Una noche peculiar (Alana Ferstein) (+18)

Mas una vez mis planes salian como lo previsto, por que no tomarme una noche de descanso aun tenia toda la eternidad para cumplir el resto, me encontraba en el teatro de paris hoy al parecer darian una pieza importante, hacia tiempo que no veia algo asi, la ultima vez fue en roma cuando Cesar mando matar mucha gente por lo horrible que fue lleve mi mano a la frente resposando los codos en la silla, mi camarin estaba en el medio de los niveles haciendo que mi vista fuera perfecta del ecenario y como no de los demas observadores algunos habian traido hasta a cortesanas a su camarin para pasarla bien mientras miraban por mi mente paso la joven cortesana del primer dia quien sabe traerla algun dia aqui para que se sienta importante, una media sonrisa sadica figuro en mi rostro perfecto y inmutable para volver a su estado natural de inexpresion facial. la funcion comenzaria en breve asi que me recoste tocando mi baston para tenerlo cerca de mi observe todo el entorno una vez mas antes de fijarme en los mortales que harian la pieza, llevaba un ropa negra finisima de alta calidad un saco negro pantalones negro y una camisa blanca detras un chaleco gris con un pañuela rojo en el bolsillo superior del lado del corazon, mis ojos finalmente se fijaron en la funcion muchos mortales seria una pena matarlos a todos y beber su sangre, eleve mis manos hasta frente a mi rostro para tapar mi sonrisa malefica de todo el que pudiera ver mis amplios colmillos deseosos de cumplir mis pensamientos mas crueles.

Otra oscura noche se presentaba ante mi, como si fuera un despertar por la mañana cualquiera, aunque este no fuera el caso, ya que la ciudad estaba completamente a oscuras y la gran mayoría de la gente se encontraba en los burdeles o en el teatro, lugar al cual me dirigiría esta noche para poder ver lo nuevo que se estaba presentando esa noche, ya que a pesar de que ya conocía a los hermanos Dharwark, con quienes estaba comenzando a tener una amistad un tanto peculiar, en el aspecto de que con el hermano de Juliette, no sentía simplemente amistad sino algo más.

Pero no deseaba ostigarlo, ni nada por el estilo, así que decidí darles a ambos su espacio y solo por esta noche olvidarme de todo y dejar que mi naturaleza vampírica saliera a flote, ya que debía de alimentarme, para mantenerme con fuerzas.

Un vestido morado con toques blancos y azules claro, era lo que adornaba mi bien proporcionado cuerpo y resaltaba mi belleza con un pequeño collar de oro que hacía que me viera deslumbrante, para finalizar mi cabello caía en una ligera cascada oscura y me veía tan inocente que cualquier otra humana.

"Veamos a quien me comeré hoy" pensé llegando al camarin que había reservado para esa noche y con mis binoculares de oro y amatista, para visualizar a todos los humanos de clase media baja que estaban en la parte de abajo y vizlumbrar a alguien que me abriera el apetito, aunque alguien me llamó la atención, un hombre que estaba en un palco como yo, a lo que bajando mis binoculares para dejar de aparentar que no podía ver, le sonreí de forma seductora y lo mire con un hambre que nunca había sentido, no era sed de sangre, sino otra cosa más diferente y compleja, a lo que con el abanico que traía hice una pequeña señal, cubriendo mi rostro y poniendo uno de mis dedos dobre el abanico abierto para darle a entender que si deseaba se podría acercar a mi y así poder conocernos mejor.

me encontraba obseravando como empezaba el espetaculo de forma elegante, mientras pensaba que mi plan andaba sobre ruedas, ya habia contactado con quien precisaba ahora solo necesitaba dos piezas mas que serian mas complicadas de conseguir mi mirada seguia en las personas a la vuelta hasta que una me llamo la atencion estaba mirandome y me hizo señas de que me acercara su olor era distinto su precencia tambien, una sonrisa sadica paso por mis labios y ella sin duda pudo verlo, no podria creer que esto seria tan facil, paris me facilitaria mucho las cosas y eso era muy bueno, mas facil aunque no debia descuidarme por la facilidad, hice un leve saludo en su direccion tomando una botella de vino me levante para salir de mi camarin y pasar al de ella, mientras salia del mio mire la botella y mis ojos destellaron rojo carmesi mientras golpeaba levemente la puerta para que se me permitirea el ingreso a su camarin, acomode mi baston y en la otra mano la botella de forma elegante apoyandome en el primero esperando a que la puerta se abriera o ella le permitira el ingreso a su camarin.

No entendía del por que había invitado al hombre a mi palco por esa noche, pero por unos minutos no me importó en realidad, solo quería conocerlo, por alguna razón que no comprendía del todo, ya que estaba yo interesada por otro chico y que de buenas a primeras invitara a otro, se me hacía algo demasiado bizarro y me entró un poco de pánico, aunque traté de tranquilizarme, ya que si el intentaba hacer algo en mi contra, lo podría eliminar si se trataba de un simple humano, en cambio si era otro ser natural, sería complicado, pero no imposible.

Me arreglé el cabello con las manos ligeramente y me aplique un poco más de colorete en mis mejillas, haciendo que mi rostro tuviera un ligero color más saludable y a la vista de todas las personas y pudiera esconder mi verdadera naturaleza, ante todos los presentes, incluso si era preciso incluso de todos los seres sobrenaturales, ya que así había hecho siempre,teniendo un perfil bajo me había ayudado a mantenerme con vida y lo seguiría haciendo.

La obra comenzó cuando escuché un ligero toque en la puerta, sabiendo que el hombre al que había seducido solo con la mirada, estaba afuera, por lo que fui a abrir con el abanico sobre mi rostro, para ocultar parte de mi rostro y dejarlo pasar y me volví a sentar en mi lugar sonriendo y captando que al parecer el era de la misma raza que yo, pero no sabía como tratarlo, ya que a pesar de haber vivido tanto tiempo, apenas este era el segundo contacto que tenía con alguien de mi propia especie, por lo que fije mi vista en la obra de teatro y espere el siguiente movimiento de la persona que me estaba acompañando.

escuche como la puerta se abrie y delante de la puerta una bella joven que cubria su rostro con un abanico, levante levemente mi ceja para luego seguir la silueta de su cuerpo hasta su asiento ya que la obra comensaba como ella no cambio palabras conmigo yo tampoco lo hice pero pude sentir el olor a ella su sangre no era humana se trataba de un ser igual a mi, entre sin hacer ruido solo se escuchaba el toque de mi baston en el suelo, tome dos copas y servi ambas copas mientras escuchaba al ruido inicial de la obra me pronuncie sin mirarla

-Buenas noches, My lady

dije terminando de servir las copas, seria interesante cada vez que me encontraba con un semejante ellos tenian una zona peculiar de ser, asi que valia la pena tratar con ella, pase mi mano por el hombro de ella sintiendo su cuerpo frio y muerto como el de otro de mi raza, mientras dejo delante de ella una copa y tomo la otra junto con mi baston en la libre y me siento a su lado dejando el baston apoyado sobre el balcon observe a la vampira, y levante la copa en su honor

-Es bella la noche y la obra my lady

Dijo sin inmutarme ella tenia tanto interes de cubrir su rostro, algo que no me importaba en absoluto ya que lo que ella no cubrio era lo que me interesaba busque sus ojos para mirar dentro de ellos por un instante a ver de que se trataba la vampira.

El hombre que estaba en mi camarin, tenia un aura de un color extraño, por el hecho de tenia algo maligno en si mismo, pero al mismo tiempo tenía algo seductor que hacía que me sintiera demasiado atraída y que aunque quisiera alejarme,sabría que no podría hacerlo, a lo que me hizo pensar que quizás y solo quizás sería muchisimo mayor que yo, ya que lo poco que pudo mostrarme mi marido que en paz descanse o más bien que este ardiendo en el infierno, es que los vampiros mayores como el, tenían el poder de controlar a las personas si así lo deseaban.

-Buenas noches Caballero-dije en un susurro mientras me abanicaba el rostro un poco más y fijaba mi vista en el cuerpo de el, recorriendolo un par de veces, para que al final terminara en su rostro, sabía que era de mala educación, pero aun así lo hice para después tomar la copa que se ponía enfrente de mi y le daba un ligero trago, ya que el vino era uno de los pocos placeres que todavía podía degustar.

-En realidad si lo es-digo dejando el abanico en mi regazo y lo vuelvo a mirar-la cuestión aquí es ¿que hace un hombre tan apuesto como usted sin compañía alguno en este recinto de cultura?-pregunté con curiosidad y con mucha educación, ya que no quería que la gente comenzara a hablar mal de mi, porque eso atraería la atención a mi y siempre prefería un perfil bajo ante cualquier situación.

Sentado coloque mas una vez mis pierna derecha sobre la izquierda como si aquel camarin fuera mio y no estuviera de visitante, la joven no trasmitía hostilidad, sino parecía desear que no se fijaran en ella sus preguntas educadas me daban ganas de reírme, pero me mantuve serio inmutado como hacia mas de un siglo que lo hacia simplemente desvié mi mirada lentamente a ella como si tuviera la eternidad para mirarlo y así era, tenia toda la eternidad y ella estaría allí por toda esa eternidad, levante levemente mi copa y tomo un leve trago del delicioso vino que había traído para luego, limpiar mis labios hábilmente con mi lengua sacando todo rastro de vino de ellos para luego responderle solo se escuchaban de fondo las voces de los actores, mis ojos la vieron de arriba a bajo como ella había hecho hacia un momento, su cuerpo era perfecto y tan inmortal como el mio finalmente mi voz se volvió a pronunciar, en un tono neutro pero elegante, con un acento británico sostificado

-Acabo, de llegar a la ciudad hace una noche y vos por que estáis sola my
lady?

luego de pronunciarme observe la obra como si aquello fuera la reproducción de un pasado que yo había vivido, hablaba sobre la conquista de roma, y la fundación del había, bebí lentamente disgustando otro trago del vino en mi copa, para observarla a ver que tenia para responderme.

No sabía si debía mentir o no, ya que no confiaba completamente de las palabras del seductor vampiro que estaba acompañándome, ya que mientras mas tiempo estaba con el podía ver su aura con mucho más detenimiento, sabiendo que no debía de enfrentarme a el por ninguna razón, ya que era un vampiro que parecía tener muchisimos más años que yo, a lo que trataría de tenerlo mejor como mi aliado que como mi enemigo,a lo que volví a sonreirle y escuchar atentamente un poco más de la obra que trataba de la época romana y las conquistas que había tenido, para después suspira levemente antes de hablar.

-Toda mi vida he vivido aquí caballero-digo con un perfecto francés y sonreirle de forma tímida y decidiendo que le diría una pequeña mentira,la misma que corría por todo el pueblo, siendo tapada por mis tataratatara nietas que eran muy parecidas a mi-pero al ser la segunda hija de mi familia, no me ha quedado de otra más que esperar a que alguien pida mi mano o el convento-digo susurrandolo levemente.

-Aunque a mi parecer ninguna de las dos opciones me parecen adecuadas, yo prefiero la libertad ante todo-dejando la copa en donde había estado en primer plano y volviendo a abanicar mi rostro y la parte de los senos que dejaba ver mi escoté ya que por alguna extraña razón, me había comenzando a dar calor, pero no exactamente el calor que me daba cuando terminaba de alimentarme, no este era demasiado diferente, pero a la vez placentero para mi gusto.

-Por cierto, dejeme disculparme mi falta de mis malos modales-dije ya un poco más tranquila y con menos calor-mi nombre es Alana-levantándome del asiento y esperando a que besara mi mano, como era costumbre cuando un hombre y una mujer se conocían.

Me mantuve en silenci sintiendo la escencia de la joven, sintiendo como ella era una joven vampira su aura no representaba peligro para mi seguimos mirando la ilustre obra, la cual no me gusto mucho en realidad ya que no representaba fielmente lo que habia pasado yo habia vivido eso y sabia que no era asi, muchas cosas fueron cambiadas para darle sentido a la obra, mientras la analizaba escuche la voz de la joven que respondia a mi pregunta asi que siempre habia vivido aca observe su rostro y finalmente sus ojos los mire detenidamente mientras me contaba detalles personales de su vida, sus ojos me permitian estimar estaba caminando sobre este mundo hacia mas de trecientos años, era relativamente joven la vampira escuche sin interrumpirla, tampoco mostrar algun tipo de intenres en su, pronunciamiento eso si, lamentablemente ella no estaba siendo sincera, era normal en todos los vampiros ocultar alguna cosa de sus pasado o sobre sus planes, nuestra raza era asii de misteriosa aunque no me gustara de llamarnos e vampiros, preferia decirnos inmortales, Por que una vampira buscaria mano o giria a un convento lo que ella uso para cubrir su origen desviar mi atencion fue equivocado le faltaaba mucho experiencia para poder, mentir como un verdadero inmortal aunque desconociera su verdadera identidad no me interesaba de momento, volvi a mi al sentir como ella me pedia disculpa observe sus gestos y extendio su mano en mi direccion la cual tome inmediatamente de forma elegante y perfecta con movimientos delicados y seductores, bese lentamente la palma de su mano con mis labios frios y perfectos para luego observar el decote de su ropa, del cual podia sentir ruborizacion de su parte

[color=#660707][/-es usted muy bella, lady Alana, mi nombre es Kenner [color]

Dije mientras separaba mis labios de su mano y mis ojos de sus senos para volver a sentarme a su lado, asi que ese era el nombre de la vampira que me acompañaba, su cuerpo era atractivo no lo negaba mejor momento para recibir el abrazo no fue.

Cuando sentí sus tersos y seductores labios en el torso de mi mano, el hambre que había sentido anteriormente, había vuelto a hacer presencia, dejándome con ganas de que sus labios no solo se quedaran ahí, sino que recorrieran cada uno de los centímetros de mi suave piel, cuando me percate que el también estaba recorriendo con la mirada mi cuerpo y se detenía en mi escoté por un largo tiempo, mostrándome que al parecer yo no era la única que estaba comenzando a tener interés, sobre lo que podríamos hacer, ya que la obra apenas comenzaba y tendríamos suficiente tiempo, si es que así lo deseábamos.

-Señor Kenner-dije seductoramente y empujándolo con delicadeza del hombro, para que se sentara correctamente-¿Por qué no es más discreto con su mirada?-digo sonriéndole y lamiendo mis labios con lujuria, aunque no quisiera hacerlo, pero algo mayor que yo me estaba controlando y sabía que aunque quisiera detenerme, no podría hacerlo porque al igual que con la sangre, este podría ser uno de mis debilidades.

-¿Por qué estás jugando con mi mente?-le preguntó sentándome sobre él y susurrándoselo al oído, ya que ya me había aburrido un poco de esta pequeña farsa, ambos sabíamos que eramos lo mismo, seres inmortales que se alimentaban de la vitalidad de los seres humanos que se reflejaba por medio de la sangre, lo cual me hacía mofarme de los doctores con el método de sangrar a la gente, ya que eso solamente los mataba muy lentamente.

-Deberíamos dejarnos hacernos tontos-acaricio su cabello con delicadeza y sigo sobre su oído-es preciso que sepas que no es nada bueno jugar con fuego, porque te podrías quemar-volviéndole a sonreír y bajándome de el, para volverme a sentar en mi lugar.

Deseaba saber que tenía en mente este vampiro que notaba que era mucho más grande que yo y que podría matarme con un simple golpe, y si lo estaba insitando, porque me generaba demasiada curiosidad, porque nunca después de la muerte de mi creador había estado en compañía de otro vampiro y no podría quedarme con la intriga, ni aunque lo quisiera, porque ese era uno de mis peores pecados, y era el del conocimiento, no importaba que me costara saber lo que deseaba, siempre desde que había venido a este el viejo mundo, siempre lo conseguía.

Senti su mano golpeando mi hombro, como una leve solicitud me sente observandola, con mis ojos frios los cuales regresaban a los suyos despues de recorrer su cuerpo y ella lo habia notado bueno esa fue mi intencion desde el principio que ella notara la vista de mis ojos en su cuerpo y principalmente en sus senos, esta noche era para festejar mis planes, por mas que ella no lo supiera estaba haciendo lo que yo esperaba, senti como su cuerpo se sobreponia al mio de forma elegante se habia sentado sobre mi, permitiendome acariciar delicadamente sus piernas con mis dedos de forma sensible pero suave, como si mis dedos saborearan sus piernas delicadamente, este cuerpo frio como el mio, pero que parecia querer despertar lujuria en el sus labios me lo decian, ella estaba deseandolo y a mi no me vendria mal su ayuda de momento, jugar con su mente, pobre inmortal se notaba el escaso conocimiento de su propia raza, una leve sonrisa sadica salio de mis labios, acompañado con un sutil destello carmesi de mis ojos al oirla decir que me quemaria por jugar con fuego, sintiendo como el peso de su esbelto cuerpo abandonaba el mio y volvia a su lugar, observe la obra por unos instantes, para ver que faltaba bastante para terminar, mi rostro desvio de nuevo la mirada hacia ella y, mi mano tomo su bello rostro de marfil de forma elegante, delineando con mis dedos sus labios y penetrar su boca levemente con uno de ellos mientras mis ojos miraban a los suyos, rompi el silencio entre nuestros cuerpos de hacia un momento pronunciandome

-y vos jugando con lo desconocido, pero es de mi agrado

Haciendo referencia a lo que recién ella había hecho, y por la frase dicha por ella era ella que jugaba con fuego y se terminaría quemando, como lo estaba deseando su cuerpo frió parecía liberar deseos, muy oscuros los cuales esta noche estaría dispuesto a satisfacer.
El dedo que se encontraba dentro de su boca, buscando de forma sensual el contacto con su delicada lengua, mientras mi rostro permanecía inmutado, sin demostrar ninguna emoción, algo que a ella le hacia falta dominar, pero si me fuera útil con gusto le enseñaría a hacerlo como muchas otras cosas.

Hombres tan ingenuos como siempre, el querido de Kenner me había demostrado que no importando siquiera el que fuera un vampiro y se supone que sea un tanto superior a los demás hombres, todo al fin y acabo lo que los termina moviendo es sexo, por lo que solo pude reírme interiormente mientras el me metía uno de sus dedos a mi boca, como si quisiera simular que sería su miembro dentro de mi boca, el pobre iluso todavía creía de verdad que me iba a dejar tocar por el, pero le seguiría el juego por unos minutos más.

A pesar de que el no demostrara con ninguno de sus gestos o su forma de comportarse, sabía a pesar de todo al verlo a los ojos que lo que yo había estado fingiendo, el también lo estaba haciendo, pudiendo ser que el incluso también solo lo viera como un juego, pero no lo sabría hasta no hacer mi siguiente movimiento.

Succione ligeramente su dedo y lo toque levemente con mi lengua y mis colmillos y después me aleje de su mano para sonreiré de forma seductora y maligna, ya que lo siguiente haría que filpara, o eso esperaba que pasaba.

-Tiene razón caballero, no me vaya yo a quemar, lo mejor será entonces que me reitre-digo tomando mi abanico y cubriendome el rostro nuevamente para acercarme a la puerta del palco y abrirla con total delicadeza, para después voltearme para volver a verlo y mirarlo con suficiencia-muchas gracias por la copa de vino caballero, nos veremos otro día de nuestra eterna existencia-digo riendo y acomodándome el vestido, para salir del lugar triunfante después de averiguar algo que era más que obvio, sin importar la raza o la edad.

Lamentablemente justo cuando estaba saliendo del teatro me di cuenta que había olvidado mi bolsa con un par de francos dentro y una pequeña pluma de pavo real que solía ponerme de vez en cuando en el cabello, por lo que me debatía internamente entre si volver al camarín o mejor marcharme a mi hogar, ya que no podía volver a la boca del lobo, en especial por el hecho de que no sabía si había cabreado al vampiro o no lo había hecho, aunque por su edad en realidad lo dudaba.

Al final bufé levemente, mientras volvía a subir las escaleras con lentitud y casi como si fuera una humana común y corriente, esperando que o el vampiro no se hubiera enojado y que incluso le pedía al dios Quetzalcoatl, mi padre divino que ya se hubiera ido y que no venga a por mi, para obtener venganza.

Observe a la joven como parecia tener ideas equivocadas de mi, pero debido al leve contacto que tuvimos, pude ver parte de su exsitencia su pasado un encuentro con un extraño el toque habia sido superficial por lo tanto, la vista de sus memorias fue superficial habia un mortal en su vida un mortal que la tenia muy rendida el podia mas que su naturaleza vampiresca, luego de escuchar su respuesta y repentina huida, me dio gracia una sonrisa sarcastica se figuro en mi rostro ella huia por que queria serle fiel a aquel brujo un brujo que ella parecia amar con su corazon muerto, que inocente criatura aun mismo despues de su excitencia creia en ese amor terrenal, sin duda una verguenza de vampira, cuando termine de ver todo esto me disponia a irme de alli la obra habia perdido su interes, pero mis ojos vieron pertenencias de la dama que apurada por huir de mi dejo alli pobre criatura, era tan estupida como enamoradiza, mis ojos destellaron y recogi sus cosas dejando una nota

- Si quieres tus cosas de nuevo, os veo en el callejon al lado de la iglesia media noche, y si no vais os encontrare, Atte: Vuestro inmortal.

sali de alli con las cosas de ella alegando que mi compañera se lo habia olvidad y yo se lo daria debido a un imprevisto que ella tuvo, hacia unos momentos sin problamas me lleve todo cuando me encntraba abandonando el teotro mire hacia donde deberia estar el camarin y mis ojos destellaron ahora precisaria una nueva victima y una que tuviera sangre.

No había tardado tanto en darme cuenta para regresar por mis pertenencias, pero lamentablemente el hombre que parecía ser todavía mayor a mi, ya se había ido de ese lugar, dejándome una pequeña nota, en donde se refería a que me encontraría a mi y a otra persona, lo que me hizo darme cuenta de que ese hombre si era muchisimo mayor que yo, ya que con los simples roces de la piel pudo ver algo de mi vida, lo cual hizo que me enfureciera de sobre manera y con la nota todavía en la mano, me dirigía a donde estaba uno de los humanos que cuidada el lugar y sin inmutarme completamente nada, le rompí el cuello, sin siquiera importarme si tenía familia o no, solo lo hice porque la rabia había tomado mi cuerpo y necesitaba sacarlo con gran urgencia, antes de cometer una tontería con ese vampiro anciano.

Caminé por las calles de Paris, mientras veía a las personas y las que estaban solitarias las encantaba con mis poderes de persuasión, las llevaba a un oscuro callejón y las mataba succionando toda su sangre, excepto la última gota, ya que no deseaba morir y así lo hice hasta que quede atiborrada de sangre y satisfecha completamente para el siguiente día y parte de la tarde.

Mientras descuartizaba los cuerpos de esas pobre personas que habían estado en el lugar menos indicado, recordaba lo que sentía cada vez que la sangre recorría mi garganta, ese frenesí que me así sentirme viva e indestructible, además de que ese líquido carmesí me llenaba de fuerza, paz y sobre todo poder que era imposible negarse a parar, pero al final lo hice para amontonar los cuerpos ya hechos pedazos y prenderles fuego cerca de un lugar baldío y así terminar con las pruebas de los asesinatos que había cometido cuando para después dirigirme al callejón de la iglesia en donde en un par de minutos más vería a la persona que tenía mis cosas y la que si no fuera por la diferencia de edad, que pensaba que era demasiada, no le arrancaría la cabeza de una vez por todas, acabando con su inmortal vida.

Me recargué en una pared, mientras esperaba a que el hombre apareciera y mientras arreglaba un poco mi cabello, ya que con el movimiento de los cuerpos de las personas que había asesinado brutalmente se había deshecho un poco mi peinado.

-Quiero mis cosas de regreso Kenner-le digo de forma tranquila, aunque en realidad estaba más que enojada por dentro, por la osadía que ese hombre había tenido tiempo atrás cuando se había llevado sus cosas.

en realidad yo ya la estaba esperando en las sombras, se había demorado mas de lo previsto la joven vampiresa, pero el olor a sangre que la rodeaba hacia que fuera fácil predecir, que la había atrasado su rabia, parecía rodear la cada vez mas su aura, de odio se notaba a distancia sin duda era una vampiresa novata no lograba ocultar su verdadero deseo, pero yo estaba con ganas esta noche y nunca me quedaba con ellas en milenios, ella me hizo sentir vivo o mas bien hizo brotar los sentimientos mas podridos dentro de mi, aquella vampiro seria mía esta noche igual que tuviera que matar a medio parís para desposaría esta noche, me mostré viendo como ella me pedía sus cosas una sonrisa sádica en mi rostro, camine hacia ella de forma amenazante golpeándole contra la pared mientras su cuerpo se pegaba sobre la pared mis manos sujetaron las muñecas de ella elevándolas hacia arriba uniéndola con una mano sola para que no se moviera, no era necesario que hiciera mucha fuerza debido a nuestra clara diferencia de poder le susurre en el oído para destruir todas sus defensas

-Si te opones Paul, no sera mas que polvo para mañana

Mientras mi mano libre mostraba su uña y comenzaba a herirla desde su cuello de forma lente hacia su escote rompiéndola levemente de a poco el escote de la joven pero sin llegar a descubrir sus senos mientras, besaba sus labios podía notar su rostro de desprecio

-Deberás respetar mas a tus mayores, doncella espero que hallas traído los modales, sino me desquitare con otra persona

Haciendo referencia a lo que ella pensaba, ella creería que yo sabia leer su mente y eso era cómico su rostro de deseperacion combinado con odio y mas cosas, mi mano bajo tocándole los muslos lentamente

-Eres divina, un desperdicio de vampira para un mortal

dije mientras me re lambí los labios y dejaba ver mis colmillos mas largos que los de un vampiro ordinario mis ojos se clavaron en sus senos los cuales se habían sentido calientes cuando conversa vamos

Sabía lo que tenía en mente ese hombre una vez que estuvo sosteniendo mis manos arriba de mi cabeza, y apretando con la suficiente fuerza, como para darme cuenta de que por más que intentara forsejear no lograría safarme de sus manos por el simple y sencillo hecho de que el era mucho más grande que yo y por subsiguiente no tendría ni una sola oportunidad si me enfrentaba a el en una pelea.

Pero lo que me desarmo completamente fue cuando escuché el nombre de mi amado, ese que había estado esperandolo por más de docientos años y todo por una estupidez que había cometido, haciendome rabiar todavía más por lo que estaba por hacer con mi cuerpo.

-No te atrevas a tocar a Paul maldito-le digo con odio y repulsión, porque yo consideraba que solo los seres insignificantes que no se creían suficientes para las demás personas y por eso prefería utilizar el chantaje para obtener lo que quería.

Sentí como su uña comenzaba a desgarrar lentamente mi piel, sintiendo como se acumulaba un poco de la sangre que acababa de ingerir en la herida y sentir como mi corseé se sentía menos apretado de la parte de mis senos y me hacía sentirme completamente vulnerable, pero lo que me hizo reaccionar de forma salvaje fue cuando me beso en los labios, siendo que el único que podría hacerlo era Paul, por lo que lo mordí con fuerza suficiente como para que se separara de mi rostro y además lo golpe en su entrepiernas con mi rodilla, esperando que eso fuera suficiente como para que me dejara tranquila.

-¿Me estas diciendo sobre modales?-le digo con tono irónico y riendome de el a carcajada limpia-mira tu tus modales que estas a punto de abusar de mi y me chantajeas con el chico que amo-digo eso último entre dientes y sentía desesperación total y asco mientras el recorría mi piel con sus frías manos, por lo que de verdad trataba de no vomitar la sangre que acababa de ingerir y pensaba alguna forma de escapar, aunque no sabía si tendría éxito.

Cuando había ideado algo que parecía algo bueno y perfecto, vi sus colmillos, más grandes que cualquiera, el no era un simple vampiro como yo, el debía de tener alrededor de unos 4 mil años, lo que me hizo desistir completamente de mi plan y solo mover mi cuerpo con un poco más de fiereza, para intentar soltarme.

observe su reaccion y senti como hizo sangrar mi labios al morderme me retire y le encaje una cachetada con fuerza en la cara que la hizo dolbar la cara hacia el lado derecho y soltar sangre mientras le escupi en el cuello
respondiendo a su accion respondi con una voz agresiva y que daba miedo

-Mi sangre vale mas que tu inmunda vida

Dije mientras la volvia hacer que me mirara tomandola de su mandibula y presionando con fuerza como si se la fuera a partir al medio, los huesos parecian sonar el dolor era grande , la volvi a besar provocandola asi para que no me pudiera morder calze su lengua con la mia y empeze a tocarla a enredarla con la mia, sabia que le daria asco, despues de eso le susurre al oido mostrandole en su mente su ultimo encuentro con su amado mientras yo aparecia detras de el y tocaba su cuello donde nosotros nos alimentamos

-Me saciare con el, extraere hasta su ultima gota de sangre y te entregare el cuerpo seco sin nada, o mejor lo corto lo desmiembro,

le mostre esa imagen su amado sin brazos, pies ni cabeza inundando en un charco de sangre carmesi

-Eso no es nada de lo que le puedo llegar hacer, y no chantajeo lo hago asi que mas te vale no cabrearme

Mis ojo destellaron en un rojizo infernal mostrandole que no lo haria por obligacion sino por placer, acabar con el y destruirlo delante de ella si pudiera, ver su rostro en llanto cuando su amado pierda todos sus miembros.
En eso mi mano libero su mandibula y bajo hacia su sexo, pasando por sus senos estomago y vientre, empezo a acariciar su clitoris aun sobre la ropa

- Seria tan facil mataros, pero te dare la oportunidad de salvaros a ti y a el

Una mirada de malicia y maldad figuraron en mi rostro que era casi diabolico.

Algo que no creí capaz que me iba a volver a suceder nuevamente, fue que un hombre me volvería a golpear, si lo sabía a pesar de que estuve en el nuevo mundo muy poco tiempo siendo humana, tuve unas experiencias un tanto demasiado agradables, por lo que cuando me dio la cachetada quede completamente anonadada como si regresara a ese tiempo en donde me habían vendido a ese principe alemán, que fue el que termino convirtiéndola en lo que era ahora, una joven vampiresa, pero para eso tuvo que pasar casi por lo mismo que el hombre que estaba sosteniendola iba a hacer en cuestión de minutos.

-Si tu sangre vale más que la mía ¿por que tratar de acostarte conmigo cuando evidentemente fuiste rechazado?-le digo sintiendo la sangre en mis labios y lamiendolos, ya que no iba a perder el deliciosos elixir que acababa de conseguir hacer un par de horas, antes de encontrarme con ese maldito ser que estaba por abusar de mi cuerpo, pero creo que como siempre había hablado de más como esa pequeña costumbre que tenía ya que me cayó apretando mi mandíbula de una forma tan brutal que estuve casi segura de que me la iba a partir en dos y no podría alimentarme por lo menos en un día completo y debería de dormir tanto tiempo, para que la regeneración fuera más rápida.

Y volvió a besarme, dejándome un gran dolor en la quijada pero esta vez no lo mordí, porque total y le daba por tratar de arrancarme la lengua y no podía vivir sin mi lengua, a lo que me tragué solo parte de mi orgullo y aunque no le correspondí, deje que hiciera lo que le placiera con mi boca solo por esos segundos que para mi parecieron eternos, y ya se que era algo irónico, pero así es como yo lo había sentido.

La visión que había implantado en mi cabeza, me hacía sentirme vulnerable, por ser aquella noche en donde había seguido a Paul por las calles parisinas, solamente para cuidarle la espalda y haber chocado con el ligeramente, haciendo que me notara por primera vez y después le regalara una sonrisa, pero ver después como Kenner estaba en ese lugar amenazándolo y después destrozando su cuerpo, a lo que las lágrimas se comenzaron a acumular en mis ojos, pero no las deje salir, ya que no quería que el viera mi debilidad.

-¿No cabrearte?-digo en una carcajada nuevamente y siento como su mano baja por todo mi cuerpo, hasta donde esta una de mis partes más intimas y no había dejado que nadie me tocara, al menos que yo hacía lo hubiera permitido, sino hubiera pagado con su vida-cariño parece que tu estas mas que cabreado porque te rechace y tu orgullo no puede soportar un rechazo-digo lo último una octava ligeramente más alta por su toque pero poniendo una mirada de odio y sadismo que deformaba completamente mi rostro angelical y lo volvía demoniaco, al igual que mi verdadera naturaleza.

Justo cuando iba a pronunciar palabras mas hirientes hacia el, escuché que me podría matar a mi y a el con total facilidad, pero que no lo haría ya que me daría la oportunidad de salvarnos a ambos, por lo que comencé a respirar con rapidez, ya que eso me había hecho cabrear todavía más ya que el creía que al abusar de mi, era un premio para mi, para tratar de salvar a esa persona amada que no sabía si era correspondida o solo era una ilusión de mi mente, a lo que solo pude mostrarle mis colmillos amenazantemente y enterrarle miles de puñales de esos que utilizaban los cazadores para poder matarlo y librarme de el de una buena vez.

Sonrei de forma sadica mintras oia como ella decia lo que yo acaba de mencionar, le di otra cachetada me divertia ver su rostro en ese estado para luego agregar

-De alguna sangre podrida tengo que alimentarme

Mencione en forma de sarcasmo mientras presionaba con mas fuerza su manos retenidas por una mia solo ignore todos sus comentaris mientras mi mano libre tocaba su intimidad y le olbligue a abrir las piernas para poder tocarla mejor mire su rostro mostrandome los colmillos en forma de demonio nuestra verdadera naturaleza una naturaleza de la cual yo ya habia sufrido hacia mucho tiempo era linda era hermosa en su forma diabolica, no llegaba a ser lo que ella se imaginaba podia escuchar sus quejas y su ruido mostrando los colmillos con odio y rencor

-Eres hermosa asi, deberias estar siempre enojada

Dije de forma provocativa viendo como su ira rebozaba dentro y fuera de ella,los rozes con su intimidad se hicieron mas constantes, con una uña rompi toda su ropa interior y deje su sexo expuesto al aire el cual comenzaba a tocar de forma leve y jugetona acariciando su clitoris sintiendo su piel fria y perfecta, para luego penetrarla con mi dedo de forma constante y permanente mirandola a los ojos mientras ella demostraba su naturaleza, yo no tenia por que demostrar la mia en estos momentos no lo encontraba necesario pero la mia si era aterradora cuando hacia eso.

-Si mencionais alg sobre esto para alguien, lo sabre y tus dos seres queridos moriran, bebere su sangre hasta no dejar rastros de vida, y tu viviras con la imagen de ellos sera tu culpa si algo les pasa

Dije sentenciando de forma firme y muy sadica, segui metiendole dedo sin cuidado alguno mientras no dejaba de presionar sus manos y bajando levemente a rozar mis grandes colmillos con los pezones de la joven esta ves si desnudandola, partiendo lo que quedaba de su ropa con mis colmillos como si se trataran de algodon.

Una vez más estaba reviviendo uno de mis traumas más oscuros y siniestros de todos, siendo que esto que estaba viviendo con Kenner, lo había experimentado con unos españoles que fueron los que me llevaron con mi difunto esposo, que al enterarse, después de transformarme, los traje ante mi, para que yo les hiciera lo que me placiera y los hice sufrir de maneras inimaginables, con hierros tan rojos como la sangre que brotaba de sus heridas y muchos instrumentos de tortura que poseía la persona a la que ahora le pertenecía y mientras recordaba esa placentera satisfacción al haber matado por primera vez en mi estado vampírico y como incluso había sentido excitación, incluso mi rostro se quedo de la misma manera demostrando mi verdadera naturaleza y mostrar el placer que recordaba, pero que no era por lo que el hombre hacía y eso me hizo volver de una u otra manera al lugar donde estaban desquebrajando la pureza que todavía me quedaba y que había guardado con tanto cuidado y ahincó para ese brujo que amaba en secreto.

-¿Hermosa dices?-digo riendo con ironía mientras me tenso al sentir sus manos y poner una mirada sombría-lo que somos no es hermoso, sino algo aterrador y seductor, no tiene nada de atractivo alguno-bufando y mordiendo mis labios para no hablar, haciendolos incluso sangrar y dejar que un hilo de mi sangre resbalara por mi barbilla, ya que como dijera algo que a el no le gustara podría matarme no solo a mi, sino también a las dos personas que más amaba en este planeta.

Sentía sus dedos dentro de mi, sin ningún cuidado, obteniendo lo que los placeres más vulgares y nada cuidadosos, quería satisfacer, por el simple y sencillo hecho de que había tomado la decisión incorrecta, en el momento incorrecta y con la persona menos racional, de lo que nunca en toda mi vida me había topado.

-Quetzalcoatl nimitstlatlaukilia amokuali okichtli-susurré sonriendo enfrente del hombre, para mirarlo fijamente a los ojos, esperando que mi padre escuchara mis suplicas y después de eso, me quedará quieta como si estuviera en un estado de total control y nada ni nadie pudiera siquiera hacerme volver de donde mi mente se había ido a vagar, en lo que ese hombre terminaba lo que había comenzado.