Has venido hacia mi, el cazador quiere ser cazado [Privado]

por **Alberich Farnesi** Jue Ene 31, 2013 11:35 pm

La realidad
No debes de confundir
Con los sueños

No sabía lo que se implicaba al ser cazador, al estar en ese “colegio Militar” aprendí el dolor, el odio, el engaño, la venganza, muchas cosas más aprendí que me hicieron ser mas fuerte, mas vanidoso y sobre todo mas listo con las personas; no comprendía del todo, era un niño apenas para hacerlo, me metieron a ese lugar sin esperarlo, sin consultarme, mi padre hacia de nosotros lo que el quería, nos trataba como si fuéramos un objetos que humanos y sobre todo su familia. Mi padre era un ser sumamente extraño, que a veces creíamos que no era humano, pero al sentir su corazón palpitar, su piel del color adecuado y su respiración, descartáramos eso, a veces pienso que nos querían pero el daba todo por nosotros pero a su modo, siempre al modo del poderoso Señor de familia y a nosotros nos dejaba como si fuera unas piezas de ajedrez; después, al salir yo de aquel “Colegio Militar” lo primero que hizo fue llevarme a un burdel, para que me hiciera “hombre” según él, a veces las mentalidades de mi padre eran que si no estabas con una mujer no eras hombre, eso me desesperaba tanto que….esa misma noche “me hice hombre” como el quería….

Deje de escribir, aquella carta, aunque nadie la iba a leer, era una especie de “diario” que yo hacia, para recordar mi pasado, para cuando sea un anciano que este postrado en mi silla lo pueda leer y darme cuenta que la vida ha pasado tan rápido que…no lo espere; pero mientras eso pasa escribo mis aventuras de cazador y mis aventuras como el ser humano que soy y que me pasan sin fin de cosas-Así es-Susurre, dejando la plumilla de lado, hice la silla hacia atrás y cruce mis piernas poniendo mis manos atrás de mi nunca, arquee un poco mi ceja, al voltear hacia la ventana un recuerdo más vino a mi cabeza, cuando conocí aquella cazadora, una cazadora que se volvió sumamente importante para mi, pero tampoco le diría esas cosas, me quedaré callado hasta que ella afirme lo que siente por mi; y con esos pensamientos regrese a mi escritura.

por **Nelliel Nocturna** Vie Feb 01, 2013 11:18 am

Podría haber ido a otra parte, hacer algo diferente, pero no pude. Tantas veces recorrí la misma calle, miré la misma bonita casa, que no pude evitar entrar. Aún tenía en mente el día que lo había conocido, a ese arrogante de Alberich, y sus comentarios, su forma de ser, tan insoportable, que no entendía aún porqué mis pies seguían guiándome a su morada, me presentaba y luego entraba como si fuera mía, para buscarle, y verle

Había sido una noche aburrida, la presa se había dejado coger con demasiada facilidad, y luego de rebanar su garganta, el trabajo estaba hecho. Recorrí las calles de París buscando algo qué hacer, además de la vigilancia nocturna que me imponía para mantener el orden y a las criaturas que cazaba en su lugar; pensaba más en ellas como ratas que otra cosa. Ratas, una indeseable pero resistente plaga que aún no se podía erradicar

Detuve mis pensamientos segundos antes de tocar la puerta, de nuevo entraba a esa propiedad y nunca dejaba de sorprenderme la opulencia y la elegancia de cada uno de sus rincones. Pregunté por Alberich mientras me tomaban el abrigo manchado de sangre y me respondieron que en el estudio -Como siempre- suspiré mientras me dirigía a donde él estaba, incapaz de saber aún lo que le diría cuando estuviera frente a él y los motivos de mi visita

por **Alberich Farnesi** Miér Feb 06, 2013 4:26 pm

Mientras estaba mirando los papeles, en mi cabeza estaba esa cazadora; la necesitaba ver pero no la buscaría, no quería que pensara que me importaba, ella vendrá a mí, lo hará, lo presiento, si no viene “nos recentraremos” por obras del destino pero no la buscaré, tengo mi orgullo y ni ella, ni nadie podrá pisotearlo. Aunque con ella mi orgullo se desvanece, y mi ego se va por los suelos, arrugo una hoja y la aviento en la esquina de mi despacho, recargándome en el respaldo de la silla nuevamente, sin poder concéntrame nuevamente en mi escrito.

-Que haré, que haré, tengo ganas de verte, pero no, no te daré gusto, sé que me quieres ver humillado ante ti, pero tú vendrás, tu querrás verme y…-No pude pensar más porque escucho voces fuera de mi despacho, me levanté de la silla y fue hasta la puerta abriéndola y mis ojos se agrandaron al verla, al verla parada enfrente de mi puerta y a unos metros, una sonrisa aprecio en mi rostro, sabiendo que ella perdió toda su dignidad al venir a mi casa, eso quería, quería que ella me viniera, era como si mis deseos se hubieran hechos realidad y eso fue.

-Vaya, vaya, que tenemos aquí ¿Qué tenias tantas ganas de verme? Eso parece porque estas en mi casa, enfrente de mi puerta y viéndome…-No pude tener una carcajada mientras iba hacia ella-Justo en ti estaba pensando, aunque podría decir que todo es producto de mi imaginación pero no, estas aquí, enfrente mío, real, de carne y hueso Nocturna-Era raro que le llamara por su nombre, siempre por su apellido, hasta que me acerque y la toma por la cintura, acercándola a mi cuerpo-Que bueno, porque sabes, tenía ganas de verte, pero no iba a dejar mi orgullo, sabiendo que eso es lo que quieres, pero mírate, estas aquí…-Y roce mis labios y la pegue más a mi cuerpo- Nelliel…-Susurre sobre sus labios y besándole.

por **Nelliel Nocturna** Jue Feb 07, 2013 2:19 pm

Uno supondría que me estaba esperando, por la forma en la que abrió la puerta antes incluso de que yo la tocara al menos una vez; al menos se alegraba de verme, o eso suponía ¡Pero cómo hablaba! Parecía un niño a quien hubieran sorprendido con las manos en la masa e intentara desviar la atención con algo más y he de decir que lo logró ¿Qué pensaba en mí? Me sentí halagada y furiosa a la vez, no lo entendía -No quiero pensar que esperabas a otra, Farnesi-

¿Qué demonios fue eso? Mis labios se movieron solos y ya no podía tragarme las palabras: me quedé completamente quieta, más no congelada. Sus manos me rodearon y acercaron a él tan de repente que no pude reunir el coraje necesario para evitarlo. Me dejé llevar y escuché a mi corazón acelerarse como loco estando ambos tan juntos... si alguien iba a hablar, que lo hiciera ahora, porque yo no iba a dar mi brazo a torcer. Debo mencionar que aunque se hubiera reído de mí, no me molestó... no demasiado. Estaba acostumbrada a su terrible sentido del humor, y lo soportaba, aunque a ratos. Le sonreí al escucharlo y tal como el momento lo ameritaba, rodeé su cuello con ambos brazos, acariciando su cabello -Sabes que estás dejando tu orgullo al decirme todo esto, cuando yo no he dicho nada, ¿O no?-

No me llegó su respuesta, pero sí un beso. Al principio, no le correspondí pues estaba completamente anonadada, no lo creí capaz de hacer algo así... y eso fue justamente lo que me hizo responderle. Le mordí el labio antes de continuar el beso, mis dedos perdiéndose en su cabellera

Claro que no había necesidad de decirlo en voz alta. Y ahora estaba confirmando lo que realmente sentía por él. Ya no tenía secretos para Alberich. Ya lo sabía todo de mí. Incluso que lo amaba

por Contenido patrocinado

Has venido hacia mi, el cazador quiere ser cazado [Privado]

Has venido hacia mi, el cazador quiere ser cazado [Privado]

Re: Has venido hacia mi, el cazador quiere ser cazado [Privado]

Re: Has venido hacia mi, el cazador quiere ser cazado [Privado]

Re: Has venido hacia mi, el cazador quiere ser cazado [Privado]

Re: Has venido hacia mi, el cazador quiere ser cazado [Privado]