Fallen for the Darkness (privado)

por **Isis Osweder** Vie Dic 28, 2012 8:35 pm

Toc-toc…y el lobo a los cerditos les gritó
“soplaré y soplaré y su casa derribaré”
Pero no se dio cuenta que la casa no podía tumbar
Pobre lobo…estúpido al razonar creyendo que una casa va a derrumbar.

En la noche parisina…un viaje tocaba a la puerta de mi una nota había llegado a mí en el correo con respecto de mi viaje a mi antiguo hogar “Egipto” pero el terror vino a mi rostro… “salir y dejar todo aquí ¿por qué” la duda invade mi rostro y mejor cierra la carta arrugándola y arrojándola fuera en la calle…eso me enojo mucho sin motivos ni nada solo una invitación de un viejo amigo… -impertinente- sabía quién era y sabía que lo hacía como parte del juego…y eso me divertía…

-Hace tiempo no me divierto como antes…mis juegos se han reducido a solo recuerdos…cuando fue la última vez que jugué seriamente…- paso un dedo por mi mentón mientras voy caminando por la calles parisinas pensando y viendo en mi mente el recuerdo de una loba, de un humano, de una niña…de un vampiro…uff múltiples imágenes pero solo una con un juego enserio el de una loba… -vaya ya fue mucho después de ese juego…creo que debo buscar ahora una nueva diversión…pero ¿cuál? Y lo mejor de todo ¿quién podría darme ese juego?...- hago una mueca mirando a mi alrededor escrudiñando a cada humano o ser inmortal pero ninguno daba una pizca de esa fuerza que le hacía crepitar sus llamas de juego…

-vaya creo que será otra noche más aburrida…ni modo- alzo los hombros y me regreso de camino al jardín para esperar mi carruaje –tocará conformarse con algún escuálido humano idiota…un juego monótono…que aburrido es esto…no hay nadie que de ese brillo fugaz a mis juegos ni que resista tanto…escuálidos- susurro eso acomodándome el vestido caminando lento entre la multitud con una sonrisa en sus labios mientras hombres y mujeres la miraban fascinado…por la maldición vampírica de la belleza aunque en su caso por los labios rojos y los ojos grises que muestra en su pálido y blanco rostro

Entorna los ojos…algo que le parecía de mala de educación pero que igual hacía le molestaba llamar tanto la atención de todos y que ninguno le pueda dar un juego asombroso y letal…quizás por eso sus hermanos siempre la veían practicando con sus dagas o haciendo algo de “ejercicio fuerte” para quitar su decepción de los humanos débiles que no soportaban sus juegos pesados

por **Lorenz Kane** Dom Dic 30, 2012 12:06 pm

Esa misma noche había desembarcado en el puerto, justo de noche! Necesitaba tres cosas como prioritarias: una pensión de mala muerte para descansar un poco su cuerpo y su revolucionada mente cansada de pensar en todo lo que había dejado en su tierra natal, necesitaba un buen baño, al menos uno con agua tibia o un fuentón con agua podía bastar y por ultimo y principal, necesitaba comida, algún emparedado, un poco de pan, pero algo de comida porque su estómago no dejaba de protestar, implorando por comida.

Había soportado bastante después de varios días escondido en la bodega del barco sin comer ni beber mas que de la cantimplora donde racionaba el agua que tanto le hacia falta. Terminó caminando sin rumbo, solo guiado por los ruidos de los caballos, del bullicio, de las luces que lo iban llevando lentamente hasta el mismísimo centro de París, quien podía creerlo.

No sabia que estaba en París hasta que notó sus carteles de cafeterías refinadas y las calles empedradas. Que incierto era el destino de dejarlo allí, solo con su bolso y unas pocas monedas, tenia solamente para pasar unas pocas semanas para pasar en un hospedaje barato y no mas. Después sería solo parte de la clase mas baja del lugar. Los lujos eran excéntricos aquí, se me antojaba hasta estrafalarios a los que conocía. Las damas mostrando sus atributos con grandes vestidos con corset ceñidos a la cintura, los hombres con trajes de telas traídas de recónditos lugares de Asia, que con total descaro pasaban a mi lado resaltando notoriamente las diferencias que había entre nosotros, que eran muchas desde ya.

Estaba abstraído en estas observaciones hasta que crucé mirada con una dama que sorprendentemente resaltaba entre el resto y con la cual podía entablar una conversación con su alma vuelta a la oscuridad o bien con su cuerpo pútrido conservado por la sangre inmortal que portaba ya desde hace bastante tiempo. Su descaro era notorio al pasar frente al resto pero mas aun sus miradas, simplemente buscaba algo. Busqué el suelo de inmediato y continué mi marcha, ya suficientes problemas tenia en esta semana.

por **Isis Osweder** Miér Ene 02, 2013 3:37 pm

Destellos de luz de luna
No me dejes en esta vigilia
Mejor llévate mi alma marchita

Entre pasos y con toques sutiles de la mano la mujer se abría camino hasta el jardín central de parís un lugar donde le aroma a las flores le haría olvidar sus otras ideas malévolas y picantes una mirada en un tono fugaz con un joven simpático un tanto tímido… ¿quizás? O quizás solo era un joven que tenía algo que ocultar a la vista de todos…lo que hizo o mejor dicho despertó mi curiosidad insana… “hasta donde pueden llegar los secretos humanos” pensé antes de morder el labio inferior pensando en mi vida antes de ser lo que ahora era…

Una niña pequeña mimada y consentida por su padre un rey egipcio…luego una joven mimada y alejada de todo mal vivía como una muñeca en casa de muñecas en un mundo de cristal…y ahora una mujer que murió en un baile y luego le tocó enfrentarse a todo sola, con dolor, angustia y deseos ocultos que solo la intimidad de su habitación y diario conocían….

Aun así elevó la mirada adentrándose al jardín tocando con sus dedos gélidos y muertos aquellos rosales sintiendo la vida y la vez el final de la decadencia sostenida…con una sonriso recordó ciertos acontecimientos del pasado en uno de los árboles cercanos…su piel se erizó un poco por aquellos recuerdos…tanto le hizo que carraspeo un poco para dejar de pensar en eso…y mejor caminé a paso seguro hasta el laberinto del jardín botánico…al menos ahí podría ser que perdiéndome unos segundos y llegando al centro, con ayuda de mis habilidades, pueda pensar y refrescar mi mente quitándome los deseos de juegos prohibidos y pesados…

-Ma cherie…debo olvidar o sino la pobre sayyidat que jugó conmigo tendría que venir hacia acá para jugar de nuevo…- reí con soltura mientras los tacones resonaban en el suelo adentrándome al mundo de los confuso y lo divertido…al menos antes de regresar a su mansión en las afueras y tomar un baño por largas horas.

por **Lorenz Kane** Jue Ene 10, 2013 9:47 pm

Lo pensé dos veces y analicé las posibilidades, que oportunidades tendría en ese caso? Era un extranjero en un país en el que nunca había estado, sin agua, sin alimento y sin lugar para dormir, para colmo no hablaba ni lo mas mínimo el idioma local, el refinado francés.

Lo mas cercano a mi que tenia, y la persona con mas aptitudes para entenderme en toda la ciudad venia a ser justo una vampiro sofisticada, de clase aristocrática que me vería como un perro frente al resto de la gente que ya de por si miraba mal, mala decisión de tomar justo una calle principal para buscar ayuda. Retuve un suspiro por estar defraudado ademas de cansado.

Con mi mayor reticencia decidí tomar el rumbo mas fácil, el de acercarme a la dama condenada y preguntarle ya sea en inglés o por medio de la mente lo que necesitaba, no tenia muchas opciones, teniendo en cuenta que por la hora la mayor parte de la gente estaba en sus casas, o llendo a ellas con rapidez o ebrios en alguna taberna. Ademas no tenia ánimos como para expresarme con esta gente y tratar que me entendieran mientras me veían con este atuendo de hombre de clase baja solo pensaran que les pido unas monedas o que voy a robarles, de esta forma terminarían a lo sumo dándome una misera moneda o asestándome una bofetada.

Fui arrastrando los pies por el cansancio hasta el jardín donde se había adentrado la mujer, seguí sus pasos arrastrando los míos, de seguro ya sabia que la buscaba a ella, pero eso estaba buscando o no? De pronto la vi acariciando pétalos y perdida en algún pensamiento.

-Discúlpeme... habla usted ingles?- dije marcando los gestos con mis manos para enfatizarlos marcando justamente el único idioma que sabia hablar, el ingles.
-Me comprende usted?- la dama giró y se quedó mirándome mientras gesticulaba para buscar una mirada de afirmación.

por **Isis Osweder** Jue Ene 17, 2013 3:27 pm

El hombre que quiere contemplar frente a frente la gloria de Dios en la tierra,
debe contemplar esta gloria en la soledad.
Edgar Alan Poe.

Una pregunta…una sola pregunta me sacó de ensueños perversos…y lo que provocó una mueca y una sonrisa… ¡hablaba enserio aquel joven! Le miré mientras ladeaba un poco mi cabeza mirándole como tratando de decirle ¿es broma lo que me preguntas verdad? Pero no era una broma…estaba haciéndome la pregunta que siempre suelen hacerla…así que ya me había acostumbrado…miré a otro lado y asentí levemente…

-Yes Sir…puedo hablar perfectamente el inglés…además de otros idiomas- sonríe mientras llevo mis dedos a tocar mis labios carmesís y mi mirada bajando para escudriñar a aquel ¿hombre?...no, no es un simple humano, era algo más…aspire profundamente y luego ahí estaba la respuesta el aroma de la hechicería…lo sabía bien porque conocía a una persona que valía por dos así que sabía el aroma de los hechiceros y brujos y no se me hacía difícil…

-Oh vaya veo que no es un simple mortal…también tiene algo de “inmortal” en su sangre y en su ser…quizás la magia sea más lo suyo verdad…?- pregunte mientras me mordía el labio inferior y seguía caminando por los jardines hasta sentarme en una bella glorieta…cruzando mis piernas y con mi zurda sobre mi falda y la diestra tocando mi cuello como si quisiera el cuello ajeno…aunque era un juego…pues ya estaba más que alimentada aquella noche…

-Y bien sir…me dirá su nombre o nos trataremos de Sir o madame…o lady o…como no se…prefiero el nombre antes- Sonreí y le miré a aquellos ojos marrones penetrantes…que me hizo sonreír con malicia pues la verdad me resultaba aun ahora tan interesante y llamativa la raza humana…

Juegos juegos…estos nunca se cansa la mente de crearlos…

por **Lorenz Kane** Miér Feb 20, 2013 8:32 pm

"Bendito sea el cielo" pensé en ese momento y me replantee en breves instantes mis creencias religiosas una vez mas. Creencias que había abandonado muchos años atrás. En el tiempo transcurrido hasta ver a este ser sobrenatural de bellos rasgos, una especie de diablo vestido de fiesta, no había podido hacerme entender.
Esto me sugería que solo con vampiros y gente de clase alta iba a poder dialogar. Era un alivio de todas formas, pese a mi reticencia por la socializacion, sabia que era algo de lo mas necesario y de vital importancia.

Sentí el aire correr entre nosotros y los golpes decididos que quebraban el silencio de la noche, provocado por el taconeo acompasado que cesaron apenas se posicionó en la glorieta. Preservando una distancia respetable para con la dama, le expliqué:

-Si, comprendo que debe ser de lo mas idiota la pregunta Madamme, el problema es que desembarque en el puerto donde supuestamente -enfaticé - deberían de haberme entendido y sin embrago ya allí me encontré con la dificultad del dialogo. Sé que mi vocabulario y dicción no son las mejores, pero ya estaba pensando que iba a serme imposible transitar por Francia y su centro parisino de ser así. -Una pausa cobró lugar y después de un respiro sordo, me presenté - Me llamo Lorenz, a su servicio Madamme, me gustaría conocer su nombre o al menos saber como la llaman habitualmente. Es cierto que es bastante molesto lo de los formalismos.-

Bajé un poco la guardia y me decidí a acercarme a la glorieta donde estaba sentada tranquilamente. Esperaba que estuviera satisfecha, porque sino estaríamos en un problema mucho mayor. Había gente en los alrededores, pero no era el clima que se vivía de día cuando la gente colmaba estos lugares.

Presentía a la dama como un ser que si bien no era de buen carácter por su condición, estaba mas que tranquila en este momento y se mostraba pacifica, con un aire tranquilizador en sus movimientos. Digo lo de "condición" porque había tenido la desdicha de conocer algunos vampiros neófitos poco amigables, pero creo que la sed domina los estados de jóvenes de esta raza. O eso era al menos lo que me parecía hasta entonces.

Me sentí un poco intranquilo, posiblemente porque no había disfrutado de un cigarrillo desde mi llegada y esto me turbaba un poco. Descolgué mi bolso de mi hombro y rebusqué en él, el paquete medio húmedo, junto con la cajuela de fósforos. Encendí el fuego cubriéndome del viento de la intemperie y le convidé a la dama a lo lejos suponiendo que gustaba de esta actividad.

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