Los días cambian, pero uno no [Privado]

por **Uxue Eidenche** Dom Feb 10, 2013 9:33 am

Domingo 10 de febrero del 2013

Otro noche más para ser esto ¿Cuántos años llevo siendo lo que soy? Creo que perdí la cuenta después de llegar hasta los cien; miré como toda mi familia había desaparecido solo quedando yo, el ultimo y todavía siento que raro estar en este mundo, en un tiempo que no me pertenece, aunque desde hace mucho tiempo el tiempo ya no me pertenece, solo estoy ocupando lugar, como un maldito usurpador. ¿Pero habrá más que ello? ¿Se habrán extinguido mi raza? No creo, pero no he visto vampiros hace tiempo, por eso me hago esa pregunta, esa sencilla pregunta-Uxue deja de pensar, siempre lo hacer y te comes tu propia cabeza-Voltee, el hombre que estaba enfrente de mi me dijo, hace tiempo que vivía con él; una larga historia para contar en este tiempo, era como mi padre, pero él no sabía mi condición vampírica, y era mejor que no supera, en este tiempo, en este año las cosas son muy diferente; cada cosa fue evolucionaba ahora utilizo un celular móvil, computadoras, mucha tecnología, mire como avanzaba el tiempo para mí, no he vuelto a enamorar desde hace mucho tiempo, la única que ha estado y estará en mi corazón es ella, esa mujer que conocí hace mucho tiempo, han pasado doscientos trece años y no he vuelto a enamorar y tampoco quiero, he estado solo por mucho tiempo y así seguirá por el resto de mi vida; mientras estaba pensando nuevamente, no escuchaba lo que decía Fabrizzio (Era el señor con quien vivo desde hace unos años), me crio como su hijo, aunque soy muy viejo para tener un padre de su edad, pero él no sabe nada y es mejor así como he dicho.

Había pasado una hora desde que salí de la casa de Fabrizzio, nunca he podido decir padre, porque me siento tan viejo para decirlo; mientras caminaba por las calles de parís, es como si mis recuerdos se fueron a los años pasados, ahora las personas se transportaban por carros con motor, ya no necesitaban los caballos o los carruajes, hay mucho más contaminación, más enfermedades por lo mismo, creo que me quedaría en la época antigua, donde era un poco más cómodo, creo que el mal está en este tiempo, ahora las mujeres son tan liberales, que nadie se queja, y los hombres ¿Sumisos? Sin pensarlo me acerque a la parque de parís, donde las personas de noche eran más frecuentes, me senté en una de las bancas que lado de mi estaba un bote de basura, apestaba a rayos, que tuve que alejarme, cruce mis piernas y empecé a mirar a las personas-Que tiempos…-Susurre mirando pasar a las personas.

por **Payne Manie Folie** Miér Feb 20, 2013 12:38 am

Si llegué hasta acá es porque quizás conocía el otro camino y elegí el más difícil. Tal vez sólo dejé que mis pasos nos llevaran hasta lo más lejos que pude conseguir de donde originalmente debo estar. En mi cabeza se siente el golpe de cientos de pequeños pies que patean las paredes que protegen mi cerebro, algunas lo hacen por molestar y otras, la mayoría, sólo intentan llamar mi atención en un gesto desesperado que no surte efecto. Porque estoy sola, ellos ya no me acompañan y aunque siga escuchando sus voces cada vez más agudas es imposible creer que de verdad están ahí. Intentan engañarme, ellos, el resto de la gente, todos intentan hacerme pensar que cada uno está sentado esperando el momento para actuar, como animales depredadores eligiendo el mejor momento para atacar a su presa. Soy, entonces, la presa de todos ellos, el escalón más débil de esa pirámide.

Busco desesperadamente un cigarrillo dentro de mi bolso, el viento no ayuda y me desenreda el cabello. De algún modo llegué al parque y sin notarlo elegí sentarme en la única banca ocupada, de todas las opciones escogí esa y quizás es una señal, un motivo o tal vez sólo servirá para mi propósito más inmediato, — disculpa… disculpa… ¿tienes fuego? — hice girar un par de veces el cigarro entre mis dedos, podía incluso sentir el olor del tabaco seco y eso de algún modo produjo que aumentara mi ansiedad por fumar lo antes posible. Se que en algún lugar del desorden que tengo al interior de mi cartera podré encontrar un encendedor, pero la opción de pedirle uno me parece mas rápida y a la vez más efectiva. De paso, aprovecho para mirarlo de reojo y comenzar a preguntarme dónde lo he visto antes, porque su cara me es familiar y alguien en mi dice que nos hemos encontrado antes.

— Tu nombre… ¿me puedes decir tu nombre? ¿Puedo saber tu nombre? — volutas de humo que se elevan al cielo, cruzo los pies y cuando mis tobillos chocan me lastiman las heridas que me hice antes, sólo me molestan como un recordatorio de que no se han ido. El cigarro me acompaña mientras sigo mirándolo e intentando descubrir si este hombre o real o quizás es otro de los que siempre me acompaña, tal vez es todo un juego que yo misma he producido. ¡Eso es! Conocer su nombre es inútil, puedo incluso adivinar cómo se llama porque seré yo quien lo bautice de algún modo. Cierro mis ojos y mientras el vapor tóxico entra en mis pulmones pienso en todas las posibilidades, aunque claro, secretamente, la que más deseo es que de verdad exista y que me ayude a olvidar por un segundo los motivos que me hicieron caminar tan tarde hasta un lugar al que jamás había ido.

Los días cambian, pero uno no [Privado]

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