Un poco de compañia y una taza de café. {Alberich Farnesi}

por **Bonnie Donovan** Miér Feb 06, 2013 5:06 pm

Son no menos que las once de la noche en la ciudad, y aqui me encuentro yo, con la única compañía de una taza de café en mano, saciando la soledad experimentada en la última semana... ¿Porqué tuvo que marcharse tío Alaric? Sin dejar ninguna señal, una carta, algo... Desapareció del día a la mañana. He de aceptar que es un hombre joven, con toda una vida por delante, y no debia de ser agradable para él pasar la mayor parte de su juventud cuidando a la hija de su difunto hermano. En ese caso podía comprenderlo, quizás yo hubiera hecho igual... Pero tampoco era razón para irse sin avisar, incluso he de decir que la preocupación se mantiene en mi interior desde el primer día en que ví que no estaba en casa.

Doy tres largos sorbos seguidos a mi café, que se encuentra ya frío a pesar de que la temperatura aquí y en estas fechas no es precisamente fría. Llevo sentada en la mesa de la esquina, la que se encuentra junto a un amplio y bonito ventanal, desde hace no menos que una hora y media. Sumida en mis humildes pensamientos, sin prestar atención a lo que me rodea.

Debería de haber traido conmigo la novela que recientemente he empezado a leer. Se uniría a la triste compañía de mi café, y me proporcionaría algo más de diversión. Esta soy yo... la chica reservada que no se relaciona desde que experimentó la muerte de sus padres... Y ahora con todo esto de las premoniciones que estoy empezando a tener, me da más respeto aún hablar con los demás... No soportaría ver la muerte de una persona o algo trágico que no pudiese evitar. La magia a veces no era algo de lo que se pudiera presumir, y mucho menos en estos tiempos.

por **Alberich Farnesi** Dom Mar 03, 2013 12:46 pm

Había llegado de madrugada a mi casa; un suspiro salió de mis labios y me recosté en el sofá, no pude ni llegar a mi cama, mi sirvienta comenzó a quitarme las botas, mirándola de reojo, sonriendo, siempre tan eficaz era ella, por esa razón me agradaba, pero no era de esos patrones que se meten con sus sirvientas, las dejan embarazadas y las botan en la calle, como si fuera un trapo sucio que ya no necesitan; porque cuando pasa eso las echan para que sus esposas –Los patrones que estaban casados y eran unos mujeriegos sin pudor- Pero yo no soy así, no estoy casado, pero tampoco me meteré con alguien de mi casa, no, no y no. Aunque mis compañeros de cacería si lo hacen y eso que ya están casados, no se si me lograre casar algún día pero por eso hay burdeles para ir, solo una noche y nada pasara.

Y así es como Morfeo me llevo a sus brazos para quedarme completamente dormido, ni la hora supe, estaba tan cansando que lo único que mi mente pensaba y mi cuerpo quería descansar, mis ojos cerrarse y así es como paso, Morfeo me había llevado con el, esperando que por horas no me soltara. Tres, cuatro, cinco horas había dormido, Morfeo me soltó, me dejo irme de su lado. Abrí mis parpados, la casa estaba oscuras, ninguna vela estaba encendida; de mis labios salió un suspiro lleno de furia, porque no ya no podía dormirme más ¿Qué horas? No se y la verdad no me interesa, cerré nuevamente mis ojos y puse mi mano diestra sobre mi rostro y quería ver si podría dormir un poco más.

Una hora después, no, no pude dormir, me movía mucho sobre el sofá, tres veces me había caído, así que me rendí; suspire y me levanté, una pereza tremenda, porque no tenía ganas de hacer nada. Entre a mi cuarto, me quite la ropa, dándome un rápido baño, después a los veinte minutos Salí de la casa arreglando, si no podía estar agusto en mi propia casa saldría un rato, llegue al centro de parís después me detuve, mire lugares donde podía descansar, era medio día, así que había gente; llegue a una cafetería y me detuve, la mire, estaba enfrente de la puerta para ver si entro o me voy a otro lugar.

Un poco de compañia y una taza de café. {Alberich Farnesi}

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