Perdicion francesa <Privado>

por **Gianini Potenza** Miér Ene 09, 2013 7:50 pm

Desde su llegada a Francia no había hecho mas que correr de aquí a allá, mandando cartas, invocando viejos acuerdos de ayuda y protección con diversos viejos conocidos. Desde la mañana que había desembarcado no había hecho otra cosa que correr y correr esperando que todo su esfuerzo sirviera de algo. Daría caza a las hermanas Kaiser y lograría al fin su cometido.

Pero esa era historia para otro momento, esa noche, la primera en paris tenía que pasarla relajado, tomando, fumando y olvidando un poco de esto y otro poco de aquello. Por eso habia decidido entrar al burdel, al primero que pareciera tener todo lo que yo necesitaba.

Abrí la puerta doble y me dirigi a una mesa vacía. Pedí una copa y algo de cerveza, siempre pedía cerveza para empezar, porque pensaba que ese era el escalón mas bajo de la escala. Abrí una caja de "cigarros" recién importada de españa, decían allí que era toda una revolucion. Abría que probar. Encendí el primero de estos cigarros y trague una profunda bocanada de humo, por mi garganta lentamente sentía subir el aroma del humo del tabaco que expulse lentamente por mi boca.

por **Zore** Miér Ene 09, 2013 8:01 pm

Había regresado a París tras un extraño viaje. No se había tratado de nada placentero, sino más bien un intento de huida de aquella vida que le daba tan pocas satisfacciones. Sin embargo el tiempo la había convencido de que aquella era su única fortuna. Era una historia algo más larga, pero prefería así resumirla en su mente.

Ya estaba de regreso en aquella habitación que ella misma había acondicionado para recibir a su clientela, maquillando delicadamente su rostro. Ya estaba de regreso en aquel burdel que, a pesar de recordarle a cada momento su pasado y presente eran intransigentes para la sociedad, era su sitio.

Se sonrió, poniéndose de pie y recorriendo el blanco corsé nuevo que lucía, para luego acomodar la falda del mismo color. Era un vestido sencillo, con detalles en rosado que le daba a la muchacha un toque algo más infantil, aunque a sus dieciséis años nadie la tomaba por tal.

Bajó los escalones con mucha calma, examinando como algunas de sus compañeras ya empezaban a rondar a los caballeros asistentes al hotel. Había ya perdido por ausentarse su clientela, por lo que necesitaba buscar caras nuevas que iluminar con placer.

El humo del cigarro de un muchacho llamó su atención y, al verlo en soledad, hacia él se dirigió. Con sigilo se detuvo a sus espaldas, apoyando las manos en sus hombros y dando un masaje leve en ellos.

- Bienvenido- susurró acercándose un poco a su oído.

por **Gianini Potenza** Miér Ene 09, 2013 8:19 pm

Un calido placer recorrió su espalda al sentir el gentil tacto de una joven cortesana que se acercaba a darle la bienvenida.

Cerró sus ojos y se dejo llevar por la promesa de un breve amor que sonaba en los labios de la jovencita, no tenia mas que eso, dejarse llevar. Gianini era un hombre melancolico y todo le recordaba a todo, y lo que era hoy le hacía revivir un suspiro de lo que fue ayer. Por eso aquella jovencita que lo saludaba, no era solo ella, sino también las que estuvieron antes que ella, allá en los burdeles de Madrir, en los de Roma o tal vez en su propia cama.

-Bienvenido - le habia dicho la cortesana
-En silencio, disfrutare mas de tus caricias - le respondió, porque no había en su corazon o en su mente espacio para soportar otra perdida, otra caricia que las que no hubiera sentido ya antes - muchas gracias

por **Zore** Miér Ene 09, 2013 8:26 pm

Se mordió los labios en forma inconsciente por su pedido, algo disgustada, sin embargo ocultaría aquel pesar. Al parecer aquel hombre quería otro objeto en el cual descargar energías...

"¿Qué esperabas Zore? Solo serás eso siempre" , se dijo, soltando su labio, ya enrojecido.

Apoyó la frente en el hombro derecho del caballero, asintiendo con suavidad, al tiempo que sus manos bajaban por su espalda para luego deslizarse hasta su abdomen. Su rostro no tardó en volver a moverse, posando sus labios en el cuello de él, besándolo con dulzura.

Con o sin palabras, su cama sería el destino de aquel caballero.

por **Gianini Potenza** Miér Ene 09, 2013 8:41 pm

Al sentír el roce de sus labios juveniles no pudo mas que agarrar un puñado del cabello de la cortesana y encerrarlo entre sus dedos con una suavidad forzada, con una dulzura que no pretendía.

-tu perfume me está volviendo loco -le dije con la voz entrecortada. Allí había conocido a una comerciante de perfumes, que siempre llevaba ese aroma. Con ella había vivido un fugaz amor, fue tambien el primero. No podría en su vida olvidarse de ese olor, porque no había otro igual en el mundo, era una mezcla, tal vez jazmin, tal vez manzanas, tal vez todo lo bello de la primavera o quizas del otoño. No entendia la enmarañada red de aromas que sentía, pero le gustaban y por eso sonreia.

por **Zore** Miér Ene 09, 2013 8:50 pm

Jadeó suavemente cuando aquella inesperada mano se instaló en sus cabellos, tomándolos con delicadeza, aunque reconoció un temblor de ansiedad en el movimiento de su mano.

Sus palabras la hicieron sonreír, aunque había algo en su voz que le indicaba que no era del todo positivo, tal vez algún recuerdo que lo estuviere atormentando... fue aquello lo que la incentivó a separarse lentamente para hacerlo voltear. Quería, necesitaba, mirar a los ojos al hombre que le había implorado silencio.

Con mucha delicadeza, sus manos tomaron la de él, jalándolo hasta hacerlo ponerse de pie, de frente a ella. La mano restante se dirigió a la mejilla de él, invitándolo a sostenerle la mirada. Notó enseguida la pena y la sintió propia... quería con todas sus fuerzas reparar las heridas que aquel hombre acarreaba, aunque fuera tan solo por aquella noche.

Se acercó poco a poco, hasta que sus narices se rozaron, respirando ansiosa , con el corazón acelerado. Su mirada se fijaba en aquellos ojos desconocidos y tan transparentes, no se atrevió a concretar aquel beso, le permitiría a él dar aquel paso...

por **Gianini Potenza** Miér Ene 09, 2013 9:06 pm

El corazón galopaba con fuerza en los limites de su pecho. Habían pasado tantos años y la recordaba como si hubiera sido ayer. Sus ojos desafiantes, su sonrisa confiada, la blancura de su rostro a penas sonrosado en las mejillas y sus manos, calidas como el sol de verano y dulces como una brisa. Era ella y era todas, y al mismo tiempo ninguna que hubiera conocido antes... pero su cabello y sus labios, el aroma de su piel, sus ojos, su manos, sus pechos y su delicado talle.

Cuando se acercó a besarlo, no pudo mas que atraerla hacía él y besarla con brusquedad. Con tanta brusquedad como podia actuar sin sentirse culpable o preocupado de lastimara. Es que le parecía tan fragil y delicada, tan una niña, una niña que podría quebrarse entre sus brazos.

-Vamos a la habitación - le dije cuando en realidad sentía ganas de gritarle "aléjate de mi, no me des mas razones para amarte"

por **Zore** Miér Ene 09, 2013 9:16 pm

Aquel paso lo dio en forma brusca, casi inesperada, que la hizo respirar con ansiedad mientras se entregaba al roce de aquellos labios tan cálidos. No quería dejar de besar a aquel caballero, no sabía por qué pero necesitaba seguir en contacto con él.

"Zore, recuerda que ni quiere oírte hablar, solo cumple con tu trabajo" , se recordó, intentando mantener afuera cualquier sentimiento, poner una barrera que tarde o temprano derribaría.

Asintió a su pedido y se separó lentamente, manteniendo su mano sujeta a la de ella. La tibieza del contacto con sus dedos le resultaba deliciosa, la hacía querer atraerlo y ya no soltarlo... Lo condujo con calma por las escaleras, hacia aquel cuarto que le pertenecía.

Una cama sencilla ocupaba el centro de la estancia, una ventana a uno de los lados y un armario del otro. Almohadones en el suelo, dispuestos en la alfombra para brindarle más sitios donde relajarse, solo ella o con sus "invitados". Era un cuarto sencillo, pero suyo...

por **Gianini Potenza** Jue Ene 10, 2013 1:22 am

Me deje acompañar a su cuarto caminando a paso ligero, cerré los ojos mientras caminaba, me dejé llevar por su perfume.

Le había pedido que no hablara y su voz ahora quedaba en un lejano pasado que hacía que se confundiera con otra voces, de otras mujeres de otros amores, y esta ella ahí, que no tenia la culpa de nada iba pero iba a recibir mi desprecio solo para no tener que recordarla en la mañana.

El pasado era el único fantasma al que nunca podría dar caza, el siempre me estaba acechando a mi, siempre detrás de mi clavandome su puñal lentamente en la espalda, no tan profundo como para matarme, lo suficiente como para hacerme sufrir.

-tirate en la cama, no tengo todo el día -le dije al tiempo que dejaba un puñado de monedas en su mesita de luz. Tuve por un momento la esperanza de que no volviera a mirarme a los ojos, entonces, tal vez el pasado podria dejarme tranquilo por un momento

por **Zore** Jue Ene 10, 2013 6:03 am

Su voz sonó imperativa cuando le pidió que se tienda en la cama. Al parecer la prisa o la urgencia comenzaban a ser parte de aquella velada. Volteó para cerrar la puerta detrás de ellos y, sin mirarlo, caminó hasta la cama.

No se molestó en destender las mantas, ya se encargarían sus cuerpos de hacerlo en caso necesario. Se sentó, algo nerviosa y desde el borde de la cama lo miró a los ojos, tendiendo hacia el una mano en forma de silencioso llamado.

Solo entonces se recostó lentamente, sosteniéndole la mirada e intentando mantener una respiración tranquila. Llevaba unos segundos sin el tacto de sus dedos entrelazados a los de ella y ya comenzaba a extrañar su piel.

- Acércate- susurró y se mordió los labios, comprendiendo que había faltado a su pedido- Lo... lo siento...- agregó con tristeza.

por **Gianini Potenza** Jue Ene 10, 2013 11:15 pm

El hechizo se había roto, había escuchado su voz, su tintineante voz de campanilla, su dulce voz juvenil, que junto a su rostro y su cuerpo eran diferentes a todas las demás, a todas las que estuvieron y las que estarán luego que ella.

Ah, que bella era, que hermosa e inocente... sus labios se habían enrojecido tanto al morderse que su color rojizo había ahora opacado al rubor de sus mejillas. Tirada en la cama parecía un ángel que estiraba su manito blanca y delicada invitándome a jugar con ella y a perderme con ella entre sus piernas.

Pero que dolor iba a sentir, al maltratarla como lo haría, pues si a demas de rocordarla por su belleza lo hiciera por haber pasado con ella un buen momento, entonces en la mañana cuando dejara esa habitacion no podria no recordarla con dolor.

Mientras subía a la cama me quité rapidamente las botas y saque de ellas una daga

-Silencio -le dije en un tono monotono que no demostraba mas que frio

Levanté mi cuchillo y con el filo hacía arriba lo puse entre sus pechos y de un tiron rasgué su vestido y su corsé, lancé la daga contra la pared con indiferencia y luego termine de rasgar sus ropas con las manos, sin mas ayuda que mi deseo de ver su cuerpo desnudo.

por **Zore** Vie Ene 11, 2013 1:54 pm

Algo pareció transformarse en su acompañante al oír nuevamente su voz, sin embargo era evidente que pretendía no dar muestras de aquellos sentimientos. Lo miraba a los ojos todo el tiempo, intrigada y ansiosa por saber lo que tenía por descubrir, algo en él le indicaba que debía cuidarlo… sin embargo su actitud parecía marcar todo lo contrario.

Lo vio descalzarse en forma apresurada antes de se subía a la cama, sacando una daga. La joven miró el objeto con algo de temor, pero decidida a complacerlo en todo sentido. Al ver como el filoso elemento se situaba entre sus pechos y empezaba a cortar su ropa, su corazón se aceleró peligrosamente, pero la calma regresó al ver cómo lo lanzaba y terminaba el trabajo con sus manos.

Le había vuelto a ordenar silencio, así que no pronunció palabra. Notó el modo en que su corsé empezaba a abrirse, deslizándose por su pecho, dejando sus senos juveniles al descubierto. El suave roce en sus rozados pezones la hizo gemir suavemente, sintiendo como éstos se endurecían, esperando el tacto de la piel de su cliente.

Buscó las manos que acababan de desgarrar aquella prenda y las guió con mucha delicadeza hacia aquellas zonas femeninas que tanto agradaban a cada hombre que compartía su lecho. Con mucho cuidado posó aquellas manos en sus pechos, guiándolas para iniciar un suave masaje, sin apartar un instante la mirada de sus ojos, intentando detectar cada reacción.

"Quiero cuidarte, no te lastimaré, nunca..." quería decirle, pero él había preferido no oír sus palabras.

por **Gianini Potenza** Vie Ene 11, 2013 11:39 pm

acaricie sus pechos lentamente, disfrutando del suave y cálido placer de su cuerpo. La miré a los ojos y me encontré con los suyos y con ojos que ya había visto antes, con ojos de todas y cada una de las mujeres que he visto y he amado aunque sea por un instante

Y había caído, ya había caído en la maldición del recuerdo, ya la había sumergido por completo en mi memoria y su delicado cuerpo de adolescente sumisa y gentil, entregado a mi, se volvería una parte de todos mis días.

-Ah, ya abriste la boca, bueno, el hechizo se ha roto, di lo que quieras...

La tome por la cintura y sin el menos esfuerzo la levante de la cama. Me acosté en su lugar, entre el calor de sus sabanas y la senté encima mio.

-empecemos a tu ritmo...

por **Zore** Vie Ene 11, 2013 11:58 pm

El contacto de aquellas manos en sus pechos fue aún más agradable de lo que esperaba, las invitó a mantenerse allí cuanto quisieran, con suaves caricias. Algo había cambiado en él, algo que se debatía por salir.

Cuando su voz por fin rompió el silencio, sus palabras sonaron resignadas y algo inquietantes. Zore estaba acostumbrada a ser complaciente y sentía que en aquel caso estaba fallando.

Sintió sus manos en la cintura y como la levantaba de la cama, dejando caer los restos de su corsé en forma despreocupada. El caballero eligió tenderse en su sitio, sentando a la cortesana sobre él e indicándole que iniciara marcando el ritmo.

- No quise fallarle...- susurra tímida, al tiempo que toma su falda y la quita por encima de su cabeza, quedando completamente desnuda para él.

Sin decir más empezó a mover lentamente la cadera sobre la entrepierna de su cliente, aún completamente vestido. Era un simple roce que ayudaría a incrementar el deseo, a despertar aquellos instintos que no tardarían en apoderarse de la situación.

por **Gianini Potenza** Sáb Ene 12, 2013 1:35 pm

-No tienes de que preocuparte -le respondí- yo me he fallado solo...

desabroché mi camisa un botón por vez mientras la cortesana movía su cintura como si fuera una serpiente y clavaba sus ojos en los míos para hipnotizarme. Pues para bien o para mal lo estaba logrando. Y ahora era consiente de todo, del bullicio del burdel, del humo que lo rodaba, de la cantidad de cerveza que había tomado antes de hablar con aquella mujer y del ensueño melancólico del que me había sacado, fui consiente del amor que sentía por ella y que no la olvidaría, como nada por lo que hubiera sentido amor..

Entonces sentí el calor de su piel y yo empecé a arder con el movimiento de su cuerpo sobre el mío, así que cerré mis manos en su cintura y fui subiendo por su espalda, hasta llegar a su cuello. Mi mano derecha trajo su boca a la mia mientras la izquierda recorría su cuerpo. Su boca se enredaba con la mía, nos chocabamos en una batalla de besos que no tenía motivos. Ardimos los dos juntos sobre las brazas del mismo fuego...

por **Zore** Sáb Ene 12, 2013 1:45 pm

La voz le sonaba algo triste, lo que a la cortesana inquietaba, pero se propuso no dar señas e intentar simplemente animarlo con cada movimiento, con cada caricia... vio las manos del caballero empezar a desabrochar la camisa desde los botones superiores, y ella ayudó con los de más abajo, sin dejar de moverse en forma provocativa sobre su cuerpo.

Acabada la misión, sintió las manos en su cintura y como al subir por su espalda la acercaban hasta que sus labios se mezclaron en una danza ansiosa. Lo besó como nunca antes, con pasión, con arrebato, deseando fundirse en el cuerpo de aquel caballero.

Sentía sus pechos frotándose en la piel desnuda del caballero, el calor que emanaban ambos cuerpos que deseaban ser uno. Lo deseaba, lo necesitaba, quería saciar cada uno de sus deseos, amarlo...

Los movimientos de su cadera no se detuvieron, y le resultaba grato notar como en su pantalón el bulto comenzaba a crecer, señalando que el deseo también en él se incrementaba.

- Quiero ser tuya.... lo necesito- susurró acercando los labios a su oído, para luego lamer el lóbulo de su oreja lentamente.

por **Gianini Potenza** Sáb Ene 12, 2013 5:41 pm

Me rei divertido, como nunca antes lo había hecho. Una sonrisa amplia y casi sin sonido. Hacía tiempo que no reía y de esa manera mucho mas todavía.

Seguí besandola entre risas, su cabello estaba firmemente sujetado bajo mi mano.

-Si yo debo satisfacerte a ti, entonces porque el que paga soy yo? mas propio sería que tu me pagases a mi... Pero no te preocupes, no voy a hacerte pagar por mis servicios...

Guié su boca por mi cuello, y sin que le dijese nada fue dejándome marcas, esa violencia innecesaria me encantaba. Sus manos se aferraron a mis hombros mientras sus labios sedientos eran guiados lentamente por el abdomen hacia mi miembro , que esperaba como yo, el roce de su lengua

por **Zore** Sáb Ene 12, 2013 11:46 pm

Su risa fue causa de aún más desconcierto. Mientras se concentraba para seguir los besos como si nada, Zore fruncía el ceño, algo incómoda. Sus palabras dieron explicación a la causa de su risa, haciendo que la joven comprenda cuál había sido su falla. No pudo evitar sentirse mal, puesto que tonterías así podían costarle más que una simple carcajada humillante.

“Siempre tan tonta, Zore, mejor ya calla…” decidió obedecer a la voz de su consciencia.

Sintió su mano en el cabello, y como la guiaba para apoderarse del cuello de aquel joven. Se dejó llevar, dejando marcado el paso de sus labios por cada zona, y descendió por su pecho, llegando prontamente a su abdomen. Su lengua decidió jugar en aquella zona, rondando el obligo y bajando lentamente, marcando con su humedad el camino decidido por la joven.

Con agilidad en las manos, desabrochó el cinturón que sostenía los pantalones de su cliente, dejándolos sin ataduras, abriéndose paso a su intimidad. El bulto que había ya percibido en su entrepierna, seguía aguardándola, por lo que bajó también la ropa interior del muchacho.

Su lengua siguió entonces el camino que había iniciado, llegando a entrepierna y recorriendo la masculinidad del caballero, masajeando en forma pausada pero intensa. Aquel era solo el comienzo.

por **Gianini Potenza** Dom Ene 13, 2013 10:24 pm

Me acomodé en la cama lentamente, sin perder de vista ninguno de sus movimientos, mis manos acariciaban rostro hasta que el movimiento de su lengua generó en mi tal placer que todo mi cuerpo se estremeció, entonces tomé sus cabellos otra vez entre mis manos y tiré hacía atrás, quería que me viera a los ojos, porque en su mirada también había algo que me gustaba.

La noche empezaba aquí, pero iba a terminar (posiblemente) lejos de su cama, yo no era de esos a los que les gustaba acostarse abrazado. Aunque admito haberlo hecho en otras ocasiones. Yo era de esos que se levantaba a beber, esperar y seguir...

Y la noche recien comenzaba

por **Zore** Lun Ene 14, 2013 1:32 pm

Mientras con su lengua recorría la intimidad del caballero, notó como su mano le jalaba el cabello, obligándola a alzar el rostro y mirarlo a los ojos. Se perdió en su mirada, buscando con su lengua seguir recorriéndolo, mientras sus manos empezaban a masajear con suavidad los testículos del hombre.

Lo metió lentamente en su boca, intentando no apartar la mirada ni un instante, disfrutando de cada estremecimiento del hombre como si fuese propio. Empezaba a excitarse junto con él, y no descansaría hasta que su cuerpo se entregara por completo al calor que ambos estaban requiriendo.

- Dime lo que deseas- susurró juguetona, chupando sin descanso su pene.

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