Victorian Vampires
 Saldar Deudas (Privado Zirano Xanadoo) 2WJvCGs


Unirse al foro, es rápido y fácil

Victorian Vampires
 Saldar Deudas (Privado Zirano Xanadoo) 2WJvCGs
PARÍS, FRANCIA
AÑO 1842

Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.

Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.

¿Estás dispuesto a regresar más doscientos años atrás?



NIGEL QUARTERMANE

ADMINISTRADOR

ENVIAR MP
NICOLÁS D' LENFENT

ADMINISTRADOR

ENVIAR MP
ESTACIÓN


Espacios libres: 11/40
Afiliaciones élite: ABIERTAS
Última limpieza: 1/04/24


COPYRIGHT/CRÉDITOS

En Victorian Vampires valoramos la creatividad, es por eso que pedimos respeto por el trabajo ajeno. Todas las imágenes, códigos y textos que pueden apreciarse en el foro han sido exclusivamente editados y creados para utilizarse únicamente en el mismo. Si se llegase a sorprender a una persona, foro, o sitio web, haciendo uso del contenido total o parcial, y sobre todo, sin el permiso de la administración de este foro, nos veremos obligados a reportarlo a las autoridades correspondientes, entre ellas Foro Activo, para que tome cartas en el asunto e impedir el robo de ideas originales, ya que creemos que es una falta de respeto el hacer uso de material ajeno sin haber tenido una previa autorización para ello. Por favor, no plagies, no robes diseños o códigos originales, respeta a los demás.

Así mismo, también exigimos respeto por las creaciones de todos nuestros usuarios, ya sean gráficos, códigos o textos. No robes ideas que les pertenecen a otros, se original. En este foro castigamos el plagio con el baneo definitivo.

Todas las imágenes utilizadas pertenecen a sus respectivos autores y han sido utilizadas y editadas sin fines de lucro. Agradecimientos especiales a: rainris, sambriggs, laesmeralda, viona, evenderthlies, eveferther, sweedies, silent order, lady morgana, iberian Black arts, dezzan, black dante, valentinakallias, admiralj, joelht74, dg2001, saraqrel, gin7ginb, anettfrozen, zemotion, lithiumpicnic, iscarlet, hellwoman, wagner, mjranum-stock, liam-stock, stardust Paramount Pictures, y muy especialmente a Source Code por sus códigos facilitados.

Licencia de Creative Commons
Victorian Vampires by Nigel Quartermane is licensed under a
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en https://victorianvampires.foroes.org


Últimos temas
» Savage Garden RPG [Afiliación Élite]
 Saldar Deudas (Privado Zirano Xanadoo) NXLYMMiér Sep 18, 2024 9:16 am por Afiliaciones

» REACTIVACIÓN DE PERSONAJES
 Saldar Deudas (Privado Zirano Xanadoo) NXLYMMar Jul 30, 2024 4:58 am por Frederick Truffaut

» AVISO #49: SITUACIÓN ACTUAL DE VICTORIAN VAMPIRES
 Saldar Deudas (Privado Zirano Xanadoo) NXLYMMiér Jul 24, 2024 2:54 pm por Nigel Quartermane

» Ah, mi vieja amiga la autodestrucción [Búsqueda activa]
 Saldar Deudas (Privado Zirano Xanadoo) NXLYMJue Jul 18, 2024 4:42 am por León Salazar

» Vampirto ¿estás ahí? // Sokolović Rosenthal (priv)
 Saldar Deudas (Privado Zirano Xanadoo) NXLYMMiér Jul 10, 2024 1:09 pm por Jagger B. De Boer

» l'enlèvement de perséphone ─ n.
 Saldar Deudas (Privado Zirano Xanadoo) NXLYMSáb Jul 06, 2024 11:12 pm por Vivianne Delacour

» orphée et eurydice ― j.
 Saldar Deudas (Privado Zirano Xanadoo) NXLYMJue Jul 04, 2024 10:55 pm por Vivianne Delacour

» Le Château des Rêves Noirs [Privado]
 Saldar Deudas (Privado Zirano Xanadoo) NXLYMJue Jul 04, 2024 10:42 pm por Willem Fokke

» labyrinth ─ chronologies.
 Saldar Deudas (Privado Zirano Xanadoo) NXLYMSáb Jun 22, 2024 10:04 pm por Vivianne Delacour


<

Saldar Deudas (Privado Zirano Xanadoo)

2 participantes

Ir abajo

 Saldar Deudas (Privado Zirano Xanadoo) Empty Saldar Deudas (Privado Zirano Xanadoo)

Mensaje por Galia Meis Lun Abr 29, 2013 6:09 pm

¿Qué era lo que podía estar haciendo una mujer como ella en las escalinatas de la Catedral? Eso se preguntaría quien la viera y reconociera de quien se trataba, pero para los fieles que entraban o salían del templo solo era otra mujer que vestida de riguroso luto, se dirigía a sus tareas piadosas. Galia lo que menos sentía en ese lugar era piedad y aun así se encontraba dispuesta a pasar por una de las tantas señoritas que utilizaban sus tardes y en ocasiones hasta entrada la noche, rezando por las almas de los pobres y ayudando a los benditos padrecitos.

Pero en realidad ella se encontraba allí para recabar información que luego vendería al mejor postor, y además intentaría adelantar su misión personal, descubrir si en ese lugar se encontraban sus familiares, hacía ya varios meses que no tenía noticias de ellos y las esperanzas se hacían cada vez más escasas. Podían estar detenidos como herejes a la Santa Ley de Dios, esa teoría no era descabellada, muy por el contrario era posible, casi seguro, que en el interior de los sótanos de la poderosa fortaleza se mantuvieran secuestrados a sobrenaturales, brujos y otros seres que solo intentaban vivir una existencia en la que se pudiera coexistir con las diferentes razas y en medio de todos su querida familia.

Nadie mejor que ella para saber lo que un prisionero de la inquisición estaba padeciendo en esos momentos, las cicatrices que llevaba gravadas en la espalda no la dejarían olvidarlo tan fácilmente, como tampoco podía olvidar el rostro de cada uno de los que habían participado de su detención y posterior traslado a Sevilla. Suspiró frustrada, como le gustaría tener algún don por medio del cual destruir a los malditos inquisidores que se protegían en el interior de aquella construcción, de solo imaginarlos atacados por una plaga, o una enfermedad mortífera, una sonrisa se dibujó en su rostro, intentó borrarla pero el deseo de tal suceso era tan grande que tuvo que morderse la cara interna de sus mejillas para no levantar sospechas.

Semanas atrás habían llegado hasta sus oídos noticias de que uno de sus captores se encontraba en Paris, viviendo libremente, descansando cuando así se lo permitía el tiempo y la caza de sobrenaturales, en ese lugar. No solo eso, también estaba casi segura que el maldito espía que la había delatado se había alojado apenas unos días en la ciudad, no podía dejar pasar esa oportunidad para hacerles pagar aunque mas no fuera un poco de todo lo que ellos le debían, - solo la maldita muerte saldará sus deudas – se dijo mientras se acercaba al altar mayor, persignándose y clavando su mirada en el rostro doliente del Cristo que colgaba de la cruz, - si hasta a ti, te hubieran vuelto a crucificar por hacer esos milagros – le dijo mentalmente a la imagen mientras se reclinaba y hacía como si rezara.
Galia Meis
Galia Meis
Hechicero Clase Media
Hechicero Clase Media

Mensajes : 63
Fecha de inscripción : 20/02/2013
Localización : Paris - Francia

DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:

Volver arriba Ir abajo

 Saldar Deudas (Privado Zirano Xanadoo) Empty Re: Saldar Deudas (Privado Zirano Xanadoo)

Mensaje por Zirano Xanaddo Mar Abr 30, 2013 2:59 pm

Estoy a lomos de mi corcel Blade, su pelaje negro es brillante, haciendo destellos producidos por la luz lunar. Su crin larga y oscura, se mece suave mientras trota por las calles de París en dirección a la Catedral de Notre Dame. Con una mano sujeto las riendas, y con la otra me sujeto el sombrero.

“Realmente es una reunión extraña la que el jefe de policía ha encargado a Zirano. Cuando el vampiro llego a la comisaria, era una noche como cualquier otra, Marilyn, la secretaria del jefe lo llamo nada mas verle entrar.
-Zirano el jefe quiere verle con urgencia.- Su mirada “Betty Boop” hizo sonreír a Zirano, caminó hacia ella, con paso ligero y firme, paró frente a ella.
-Tan bella como siempre Marilyn, sabe lo que quiere el jefe?- Le preguntó, con algo de curiosidad en su mirada. Ella tan solo se encogió de hombros alzando las manos, con las palmas hacia arriba, poniendo los morros un poco torcidos y negando con la cabeza. Zirano inclino la cara, con una sonrisa de gato y caminó hasta la puerta del despacho del jefe. Tocó a la puerta, tres veces, desde dentro se escucho al jefe haciéndole pasar.

Una vez en el despacho el vampiro se sentó en la silla en frente del jefe. -Por fin llegas Zirano, bien tienes que ir a la catedral de Notre Dame y hablar con el padre Isidro.- Le dice a Zirano con gesto serio.
-Pero señor usted sabe de mi condición, no seré bien recibido.- Dijo haciendo una mueca de contrariedad, algo preocupado por la petición.
-Tranquilo ya saben que vas, pero bueno, el padre Isidro te informara de todo.- Le dijo seco, indicándole con la mano que ya podía salir. Zirano se levanto de la silla, asintiendo con la cabeza y saliendo en silencio del despacho del jefe de policía.”

-Vamos Blade.- Le digo a mi caballo, arreándole con las riendas, y dándole un toque con el talón en la parte baja de sus costillas. Blade acelera el paso poniéndose al galope haciendo un relincho grave y profundo, rozando lo tenebroso. Avanzo a gran velocidad, inclinándome sobre mi corcel, sujetando con una mano mi sombrero, a lo lejos se distingue la catedral, Blade esquiva un par de carruajes, y salta por encima de un peatón que cruzaba sin mirar. Su agilidad nunca deja de sorprenderme. Llegamos a la catedral, lo hago frenar bruscamente, tirando con fuerza de las riendas, haciendo ponerse sobre dos patas al animal. Varias personas que pasaban por allí me miran con desdén, sonrío y bajo de un salto.

Observo la catedral, tengo que tirar la cabeza hacia tras para ver su parte mas alta, donde habitan esos seres de piedra, inmóviles, impasibles, observando con furia el mundo que rodea a la catedral, protegiendo con su presencia la casa de dios. Que historia habrá tras ellas, siempre me han fascinado. Bajo de nuevo la mirada, centrándome en las puertas, avanzo hacia ellas,parándome ante ellas, un escalofrió me recorre la espalda, miro hacia arriba, allí esta la figura de la virgen Maria, mirándome con tristeza, la mirada de piedra, me hace dar un paso hacia atrás, miro de nuevo a las puertas, frunciendo un poco el ceño, y las empujo para abrir y entrar.

Al entrar, la paz se respira en el ambiente, y un aroma dulce y virginal envuelve todo el ambiente. Observo todo el edificio, es hermoso, con sus arcos, cruzándose en lo alto de la cúpula, hay varios bancos a ambos lados, y el alta al final en el centro con un gran cristo crucificado, una chica joven esta rezándole.

-Señor Xanaddo?- Me dice una voz desde mi izquierda, me giro, es un sacerdote, de unos 80 años, su mirada es temerosa, evita mirarme agachando su mirada. -Si soy yo.- Le digo con tranquilidad en mi voz. El anciano me mira a los ojos, su mirada parece algo mas tranquila. -Por favor acompáñeme.- Me dice mientras comienza a caminar, dirección a la pared este. Lo sigo en silencio.
Zirano Xanaddo
Zirano Xanaddo
Vampiro Clase Media
Vampiro Clase Media

Mensajes : 597
Fecha de inscripción : 18/02/2013

DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:

Volver arriba Ir abajo

 Saldar Deudas (Privado Zirano Xanadoo) Empty Re: Saldar Deudas (Privado Zirano Xanadoo)

Mensaje por Galia Meis Mar Abr 30, 2013 4:08 pm

Allí se quedó por lo menos unas horas, podía ver como la iglesia se iba vaciando, ya que la noche estaba cayendo sobre la ciudad y no convenía estar fuera del hogar. Una mujer se le acercó, pero ella volvió a recitar los rezos como una letanía, con sus ojos cerrados y haciendo girar en sus delgados y delicados dedos un rosario de pétalos de rosas. La mujer se arrodilló a su lado, - disculpe, pero pronto el párroco cerrará las puertas y no le permitirán permanecer en la nave – Galia, dejó su letanía y la miró a los ojos, - en estos momentos me estoy por ir, al igual como usted, no se detenga, salga de aquí, nunca me ha visto, ni ha estado hoy en este lugar – le remarcó con palabras suaves pero firmes, la seguía contemplando mientras el rostro de la mujer se sumía en un sopor, - ahora levántese y váyase - le dijo mientras volvía a la posición anterior y retomaba su falsa meditación. La mujer se levantó y sin decir ni una palabra se retiró, ella sabía bien que al usar el don de la dominación, la había anulado y que por un buen tiempo podría estar segura.

Cuando todos se habían retirado, suspiró aliviada, ahora solo debía encontrar la forma de escurrirse por los pasillos que daban a los sótanos, pero para no ponerse en peligro innecesariamente buscó con la mirada algún alma que pudiera utilizar, no le fue difícil, en un lugar así que se suponía debía estar poblado de paz, ella pudo descubrir varios espectros, almas en pena que estaban aferradas a esas paredes que habían visto como la vida se les escurría de las manos. El velo que cubría sus rubios cabellos le ayudó a disimular su curiosidad cuando por los laterales se acercó un hombre, era un maldito inquisidor, lo podía oler, podía distinguirlo entre una decena de humanos, y desgraciadamente se acercó a ella, - que pasa que hoy todos se tiene que agarrar conmigo – pensó fastidiada. El hombre la contempló un momento, esperando que ella terminara su ave maría, lo que posteriormente ella calló y dirigió sus bellos ojos hacia el extraño, sonriéndole tímidamente, hasta con un poco de miedo, el inquisidor le sonrió, - disculpe solo vengo a informarle que ya cerraremos – Galia lo miró asustada, - es que me he perdido, unos hombres me seguían y tuve mucho miedo, no supe que hacer y por eso me refugié aquí, - dijo, mirándolo con sus grandes ojos que estaban brillantes de lágrimas, su pequeña nariz se había enrojecido. Bajó la cabeza y luego la volvió a levantar como si estuviera avergonzada – es que salí sin permiso y no puedo volver hasta mañana, mi señora no me dejará entrar y puedo perder mi empleo – le dijo ahogando un sollozo. El hombre se rascó la barbilla y luego dejó escapar el aire de sus pulmones como un suspiro, - bueno, bueno no llore, hablaré con el padre y las monjitas que hay aquí para que le den cobijo, mañana apenas amanezca la acompañaré personalmente hasta su trabajo - , Galia no contaba con eso, esperaba que Saskia hiciera un buen papel de jefa y le salvara el pellejo si debía ser acompañada por ese asesino. Sonrió dulcemente y de sus labios surgió un tímido “gracias”, el hombre se levantó creyéndose todo un héroe, dirigiéndose a los interiores de la fortaleza para encontrar el lugar ideal donde guardar a su dama en apuros. Galia sonrió mentalmente, - ¿cuándo los hombres dejaran de pensar con la cabeza equivocada? – se dijo mientras seguía con su actuación de mujer virginal y en apuros.

No había pasado mucho tiempo cuando las puertas de la catedral, que ya estaban entornadas, se abrieron dejando pasar a un hombre, una de las almas que ella había contactado le indicó que se trataba de un sobrenatural, un vampiro, que se dirigía con un sacerdote a los interiores de la iglesia, frunció el entrecejo, - maldito traidor – se dijo, ¿cómo podía un sobrenatural estar en ese lugar?, solo podía ser una sola cosa, - un maldito condenado - , susurró entre dientes. No existía nada más desagradable para ella que tener que toparse con uno de esos seres que haciéndose pasar por amigos, los vendían como si fueran corderos de sacrificio, los odiaba de una forma tan profunda que si pudiera le clavaría el Cristo doliente en mitad del pecho. Logró componer su actuación interrumpida por el recién llegado justo cuando el inquisidor se acercaba nuevamente acompañado por una monja, - eureka – se dijo, mientras le regalaba una sonrisa amplia y llena de gratitud al hombre – muchísimas gracias – logró articular mientras observaba atenta al vampiro que pasaba por detrás de los recién llegados y por una milésima de segundo sus miradas se cruzaron.
Galia Meis
Galia Meis
Hechicero Clase Media
Hechicero Clase Media

Mensajes : 63
Fecha de inscripción : 20/02/2013
Localización : Paris - Francia

DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:

Volver arriba Ir abajo

 Saldar Deudas (Privado Zirano Xanadoo) Empty Re: Saldar Deudas (Privado Zirano Xanadoo)

Mensaje por Zirano Xanaddo Jue Mayo 02, 2013 3:04 pm

Sigo al sacerdote anciano, bajo mi mirada es algo extraño estar en este lugar con mi condición, pero no debía tener temor puesto que el jefe de policía, jamas me traicionaría. Su lealtad hacia mi es firme desde el día que le ayude a salvar a su esposa, ese día descubrió mi verdadera condición, recuerdo como no le entraba en la cabeza por que tenia que trabajar solo de noche, y cuando amanecía en la comisaria, me pasaba el día en los calabozos. Pero no me hacia muchas preguntas, por que desde que ingrese como policía, el crimen en París descendió considerablemente. Su esposa estaba en su casa cautiva, un vampiro la sedujo y la violo en su misma casa, la mordió y desapareció. Mi jefe llego a su casa, y la encontró en la cama inconsciente. Por motivos que aun desconozco, decidió ocultarlo. Pero al día siguiente el vampiro volvió a atacarla, pasaron 4 días, y la vida de la esposa se le escapaba de entre sus manos,, sin que el pudiera hacer nada, a la quinta noche decidió poner guardias en su casa durante toda la noche, yo fui uno de los “elegidos” cuando lleguemos a su casa entre con él, y observe a su mujer tumbada en la cama, con enormes síntomas de anemia, y las marcas en su cuello no dejaban lugar a dudas. Estaba siendo atacada por un vampiro, la tenia muerta en vida. Entiendo el placer de acechar a una victima, poseerle todas las noches, y desaparecer, dejando tan solo adicción a la mordida y a la seducción del vampiro.

Salgo de mis pensamientos, parpadeando un par de veces, y alzo la vista hacia el altar. Mi mirada se cruza con la de Galia, puedo ver odio hacia mi, detecto un aura verde intensa en ella, un gran poder mágico. -Tan solo puede ser una bruja- Pienso, a la vez que enarco una ceja confuso por su mirada. ¿Por que ese odio? Por estar en la iglesia no es puesto que ella tampoco es bien recibida aquí. Es una rubia hermosa, de profundos y cautivadores ojos azules, y unos labios dulces y con apariencia peligrosa. Entonces veo al tipo de su lado, una alerta se crea en mi cabeza,es un inquisidor pero tan solo vuelvo a mirar a los ojos a Galia, dedicándole una sonrisa amable. Giro de nuevo mi mirada hacia el anciano, este se había adelantado, puesto que casi me detuve observando a la hermosa bruja. Lo alcanzo dando dos pasos rápidos, y nos adentramos en el interior del ala sur, abre una enorme puerta, a la derecha unas escaleras bajan, al fondo una puerta de hierro. Nosotros continuamos por un pasillo, de paredes blancas, adornadas con antorchas y muchos motivos religiosos, realmente me gustaba la sensación de caminar por ese lugar, como un humano mas.

A la derecha una puerta pequeña de madera, el anciano se para, y toca tres veces, de forma lenta pero acompasada. Se abre una ventana en la puerta. -Mon señor, es aquí el señor Zirano Xanaddo.- Dice el anciano. La ventana ce cierra, se escucha la cerradura abrirse desde dentro y se abre la puerta y el anciano me pide con gestos y una reverencia que pase.

Avanzo seguro, y entro en la pequeña habitación, con una cama, una mesita con velas nuevas y otras gastadas, un rosario, y un escritorio, con cristo tras él. Y ante mi esta persona.
Spoiler:
Sus ropas ensangrentadas y rasgadas, le daban una apariencia lúgubre, y su piel seca y escamosa, con mirada fría y vacía. Le hacen en conjunto un hombre capaz de causar pesadillas al mas valiente.

-Buenas noches agente Xanaddo. Llega tarde.- Me dice con una sonrisa, con dientes blancos y perfectamente bien cuidados. Yo frunzo el ceño. -Ya estoy aquí, ¿Que es lo que quiere? ¿Es el padre Isidro verdad?- Le pregunto con poco respeto, pero mas por mi ganas de salir de ese lugar que por descortesía, pero el hombre se lo tomo de la forma incorrecta.

-Como osas hablarme así, acaso no sabes donde estas siervo de satanás!- Me dijo con furia en su mirada.

-Ni tu me caes bien, no yo te caigo bien. Pero estoy aquí y dicen que la curiosidad mato al gato. ¿Por que quería verme?- Le pregunto mas tranquilo, puesto que mejor no salir de malas con la iglesia, bastante tenia con la delincuencia, como para tener que cuidarme de ellos.

-Bien la verdad, te hará libre. Siéntate.- Me pide cediéndome una silla.
Zirano Xanaddo
Zirano Xanaddo
Vampiro Clase Media
Vampiro Clase Media

Mensajes : 597
Fecha de inscripción : 18/02/2013

DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:

Volver arriba Ir abajo

 Saldar Deudas (Privado Zirano Xanadoo) Empty Re: Saldar Deudas (Privado Zirano Xanadoo)

Mensaje por Galia Meis Sáb Mayo 04, 2013 6:29 pm

- Pero que descaro – pensó con rabia contenida, - como se atreve a sonreírme de ese modo, ¿como si entre nosotros las cosas estuvieran bien? ¿ O acaso no se ha olvidado que por su culpa he pasado una temporada en poder de los inquisidores y que no se me olvidará jamás la cara de cada uno de los involucrados en esa redada, donde he perdido más que mi hogar?- , allí, Galia, había muerto de cierta forma y la que hoy estaba allí parada era solo una sombra de la que alguna vez había sido. Los ojos le llamearon de furia, de tener el don lo hubiera incinerado con la mirada, pero su autocontrol le permitió que al momento de alzar la cabeza para mirar al inquisidor y a la religiosa su mirada expresara profunda gratitud a quienes le abrían la casa de Dios para que ella pasara una noche al abrigo del Altísimo.

Los siguió por el mismo pasillo que había visto que el vampiro se dirigía, el lugar era austero, bastante bien iluminado, encaladas sus paredes para que las llamas de los candiles iluminaran mejor los pasadizos. Agudizó el oído para intentar escuchar algún sonido que le revelara que en esos muros estaban los prisioneros de la inquisición y tal vez sus propios padres, pero solo se oía silencio, hasta que pasaron por frente de una pequeña puerta de madera, de allí salían voces disonantes, como de una discusión, una parecía la de un anciano, miró hacia la puerta y contempló un numero de veinte almas que con cadenas en los pies y las manos sollozaban en silencio su maldito destino, - definitivamente en esa habitación se esconde un demonio – se dijo mientras apresuraba el paso, ya mandaría a algunas de las almas a que le informen cual era el personaje que se encontraba tras esa desvencijada entrada, pero ahora debía fijar su atención en cumplir su objetivo, obtener la suficiente información del edificio para venderla a posibles rebeldes.

Llegaron a un amplio salón donde una mesa enorme de madera esperaba paciente la llegada de todos sus comensales, ella miró atenta el lugar y la anciana reparó en ello – querida, no te preocupes, te daremos un buen plato de comida, solo te mostrare ahora donde pasaras la noche, luego te llamaré cuando estemos por cenar y comerás con todos nosotros - ella abrió los ojos de forma sorprendida, no estaba segura de que eso fuera buena idea, si alguno de los inquisidores era de la partida de Asturias la podrían reconocer, ¿acaso no estaba ese vampiro que seguramente era un condenado, un traidor? Ese hombre podía identificarla y entregarla a sus enemigos. Tragó saliva y agradeció el gesto de compartir con ella la velada, - que Esus me proteja de estos demonios vestidos de religiosos – pensó mientras continuaban por otro pasillo y se detenían en una puerta de madera un poco más nueva y mejor mantenida que la que había llamado su atención, la religiosa abrió la puerta y entró, Galia la siguió, era una sencilla habitación encalada, con una pequeña cama, una mesita a su lado, una silla y otra mesa con jofaina y paños para secarse y un sayal, un atuendo de novicia. Galia se quedó contemplándolo, la anciana se sonrió – es que ésta es una habitación para futuras religiosas – se disculpó – le pediría que por favor se pusiera el atuendo que está sobre la silla, es que como sabrá hay muchos religiosos pero también hombres de guerra que la iglesia, permite que pernocten aquí, dándoles un lugar donde descansar y recuperar fuerzas –la religiosa carraspeó antes de seguir, - pues, una joven tan bella como usted puede despertar ciertas pasiones que sería mejor no provocar – la repasó con los ojos entrecerrados como calibrando sus curvas y sensualidades, Galia sintió que la desnudaba con la mirada, la mujer continuó diciendo – vestida como una más de nuestras hermanas, no se atreverán a tomarse ninguna atribución - la joven asintió con la cabeza y posteriormente la religiosa se retiró, desde el pasillo, sin atreverse a entrar, el inquisidor le dio un saludo tímido y cerró la puerta, mientras Galia corrió a trancarla, lo que menos quería era que ese hombre entrara.
Galia Meis
Galia Meis
Hechicero Clase Media
Hechicero Clase Media

Mensajes : 63
Fecha de inscripción : 20/02/2013
Localización : Paris - Francia

DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:

Volver arriba Ir abajo

 Saldar Deudas (Privado Zirano Xanadoo) Empty Re: Saldar Deudas (Privado Zirano Xanadoo)

Mensaje por Zirano Xanaddo Vie Mayo 10, 2013 2:07 pm

En la habitación el aire esta viciado, por la aparente clausura, la cama con sabanas sucias y sudadas rezuma un intenso olor a orina, me asquea en exceso, haciéndome tener aun mas aversión por el padre Isidro, me siento en la silla que me cede, es una silla pequeña con el asiento de esparto entrelazado, cuando me siento en ella, las rodillas me quedan unos centímetros mas altas que el trasero, me siento ridículo en esa posición, pero en el lugar que estoy, no hay lugar para remilgos. El cura se sienta en la cama. Me mira con una sonrisa malvada. Baja su mirada hasta sus manos, haciendo pasar las perlas de su rosario entre sus dedos.

-Hace varios siglos, en lo profundo de las catacumbas de París, un poderoso brujo, guardó un amuleto. Pero jamas nadie lo ha encontrado.- Sus palabras suenan como un rezo. Yo lo observo. Se gira mirando hacia su almohada, y metiendo la mano bajo ella, y saca un libro. Lo abre por una pagina marcada por un trozo de tela roja, el titulo del libro “la marca rúnica”. Veo como con el dedo busca un párrafo en especial de la pagina. Y empieza a leer. -Varias gatas miran el camino... Cruzando el gallo en un gran giro y en los colmillos encontraras el olvido.- Cierra el libro, con fuerza, el ruido al cerrarse es fuerte. Y lo vuelve a guardar bajo el almohada.

-Bonita historia. ¿Que me estas pidiendo, que inicie una búsqueda?- Le pregunto alzando una ceja. El viejo me mira sonriente, mostrándome su perfecta dentadura, asintiendo con su huesuda cabeza. -Si, quiero que lo consigas, es mas se que lo conseguirás.- su mirada se clava en la mía poniéndose serio. Examinando mi interior con sus ojos. Que demonios esta intentando con esa mirada, me hace sentir invadido por dentro. Si tuviera alma él la vería. Sus facciones son arrugadas y escamosas, simples pellejos pegados al cráneo del anciano. Me sonríe, con un atisbo de locura en su mirada. Se levanta de golpe. -Vayamos a cenar es la hora.- Y se dirige a la puerta, la abre y comienza a salir. -Me hace el honor de acompañarnos en la cena. Hay algo mas que quiero decirle.- Y sale de la habitación con una sonrisa calculadora en su rostro.

Me levanto y observo que ya esta andando por el pasillo. -Mon señor por favor cierre la puerta al salir.- Me dice sin dejar de caminar. Yo cojo el libro de debajo de la almohada, guardándomelo en la parte de atrás del pantalón, tapándolo con la chaqueta y camisa, y salgo de la habitación cerrando la puerta tras de mi, ando rápido para alcanzar al padre Isidro. Un par de minutos después, llegamos finalmente al comedor, ya estaban casi todos los comensales, en total unas veinticinco sillas, siete inquisidores ya están sentados, diez sacerdotes también están ya sentados.

El padre Isidro se sienta presidiendo la mesa. Me mira y me indica con el brazo y la mano con la palma extendidos hacia arriba, que me siente en un sitio libre ha su siniestra, entre dos inquisidores. Me siento, ambos me miran extrañados, pero permanecen en silencio. Todo el mundo esta en total silencio. Y se escuchan unos pasos acercarse, son varias novicias, la última de todas, al mirarla reconozco a la chica de antes. Se sientan todas, y a ella le toca delante de mi. Una vez se sienta, nuestras miradas se cruzan, yo la miro algo confuso, realmente no se quien es esa chica y el porque de su mirada.

Tres sirvientes nos colocan un plato de patatas con judias verdes y un poco de aceite de oliva, un bollo de pan y una jarra de vino. Tardan unos minutos en servirnos a todos, mientras sigo mirando a Galia con mirada tranquila. Los camareros se retiran. -Oremos.- Dictamina el padre Isidro y todos obedecen, agachando la mirada, imito el gesto pero sin cerrar los ojos. Y e padre empieza a orar. -Bendícenos Señor,... y bendice estos alimentos que vamos a recibir de tu generosidad.... Por Cristo, nuestro señor.- hace una pausa para tomar un poco de aire. Y haciendo el símbolo de la cruz sobre su cuerpo. -En el nombre del padre... Y del hijo... y del espíritu santo. Amén.- Culmina el rezo y alza la mirada. -Pueden comer.- La gente comienza a comer animada, y yo comienzo a evitar la mirada de la bruja. Tomando la copa y echándome vino,para ponerme a beber tranquilamente.

La cena transcurre tranquila, y una hora mas tarde todo el mundo comienza a retirarse. -Señor Xanaddo, Pargos Eriolfoy y tu Galia Meis. Por favor quedaros un rato mas.- Nos dice el Padre Isidro. Se van los demás comensales y nos quedamos solo nosotros cuatro. -Hace dos semanas en mis sueños lo vi, vosotros tres cerrabais la puerta de la sombra blanca. Y cuidado con las disputas pueden resultar con el fracaso de la encomienda.- Se levanta y se comienza a ir. -Mañana por la noche partiréis. Hasta entonces descansad y disfrutad de la catedral.- No le vemos el rostro pero luce una sonrisa malvada. El inquisidor, solo nos dirige una mirada, se levanta, y también desaparece por el pasillo, nos quedamos solo Galia y yo. La miro y con cara de confusión. -Que demonios, un cura con visiones? Me resulta muy extraño.- Doy un nuevo trago de vino. -Y señorita se puede saber el por que de esas miradas?- Le pregunto con rostro serio.
Zirano Xanaddo
Zirano Xanaddo
Vampiro Clase Media
Vampiro Clase Media

Mensajes : 597
Fecha de inscripción : 18/02/2013

DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:

Volver arriba Ir abajo

 Saldar Deudas (Privado Zirano Xanadoo) Empty Re: Saldar Deudas (Privado Zirano Xanadoo)

Mensaje por Galia Meis Jue Mayo 16, 2013 6:50 pm

Galia al quedarse sola, suspiró mientras se acercaba al traje de novicia, - un disfraz, que más da, he usado tantos – tocó con la punta de sus dedos el sayal – podrían tener mejores telas, esto debe molestar bastante – se quejó, mientras lentamente comenzó a desvestirse, soltando los botones de su vestido y sacando por encima de su cabeza, se quedó con su simple ropa interior una camisola larga de raso blanco y unos calzones que hacían juego, con unas medias de seda, verdadero lujo para la época. Se dejó las botitas pues no se pondría esos horribles suecos que de seguro la harían trastabillar, - si al final de cuentas el habito es tan largo que no se verán – caviló, mientras se apresuraba a ponerse el sayal, - ay por favor que frio es – se gimoteó – ¿y se supone que con esto es suficiente? ¿Con el frio que hace? – Frunció el entrecejo mortificada – todo sea por encontraros – dijo mirando al cielo y pensando en su Familia.

Cuando estuvo casi lista, unos suaves golpes en la puerta la sobresaltaron – Señorita Meis, ¿ya está lista? Nos están esperando – la voz de una monja la llamaba a que se apurara, - sí, si ya casi estoy hermana, solo que no logro ponerme… - no supo cómo llamar a la parte superior de la vestimenta – se fue acercando a la puerta que destrabó y permitió que la mujer entrara para que le explicara. Se sorprendió al verla, era una joven hermosa que se rio al verla con los cabellos revueltos al sacarse el vestido por la cabeza – deje que le ayude, siéntese en la silla – le pidió dulcemente la novicia. Galia hizo todo lo que la joven le decía como una buena niña, la mujer le peinó los cabellos en una holgada trenza - tenéis un cabello hermoso, nuestras vírgenes serían embellecidas con un cabello así – Galia la contempló con curiosidad mientras terminaba de colocarle el velo, la joven le sonrió y suspiró, - es que cuando una profesa nos rapan la cabeza- Para Gal aquello le pareció simplemente un ultraje, para una mujer su cabello era importante, con él pensaba cubrir algún día su desnudez cuando conociera el hombre indicado, sería un regalo para ese ser especial que tomaría todo de ella, se ruborizo al pensar en ello y bajó la mirada contrariada. Quería preguntarles tantas cosas, pero en ese momento otra mujer apareció en la puerta, una monja mayor – vamos hermanas, es hora, el Padre Isidro se enojará si llegamos tarde -.

Caminaron todas juntas, en una fila en silencio y la mirada en la punta de los zapatos, Galia se sintió incomoda los suyos se destacaban marcando la diferencia, el rubor en su maquillaje y la lozanía de éste denotaba que era una intrusa. Cuando llegaron al salón por un mínimo segundo se quedó clavada en el umbral, allí había tantos inquisidores que se le heló la sangre, en su mente se trasladó a las cenas que habían tenido hombres como esos, cuando la trasladaban presa a Sevilla para ser juzgada, la forma lasciva como la contemplaban aun no se le borraba de su mente. Todo su cuerpo tembló de repulsión al pensar que los que estaban allí eran como esos, tenía ganas de pedir a los más de cuarenta espíritus que se encontraban allí – la mayoría muertos a manos de esos verdugos - que golpearan y clavaran los cuchillos en los corazones de esos seres, pero un escalofrío le recorrió la espalda cuando contempló el rostro del que presida la mesa, tuvo miedo, no era un hombre normal, estaba segura de que tenía poderes y que debía ser cautelosa.

Se dejó llevar y se sentó en el lugar donde le asignaron, no lo podía creer justo le había tocado enfrente de ese hombre que estaba segura lo conocía de algún lado y no sería por algo agradable. Lo miró directamente a los ojos, sin dejar el contacto visual en ningún momento. Miró su plato, patatas, judías y aceite, el estómago se le revolvió, prefería no comer – ¿no pueden hacer un buen guiso con algo de cordero? – pensó mientras que con la cuchara intentaba atrapar unas judías, cerró los ojos fastidiada, comió en silencio y esperó que la cena terminara pronto. Se dio cuenta que solo hablaba el Padre Isidro quien bendijo los alimentos y luego se comió sin una sola palabra, el sonido de los cubiertos chocando en los platos era el único ruido que se escuchaba, luego uno por uno se fueron retirando acercándose al anciano y besando sus huesudas manos – hasta las monjas – se exasperó Galia pensando que debería hacer lo mismo, pero para su sorpresa cuando se iba a retirar el padre Isidro pidió que se quedaran. Los llamó por sus nombres, eso la asombró ya que no le había dicho más que a las monjas como se llamaba y ni siquiera su verdadero nombre, pero recordó que la novicia y ese anciano si lo habían sabido, - esto es una trampa – se angustió, miró para sus costados inspeccionando el mejor lugar para huir pero no había salida.

El viejo, les explicó sobre una misión que tendrían que cumplir los tres, esos dos inquisidores y ella deberían salir a la mañana siguiente, suspiró, no tendría otra que acompañarlos, vería la forma de escapar en el transcurso de la misión, si es que se podía. Luego de la charla el anciano se levantó y despidiéndose rápidamente los dejó solo a los tres, apenas un segundo después el inquisidor también se retiró, no sin antes mirar de una forma provocadora al otro hombre, como si no le agradara y comerse con los ojos a Galia que se sintió totalmente turbada e insegura –trabaré bien la puerta de la celda – pensó mientras lo veía alejarse dejándola con el tal Zirano.

El hombre se expresó sobre lo raro de que un religioso fuera vidente, intentando romper el hielo que había entre ellos, Galia lo contemplaba algo desafiante, como esperando que la atacara, pero sus palabras la sorprendieron, - en verdad que no sabes por qué te miro así – le dijo contrariada – pues si no te acuerdas, no pienso decírtelo – le espetó, frunciendo el ceño y cruzando los brazos, - como puedes ser un traidor a tu propia raza – le dijo mirándolo con altanería - porque convengamos que no eres un simple humano y solo un inquisidor puede estar aquí, o sea que eres un condenado, como les llaman – le dijo centellándole la mirada.
Galia Meis
Galia Meis
Hechicero Clase Media
Hechicero Clase Media

Mensajes : 63
Fecha de inscripción : 20/02/2013
Localización : Paris - Francia

DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:

Volver arriba Ir abajo

 Saldar Deudas (Privado Zirano Xanadoo) Empty Re: Saldar Deudas (Privado Zirano Xanadoo)

Mensaje por Zirano Xanaddo Lun Jun 03, 2013 4:19 pm

Miro a Galia serio, pues sus miradas me enervaban, después de decirle la última frase, ella me mira con gesto algo sorprendida, preguntándome con su cálida voz, si de verdad no sabia el por qué de la mirada. Su tono suena realmente enfadado, diciendo que no me contaría nada, frunciendo el ceño y cruzándose de brazos. Al observarla hacer ese gesto no puedo evitar hacer una ligera mueca, parecida a una sonrisa; una joven bruja, cree que eres otra persona; pienso mientras me llama traidor a mi raza. Al escuchar ese comentario, mi ceja izquierda se levanta. -Traidor a mi raza?- mi rostro permanece serio, pero por dentro me rio; si ella supiera cuantos vampiros han caído bajo mis manos, se sorprendería. Su mirada de soberbia, me hace sonreír, resulta una chica seductora y tierna. Pero sus siguientes palabras, me molestan de verdad, -¿Yo, un sucio esclavo de la iglesia?- Le dije manteniéndole mi mirada, tranquilo. -Tu tampoco deberías estar aquí, lady Galia, ¿o me equivoco?- Le pregunto, mirándole con una sonrisa cómplice. -Soy policía...- Le digo, dando golpecitos con mi uña en la placa de policía de mi pecho. -Puedo entrar aquí.- Me levanto le sonrío con dulzura. -Yo me retiro my lady, sobre lo de mañana ¿vendrá a la susodicha cita del padre Isidro?- Le digo a la vez que me doy la vuelta, dirigiéndome al pasillo, mientras escucho las palabras de Galia, sin prestarle mas interés.

Avanzo por el comedor amplio, hasta llegar al pasillo donde están los aposentos de la catedral. Un pasillo recto, da a una salida lateral de la gran iglesia. Desde mi posición, veo que es un portón de madera robusta con barras de acero claveteadas, y un gran candado, resguardando la salida. Hacia la izquierda, otro largo pasillo, con varias puertas, con pequeñas habitaciones, a la derecha otro largo pasillo, con solo tres puertas, una de ellas era mas grande y era de doble hoja y a la izquierda, unas escaleras que junto al pasillo, se perdían en caracol, con la pared de piedra, con un falso color amarillo, producido por la iluminación de las antorchas. “Hacia donde llevaría” Miro a mi alrededor, sin ver a nadie, solo un completo y sepulcral silencio, digno de un cementerio. Escucho unos pasos tras de mi, me giro, viendo el comedor vacío. Galia no estaba, supongo que el eco del lugar me ha hecho creer que los pasos estaban cerca y no le doy mas importancia, aunque algo me dice que me observan.

Vuelvo a asegurarme que no hay nadie y comienzo a bajar por las escaleras de caracol. Desciendo por los empinados escalones, con mi mano derecha apoyada en la fría pared de piedra con la iluminación tenue pero suficiente, la cual deja todo el camino visible. Las escaleras parecen no acabar nunca.

Tras unos cuantos escalones mas, llego a una puerta metálica, las piedras de alrededor están cubiertas de musgo reseco, paso mi mano sobre él desprendiéndolo con facilidad. Abro la puerta empujándola, la cual cede con un chirrido largo, que resuena por toda la escalera. Solo la abro un poco, para no hacer mas ruido, y al entrar descubro unas mazmorras, ruinosas, lúgubres y envueltas en un hedor putrefacto, mezcla de heces y descomposición. Cubro mi boca y nariz con mi antebrazo, observando a mi alrededor.

Varios pasillos se extienden en paralelo atravesados en su centro por un pasillo transversal, en el cual me encuentro. Miro por los pasillos mientras avanzo, en todos ellos solo hay jaulas y mas jaulas, logro ver un hombre joven y fornido, de aspecto luchador, pero con cabeza gacha, y pose derrotada, con las manos atadas a la pared por cadenas con fuertes grilletes. En otra celda una mujer, acurrucada mirando a la pared, con una larga melena morena, caída hacia delante, y su espalda desnuda, mostraba múltiples marcas de latigazos, unas cicatrizadas completamente, otras aun sangrantes, podía escuchar sus lamentos y suplicas en un idioma extraño.

Podría decir que hay varias docenas de personas aquí encerradas.
Zirano Xanaddo
Zirano Xanaddo
Vampiro Clase Media
Vampiro Clase Media

Mensajes : 597
Fecha de inscripción : 18/02/2013

DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:

Volver arriba Ir abajo

 Saldar Deudas (Privado Zirano Xanadoo) Empty Re: Saldar Deudas (Privado Zirano Xanadoo)

Mensaje por Galia Meis Mar Jun 25, 2013 6:18 pm

Nuvole di luce by Roberto Cacciapaglia on Grooveshark




Si había  algo que Galia no soportaba era que la dejaran con la palabra en la boca o que la sorprendieran. Se había equivocado con ese hombre, no era uno de los malditos inquisidores que en Asturias la arrestara pero a pesar de ello le tenia una cierta desconfianza, - esta bien no es uno de esos renacuajos, pero no es mejor – se dijo tratando de darse la razón a su desconfianza. Resopló mientras lo veía alejarse y ella se tiró sobre el sillón, era cierto no le gustaba quedarse sola en un lugar asi, pero tampoco iría así por que si detrás de él.

Cerró sus ojos y se concentró en los entes que divagaban por la estancia, habló con uno de ellos apenas en susurro – ve por donde se ha ido el vampiro, descubre hacia donde va y permíteme apreciar lo que tu observas – le dijo mientras que con los ojos aún cerrados levantaba su mano como indicando a alguien hacia donde debía ir. Recostó su espalada en el sillón, podía sentir que en el salón todavía existían dos entes mas, dos mujeres que alguna vez habían sido sirvientas, les preguntó como habían muerto y las dos le contaron que habían sido asesinadas por el Padre Isidro, que no debía confiar en él y que eran mejor huir lo antes posible, antes de abrir los ojos y perder el contacto con los entes les preguntó si habían conocido o visto a un hombre bien parecido de cabellos oscuros y de mirada penetrante cuyo nombre era Stoiko – es mi hermano lo estoy buscando – les  reveló, el ente mas joven le confirmó lo que ella ya intuía, - si, en las mazmorras hay un hombre así, antes de morir me dijeron que debía llevar unos alimentos a los inquisidores que se encuentran en las mazmorras y vi un hombre que se asemeja a esa descripción, no se su nombre pero no he visto otro prisionero que pueda describirse como lo ha dicho usted – le respondió, se notaba que era un alma muy joven que había muerto relativamente hacía pocos días ya que se manejaba como si fuera una mujer viva. Galia tuvo piedad de ella, y tras decir un conjuro las dos almas se desvanecieron, era un antiguo exorcismo que les ayudaría a llegar al plano espiritual y encontrar la paz que no habían logrado aquí.

Se levantó y caminó por el pasillo donde hacía menos de diez minutos se dirigiera ese policía tan particular, sonrió maliciosamente, a pesar de todo el vampiro le estaba comenzando a caer muy bien, era un reverendo cabrón y eso le gustaba, - pero si tienes algo que ver con el apresamiento de mi hermano, lo pagaras muy caro granuja – le dijo mentalmente. Podía ver una estela, como un hilo dorado que él alma que había mandado tras de Zirano dejaba para que ella los pudiera seguir, así se fue adentrando entre pasillos y galerías hasta llegar a una escalera de caracol de piedra con sus escalones resbaladizos y las paredes cubiertas por musgos, se notaba que una corriente de agua subterránea estaba cerca, - una buena forma para escapar, por las cloacas – pensó - hasta llegar al Sena y de allí a la orilla y el bosque – suspiró al tener que meterse en ese agujero inmundo, pero todo era poco por tratar de encontrar a su adorado hermano.

No se tardó en llegar a una puerta pesada de hierro que estaba entre abierta, delgada como era no le costó pasar por la abertura y de lejos contempló una escena que la hizo dar un pequeño grito, allí colgado como un vil pajarillo en su jaula se encontraba su hermano, el vampiro lo contemplaba como quien observa una atracción de circo, fueron unos pasos y estuvo a su lado, hundió su rustro entre los barrotes mugrientos, y sus manos acariciaron el rostro barbudo y descuidado de su hermano, - Stoiko, querido mio, que te han hecho, por Daghdha, dime hermano – él parecía no responder, como si su voluntad de vivir hubiera sido quebrada, tuvo ganas de romper los barrotes pero no podía, no tenía esa fuerza, sus lagrimas comenzaron a bañar sus mejillas.
Galia Meis
Galia Meis
Hechicero Clase Media
Hechicero Clase Media

Mensajes : 63
Fecha de inscripción : 20/02/2013
Localización : Paris - Francia

DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:

Volver arriba Ir abajo

 Saldar Deudas (Privado Zirano Xanadoo) Empty Re: Saldar Deudas (Privado Zirano Xanadoo)

Mensaje por Zirano Xanaddo Dom Jul 07, 2013 11:06 am

Habiendo caminado ya un poco por la mazmorra, veo a Galia entrar corriendo, con gesto entre rabia  y tristeza. Mete la mano en los barrotes del joven, ella acaricia su cara, y le dice unas palabras rogando a “Daghdha”, el nombre me resulto curioso, y a la vez conocido, una antigua deidad. De donde procederá? Sigo pensando, mientras me voy acercando a la bruja, mirando como el hombre, Stoiko, si no eh escuchado mal. El no reacciona, como si su mente estuviera muy lejos de aquí. Pero cuando estoy a apenas diez metros, Stoiko alza la mirada hacía mi, de forma intimidatoria, en sus ojos puedo ver rabia y desprecio por mi. Y parpadea varias veces al notar el contacto de las manos de Galia en su cara. Sigue los brazos con su mirada, llegando a la cara, sin saber aun quien es. Y cuando la ve en los barrotes, su hermosa cabellera, su mirada, esa que tantas veces le había tranquilizado. -...Galia? Eres tu?- Dijo Stoiko con una sonrisa, que parecía que hacia años no salia.

Escuche un ruido a lo lejos, arriba en un pasillo, afino mi oído dejando de prestar atención a la conversación que tiene Galia y su enamorado? Y escucho. -La bruja y el vampiro no están en sus aposentos. Buscadlos!- Reconozco la voz de inmediato, es el padre Isidro. Y ha dicho libremente nuestra condición, las cosas se complican...
Me acerco un poco mas a Galia y Stoiko, esté me mira con ojos desaprobadores. -My lady, si seguimos aquí, acabaremos nosotros en las celdas. Andan buscándonos.- Digo con gesto de no querer importunarlos, pero o nos vamos, o nos atraparan seguro. -Galia, hermanita no me fio ni un pelo de ese chupasangre. Pero tiene razón. Acaso quieres que te atrapen, y te encierren sin que yo pueda hacer nada?- Agacha la mirada, puedo ver en su rostro el remordimiento. -Galia vete de aquí, no me hagas cargar con la culpa de que te atrapen.- Sus palabras eran duras y hirientes. Yo observo a Galia, como lo mira, y los gestos que hace.

Pasan uno o dos minutos, en el que conversan, discutiendo. Entonces escucho pasos de varios hombres, mas de tres, bajan al trote por las escaleras de caracol. -Lo siento Galia..- Digo, tomándola y poniéndomela con su vientre sobre mi hombro, manteniendo sus dos piernas bien sujetas. Miro a Stoiko, agacho la cabeza en gesto de adiós. Y me adentro en la mazmorra.

Llego a una pared al final, donde veo varios instrumentos de tortura, miro a mi alrededor deteniéndome, y tan solo veo que puedo ocultarme tras una columna. Escucho como la puerta metálica chirría al abrirse. -Buscad por aquí, no pueden estar muy lejos.- Dice un hombre con voz de mando, y de inmediato se escuchan varios pasos adentrándose en los calabozos. Nosotros permanecemos ocultos tras la gran columna, bajo a Galia al suelo, tapándole la boca para evitar que nos descubran. Y con un susurro solo audible para ella. -Galia, si quieres que salgamos de aquí sin meter en problemas a tu...- Antes de que pueda acabar la frase escuchamos a Stoiko gritando.

-Tu bastardo. Soltadme, y dejadme que os mate uno a uno. Va valientes vaaaa!- Dice con chulería y tono amenazante, removiendo con fuerza sus brazos intentando liberarse. Uno de los inquisidores que venia hacía nosotros se gira, volviendo junto a Stoiko, dando un golpe con la empuñadura de su espada en los barrotes. -Te quieres callar maldito brujo. Que te ocurre hoy estas animado? Jajajaj- Le dice burlándose.

Yo miro y veo que uno de los pasillos, gracias al jaleo de Stoiko, se a quedado libre, y sin perder ni un segundo. Tomo de la mano a Galia, y comienzo a correr, por el corredor, pasando como una exhalación tras de el inquisidor que se burla de el hermano de la bruja. Este se gira, por la corriente de aire que creo tras de él, pero, gracias a mi velocidad, consigo salir del calabozo, y comienzo a subir por las escaleras de caracol.
Zirano Xanaddo
Zirano Xanaddo
Vampiro Clase Media
Vampiro Clase Media

Mensajes : 597
Fecha de inscripción : 18/02/2013

DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:

Volver arriba Ir abajo

 Saldar Deudas (Privado Zirano Xanadoo) Empty Re: Saldar Deudas (Privado Zirano Xanadoo)

Mensaje por Galia Meis Mar Ago 13, 2013 10:15 am

Galia había quedado con el alma rota, al descubrir a su amado hermano en esa situación, y solo pensar en dejarlo allí a merced de esos asesinos le erizó la piel – No!!!! como se te ocurre que te dejaré! Yo también soy una bruja, no seré tan buena como tu, pero puedo defenderte – le recriminó mientras intentaba concentrar almas para doblar los barrotes y sacarlo de allí. Cuando ella se ponía cabeza dura no había poder en la tierra que la hiciera entrar en razón. Las lagrimas seguían cayendo por sus mejillas pero los ojos brillaban de furia, quería liberarlo para darle un buen escarmiento, - si tu me hubieras hecho caso viajando antes, seguro no estarías aquí metido, podríamos haber escapado todos y tal vez a mi no me hubieran atrapado – las palabras se le escaparon de los labios sin pensarlo, él no sabía nada de su cautiverio, del intento de violación o de los asesinatos que tuvo que cometer. Se tapo la boca horrorizada por lo que había hecho, lo culpaba injustamente, era a ella a quien venían siguiendo desde hacía un tiempo, la querían a ella, solo para convertirla en una buena diversión.

Se abalanzó nuevamente a los barrotes,- perdón hermanito, no fue tu culpa, es que te he necesitado tanto y no te encontraba – vio en los ojos de su hermano  el horror de descubrir lo que le pudo suceder a su hermana y que ella sola sabía la verdad sobre el pasado y los secretos que guardados en el bosque de Asturias.

El vampiro dijo algo que ella no llegó a escuchar, solo sintió como de repente era levantada y quedaba sobre el hombro del vampiro, esas manos frías sujetando sus piernas, trajeron al presente recuerdos  dolorosos y vergonzantes, el estomago se le revolvió y las fuerzas le fallaron por un segundo. Sintió las voces de los guardias que descendían por la escalera y a su hermano que la contemplaba con el rostro ensombrecido por la ira, - no debería haberle dicho nada, si los llega a tener a su alcance no dejará un solo inquisidor vivo - caviló, recordando lo posesivo que era aquel hombre que hacía unos pocos minutos parecía tan indefenso.

El vampiro la bajó al llegar a un recodo de las mazmorras, detrás de una columna, le tapó la boca seguramente pensando que le diría algo por su atrevimiento de cargarla como una bolsa de papas, pero el contacto, la cercanía del cuerpo masculino la hicieron temblar como una hoja ante la tormenta, él la cubría con su cuerpo y el aroma le impregnaba sus fosas nasales, puso sus brazos entre ella y el pecho del hombre, apoyando sus manos en el tórax duro como una piedra, - no late – pensó por un segundo – tonta, ningún vampiro lo hace – se sonrió mientras intentaba zafar de la mano que cubría sus labios.

Galia observa al vampiro que no la mira, porque está atento a lo que pasaba en el lugar, ella no podía hacerlo porque su cercanía la perturba. Estaba a punto de morderle la mano y quejarse cuando él la tomó de la mano y jaló de ella haciéndola correr de tal forma que por un segundo le pareció que  flotaba, cuando quiso darse cuenta se encontraban en la escalera caracol subiendo a los pasillos y mas allá la nave de la Catedral.

A esa hora casi todas las puertas de la Catedral estarían cerradas. Miró con desesperación a todos lados buscando algún fantasma del que poderse valer para encontrar una escapatoria,  halló  uno , era un monje de sotana impecable y rostro regordete y bonachón aunque de mirada muy triste, que parecía lloraba sus penas, - dime por donde salir, te lo suplico – le susurró, con un tono de voz quebrado por la angustia, - vamos, dime cual  esta abierta – el fantasma señaló una de las puertas laterales, Galia lo observó nuevamente y  en un segundo lo reconoció, se entristeció descubrir que estaba muerto ya que había sido muy bueno con ella, le agradeció con una voz dulce y cariñosa – entonces iremos por la puerta de Santa Ana, gracias fray Bartolome – el fantasma levantó su mirada y por un segundo su faz pareció brillas, eso pasaba  cuando los entes descubrían que aun no habían sido borrados del recuerdo de los mortales. Galia, estaba segura que el Padre Isidro lo había usado para llegar a ella y descubrirla – no te preocupes, ahora debes ir a la luz, no sigas en la sombra – le susurró y luego pronunció un conjuro en lengua gaélica, tras lo cual el ente se fue convirtiendo en una masa dorada que se dispersó en el aire.

La Bruja giró su cuerpo buscando la mirada del vampiro, tomo su brazo apretándolo suavemente, - por aquí - , señaló la salida, - ven sígueme -.
Galia Meis
Galia Meis
Hechicero Clase Media
Hechicero Clase Media

Mensajes : 63
Fecha de inscripción : 20/02/2013
Localización : Paris - Francia

DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:

Volver arriba Ir abajo

 Saldar Deudas (Privado Zirano Xanadoo) Empty Re: Saldar Deudas (Privado Zirano Xanadoo)

Mensaje por Zirano Xanaddo Mar Ago 13, 2013 2:18 pm

Galia y yo subimos por las escaleras de caracol, esta todo en completo silencio, tan solo desde abajo en las mazmorras se puede oír murmullo de burlas y risas y algún que otro golpe en alguien. En es momento me alegro que los humanos no tengan buen oído, Galia querría volver. Avanzo por el largo pasillo, el eco de nuestros pasos retumba por todos los pasillos, pareciendo provenir de rincones diferentes, haciendo que ambos estemos con los sentidos totalmente alerta. Solo quiero salir de allí, como policía no podía dejar que la chica sufriera ningún daño, y mas adelante me encargaré de acabar con la maldad en lugar santo.

Estando en mis pensamientos todavía, escucho a Galia pedir a alguien que le diga como salir. De inmediato salgo de mis pensamientos alerta, mirando hacia donde mira Galia, con la mano sobre mi revolver. Pero no veo absolutamente a nadie. Frunzo el ceño algo confuso, la bruja insistía en hablar con el vacío. La chica sigue hablando diciendo de salir por la puerta de Santa Ana, y dando las gracias a una persona, diciéndole que partiera, Galia pronuncia un conjuro y entonces lo veo, rodeado por un aura dorada, un monje regordete con felicidad en su cara y desaparece. Acabo de ver partir un alma hacia el mas allá y estoy todavía sorprendido cuando la chica me coge del brazo buscando mi mirada, yo se la concedo prestando atención a sus palabras. Asiento con la cabeza siguiéndola. Avanzamos por un pasillo largo donde una puerta nos espera al final de el mismo.

Justo pasamos un cruce de pasillos, un inquisidor nos ve. -He vosotros. ¿Quien sois?- dice con voz de alerta, Galia continua corriendo hasta el final del pasillo cerca de la puerta. -Eh! Os he hecho una pregunta!- Escucho desde detrás con tono de amenaza, giro mi cara para verlo. -Galia, aguarda un instante.- Le digo con un susurro y mirada divertida.

Me giro mirando al inquisidor, mostrando mis colmillos poniendo rostro amenazante. el tipo se detiene de inmediato intimidado por mi mirada. Sonrío y activo mi confusión al máximo, a la vez que uso mi velocidad, para ponerme delante de él en apenas un segundo, dejando solo una estela. Hundo mis colmillos en su cuello, apretando con toda mi fuerza, bebo a sorbos inmensos, mis ojos se tornan rojos como la misma sangre que estoy bebiendo. Aprieto mi mordida maun mas y tiro con fuerza, arrancando un trozo de cuello y yugular,

El inquisidor, me mira con cara de terror, poniéndose las manos en el cuello intentando taponar la herida. Escupo el trozo de carne a un lado. -Muere como la rata que eres. Escoria!- Y usando la misma velocidad, vuelvo junto a Galia, limpiándome la sangre de mi cara con el torso de la mano. -Rápido, salgamos nos seguirán seguro.- digo mirando a la chica y giro el pomo y en efecto, la puerta esta abierta, y salimos.

Llegamos a un amplio patio cerrado con un muro de unos 6 metros metros de altura. Y una barraca pegada a este. Cierro la puerta tras de mí, me quedo en guardia unos segundos, pero no sucede nada. Y sin mediar ni una sola palabra, cojo a Galia en volandas y usando mi agilidad, salto sobre la barraca y desde su techo al muro, bajando de un salto, aterrizando hincando una rodilla en el suelo de adoquines.

Se escuchan voces desde detrás del muro. -Mirad en la caseta no pueden haber ido muy lejos.- Se escucha abrir la puerta de la barraca de una patada. Y sin soltar a Galia, me pierdo en las calles de París.

Con mi oído agudizado escucho un grupo de inquisidores salir por la puerta principal de la catedral. -Dividiros y no volváis sin sus cabezas!-
Zirano Xanaddo
Zirano Xanaddo
Vampiro Clase Media
Vampiro Clase Media

Mensajes : 597
Fecha de inscripción : 18/02/2013

DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:

Volver arriba Ir abajo

 Saldar Deudas (Privado Zirano Xanadoo) Empty Re: Saldar Deudas (Privado Zirano Xanadoo)

Mensaje por Galia Meis Lun Ago 19, 2013 5:58 pm

El vampiro tomó el liderazgo y decidió por donde deberían huir, la bruja lo miró de re ojo y dirigió su  vista al cielo con aire de hartazgo – hombres, siempre quieren dirigirlo todo – refunfuñó por lo bajo. Estaba por quejarse cuando escuchó  a corta distancia de donde ellos se encontraban, los paso apresurados de un guardia. Galia no necesitó girarse para saber que se trata de un inquisidor, uno de  aquellos que habían estado en la cena, - ayyy por Dios,  por supuesto que nos reconocerán -, dijo en voz baja. Inmediatamente intentó encontrar alguna forma para salir librados de la situación, - puedo usar el don de la  persuasión – reflexionó, pero el vampiro se frenó en seco, le dijo que esperara allí donde estaba – ¿esperar? - caviló algo enojada, cruzando los brazos y golpeando impaciente con sus zapatos el suelo de piedra de la nave sacramental  – ¿que es lo que debemos esperar, vampiro, que nos atrapen? -  contestó, mientras  se giraba, justo en el momento que éste desaparecía de su vista y un segundo después se encontraba al lado del soldado,  clavando sus enormes colmillos en la suave carne del infeliz y sin ningún arrepentimiento le destrozándole el cuello.

Galia no pudo ahogar un grito de terror que se confundió con el del hombre que  trastabillaba hasta caer resbalandose en su propia sangre.  El Vampiro, así como había llegado al lado del inquisidor, en un  suspiro estuvo devuelta con ella, limpiándose la sangre de su boca. La bruja, lo observó con los ojos desorbitados y una mueca de horror en sus bellos labios, no era la primera vez que se convertía en un testigo de un asesinato, como tampoco era inocente de cometer alguno propio, pero el accionar del sobrenatural la había sorprendido.

La nigromante, no salía de su asombro, cuando ya corrían nuevamente por sus vidas y su libertad,  ella seguía  con su mente en su hermano, que estaba enjaulado como si de un animal se tratase, sabía que con los enemigos, Stoiko, podía llegar a ser un demonio, solo esperaba que tuviera la oportunidad de huir y rencontrarse muy pronto. Zirano  se precipitaba a una de las salidas, pero antes de llegar a la puerta de Santa Ana, que era una de las tres que conformaban la entrada de la catedral,  el vampiro se introdujo en una puerta secundaria que daba a un pequeño patio de labor que no tenía escapatoria.

De pronto sus peores presentimientos se cumplían, unas almas  que rondaban por el lugar, con las que se pudo comunicar, le dijeron que en instantes estarían rodeados por mas de cinco soldados que se dirigían a ese sector. Estos ya sabían del asesinato cometido por el vampiro y que el Padre Isidro estaba totalmente furioso, - pide vuestras cabezas, debéis huir de París hasta que la situación se calme – le habló una monja que tenía las cuencas de los ojos vacías y los labios cocidos. Galia, asintió de forma afirmativa a la sugerencia de la religiosa mientras volvía a pronunciar las palabras que liberaban las almas y las cuatro animas brillaron en tonalidades doradas hasta desaparecer. Miró a Zirano, con ojos aterrados, si él no hacía algo pronto sus cabezas rodarían.

No esperó lo que el vampiro hizo,  el hombre se giró, tomándola de la cintura y las piernas, en un segundo estuvieron sobre el techo de una construcción que existía en el patio y dos segundos mas tarde se encontraban en una callejuela adyacente a la catedral. Galia todavía se aferraba con fuerza al cuello del vampiro, con sus ojos cerrados, temblando de miedo como una hoja, sus manos como garras aprisionando el abrigo del vampiro y una buena porción del cabello de la nuca masculina. Sus piernas seguían flexionadas a pesar de que podía bajarse y continuar el trayecto a pie.

El vampiro se rió, ella parecía una criatura pequeña, enojada y ruborizada con sus propia actitud, le tironeo del mechón de cabello mientras le hablaba – no te rías, tu eres mas veloz que yo, así que usa esa habilidad para sacarnos de aquí – sus labios rosaron  el lóbulo de la oreja del vampiro, - pero ni se te ocurra clavarme tus colmillos o mi hermanito te destrozará cuando te encuentre – rogó  que fuera  verdad su amenaza, que el ser de la noche no la mordiera y que su hermano se liberara.

Siguió en volandas en brazos de Zirano, corriendo como el viento. Cruzaron en un suspiro uno de los puentes que unía la isla donde se alzaba la catedral en mitad del Sena, en dirección del centro de París, a la zona mas comercial, que a esa altura de la noche se encontraría desierta. Se aferró a un mas al cuerpo del ser nocturno, - espera – le susurró nuevamente en el oído, - debemos cambiarnos de vestimenta o nos reconocerán fácilmente, dobla a la derecha en la próxima esquina y ocultémonos  en algunas de las casa de moda que existen por aquí – le exigió, - si, si, soy mujer y compro ropa en estas tiendas – refunfuñó antes que el vampiro volviera a divertirse con sus salidas aniñadas.


Última edición por Galia Meis el Lun Sep 02, 2013 6:11 pm, editado 1 vez
Galia Meis
Galia Meis
Hechicero Clase Media
Hechicero Clase Media

Mensajes : 63
Fecha de inscripción : 20/02/2013
Localización : Paris - Francia

DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:

Volver arriba Ir abajo

 Saldar Deudas (Privado Zirano Xanadoo) Empty Re: Saldar Deudas (Privado Zirano Xanadoo)

Mensaje por Zirano Xanaddo Miér Ago 21, 2013 11:05 am

Después de adentrarme en un callejón, llego al principio del puente que cruza el Sena, Galia tira de mi pelo, diciendo que no me burle de ella. Sus tirones apenas los noto, pero la miro haciendo una pequeña mueca. -Au. Vale, vale, no me rio.- y noto como me susurra al oído pidiéndome que no la mordiera, amenazándome con su hermano. Un escalofrió recorre mi columna al sentir el cálido aliento en mi oreja.. Sonrío y usando mi velocidad cruzo el puente, llegando a la zona comercial. El mas completo silencio domina el lugar, tan solo roto por alimañas en sus calles y callejones.

Sin saber muy bien hacia donde ir, ya que habíamos huido por cotillear donde no debíamos. Pero también tengo en mente el amuleto. Por suerte cogí el libro del padre Isidro del cual me leyó un par de versos. Por su apariencia no era la biblia. Continuo corriendo entre las silenciosas calles con la bruja, que vestida de novicia luce un aspecto realmente dulce y puro. La observo y una sonrisa tranquila se dibuja en mi cara, no quiero pensar que le ocurriría si yo fuera un vampiro como los demás. Sería tan fácil morder su cuello, miro el cuello d Galia, es de un aspecto tan dulce, tan suave... Respiro por la nariz, empapándome del aroma de la bruja, un aroma peligroso pero muy dulce, irresistible. Sin darme cuenta mis ojos se tornan un poco rojos, con un brillo asesino en ellos. En mi boca el sabor metálico de la sangre del inquisidor, dándome aun mas ganas de probar la sangre de la bella bruja vestida con el traje blanco puro y casto. Abro un poco mi boca, mostrando mis largos colmillos, comenzando ha acercar mi boca al cuello de la chica. -Espera..- Me susurra, sacando los pensamientos asesinos de mi cabeza. Mirándola a los ojos, con los míos abiertos como platos y haciendo una respiración profunda, devolviendo a mis ojos su tono azul cielo. Me ordena girar a la derecha para ir a unas tiendas de moda y cambiarnos de ropa.

Eh de reconocer que es una buena idea, la miro a los ojos deseando que no se haya dado cuenta de las intenciones que tenia hace unos momentos. Y me mira con gesto leve de condescendencia, convenciéndome de que como las mujeres normales, ella también compra allí su ropa. Yo la miro sonriente. -No tengo ninguna duda de ello querida. Pero realmente te veía mas con vestidos de gasa fina y togas de seda.- Digo con una sonrisa pícara y divertida mirando a sus expresivos ojos y giro a la derecha obedeciendo la petición de Galia.

Cuando giro nos adentramos en una calle con tiendas de moda a ambos lados de la calzada, y camino por la calzada, con el sonido sordo de mis pisadas, y la bruja en mis brazos como única compañía en esta oscura noche. Observo los escaparates de las tiendas, viendo bellos vestidos expuestos en ellos. Pero la gran mayoría solo son de ropa de mujer, hago una mueca, al pasar por delante de una sastrería, pero es solo ropa de hombre. Unos metros mas adelante veo una tienda con ropa tanto de hombre como de mujer y me paro frente a la puerta.

Dejo a Galia en el suelo a mi lado mirándola. -En esta tienda no hay ropa de gran clase, pero hay de hombre y mujer.- Cojo el pomo de la puerta, haciéndolo girar, comprobando que efectivamente estaba cerrada. Pongo mi dedo indice delante de mis labios. -Tshh...- susurro pidiendo a Galia que guarde silencio. Aprieto en mi mano el pomo de la puerta, y doy un tirón usando mi fuerza sobre humana, arrancando la puerta de cuajo.

-Vamos Galia, entra antes de que nos descubran.- Le pido consciente de que los inquisidores nos pisan los talones. Dejo que entre la bruja primero y yo entro detrás. Coloco la puerta en su lugar y observo la tienda, a primera vista todo es ropa de clase media-alta. Y me dirijo hacia una zona de la tienda donde hay varios trajes y comienzo a ojearlos.
Zirano Xanaddo
Zirano Xanaddo
Vampiro Clase Media
Vampiro Clase Media

Mensajes : 597
Fecha de inscripción : 18/02/2013

DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:

Volver arriba Ir abajo

 Saldar Deudas (Privado Zirano Xanadoo) Empty Re: Saldar Deudas (Privado Zirano Xanadoo)

Mensaje por Galia Meis Sáb Sep 07, 2013 6:31 pm

Ella miró con un poco de desilusión como iban pasando las tiendas que mas le gustaban, hasta encontrar una en la que la ropa era de clase media y no pertenecía al tipo de atuendo al que estaba acostumbrada, - pero no es momento en reparar en ello – pensó mientras quedaba parada al lado del vampiro. Lo contempló con sus ojos azules y recorrió los rasgos del hombre, - es bastante atractivo – se puso colorada, al darse cuenta en la frivolidad que podía pensar en un momento tan dramático - pero como se te puede ocurrir semejante tontería – se recriminó, bajó la mirada apresuradamente, en el momento que el inmortal, forzaba la entrada y le pedía que ingresara al comercio.

El olor que había dentro de la tienda le pegó en el rostro, no era desagradable, pero se notaba que no eran los aromas a los que estaba acostumbrada en la elegante perfumería de su amiga y compañera de andanzas Saskia Bornago.

En ese momento Zirano, colocaba la puerta en su lugar y rápidamente se dirigieron a la parte de atrás, desde donde no podrían ser descubiertos, si los inquisidores llegaban a pasar por delante de las vidrieras de la pequeña tienda. Desconfiaba todavía del vampiro, a pesar de que gracias a él estaban lejos del Padre Isidro y que podía sentirse segura ya, pero aun así no debía olvidar que era un inmortal que se alimentaba de sangre, ademas era un arma de matar, como lo había podido comprobar cuando, el hombre destrozo al infeliz inquisidor.

Galia, se dirigió a un sector donde los vestidos y trajes para damas eran bastantes coquetos, no de excelente tela pero si lo suficiente como para que le agradasen. Se percató que el diseño  era realmente bueno, ademas de original y que con una oportunidad económica, tal vez, la dueña de ese lugar podría salir adelante, convirtiéndose en una de las mas destacadas diseñadoras de la ciudad, - este sería un buen caso para la sociedad – recapacitó mientras rosaba con sus delicados dedos los vestidos. Tomó uno de color gris perla con detalles de piel de zorro albino, en el cuello y puño, tenía delicados botones que asemejaban perlas, sonrió pues le pareció muy bello a pesar de que la pasamanería y los botones fueran de fantasía y segunda selección. Decidió probárselo, buscó al vampiro con la mirada y lo observó totalmente ensimismado escogiendo un traje para ponerse. Aun atenta a los movimientos del inmortal se sacó el habito de novicia y se colocó el traje que le quedaba como un guante, acentuando sus curvas sinuosas.

Ya vestida se dio cuenta que uno de los tacones de sus zapatos estaba a punto de romperse, en la misma tienda había cajas de zapatos, eligió uno que combinaba con el traje y se acercó con cuidado al vampiro, debían seguir su camino. Se comenzaba a dar cuenta que podía confiar en él, ya que en todo el trayecto desde que salieron de las mazmorras, en ningún momento había intentado morderla, - eso es bueno, tal vez no soy atrayente para él y podré estar mas relajada  - dijo en voz casi imperceptible, mientras sonreía aliviada. Entonce una voz que solo ella podía escuchar le dijo, - ese vampiro intentó morderla hace un instante, allí afuera – Galia giró hasta enfrentar a un anima que con el cuerpo casi desvanecido pero con la apariencia de haber estado  mucho tiempo bajo la lluvia, que afuera comenzaba a caer, la miraba con ojos tristes, - ¿de que hablas? – le recriminó, - es lo que vi, ese inmortal estaba por hundir sus colmillos, en su cuello señorita -  el espectro, pronunció aquella frase que hizo helar la sangre de la bruja, - gr... gracias – logró articular mientras su mente intentaba encontrar una salida para no estar de nuevo en peligro y tan cerca de esos relucientes colmillos.  - deben apurarse, los inquisidores están a pocas cuadras, si salen por los fondos de la construcción llegaran a las alcantarillas  -  Galia casi cayó al piso , cuando se imaginó que debería entrar a ese lugar tan sucio y apestoso, - peor serían las mazmorras – recapacitó mientras volvía a liberar otra alma mas.

Un mareo la hizo trastabillar y dejarse tumbar en un taburete, - no puedo seguir liberando almas, estoy agotando toda mi energía y pronto quedaré inconsciente – pensó en voz alta.
Galia Meis
Galia Meis
Hechicero Clase Media
Hechicero Clase Media

Mensajes : 63
Fecha de inscripción : 20/02/2013
Localización : Paris - Francia

DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:

Volver arriba Ir abajo

 Saldar Deudas (Privado Zirano Xanadoo) Empty Re: Saldar Deudas (Privado Zirano Xanadoo)

Mensaje por Zirano Xanaddo Miér Sep 11, 2013 1:14 pm

Coloco la puerta en su lugar, asegurándome de dejarla bien puesta, me dirijo hacia unos trajes masculinos que hay a un lado de la tienda, extiendo mi mano hacia ellos, observándolos uno a uno, son de aspecto serio y formales y todos de colores oscuros y tristes. El tacto no es muy suave cuando paso mi mano por ellos, pero mejores que mi ropa de policía seguro que son, sonrío levemente al notar el tejido aterciopelado de un traje de color lila muy oscuro, casi negro, lo cojo de su percha y me quedo mirándolo, es un traje precioso, pero demasiado llamativo y vuelvo a dejarlo en su lugar.

Sigo rebuscando entre los trajes. -este sería un buen caso para la sociedad- escucho a Galia susurrando hablando sola. Miro hacia la vitrina del escaparate algo distraído y en el reflejo de este veo a la bruja con su habito de novicia de un color blanco puro. Cojo un traje cualquiera, y me giro un poco hacia los escaparates, mirando disimulado el reflejo de la chica que convencida d qu no la miro comienza a quitarse el habito, sus piernas desnudas, con su piel de aspecto suave y bonita y con curvas bien definidas,son lo primero que veo, no puedo evitar seguir mirándola mientras cada vez deja mas partes de su hermoso cuerpo a la vista. Su vientre es liso y sus pechos son grandes, me muerdo el labio inferior. _No deja de ser una chica joven y preciosa. Ves a saber los planes que tenia el padre Isidro para ella._ Pienso para mi mientras Galia se quita por completo el habito, dejándolo a un lado y me busca con su mirada, queriéndose asegurar de que no la miro y comienza a ponerse un vestido.

Se viste con delicadeza, el vestido le queda bien ajustado resaltando su esbelta silueta, yo continuo mirando los trajes con una sonrisa dulce dibujada en mi rostro, el contemplarla furtivamente es algo morboso pero agradable, siempre gusta el ver el hermoso cuerpo semidesnudo de una rubia despampanante. Doy unos pasos hacia otro perchero donde hay mas trajes, pero solo mirarlos me disgustan, son los típicos trajes del domingo de la clase obrera. Con una mueca de desagrado en mi cara vuelvo a la ropa que miraba con anterioridad y cojo el traje lila, si es llamativo pero elegante. Miro a mi alrededor, buscando con mi mirada camisas, en el centro de la tienda hay varias colgadas en un perchero de madera, y solo comienzo a mirarlas la veo, una camisa de manga larga de color rojo pasión, con volantes en el pecho, totalmente de mi gusto, y sin pensarlo dos veces la cojo y me dirijo hacia el interior de la tienda para cambiarme de ropa. Me pongo en una esquina del local, asegurándome de que Galia pueda verme, pero sin que parezca que me dejo ver y dejo sobre unos perchero el traje y la camisa, para comenzar a desabrocharme los botones de la que llevo puesta. Me giro, dando la espalda a la bruja, y me quito del todo la camisa de policía, tirándola a un lado y dejando mi espalda ancha y curtida a la vista.

Puedo oir como susurra algo de que no es atrayente para mi, lo que me hace sonreír pero escucharla hablando sola aun me resulta extraño. -¿De que hablas?- Pregunta la chica al aire, a lo que yo alzo una ceja sin girarme, mientras comienzo a desabrochar mi cinturón haciendo el típico tintineo al quitármelo. -Gr...gracias.- La escucho susurrar y tras unas palabras en su lengua natal la estancia al completo se ilumina momentáneamente con una luz dorada, como la que vi en el interior de la iglesia, pero tras unos segundos todo vuelve a la oscuridad normal de la noche.

Me quito el pantalón, quedándome tan solo en calzoncillos, me pongo la camisa roja y el traje, asegurándome de colocarme bien toda la ropa, cojo la placa de policía de la otra camisa y la guardo en mi bolsillo, y del pantalón cojo el dinero guardándolo también en el bolsillo y tomo el revólver y me lo guardo en mi espalda, bajo la chaqueta del traje. Me miro en el escaparate, observando como el traje parece hecho a mi medida, me retoco un poco el flequillo de forma coqueta y lanzo una sonrisa cómplice a mi propia imagen y miro a Galia, que luce pálida y con aspecto cansado.

-no puedo seguir liberando almas, estoy agotando toda mi energía y pronto quedaré inconsciente.- Dice la chica en voz alta, visiblemente agotada, dejándose caer en un taburete. Me acerco a ella, algo preocupado, y me agacho hincando una rodilla en el suelo frente a la bruja. Le cojo una de sus manos, y con la otra pongo el reverso en su frente. -Galia, no tiene buen aspecto. Debemos irnos.- Digo mirándola directamente a los ojos, cuando se escucha n la calle varios personas corriendo. -Mirad bien en todos lados, no deben estar muy lejos.- Se escucha decir a un hombre. -Tenemos que irnos ya Galia.- Le digo susurrando, mientras de mi bolsillo saco 20 francos y los dejo sobre el mostrador. -Con esto cubriré la ropa y la puerta rota.- Susurro para mi, vuelvo junto a Galia de nuevo, y cogiéndola d ambas manos, la ayudo a levantarse observando mas con detalle su hermoso vestido gris. -Esta preciosa my lady.- Le digo con una sonrisa dulce y la cojo en brazos. -No se quejara, siempre en brazos.- Digo con una sonrisa divertida caminando hacia la puerta trasera, y mientras la abro. -No dejare que use mas sus poderes en toda la noche mademoiselle, no quiero que le pase nada, y por los inquisidores no se preocupe, la protegeré de ellos.- Mi voz suena varonil y con mucha seguridad en mi mismo, y salgo a la calle trasera.
Zirano Xanaddo
Zirano Xanaddo
Vampiro Clase Media
Vampiro Clase Media

Mensajes : 597
Fecha de inscripción : 18/02/2013

DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:

Volver arriba Ir abajo

 Saldar Deudas (Privado Zirano Xanadoo) Empty Re: Saldar Deudas (Privado Zirano Xanadoo)

Mensaje por Galia Meis Vie Sep 20, 2013 5:50 pm

Contempló como el vampiro se acercaba a ella, estaba muy bien vestido, le gustó el color del traje que hacía juego con su vestido, pero levantó una ceja al pensar en lo llamativo del color, - se supone que no deseamos ser descubiertos – pensó, mientras sonreía levemente, divertida por la situación.

Entonces recordó cuando su padre le explicaba que aveces uno podía pasar inadvertido haciendo todo lo contrario, - el enemigo buscará en lo sencillo y poco llamativo, ya que se supone, querrás no ser percibido  - ella asintió, como si pudiera escuchar la voz de su padre diciendo esas palabras. La tristeza la embargó, -¿que habrá sido de ellos? - se lamentó recordando el lugar donde había quedado  encerrado su hermano, - mis padres habrán corrido igual suerte – temió en el fondo de su alma.

Su mente estaba tan lejos de ese lugar que no sintió la mano del vampiro hasta que la palma de éste se apoyó delicadamente en su frente, un contacto helado, como los paños que su madre solía ponerle cuando la fiebre la hacía delirar. Levantó su vista hasta encontrar la ajena, - ¿porqué los extraños, de pronto se pueden convertir en tus únicos amigos, casi como tu familia? - caviló ruborizándose al ver por primera vez con detenimiento los pequeños detalles que hacían del rostro del vampiro un hombre armónico y bello - ¿porque? - preguntó casi sin esperar respuesta, como si en verdad fuera una pregunta para ella misma, - ¿porque me ayudas? ¿acaso no sería mejor que me dejaras aquí? - le miró con expresión desolada – ¿no vez que mis fuerzas se agotan y huyendo solo, podrías estar en este momento, en un lugar a salvo de ese demente monje? -.

Dejó caer su vista posándola en las piernas musculosas del hombre, que aun podían percibirse bajo la fina tela del pantalón.  De forma rápida, desvió su mirada, no era decente observar  el cuerpo de un hombre y menos si no pertenecía a la familia. Por mas que ella, hoy por hoy, se había convertido en una espía y casi una delincuente, al ver a su hermano con vida, todo había cambiado, debía y quería comportarse como una mujer digna de llevar el apellido Meis.

Suspiró mientras él seguía hablándole, no era que no quisiera escucharlo, pero su mente volvía a perderse en el rostro de su amado hermano, de sus padres, el nudo en la garganta se agrandó, la nariz y los ojos le ardieron por las lagrimas que pugnaban por salir.

Sintió que el vampiro, nuevamente, la tomaba por las muñecas,  de forma suave la volvió a tomar en brazos, como si fuera una muñeca, un tesoro. Ella se ablandó en los brazos masculinos, rodeó con los suyos el cuello masculino y exhaló mientras cerraba los ojos, dejándose llevar por la sensación de seguridad que él le infundía.

Se dio cuenta que estaban de nuevo bajo el cielo nocturno, que amenazaba con llover, delatora de ésto era la briza helada y húmeda que golpeaba su cuello y espalda. Tembló entre los fuertes brazos, ya que el vestido aunque bastante abrigado, no era  apropiado para una noche de principios del  invierno, por eso hundió mas su rostro en el cuello del vampiro.

Corrían como una exhalación por una de las tantas callejuela del París somnoliento de una madrugada de 1800, cuando el estomago de Galia hizo un pequeño quejido, a pesar de no saber si él podía haberlo oído o si se habría dado cuenta del rubor que cubría su rostro, por culpa de la vergüenza que ese sonido le había ocasionado, ella dijo un casi imperceptible – perdón – tratando que aquel rubor remitiera antes que  posara su vista en el rostro de la bruja.

Hubiera podido usar la ilusión para que no la viese vulnerable, pero en verdad estaba muy débil y cansada para utilizarla, debía alimentarse pronto o se desvanecería. - ¿Podríamos detenernos para comer algo?- le preguntó alzando un poco el tono de su voz, - es que no comí nada, en verdad, temí que tuviera alguna droga la cena que nos ofrecieron  y preferí hacer como que en verdad me alimentaba, pero creo que si sigo así solo seré una carga – concluyó, mientras recordaba que la mayor parte de la noche había estado siendo llevada en andas por el vampiro y de seguro quien debía alimentarse más era él y no ella.
Galia Meis
Galia Meis
Hechicero Clase Media
Hechicero Clase Media

Mensajes : 63
Fecha de inscripción : 20/02/2013
Localización : Paris - Francia

DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:

Volver arriba Ir abajo

 Saldar Deudas (Privado Zirano Xanadoo) Empty Re: Saldar Deudas (Privado Zirano Xanadoo)

Mensaje por Zirano Xanaddo Lun Oct 07, 2013 2:37 pm

Salgo de la tienda por la puerta trasera con Galia en brazos, ella solo se acomoda y se sujeta a mi tranquila. Al salir, noto como una brisa recorre las calles, y es bastante húmeda, aspiro aire por la nariz, oteando el ambiente, sintiendo olor a lluvia. Galia se abraza a mi mas fuerte, hundiendo su cara en mi cuello, y tiritando un poco, yo no lo puedo notar pero en estas noches suele hacer mucho frio para los mortales. -Debemos encontrar un lugar donde resguardarnos.- Digo para mi, temiendo por la salud de la hermosa y joven bruja. La estrecho con un poco mas de fuerza entre mis brazos, intentando dar calor de la que yo no dispongo y comienzo a correr dirección este por las calles, usando un poco mi velocidad.

Traspaso varias calles, sin saber bien donde ir, mi mirada esta fija al frente perdida en mis pensamientos, esta noche al menos deberíamos pasarla en algún lugar seguro, donde yo pueda permanecer durante el día oculto de la luz del sol. La comisaría sería un buen lugar, y es mas, por mucho que los inquisidores viniesen, no creo que me traicionaran.

Salgo de mis pensamientos, justo escuchando un pequeño rugido del estomago de Galia, la cual aprieta aun mas su rostro en mi cuello, la miro con una sonrisa dulce, y veo como esta algo sonrojada. Necesita comer, debo darme prisa. Ella me dice que durante la cena no comió nada, temiendo que la drogarán, y que solo es una carga para mi. Detengo mi paso en el centro de un cruce de calles y observo con detalle a mi alrededor para orientarme.

-Galia, no es ninguna carga llevarla, es mas, me agrada poder tenerla tan cerca.- Digo con voz varonil mirando hacia la derecha, hacia la gran avenida. -Iremos a la comisaría, allí estaremos bien, por el momento.- Sonrío tranquilo, y comienzo a correr de nuevo a gran velocidad, pasando como un simple borrón color azul eléctrico.

-¡Ahí esta! ¡Cogedlo!- Grita un hombre desde una esquina, y antes de que me pueda girar del todo escucho el sonido de una ballesta disparándose, una arma peligrosa, gran alcance y la saeta puede superar mi velocidad. Noto como la saeta se clava en mi riñón derecho. -¡Le di!- Grita el de la ballesta. -Maldita rata, bastardo!- Grito al sentir la saeta entrar en la carne. La cojo con mi mano y de un tirón seco la saco de mi espalda, sin darme cuenta que solo la he roto, me giro mostrando mis colmillos, dispuesto a lanzarme sobre el inquisidor, pero de refilon veo el rostro de Galia que me mira algo asustada, con sus pies en el suelo, ya que al notar el golpe deje caer sus piernas. Y usando toda la fuerza de que dispongo lanzo la saeta hacia el tipo, que esta riéndose a carcajadas, dándole en un ojo, vaciándoselo. El inquisidor ca al suelo retorciéndose y gritando con voz aguda, y de la misma esquina aparecen seis inquisidores mas, cojo de nuevo las piernas de Galia. -Esto se pone feo.- Y corro al máximo de mi velocidad, zigzagueando por las calles, consiguiendo darles esquinazo.

A apenas tres manzanas de la comisaria, noto como mis fuerzas flaquean, y debo dejar de correr. La herida del riñón parece no sanar bien, que extraño. Mi rostro refleja tranquilidad, y las tres calles las recorro caminando a paso tranquilo. Y me encamino a la parte trasera de la comisaría, entrando por la puerta trasera.

Nada mas entrar nos encontramos en un pasillo de unos 10 metros de largo, con dos puerta en la pared derecha. En una pone almacén de pruebas. Una sala enorme donde guardamos todas las evidencias de casos archivados. Y la siguiente es un pequeño comedor para la policía y sin perder tiempo entro. Las luces están apagadas, normal puesto son altas horas de la madrugada, y entro orientándome por mi buena visión, cojo una caja de fósforos de la mesa y enciendo las velas de dos candelabros, iluminando la estancia, dejando ver dos mesas con 6 sillas cada una y una pequeña cocina con un fogón y una fregadero. -Siéntese aquí tranquila Querida.- Le digo sentándola en una de las sillas, acomodándola bien y me voy hacia el fogón, dándole la espalda a Galia. Cojo una sarten, la pongo al fuego Y comienzo a coger ingredientes para hacerte una tortilla. Y entonces Galia ve como la sangre chorrea por mi herida, que aun tiene media saeta clavada que no deja cerrarse la herida, tiñendo el pantalón de un color carmín oscuro brillante. Yo sin apenas fuerzas, pongo la tortilla en un plato y con cara normal y sonriente le pongo el plato sobre la mesa. -Espero que le guste.- Digo sonriendo dirigiéndome a la puerta. -Voy a ver a mi jefe, regreso enseguida.- Abro la puerta dispuesto a salir.
Zirano Xanaddo
Zirano Xanaddo
Vampiro Clase Media
Vampiro Clase Media

Mensajes : 597
Fecha de inscripción : 18/02/2013

DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:

Volver arriba Ir abajo

 Saldar Deudas (Privado Zirano Xanadoo) Empty Re: Saldar Deudas (Privado Zirano Xanadoo)

Mensaje por Galia Meis Mar Oct 08, 2013 7:04 pm

El vampiro, la cargaba en sus brazos y ella se sentía contenida y tranquila, estaba tan cansada que por momentos caía en un estado de inconsciencia que no podía detener, sus fuerzas eran tan escas que tras cruzar varias calle la voz fuerte de un espectro la puso en alerta – cuidado inquisidores - . Abrió de forma desmesurada sus ojos y por mas que intentó decirlo solo pudo pensar – por favor, ten cuidado, hay inquisidores cerca – sus labios apenas se movieron en el cuello del vampiro, unas de sus manos acarició la nuca del vampiro, intentaba poder ver por sobre el hombro masculino y distinguir a ese fantasma que seguramente le señalaría de donde provenía el peligro.

Unos metros mas allá, las voces de alerta de hombres y la algarabía por haber dado en el blanco la hizo gemir. El vampiro se detuvo y ella quedó parada a su lado. Podía tener pocas fuerzas pero la adrenalina se disparaba por sus venas, sintió el olor a la sangre y en un giro que el hombre hizo para tirar el proyectil de nuevo a sus agresores, Galia pudo distinguir la herida, en donde sobresalía un trozo de madera unida al proyectil de metal, esto estaba hundidos en la carne – tendré que curarlo – se dijo mentalmente. Sintió como el hombre, volvía a cargarla y aunque ella hizo un gesto de no consentir, se encontró otra vez corriendo a gran velocidad entre los brazos del policía.

Llegaron a la comisaría, según el vampiro era un lugar seguro donde esconderse, - desconfió -  pensó para si. La dejó en un asiento como si se tratara de una pequeña niña que debía cuidar,  Galia sonrió, divertida, - ¿tendrá hijos? - caviló para después resoplar mientras se reprendía por tamaña torpeza, como podía ser, los vampiros no pueden tenerlos. Lo contempló moverse con un poco de dificultad y preparar la comida, apenas las verduras comenzaron a cocinarse, la boca se le hizo agua, pero antes de poder comer, debía ayudarlo, si no extraía la flecha no podría usar la sanación acelerada que todo vampiro tenia.

El hombre se acercó a Galia con la comida lista para que ella cenara, sus miradas se unieron,  - está débil - caviló, - y por mas que intente protegernos no lo podrá hacer si no saco ese proyectil de su cuerpo-. Cuando vio que se dirigía a la puerta, ella corrió a detenerlo, lo tomó por la manga  del abrigo, intentando girarlo, - no puedes irte, deja que vea esa herida -. Aunque éste se quejó y no quiso al principio ceder, logró que se sacara el abrigo y la camisa, que fue dejando en el respaldo de su silla. Ver a un hombre semi desnudo la puso muy nerviosa, solo conocía el torso de su hermano, cuando lo contemplaba hachar los arboles para conseguir la leña que usarían en el invierno. Intentó pensar en otra cosa mientras buscaba con presteza los elementos que necesitaría para crear los ungüentos; los trapos para limpiar la herida. Tomó un cuchillo de filetear, largo, delgado y peligrosamente filoso como un instrumento de medico, ella no era uno, pero por tener que asistir a tantos casos graves y extremos en la Societatis Liliums, podía decir que tenía el conocimiento y la practica.

Lo acostó en la mesa secundaria que había descubierto apenas entrar en ese comedor. Sobre un mantel blanco,  Zirano se acomodó sobre las tablas con dificultad y ella continuaba afanosamente en los preparativos, hizo jirones otro trapos y destapo una botella de vodka con la que desinfectó la herida, utilizando el cuchillo y sus manos logró sacar la flecha quebrada. De un costurero sacó hilo, aguja y le cosió lo mejor que pudo la herida, - disculpa, no te quedará muy bonita la cicatriz – se disculpó, pero estoy segura que con tu don para recuperarte estarás como nuevo.

Lo terminó de vendar, atando las dos puntas de la venda en el pecho, lo acarició casi sin darse cuenta mientras le sonreía con timidez, - gracias – murmuró, mientras se  acomodaba nerviosa un mechón de cabello que caía en su frente. Entonces recién se pudo sentar a comer el delicioso manjar que aquel hombre le había preparado, comió en silencio contemplándolo, esperando que la herida no doliera y pudiera recuperarse pronto, su ceño estaba fruncido en un gesto de intranquilidad, y cuando sus miradas volvieron a encontrarse ella se ruborizó, bajó rápidamente su vista al plato jugando con el tenedor en la comida, como si en realidad fuera una pequeña niña.
Galia Meis
Galia Meis
Hechicero Clase Media
Hechicero Clase Media

Mensajes : 63
Fecha de inscripción : 20/02/2013
Localización : Paris - Francia

DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:

Volver arriba Ir abajo

 Saldar Deudas (Privado Zirano Xanadoo) Empty Re: Saldar Deudas (Privado Zirano Xanadoo)

Mensaje por Zirano Xanaddo Lun Oct 14, 2013 6:48 pm

Cuando me dispongo a salir del comedor, Galia me coge de la manga de mi abrigo tirando de mi para hacer que la mire pidiéndome ver la herida. Me giro mirándola fijamente a los ojos, mi rostro refleja calma y tranquilidad, pero mis ojos se ven agotados. Realmente noto como las fuerzas me fallan, y la falta de sangre me hace trastabillar. -Tranquila my lady, una simple flecha no acabara conmigo.- Digo intentando sonreír quitando importancia a mi herida. Pero Galia no me deja ir y me comienza a quitar la chaqueta. Le dejo hacer observándola.

La joven bruja deja la chaqueta en el respaldo de una de las sillas, y yo comienzo a desabrocharme la camisa y Galia se pone frente a mi, acabando de desabrocharme ella los botones. Notar su cercanía y tener sus cuidados me hacia sentir bien, sonrío observando como me quita la camisa con cuidado, mirándome algo azorada y nerviosa, deja la camisa sobre mi chaqueta y sin perder tiempo se pone a buscar algunos utensilios de cocina, y me hace acostarme sobre la mesa libre, que esta cubierta por un mantel blanco, me tumbo solo observándola, manteniéndome en silencio, dejándola hacer. Me desinfecta la herida con un poco de vodka, noto una fuerte escozor, y aprieto los ojos, cerrandolos con fuerza, conteniendo cualquier quejido, es bastante doloroso pero en apenas unos instantes noto como corta mi carne, y no puedo evitar rechinar los dientes pol el dolor punzante. y con cuidado saca el trozo de saeta, de inmediato siento un alivio enorme y como la herida comienza a dejar de sangrar poco a poco. Galia coge una aguja e hilo y comienza a coser mi herida, diciéndome que no me quedara una cicatriz muy bonita, con tono de disculpa, y que me curaría rápido gracias a mi don. Y me venda la herida con un trapo y acaricia mi espalda con dulzura, mirándome con una sonrisa tímida. Me levanto quedándome sentado en la mesa, mirándola y me dice gracias. Le miro sonriendo mientras ella se acomoda un mechón en su frente con sus dedos. -No debe darme las gracias por nada Galia, se las debo dar yo por sus cuidados.- Le digo con tono dulce y varonil, sonriéndole de forma cortes.

La hermosa mujer tras dedicarme una sonrisa dulce se sienta en la mesa y comienza a comer, sin decir ni una sola palabra solo mirándome, yo cojo la camisa de la silla, y comienzo a ponérmela, y nuestras miradas se cruzan, sonrío ampliamente al ver como mira hacia el plato sonrojada, jugando con el tenedor, con el rostro iluminado como si de una niña se tratara.

Me pongo bien la camisa, abrochándome todos los botones, meto los bajos de la misma dentro del pantalón, la herida me tira un poco por los puntos y hago una suave mueca, casi imperceptible y camino rodeando la mesa donde esta Galia sentada, me paro tras ella, que sigue comiendo, la noto algo nerviosa al saber que estoy a sus espaldas. Pongo mis manos en sus hombros, y me agacho poniendo mi cara al lado de la suya. -Mi querida Galia, es tan hermosa. Le prometo que cuidare de usted.- le susurro y retiro con mi mano el cabello de su cara, notando de inmediato el olor dulce de la bruja, ese aroma que tanto me gusta y la beso en la comisura de sus labios, un beso dulce.

Retiro la silla, que hay junto a Galia, de la mesa y me siento en ella. Pongo mis brazos, con las manos cruzadas, sobre la mesa. -No soy muy buen cocinero, ¿le gustó lo que le prepare?- Le pregunto con gesto tímido y la observo hasta que termina de comer. Mi sed comienza a despertar cada vez mas. Una vez Galia da el último bocado, me levanto y tiendo mi mano hacía ella. -Galia me acompaña? Me gustaría presentarla al jefe de policía y dar un paseo por toda la comisaría junto a vos querida.-
Zirano Xanaddo
Zirano Xanaddo
Vampiro Clase Media
Vampiro Clase Media

Mensajes : 597
Fecha de inscripción : 18/02/2013

DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:

Volver arriba Ir abajo

 Saldar Deudas (Privado Zirano Xanadoo) Empty Re: Saldar Deudas (Privado Zirano Xanadoo)

Mensaje por Contenido patrocinado


Contenido patrocinado


Volver arriba Ir abajo

Volver arriba

- Temas similares

 
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.