AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
Espacios libres: 11/40
Afiliaciones élite: ABIERTAS
Última limpieza: 1/04/24
En Victorian Vampires valoramos la creatividad, es por eso que pedimos respeto por el trabajo ajeno. Todas las imágenes, códigos y textos que pueden apreciarse en el foro han sido exclusivamente editados y creados para utilizarse únicamente en el mismo. Si se llegase a sorprender a una persona, foro, o sitio web, haciendo uso del contenido total o parcial, y sobre todo, sin el permiso de la administración de este foro, nos veremos obligados a reportarlo a las autoridades correspondientes, entre ellas Foro Activo, para que tome cartas en el asunto e impedir el robo de ideas originales, ya que creemos que es una falta de respeto el hacer uso de material ajeno sin haber tenido una previa autorización para ello. Por favor, no plagies, no robes diseños o códigos originales, respeta a los demás.
Así mismo, también exigimos respeto por las creaciones de todos nuestros usuarios, ya sean gráficos, códigos o textos. No robes ideas que les pertenecen a otros, se original. En este foro castigamos el plagio con el baneo definitivo.
Todas las imágenes utilizadas pertenecen a sus respectivos autores y han sido utilizadas y editadas sin fines de lucro. Agradecimientos especiales a: rainris, sambriggs, laesmeralda, viona, evenderthlies, eveferther, sweedies, silent order, lady morgana, iberian Black arts, dezzan, black dante, valentinakallias, admiralj, joelht74, dg2001, saraqrel, gin7ginb, anettfrozen, zemotion, lithiumpicnic, iscarlet, hellwoman, wagner, mjranum-stock, liam-stock, stardust Paramount Pictures, y muy especialmente a Source Code por sus códigos facilitados.
Victorian Vampires by Nigel Quartermane is licensed under a
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en https://victorianvampires.foroes.org
Últimos temas
Mal momento para un encuentro || Privado
2 participantes
Página 1 de 1.
Mal momento para un encuentro || Privado
Muchos encontraban seguridad al salir a las calles oscuras de Paris… muchas de esas personas no se trataban de simples civiles que salían a disfrutar de la ciudad del amor. Muchos de ellos salían a saciar su sed de sangre, buscando y tomando victimas incautas que por mala suerte se topaban con estos seres en el lugar y hora equivocada, como siempre era de esperarse sus fotografías salían en la portada de los periódicos locales dando la cruel noticia de una muerte más con el típico encabezado: Una víctima más.
Últimamente cada vez más noticias eran las que llenaban las calles de Paris, existían muchos rumores acerca de vampiros merodeando entre las sombras al caer la noche en la ciudad. Estos hechos tan lamentables y crueles habían obligado a que la policía de Paris estuviera cada vez más atenta y también que saliera en las noches a acompañar a estos monstruos, pero para darles caza y acabar con este ser lo más pronto posible.
Ya habían pasado dos días desde que apareció la primera víctima y hasta ahora llevaban 3 hombres y dos mujeres desaparecidos. Esto alerto a la policía y puso manos a la obra. Steve siendo un cazador fue de los primeros en ofrecerse voluntario a intentar acabar con este parasito de la sociedad que se alimentaba de pobres víctimas inocentes… padres, madres, hijos. Tantas lagrimas se han derramado por estas personas, sus familiares exigían justicia, que se buscara al responsable de esto y que se le enjuiciara… Steve les daba algo más… les daba venganza.
Esos dos días transcurridos habían sido realmente duros. Steve siendo detective no paraba de trabajar y de buscar pistas que lo llevaran hasta el posible vampiro, pero nunca daba con este… solo encontraba los rastros de su alimento… sangre derramada por las paredes y un cuerpo en medio de un callejón, era lo único que tenia.
Apenas eran las 7:00 p.m. y su ronda nocturna apenas estaba por comenzar… la noche parecería que sería acompañada por una ligera llovizna. Steve al salir del cuartel de la policía levanto al oscurecido cielo, una gota de lluvia cayó en la orilla de su sombrero y se deslizo hasta tocar su frente, se estremecía ante aquella delicada caricia helada. – Bien… nos dividiremos como todas las noches, yo iré a buscar a los callejones cercanos. Ya saben… si hay noticias me notifican, no pretendan hacerse los héroes. – Le dio las últimas órdenes a su pequeño grupo de policías que estaban bajo su mando. Hecho esto se encamino a los callejones… a cada paso la lluvia aumentaba y eso que solo esto apenas comenzaba.
Últimamente cada vez más noticias eran las que llenaban las calles de Paris, existían muchos rumores acerca de vampiros merodeando entre las sombras al caer la noche en la ciudad. Estos hechos tan lamentables y crueles habían obligado a que la policía de Paris estuviera cada vez más atenta y también que saliera en las noches a acompañar a estos monstruos, pero para darles caza y acabar con este ser lo más pronto posible.
Ya habían pasado dos días desde que apareció la primera víctima y hasta ahora llevaban 3 hombres y dos mujeres desaparecidos. Esto alerto a la policía y puso manos a la obra. Steve siendo un cazador fue de los primeros en ofrecerse voluntario a intentar acabar con este parasito de la sociedad que se alimentaba de pobres víctimas inocentes… padres, madres, hijos. Tantas lagrimas se han derramado por estas personas, sus familiares exigían justicia, que se buscara al responsable de esto y que se le enjuiciara… Steve les daba algo más… les daba venganza.
Esos dos días transcurridos habían sido realmente duros. Steve siendo detective no paraba de trabajar y de buscar pistas que lo llevaran hasta el posible vampiro, pero nunca daba con este… solo encontraba los rastros de su alimento… sangre derramada por las paredes y un cuerpo en medio de un callejón, era lo único que tenia.
Apenas eran las 7:00 p.m. y su ronda nocturna apenas estaba por comenzar… la noche parecería que sería acompañada por una ligera llovizna. Steve al salir del cuartel de la policía levanto al oscurecido cielo, una gota de lluvia cayó en la orilla de su sombrero y se deslizo hasta tocar su frente, se estremecía ante aquella delicada caricia helada. – Bien… nos dividiremos como todas las noches, yo iré a buscar a los callejones cercanos. Ya saben… si hay noticias me notifican, no pretendan hacerse los héroes. – Le dio las últimas órdenes a su pequeño grupo de policías que estaban bajo su mando. Hecho esto se encamino a los callejones… a cada paso la lluvia aumentaba y eso que solo esto apenas comenzaba.
Steve Marston- Cazador Clase Media
- Mensajes : 14
Fecha de inscripción : 06/01/2013
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Mal momento para un encuentro || Privado
Las cosas iban mejorando o al menos un poco en la vida de Damaris, ya era mucha ventaja que no tuviera que estar soportando críticas A su trabajo porque era mujer o porque no tenía la mentalidad de su padre para los negocios, hacía lo que ella quería como lo quería y cuando quería, eso le mantenía los nervios tranquilos.
Ese día había salido a caminar, quería de nuevo meterse en sus pensamientos, parecía que le gustaba torturarse sola, había caminado unas cuantas cuadras, no sabía realmente cual era su destino, tampoco le importaba si la noche le alcanzaba entonces se quedaría en algún hostal en el que le permitieran pasar la noche, ya después se preocuparía por como volver a su realidad.
Las calles parecían vacías pero se sentía un alboroto que no se explicaba en la mente de la castaña, suponía que era mejor evitarlos así como ellos la evitaban a ella, la ignorancia y la falta de interés por los demás era algo que había vivido fuera donde fuera, podíamos decir que ya se había acostumbrado a que nadie le hiciera caso.
Había decidido que no haría caso a los comentarios que escuchara, ya le había tocado soportar a un insolente por querer ser amable, así que esta vez seguiría su camino.
Dio una vuelta equivocada o correcta, pero las luces de las farolas habían disminuido, eso la hizo meter las manos en su abrigo mientras apresuraba el paso, no le gustaba no ver demasiado. Un ruido a su espalda la hizo detenerse un poco, había sido un golpe seco como si algo cayera para después volver a sumirse en un absoluto silencio "No es nada" pensó volviendo a caminar pero aquél callejón parecía que no tenía fin, era como si quisiera salir pero en vez de hacerlo se metiera más en ese agujero.
Optó por correr cuando de nuevo el sonido de pasos le perseguían, ya no sabía si era verdad o sus alucinaciones.
Ese día había salido a caminar, quería de nuevo meterse en sus pensamientos, parecía que le gustaba torturarse sola, había caminado unas cuantas cuadras, no sabía realmente cual era su destino, tampoco le importaba si la noche le alcanzaba entonces se quedaría en algún hostal en el que le permitieran pasar la noche, ya después se preocuparía por como volver a su realidad.
Las calles parecían vacías pero se sentía un alboroto que no se explicaba en la mente de la castaña, suponía que era mejor evitarlos así como ellos la evitaban a ella, la ignorancia y la falta de interés por los demás era algo que había vivido fuera donde fuera, podíamos decir que ya se había acostumbrado a que nadie le hiciera caso.
Había decidido que no haría caso a los comentarios que escuchara, ya le había tocado soportar a un insolente por querer ser amable, así que esta vez seguiría su camino.
Dio una vuelta equivocada o correcta, pero las luces de las farolas habían disminuido, eso la hizo meter las manos en su abrigo mientras apresuraba el paso, no le gustaba no ver demasiado. Un ruido a su espalda la hizo detenerse un poco, había sido un golpe seco como si algo cayera para después volver a sumirse en un absoluto silencio "No es nada" pensó volviendo a caminar pero aquél callejón parecía que no tenía fin, era como si quisiera salir pero en vez de hacerlo se metiera más en ese agujero.
Optó por correr cuando de nuevo el sonido de pasos le perseguían, ya no sabía si era verdad o sus alucinaciones.
Damaris Bremont- Humano Clase Alta
- Mensajes : 30
Fecha de inscripción : 05/01/2013
Re: Mal momento para un encuentro || Privado
A medida que avanzaba por el solitario callejón (o así al menos el lo creía) la noche se hacía más presente, ya el sol se había ocultado por completo, dejando a su paso solo las penumbras de la noche. La luz de la luna no era lo sufijamente fuerte para iluminar el camino del cazador. Unos cuantos rayos de luz se filtraban por las tejas de los tejados de los edificios. Su única luz fuerte se trataba de una pequeña lámpara de mano que funcionaba con un combustible, al menos se sentía seguro con esta péquela luz de compañía.
El clima era frío… le calaba hasta los huesos y la pequeña llovizna no mejoraba para nada la situación. Pero a pesar de todas las contingencias que se estaban presentando ese día no pararía su búsqueda con el este ser que estaba aterrorizando las calles de Paris. Este sujeto ya se estaba convirtiendo en una leyenda urbana, pero no dejaría que siguiera sembrando el terror entre los inocentes. Sentía una paz y tranquilidad que lo perturbaba a la hora de recorrer los vacios callejones de la ciudad… una paz que lo perturbaba porque sabía que algún momento esta sería rota por el sonido de un grito agudo de alguna victima que sería atacada por este monstruo… ese tipo de cosas esperaba y estaba preparado por si esta noche se topaba frente a frente con ese ser infernal.
El único sonido que se escuchaba era el eco de sus pisadas a la hora de pisar algún pequeño charco, se acostumbro a ese casi silencio total… por un momento disfruto de esa total calma y presentía que esta noche como las demás. Todas esas ideas fueron borradas y cambiadas al escuchar unos pasos repetitivos y rápidos, esto le indico que había prisa… ¿Cuál sería la razón? Se cuestiono y decidió investigar para por lo menos asegurarse de que las cosas siguieran con esa marcha tranquila.
Se guio por el sonido de las pisadas… cada cierto tiempo se detenía para escuchar mejor el eco de las pisadas contra las piedras que había en el suelo. El eco dificultaba la percepción de los sonidos así que se guio como pudo por el laberinto de callejones. Apresuraba su marcha al escuchar que también la otra persona lo estaba haciendo. Fue llevando su mano diestra hasta la funda de su revolver, corrió el seguro y tomo la empuñadura del revolver pero sin desenfundar el arma, primero se aseguraría de que todo estuviera tranquilo antes de sacar el arma y terminar metiendo la pata.
El sonido se hacía cada vez más cercano, ya no tardaría mucho en encontrarse con el origen de los pasos. Parecía que todo se conectaría en una esquina de la calle, así que fue corriendo hasta esa esquina y justo al dar vuelta choco contra alguien que venía a paso apresurado, solo tuvo unos cuantos segundos para ver de quien se trataba… las facciones le fueron conocidas pero no tuvo demasiado tiempo para ver de quien se trataba ya que alcanzo ver a alguien merodeando entre las sombras de la calle… en ese momento desenfundo su arma, soltó la pequeña lámpara y como acto de reflejo abrazo a la mujer como para protegerla de lo que fuera que estuviera detrás de ella. La figura desapareció entre las sombras… parecía que se fue. Esto no le calmo… soltó a la mujer y guardo el arma en su funda mientras se separaba de ella para ver mejor su rostro. – ¿Señorita Bremont? – Se percato del porque aquella mujer le era tan conocida… pudo haberla visto un par de ocasiones e incluso hablar con ella… desde el primer momento le aprecio atractiva y llamo su atención. – ¿Qué está haciendo aquí sola? – Su tono de voz paso a ser algo fuerte por la preocupación de que le sucediera algo – Será mejor que la acompañe a casa antes de que ocurra algo malo. – Se guardo lo que había visto entre las sombras… ella no debía saber con lo que se había topado y menos condenarla a saber su pequeño “secreto”. Se quedo frente a ella esperando su respuesta.
El clima era frío… le calaba hasta los huesos y la pequeña llovizna no mejoraba para nada la situación. Pero a pesar de todas las contingencias que se estaban presentando ese día no pararía su búsqueda con el este ser que estaba aterrorizando las calles de Paris. Este sujeto ya se estaba convirtiendo en una leyenda urbana, pero no dejaría que siguiera sembrando el terror entre los inocentes. Sentía una paz y tranquilidad que lo perturbaba a la hora de recorrer los vacios callejones de la ciudad… una paz que lo perturbaba porque sabía que algún momento esta sería rota por el sonido de un grito agudo de alguna victima que sería atacada por este monstruo… ese tipo de cosas esperaba y estaba preparado por si esta noche se topaba frente a frente con ese ser infernal.
El único sonido que se escuchaba era el eco de sus pisadas a la hora de pisar algún pequeño charco, se acostumbro a ese casi silencio total… por un momento disfruto de esa total calma y presentía que esta noche como las demás. Todas esas ideas fueron borradas y cambiadas al escuchar unos pasos repetitivos y rápidos, esto le indico que había prisa… ¿Cuál sería la razón? Se cuestiono y decidió investigar para por lo menos asegurarse de que las cosas siguieran con esa marcha tranquila.
Se guio por el sonido de las pisadas… cada cierto tiempo se detenía para escuchar mejor el eco de las pisadas contra las piedras que había en el suelo. El eco dificultaba la percepción de los sonidos así que se guio como pudo por el laberinto de callejones. Apresuraba su marcha al escuchar que también la otra persona lo estaba haciendo. Fue llevando su mano diestra hasta la funda de su revolver, corrió el seguro y tomo la empuñadura del revolver pero sin desenfundar el arma, primero se aseguraría de que todo estuviera tranquilo antes de sacar el arma y terminar metiendo la pata.
El sonido se hacía cada vez más cercano, ya no tardaría mucho en encontrarse con el origen de los pasos. Parecía que todo se conectaría en una esquina de la calle, así que fue corriendo hasta esa esquina y justo al dar vuelta choco contra alguien que venía a paso apresurado, solo tuvo unos cuantos segundos para ver de quien se trataba… las facciones le fueron conocidas pero no tuvo demasiado tiempo para ver de quien se trataba ya que alcanzo ver a alguien merodeando entre las sombras de la calle… en ese momento desenfundo su arma, soltó la pequeña lámpara y como acto de reflejo abrazo a la mujer como para protegerla de lo que fuera que estuviera detrás de ella. La figura desapareció entre las sombras… parecía que se fue. Esto no le calmo… soltó a la mujer y guardo el arma en su funda mientras se separaba de ella para ver mejor su rostro. – ¿Señorita Bremont? – Se percato del porque aquella mujer le era tan conocida… pudo haberla visto un par de ocasiones e incluso hablar con ella… desde el primer momento le aprecio atractiva y llamo su atención. – ¿Qué está haciendo aquí sola? – Su tono de voz paso a ser algo fuerte por la preocupación de que le sucediera algo – Será mejor que la acompañe a casa antes de que ocurra algo malo. – Se guardo lo que había visto entre las sombras… ella no debía saber con lo que se había topado y menos condenarla a saber su pequeño “secreto”. Se quedo frente a ella esperando su respuesta.
Steve Marston- Cazador Clase Media
- Mensajes : 14
Fecha de inscripción : 06/01/2013
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Mal momento para un encuentro || Privado
El agua cayendo por sus cabellos hacía que su visión se nublara un poco pero aún así mantenía un paso firme y acelerado, no sabía porque demonios había ido a parar ahí, pero en ese momento se encontraba perdida, debía hacer algo para escapar pero por más que quería llegar a la farola que se encontraba al final de la calle le resultaba completamente imposible, era como si los cosmos se hubieran asegurado de hacerle pasar un mal día para que ella terminara valorando más la vida, pero ¿Lo haría? Debía hacerlo o un día terminaría muerta.
Justo cuando sus pies y no podían correr más sintió que algo la abrazaba, de haber podido hubiera gritado con todas sus fuerzas pero no, el aliento le hacía falta para poder hablar tan siquiera, no alcanzó a ver los movimientos que hizo aquél que la sostenía y podía decir que era hombre por la fuerza que tenía y su corpulencia, usó los segundos que él parecía estar ocupado en otras cosas para tomar aliento.
Cuando al fin se despegó de ella pudo verlo, ¿Era él? Parecía que sí y mucho más cuando acabó por mencionar su nombre -Monsieur Marston- dijo intentando recuperar su voz tranquila -¿Qué fue lo que pasó?- se permitió voltear a ver detrás de ella pero sin poder observar nada, no había rastro alguno de que algo la siguiera ¿Pensaría que estaba loca igual que todos? Corría ese riesgo, suspiró largamente antes de volverlo a ver -Estaba caminando y de pronto empezó a llover por apresurar el paso me he metido en calles que no debía, pero nada malo... Afortunadamente le encontré o.. Me encontró- dijo sonriendo sinceramente, él le había caído bien desde el momento en el que se lo habían presentado, había sido de los pocos para como era el carácter de Damaris, pero también era de los pocos que no le habían tachado de incompetente sólo por ser mujer.
-No tiene porque molestarse, le aseguro que nada me pasara..- la lluvia comenzó a subir de intensidad y ella rió un poco -Creo que será mejor que vayamos a casa pero sólo para que usted se cambie y no se enferme...- le dijo de manera natural, ella tenía ropa de su padre y de su madre todavía en aquella casa, no era capaz de deshacerse de todos los recuerdos que aún le quedaban -Pero no voy a regresar por ahí... - Miró de un lado a otro hasta que se ubicó -Vaya, no venía mal, necesitaba salir a esta acera...- comentó mientras quitaba el exceso de agua de su cara con el dorso de la mano haciendo para atrás su cabello y que este no le molestara -No está lejos mi casa, a dos cuadras de aquí...- Hizo un ademán con la cabeza hacia la derecha y dio un par de pasos esperando que él le siguiera.
Justo cuando sus pies y no podían correr más sintió que algo la abrazaba, de haber podido hubiera gritado con todas sus fuerzas pero no, el aliento le hacía falta para poder hablar tan siquiera, no alcanzó a ver los movimientos que hizo aquél que la sostenía y podía decir que era hombre por la fuerza que tenía y su corpulencia, usó los segundos que él parecía estar ocupado en otras cosas para tomar aliento.
Cuando al fin se despegó de ella pudo verlo, ¿Era él? Parecía que sí y mucho más cuando acabó por mencionar su nombre -Monsieur Marston- dijo intentando recuperar su voz tranquila -¿Qué fue lo que pasó?- se permitió voltear a ver detrás de ella pero sin poder observar nada, no había rastro alguno de que algo la siguiera ¿Pensaría que estaba loca igual que todos? Corría ese riesgo, suspiró largamente antes de volverlo a ver -Estaba caminando y de pronto empezó a llover por apresurar el paso me he metido en calles que no debía, pero nada malo... Afortunadamente le encontré o.. Me encontró- dijo sonriendo sinceramente, él le había caído bien desde el momento en el que se lo habían presentado, había sido de los pocos para como era el carácter de Damaris, pero también era de los pocos que no le habían tachado de incompetente sólo por ser mujer.
-No tiene porque molestarse, le aseguro que nada me pasara..- la lluvia comenzó a subir de intensidad y ella rió un poco -Creo que será mejor que vayamos a casa pero sólo para que usted se cambie y no se enferme...- le dijo de manera natural, ella tenía ropa de su padre y de su madre todavía en aquella casa, no era capaz de deshacerse de todos los recuerdos que aún le quedaban -Pero no voy a regresar por ahí... - Miró de un lado a otro hasta que se ubicó -Vaya, no venía mal, necesitaba salir a esta acera...- comentó mientras quitaba el exceso de agua de su cara con el dorso de la mano haciendo para atrás su cabello y que este no le molestara -No está lejos mi casa, a dos cuadras de aquí...- Hizo un ademán con la cabeza hacia la derecha y dio un par de pasos esperando que él le siguiera.
Damaris Bremont- Humano Clase Alta
- Mensajes : 30
Fecha de inscripción : 05/01/2013
Re: Mal momento para un encuentro || Privado
El clima no mejoraba, la lluvia azotaba cada vez con más fuerza. Eso era lo que menos importaba en estos momentos donde sentía que estaba siendo acechado por aquella bestia traída del peor de los infiernos. Puede que estuviera equivocado… puede que no y este hubiera escapado ante la presencia del cazador. No podía permitirse estar en duda y mucho menos al estar acompañado de ella. En poco tiempo de conocerla llego a apreciarla por lo fuerte que resultaba ser ante las constantes críticas que tenia por el trabajo que había heredado de su padre. Simplemente se podría decir que admiraba lo perseverante que era la hermosa señorita Bremont. No dejaba que ningún comentario negativo fuera una barrera para conseguir sus éxitos empresariales, simplemente una mujer a la cual admirar bastante, pero estaba en una época donde poco se valoraba los esfuerzos de la mujer… donde solo servía como un cuerpo para satisfacer al hombre y para mantener sus hijos. Steve creció en un lugar alejado de todas aquellas creencias, respetaba a la dama por lo grande que era en esta mucho… y si mucho más grande que él.
Lo que esta mujer significaba para el cazador le hacía sentirse en desventaja… como si ella se tratara de una debilidad. Se podría considerarse así… ya no quería más sangre de inocentes por su culpa. Ya no sería capaz de soportar una muerte más de una persona que podría ser algo importante para el después de estar tantos años cerrado como un libre fuertemente protegido… como si su contenido fuese prohibido. – Nada… puede estar tranquila, creí haber visto algo. – Lo que menos necesitaba ahora era crear algo de miedo y nerviosismo… no ahora. Su voz se podía notar estar agitada y realmente estaba así. No corrió una larga distancia pero en momentos donde la adrenalina se preparaba para ser expulsada dejaba una sensación de agotamiento y más al sentir que ella estaría involucrada en medio de todo. – Sabe que recorrer las calles sola y a estas horas puede ser peligroso… uno nunca sabe con la clase de loco se pueda topar a estas horas corriendo de un lugar a otro con una arma en mano. – Se refería a el mismo. Quería por completo desviar la posible preocupación de la mujer.
El clima no estaba a favor de ambos, la lluvia caía un poco más fuerte sobre ambos. Esta vez tuvo tiempo suficiente para apreciar el delicado rostro de la mujer. Parecía que la luz de la luna conspirara para que sus ojos brillaran como reflejo… simplemente una mujer hermosa en todo sentido de la palabra. – No será ninguna molestia de eso puede estar segura. Solo no quiero que le suceda algo. – Era su deber como un hombre uniformado, pero también lo hacía por el aprecio que le tenía. – No tiene que molestarse tanto… solo la acompañaré hasta allá y me retiraré. No quiero ser una molestia y aparte tengo trabajo que hacer todavía. – Su responsabilidad con su trabajo era lo que menos importaba. No quería que las demás personas tuvieran una mala imagen, manchar su reputación solo por ver como un hombre entraba a su casa a altas horas de la noche. – La acompaño… será mejor irnos de una vez de aquí, no es seguro. La sigo. – Antes de comenzar a caminar hacía la dirección donde ella apunto con su mirada, el detective se quito su gabardina para dárselo a la mujer y cubrirla un poco más de la lluvia.
Lo que esta mujer significaba para el cazador le hacía sentirse en desventaja… como si ella se tratara de una debilidad. Se podría considerarse así… ya no quería más sangre de inocentes por su culpa. Ya no sería capaz de soportar una muerte más de una persona que podría ser algo importante para el después de estar tantos años cerrado como un libre fuertemente protegido… como si su contenido fuese prohibido. – Nada… puede estar tranquila, creí haber visto algo. – Lo que menos necesitaba ahora era crear algo de miedo y nerviosismo… no ahora. Su voz se podía notar estar agitada y realmente estaba así. No corrió una larga distancia pero en momentos donde la adrenalina se preparaba para ser expulsada dejaba una sensación de agotamiento y más al sentir que ella estaría involucrada en medio de todo. – Sabe que recorrer las calles sola y a estas horas puede ser peligroso… uno nunca sabe con la clase de loco se pueda topar a estas horas corriendo de un lugar a otro con una arma en mano. – Se refería a el mismo. Quería por completo desviar la posible preocupación de la mujer.
El clima no estaba a favor de ambos, la lluvia caía un poco más fuerte sobre ambos. Esta vez tuvo tiempo suficiente para apreciar el delicado rostro de la mujer. Parecía que la luz de la luna conspirara para que sus ojos brillaran como reflejo… simplemente una mujer hermosa en todo sentido de la palabra. – No será ninguna molestia de eso puede estar segura. Solo no quiero que le suceda algo. – Era su deber como un hombre uniformado, pero también lo hacía por el aprecio que le tenía. – No tiene que molestarse tanto… solo la acompañaré hasta allá y me retiraré. No quiero ser una molestia y aparte tengo trabajo que hacer todavía. – Su responsabilidad con su trabajo era lo que menos importaba. No quería que las demás personas tuvieran una mala imagen, manchar su reputación solo por ver como un hombre entraba a su casa a altas horas de la noche. – La acompaño… será mejor irnos de una vez de aquí, no es seguro. La sigo. – Antes de comenzar a caminar hacía la dirección donde ella apunto con su mirada, el detective se quito su gabardina para dárselo a la mujer y cubrirla un poco más de la lluvia.
Steve Marston- Cazador Clase Media
- Mensajes : 14
Fecha de inscripción : 06/01/2013
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Mal momento para un encuentro || Privado
Estaba nerviosa no podía negarlo, pero tampoco podía negar que cuando la abrazó sintió una calma y una seguridad que hacía mucho que no presenciaba, quizá sólo era que había tenido demasiado miedo de aquellos ruidos que habían cesado ¿Se los había imaginado? Estaba segura que no y esperaba que él se diera cuenta de que no estaba loca, tal vez los regaños que le daba la hacían sonreír un poco, al menos alguien fingía preocupación por la castaña -Ya sé que es peligroso andar sola por las calles pero no tengo a nadie que me acompañe y el dinero no está como para gastarlo a manos llenas, además traer seguridad no es lo mío, prefiero la sencillez- encogió los hombros, no le gustaba demostrar que tenía el dinero suficiente para pagar lo que a ella le viniera en gana, prefería ahorrar e invertir, sabía que pronto tendría que dejar de trabajar si sus empleados seguían empeñados en no obedecerle por llevar faldas y prefería asegurar su vida -Puedo toparme con un loco o hacerlo con usted y conseguir buena compañía- le sonrió de manera amable mientras contestaba y volvía a pasar la mano por su frente quitando el flequillo haciendo que algunas gotas se quedaran entre sus dedos -Tenía mucho que no sabía de usted señor Marston, debo decir que me alegra ver caras conocidas en este sitio, hace mucho que no veo a nadie que me sea familiar- dijo intentando ocultar un suspiro y un deje de tristeza.
Siguió caminando con la mirada en el piso evitando pisar cualquier charco para no ensuciar más sus zapatillas, además de que iba con los brazos encogidos, pegados al cuerpo para que no se mojara demasiado, aunque creía firmemente que no podía mojarse más de lo que ya estaba así que sólo apresuró el pasó -¿De verdad me va a despreciar una taza de café? Hace mucho que no le veo y me gustaría platicar, le repito que tiene demasiado tiempo que no me topo con alguien conocido- mencionó alzando un poco su voz esperando que esta se escuchara por encima del golpeteo de las gotas de lluvia.
Dobló de nueva cuenta en una esquina mientras veía de reojo al hombre esperando que la siguiera -No es ninguna molestia, de verdad que no, además si necesita seguir trabajando no puede estar con esa ropa, seguro que se enferma y me sentiré mal de que pude haber hecho algo por usted y no lo hice- murmuró mientras llegaba a la puerta de su casa y se secaba la frente y un poco los brazos, zapateando un par de veces en la alfombra también -Aquí está su casa- dijo con una sonrisa y abrió la puerta mientras tiritaba y pasó aventando las llaves a la mesita que se encontraba en el pasillo principal -Iré por unas toallas para que se seque cuando menos, siéntase como en su casa- dijo mientras esperaba que él pasara y ella pudiera ir en busca de la ropa y de las toallas, sin embargo se desvió primero a la cocina poniendo en una tetera un poco de agua a calentar.
Siguió caminando con la mirada en el piso evitando pisar cualquier charco para no ensuciar más sus zapatillas, además de que iba con los brazos encogidos, pegados al cuerpo para que no se mojara demasiado, aunque creía firmemente que no podía mojarse más de lo que ya estaba así que sólo apresuró el pasó -¿De verdad me va a despreciar una taza de café? Hace mucho que no le veo y me gustaría platicar, le repito que tiene demasiado tiempo que no me topo con alguien conocido- mencionó alzando un poco su voz esperando que esta se escuchara por encima del golpeteo de las gotas de lluvia.
Dobló de nueva cuenta en una esquina mientras veía de reojo al hombre esperando que la siguiera -No es ninguna molestia, de verdad que no, además si necesita seguir trabajando no puede estar con esa ropa, seguro que se enferma y me sentiré mal de que pude haber hecho algo por usted y no lo hice- murmuró mientras llegaba a la puerta de su casa y se secaba la frente y un poco los brazos, zapateando un par de veces en la alfombra también -Aquí está su casa- dijo con una sonrisa y abrió la puerta mientras tiritaba y pasó aventando las llaves a la mesita que se encontraba en el pasillo principal -Iré por unas toallas para que se seque cuando menos, siéntase como en su casa- dijo mientras esperaba que él pasara y ella pudiera ir en busca de la ropa y de las toallas, sin embargo se desvió primero a la cocina poniendo en una tetera un poco de agua a calentar.
Damaris Bremont- Humano Clase Alta
- Mensajes : 30
Fecha de inscripción : 05/01/2013
Re: Mal momento para un encuentro || Privado
La mujer despertaba en el joven cazador reacciones que había dejado de tener durante hace años. Se preocupaba por una persona que le importaba a pesar del corto tiempo en que se habían conocido, despertaba en el sentimientos que por un momento fueron enterrados en lo más profundo de su corazón. Todas esas ideas eran muy apresuradas para y lo sabía perfectamente… estaba confundido en lo que realmente sentía si era simple admiración, atracción o algo más… algo que dejo de sentir durante mucho tiempo. Sacude su cabeza… aleja toda idea que lo pudiera atontar en momentos como estos donde tenía que estar muy prevenido aunque parecía que el peligro se fue alejando y eso le dejaba un poco más de calma para solo centrarse en aquella mujer que lo hacía dudar en todo sentido. – En ese sentido aprovecharé ese espacio libre que tiene para ser una compañía… no seré la mejor compañía, pero al menos puedo asegurarle de que llegara bien a su casa. – Fue cortés, aunque esto no era algo muy de él, se veía algo torpe al intentar ser todo un caballero como lo eran los hombres de aquella nación tan refinada, todos extremadamente elegantes y refinados cuando el solo se trataba de un chico venido de un rancho y que quería aparentar ser como uno de ellos. – En parte es mi culpa estar algo desaparecido. Mi trabajo se ha vuelto pesado en las últimas semanas… Ah! Y tampoco tenía alguna excusa para poder toparme con usted sin querer dar una mala impresión. – Ni el mismo sabía lo que decía… quedaba cada vez como un idiota o eso al menos el pensaba.
Se mantuvo a su lado, con un paso tranquilo y mirando cada callejón por el que cruzaban, debía asegurarse de que estaban fuera de peligro y que aquel monstruo no los viera juntos y encontrara ahora un talón de Aquiles para el cazador. Se veía raro incluso podría hacer que la castaña se preguntara porque estaba teniendo esa actitud tan protectora. – De acuerdo. Aceptare su taza de café, también me interesa como se ha encontrado durante este tiempo en que no nos topamos por “casualidad”. – Giro apenas su rostro para toparse con la mirada de la mujer y dedicarle una muy pequeña sonrisa y segundos después regresar la mirada en el camino y a sus alrededores.
La idea de dar una mala impresión le atormentaba ¿Por qué le preocupaba tanto tener una buena impresión para esta mujer? No encontraba respuesta a esa pregunta que se planteaba. Solo sabía que esto salía de manera natural como aquellos tiempos cuando tuvo a una mujer que le esperaba todas las noches. El camino se le hizo corto entre tantos pensamientos y la charla tranquila que hubo por el camino. Atravesaron la cerca que protegía su elegante casa, camino a paso lento y con cuidado para no pisar los charcos que había por las piedras que formaban una especie de camino que atravesaba el jardín y terminaban en la puerta de aquella casa. De igual forma que su anfitriona froto la suela de sus desgastados zapatos en la alfombra, se aseguro que estuvieran completamente limpios para evitar ensuciar su hogar con pisadas de lodo y agua. Simplemente asiente ante las palabras de la hermosa mujer pero no le termina haciendo caso. Miro los sofás, pero no se sentó, venia húmedo de pies a cabeza y no quería arruinar la cara tapicería de estos. Se quito el sombrero y este se le termino por resbalar, teniendo un movimiento torpe trato de volverlo a atrapar pero termino cayendo el sombrero en el sofá… se dio de golpes mentalmente. Se maldijo en sus pensamientos mientras tomaba el sombrero del sofá y miro una pequeña mancha color café, seguramente por el agua que se ensucio al caer a las viejas tejas de las casas y termino teniendo esa coloración. Suspiro y trato de limpiar la mancha rápidamente con su dedo pulgar pero todo termino quedando peor… la mancha se esparció más por el tapiz del sofá… se quedo ahí, tallando y tallando tratando de quitar esa mancha antes de que llegara la mujer. La primera falla que cometía y eso que apenas llegaba.
Se mantuvo a su lado, con un paso tranquilo y mirando cada callejón por el que cruzaban, debía asegurarse de que estaban fuera de peligro y que aquel monstruo no los viera juntos y encontrara ahora un talón de Aquiles para el cazador. Se veía raro incluso podría hacer que la castaña se preguntara porque estaba teniendo esa actitud tan protectora. – De acuerdo. Aceptare su taza de café, también me interesa como se ha encontrado durante este tiempo en que no nos topamos por “casualidad”. – Giro apenas su rostro para toparse con la mirada de la mujer y dedicarle una muy pequeña sonrisa y segundos después regresar la mirada en el camino y a sus alrededores.
La idea de dar una mala impresión le atormentaba ¿Por qué le preocupaba tanto tener una buena impresión para esta mujer? No encontraba respuesta a esa pregunta que se planteaba. Solo sabía que esto salía de manera natural como aquellos tiempos cuando tuvo a una mujer que le esperaba todas las noches. El camino se le hizo corto entre tantos pensamientos y la charla tranquila que hubo por el camino. Atravesaron la cerca que protegía su elegante casa, camino a paso lento y con cuidado para no pisar los charcos que había por las piedras que formaban una especie de camino que atravesaba el jardín y terminaban en la puerta de aquella casa. De igual forma que su anfitriona froto la suela de sus desgastados zapatos en la alfombra, se aseguro que estuvieran completamente limpios para evitar ensuciar su hogar con pisadas de lodo y agua. Simplemente asiente ante las palabras de la hermosa mujer pero no le termina haciendo caso. Miro los sofás, pero no se sentó, venia húmedo de pies a cabeza y no quería arruinar la cara tapicería de estos. Se quito el sombrero y este se le termino por resbalar, teniendo un movimiento torpe trato de volverlo a atrapar pero termino cayendo el sombrero en el sofá… se dio de golpes mentalmente. Se maldijo en sus pensamientos mientras tomaba el sombrero del sofá y miro una pequeña mancha color café, seguramente por el agua que se ensucio al caer a las viejas tejas de las casas y termino teniendo esa coloración. Suspiro y trato de limpiar la mancha rápidamente con su dedo pulgar pero todo termino quedando peor… la mancha se esparció más por el tapiz del sofá… se quedo ahí, tallando y tallando tratando de quitar esa mancha antes de que llegara la mujer. La primera falla que cometía y eso que apenas llegaba.
- off:
- perdón por haber tardado tanto y haber desaparecido >.< descuide bastantes cosas y las tenia que hacer >.< XD eres maña influencia D: xD
Steve Marston- Cazador Clase Media
- Mensajes : 14
Fecha de inscripción : 06/01/2013
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Mal momento para un encuentro || Privado
Parecía que el hombre la tenía hipnotizada, cada palabra que él decía la hacía sonreír de manera infantil y quizá un poco tonta, ella generalmente tenía un rostro serio, bastante rígido, no era de las que sonreía con facilidad, de hecho parecía que no podía, era como si las cuerdas de sus músculos faciales se hubieran tensado de tal manera que habían quedado apretados haciendo que su único movimientos fuera para hablar pero que las sonrisas se esfumaran, en este caso era todo muy diferente, estaba relajada, bastante tranquila, era como si no se conociera así misma, o como si hubiera vuelto hace más de ocho años atrás en donde su familia estaba viva y ella podía sonreír como si fuera lo más natural del mundo, aquella similitud la hizo ver al hombre, no era tan grande como para que tuviera la edad de su padre, quizá un hermano mayor, pero sin duda parecía que a Damaris le parecía más un hombre, simplemente un hombre maduro.
-Una excusa...- rió de forma sincera aunque la verdad quería sonrojarse y no sabía si lo había hecho, quizá el hombre había logrado leer sus pensamientos y ahora era lo que le venía en respuesta sólo para burlarse de ella, aunque la idea estaba completamente descartada -Pues mire estoy cerca del centro, seguro que puede pasar por café si es que le agrada, o simplemente a saludar, le quitaré un peso de encima y diré que puede pasar cuando usted guste, después de todo si me considera una amiga es normal que cuando menos se pase a dejar un saludo cordial y a ver como está el ánimo ¿O no?- la idea de verlo en otra ocasión le había gustado más de lo que ella hubiera podido imaginar o mejor dicho, aceptar así que más valía que se quedara callada ahora o terminaría diciendo cualquier cosa menos algo realmente coherente, así que hizo un voto de silencio con ella misma, era lo más práctico en esos momentos.
Subió las escaleras al segundo piso mientras buscaba algo para poder llevarle, se había topado con un par de toallas blancas y ella se metió al tocador mientras quitaba su vestido mojado y los zapatos, los puso en el cesto de ropa sucia, se soltó el corset y el cabello para dejar que se le colgara por la espalda para que se secara, se pasó la toalla rápidamente por el cuerpo y se dirigió a su habitación de nueva cuenta para tomar algo ligero, se había puesto ropa limpia y seca, sin embargo había dejado la elegancia del vestido con corset para otro momento, simplemente se había puesto una bata que le cubriera completamente y unos zapatos de descanso.
Tomó un par de toallas más y bajó a toda prisa hacia la sala -Aquí...- dijo pero se quedó callada viendo como el hombre estaba inclinado en el sillón -¿Sucede algo?- preguntó pero era demasiado tarde, la tapicería de su sala había quedado manchada y negó con la cabeza -Señor ha encontrado la excusa perfecta para volver a casa... Tener que limpiar mi sofá- dijo con toda la seriedad que pudo y le dejó las toallas en las manos -Si gusta el baño está al final del pasillo en lo que yo preparo el café- dijo con una sonrisa amable mientras le quitaba el sombrero y lo dejaba en un perchero, ella tenía dinero, pero no le molestaba servir a los demás de hecho parecía ser una tarea que le agradaba en demasía.
-Una excusa...- rió de forma sincera aunque la verdad quería sonrojarse y no sabía si lo había hecho, quizá el hombre había logrado leer sus pensamientos y ahora era lo que le venía en respuesta sólo para burlarse de ella, aunque la idea estaba completamente descartada -Pues mire estoy cerca del centro, seguro que puede pasar por café si es que le agrada, o simplemente a saludar, le quitaré un peso de encima y diré que puede pasar cuando usted guste, después de todo si me considera una amiga es normal que cuando menos se pase a dejar un saludo cordial y a ver como está el ánimo ¿O no?- la idea de verlo en otra ocasión le había gustado más de lo que ella hubiera podido imaginar o mejor dicho, aceptar así que más valía que se quedara callada ahora o terminaría diciendo cualquier cosa menos algo realmente coherente, así que hizo un voto de silencio con ella misma, era lo más práctico en esos momentos.
Subió las escaleras al segundo piso mientras buscaba algo para poder llevarle, se había topado con un par de toallas blancas y ella se metió al tocador mientras quitaba su vestido mojado y los zapatos, los puso en el cesto de ropa sucia, se soltó el corset y el cabello para dejar que se le colgara por la espalda para que se secara, se pasó la toalla rápidamente por el cuerpo y se dirigió a su habitación de nueva cuenta para tomar algo ligero, se había puesto ropa limpia y seca, sin embargo había dejado la elegancia del vestido con corset para otro momento, simplemente se había puesto una bata que le cubriera completamente y unos zapatos de descanso.
Tomó un par de toallas más y bajó a toda prisa hacia la sala -Aquí...- dijo pero se quedó callada viendo como el hombre estaba inclinado en el sillón -¿Sucede algo?- preguntó pero era demasiado tarde, la tapicería de su sala había quedado manchada y negó con la cabeza -Señor ha encontrado la excusa perfecta para volver a casa... Tener que limpiar mi sofá- dijo con toda la seriedad que pudo y le dejó las toallas en las manos -Si gusta el baño está al final del pasillo en lo que yo preparo el café- dijo con una sonrisa amable mientras le quitaba el sombrero y lo dejaba en un perchero, ella tenía dinero, pero no le molestaba servir a los demás de hecho parecía ser una tarea que le agradaba en demasía.
Damaris Bremont- Humano Clase Alta
- Mensajes : 30
Fecha de inscripción : 05/01/2013
Temas similares
» Compañero de un momento, interesante momento (privado)+18
» Lo prohibido, en ocasiones es interesante [Privado]
» Un momento para descansar [LIBRE]
» Un momento para compartir (Libre)
» Un momento de paz después del placer {Privado}
» Lo prohibido, en ocasiones es interesante [Privado]
» Un momento para descansar [LIBRE]
» Un momento para compartir (Libre)
» Un momento de paz después del placer {Privado}
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér Sep 18, 2024 9:16 am por Afiliaciones
» REACTIVACIÓN DE PERSONAJES
Mar Jul 30, 2024 4:58 am por Frederick Truffaut
» AVISO #49: SITUACIÓN ACTUAL DE VICTORIAN VAMPIRES
Miér Jul 24, 2024 2:54 pm por Nigel Quartermane
» Ah, mi vieja amiga la autodestrucción [Búsqueda activa]
Jue Jul 18, 2024 4:42 am por León Salazar
» Vampirto ¿estás ahí? // Sokolović Rosenthal (priv)
Miér Jul 10, 2024 1:09 pm por Jagger B. De Boer
» l'enlèvement de perséphone ─ n.
Sáb Jul 06, 2024 11:12 pm por Vivianne Delacour
» orphée et eurydice ― j.
Jue Jul 04, 2024 10:55 pm por Vivianne Delacour
» Le Château des Rêves Noirs [Privado]
Jue Jul 04, 2024 10:42 pm por Willem Fokke
» labyrinth ─ chronologies.
Sáb Jun 22, 2024 10:04 pm por Vivianne Delacour