La gitana del mercado.[Privado]

por **Inma Vargas** Miér Mar 20, 2013 4:53 pm

Llevaba poco tiempo en París y lo que llevaba solo la había dado tiempo a conocer los lugares que solían regentar los gitanos como el mercado. Allí el grupo donde se había relacionado la Vargas tenía un par de puestos y hoy la tocaba a ella regentarlo. Mientras tanto algunos gitanos estaban por allí para intentar llevar compradores al lugar donde estaba Inma vendiendo las cosas, a la vez que su mascota,con los niños, hacían una serie de trucos esperando que alguna moneda pudiera caer en la gorrilla que había en el suelo , la cual estaba bien vigilada por una niña que regalaba cartas de "buena suerte" a aquellos que eran generosos con la propina que depositaban en la desgastada gorra.

Los ojos de la gitana se dirijieron a la mesa donde tenían los objetos que los mismísimos gitanos habían hecho pero predominaban temas de herbología, Ungüentos curativos, las cremas, colonias y algún amuleto recubierto de plata con símbolos de protección. En la mesa de al lado estaba otra gitana vendiendo figurillas, collares,pulseras, brazaletes, talismanes ,etc... La verdad que el día estaba aburrido y no sabía que hacer para vender más, muchos pasaban de largo al ver que las tenderas eran gitanos a lo que Inma maldecía en español a esas personas desagradecidas que pasaban de largo.

Estaba de pie con las manos en la cadera cuando se dio cuenta de que en la mesa había estaban sus cartas de tarot españolas con las que podía solía ver el futuro y regalo de su madre. Se sentó en la silla donde estaba el tendedero,tomó las cartas entre sus finas manos y las barajó para luego ir las colocando encima de la mesa ordenándola de diferentes formas y se quedó mirándolas sorprendidas. Parecía que un hombre de piel oscura se cruzaría en su camino, frunció el ceño algo confundida mientras intentaba ver más allá del mensaje, pues hacia mucho que no leía el futuro en las cartas.

por **Marcus Contróy** Vie Mar 22, 2013 7:53 am

Tal y como estaban las cosas en Francia, París se había convertido en una burbuja donde compaginaban clases sociales muy dispares. Dando opciones inexistentes a los pobres por ganar algo mas de dinero y quien sabe si alcanzar una posición mas privilegiada dentro de ese gigantesco muro económico, el cual se quisiera o no estaba unido al social. Con esos sueños inalcanzable solían viir los hombre y mujeres de pocos privilegios, aumentando el invisible eguo de los ricos al ver su tan aplastante superioridad, contemplando día tras día gente muriendo de hambre en las calles por las que suelen transitar.

Tema importante, que si bien tiempo antaño solía peocuparle, ahora ya no era el caso. La muerte de María; Mujer de Marcus; marco unas prioridades claras, sin importar que lograrlas le llegara a costar la vida en un momento dado. Se encontraba paseando por la zona modesta de París. Mucho desecho pedía monedas, otros intentaban ganárselas bailando, cantando, de cualquier forma.

Serio, Marcus se metió en un tumulto de personas, algo necesario para cruzar la estrecha calle que ocultaba el local donde solía perder el tiempo diaria mente. El choque era inevitable, siendo que el moreno choco contra una mesa que se encontraba a la altura de su trasero, haciéndole caer encima y como no, destrozando aquel mesil con todo lo que encima hubiese.

por **Inma Vargas** Vie Mar 22, 2013 8:20 am

Había recogido las cartas tras aquel mensaje que había visto en ellas y las guardó en un tipo de bolso que llevaba ella cuando iba al mercado. Cuando se dio la vuelta tenía un comprador que quería una de los frascos de colonia que la gitana había producido, enseguida le atendió ganando así unos francos mas por aquella compra. Normalmente cobraban mas de lo que valían las cosas para obtener beneficios pero el precio en francos no era muy alto.

Se dio la vuelta para guardar el dinero en la caja y un poco en su bolsita donde guardaba algunas monedas cuando de pronto escuchó un estruendo detrás suyo. Inma se dio la vuelta y observó toda la mesa destrozada, las colonias y ungüentos tirados rotos por el suelo, solo se salvaban algunos. Llevó sus manos a la cabeza al ver el destrozó.

-por mi arma!-dijo en español pues es lo único que la salió de sus labios cuando observó el destrozo, ni siquiera la dio tiempo a pensar en francés.

Entonces observó a un hombre de piel oscura que se había caído encima de la mesa y el que había protagonizado el destrozo de su estante. La gitana corrió a ayudarle para ponerle de pie mientras los niños de la caravana y los demás gitanos recogían y salvaban aquellos objetos que se habían roto. Uno de ellos se acercó con un palo para golpear a Marcus pero la Vargas le miró con sus ojos marrones oscuros para que se detuviera y no hiciera nada.

-¿esta bien caballero?-dijo en francés esta vez pero con acento español calé.

Su mascota se acercó hasta ellos mientras Inma intentaba ayudarle a levantarse. Entonces se acordó de lo visto en las cartas, ¿sería aquel el hombre que se cruzaría por su camino? tenía que averiguarlo.

Aquella vez la pelinegra llevaba una falda larga de color celeste y en su cintura un tipo de cinturón ancho de color marrón. En la parte de encima una camisa con mangas anchas y largas que dejaba descubierto sus hombros y parte del escote. De joyería llevaba unos largos pendientes típicos que llevaban los gitanos, un collar y unas pulseras. Y en sus pies vestía unos tipo de botines bajos algo desgastados de color gris. Eso era lo que vería el varón cuando levantara la vista y se fijara en ella.

por **Marcus Contróy** Vie Mar 22, 2013 8:44 am

Sin entender como era posible que su cuerpo le fallara, Marcus se vio precipitado contra una mesa que se encontraba justo detrás de el. Este cayó, destrozando todos los utensilios que encima de la misma yacían. Sin duda eso le ocasionaría problemas, los gitanos no solían ser muy pacientes y no sería la primera vez que entraba en discusiones dialécticas con ellos, nunca mas lejos, pues tampoco se había dado tal caso. Segundo error, dejar ver algunas de las armas que portaba. Al chocar contra el suelo de forma ladeada, su chaqueta se abrió hacia un costado, dejando entre ver muchos objetos de metal en el interior de su cazadora negra, unos mas grandes, otros mas pequeños, quien sabe, igual hasta alguien ha logrado ver el revolver que ocultaba en su cadera. Intentando no darle mas importancia de la que merecía, el hombre se alzó, mirando hacia su alrededor mientras se colocaba bien su chaqueta, esto no quedaría así, uno de esos gitanos se aproximaba hacia el con un palo de madera bastante grueso.

Entre tanto se estaba armando un follón de los buenos, todos querían pasar por allí, pero el llegar de nuevas gentes aumentaba el bulto de personas, estresando a propios y extraños. Marcus intentaba no perder la calma, pues si lo hacía, se le vería una presa sencilla. - Le pagaré todo lo que he destrozado, no se preocupe - Acotaba con seguridad al gitano que se abalanzó sobre el. Pareció surgir efecto, pues aquel tipo se dio marchó por donde vino, incluso pude leer en su cara un cambio de registro completo, como si sus ideas hubieran tomado la iniciativa propia para dar media vuelta.

Esa nublosa mañana empezaba a ser de lo mas curiosa. - ¿esta bien caballero? - Una cálida voz hizo amortiguar momentaneamente mis ganas de abandonar la zona y entrar de una vez por todas en el tugurio, que iluminado por un gran letrero parecía llamar únicamente mi atención tras la muchedumbre. - Sí, no se preocupe. Lo que me extraña es no haber caído antes, esta zona siempre está tan repleta de gente? - Le preguntó Marcus con una clara idea de dividir las verdades, dosificarlas mas bien. No conocía de nada a la mujer, desconocía si quizas ella guardaba algún secreto. No eran pocas las horas buscando información sobre los licántropos ... Ella podría ser una perfectamente, solo que en su estado humano. Además, Marcus mentía soberanamente bien, pues el solía transitar esta calle todos los días y le estaba comentando a la joven y bella gitana todo lo contrario, como si jamas se le hubiese ocurrido transitar por los actuales lares.

por **Inma Vargas** Vie Mar 22, 2013 9:20 am

Sus ojos se desviaron hasta las armas, conocía muy bien la plata y mucho de los metales que guardaban era de ese material. Frunció el ceño, la único que se la ocurría que era aquel hombre era un cazador y por lo que veía era un cazador de licantropos. La verdad es que ahora viéndole de pie era una figura que intimidaría a cualquiera .

La gente estaba rodeando el lugar,los gitanos empezaban a recoger pues sabía que los policías no tardarían en llegar y su raza solía ser los culpables de todo lo que ocurría. Escuchó la pregunta del chico mientras una gitanilla tiraba de la falda de la Vargas para avisarla que tenía que irse pero Inma la revolvió el pelo y la dijo que no se preocupara que se fuera con los demás.

-En lo que llevó en parís siempre esta así esta zona...-comento para luego darle la espalda para coger el bolso y las pertenencias.

-y bueno no hace falta que me pagues nada, ya me las arreglare estos días-comento colocando la bolsa de forma de bandolera en su cuerpo mientras con su poder de cambios de humor hizo que la gente se dispersará y se tranquilizara.

-tengo que irme... si quieres venir, no creo que una persona armada de mucha confianza a los agente de la ley-dijo observando que la policía se acercaba hasta ellos.

El lince comenzó a seguir a la Vargas mientras ella se camuflaba con la gente hasta llegar a un callejón poco transitado donde se paró para esperar a su mascota que llegó al rato. Inma se agachó para acariciarla pues esperaba estar allí a salvo, no era bueno que la metieran en la cárcel en Francia y menos no siendo de allí

-Tenemos que alejarnos mas para ponernos a salvo...-comento en español a su lince mientras esperaba un poco mas si Marcus la había seguido.

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