3 metros bajo tierra +18 (Devany)

por **Alekshandro Del Piero** Miér Feb 13, 2013 3:33 pm

Aquella mañana se había levantado en la cama de una de las zorras del burdel de Madame Pierre, los rayos de sol entraban en la habitación, la mujer estaba con las manos atadas y el cazador a su lado que cuando el sol toca sus rostros se levanta a buscar sus pantalones con sus calzoncillos mientras la mujerzuela se retuerce por no poder usar las manos pero con una sonrisa en los labios por haber tenido a buena noche con aquel hombre y una buena paga, después de que le desatara las manos y este tomara su camisa la mujer se acercó a él a abrazarle… ¡oye nena espera…wow wow! La mujer comenzó a besarle la espalda y dar muestras de afectos mientras el se abotonaba el pantalón

Se colocó la camisa y buscó sus zapatos mientras ella tomaba una manzana y se sentaba sobre la cama para jugar con aquella fruta por sus senos descubiertos al parecer a ella le parecía divertido querer jugar con aquel diablo pero este la ignoró…después de un home round no quería más con la misma frutita, así que medio abrochó su camisa con su chaqueta en hombros y dejando una buena pasta sobre su mesita pero esta al ver aquello comenzó a lanzar cosas al cazador, almohadas, tacones, vestidos…todo lo que ella encontraba a la mano se lo lanzaba. -Loca- le gritó Del Piero y bajó de aquella habitación saliendo del burdel terminando de abrochar su camisa y de paso comenzó a caminar hacia una taberna cerrada, lo que ahí se daría sería una lucha así que, que mejor lugar para descargar toda la adrenalina de macho que un lugar de puños y sangre camino dejando el cigarro caer al instante que se subía las mangas de su camisa.

12:00 pm
Ya en el lugar los hombres gritaban por los contendientes…a Alek le había tocado un muchacho novato en esto Kyle y de paso era un chiquillo joven así que sería fácil y así fue no duró ni dos asaltos, aunque debía conocer que tenía buen gancho derecho el muchachillo, al salir de ahí ya había caído el medio día, por lo que tenía que regresar a casa pero antes debí volver al burdel por su arma un revolver, lo dejó ahí pues en el lugar de lucha no permiten armas y si te las pillan se las quedan y no te las devuelven, y para el negocio de cacería eso no era buena, además de que era un revolver de plata con algunos detalles tallados y por supuesto una recamara única para las balas.
Al llegar al burdel la madame del lugar le llevó a su oficina para charlar con él, pues al parecer la mujerzuela de la mañana se había quejado de que él le había golpeado… -ESTAS LOCA- los gritos de aquella oficina se escuchaban por todo el lugar –bueno tu sabes, las reglas y tus gustos peculiares pues es normal que se salga de control- Alekshandro frunció el ceño y rápidamente sacó de su billetera una fuerte cantidad de dinero, algunos billetes y unas que otras monedas –Esto es por tu servicio en este antro de mala muerte, si crees que por mis “gustos” dañe a unas de tus putas, entonces aquí tienes las paga, de mi parte ni más vuelvo a este antro, tu sabes bien como son mis gustos así que si dudas es por algo, y si esa zorra quiere ser solo mia se jodió- abrió la puerta y miró a la joven con ojos llorosos y suplicante que no se fuera –Y que les quede claros a todas aquí, jamás llegué a golpear a una mujer para dejarle el ojo morada pero ya que hablan de golpes- levanto la mano y le propino una bofetada a la prostituta –ahí esta, ya lo tienen, si otra quiere otro espectáculos de mentiras llevado a la realidad, que me busque, mientras tanto sigan en su inmundicias zorras- Del Piero estaba enfadado y más por las mentiras, tomó su arma y la guardo en su chaqueta para luego salir, tenía el labio partido y esta sudoroso así que tenía que llegar a casa pronto para curar sus heridas en su rostro y cuerpo y para pasar el mal rato del burdel con un buen trago de absenta, aunque quizás por el comino podría encontrar otra diversión o aquel burdel mismo se lo brindaría…¿Quién sabe?.

por **Devany Vixen** Sáb Feb 16, 2013 10:40 pm

Se había tomado unos días de descanso, se los merecía y también los quería, estaba harta de tener que aguantar siempre lo mismo, no había tenido un cliente de buena monta, en todos los sentidos que aquello pudiera significar, la decadencia masculina estaba bastante próxima y que aquellos no hicieran nada más que joder a una que otra fuera de casa era una diversión sólo para ellos pues Devany estaba más que aburrida de lo mismo.

Llegó tarde al burdel, nunca se había preocupado demás por los horarios, a decir verdad no le interesaban, tampoco los quería, ni los obedecería, la dueña ya sabía así que hacía lo que le venía en gana, demasiado dinero daba a aquél sitio como para que la intentaran manipular, ella sabía que no era como todas las demás.

Las miró a todas levantando un ceja mientras que ellas se enderezaban rápidamente después de haber estado chismoseando en la oficina, aunque a decir verdad no se necesitaba estar demasiado cerca de aquella puerta como para poder oír el alboroto que ahí se estaba armando, era un jaleo en grande -Es Laura, ya sabes, lo mismo de siempre- Devy rodó los ojos, había muchas que no sabía que hacían ahí si lo que querían era buscar marido, pero bueno, las esperanzas suponía que era lo último que debía morir.

Escuchó al hombre cuando salió y sonrió de lado al escuchar el golpe seco en la mejilla de la mujer, al menos parecía que tenía pantalones, aunque quizá para las otras tenía muy pocos, ¿Qué importaba? Tenía dinero para pagar por lo que quería y a Vixen le había llamado la atención, así que conjuntaban lo que se necesitaba para pasar una buena noche o al menos un par de horas.

La dueña del lugar miró a Devany y negó con la cabeza mientras cerraba la puerta, ella se echó a reír y las otras la vieron cara de reproche ¿Qué había de malo? No lo entendía, así que simplemente dio media vuelta y se acercó al hombre por la espalda -Pareces tenso, pero no todas somos iguales...- murmuró cerca del oído del hombre mientras apoyaba la barbilla en su hombro mirándolo de reojo -Podría ayudar a que relajaras... ¿Te interesa? Ambos ganamos. tú satisfaces tus gustos y yo obtengo mi dinero... ¿Qué dices?- las manos de Devy iban acariciando el vientre del hombro con precaución, ya sabía que no se tentaba el corazón para golpear a alguien y a ella le gustaba aquello, pero sólo en la intimidad, así que no se arriesgaría a que le dieran un golpe en público, eso era lo que realmente le interesaba, por lo demás ella podía hacer bastantes cosas como para obtener su propio placer, de hecho siempre lo había dicho -Sólo que has tratado con novatas...- murmura mientras su mano diestra comienza a bajar por el abdomen de aquél que parecía león enjaulado.

por **Alekshandro Del Piero** Miér Mayo 15, 2013 2:44 pm

Solo se sentó a beber a llenar su cuerpo de alcohol para olvidar a aquella zorra que estaba llorando por aquella golpiza, jamás le había golpeado y Del Piero lo hizo por venganza, y ya cuando el alcohol había llenado su cuerpo de ira, una zorra lo aborda antes de irse, sus manos joviales y expertas tocaron aquel cuerpo fornido, él la miro y sonrío de lado mientras se dejaba hacer, su voz tan dulce y delicada acompañaba aquel cuerpo curvilíneo y esa carita de angelito y diablita, que le hizo ponerse duro.

Si, al ver la cara de la zorra, su pene se movía bajo su pantalón buscando calmarse en el cuerpo de ella ¡joder no soy un puto quinceañero para que me desate tanto por esta perra! Pensó y sonrío al ver ese trasero de la mujer y sus manos como iban buscando quitarle esa calentura hasta que se notó por encima de su pantalón su erección, aquello le hizo tomar un semblante más duro, rígido y sobre todo dominante. Dejó el licor aun lado y sus manos las dirigió al trasero de la mujer para apretujar sus nalgas y que el sexo de ella se roce contra su dureza, ella lo provocó, ahora tenía que apañárselo sola.

-Si esas putas baratas son novatas, muéstrame lo que una experta como tú haría, déjame sentir la experiencia de tus manos, de tu cuerpo candente y sobre todo esa boquita que tienes de inocente, quiero sentir cuan profundo puedes llegar- le susurra como sentencia a la mujer y justo en esa última frase apretuja sus nalgas con más fuerza sopesándola para hacerle sentir que de ella quería todo, todo su cuerpo y todo lo que tenía bajo ese lindo vestido que pronto sería solo jirones sobre el suelo.

Antes de que la mujer pudiera hacer algo le tomo de las muñecas y le hizo que le mirara a los ojos mientras se levantaba y la arrinconaba contra la barra sin importarle si la lastimaba o no, sin ver si le haría daño o dejaría una marca en aquel cuerpo de ensueno para cualquier hombre que desee pervertir por unas cuantas monedas ese templo por lo que Del Piero estaba cachondo y alcoholizado y la ira estaba en él, así que el follón sería fuerte y rudo para ella, le guste o no igual tendría que soportar toda esa enajenación de él, por lo que ante que dijera algo la calló con un beso metiendo su lengua aquella cavidad mordiendo ajena mientras sus manos posesivamente iban ya tanteando su terreno, porque sería suyo quiera o no quiera.

-déjame sentir la fuerza de tu boca al succionar, quiero verte gemir perra y me pidas que calme tu cuerpocon mi néctar, que te retuersas de orgasmos y sudor exótico, quiero que me la chupes aquí y ahora, vamos demuestrales a estas perras novatos como es una buena perrita como tu- su diestra tocó aquella mejilla tomándose luego del mentón para que pronuncie sus labios.

Del Piero estaba poseído por el calor del licor y el aroma al sexo de aquel pendenciero burdel.

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