Devany Vixen

La familia feliz, nunca existió, en cuanto el pequeño Ivan salió del seno materno fue el último aliento de Gretche, las cosas se complicaron, porque no era un embarazo de un niño, era de dos y a Devany la tuvieron que tener mientras su madre moría, el padre los odió justo en ese momento, en vez de quererlos simplemente los aborrecía porque ellos eran "los culpables" de que la mujer que tanto amó ahora ya no estuviera más con él.

En consecuencia de lo anterior nunca se quiso hacer cargo de los infantes y sencillamente se la pasaba borracho, drogado o en mal estado, la fortuna que ellos tenían literalmente se la bebía, los abuelos de los gemelos Vixen eran los que se hacían cargo de su educación, pero como toda gente mayor, fallecieron. Se quedaron solos con la servidumbre, una noche mientras que les contaban los típicos cuentos para que se durmieran la puerta sonó, en una pelea callejera su padre había muerto ¿Lo sentían? La verdad es que no, realmente no les pesaba que aquello hubiera sucedido, porque la imagen que ellos tenían de él era de alguien alcoholizado que pocas veces sabía lo que hacía y que nunca había tenido una palabra de cariño para ellos, cada que los veía simplemente les echaba en cara la muerte de Gretche.

El funeral no fue nada ostentoso, al contrario fue demasiada poca gente, los amigos habían desaparecido mientras el hombre se iba derrumbando poco a poco, si acaso unos cuantos familiares que se peleaban por la fortuna que había dejado, a pesar de que se había malgastado aún existían algunas inversiones de las que nadie sabía pero que con la apertura del testamento habían salido a relucir, todo les había dejado a los dos gemelos para que pudieran hacer con eso lo que quisieran, a pesar de su falta de amor, nunca les faltó dinero.

Los tíos y familiares abusaban de que ellos no podían hacerse cargo de tal fortuna así que sencillamente la disfrutaban a sus mayores conveniencias, pero todo cambió cuando ambos lograron la mayoría de edad, quitaron de su poder todos los bienes que por derecho les pertenecían y se dieron cuenta de la miseria en donde les habían dejado, sin embargo con un asesor lograron de lo poco que les quedaba hacer de nuevo una gran fortuna.

La herencia se había dividido en partes iguales y aunque eso significaba que era momento de tomar decisiones Devany no quería alejarse de su hermano, era lo único que le quedaba después de todo lo que había pasado y quería estar con él, pero el mundo da muchas vueltas y en ocasiones terminaban separándose por largas temporadas. En algunas de ellas la vida de la rubia simplemente se volvía de cabeza, hacía hasta lo que nadie imaginaría, le gustaba disfrutar la vida y "sus amigos" eran la perfecta sintonía para hacer de su vida el infierno que tanto le gustaba.

El alcohol y las drogas eran parte de la vida de Devany y le agradaba sentir aquél poderío que le daba, la sensación de ser más que todos le inundaba la cabeza y siempre terminaba divirtiéndose a lo grande, para después no salir de casa por algo de tiempo puesto que la cabeza no le dejaba en paz ni un solo instante.

No ha tenido ningún novio formal, sólo aventuras de ocasión, si va de viaje a algún lado y sale alguien, se da el lujo de aceptar la diversión, pero nunca llega a más allá, en ocasiones no da su nombre real e incluso ha llegado a dar el número de móvil de su hermano, lo cual le parece sumamente divertido.

Llegó a París y como no ha tenido contacto con su hermano sigue haciendo lo que le place, se ha metido a trabajar a un burdel a pesar de que no necesita el dinero, después de un rato en la ciudad logró hacerse de su propio burdel, en el cual seguía trabajando hasta que se topó con un hombre que le puso el mundo de cabeza, no sabe como ni tampoco cuando, pero su vida logró cambiar, no de la noche a la mañana pues ella misma se reprimía de querer aceptar que alguien pudiera venir a entrometerse en su mundo.

Después de un poco de tiempo, terminó por aceptar, al menos internamente, lo que sentía, una noche de mala suerte le tocó salvar la vida del hombre y a partir de ese momento se convirtió en su enfermera, no iba a dejarlo morir, por varias cuestiones, entre ellas, que sí él moría, ella lo haría enseguida, cosa que tampoco iba a reconocer.

Ahora ya no es cortesana, se dedica a estar en casa y a cuidar al hombre, aquello la mantiene tranquila.