Con las manos en la maza (Zirano Xanaddo)

por **Clodette Landman** Vie Mar 01, 2013 4:53 am

Pasaron tres días des del accidente en el Palacio, Coralie estuvo encerrada en su morada sin querer salir. El hecho de ver a sus padres la había trastornado completamente, se sentía perdida en el mundo sin nada a lo que aferrarse para seguir con su vida. Se imagino que aquel hermano que iba a tener serviría para substituirla y para que olvidarla les fuera más fácil a sus padres. Se preguntaba una y otra vez quien era ella y si en aquel mundo habría lugar para una niña que nunca llegaría a crecer. La depresión aumentaba por cada noche que permanecía clausurada a al igual que su sed, hasta que le llego a ser insoportable.

Esperó impaciente en la oscuridad a que el sol se escondiera en el horizonte. Estaba desesperada por beber un poco de sangre, y temía que su poco autocontrol la traicionara y acabara dañando a alguien que no debía, por eso decidió fijarse un objetivo. Recordó los policías que conoció al palacio royal, tenía un asunto pendiente con aquellos dos que si no hubiera sido por aquel policía vampiro lo abría resuelto hacía tiempo. Decidió fijar su objetivo de caza en ellos, aun sabiendo que podría molestar a otro vampiro si lo hacía. La sed le hacía creer que era fuerte y que podía con cualquiera que se le opusiera por el camino.

Ir al cuartel y persuadir algunos de los policías para sacarles información había sido fácil para niña, ahora se encontraba delante de una taberna donde le dijeron que solían ir los que acababan el turno a hacer unas copas. Recordaba bien el olor que identifico rápidamente des de fuera, uno de ellos se encontraba dentro del bar. Inspiro profundamente para impregnarse del olor de su víctima y espero pacientemente quieta como una infraestructura más de la ciudad a que saliera.

Pasó una hora cuando por fin salió de la taberna con una botella en la mano y con otros dos compañeros, ella seguía allí sin apenas pestañear, esperando la ocasión.

Estaban borrachos, ni siquiera sabían andar recto. El alcohol me daba asco y ahora había ensuciado la sangre que tendría que beber. Pero eso no sería un freno para terminar lo que había venido a hacer. Habían salido a hacer pipi en la calle, algo que me pareció realmente asqueroso. Hice una mueca al verlos. Nunca me habría imaginado que los policías eran así de cerdos y mal educados una razón más que me dio para acabar con su vida.

- ¿he te vienes? Vamos a entrar.- Pregunto uno de ellos a mi presa.

- Acabo de mear y os sigo.- Respondió él que parecía que le faltaban manos para aguantar tantas cosas. Cuando los otros entraron me acerque a mi presa lentamente por la espalda. Cuando se giró me encontró de cara y del susto su botella cayó al suelo, me miraba con los ojos bien abiertos y atemorizado, parecía que intentaba decir algo pero no le salían las palabras así que hable yo primero.

- Hola, ya veo que aún te acuerdas de mí, yo tampoco he podido olvidarme de usted. - dije con una voz completamente infantil e inocente.

- ¡Tu.. tu .. estabas muerta! - balbuceo recordando las palabras de su compañero vampiro.

- Y lo estoy señor, igual que lo estará usted.- Me lance a una velocidad no visible para los humanos encima suyo y lo arrastre hacía un callejón donde le inmovilice para morderle. Podía notar como sus fuerzas menguaban a medida que me bebía su sangre y como su corazón latía cada vez con más pesar. No le iba a dejar ni una gota.

Su corazón dejo de latir y mi sed fue saciada por fin. Ahora me sentía mejor a pesar de todo y con más fuerzas. Entonces percibí otro olor conocido, pero no era humano, alguien se estaba acercando muy rápido. Me levanté rápidamente del suelo y aparte el cuerpo de mí lanzándolo a un lado. Y apareció él en el callejón sin salida donde me encontraba. Podía notar en su rostro que aquello que veían sus ojos no le gustaba para nada. Me lo quede mirando atentamente esperando su reacción al ver la escena del crimen y preparada para huir si eso fuera necesario.

por **Zirano Xanaddo** Vie Mar 01, 2013 8:48 am

3 días atrás Caralie, salio corriendo de Palacio, parecía estar en shock, y salio huyendo. Deje que corriera, yo tan solo me subí en un tejado, y comencé a seguirla de lejos. Tras un rato corriendo, la veo entrar en una casa, yo me pongo en el edificio del frente, y afino mi oído. Y escucho sollozos de la pequeña. Permanezco en el tejado del edificio de enfrente durante varias horas. Observándola, si era una niña, pero era vampiresa, y muy impulsiva, tenia que evitar que acabe provocando su propia destrucción. Humana o vampiro, tiene derecho a ser un ángel.

El amanecer se acerca, y me voy a la comisaria. Ala siguiente noche vuelvo, sigo escuchando los sollozos de la niña. Pero, en la fiesta no bebió, hoy tampoco, no se si llevara mas tiempo sin beber, pero pronto la sed la llamara, y yo estaré ahí para ayudarte pequeña. Pienso mirando la ventana de la casa. La noche transcurre tranquila. y vuelvo a la comisaria.

hoy me despierto, y salgo como siempre por la puerta de atrás, y sin perder tiempo vuelvo a casa de coralie. A mitad de camino, un olor conocido viene de cerca. ¡Es Coralie! Comienzo a olfatear. y viene de una calle cercana, comienzo a correr hacia allí, cuando estoy girando la esquina del callejón, veo a Coralie subida a horcajadas de un tipo, pompom, pom pom, pom, pom, pooom. El corazón del hombre se detuvo. Y yo comencé a acercarme a ella andando, ella al verme intento irse por detrás, pero era un callejon sin salida, pase al lado del tipo muerto, era el policía de la otra noche. -Debi haberlo imaginado.- Murmure, mientras con mi mano agachaba la visera de mi sombrero para tapar mi mirada. Me puse frente a ella y aplaudiendo sin hacer ruido. -Bravo pequeña, ya eres una asesina. Sabes lo que les pasa a las asesinas?- Me pongo de cuclillas, para estar a la misma altura que ella. -a ver esas manos.- Le dije con seriedad en mi mirada, mientras pongo una de mis manos en mi espalda.

por **Clodette Landman** Vie Mar 01, 2013 10:32 am

Quedé desconcertada cuando el policía empezó a aplaudir, su voz seguía siendo pausada y calmada a pesar de haber asesinado a un compañero suyo. Recordé como los defendió en el palacio por eso no era aquella la reacción que esperaba. Por un momento me alivió el ver que no se había enfadado al menos no mucho. Aquella noche salí de casa sin arreglarme, iba con un camisón blanco de dormir y el pelo enmarañado, no tenía planeado encontrarme con nadie conocido y me ruborizo que me viera con aquellas pintas.

Me llamó asesina, aunque sabía que lo era no me gusto la forma en que me lo dijo. Como si él no cazara para alimentarse… o es que se alimentaba de sangre embotellada de aquella que estaba tan mala como la que me traía Adele al principio de mi transformación. Me limpie con cierto nerviosismo la sangre de mis labios pasando el dorso de la manga de la camisa por la boca.

- A ver esas manos.- Me dijo a continuación acuclillándose delante de mí, primero no entendí para que las quería ver, así que las abrí y me las quede observando atentamente. Estaban salpicadas de sangre y las limpie nerviosamente fregándolas con mi camisón. Entonces vi como colocaba una de sus manos detrás su espalda y me aparté de él a una distancia prudencial.

- ¿vas a esposarme? ¿Y luego que aras me encerraras a la cárcel?- Primero me asuste, ir a la cárcel había sido una de mis pesadillas des de la niñez, pero entonces lo pensé mejor y la idea me pareció de lo más absurda y no pude evitar reír pícaramente.

- No puedes esposarme, me escaparía en seguida.- Dije con una sonrisa burlesca.

por **Zirano Xanaddo** Sáb Mar 02, 2013 12:15 pm

Se me paso la idea de arrestarla, había cometido un asesinato. Pero seria mejor educarla bien. Cuando le digo que me muestre las manos, veo que se echa para atrás y me dice que no quiere ir a la cárcel, pero luego se ríe y me dice que si lo hiciera se escaparía. Mientras ella hablaba saque un pañuelo de mi bolsillo de atrás, y sin decirle nada, tan solo una sonrisa, comienzo a limpiarle la sangre de la cara. Aunque ella no quiera, le limpiare la cara como si fuera una niña pequeña de verdad.

-Coralie, dame la mano.- Miro al cadáver. -Bueno, lo hecho, hecho está. Acompáñame quiero enseñarte algo. le tiendo la mano poniéndome en pie.

por **Clodette Landman** Dom Mar 03, 2013 1:51 pm

Dudé un poco antes de ofrecerle mi mano, aún me costaba confiar en él pero me intrigaba saber que era aquello que iba a enseñarme. Me gustaban las sorpresas y a pesar de todo aquel policía parecía bueno. Ni siquiera me había regañado, al menos no mucho, tras morder a su compañero.
Finalmente le di mi mano sin estar muy segura de si era lo correcto, pero no encontraba ni un rastro de peligro ni malas intenciones en él.

Levante la cabeza para mirarlo, la verdad es que era bastante alto a mí también me gustaría ser alta y me enrabiaba pensar que nunca crecería. Sin querer fruncí el seño al pensar en aquello. Pero rápidamente mi mente voló hacia otro lugar preguntándose que era aquello que quería enseñarme. Empecé a andar de su mano dando saltitos con una tenue sonrisa en mis labios. Pero entonces recordé que no me había arreglado al salir de casa y me ruborice al instante. Deje de andar plantándome delante del policía.

- Oye… ¿Dónde vamos? ¿Te importa si paso primero por casa?.- Dije haciendo círculitos con el pie.

por **Zirano Xanaddo** Dom Mar 03, 2013 3:18 pm

Ella acepta acompañarme, por lo visto le inspiro buena confianza, me coge la mano y comenzamos a caminar hacia la salida del calle. me pregunta si podemos pasar por su casa, la miro, y va en camisón de dormir y este esta manchado de sangre.

-Tienes razón pequeña, ahora mismo te llevo.- Cojo a Coralie en brazos, cual niña pequeña. Y de un salto subo al tejado del edificio de mi izquierda, comienzo a correr por los tejados, dando grandes saltos. Sigo corriendo, y llego a la avenida principal. Freno en seco y observo la calle, hay bastante gente paseando. Sera mejor pasar por debajo del puente. Sigo corriendo esta vez en perpendicular con la avenida. Saltando la distancia de las estrechas calles con facilidad. Y llego a la altura del puente. bajo a la calle, y me apresuro a pasar por debajo del puente, corriendo, ocultándome en las sombras. Una vez cruzamos el puente, a unos 100 metros esta la casa, recorro la distancia restante y dejo a Coralie en su puerta.

-Bien pequeña, cámbiate. Vístete como quieras.- Le digo serio. La luna estaba en el centro del cielo y iluminaba toda la zona.

por **Clodette Landman** Miér Mar 06, 2013 7:32 am

Iba a protestar cuando el policía me levanto en brazos, pero me agradaba la sensación de que me llevara, hacía tiempo que nadie lo hacía así que no dije nada. Tan solo le rodee su cuello con mis brazos e hundí la cara en su cuello. Me gustaba su olor, era agradable, no era dulce como el de los humanos, sus ropas olían a polvo y pólvora. Me imagine que era una princesa y que el príncipe me llevaba hasta mi castillo.

Al fin llegamos a la calle que daba a casa. Cruce los dedos para que Adèle no estuviera porque sino empezaría a hacerme preguntas una detrás de la otra.

Subí rápidamente las escaleras y cuando estuve a punto de abrir la puerta Adele lo hizo por mí. Iba vestida para salir, con sus botas y sus pantalones, una combinación muy poco favorable para una dama. Llevaba en una mano una red y en la otra una jaula, a pesar de que debería ser yo quien le hiciera preguntas fue al revés.

- ¿De donde vienes así vestida?-

- Voy a cambiarme de ropa.- Dije mal humorada escabulléndome por debajo su brazo, ella me siguió.

- ¿Y dónde vas ahora?.- Seguía con su interrogatorio.

- Con un amigo… ¿y tú?.- Le pregunte levantado una ceja observándola de arriba abajo.

- A cazar ranas para hacer una… ¿oye que amigo?.-

- Un vaaampirooo.- Dije alargando las vocales mientras rebuscaba en mi armario algo que ponerme. Adele me observaba apoyada en el umbral de la puerta con los brazos cruzados. Saque un vestido blanco con florecillas en los tirantes, largo hasta las rodillas, era uno de mis favoritos. Luego me puse delante mi espejo y a una velocidad no visible para Adèle me peine y me pinte los labios rojos.

- Que presumida eres.- Dijo con una sonrisa.

- Y tú que poco presumida eres.- Le respondí sacándole la lengua. Se acerco a mí y puso la mano encima mis hombros.

- ¿Ya estas mejor? Te veo contenta.

- Sí.- Le conteste, podía notar en sus ojos el alivio de ver que hoy estaba más animada.

- Bien pues si no quieres venir conmigo a buscar ranas tú te lo pierdes, ya iré yo sola.- Bromeo mientras se dirigía hacia la salida. Le acompañe hasta la calle y allí le di un beso rápido en la mejilla.

- No encontraras tu príncipe azul entre las ranas Adèle.- Bromee mientras me alejaba de ella. Ella me puso una cara muy fea, aquella que me hacía reír tanto. Pude ver como levantaba la cabeza a ver si encontraba a mi acompañante. Luego lo dejo estar e siguió con su camino.

Llegue hasta donde me esperaba el policía con mi característica forma de andar cuando estaba contenta; dando saltitos. Hasta ahora no se me había ocurrido que no le había dado ninguna dirección sobre donde vivía y sin embargo aquel policía encontró el lugar.

- ¿Oye como sabes que vivo aquí?- Pregunte arrugando la frente y poniendo los brazos en jarras. - ¿Y cómo se llama? Aún no me ha dicho su nombre.-

por **Zirano Xanaddo** Jue Mar 07, 2013 9:51 am

Vi llegar a ala niña, vestida con vestido blanco largo hasta las rodillas, conjuntaba con el pálido tono de su piel, tenia el pelo peinado de forma muy coqueta, y sus labios rojos carmín. No se por que, pero me resultaron realmente sensuales. Inmediatamente quite esa idea de mi cabeza. Vino dando saltitos alegremente. Yo le sonrió, pero por dentro pienso, espero que no la impresione demasiado. Y sin agacharme.

-Se que vives aquí, por que te seguí la noche del Palacio. Justo para evitar lo que hiciste. Mi nombre es Zirano Xanaddo, encantado de conocerla Corali.- Le digo besando-le una mano cortesmente. -Vamos, no es muy lejos.- Le digo tendiendo mi mano para que me la coja, mientras empiezo a caminar. Caminamos por unos callejones, un gato sale de las sombras y cruza la calle,rozando las piernas de Coralie.

No se como reaccionara la pequeña, pero tengo que mostrarle el resultado de sus actos.

Llegamos a una calle de hogares de clase media, muchas familias jóvenes viven en la zona, comienzo a caminar por el callejon trasero de las casas, viendo varias familias, y muchos niños y niñas de entre 2 y 15 años. Y entonces paro en un patio. -Mira.-
Le digo a la niña, mostrando una familia compuesta por una niña de 6 añicos aproximadamente, de pelo negro, y con un pijama con un osito. La madre una bella joven de unos 23 años, de pelo cobrizo y un bebe de apenas 4 meses. Los tres están sentados en la mesa del comedor, la madre esta dando de mamar al bebe, mirándolo sonriente como madre orgullosa. Y la pequeña dice. -Mama, por que tarda tanto papa?-

-Papa es policía, hay veces que trabaja hasta tarde, pero pronto volverá a casa.- Responde la madre, sonriente, mirando ala pequeña.

-Entiendes por que te eh traído aquí?- Le digo, hablando seriamente, como si estuviese hablando con un adulto.

por **Clodette Landman** Jue Mar 07, 2013 10:44 am

Mire a Zirano arrugando la frente, no entendía porque me había traído hacía aquel lugar tan aburrido. Me esperaba otra cosa, no quería estar allí y dudaba que hubiera algo interesante por hacer en aquel barrio. Paramos a una de las casas donde viva una familia con una niña más pequeña que yo, estaban sentados en la mesa del comedor y la mamá le daba al pecho a un bebe. Volví a dirigir mi mirada a Zirano sin entender nada, entonces la niña le pregunto a su mamá cuando volvería su papá, volví a dirigir la atención hacía ellos.

- ¿Entiendes por qué te he traído aquí?-

Trague saliva, su papá no iba a volver por qué me lo había comido, había matado el padre de una niña. Me pondría muy triste si esto le ocurriera a mí papá, incluso ahora a pesar de todo. Normalmente solía escoger a mis victimas, solo mordía aquellas a las que en algún momento note malas intenciones hacía mí o simplemente me molestaban o no me caían bien. Nunca pensaba en que podría dañar a terceras personas, ni en sus familias. Aquel policía que había matado quería hacerme daño y él no lo entendía, no entendía que debía alimentarme, no entendía nada… Lo que primero fue un sentimiento de culpa y pena lo transformé en un sentimiento de rabia y odio hacía Zirano, aquel castigo sin duda era mucho peor que ir a la cárcel. Solo intento abrirme los ojos y yo reaccione de la peor manera. Y es que a veces ignorar la verdad te hacía las cosas más fáciles.

- ¿POR QUE ME HACES ESTO?- Le golpee el pecho con los puños todo lo fuerte que mi cuerpo me permitía.- ¡ERES UN MALDITO IMBECIL!- Las lagrimas aparecieron otra vez en mi pálido rostro manchando mi vestido y todo lo que tocaban. Me gire e empezó a andar dando largas zancadas y con los puño cerrados para alejarme de aquella casa.

por **Zirano Xanaddo** Sáb Mar 09, 2013 6:41 am

Coralie, tras obsrvar la familia, memira a los ojos, primero con sonfusion en su mirada, pasando a una rabia intensa. Se pone delante de mi preguntandome porque hago eso, mientras golpea mi pecho con sus pequeños puños, y empezando a llorar, diciendome imbecil. Y comienza a alejarse del lugar, con los puños cerrados, enfadada.

La sigo a paso lento, ientras pienso que tal vez me haya pasado un poco con la pequeña, pero la haria ser buena, aunque sea lo ultimo que haga, llevare este pequeño angel al lado justo. -Ahora te mostrare la forma correcta de hacer las cosas.- Le digo pasando por su lado y cogiendola de la mano sin mirarla, y estando serio. Giro a la derecha por un callejon, es apenas un caminito entre dos casas, llegamos a una pequeña calle, poco iluminada. A la derecha a un kilometro mas omenos, se puede escuchar el murmullo de un rio, es el Sena.

Giro a la derecha, encaminandome hacia el rio. -Busquemos por esta zona.- Y comienzo a observar a todos los del lugar. Hay tres vagabundos, sentados enuna esquina, con un hoguera en medio, una chica joven, de apariencia gitana, anda alegre por alli, un tipo con gafas oscuras apoyado en una farola observando todo el que pasa por alli, un hombre de avanzada edad, gira por un callejon, unos segundos mas tarde, la gitana le sigue. -Tu diras ahora tu eres la policia.- Le digo sonriente.

por **Clodette Landman** Dom Mar 10, 2013 2:51 pm

- No quiero ir a ninguna parte contigo.- Dije intentándome soltar de su mano, pero él me llevaba prácticamente a rastras, era más fuerte que yo debido a su edad. Sin duda alguna, Zirano de haber sido humano ya habría acabado con él. Me sentía impotente y furiosa por tener que seguir sus órdenes. Otra vez una rabia incontrolable y feroz se despertaba en mis entrañas. Des de mi transformación las emociones eran mucho más intensas y la mayoría de las veces llegaba a perder el control de mi misma. Era como tener un león hambriento encerrado dentro de mí.

Me llevo cerca del rio, parecía que estaba buscando alguna cosa, finalmente nos detuvimos cerca de un grupo de señores sin techo. Había una chica morena que siguió disimuladamente un anciano que se metía por un callejón. Otra vez no entendía que hacíamos allí y tampoco tenía ganas de entenderlo.

- Tu dirás, ahora eres tú la policía.- Me dijo con una sonrisa a la que yo respondí arrugando la frente y con morros.

- No soy policía y no quiero serlo, me da igual el anciano y me das igual tú. Sí ahora soy así es porqué alguien lo quiso y ni tú ni ningún policía hizo nada para evitarlo. Sí quieres que sea buena conviérteme en humana otra vez, ¿puedes? ¿No, verdad? Pues déjame en paz- En aquellos momentos estaba imposible lejos de cualquier razonamiento. Me deshice de su mano bruscamente y corrí hacía la chica morena y el anciano.

- Dame tu dinero… o lo que lleves encima.- dijo amenazándolo con una navaja contra la pared.

Los policías creen entender la justicia, Adele me enseñó que los que roban a veces lo hacen porque no tienen otro remedio, quizá aquella chica tenía una familia para alimentar y por eso robaba. Pero aquel anciano parecía no faltarle de nada, iba arreglado no como aquellos pobres que vagabundos sin techo. La justicia siempre está a favor de los ricos.

- Dejale.- dije apareciendo en el callejón con una voz amenazante. La chica me miro burleta.

- Lárgate pequeña.- Estaba asustada, su corazón latía muy rápido, pero no era por mi sino por la situación en que se encontraba, no se sentía a gusto. Tampoco tenía intención de hacerme daño, ni a mí, ni al anciano. Como si me hubiera tele transportado para sus ojos mortales, aparecí de golpe al lado del anciano. Los asuste a los dos que ahora me miraban con los ojos bien abiertos ante mis movimientos sobrenaturales.

- Dale la cartera. - Le dije al anciano que tuvo que agachar la cabeza para mirarme directamente a los ojos. Los dos me miraron de lo más sorprendidos, no era aquello lo que esperaban que dijera. Mostré mis colmillos para que reaccionara de alguna manera.- Dásela he dicho, es lo menos que puedes hacer.- El viejo saco la cartera de su bolsillo y se la lanzó a la chica, que la cogió del suelo y se marcho corriendo. Yo me quede con el anciano mirándolo desafiante preguntándome si le molestaría a Zirano que lo mordiera, porque al ser así lo aria. Debía descargar mi rabia de alguna forma.

por **Zirano Xanaddo** Miér Mar 13, 2013 9:57 am

Me coloco en la acera frente al callejon, esta bastante oscuro, pero gracias a mi buena visión, veía como si estuviese iluminado por farolas. Entonces veo como la gitana se acerca, y detrás aparece Coralie, y le pide que lo deje. Al parecer algo de sentido de justicia tiene, sigo observando la escena, con una leve sonrisa de aprobación. Pero entonces cambia su rostro de asentimiento por el de asombro.

La niña pide la cartera al anciano, pidiéndole que se la de a ala chica. Que demonios esta haciendo? Acaso es una travesura? Sea lo que sea no voy a permitir que roben a nadie delante mio. Veo como la chica comienza a irse con el dinero del anciano. Cruce la calle a gran velocidad, imperceptible para los simples humanos. Cojo a la gitana del cuello, arrastrándola cortando la respiración de ella e impidiéndole hablar. Me pongo frente a Coralie y miro al anciano.

Usted marchese de aqui!- Le ordeno usando mi persuasion, haciendo que el hombre, se gire de inmediato, como si con mis palabras hubiese activado un interruptor, haciendo que me obedeciera. Y comienza a caminar saliendo del callejon, y andando sin destino.

Cojo la bolsa de dinero de la gitana, aun la sujeto por el cuello, y me guardo la bolsa en el bolsillo. Miro a Coralie, pensando en que deberia hacer. La miro a los ojos algo enfadado.

-Coralie, esta es Marna Estalin, hace años la atrape, por asesinar una anciana para robarle.- Mientras hablo muestro a Coralie la marca de mi mordisco en el cuello de la gitana. -Marna, ya te avise una vez. Y nadie te hechara de menos. no me volveras a causar problemas.- Y la muerdo, dejando que la sangre baje calida por mi garganta, tan dulce y sabrosa. noto como el corazon de la chica, comienza a latir mas lentamente. Cuando la noto sin fuerzas.

-Coralie vaciala!- Le ordeno, entregandole a Marna.

por **Clodette Landman** Jue Mar 14, 2013 1:59 pm

- ¡No, no déjala ¿qué haces?! - chillaba de horror intentando evitarlo, se estaba equivocando pero no lo veía y yo no sabía cómo explicárselo, no sabía cómo decirle que podía percibir las intenciones de los demás. Zirano me asusto, sus colmillos eran realmente afilados, y se clavaban en su cuello sin piedad alguna. A pesar de ser una vampira seguía impresionándome al ver a otros alimentándose cruelmente de los humanos. La manejaba como si fuera un muñeco de paja y la lanzo ya casi moribunda en mis pies, sus ojos apagados me miraban fijamente.

- ¡No, no lo haré, no lo entiendes, ella necesitaba el dinero! - dije con los ojos bien abiertos mientras veía como su vida se apagaba ahí en el frio suelo.

Me deje caer de rodillas ocultando la cara entre mis manos, no quería ver como se apagaba, no quería que me mirara… hasta que al fin dejo de respirar. Zirano y yo no teníamos la misma precepción de la justicia y para mí lo que acababa de ocurrir era muy injusto, otra vez lo había vuelto hacer, había dejado escapar a mi presa.

Aun de rodillas apoye las manos en el suelo mirando desafiante al policía, dibujando una fina línea en los labios. - Te odio.- dije impasible, conducida por la rabia pero sin pensarlo realmente, me levante del suelo mostrándole los colmillos dejándome llevar por los impulsos de aquel momento y no por la razón, no pude controlarme y me lance sin mas, sin que tuviera tiempo de pestañear encima de él agarrándole del cuello intentado morderle para hacerle daño. De la sorpresa y del impacto cayó al suelo conmigo encima.

por **Zirano Xanaddo** Sáb Mar 16, 2013 5:15 pm

Cuando le ofrezco el cuerpo semivacio de Marna, esta niega y me dice - ¡No, no lo haré, no lo entiendes, ella necesitaba el dinero! - Me dice tapándose la cara. _que necesitaba el dinero?_ Pienso observando el cuerpo de la gitana que yace en el suelo. Me mira, con una lagrima saliendo de sus ojos. -No quiero morir- Susurra, y sus ojos comienzan a apagarse poco a poco, hasta apagarse por completo, con su mirada fija en mi. _Una escoria menos._ Pienso, realmente no me daba pena librar el mundo de un simple carterista, puesto que en esta ciudad, hay una leyes, y yo soy quien las hace cumplir, pudiendo hacer con el culpable de un delito lo que mas me convenga y en este caso la gitana debía morir.

Me agacho, inclinándome un poco sobre el cadáver de la gitana. Le cierro los parpados, y me comienzo a levantar. - Te odio.- Me dice Coralie, la miro y aun estoy incorporándome cuando ella, muy enfadada salta sobre mi. A tal velocidad que no logro casi ni darme cuenta, salta sobre mi, haciéndome caer al suelo, dándome un buen golpe en la cabeza, que me marea un instante.

Lo suficiente como para que Coralie logre clavar sus colmillos en mi cuello y empieza a beber mi sangre, apretando con fuerza, arañando con sus pequeñas manos todo mi cuello y cara. Cojo a Coralie del pelo, y tiro de ella hacia arriba, usando mi fuerza, para separarla, me cuesta horrores, la niña furiosa, lucha por volver a clavarme los colmillos, causándome profundas heridas en mi torso, rasgando mi camisa.

Tras un rato de tira y afloja, consigo hacer que Coralie me suelte, y me levanto, manteniendo la en alto cogida del pelo, con el brazo recto, para que no pueda llegar hacia mi. -Como que mi nombre es Zirano que conseguiré que seas una chica decente y protejas a los débiles.- Le digo en voz alta, y con verdadera furia en mi mirada. Comienzo a desear querer matarla, arrancarle la cabeza de un tirón como si fuera un pollo. Seria tan fácil. Pongo mi mano en su cuello, y con una sonrisa de odio, comienzo a tirar.

Paro cuando noto que comienzo a hacerle daño. -A los ancianos y a los niños, hay que protegerlos de cualquiera. Ya que ellos solos no pueden defenderse. Si necesitas dinero, trabaja, si necesitas de comer, ves al bosque y caza. Pero deja en paz a los débiles, o caerás en mi ira.- No podía permitir que esa niña, comenzara a causarme problemas en mi ciudad. llevo años intentando mantener el orden. Y una niña pequeña no conseguirá ser un bache en el camino.

La suelto del pelo y tan solo la mantengo cogida del cuello. -Estas mas tranquila?- Le pregunto apretando su cuello. Y mis heridas, comienzan a sanar poco a poco, sanado todas por completo y sin dejar rastro.

por **Clodette Landman** Mar Mar 26, 2013 5:57 am

Me agarró del pelo como si fuera un trapo y me levanto con facilidad, temía por mi magnifica melena así que intente calmarme un poco para que me soltara aunque mi rabia no me lo permitía de ninguna manera y luchaba para volver encima suyo.

Entonces me agarro por el cuello firmemente, podía notar la fuerza de su mano como presionaba mi garganta y sabía que si quería podía apretar más e incluso arrancarme la cabeza. Mire su cuello donde había un mordisco y arañazos, los había originado yo no hacía ni un minuto y ni si quiera había sido consciente de ello. Empezaron a cicatrizar de una forma breve e inhumana que me dejo fascinada. La rabia fue desapareciendo dejándose sustituir por el miedo, por primera vez percibí malas intenciones de Zirano hacía a mí, estaba furioso y es que esta vez me había pasado de la ralla y si quería seguir con vida o con lo que fuera que era, debía intentar calmarme. Me dijo que a los ancianos y a los niños había que protegerlos de cualquiera, aunque no estaba de acuerdo asentí con los ojos entrecerrados conducida por el miedo agarrando con mis dos manos la suya clavada en mi cuello intentando apartarla sin éxito alguno. En cuanto mi lucha menguó me dejo el pelo cogiéndome solo por el cuello.

- ¿Estas más tranquila?- Preguntó a lo que asentí con la cabeza ya que no tenía voz.

por **Zirano Xanaddo** Dom Mayo 05, 2013 11:14 am

La sigo teniendo cogida del cuello, apretando, ella pone sus pequeñas manos en mi brazo, veo el miedo en su mirada, unos ojos fijos en los míos, con terror, creyendo que iba a morir. Y entonces como una película en mi mente. La cara de Sophia, aquella niña pequeña, que me ayudo en mi viaje de hacia mi vida actual. Me miraba casi llorando, como la noche que la conocí, ella vino a las bodegas del barco, solo curioseando, yo estaba sediento, y ella se acerco a mi sin temor, con la insensatez y inocencia típica de una niña pequeña. La sed me domina por unos instantes, y me abalanzo sobre ella, mostrando mis colmillos, pero jure no matar niños, jamas. Y me retire de ella, desapareciendo en la sombre. Su cara de miedo, y volví a ver a Coralie, mirándome con esa misma cara. La suelto de inmediato, dejándola caer por su propio peso al suelo.

Doy un par de pasos atrás, pensativo, Sophie esa bondad, la misma bondad que quiero que domine en el mundo. La bondad que quería inculcar en esta vampiresa, que no deja de ser una niña, con mirada sombría. Sabia que estaba siendo duro, y que los principios que intentaba inculcarle, ella los veía como algo extraño y erróneo, nuestra condición nos permitía hacer casi todo lo que quisiéramos. Pero a mi me gusta el orden, y si alguien lo rompe, yo lo corto de raíz.

Me acerco a la niña con rostro serio, pero tranquilo y le digo. -Coralie, se que controlar la rabia es difícil. Y menos si nadie te enseña.- Acerco mi mano a su cara, acercándola a su cuello, acariciando el cuello de la niña con cuidado. -Me pase con la fuerza, te encuentras bien?- Le pregunto con culpa en mi voz.

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Con las manos en la maza (Zirano Xanaddo)

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