Libertad, paciente ¿Y tú, Quien eres?[Privado]

por **Seymor Tavington** Dom Feb 03, 2013 12:41 pm

Los títeres se manejan tan perfecto, que me esmero de ser un buen títere para aquella mujer que es mi esposa, es una tortura, es como vivir en el mismo infierno, aunque creo que es mas “hermoso” vivir en el infierno que con ella, la odio, nunca pensé odiar alguien, pero veo que ella es el numero uno, quiero huir, quiero irme lejos y no volver, pero se que me encontrara de alguna manera, siempre lo hace, y lo hará, según ella “soy suyo” y nadie me puede mirarla, tocar, hablar y si es una mujer, la mata sin que le diera una explicación clara de la situación por eso, por esa sencilla razón evito hablar con mujeres, ando solo y siempre lo andaré, gracias a Katrina, mi esposa, la mujer que se cree más, y ella me ve a mi, como un títere, por eso soy su títere, SUYO, pero a mi no me parece eso; quiero ser libre, conocer personas. Sentí un ligero rozón en mis labios y abrí inmediatamente mis ojos, la mire tan cerca que casi me caigo hacia atrás, pero la pared fue la que me salvo de conocer al señor piso, fruncí ligeramente mi ceño, detestaba cuando hacia eso-Mi querido esposo, que estas pensando….-Y no le respondí, ella no podía leer la mente, no pudo aprender, eso me alegraba, me alegraba mucho, pero no le iba a responder, nada.

Al contrario voltee hacia un lado, ella se molesto, pero para lo que me importaba, para ser sincero-Seymor, saldré de viaje…-Cuando dijo eso, una enorme felicidad surgió de mi cuerpo pero no la mostré-Te llevaría conmigo, pero mejor te quedas aquí, como el marido, bueno, fiel que tengo…-Pase saliva y la mire de reojo con el ceño todavía fruncido-Espero que si…-Volvió hablar, yo, en ningún momento pronuncie palabra-Callado te ves tan hermoso, eres como un dios para mi…-Lo mismo de siempre, mire que se retiro no sin antes besarme yo no hice nada para sepárame, sabiendo que si lo hiciera recibiría algo por su parte y no precisamente otro beso, solo, en todo momento asentí. En poco, ella se había ido, una felicidad tan grande salió de mi rostro sonreí como un tonto-Por fin, sin ti, espero que te quedas haya o que un inquisidor o cazador te maten…-Pensé, saliendo yo por mi parte, no me iba a quedar aquí, siendo el mismo infierno.

Pero antes de salir, me llego una carta, pidiendo que fuera al sanatorio mental, se me hizo un poco raro, pero la petición estaba dando, aparte que trabajaba ahí, ayudando a las personas, pero hoy no me tocaba ir, de seguro mi paciente se volvió a escapar, un suspiro salió de mis labios y empecé a correr por los tejados de las casas, quería llegar lo más rápido posible. Al llegar, me adentre al edificio, empezando a caminar por los pasillos, impacientados, queriendo llegar y saber lo que ocurría.

por **Évani Rivoire** Dom Feb 03, 2013 3:19 pm

Tiempo de sobra era lo que tenía ahora, y gracias a mi mentor, no era necesario que retomara mi trabajo anterior -principalmente porque mi alimento no era del que comprabas en el mercado-; aún así me gustaba pasar algunos momentos elaborando aquellas artesanías mientras dejaba que mis reflexiones me llevaran a tiempos pasados, algunos buenos, otros malos; viejas amistades a las que no volví a ver, otras que a pesar de todo seguían cerca y mostrando su apoyo como si el tiempo no hubiera transcurrido en absoluto. Claro que yo ya no era la misma, había dejado la ingenuidad atrás hacía mucho, y no de manera sencilla; ya no era la chiquilla asustada por la muerte de sus padres de forma 'accidental', ya no dependía de nadie para poder desenvolverme y sobrevivir de la mejor manera, casi había superado la pérdida de la gente que quería, y también la pérdida de mi humanidad. La idea de no ser más una persona normal, común y corriente como los demás, aún me era dificil de asimilar, pero cuando sentía el aroma embriagante de la sangre humana, no necesitaba una prueba más palpable de que yo no era más la de antes.

Con un suspiro noté que las piezas en que trabajaba necesitaban de un implemento que ahora mismo no tenía. Y como lo veía tenia dos opciones, podía ser paciente y esperar la ocasión en que fuera necesario el aventurarme por las calles parisinas, o podía ir ahora y traer lo que necesitaba. Definitivamente me gustaba más la segunda opción, el problema es que llevaba días sin alimentarme y eso me ponía muy ansiosa, por lo tanto no era seguro tener a humanos cerca. Tenía ese miedo a lanzarme sobre uno de ellos sin poder controlar mis instintos, y ser presa de los cazadores. Máximus me había advertido sobre ellos y aunque no conocía a ninguno hasta ahora, la manera en que los describió hizo que les tuviera respeto.

Uhmm...pero tenía otra opción. Bien podía evitar a los humanos con mayor facilidad, si evitaba las rutas convencionales para desplazarme. Con una sonrisa en los labios y decidida a salir, tomé una capa oscura para cubrirme -no que sintiera frio, pero ayudaba a mantenerse fuera de la vista-y salí de la casa en que vivía ahora. Sin perder un momento más subí a la azotea y con una facilidad que me asombraba a mi misma, empecé a recorrer el trayecto que me llevaría hasta la tienda en que encontraría lo que necesitaba. Aún estaba a unas calles cuando levanté la mirada, la ciudad se extendía bajo mis pies, tan hermosa y tan llena de secretos. Me detuve un momento a contenplar esa escena cuando sentí que alguien se acercaba. Miré con cautela en esa dirección, por el olor podía adivinar que era un vampiro, aún antes de verle-¿Quién está allí?-Pregunté preparándome para defenderme de ser el caso.

por **Seymor Tavington** Vie Feb 22, 2013 5:31 pm

Pero algo me detuvo, alguien me llamo, así que di vueltas volviendo a ir hacia la salida, donde Salí, ahí, enfrente mío se encontraba una humana llena de sangre, pase saliva-¿Qué ha pasado?-Pregunte, observando cómo se abalanzaba a mí y me abrazaba, tenía miedo, podía sentirlo, mis brazos estaban a cada costado de mi, la conocía, era una amiga, casi mi hermana, tarde dos segundos en correspóndele el abrazo-Que te ha pasado-Volví a preguntar y mirándola de reojo, me dijo que la había atacado unos hombres, que la violaron, sabía que esto iba a suceder si ella estuviera en la calle-Te dije, pero no me hiciste caso-Confesé, si, se lo había dicho muchas veces, que si ella seguía saliendo de su casa iba a terminar violada o hasta muerta, afortunadamente no llego al extremo, pero ser violada por alguien de seguro iba hacer un infierno para ella, un recuerdo, la estreche ms en mis brazos. De repente olí un aroma a muerto, suspire-Llévatela adentro-Susurre, y fue hacia aquel olor, poco apoco se acerco, pero sin decir nada.

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