargar los líquidos ingeridos.

Salí de la taberna y como el día había estado mas que nublado y lluvioso la noche había despertado antes también y el roció aun caía sobre el empedrado de las calles, provocando los ya normales resbalones. Caminando por las calles a donde el viento me llevaba terminé frente a las carpas del campamento de gitanos y me entró la curiosidad en mi mas infinita necesidad de saber que iba a ser de mi vida en París. Era esto necesario para un vampiro que lleva siglos de existencia? Si, por supuesto! Uno aprende a disfrutar de todo lo que vive día a día como si fuera el ultimo aunque no sea así, después te acostumbras y buscas otras cosas para entretener la mente. Para un vampiro el aburrimiento es la muerte.

Entré en una de las carpas que estaban llenas de gente del circo gitano, me extraño que no todos usaran turbantes, hace unos años era casi de rigor según recordaba mi mente. Pasé por entre ellos hasta dar con una mente apabullada, ella me entendería seguramente, la podía leer como a la palma de mi mano. Ella había sufrido de en serio y tenia gran fortaleza para aun mantenerse en pie después de todo. Ella era una morocha de cabellos largos con agraciados rasgos orientales que le sentaban de maravilla. Me acerque con cautela como nuevo en esto y rascándome la cabeza.

-Madame, necesito que se me lea el futuro, usted parece ser la indicada porque el destino me trajo hasta aquí...-

por **Mahek Krishnan** Mar Dic 18, 2012 7:18 am

- Escúchame, el circo no puede seguir.Necesitamos a mucha gente y París...- deseaba compartir aquellos conocimientos con el "jefe" ,el comarca que había apostado todo por un simple pero a la misma vez famoso entretenimiento. Me hizo callar con tan solo una mirada y comenzó a restregar mi fe en lo que más deseaba de aquello:fama .
- ¿Quieres dejar esa actitud negativa?.Toma,debes pegar estas pancartas por toda la ciudad. No te distraigas ,te necesitamos ..- mediante hablaba extendía unas hojas viejas con varios dibujos que identificaba al circo italiano y a los pocos que quedábamos de el. Alcé para observar mejor la imagen,unas serpientes de decoración y una muchacha de cabellos negros con rasgos asiáticos destacaba entre aquellos siseantes reptiles. Fruncí los labios y volví a reprochar - ¿Cómo has podido hacer esto?.No quiero salir en las pancartas como estrella principal,no lo soy.Soy una más que intenta ganarse la vida .No voy a...- fueron duras las palabras y el tono de voz un poco exagerado - Si no te gusta abandona el circo,deja de quejarte de una maldita vez y ponte a trabajar - estaba furioso y movía su bigote al son de las palabras severas.

Suspiré y me di la vuelta,tirando las pancartas en un rincón repleto de cajas viejas. Era una de las carpas más grandes, pues todas nuestras "herramientas" estaban acogidas allí y por lo tanto los gitanos italianos corrían de un lugar a otro. Aquel jaleo me provocaba turbulencias emocionales,demasiada gente y demasiados ruidos. Observé a uno de mis compañeros, un gitano joven ,apuesto por el cual todas giraban la mirada. Pero yo no formaba parte de esa categoría,parecía que el joven tenía algunos problemas con las instalaciones - Ya las llevo yo a la parte del fondo - musité con una sonrisa amable mientras me extendía unas cuerdas . Me agradeció en italiano,el único idioma que había aprendido. Supuse que no tuvo tiempo de ver el mundo como yo y que su vida no era tan terrorífica como la mía. Me abrí paso en la gente cautelosa,llevando las cuerdas a otro compañero que las necesitaba . Ayudando a mis hermanos,vi como todos fijaban la vista a un hombre que había entrado (posiblemente por curiosidad) en la carpa. El acceso era restringido,nadie podía entrar salvo los gitanos que pertenecíamos al dicho circo.Volví la mirada,pues no era yo la que debía echarle de aquel lugar.

Extraño,nadie se acercaba al hombre es más ,todos volvieron a sus respectivas obligaciones.Fruncí las cejas y me agaché para coger una caja un poco pesada. Una de mis cajas,como solía llamar, allí donde escondían las serpientes su veneno . Al darme la vuelta con la caja el hombre desconocido estaba en frente de mis narices,observándome con una intensidad ¿inhumana?. Guardé silencio unos instantes, observando su rasgos..tan perfectos,tan bellos e inexplicablemente irresistibles. Parecía que todo su ser desprendía unos polvos mágicos ,hechizando a todo ojo que osaba observarle . Parpadeé al escuchar su voz,volviendo con los pies en la tierra en unos segundos - No debería estar aquí...- mi tono de voz no había sido rudo si no un tanto suave y bajito. Estaba tan sorprendida de ver a alguien así de..perfecto que había olvidado como emplear mis palabras y mi actitud - Eh.. - un intento frágil de aprovechar el tiempo para pensar en una respuesta digna y apreciable - Lo siento,no soy la indicada ,allí en el otro lado está la vidente- no sabía si el hombre estaba buscando a mi compañera y se había equivocado pero lo cierto era que mis pies no se habían movido de aquel lugar,mi mente no reaccionaba solo mis ojos eran capaces de admirar tal persona.

¿Destino?.¿Que insinuaba con aquellas palabras?. Hice una mueca por la caja,se me habían dormido las manos a causa del peso y el movimiento de los reptiles - Si el destino le trajo aquí sería por alguna razón pero dudo que yo sea la indicada, monsieur - voz aterciopelada y una sonrisa condimentada de misterio podría vislumbrarse nada mas caer la noche .Decidí dejar antes la caja pero al pasar por su lado,sin desear ni el mas mínimo roce pude notar unas manos raramente frías . Fue entonces cuando la caja se cayó de mis brazos y por suerte no se había roto. Un gemido de placer y dolor se escaparon al sentir el alivio de mis manos pero a la misma vez el dolor que sentía en ellas . Giré el rostro hacía el hombre al sentir aquella extraña sensación. Poder,mucho poder.Aquella sensación la había sentido años atrás y no pude evitar preocuparme - Debo irme..- me alejé del hombre olvidando la caja y deseando salir hacía la salida para poder salir de aquella situación un tanto embarazosa. Me faltaba el aire,mi corazón parecía ser un caballo galopando entre las valles más hermosas. Miedo y pánico. Dos sentimientos que parecían apoderarse de mi mente,prohibiendo encontrar una vía de escape. La carpa me parecía eterna y a medida que me alejaba de aquel ser mis pies intentaban coger más velocidad.¿ Otro hombre lobo,otro ser maligno o era simplemente una estúpida sensación?

por **Sean O'Rouke** Lun Dic 24, 2012 3:36 pm

Mi mirada había encontrado la de ella y investigue un poco en su turbada mente, era de lo mas cerrada que había visto, pero era una buena joven, de carácter duro pero de gran corazón. No debía estar en el lugar, pero la verdad era que su corazón me había llamado. Me había dicho que era algún ser especial entre el resto.

La muchacha había salido de la carpa dejando una caja pesada para su contextura, sus rasgos eran mas que cautivante al ojo humano y al vampírico aun mas, sentí que corría mientras su pulso se aceleraba poco a poco al igual que su respiración, los demás de la carpa mantenían la vista en mi porque habrán pensado que la había maltratado o importunado a la dama. Tomé la caja del suelo cuidando de no dañar el contenido y salí nuevamente a la estrellada noche, sentí la presencia de la joven muy cerca a unas carpas de distancia, me acerque a la misma y entré con tranquilos movimientos para no perturbarla mas.

-Discúlpame, no fue mi intención asustarte, es que realmente tengo una corazonada, me ayudarías?- una mirada sincera acompañaba mi postura resagada, aunque tenia que confesar que su corazón acelerado acrecentaba mis ansias de probar su sangre, su pecho visible en su vestido escotado mostraba cierto atractivo a la vista difícil de explicar.
Apenas había llegado al circo supe que ella no era la vidente del lugar, en realidad ella solía tratar con los anfibios, con las extrañas serpiente, a considerar por la caja que llevaba de seguro contenía uno de esos animales poco domesticables, por el peso. -Quieres que deje esta caja por aquí o prefieres que la lleve a otro lado?- le pregunté aun con la misma a cuestas.

Noté que no iba a estar cómoda al parecer porque le recordaba a algún momento oscuro de su pasado, no era mi intención hacerla sentir mal así que guarde distancia respetándola. Uno de los del circo me había seguido para ver que sucedía y seguramente para cuidarla de mi, teniendo en cuenta la situación lo comprendí así, pero yo solo quería ver sus predicciones, quería saber algo mas que cualquier vidente no lo vería así de simple.

por **Mahek Krishnan** Jue Ene 10, 2013 12:07 pm

Los pies debían de tener alas invisibles, parecían volar por la prisa que yo misma había ejercido sobre ellos. Me adentré en una de las carpas más cercanas,a pesar de que no era mía. Solo usaba aquello como escape,un despiste para el extraño que me buscaba. Desesperada y con miedo,intenté tranquilizar mi cuerpo . El corazón latía con velocidad permitiendo que el pecho hiciera varios ejercicios de subida y bajada. Corría adrenalina, miedo, rencor y demasiado odio en mis venas. Sentimientos que siempre había tenido en presencia de los que no eran humanos. Analizando la situación con lógica: estaba pensando que era un hombre lobo, pero poseía una piel fría y esos animales eran todo lo contrario. ¿Resultaba ser otra especie o simplemente era el pasado que jugaba con mi mente?. Llevé una mano al rostro y en cuestión de segundos llevé la otra, exhausta por los propios pensamientos preocupantes. Estaba de espaldas a la entrada, con la guardia por los suelos cuando escuché la voz de alguien:del extraño (cómo a mi me gustaba llamarle).

Fruncí las cejas y tomé una postura mas dura y fría que antes.Aunque mi comportamiento era injusto ,decidí construir aquel muro entre el y yo. Miré de reojo al sujeto ,escuchando sus palabras con claridad. Engañadoras y perfectas - No me has asustado - nada de formalidades, solo un tono de voz empleado con dureza .Me di la vuelta tras acabar aquella frase corta ,deseando observarle mejor que antes. Fruncí las cejas al instante .Clase alta, aristocrático y sin embargo osaba pisar las tierras de los ladrones -Te ayudaré si prometes no volver a venir aquí - apenas movía los labios, cada vez el matiz se suavizaba con lentitud - Por favor - rogué preocupada,tanto por mi como por mi gente. En mi interior había una gran lucha , ayudarle o no, dar un paso o quedarme quieta. En un final decidí acercarme en silencio,invadiendo su espacio personal cautelosa. Solo los accesorios de mano hacían un ruido metálico pues el silencio se apoderó en un instante de la carpa - Tú y los tuyos no sois bienvenidos aquí - con valor me atreví a comentar aquello, apenas había llegado a su altura. Suponía que el sabría de sobras a lo que me refería ,tanto a su clase social como a su...estado.

- Deja la caja en el suelo,la llevaré a mi carreta más tarde - no deseaba ayuda de aquel ser, tan solo ofrecerle mis servicios como gitana. Desvié la mirada del extraño para posarla sobre los reptiles . Me relajé al instante, mi rostro ya no parecía tan tenso y mis ojos dejaban de transmitir aquellas sensaciones impropias de mí comportamiento. Observé como él me hacía caso y dejaba la caja al suelo .Se incorporó y volvió a encerrar mis pupilas en las suyas mágicamente. Aun en silencio estiré mi mano hasta la suya,tomándola con la suavidad de una pluma. Suspiré ,disimuladamente, pero lo hice. No podía resistir aquello. Eran sensaciones demasiado fuertes, aquella temperatura tan fría solo devolvía una imagen de muerte. Sujeté con la palma de mi mano la suya y con la otra acaricié las líneas de su palma. En mis tierras se decía que aquello se empleaba para tener una visión mucho más clara. Despegué los labios, curiosa y tensa a la vez, por saber cuál era el futuro del extraño. Cerré por unos instantes los párpados y volví a abrirlos totalmente concentrada sobre mi objetivo. Al abrirlos me encontré con algo que ,sinceramente, no había visto antes:muerte. Petrificada, mi corazón daba la impresión de que había dejado de latir - Traes muerte..- las únicas palabras que pude articular . Dejé caer su mano con rapidez y por primera vez observé su rostro con un sentimiento de preocupación - No puedo ver otra cosa...solo muerte...- hablaba con pausa debido al estado de shock que aquel hombre me había provocado - Tu no eres humano - musité ,susurré más para mi que para él.

Acto seguido el compañero del circo italiano se presentó de urgencias en la carpa, preocupado. Tal vez había seguido al hombre pensando que me haría daño . No tuve las fuerzas necesarias de mirarle a los ojos - Vete,es un cliente - sonó de lo más raro,tanto para mi como para el compañero. Aquella respuesta fue en italiano ,para tranquilizar sus inquietudes. Afirmó con la cabeza y me advirtió de que estaría fuera, por si acaso. No dije nada, tan solo observaba el rostro del extraño más asustada que nunca.

{Perdona la tardanza y el mal post que me ha salido >.< no deseaba hacerte esperar más de la cuenta}

por **Sean O'Rouke** Jue Ene 10, 2013 4:54 pm

Estábamos dentro de la misma carpa y había logrado acercarme a ella sin dejar que siguiera corriendo. En sus ojos de dibujaba la intriga, la incertidumbre de lo que sucedía. Había puesto empeño en lograr empatía con ello, y algo había logrado. Su mirada de láser me inspeccionaba y su ritmo cardíaco corría precipitado por sus arterias. Tragué saliva y bajé un poco la mirada al notarme observado demás.

La muchacha de bellos y carnosos labios no me miraba de manera desafiante, así que opte por tomar una postura relajada y elevé un poco los brazos para que sepa que no quería dañarla. Afirmó no haberse asustado aunque todo indicaba lo contrario. Como no quería contar con la presencia de otros seres según llamo apenas pude que sonreír y confirmarle que no volvería si es que ella me daba una mano con mi futuro. Dudaba que pudiera leer las palmas de mi mano porque no tenia huellas ni arrugas por la edad, llevaba 500 años de vampiro y una de las cosas que se pierde es eso justamente, la apariencia de edad y signos de vejez a no ser por las posibles canas que pueda presentar un vampiro converso en su adultez, lo cual no era mi caso, pero los había conocido en cierta oportunidad.

-Créeme que no volveré si así no lo quiere, bella joven pero sepa usted que mis intenciones son buenas, a pesar de lo que usted considere. Ademas me gustaría saber que es lo que define como "los míos", a menos que sea por mi clase social. Acaso ha tenido algún percance con los aristócratas del lugar? alguno la ha importunado?-

Rápidamente deposité la caja en el suelo, la ayudaría a llevársela a su carreta porque no era cortes de mi parte dejar que ella la cargase.
La observé hasta notar una pequeña mesa en la carpa, bien parecía ser una carpa que no le correspondía a ella así que me acerqué a una banqueta de madera que estaba en un lado de la misma y tomé asiento observándola mientras su mirada volvía a recorrerme una vez mas, posiblemente percatándose de mis movimientos, de mi mirada con un brillo especial y mis largas uñas.

-Sabe... creo que estoy muriendo lentamente- apresuré a decir. -Creo que mi enfermedad me esta matando mas rápido que antes, a veces me despierto pensando que estoy condenado, es por eso que vine, créame que no soy de los que encara a una mujer en cualquier lugar, pero buscaba a la vidente y no la encontré en la carpa así que busqué por otros lados, uno de los jóvenes que aquí trabaja me comento que usted tenia grandes dotes para la adivinación y ante mi necesidad de respuestas que no consigo por mi cuenta decidí hablarle para ver si usted podía ver futuro en mi, o si estoy condenado de por vida a poseer esta enfermedad que me condena. Realmente sufro mucho por esto y me abruma la desesperación de no saber si mañana despertaré, si mañana volveré a abrir los ojos para ver el sol una vez mas.
Compréndame que se que es tarde y que no son momentos para ver estas cosas y lo sé, créame, que la importuno y que debe de estar cansada por el trajín del día, si. Pero no vendría a usted de no ser algo que no me deja dormir mi lady.
Sepa que la compensaré con la suma de dinero que usted pida, se que lo que pedirá no sera mas que lo que usted considere justo, tiene los ojos transparentes, y no creo que lo que digan de los gitanos se aplique a todos ellos, quizá alguno que otro si pero no todos.-

En medio de este monologo la iba observando esporadicamente y estaba sentado en la banqueta con una postura relajada utilizando un poco el don de la mente para tranquilizar la suya. Era mágico observarla porque cada pestañeo hacia que volara de sus ojos unos polvos volátiles que pertenecían a su maquillaje de seguro. Le daba un toque tan femenino a sus ojos rasgados que le sentaba de maravillas.

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