Danza Macabra -Privado.-

Esta noche de doble labor, le hace recordar aquellos duros días donde si tenía que sudar para conseguir unas cuantas migas de pan, primero enterrar unos cuantos cuerpos, todos sin ninguna gracia por supuesto pues no es él la causa de que sean inertes ahora, un par fallecidos por la edad, uno asesinado, un trabajo deplorable a decir verdad, el corte para nada profesional, incluso se nota aun tras estar preparado el cuerpo la irregularidad que dejo en el cuello, será que ya en estas épocas los asesinos no son lo que eran antes, en fin, eso suele ocurrir, que nadie iguale su magnificencia, de igual manera se ha podido quitar el mal sabor de la boca gracias a su propio actuar, su propia y real actividad económica, este trabajo de enterrador es una mera fachada para estar posesionado en sociedad, para que se vea que tiene una función en este mundo natural y real, sin embargo sus actividades van mucho más allá que eso, tenía pensando usar en un principio el cementerio para esconder sus cadáveres pero por poco interés no ha calculado bien los horarios, los espacios libres y demás detalles que debería ultimar antes de pretender introducir un cadáver ajeno en tal santuario de huesos y polvo, es aquí cuando nace el dilema, ¿dónde esconder a este hombre? El contratista le pago por adelantado como suele ser, siempre pide la paga primero pues siempre cumple el encargo, no hay forma de que eso no ocurra, no le especifico la forma en realidad, solo dijo que le quería muerto, que era indiferente si parecía un accidente, un asesinato o lo que sea, quería que desaparezca de la faz de la tierra, un odio interesante, le agrado y esa es la razón por la cual acepto el trabajo y si, hasta para escoger lo que le da el sustento en el mundo humano es quisquilloso, así debe ser sino cualquier tonto le contrataría y eso hace mal a su reputación, solo un trabajo digno y con algo interesante podría captar su interés * Creo que se está quedando sin sangre, hum * Espera que deje de gotear el cuello del humano, la tierra de estas plantas absorbe muy bien el carmín y lo disimula, le basto con tan solo clavar su filuda uña del índice en la yugular del hombre, se desangro como un cerdo en el matadero, obviamente antes le “pidió” que le acompañe a la parte de atrás de su jardín, a pesar de este humano tenga muchas cosas valiosas no es un ladrón, no tomará nada, solo la vida y el pago por esta, y es que es un buen estafador, pues la vidas de seres tan insignificantes como los humanos no deberían valer tantos miles. Es mejor aprovecharse a que se aprovechen de uno, lo sabe bien.

No suele tomar direcciones desconocidas pero dada la cercanía que tiene esta morada con las afueras de la ciudad, ¿por qué no tentar un poco a la suerte? Es decir la faena fue aburrida, fácil, como casi todos sus trabajos en realidad, el único que alguna vez consideró como “trabajo” mas no difícil fue aquella vez que tuvo que dar caza a un licántropo, si bien esas bestias transformadas son una mole increíble de poder, lo que tienen de poder lo tienen de idiotez, además la plata sirve muchísimo, unas cuantas perseguidas por allí, escondidas por allá y listo, cayó al piso el animal salvaje para dar paso a un simple hombre, nada especial. Es muy curioso como todas sus memorias suelen escaparse de su inconsciente cuando carga un cuerpo en el hombro entre medio de la oscuridad, y es que no siente aromas ajenos a los animales inferiores y a la lejanía ni una sola luz, que lugar tan hermoso, silencioso, sin humanos ridículos y ruidosos además de apestosos pues la limpieza no es algo que tengan por delante, asqueroso pero cierto. Sigue caminando, no se detiene hasta que una edificación en el camino le llama la atención, los restos de lo que parece ser un viejo hospital, perfecto, antiguamente se solía enterrar a los cadáveres en los jardines, los cadáveres que nadie reclamaba nunca, “los olvidados” Pobres bastardos, tan insignificantes que ni siquiera otros seres insignificantes se preocupaban por ellos, es curioso que una zona del jardín parezca recién removida, y lo más curioso aun es que una pala se encuentre ahí, ¿será que hay otro por ahí laburando a sus espaldas y no se ha topado con su compañero de labores? En fin, quién sea acaba de perder el puesto, empuja el cadáver en lo más profundo de la fosa, toda esta tranquilo, a una velocidad descomunal va echando la tierra dentro.

De pronto un suculento aroma interrumpe su labor, es sangre, muy fresca, sin duda de buena calidad, eso significa buen sabor, estaba ya lidiando con la idea de regresar a la ciudad para alimentarse de alguna doncella en apuros pero parece que no deberá hacerlo, en definitiva no es un hombre el dueño del carmín, puede diferenciar ya con la experiencia hasta el sexo por el aroma, una mujer en buen estado físico, la tierra se va de forma poco uniforme pues ahora su atención está puesta en el aroma, además en la curiosidad de que una persona viva sangre dentro de aquel hospital viejo, ¿dónde? Deja la pala de golpe sobre la tierra, ya no se ve el cuerpo por varis centímetros de tierra, basta y sobra, total nadie le buscará, se percibía a leguas que era el típico viejo hijo de puta adinerado que no compartía un céntimo ni una sonrisa con nadie, ¿los estúpidos humanos que han perdido con él? Nada, porque nada son, y nada tienen. Estirando cada musculo de su cuerpo avanza, el aroma de la sangre guía su camino, sube escaleras, cruza pasillos todo en busca de su elixir, las orbes cafés del vampiro que en la oscuridad todo lo ven a la perfección divisan por fin el lugar, un quirófano, ¿algo adecuado? Si, retira el bastón de la cinta de su espalda, donde lo lleva amarrado si es que debe utilizar las manos, siempre bajo su gran saco o gabardina así que pasa desapercibido, en vez de hacer la típica entrada de teatro fuerte y vigorosa empuja la puerta derecha con el filo del bastón ingresando, ahí observa a la mujer sangrando del brazo, nota los artículos, ¿y todo eso? Parece que una fiesta a la que no fue invitado está por comenzar, y dichoso se siente de ello * Buenas noches madame, ¿por qué dando tan placentero espectáculo a la nada? Eso no se hace * Con una sonrisa divertida de par en par se acerca a ella * ¿Quién es usted? Dígame Averno, y no corra por favor * Un fastidio sería tener que seguirle, la noche tan torpe ya es.