AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
Espacios libres: 11/40
Afiliaciones élite: ABIERTAS
Última limpieza: 1/04/24
En Victorian Vampires valoramos la creatividad, es por eso que pedimos respeto por el trabajo ajeno. Todas las imágenes, códigos y textos que pueden apreciarse en el foro han sido exclusivamente editados y creados para utilizarse únicamente en el mismo. Si se llegase a sorprender a una persona, foro, o sitio web, haciendo uso del contenido total o parcial, y sobre todo, sin el permiso de la administración de este foro, nos veremos obligados a reportarlo a las autoridades correspondientes, entre ellas Foro Activo, para que tome cartas en el asunto e impedir el robo de ideas originales, ya que creemos que es una falta de respeto el hacer uso de material ajeno sin haber tenido una previa autorización para ello. Por favor, no plagies, no robes diseños o códigos originales, respeta a los demás.
Así mismo, también exigimos respeto por las creaciones de todos nuestros usuarios, ya sean gráficos, códigos o textos. No robes ideas que les pertenecen a otros, se original. En este foro castigamos el plagio con el baneo definitivo.
Todas las imágenes utilizadas pertenecen a sus respectivos autores y han sido utilizadas y editadas sin fines de lucro. Agradecimientos especiales a: rainris, sambriggs, laesmeralda, viona, evenderthlies, eveferther, sweedies, silent order, lady morgana, iberian Black arts, dezzan, black dante, valentinakallias, admiralj, joelht74, dg2001, saraqrel, gin7ginb, anettfrozen, zemotion, lithiumpicnic, iscarlet, hellwoman, wagner, mjranum-stock, liam-stock, stardust Paramount Pictures, y muy especialmente a Source Code por sus códigos facilitados.
Victorian Vampires by Nigel Quartermane is licensed under a
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en https://victorianvampires.foroes.org
Últimos temas
En medio de una danza...(carminne)
2 participantes
Página 1 de 1.
En medio de una danza...(carminne)
“Durante las noche tengo un sueño recurrente, estoy en medio de escenario, es mi gran día, todas las luces me apuntan e iluminaba mi rostro perfectamente maquillado y arreglado, mis pies se mueven haciendo una reverencia al publico mientras los holanes del tutu bailan suavemente junto con mis movimientos, soy clara, la protagonista del cascanueces. La música comienza a sonar y mi interpretación es perfecta pero... hay algo mal, no me miran como si apreciasen mi arte, me miran como si yo fuese una simple campesina que intenta pararse en punta mientras lleva unas sandalias puestas, las risas comienzan a salir, puedo ver los rostros de todo el teatro mofándose de mi y volteo la vista como tratando de encontrar el fallo en los demás bailarines, pero ellos también se están riendo, observo sus trajes y lo comprendo todo, esa noche nos tocaba representar el lago de los cisnes... entonces cierro los ojo y trato de respirar hondo pero las burlas no paran...”
No!!!!!- era lo que siempre decía cuando despertaba, gritando y completamente agitada, no podía soportar la idea de dejar el ballet, su tío le había contratado un medico que era el que se encargaba de sus salud física y mental, siempre le había agradado ese hombre hasta aquel terrible día antes de su debut como bailarina, ella se había caído, y cuando los demás corrieron a auxiliarla no se pudo levantar, no se trataba de una herida física, sino de una mental, eso fue lo que le dijo aquel hombre antes de prohibirle aquello que era su pasión
Ahora lo único que podía hacer era mantenerse ahí observando una de las tantas funciones que el ballet de parís ofrecía, ya que era lo mas cerca que se encontrare de un par de puntas y un tutu durante un buen rato, miro hacia arriba notando los palcos alrededor de la construcción donde los mas la crema y nata de la sociedad se ubicaba par no mezclarse con el resto de la plebe... entre ellos estaba el palco de su tío, el cual le había ofrecido que viesen juntos la representación, sin embargo prefirió quedarse ahí abajo al pie de la tarima, quería ver de cerca a aquellos que a diferencia de ella tenían la fortaleza par pararse ahí y bailar... pero era algo demasiado doloroso y estaba consciente del daño que se hacia a si misma...
- no puedo seguir así....-susurro para si misma levantándose de su asiento, y yendo hacia la puerta, a medio camino giro sobre sus talones para observar por ultima vez lo que seria su sueño truncado, ya llevaba un año entero sin bailar y se destruida la mente pensando en que a esas alturas, todos aquellos que iban detrás de ella ya la habían superado, pensando que toda esa gente que antes le aplaudió ahora la vería como una chica común y corriente, como una bailarina oxidada que ya no tenia la fuerza ni la practica para interpretar baile alguno.
No!!!!!- era lo que siempre decía cuando despertaba, gritando y completamente agitada, no podía soportar la idea de dejar el ballet, su tío le había contratado un medico que era el que se encargaba de sus salud física y mental, siempre le había agradado ese hombre hasta aquel terrible día antes de su debut como bailarina, ella se había caído, y cuando los demás corrieron a auxiliarla no se pudo levantar, no se trataba de una herida física, sino de una mental, eso fue lo que le dijo aquel hombre antes de prohibirle aquello que era su pasión
Ahora lo único que podía hacer era mantenerse ahí observando una de las tantas funciones que el ballet de parís ofrecía, ya que era lo mas cerca que se encontrare de un par de puntas y un tutu durante un buen rato, miro hacia arriba notando los palcos alrededor de la construcción donde los mas la crema y nata de la sociedad se ubicaba par no mezclarse con el resto de la plebe... entre ellos estaba el palco de su tío, el cual le había ofrecido que viesen juntos la representación, sin embargo prefirió quedarse ahí abajo al pie de la tarima, quería ver de cerca a aquellos que a diferencia de ella tenían la fortaleza par pararse ahí y bailar... pero era algo demasiado doloroso y estaba consciente del daño que se hacia a si misma...
- no puedo seguir así....-susurro para si misma levantándose de su asiento, y yendo hacia la puerta, a medio camino giro sobre sus talones para observar por ultima vez lo que seria su sueño truncado, ya llevaba un año entero sin bailar y se destruida la mente pensando en que a esas alturas, todos aquellos que iban detrás de ella ya la habían superado, pensando que toda esa gente que antes le aplaudió ahora la vería como una chica común y corriente, como una bailarina oxidada que ya no tenia la fuerza ni la practica para interpretar baile alguno.
Lena Thompson Vilhjálmur- Hechicero/Realeza
- Mensajes : 135
Fecha de inscripción : 28/06/2011
Re: En medio de una danza...(carminne)
Carmmine salió enfadada hacia la puerta que separaba su palco, apenas y había puesto atención en la obra a pesar de que era una de sus favoritas. La habían dejado plantada. No sabía cómo pudo creer, ingenuamente, que él vendría a acompañarla a un lugar como el teatro y menos a ver una obra de ballet, todo aun habiéndoselo prometido.
- Hombres – bufó mientras cerraba la puerta de golpe para volver a casa – Probablemente se fue por ahí con alguna mujer – dijo más para ella misma
Se sentía como la muñeca favorita del juguetero en Coppélia, que hacía las veces de hija, siendo cortejada por Franz que ya tenía a Swanilda. Solo que esta vez no sabía cuántas mujeres interpretarían a esta última.
Indignada ante sus propios pensamientos, terminó chocando con dos personas antes de detenerse a respirar para por fin calmarse, pero sería para peor, pues unas horribles ansías de llorar la aquejaban. Debía mantener la compostura, debía ser fuerte… Al menos hasta que se encontrara sola. Por suerte para ella, la mayor parte de las personas que habían ido a disfrutar de la obra ya habían salido de teatro, y probablemente también aquellos que habían protagonizado la obra.
Comenzó a correr por los pasillos del teatro hasta perderse, después de todo había estado ahí solo un par de veces, solo habiendo recorrido desde el palco hasta la entrada, y desde ésta a los asientos más cercanos a la tarima, aquella vez que pudo observar uno de los ensayos generales. Todo le traía malos recuerdos, su madre, Victorio y hecho de que ya no pudiese sufrir por su arte, así ya no valía la pena, ya que por más precisos y gráciles que fuesen sus movimientos no podía sentir esta conexión entre la mente y el cuerpo que otrora había sentido cuando era una joven mortal.
No sabía cómo, pero había llegado detrás del escenario que en esos momentos tenía arriba el telón, y estaba tan acongojada que ni siquiera se dio cuenta de que no era la única que aún estaba en el lugar. Sin pesarlo se encontró en el centro, en una perfecta cinquiéme position, esperando que algo cambiara, que la catarsis llegase por si sola. Pero era soñar demasiado.
- Esto no es lo mío – dijo seguido de un suspiro mientras volvía a la premiére position.
Respiró profundo un par de veces más hasta estar calmada por completo, y fue en ese momento en que se dio cuenta de que no estaba tan sola como creía, o al menos en el lugar. Se regañó a si misma por comportarse como una niña, ya que aunque las décadas siguiesen pasando sobre su cuerpo, seguiría siéndolo, nada cambiaria.
- Al parecer no soy la única con el corazón inquieto esta noche, señorita – dijo en un tono lo suficientemente fuerte, para asegurarse de que la escuchara.
- Hombres – bufó mientras cerraba la puerta de golpe para volver a casa – Probablemente se fue por ahí con alguna mujer – dijo más para ella misma
Se sentía como la muñeca favorita del juguetero en Coppélia, que hacía las veces de hija, siendo cortejada por Franz que ya tenía a Swanilda. Solo que esta vez no sabía cuántas mujeres interpretarían a esta última.
Indignada ante sus propios pensamientos, terminó chocando con dos personas antes de detenerse a respirar para por fin calmarse, pero sería para peor, pues unas horribles ansías de llorar la aquejaban. Debía mantener la compostura, debía ser fuerte… Al menos hasta que se encontrara sola. Por suerte para ella, la mayor parte de las personas que habían ido a disfrutar de la obra ya habían salido de teatro, y probablemente también aquellos que habían protagonizado la obra.
Comenzó a correr por los pasillos del teatro hasta perderse, después de todo había estado ahí solo un par de veces, solo habiendo recorrido desde el palco hasta la entrada, y desde ésta a los asientos más cercanos a la tarima, aquella vez que pudo observar uno de los ensayos generales. Todo le traía malos recuerdos, su madre, Victorio y hecho de que ya no pudiese sufrir por su arte, así ya no valía la pena, ya que por más precisos y gráciles que fuesen sus movimientos no podía sentir esta conexión entre la mente y el cuerpo que otrora había sentido cuando era una joven mortal.
No sabía cómo, pero había llegado detrás del escenario que en esos momentos tenía arriba el telón, y estaba tan acongojada que ni siquiera se dio cuenta de que no era la única que aún estaba en el lugar. Sin pesarlo se encontró en el centro, en una perfecta cinquiéme position, esperando que algo cambiara, que la catarsis llegase por si sola. Pero era soñar demasiado.
- Esto no es lo mío – dijo seguido de un suspiro mientras volvía a la premiére position.
Respiró profundo un par de veces más hasta estar calmada por completo, y fue en ese momento en que se dio cuenta de que no estaba tan sola como creía, o al menos en el lugar. Se regañó a si misma por comportarse como una niña, ya que aunque las décadas siguiesen pasando sobre su cuerpo, seguiría siéndolo, nada cambiaria.
- Al parecer no soy la única con el corazón inquieto esta noche, señorita – dijo en un tono lo suficientemente fuerte, para asegurarse de que la escuchara.
Carmmine Von Misson- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 526
Fecha de inscripción : 26/04/2011
Edad : 33
Localización : En tu ocaso
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: En medio de una danza...(carminne)
La joven se hecho para atrás el cabello y se cubrió el rostro con las manos mientras escuchaba el sonido de la música que inundaba el teatro, aunque su tía le había dejado ir no lo tenia permitido y por culpa de ello ahora tenia un terrible dolor de cabeza, el doctor lo dijo muy claramente, que si seguía asistiendo a esos lugares lo único que haría era presionarse mas, pero ¿Qué otra cosa podía hacer? ¿Quedarse encerrada en su casa? … no!!! Eso no seria posible, debía salir, caminar, andar, no podía quedarse quieta pensando que poco a poco sus músculos comenzarían a atrofiarse y terminaría siento una inútil
Levanto la vista encontrándose con la imagen de una muchacha mas o menos de su edad que al parecer practicaba algunos pasos de ballet… Seria parte de la obra?? No alcanzaba a distinguir bien de lejos pero estaba tras bambalinas, sin embargo ella no tenia la vestimenta que apropiada para el baile. Un dejo de curiosidad apareció en sus ojos mientras soltaba un pequeño suspiro, hacia mucho tiempo que no se asomaba por esos lugares y decidió probar suerte, avanzo lenta y delicadamente, con aquel andar pausado que le había dejado el baile y la música.
Entonces al estar lo suficientemente cerca como para escucha alcanzo a distinguir una queja y ladeo la cabeza confundida mientras una sonrisa contrariada surcaba sus labios, se trataban de las posiciones básicas del Ballet, incluso las zapatillas habían comenzado a tomar la forma de las puntas aun cuando lo había dejado hacia un tiempo, pero aun así su corazón había saltado al ver a aquella joven, y a lo lejos a todos aquellos suplentes que tenían el talento para bailar pero que no poseían la suficiente técnica como para salir al escenario
Siguió avanzando a paso lento creyendo que la joven aun no reparaba en su presencia aunque la verdad fuese otra. Sonrió, esta vez mas amablemente dejando que el cabello que se había echado atrás cayese de nuevo sobre sus hombros y su rostro
- Es un alivio saberlo, pensé que era la única cuyos sentimientos podían nublarse con solo una interpretación…-comento amablemente pero con un tono de tristeza en sus palabras, se sentía algo tonta por ponerse mal con solo una pieza de baile la cuan ni siquiera termino ver…- Usted es parte de la obra??-pregunto curiosa mientras su mirada se centraba en los pies de la joven, tenían la misma forma que los de ella, seguro que había practicado pero… ella tenia algo extraño, era una mujer my hermosa, tenia los ojos de un color irreal y su piel era tersa …Demasiado tersa, hasta el punto de no mostrar líneas de expresión, era sin duda como si se tratase de…. ¿Cómo se llamaba? La muñeca del doctor…. Aquella a la que esa chica traviese suplanto e hizo parecer que había cobrado vida…
Levanto la vista encontrándose con la imagen de una muchacha mas o menos de su edad que al parecer practicaba algunos pasos de ballet… Seria parte de la obra?? No alcanzaba a distinguir bien de lejos pero estaba tras bambalinas, sin embargo ella no tenia la vestimenta que apropiada para el baile. Un dejo de curiosidad apareció en sus ojos mientras soltaba un pequeño suspiro, hacia mucho tiempo que no se asomaba por esos lugares y decidió probar suerte, avanzo lenta y delicadamente, con aquel andar pausado que le había dejado el baile y la música.
Entonces al estar lo suficientemente cerca como para escucha alcanzo a distinguir una queja y ladeo la cabeza confundida mientras una sonrisa contrariada surcaba sus labios, se trataban de las posiciones básicas del Ballet, incluso las zapatillas habían comenzado a tomar la forma de las puntas aun cuando lo había dejado hacia un tiempo, pero aun así su corazón había saltado al ver a aquella joven, y a lo lejos a todos aquellos suplentes que tenían el talento para bailar pero que no poseían la suficiente técnica como para salir al escenario
Siguió avanzando a paso lento creyendo que la joven aun no reparaba en su presencia aunque la verdad fuese otra. Sonrió, esta vez mas amablemente dejando que el cabello que se había echado atrás cayese de nuevo sobre sus hombros y su rostro
- Es un alivio saberlo, pensé que era la única cuyos sentimientos podían nublarse con solo una interpretación…-comento amablemente pero con un tono de tristeza en sus palabras, se sentía algo tonta por ponerse mal con solo una pieza de baile la cuan ni siquiera termino ver…- Usted es parte de la obra??-pregunto curiosa mientras su mirada se centraba en los pies de la joven, tenían la misma forma que los de ella, seguro que había practicado pero… ella tenia algo extraño, era una mujer my hermosa, tenia los ojos de un color irreal y su piel era tersa …Demasiado tersa, hasta el punto de no mostrar líneas de expresión, era sin duda como si se tratase de…. ¿Cómo se llamaba? La muñeca del doctor…. Aquella a la que esa chica traviese suplanto e hizo parecer que había cobrado vida…
Lena Thompson Vilhjálmur- Hechicero/Realeza
- Mensajes : 135
Fecha de inscripción : 28/06/2011
Re: En medio de una danza...(carminne)
La vio acercarse con un andar pausado y delicado, como si sus pies acariciar el suelo bajo ellos. Sin duda tenía la gracia de una de las bailarinas, pero ese pequeño detalle en sus pasos denotaba algo que Carmmine conocía de primera mano, la joven llevaba aquello como algo innato, tal y como Aurore, su madre, lo hacía cada vez que paseaba por el jardín. Eso las delataba entre ellas, pues el común de la gente parecía no notarlo o más bien, no le interesaba en absoluto.
Escuchó a la joven decir que la había turbado la interpretación, y prefirió omitir la respuesta a aquello de que era la única, pues no había sido la obra la que la tenía en ese estado, sino su corazón y esos sentimientos que habían comenzado a aflorar por Victorio, aunque fuese como él mismo decía “los sentimientos terminan volviéndonos débiles cuando se hacen indispensables” pero estaba enamorada y era su culpa.
- Ojala lo fuera, señorita, pero el ballet no es lo mío – dijo repitiéndole a ella las palabras que hace un rato había suspirado – Pero lo suyo si, a juzgar por su forma de caminar –
Volvió a juntar los talones en una posición normal, para lugar dar unos sonoros pasos hasta el borde del proscenio y así mirarla más de cerca. Se estremeció al ver su semblante de tristeza, pero era extraño, Carmmine podía ver a alguien llorando desconsoladamente frente a ella y no sentir tal grado de empatía como ahora… De pronto una imagen de su madre con su sedoso cabello del color de las nubes de arrebol se le vino a la mente, anteponiéndose a su propia vista y fundiéndose con la realidad. Lo que la hizo tambalear un poco, como si hubiese visto un fantasma, así que para hacer que aquello pasara más desapercibido se sentó en el borde del escenario, con las piernas rozando el aire pues no alcanzaba a llegar al suelo.
- De no ser por el error de la última bailarina en el pas de six hubiese sido una obra perfecta ¿No cree? – dijo para analizar hasta qué punto eso que parecía talento innato había sido entrenado.
Y es que durante el momento culmine de aquella escena la bailarina de atrás no soportó la posición de puntas por el tiempo en que duraba aquel paso, apoyando levemente su talón para tomar un poco más de fuerza, esbozando una sonrisa de alivio. Quizás todo aquello se debía a que al preocuparse tanto por la práctica de los pasos más complejos, había descuidado los más básicos y la resistencia con que ellos entrenaban el cuerpo.
Escuchó a la joven decir que la había turbado la interpretación, y prefirió omitir la respuesta a aquello de que era la única, pues no había sido la obra la que la tenía en ese estado, sino su corazón y esos sentimientos que habían comenzado a aflorar por Victorio, aunque fuese como él mismo decía “los sentimientos terminan volviéndonos débiles cuando se hacen indispensables” pero estaba enamorada y era su culpa.
- Ojala lo fuera, señorita, pero el ballet no es lo mío – dijo repitiéndole a ella las palabras que hace un rato había suspirado – Pero lo suyo si, a juzgar por su forma de caminar –
Volvió a juntar los talones en una posición normal, para lugar dar unos sonoros pasos hasta el borde del proscenio y así mirarla más de cerca. Se estremeció al ver su semblante de tristeza, pero era extraño, Carmmine podía ver a alguien llorando desconsoladamente frente a ella y no sentir tal grado de empatía como ahora… De pronto una imagen de su madre con su sedoso cabello del color de las nubes de arrebol se le vino a la mente, anteponiéndose a su propia vista y fundiéndose con la realidad. Lo que la hizo tambalear un poco, como si hubiese visto un fantasma, así que para hacer que aquello pasara más desapercibido se sentó en el borde del escenario, con las piernas rozando el aire pues no alcanzaba a llegar al suelo.
- De no ser por el error de la última bailarina en el pas de six hubiese sido una obra perfecta ¿No cree? – dijo para analizar hasta qué punto eso que parecía talento innato había sido entrenado.
Y es que durante el momento culmine de aquella escena la bailarina de atrás no soportó la posición de puntas por el tiempo en que duraba aquel paso, apoyando levemente su talón para tomar un poco más de fuerza, esbozando una sonrisa de alivio. Quizás todo aquello se debía a que al preocuparse tanto por la práctica de los pasos más complejos, había descuidado los más básicos y la resistencia con que ellos entrenaban el cuerpo.
Carmmine Von Misson- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 526
Fecha de inscripción : 26/04/2011
Edad : 33
Localización : En tu ocaso
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: En medio de una danza...(carminne)
Su rostro se encontró frente a frente con el de aquella extraña y una sonrisa melancólica salió de sus labios, su mirada se desvió levemente hacia el escenario que se extendía ante ella, siempre imponente y aplastante, los bailarines seguían su rutina guiados por la música al son de sus pasiones y entregaban el alma en el escenario, negó con la cabeza de una manera suave y casi imperceptible para después dirigir nuevamente sus ojos a la muchacha pelirroja
- Joven dama, no me parece que el ballet sea algo creado para los débiles, es una arte que necesita dedicación, fuerza de voluntad y talento, yo, no poseo ninguna de las tres, y me es difícil pensar que haya sido hecha para bailar- comento con un aire de añoranza que demostraba solo cuando se refería al baile
Los pasos de los bailarines resonaban en sus oídos, y su mente se llenaba de aquellos recuerdos de su infancia el los que solía dar recitales para la familia junto con su hermana mayor, eran una cosa de nada, solo cosas de niñas, pero siempre les recibían con sonrisas y aplausos como si se tratase del mismísimo rey visitando sus hogares, como si dios les hablase y les concediese felicidad eterna… Así eran las cosas en la infancia, cualquier pequeño movimiento por torpe que fuese era merecedor de ovaciones, porque los niños poseen esa clase de encanto, sin embargo, al crecer las cosas cambian, ya no es suficiente con sonreír y fingir que sabes lo que haces, las miradas se vuelven frías, las sonrisas cesan y las criticas se tornan inflexibles
- Pobre chica…-susurro al ver aquel penoso trastabilleo el estar delante del publico es todo lo que un artista desea, pero también es a lo que todo artista teme- Debe estar destrozada-comento viendo a la muchacha sentada ahora tras bambalinas mientras se sostenía el rostro entre las manos con aquella pesadez en los hombros que solía dejar la presión sobre las personas, tal vez aquella frase sonase exagerada pero describía perfectamente a la cica, un suspiro salió de sus labios, el fracaso era algo a lo que tal vez no estaba acostumbrada pero si familiarizada, aquel error tal vez fue culpa de los nervios, de la falta de practica o incluso de una mala alimentación, en aquel medio era común ver casos de desnutrición ya que las chicas hacia lo que sea por perder peso y ser aceptadas incluso como reemplazos para los bailarines principales olvidando por completo que se necesitaba mucho mas que eso para poder brillar.
Su ceño se frunció durante unos segundos al darse cuenta de lo patética que era, nunca en su vida pensó que llegaría al punto de no podes bailar solo por sentirse presionada, nunca pensó que su “estado mental” no le permitiese pararse en punta mas de diez segundos aun cuando hacia unos meses podía mantenerse el día entero en aquella posición, se llevo las manos la cara mientras una sonrisa salía de sus labios, aunque esta vez no había pizca de melancolía en ella…
- Joven dama, no me parece que el ballet sea algo creado para los débiles, es una arte que necesita dedicación, fuerza de voluntad y talento, yo, no poseo ninguna de las tres, y me es difícil pensar que haya sido hecha para bailar- comento con un aire de añoranza que demostraba solo cuando se refería al baile
Los pasos de los bailarines resonaban en sus oídos, y su mente se llenaba de aquellos recuerdos de su infancia el los que solía dar recitales para la familia junto con su hermana mayor, eran una cosa de nada, solo cosas de niñas, pero siempre les recibían con sonrisas y aplausos como si se tratase del mismísimo rey visitando sus hogares, como si dios les hablase y les concediese felicidad eterna… Así eran las cosas en la infancia, cualquier pequeño movimiento por torpe que fuese era merecedor de ovaciones, porque los niños poseen esa clase de encanto, sin embargo, al crecer las cosas cambian, ya no es suficiente con sonreír y fingir que sabes lo que haces, las miradas se vuelven frías, las sonrisas cesan y las criticas se tornan inflexibles
- Pobre chica…-susurro al ver aquel penoso trastabilleo el estar delante del publico es todo lo que un artista desea, pero también es a lo que todo artista teme- Debe estar destrozada-comento viendo a la muchacha sentada ahora tras bambalinas mientras se sostenía el rostro entre las manos con aquella pesadez en los hombros que solía dejar la presión sobre las personas, tal vez aquella frase sonase exagerada pero describía perfectamente a la cica, un suspiro salió de sus labios, el fracaso era algo a lo que tal vez no estaba acostumbrada pero si familiarizada, aquel error tal vez fue culpa de los nervios, de la falta de practica o incluso de una mala alimentación, en aquel medio era común ver casos de desnutrición ya que las chicas hacia lo que sea por perder peso y ser aceptadas incluso como reemplazos para los bailarines principales olvidando por completo que se necesitaba mucho mas que eso para poder brillar.
Su ceño se frunció durante unos segundos al darse cuenta de lo patética que era, nunca en su vida pensó que llegaría al punto de no podes bailar solo por sentirse presionada, nunca pensó que su “estado mental” no le permitiese pararse en punta mas de diez segundos aun cuando hacia unos meses podía mantenerse el día entero en aquella posición, se llevo las manos la cara mientras una sonrisa salía de sus labios, aunque esta vez no había pizca de melancolía en ella…
Lena Thompson Vilhjálmur- Hechicero/Realeza
- Mensajes : 135
Fecha de inscripción : 28/06/2011
Re: En medio de una danza...(carminne)
La joven tenía razón, no era un arte para débiles, pero había una cosa aparte de esas tres que ella mencionó, había que ser también lo suficientemente astuta para sobrevivir en un mundo como ese, para no dejarse avasallar por la competencia y por el cansancio, tanto físico como mental, que destruía de la misma forma en que la envidia conducida de la forma perfecta. No es que fuese un mundo de bestias voraces, pero si feroces ¿Cuál era diferencia? Aquella astucia con que se buscaba hundir al resto para conseguir brillar, sino no sería más diferente que una batalla a sangre fría, no, en el ballet las armas eran otras.
Pero no iba a decírselo, contarle sobre ello no venía al caso, más si el tema no le agradaba tanto, ya que en su respuesta notó algo extraño, no sabía si mentía o le decía una verdad incompleta, y tal vez no importaba tanto pues apenas y la conocía… ¡Ni siquiera sabía su nombre! Pensó, así que tampoco iba a sentirse pasada a llevar tras esa respuesta que no cumplió con todas sus expectativas.
Se limitó a sonreír y encogerse de hombros, suponiendo que tenía sus motivos para comentarle que no estaba ligada al baile, su propio caminar la delataba, haciendo que Carmmine sintiese un poco de curiosidad infantil, que en estos momentos trataba de reprimir.
Sus posteriores palabras le dieron nuevas luces de su personalidad, quizás le hacía falta esa fuerza y agudeza, o tal vez era demasiado amable con la joven que cometió el error. Esa amabilidad que Carmmine tenía, no se aplicaba en lo que respectaba al ballet, solo la disciplina y la fría pasión por la perfección… Bueno, se aplicaba en aquella lejana época en que solía bailar.
- Es usted alguien muy comprensiva – dijo con una sonrisa mientras se bajaba del escenario donde estaba sentada, con un ágil salto, si ella hubiese estado en su lugar no habría reaccionado como ella, hubiese sido un poco más… desalmada – Señorita… - dejó sin acabar la frase, quizás esperando que le dijese su nombre, aunque creyó que ella misma había sido poco cortés al no haberse presentado antes – Mi nombre es Carmmine –
Esbozó una radiante sonrisa mientras llevaba las manos detrás de su espalda, seguramente dando una impresión de niña pequeña, aunque claro, en cierto modo su cuerpo seguía siendo el de una adolescente, así que tal vez aquellas expresiones, que no acostumbraba a mostrar, le venían bien a su rostro de vez en cuando.
Ya había demostrado que la joven sabía de ballet, de lo contrario no hubiese notado aquel pequeño error, que un ojo aficionado no hubiese conseguido identificar. Aunque claro, podría ser eso, que le gustase el ballet y ya, no que lo practicase… Pero ¿Por qué le importaba tanto? No era su problema, pero bien sabía que de una u otra manera no podía dejar de sentir cierto nivel de empatía con las personas que podían vivir bajo el sol, quizás para sentirse un poco más humana…
- Parece gustarle bastante el ballet – comentó con la misma sonrisa que antes – Para no ser alguien que lo practica, sabe bastante – dijo tratando de no sonar que trataba de escudriñar más allá de sus palabras.
Pero no iba a decírselo, contarle sobre ello no venía al caso, más si el tema no le agradaba tanto, ya que en su respuesta notó algo extraño, no sabía si mentía o le decía una verdad incompleta, y tal vez no importaba tanto pues apenas y la conocía… ¡Ni siquiera sabía su nombre! Pensó, así que tampoco iba a sentirse pasada a llevar tras esa respuesta que no cumplió con todas sus expectativas.
Se limitó a sonreír y encogerse de hombros, suponiendo que tenía sus motivos para comentarle que no estaba ligada al baile, su propio caminar la delataba, haciendo que Carmmine sintiese un poco de curiosidad infantil, que en estos momentos trataba de reprimir.
Sus posteriores palabras le dieron nuevas luces de su personalidad, quizás le hacía falta esa fuerza y agudeza, o tal vez era demasiado amable con la joven que cometió el error. Esa amabilidad que Carmmine tenía, no se aplicaba en lo que respectaba al ballet, solo la disciplina y la fría pasión por la perfección… Bueno, se aplicaba en aquella lejana época en que solía bailar.
- Es usted alguien muy comprensiva – dijo con una sonrisa mientras se bajaba del escenario donde estaba sentada, con un ágil salto, si ella hubiese estado en su lugar no habría reaccionado como ella, hubiese sido un poco más… desalmada – Señorita… - dejó sin acabar la frase, quizás esperando que le dijese su nombre, aunque creyó que ella misma había sido poco cortés al no haberse presentado antes – Mi nombre es Carmmine –
Esbozó una radiante sonrisa mientras llevaba las manos detrás de su espalda, seguramente dando una impresión de niña pequeña, aunque claro, en cierto modo su cuerpo seguía siendo el de una adolescente, así que tal vez aquellas expresiones, que no acostumbraba a mostrar, le venían bien a su rostro de vez en cuando.
Ya había demostrado que la joven sabía de ballet, de lo contrario no hubiese notado aquel pequeño error, que un ojo aficionado no hubiese conseguido identificar. Aunque claro, podría ser eso, que le gustase el ballet y ya, no que lo practicase… Pero ¿Por qué le importaba tanto? No era su problema, pero bien sabía que de una u otra manera no podía dejar de sentir cierto nivel de empatía con las personas que podían vivir bajo el sol, quizás para sentirse un poco más humana…
- Parece gustarle bastante el ballet – comentó con la misma sonrisa que antes – Para no ser alguien que lo practica, sabe bastante – dijo tratando de no sonar que trataba de escudriñar más allá de sus palabras.
Carmmine Von Misson- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 526
Fecha de inscripción : 26/04/2011
Edad : 33
Localización : En tu ocaso
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: En medio de una danza...(carminne)
Lo ojos de Lena como siempre se mantenían atentos en un solo punto, no solía analizar demasiado en su entorno, o al menos aquella era impresión que proyectaba a las demás personas, sin embargo, la verdad era otra, ella jamás le restaba importancia a todo lo que ocurría a su alrededor y por ello era muy propensa a salir lastimada cuando se relacionaba con los otros, ella no era de las personas que podía pasar indiferente de la desgracia ajena, de hecho su preocupación por lo que ocurriese con los demás podía llegar a tocar los límites de lo enfermizo, y aquella joven torpe que había fallado en su baile le dejo por completo descolocada, ella parecía mortificarse por aquel trastabilleo ocurrido en el escenario de una manera por demás exagerada para alguien externo, sin embargo a Lena aquella frustración no le resultaba ajena por completo .
Un momento de silencio fue suficiente para que la joven bruja notara un cierto aire extraño en su acompañante, y sin saber de qué se trataba giro su rostro hacia la muchacha que tenía enfrente mirándola sonreír y simplemente correspondió cortésmente para después bajar los ojos dejando que sus pestañas temblasen con un poco de duda y melancolía
-Mi nombre es Lena, Lena Thompson-contesto inmediatamente la joven haciendo una leve reverencia en un intento por seguir adelante la conversación sin sacar a flote algún trago amargo del pasado mientras una pequeña luz en su cabeza le traicionaba mostrándose a ella misma, bailando entre flores y risas, junto a su hermana y sus padres, ellos sonreían aun cuando no lograba distinguir con exactitud sus rostros debido a los rayos del sol sobre su espalda, ellos extendían sus manos para recibir a sus pequeñas niñas en un cálido abrazo y pasar la tarde jugando con ellas.
Aquella imagen le saco durante imperceptibles segundos una sonrisa que se quebró con el recuerdo de la sangre y la muerte, de los gritos y el dolor, enseñándole la última expresión que su hermana le mostro antes de desaparecer por completo en la oscuridad de la noche
- Usted lo cree??… Solo soy una simple aficionada, con un gusto especial por el la belleza y el arte-comento saliendo abruptamente de sus cavilaciones mientras aquella mano bajaba hasta cubrir la boca de la muchacha quien rio divertida ante la vivacidad de su joven acompañante, ella parecía una de esas mujeres que andaban en la calle rompiendo corazones sin proponérselo, de esas que en los bailes todos los hombres se peleaban por sacar a bailar, con aquel cabello rojo tan vistoso que la hacía tan diferente y aquel rostro hermoso adornado de movimientos delicados que denotaban en su persona la clase y al mismo tiempo dejaba al descubierto aquella peculiar manera de andar que poseían las bailarinas de ballet, como una muñeca de esas que adornan los paradores y a las cuales la gente mira atreves del cristal pensando “Quiero comprarla” pero al entrar a la tienda el dueño dicen “Lo lamento, no está a la venta”- Usted también me sorprendido con su buena vista y su excelente gusto Madeimoselle-continuo observando como poco a poco la gente había comenzado a salir dejando el teatro vacío casi en su totalidad, mientras lentamente las figuras de los antiguos bailarines y músicos del lugar comenzaban a aparecer ante los ojos de Lena en medio de la bruma de la muerte para seguir expresando su pasión desde el mas allá…
Un momento de silencio fue suficiente para que la joven bruja notara un cierto aire extraño en su acompañante, y sin saber de qué se trataba giro su rostro hacia la muchacha que tenía enfrente mirándola sonreír y simplemente correspondió cortésmente para después bajar los ojos dejando que sus pestañas temblasen con un poco de duda y melancolía
-Mi nombre es Lena, Lena Thompson-contesto inmediatamente la joven haciendo una leve reverencia en un intento por seguir adelante la conversación sin sacar a flote algún trago amargo del pasado mientras una pequeña luz en su cabeza le traicionaba mostrándose a ella misma, bailando entre flores y risas, junto a su hermana y sus padres, ellos sonreían aun cuando no lograba distinguir con exactitud sus rostros debido a los rayos del sol sobre su espalda, ellos extendían sus manos para recibir a sus pequeñas niñas en un cálido abrazo y pasar la tarde jugando con ellas.
Aquella imagen le saco durante imperceptibles segundos una sonrisa que se quebró con el recuerdo de la sangre y la muerte, de los gritos y el dolor, enseñándole la última expresión que su hermana le mostro antes de desaparecer por completo en la oscuridad de la noche
- Usted lo cree??… Solo soy una simple aficionada, con un gusto especial por el la belleza y el arte-comento saliendo abruptamente de sus cavilaciones mientras aquella mano bajaba hasta cubrir la boca de la muchacha quien rio divertida ante la vivacidad de su joven acompañante, ella parecía una de esas mujeres que andaban en la calle rompiendo corazones sin proponérselo, de esas que en los bailes todos los hombres se peleaban por sacar a bailar, con aquel cabello rojo tan vistoso que la hacía tan diferente y aquel rostro hermoso adornado de movimientos delicados que denotaban en su persona la clase y al mismo tiempo dejaba al descubierto aquella peculiar manera de andar que poseían las bailarinas de ballet, como una muñeca de esas que adornan los paradores y a las cuales la gente mira atreves del cristal pensando “Quiero comprarla” pero al entrar a la tienda el dueño dicen “Lo lamento, no está a la venta”- Usted también me sorprendido con su buena vista y su excelente gusto Madeimoselle-continuo observando como poco a poco la gente había comenzado a salir dejando el teatro vacío casi en su totalidad, mientras lentamente las figuras de los antiguos bailarines y músicos del lugar comenzaban a aparecer ante los ojos de Lena en medio de la bruma de la muerte para seguir expresando su pasión desde el mas allá…
Lena Thompson Vilhjálmur- Hechicero/Realeza
- Mensajes : 135
Fecha de inscripción : 28/06/2011
Re: En medio de una danza...(carminne)
De cierto modo la joven le agradaba, aunque sintiese aquella pequeña espinita que la alertaba de que le ocultaba algo, ya que después de todo no tenía el derecho de entrometerse en sus asuntos ya que apenas se conocían, y lo que era peor, ella le ocultaba el secreto de su condición de ser nocturno, así que correspondía que dejara de darle vueltas al asunto, si no quería que a la vez se enteraran de su naturaleza.
La observó con la misma sonrisa mientras al tiempo le correspondía aquella reverencia. Lena… susurró en su mente, repitiendo su nombre para no olvidarlo, pues era la primera persona en París que sabía tenía el ballet como una afición, aunque dijese que era una mera espectadora, creía haber encontrado también una persona con quien platicar y discutir sobre ese apasionado arte, y tal vez, solo tal vez, creyó haber encontrado una persona que podría convertirse en una buena amiga que la acompañara en esos momentos en que la soledad parecía ser capaz de hacer una enorme mella en su mente.
Suspiró profundamente al oír que al parecer compartían ciertos gustos, ya que así tendrían temas de conversación y ocasiones en las que… No, no podía estar armando planes de forma apresurada pues conocía de primera fuente el abanico de posibles reacciones que podían tener los humanos al encontrarse con seres como ella, podían pasar de no creer y tomárselo como una broma, al desprecio y el miedo, siento esto último lo que Carmmine más temía, ser rechazada y sentirse como un monstruo.
- No es para tanto, solo que he tenido… un buen tiempo y buenos maestros para aprender este arte en particular – “mucho mucho tiempo” continúo la frase para ella misma – Pero desde que llegué aquí no he tenido tiempo ni ánimo para ello – dijo esta vez con una amarga sonrisa – Es horrible como la falta de personas con aficiones similares puede arrebatarnos incluso las ganas de continuar con aquella afición –
Aquello no era en absoluto un tema agradable, y no quería arruinar la primera impresión que la señorita Lena pudiera tener de ella, con palabras melancólicas y tristes. Lo importante era que el destino a veces caprichoso la había hecho cruzarse con una persona que compartía una afición muy especial para ella, una en la que su propia madre le había ayudado a dar sus primeros pasos ¿Acaso le recordaba a ella? Al parecer sí. La joven tenía un punto en común muy particular con la madre de Carmmine, ambas aun teniendo la destreza y la gracia inherente de las bailarinas de ballet no podían practicarlo, cual hermoso cisne que pudiendo volar, se encontraba atado a la tierra con unas pesadas cadenas de plata. Era sin duda un panorama desalentador.
- ¿Puedo preguntarle por su obra favorita mientras bebemos un café? – dijo con una simpática sonrisa mientras miraba de reojo a las últimas personas que dejaban el teatro, anunciando que era hora de que también ellas dejaran aquel casi sacrosanto lugar – Sí es que no tiene otro planes, claro, no es mi intención causarle algún retraso reteniéndola aquí con mi plática –
Estaban no muy lejos de aquellos pintorescos cafés que casi por accidente había visitado el día en que conoció a Louis, los que también tenía planeado mostrarle a Victorio luego de la obra, si no la hubiera dejado esperando en vano en aquel palco, pero ese era un asunto que tendría que arreglar con él luego. Mientras, solo esperaba oír la respuesta de la joven.
La observó con la misma sonrisa mientras al tiempo le correspondía aquella reverencia. Lena… susurró en su mente, repitiendo su nombre para no olvidarlo, pues era la primera persona en París que sabía tenía el ballet como una afición, aunque dijese que era una mera espectadora, creía haber encontrado también una persona con quien platicar y discutir sobre ese apasionado arte, y tal vez, solo tal vez, creyó haber encontrado una persona que podría convertirse en una buena amiga que la acompañara en esos momentos en que la soledad parecía ser capaz de hacer una enorme mella en su mente.
Suspiró profundamente al oír que al parecer compartían ciertos gustos, ya que así tendrían temas de conversación y ocasiones en las que… No, no podía estar armando planes de forma apresurada pues conocía de primera fuente el abanico de posibles reacciones que podían tener los humanos al encontrarse con seres como ella, podían pasar de no creer y tomárselo como una broma, al desprecio y el miedo, siento esto último lo que Carmmine más temía, ser rechazada y sentirse como un monstruo.
- No es para tanto, solo que he tenido… un buen tiempo y buenos maestros para aprender este arte en particular – “mucho mucho tiempo” continúo la frase para ella misma – Pero desde que llegué aquí no he tenido tiempo ni ánimo para ello – dijo esta vez con una amarga sonrisa – Es horrible como la falta de personas con aficiones similares puede arrebatarnos incluso las ganas de continuar con aquella afición –
Aquello no era en absoluto un tema agradable, y no quería arruinar la primera impresión que la señorita Lena pudiera tener de ella, con palabras melancólicas y tristes. Lo importante era que el destino a veces caprichoso la había hecho cruzarse con una persona que compartía una afición muy especial para ella, una en la que su propia madre le había ayudado a dar sus primeros pasos ¿Acaso le recordaba a ella? Al parecer sí. La joven tenía un punto en común muy particular con la madre de Carmmine, ambas aun teniendo la destreza y la gracia inherente de las bailarinas de ballet no podían practicarlo, cual hermoso cisne que pudiendo volar, se encontraba atado a la tierra con unas pesadas cadenas de plata. Era sin duda un panorama desalentador.
- ¿Puedo preguntarle por su obra favorita mientras bebemos un café? – dijo con una simpática sonrisa mientras miraba de reojo a las últimas personas que dejaban el teatro, anunciando que era hora de que también ellas dejaran aquel casi sacrosanto lugar – Sí es que no tiene otro planes, claro, no es mi intención causarle algún retraso reteniéndola aquí con mi plática –
Estaban no muy lejos de aquellos pintorescos cafés que casi por accidente había visitado el día en que conoció a Louis, los que también tenía planeado mostrarle a Victorio luego de la obra, si no la hubiera dejado esperando en vano en aquel palco, pero ese era un asunto que tendría que arreglar con él luego. Mientras, solo esperaba oír la respuesta de la joven.
Carmmine Von Misson- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 526
Fecha de inscripción : 26/04/2011
Edad : 33
Localización : En tu ocaso
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: En medio de una danza...(carminne)
Una última mirada se dirigió al teatro ahora abandonado y a oscuras, en sus ojos las cosas eran diferentes, podía ver como el gran candelabro se mantenía encendido aun y las paredes mostraban una vida gracia y fuerza que difícilmente podía compararse con la que la demás personas miraban, y es que actualmente el teatro era bellísimo, pero no era nada comparado con todo aquello que fue, enfrente, en el escenario las figuras de todos los grandes artistas que pisaron aquella tarima practicaba una última vez para su gran presentación en el mas allá, las ropas que vestían eran completamente exquisitas, las mujeres con sus vestidos largos pelucas y antifaces de deslizaban atravez de la noche con una gracia y elegancia propia de la nobleza y clase alta, algunas de ella sostenia abanicos con los que soplaban sobre sus propios rostros mientras otras repetían sus líneas en diferentes tonalidades, buscando la manera justa de llegar a su público.
Los hombres por su parte, vestidos de una manera igual de rica que sus contrapartes femeninas practicaban algunas notas con su voz, mientras un pequeño grupo alzaba las espadas peleando entre ellos de una manera tan vigorosa que incluso lejos se podía sentir el calor de la batalla, podía notar también a un para lanzándole cumplidos a las jóvenes damas que pasaban a su lado y de igual manera noto un grupo mixto, ahí estaban, los bailarines de la época antigua, los cuales enfundados en ropajes maravillosos ejecutaban los más difíciles pasos con una gracia y encanto increíbles capaces de dejar sin aliento hasta el más conocedor, por supuesto que a diferencia de la mayoría, ellos habían tenido siglos para perfeccionar su baile demostrando la pasión que sentía atreves de sus cuerpos. Sus ojos se bajaron mientras se volvía hacia su acompañante, ojalá ella pudiese ver toda aquella belleza.
- Oh en eso tien mucha razón, incluso aunque soy una gran fanática no había tenido el valor para ver siquiera una función por pequeña que fuese, encontrar amistades que congenien con los gustos de uno es difícil, en especial en un lugar tan grande como Paris-comento simplemente tratando de desviar su mente hacia cosas más felices, ella no quería saber nada del ballet desde hacía un tiempo si n embargo después de aquel pequeño rato se sentía con fuerzas para venir a ver alguna función , aunque solo de vez en cuando, aun no estaba preparada para entrar de lleno en aquel mundo, en especial cuando sabía que tal vez ella no fuese suficiente para e
l- Me hace feliz encontrar a alguien que comparta mi afición, aunque solo nos conozcamos un poco creo que podríamos llevarnos muy bien-puntualizo finalmente con una sonrisa en el rostro, la idea de tener una amiga como ella le hacía muy feliz, desde que cumplió los doce años no había sido capaz de hacer una sola amistad, de hecho no lograba mantener el contacto lo suficiente como para siquiera entablar una relación siquiera de conocidos
Vagando en el pasado recordó a aquel chiquillo travieso que le caía tan bien, él era amable vivaz y aunque sus bromas a veces lograban sacarla de quicio él era en general agradable, los momentos que paso con el eran los más felices que podía recordar aparte de los de su familia, él fue su mejor amigo por un tiempo aun cuando se veian solo de vez en cuando, ¿Qué habría sido de el? Quien sabe, tal vez puede que ahora que era un adulto aquellos vivaces ojos se hubiesen apagado al igual que su carácter
- Me encantaría!!!-contesto emocionada pero tratando de no verse demasiado amsiosa, la soledad los últimos días la estaba matando y un buena platica no le vendría mal, aun cuando se preguntaba si no era demasiado tarde como para salir pero inmediatamente quito ese pensamiento de su cabeza, las noches en parís eran incluso más activas que los días y eso ya era decir mucho- Pero será mejor que salgamos antes de que nos dejen encerradas aquí-comento mientras notaba como los trabajadores comenzaban a limpiar los palcos
Lena Thompson Vilhjálmur- Hechicero/Realeza
- Mensajes : 135
Fecha de inscripción : 28/06/2011
Re: En medio de una danza...(carminne)
Pudo sentir un par de aquellos latidos ajenos, tal vez un poco más rápidos que antes ¿Extrañaba eso en ella? ¿En alguien? Sin duda eran muy diferentes a los latidos de los muertos como ella, era simplemente un anhelo de algo que nunca más iba a volver por más que se intentara alzar la mano para alcanzar el tren perdido. A veces se preguntaba qué hubiera pasado de haber tenido la opción de escoger, y la respuesta era mucho más fácil de lo que podría imaginarse, tendría la certeza de una muerte que no hubiese tardado más de uno días en llevársela. Pero de saber la tortura que significaba vivir así, tal vez…
Tuvo que despertar de forma obligada de sus insomnes cavilaciones cuando la joven expresó de forma entusiasma su respuesta, dando paso a algo que lejos de ser el alivio que esperaba por la aceptación se convirtió en una especie de congoja interna. Era exactamente por eso que no solía acercarse a la gente, era una constante pugna entre la honestidad y la seguridad de la máscara de joven normal, pero ya no podía declinar la invitación extendida, así que debía volver a su papel y sonreír ante la respuesta.
- Tiene usted razón – dijo mientras se disponía a dar el primer paso para salir del enorme auditorio – Creo que este lugar puede ser aterrador con todas las luces apagadas, hay… demasiadas sombras – dijo frotándose uno de sus brazos de forma disimulada, aunque en vano, porque el frío que sentía no podría ser contrarrestado más que por los abrazadores rayos del sol.
Por un momento deseó que el salón se viese completamente alfombrado para que el taconeo de sus zapatos no resaltase tanto el silencio de la falta de un tema contingente sobre el que hablar, pero aquello tendría efectos nefastos en la acústica del lugar y de las obras que aquí se presentaban. Era increíble toda la ingeniería desplegada en beneficio del arte…
- ¿Hay alguna cafetería que sea de su preferencia? – dijo con ánimo de quebrar el silencio reinante – La verdad es que rara vez tengo oportunidad de acudir, y me parece un ambiente tan simpático, son terrazas que no se ven en Londres – dijo con un pequeño destello de tristeza al recordar esa parte de su pasado.
Suspiró aliviada al ver al guardián de la entrada abrirles las puertas que daban paso al fresco aire del exterior que innecesariamente llenaba sus pulmones con premura, como si estando en el teatro aquel acto tan básico se le hiciera prácticamente imposible. Cosa que la sacó una leve sonrisa al recordar los corsés que antes le dificultaban la respiración y el movimiento en aquella época en que su cuerpo debía de formarse según los cánones esperados, casi se olvidaba de que esta vez iba acompañada y que no era de buen gusto estar divagando de manera tan descarada.
- ¿Gusta caminar o prefiere un carruaje? – dijo deteniéndose cuando ya estaban fuera del imponente edificio. Era una noche preciosa como para disfrutarla al aire libre, pero tal vez era un gusto obligado para ella dadas las circunstancias, y que no todos compartirían, sin mencionar que llevaban apenas un rato de conocerse y a su mente ya despojada de su lado positivo no espera que la joven confiara de forma tan abierta como para subirse al carruaje de una casi desconocida.
Tuvo que despertar de forma obligada de sus insomnes cavilaciones cuando la joven expresó de forma entusiasma su respuesta, dando paso a algo que lejos de ser el alivio que esperaba por la aceptación se convirtió en una especie de congoja interna. Era exactamente por eso que no solía acercarse a la gente, era una constante pugna entre la honestidad y la seguridad de la máscara de joven normal, pero ya no podía declinar la invitación extendida, así que debía volver a su papel y sonreír ante la respuesta.
- Tiene usted razón – dijo mientras se disponía a dar el primer paso para salir del enorme auditorio – Creo que este lugar puede ser aterrador con todas las luces apagadas, hay… demasiadas sombras – dijo frotándose uno de sus brazos de forma disimulada, aunque en vano, porque el frío que sentía no podría ser contrarrestado más que por los abrazadores rayos del sol.
Por un momento deseó que el salón se viese completamente alfombrado para que el taconeo de sus zapatos no resaltase tanto el silencio de la falta de un tema contingente sobre el que hablar, pero aquello tendría efectos nefastos en la acústica del lugar y de las obras que aquí se presentaban. Era increíble toda la ingeniería desplegada en beneficio del arte…
- ¿Hay alguna cafetería que sea de su preferencia? – dijo con ánimo de quebrar el silencio reinante – La verdad es que rara vez tengo oportunidad de acudir, y me parece un ambiente tan simpático, son terrazas que no se ven en Londres – dijo con un pequeño destello de tristeza al recordar esa parte de su pasado.
Suspiró aliviada al ver al guardián de la entrada abrirles las puertas que daban paso al fresco aire del exterior que innecesariamente llenaba sus pulmones con premura, como si estando en el teatro aquel acto tan básico se le hiciera prácticamente imposible. Cosa que la sacó una leve sonrisa al recordar los corsés que antes le dificultaban la respiración y el movimiento en aquella época en que su cuerpo debía de formarse según los cánones esperados, casi se olvidaba de que esta vez iba acompañada y que no era de buen gusto estar divagando de manera tan descarada.
- ¿Gusta caminar o prefiere un carruaje? – dijo deteniéndose cuando ya estaban fuera del imponente edificio. Era una noche preciosa como para disfrutarla al aire libre, pero tal vez era un gusto obligado para ella dadas las circunstancias, y que no todos compartirían, sin mencionar que llevaban apenas un rato de conocerse y a su mente ya despojada de su lado positivo no espera que la joven confiara de forma tan abierta como para subirse al carruaje de una casi desconocida.
- Spoiler:
- Le pido me disculpe por la aberrante tardanza, pero estaba en ausencia por cosas de la universidad, de la que aun no puedo librarme por completo a pesar de que estoy teniendo algo más de tiempo para ponerme al día. Saludos Cordiales
Carmmine Von Misson- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 526
Fecha de inscripción : 26/04/2011
Edad : 33
Localización : En tu ocaso
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: En medio de una danza...(carminne)
Lena sonrió mirando a sus alrededores, era extraño que aquel fantasma moroso y mal educado no anduviese rondando a esas horas, seguramente que la estaba esperando en el carruaje, era como a veces le recordaba un poco a un pitbull. Sus ojos encontraron en medio de los pasillos del teatro y el la entrada una gran multitud de muertos que andaban rondando se preparaban para la función de la media noche, para Lena era incomprensible y a la vez obvio por qué tantas almas en pena se centraban en medio de aquel recinto lleno de las historias de todos aquellos que vivieron por, y para el arte, dejar ir el talento, la belleza y juventud de uno era difícil, más si se le era arrebatado de las manos en medio de alguna aparatosa muerte. Aquellas personas jamás serían capaces de dejar que el reloj avanzase en el viejo teatro sin embargo, tampoco es como si le hiciesen daño a nadie, solamente era… triste, atrapados siempre en el mismo limbo, durante años y años, sin notar siquiera el paso de los años a su alrededor, parados en el mismo lugar eternamente, esperando algún familiar o amante que jamás llegaría.
Una risa divertida salió de sus labios al escuchar a la muchacha, le recordaba un poco a chastiel, aunque chastiel era un chico, parecía como si siempre guardase algo en su interior, mostrando esa sonrisa a veces casi imperceptiblemente forzada, siempre mostrando una máscara que oscilaba entre la mentira y la verdad, con una aura misteriosa que crepitaba a su alrededor, sus flamantes risos caían sobre sus hombros apoyando aquella imagen de mujer misteriosa, todo alrededor de la muchacha se pintaba en carmín a su paso. Lena era consiente también de sus faltas, todo el mundo tenía una cara que ocultar, algún secreto que no deseaba que nadie notase jamás, todos guardaban algún “esqueleto en su armario” incluso ella, viendo la situación con la inquisición el que se enterasen de su estatus de bruja, aun siendo una poco experimentada, prefería que nadie más se enterase de sus dones, sin embargo, habiendo gente de confianza cerca, ella era capaz de soltar toda su basura aun tratándose de cazadores o del mismo papa.
- Aterrador, perturbador, y un poco triste, los teatros después de una función siempre se llenan de la melancolía del acto, de todo aquello que los actores dejaron en el escenario y los aplausos de la gente, sin duda, el silencio en el teatro después de una función, da miedo…-llevo su mano hacia su rostro acomodando algunos mechones de su cabello que llevados por la pequeña brisa entrante de la puerta los sacaron de su lugar, a ella siempre le había parecido de aquella manera, incluso en su propia casa las noches llenaban los pasillos de espíritus en busca de consuelo, venganza o felicidad, recordándole a ella que la muerte no se andaba con rodeos, podía observar entre los espíritus como ella jamás discriminaba, no importando que se tratase de niños, adultos, ricos o pobres, ella se los llevaba de igual manera-En realidad no, soy nueva aquí en parís de modo que no conozco muchos los establecimientos de por aquí, sin embargo al igual que usted estoy encantada con la arquitectura del lugar, mi padres viajaban mucho cuando yo era pequeña y parís siempre fue uno de mis sitios preferidos, sin embargo jamás permanecí aquí el tiempo suficiente como para lograr familiarizarme correctamente con el-exclamo algo avergonzada mientras reía tontamente, la verdad era que aun cuando llevaba ya casi un año ahí los lugares que conocía eran de lo más extraños, saltándose terriblemente las hermosas atracciones que parís le brindaba a los extranjeros.
Cuando la luz de los faros que iluminaban la noche llegaron a sus ojos aparecieron con ellos ideas de sitios que debió conocer, Galería le había hablado infinidad de veces de los restaurantes de parís, aquellos que visito cuando estaba vivo, le hablo de los cafés e incluso de los prostíbulos y tabernas que frecuento de incognito en su desordenada vida como humano
- Creo que… me parece que conozco el sitio perfecto-dijo sonriendo hacia ella para después girar su rostro hacia el cielo escuchándola hablar- no se preocupe, como se le acomode mejor viajaremos, después de todo no es muy frecuente que salga con amigos ni nada, de modo que estaría encantada con su decisión- y era la verdad, caminar siempre lo hacía ya que había sitios a los que no podía llegar en carruaje, y de igual manera hubo muchos sitios en los cuales tuvo acaloradas carreras con su carruaje
Una risa divertida salió de sus labios al escuchar a la muchacha, le recordaba un poco a chastiel, aunque chastiel era un chico, parecía como si siempre guardase algo en su interior, mostrando esa sonrisa a veces casi imperceptiblemente forzada, siempre mostrando una máscara que oscilaba entre la mentira y la verdad, con una aura misteriosa que crepitaba a su alrededor, sus flamantes risos caían sobre sus hombros apoyando aquella imagen de mujer misteriosa, todo alrededor de la muchacha se pintaba en carmín a su paso. Lena era consiente también de sus faltas, todo el mundo tenía una cara que ocultar, algún secreto que no deseaba que nadie notase jamás, todos guardaban algún “esqueleto en su armario” incluso ella, viendo la situación con la inquisición el que se enterasen de su estatus de bruja, aun siendo una poco experimentada, prefería que nadie más se enterase de sus dones, sin embargo, habiendo gente de confianza cerca, ella era capaz de soltar toda su basura aun tratándose de cazadores o del mismo papa.
- Aterrador, perturbador, y un poco triste, los teatros después de una función siempre se llenan de la melancolía del acto, de todo aquello que los actores dejaron en el escenario y los aplausos de la gente, sin duda, el silencio en el teatro después de una función, da miedo…-llevo su mano hacia su rostro acomodando algunos mechones de su cabello que llevados por la pequeña brisa entrante de la puerta los sacaron de su lugar, a ella siempre le había parecido de aquella manera, incluso en su propia casa las noches llenaban los pasillos de espíritus en busca de consuelo, venganza o felicidad, recordándole a ella que la muerte no se andaba con rodeos, podía observar entre los espíritus como ella jamás discriminaba, no importando que se tratase de niños, adultos, ricos o pobres, ella se los llevaba de igual manera-En realidad no, soy nueva aquí en parís de modo que no conozco muchos los establecimientos de por aquí, sin embargo al igual que usted estoy encantada con la arquitectura del lugar, mi padres viajaban mucho cuando yo era pequeña y parís siempre fue uno de mis sitios preferidos, sin embargo jamás permanecí aquí el tiempo suficiente como para lograr familiarizarme correctamente con el-exclamo algo avergonzada mientras reía tontamente, la verdad era que aun cuando llevaba ya casi un año ahí los lugares que conocía eran de lo más extraños, saltándose terriblemente las hermosas atracciones que parís le brindaba a los extranjeros.
Cuando la luz de los faros que iluminaban la noche llegaron a sus ojos aparecieron con ellos ideas de sitios que debió conocer, Galería le había hablado infinidad de veces de los restaurantes de parís, aquellos que visito cuando estaba vivo, le hablo de los cafés e incluso de los prostíbulos y tabernas que frecuento de incognito en su desordenada vida como humano
- Creo que… me parece que conozco el sitio perfecto-dijo sonriendo hacia ella para después girar su rostro hacia el cielo escuchándola hablar- no se preocupe, como se le acomode mejor viajaremos, después de todo no es muy frecuente que salga con amigos ni nada, de modo que estaría encantada con su decisión- y era la verdad, caminar siempre lo hacía ya que había sitios a los que no podía llegar en carruaje, y de igual manera hubo muchos sitios en los cuales tuvo acaloradas carreras con su carruaje
Lena Thompson Vilhjálmur- Hechicero/Realeza
- Mensajes : 135
Fecha de inscripción : 28/06/2011
Re: En medio de una danza...(carminne)
Por unos segundos quiso sentir entusiasmo, quiso sentir aunque fuese un ápice de ingenua emoción, pero no dejaba de pensar en el motivo que le había hecho acabar sola en un frío palco del teatro. Él la había plantado, tal y como ella misma se había advertido, y por más que quisiese alejar su mente de aquellos molestos incidentes, siempre terminaba por volver a él. Como si se hubiese convertido en el principio y el final, como si su mente solo se llenara si Victorio andaba por ahí rondándola. Eso no podía ser sano, la misma Carmmine lo sabía, sobre todo porque pese a lo mucho que lo quisiera, actos como el de hoy, le demostraban que no podía confiar plenamente en él y que perderse en una persona ocasionaba que uno mismo se perdiera también.
¿Quién era Carmmine ahora? ¿La muchacha fría e imperturbable que partió de Londres huyendo de su creador, o la niña frágil y dependiente que no podía sobrevivir a la soledad de París? Quien fuera que fuese, sabía que a pesar de los pequeños momentos de dicha su vida era más bien vacía, tanto que ninguna afición por fuerte que fuese podría sacarla del entumecimiento que amenazaba con dejar su vida estancada.
Tal vez por eso estaba ahora aquí, buscando algo que hiciera que su sangre volviese a fluir con brío por sus venas, algo que no tuviese que ver con estar en brazos de ese que ahora no se le antojaba más que un patán. Pensó que quizás podría volver a sentir al menos un poco de esa pasión por la danza que había aprendido de su madre, pero nada, solo pudo ver los errores, descoordinaciones e impresiones… sin duda no era lo mismo.
“Un poco triste”. Aquella frase la sacó de aquellas cavilaciones en que se había perdido de nuevo, era sin duda el día de ir distraída, pero esas mismas tristes y ciertas palabras de la joven, a las que no pudo más que darles la razón, le dieron un pequeño empujón a ser honesta con ella misma. Porque exactamente era como si en lugar de estar retratando el estado en que quedaba el proscenio después de una obra, se estuviese refiriendo a la vida de la vampiresa y a esa debilidad en que se sumía cuando estaba sola.
- Entiendo – susurró de forma apenas audible y casi automática a aquel retazo de biografía que la joven le acababa de contar – Aun así debe tener algún lugar especial en su corazón ¿No? – preguntó aunque no realmente esperando una respuesta – Eso es mejor que ser una completa apátrida como yo, el no tener un lugar con el que establecer lazos es realmente triste también – agregó, correspondiendo de forma confidente a lo que la señorita Lena le había contado de ella misma.
Suspiró y le sonrió de forma algo amarga, porque lejos de ayudar en su estado anímico recordar aquello lo empeoraba. Del mucho no conocía mucho, y de los pocos lugares en los que había estado y conocía, no había ninguna al que con convicción pudiese llamar hogar. Alemania era solo un manojo de malos recuerdos, de Inglaterra había huido como una cobarde, y en Francia… no sabía lo que podía depararle en el futuro.
- Supongo… que podemos… caminar – dijo con algo de dificultad para volver a la conversación normal – Ya se comienza a notar de verdad el cambio de estación, así que si usted lo estima así, no creo que tengamos mucho inconveniente en caminar, siempre y cuando me guíe – dijo seguido de una pequeña risa, que tal vez pecaba por intentar ser verdadera, dado que al menos por el momento no tenía demasiados ánimos como para siquiera sonreír.
No debía dejarse avasallar por esos pensamientos esta vez, ser fuerte por una noche era un esfuerzo mínimo en comparación con todo lo acumulado en todo el tiempo en que llevaba ¿Viva? Además tampoco debía menospreciar el hecho de que la joven hubiese aceptado su invitación, porque aun sin saberlo, con ello probablemente la había salvado de volver a casa a caer de nuevo en un torbellino de autodestrucción.
¿Quién era Carmmine ahora? ¿La muchacha fría e imperturbable que partió de Londres huyendo de su creador, o la niña frágil y dependiente que no podía sobrevivir a la soledad de París? Quien fuera que fuese, sabía que a pesar de los pequeños momentos de dicha su vida era más bien vacía, tanto que ninguna afición por fuerte que fuese podría sacarla del entumecimiento que amenazaba con dejar su vida estancada.
Tal vez por eso estaba ahora aquí, buscando algo que hiciera que su sangre volviese a fluir con brío por sus venas, algo que no tuviese que ver con estar en brazos de ese que ahora no se le antojaba más que un patán. Pensó que quizás podría volver a sentir al menos un poco de esa pasión por la danza que había aprendido de su madre, pero nada, solo pudo ver los errores, descoordinaciones e impresiones… sin duda no era lo mismo.
“Un poco triste”. Aquella frase la sacó de aquellas cavilaciones en que se había perdido de nuevo, era sin duda el día de ir distraída, pero esas mismas tristes y ciertas palabras de la joven, a las que no pudo más que darles la razón, le dieron un pequeño empujón a ser honesta con ella misma. Porque exactamente era como si en lugar de estar retratando el estado en que quedaba el proscenio después de una obra, se estuviese refiriendo a la vida de la vampiresa y a esa debilidad en que se sumía cuando estaba sola.
- Entiendo – susurró de forma apenas audible y casi automática a aquel retazo de biografía que la joven le acababa de contar – Aun así debe tener algún lugar especial en su corazón ¿No? – preguntó aunque no realmente esperando una respuesta – Eso es mejor que ser una completa apátrida como yo, el no tener un lugar con el que establecer lazos es realmente triste también – agregó, correspondiendo de forma confidente a lo que la señorita Lena le había contado de ella misma.
Suspiró y le sonrió de forma algo amarga, porque lejos de ayudar en su estado anímico recordar aquello lo empeoraba. Del mucho no conocía mucho, y de los pocos lugares en los que había estado y conocía, no había ninguna al que con convicción pudiese llamar hogar. Alemania era solo un manojo de malos recuerdos, de Inglaterra había huido como una cobarde, y en Francia… no sabía lo que podía depararle en el futuro.
- Supongo… que podemos… caminar – dijo con algo de dificultad para volver a la conversación normal – Ya se comienza a notar de verdad el cambio de estación, así que si usted lo estima así, no creo que tengamos mucho inconveniente en caminar, siempre y cuando me guíe – dijo seguido de una pequeña risa, que tal vez pecaba por intentar ser verdadera, dado que al menos por el momento no tenía demasiados ánimos como para siquiera sonreír.
No debía dejarse avasallar por esos pensamientos esta vez, ser fuerte por una noche era un esfuerzo mínimo en comparación con todo lo acumulado en todo el tiempo en que llevaba ¿Viva? Además tampoco debía menospreciar el hecho de que la joven hubiese aceptado su invitación, porque aun sin saberlo, con ello probablemente la había salvado de volver a casa a caer de nuevo en un torbellino de autodestrucción.
Carmmine Von Misson- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 526
Fecha de inscripción : 26/04/2011
Edad : 33
Localización : En tu ocaso
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Temas similares
» Danza de hielo. -Libre.-
» Danza Macabra -Privado.-
» La danza del látigo [Emhyr]
» La danza de la noche [LIBRE]
» Danza de sangre y hiel ~ priv.
» Danza Macabra -Privado.-
» La danza del látigo [Emhyr]
» La danza de la noche [LIBRE]
» Danza de sangre y hiel ~ priv.
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér Sep 18, 2024 9:16 am por Afiliaciones
» REACTIVACIÓN DE PERSONAJES
Mar Jul 30, 2024 4:58 am por Frederick Truffaut
» AVISO #49: SITUACIÓN ACTUAL DE VICTORIAN VAMPIRES
Miér Jul 24, 2024 2:54 pm por Nigel Quartermane
» Ah, mi vieja amiga la autodestrucción [Búsqueda activa]
Jue Jul 18, 2024 4:42 am por León Salazar
» Vampirto ¿estás ahí? // Sokolović Rosenthal (priv)
Miér Jul 10, 2024 1:09 pm por Jagger B. De Boer
» l'enlèvement de perséphone ─ n.
Sáb Jul 06, 2024 11:12 pm por Vivianne Delacour
» orphée et eurydice ― j.
Jue Jul 04, 2024 10:55 pm por Vivianne Delacour
» Le Château des Rêves Noirs [Privado]
Jue Jul 04, 2024 10:42 pm por Willem Fokke
» labyrinth ─ chronologies.
Sáb Jun 22, 2024 10:04 pm por Vivianne Delacour