Viejos Hábitos

por **Larden** Jue Mar 14, 2013 3:24 am

OLD HABITS DIE HARD
OLD SOLDIERS JUST FADE AWAY
HARDER THAN NOVEMBER RAIN
OLD HABITS DIE HARD
HARD ENOUGH TO FEEL THE PAIN

“A lo largo de la vida uno va adoptado ciertos hábitos. Pequeñas cosas que haces y que no puedes dejar. Se vuelve automático, casi sintomático. Es como respirar, te ayudan a vivir.
Todos mis demonios están relacionados con ella. Todos mis demonios son ella”

De vez en cuando me gusta regresar a mi antigua vida, a la que tenía antes de perder todo, cuando mi nombre ostentaba el magnanimus, Duque de Inglaterra, James III. Esa era mi vida antes de, porque… pensar en revivir lo de Helena es tan solo tratar de imaginar una vida que nunca existió, otra existencia, otro James.

Cuando era Duque tenía un pequeño ritual, un mal hábito al que nunca fallaba. Tres días después de luna llena, cuando toda esa furia había desaparecido hacía contratar a una cortesana, de lo mejor que el burdel podía ofrecer, incluso tenia a alguien que las elegía por mí. Pagaba por adelantado y arreglaba un transporte para ellas. Un cochero las recogía en el burdel o donde fuese que hubiera que hacerlo y las llevaba conmigo a una de las 15 cabañas en el bosque, la que me hubiera servido de refugio en esa luna.

La razón. Sí que tenía una razón. Los cuatro días que le siguen a una luna llena son… especiales. Por alguna razón la luna ejerce una fuerza especial sobre mí. Durante esos cuatro días soy un hombre diferente, toda ese enojo desaparece, mi sed, la venganza; todo desaparece. Son esos 4 días los únicos en los que puedo recordarla como era antes. Como siempre fue. Como cuando yo la ame. Es por eso que uso el cuerpo, la voz, la esencia de una mujer que me recuerde a ella, que me haga sentirla de nuevo, que la traiga de vuelta a mí.

Ahora que soy un don nadie, las cosas son un poco diferentes. Ya no existe un lujoso carruaje que las traiga hacía mí, tampoco tengo quien elija a la indicada, y por supuesto, ya no elijo el lugar donde ocurrirá. Aun así lo sigo haciendo porque., los viejo hábitos son los más difíciles de dejar.

Esta mañana termine con los arreglos. Tan solo faltaba encontrar quien pudiese llevar a la chica al lugar indicado. Mañana es luna llena y en cuatro días la veré de nuevo, veré a Helena.

4 Días después

Me encuentro estúpidamente impaciente, jamás había estado así, seguro es que estoy ansioso y trato de calmarme para mantener mi buen humor, es todo lo que necesito.

El plan era sencillo, y debería cumplirse sin contrariedades. La chica estaba lista y había sido pagada con anterioridad, ni ella ni la encargada del burdel podían quejarse por su paga. Ella tenía instrucciones y también el cochero que la recogería. Eso fue la parte más complicada, encontrar alguien que pudiese hacer de chófer y llevarla donde mí, por suerte pude hacer un arreglo con alguien que tenía el día libre. Yo le conseguí el carruaje y el solo tuvo que aprender el camino.

Miro al cielo y noto que comienza a hacerse de noche. El sol está a punto de ocultarse bajo la delgada línea que dibuja el horizonte y ella aun no llega. Pasan 20 minutos más y apenas puedo escuchar las ruedas sobre la tierra en la lejanía. Menos mal, 5 minutos más y me hubiera largado.

Mis manos comienzan a temblar como si se tratase de la primera vez, pero cesan un instante después. Recuerdo porque estoy ahí y porque he esperado y todo vuelve a la normalidad, asumo mi papel y la espero, aprendo a ser paciente. Siempre lo fui.

Mientras aguardo, observo la cabaña, no puede encontrarse en mejor estado, seguramente nadie ha estado aquí además de mí, resulta casi imposible de encontrar, solo puedes hacerlo si estás perdido, así fueron diseñadas las 15 cabañas.

Enciendo la fogata y me sirvo algo de whiskey, tuve suerte al encontrar un viejo bourbon en una de las gavetas de la pequeña cantina, con eso, el escoces que había traído conmigo fue a parar a la fogata. Incluso su olor quemando los maderos sigue siendo insoportable. Abro las ventanas y la puerta para deshacerme de él.

El olor comienza a escapar por los espacios abiertos y es reemplazado por el propio del bosque, madera, roble, no hay nada que se le compare. Mientras, espero, al pie de la puerta y con un vaso de whiskey en la mano. Ya puedo ver la carreta, se acerca. Helena…

por **Micaela Lamberg** Vie Mar 15, 2013 10:41 pm

La noche anterior Milagros había sido contratada para tener un encuentro esta misma noche por lo que no bailaría esa noche. Ella se había tomado el día para descansar de la noche anterior ya que había tenido algunos clientes pesados pero dejan buena paga a veces. Había dejado el vestido sobre la cama y fue a la tina a refrescarse, sale de la tina camina hacia la cama para comenzar a vestirse; primero se coloca la ropa interior y sobre ella el vestido de color morado “no sé porque elegí este color” pensó pero ya era tarde para cambiarlo ya que deben estar esperándola para llevarla a su encuentro. Se perfumo pero no se maquillo estaba al natural.

Bajo por las escaleras tranquilamente y las miro a todas sus compañeras sonriéndole como suele hacerlo siempre y salió por la puerta para subirse al carruaje que la esperaba hace unos minutos. El carruaje arranco rumbo a lo desconocido para ella, miraba por la ventanilla del carruaje para ver por dónde íbamos pero solo vi que salíamos de la ciudad luego solo me aparte de la ventanilla cerrando la cortina y espere a que el carruaje llegara al lugar de encuentro con aquel hombre que había pagado porque estará ahí con él.
El carruaje llega a destino y se detiene.

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