Blancanieves (Snow)

por **Lorenz Kane** Jue Mar 07, 2013 8:26 am

-Buenas tardes, ando buscando libros de herboristería, donde puedo encontrarlos?- pregunté con una difícil entonación en francés, me estaba empezando a molestar esto de no saber bien las pronunciaciones, tener que manejarme con otra lengua cuando se me hacía difícil incluso con la mía, era un verdadero estorbo, un lastre que pronto tendría que arrojar o terminaría desechado por la sociedad.

Estaba en la biblioteca, una dulce dama bien refinada y vestida acorde, me condujo pacientemente hasta uno de los corredores mas alejados. Los libros se notaban algo polvorientos, al parecer este área no era la mas consultada, pensaba mientras caminaba por entre medio de esos altos estantes. Me señaló en lo alto y me mostró la ubicación de la escalera para poder buscar lo que necesitara, si todo iba bien, la biblioteca se convertiría pronto en mi segundo hogar porque no tenía forma de pagar por tutores ni por libros, así que tendría que aprender solo a manejarme como se debe con el francés, por ahora solo tenía un pequeño diccionario de bolsillo que había "tomado prestado" de la Libreire Wijsheid y con este me manejaba en las cosas mas básicas.

La dama se retiró con pasos tranquilos a través del corredor y yo tomé la escalera con la cual me aproximé a un libro muy antiguo escrito en latín, de allí podría quizá sacar algunas pociones para hacer curaciones, que debía tener a mano por las dudas, en caso de cruzarme accidentalmente con la Santa Inquisición.

Libro en mano y con el diccionario de latín-inglés en la otra me fui hasta el salón de lectura donde pensaba pasar un buen rato, pero apenas entré noté una presencia conocida, olía a sur, a libertad. Sonreí y me acerque despacio hasta la dama que estaba sentada con el pelo cayendo como una cortina sobre su pálido rostro.

-Blancanieves, no puedo creerlo tenerte aquí ...- dije esperando que fuera ella y no otra cuando se diera vuelta para mirarme. Me gustaba jugar con su nombre y su apariencia, la recordaba tan joven y ahora ya convertida en una mujer era realmente impactante.

por **Snow Whitlock** Sáb Mar 09, 2013 7:59 pm

El día de hoy para ser verano estaba bastante frio, Snow se encontraba aburrida en casa sin nada que hacer, incluso ya se había pasado por la cocina para ayudar en algo aunque claro no le dejaron hacer nada no porque no pudiese o lo hiciera mal, era solo el hecho de que a los sirvientes le gustaba sobreprotegerla además de que siempre le aseguraban que alguien como ella no debería de estar haciendo algo o queriendo ayudar, cosa que el días como este le sentaba bastante mal pues no tenía nada que hacer, incluso ya ni leer le mantenía entretenida pues los libros que conservaba en casa ya se los sabía de memoria.

Paso un largo tiempo antes de que la joven bruja decidiera que era mejor salir un rato a dar la vuelta por París a quedarse aburrida en su habitación, así que sin mucho pensárselo se vistió de manera adecuada para salir con un bonito y elegante vestido negro con unos listones alrededor de sus manos, unas hermosas botas que hacían juego con la ropa para luego ir a ordenarle a uno de sus sirvientes que preparase un carruaje que en cuanto estuviera listo saldrían.En poco tiempo Snow y su chofer se dirigían al centro de la hermosa ciudad, a pesar que estaba fresco la muchacha no prestaba mucha atención al clima, lo cierto era que la chica no tenía idea a donde quería ir así que sin más ordeno a su sirviente que le diera un paseo por la cuidad, sirviéndole esto para admirar la hermosa metrópoli en donde se encontraba. Estuvieron recorriendo la capital del hermoso país por un largo rato deteniéndose en repetidas ocasiones para comprar unas cuantas cosas de diferentes tiendas ya que la señorita le gustaba de suma manera gastar una gran cantidad de dinero recorriendo las calles de la cuidad.

Llevaban gastados alrededor de seiscientos francos cuando el carruaje paso por la biblioteca captando de inmediato la atención de la doncella que inmediatamente le pidió a su cochero que se estacionara, pues si había algo que Snow disfrutase más que las compras era sin duda el tener un buen libro en sus manos y leer por horas, así que después de entrar a la enorme biblioteca le pidió a su guía que regresara por ella al anochecer y lo despidió para ella ir directo a la sección de mitología, tomando un ejemplar bastante grande de criaturas fantásticas, que hasta los inquisidores creían que eran cuantos para asustar a los niños pequeños pero que Snow sabia existían.La joven bruja continuo con su lectura por largo rato hasta que llego a un capitulo que hablaba sobre criaturas conocidas como demonios, lo que decía de ellos encajaba en gran parte en la descripción de un vampiro, ella al provenir de una familia que siempre había tenido toda la información sobre las criaturas que rondaban la noche aunque era un decir pues a excepción de los vampiros todas las demás criaturas podrían salir a la luz del sol, inclusive ella era considerada como un ser sobrenatural por la inquisición al llevar sangre en sus venas.

Snow siempre era de la creencia de que el único problema con los humanos respecto a la magia de otros seres humanos o inclusive con los vampiros era su incapacidad de aceptar que ellos eran personas simples y normales, para ella toda esta caza de brujas así como de cualquier ser no humano era simple envidia de las personas con “poder” e influencia en la sociedad más sin embargo que no eran portadores de ya fuese desde magia hasta vida eterna cosa que a la joven mortal le parecía una estupidez para ella era algo inexplicable el tenerle envidia a otra persona o ser solo por ser “especial” cosa que en su mayoría nadie lo había pedido.

La hermosa hechicera salió de sus pensamientos después de un rato decidiendo que el libro que tenía en su amparo no tan exacto como lo pensó en un principio así que fue a dejarlo justo al lugar de donde lo tomase hacía ya buen rato, luego de acomodar aquella obra en su lugar fue a preguntarle a la encargada del lugar por un baño, la señora amablemente le indico donde estaban dirigiendo a la doncella hasta el lugar, luego la madame se regresó a su lugar y Snow entro al tocador apreciando su reflejo en cuanto abrió la puerta cosa que la hizo sonreír ya que debido al frio clima que estaba afuera y que la biblioteca no fuera meramente cálida su cabello estaca casi negro y sus ojos eran completamente grises eso combinado con la hermosa ropa que traían la habían ver sumamente atractiva y encantadora, sonrió a su reflejo acomodo su cabello un poco para luego salir de aquel cuarto e ir directo por algún libro de hierbas, hacia realmente mucho que no preparaba pociones, quizás haciéndolo se podría entretener en casa.

Tomando el libro que más le llamo la atención fue a sentarse al lugar más cercano, no quería estar complicándose mucho si necesitaba algún otro ejemplar. Snow estaba completamente entretenida en su lectura cuando una voz llamo su atención- Blancanieves, no puedo creerlo tenerte aquí...- dijo un caballero provocando que dejara el libro, conocía esa voz, sabía quién era, no por cómo le llamo sino porque solo una persona le llamaba así en ese tono y en español – vaya, vaya, vaya pero si es Lorenz – contesto la joven doncella – la que no puede creer que estés aquí soy yo… creí que no dominabas ni el español… y eso que es tu lengua madre – agregó divertida mirándolo mientras hablaba, luego se levantó y lo abrazo de manera algo efusiva pues si la verdad tenia muchísimos años de no verle tenia hermosos recuerdos de ellos siendo unos críos ya que él era el único con el que podía jugar y “pelear” sin que acabasen peleados, él era el único que conocía el lado sarcástico así como el de humor negro de la pequeña hechicera, así que le daba gusto volver a verlo después de tanto tiempo.

VESTIDO Y ZAPATOS DE SNOW:

Off:

por **Lorenz Kane** Mar Mar 12, 2013 6:18 am

Off:

La grata sorpresa de encontrarla allí lo colmo de alegría y respondió a su efusivo abrazo con otro igual, aunque no salia aun de su emoción.

-Es verdad cariño, sabes que lengua que dejo de hablar, es una lengua olvidada-
dijo sonriendo con el rostro pegado a su hombro aun fundidos en el abrazo, que poco a poco fue dejando para pasar a observarla ahora que la tenia de frente.

-Pero mírate nomas! Te dejo unos años y mira como te vienes a vestir, como toda una dama...Y encima refinada!-
dijo antes de largar una carcajada burlándose de ella, porque la conoció mas salvaje de lo que era ahora al menos en aspecto, de seguro su ímpetu seguiría intacto. Su familia era poderosa, sabía que ella lo sería también apenas llegara a ser responsable y mayor pero encontrarla así era mas de lo que podía haberse imaginado entonces.

-Tengo muchos problemas sabes... principalmente con el francés, que idioma mas pomposo!-
dijo con una mueca de disgusto en la cara mientras tomaba asiento en el largo banco que tenia al lado de ella. Miró sus botas de repente y no pudo contener una pregunta

-Como puedes caminar sobre eso?- con incredulidad en la cara

-Ya, que es de tu vida? Qué andas haciendo por aquí en Le France? Negocios?- le preguntó mientras daba unos golpes en el asiento para que lo acompañara.

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