La funcion no termina hasta que canta la gorda (priv)

En las largas noches que pasaba en vela nunca me habia imaginado la vida tan solitaria como la estaba viviendo en estos momentos. Por unos instantes pense en que habia cambiado algo pero por desgracia nunca fue asi o al menos es como llegaba a verla atraves de mis ojos. Muchos de los que conocia habian ido alguna vez al teatro de Paris pero en mi caso no lo habia pisado despues de tantos años en aquel lugar aun habia lugares que desconocia o nunca me habia acercado. Estaba tan pensativo que podia ver como si fuera un solo reflejo las vestimentas que llevaria. Justo me acorde de la noche anterior habia visto un folleto donde anunciaban una funcion que al parecer era bastante agradable e interesante para pasar la noche. Para ser sincero nunca habia ido al teatro, solo por no habermelo planteado... quizas el tiempo se me iban en demasiadas cosas como para pensar alguna vez en ir a ver una funcion u obra de teatro. Tenia en la cabeza tantas cosas que se escapaban de mis manos que necesitaba por algun motivo estirar la mano y sujetarlo con fuerza.

Tampoco podia llegar tan tarde y no sabia bien a que hora empezaba o si ya lo habia hecho. Era ya oscureciendo cuando comence a prepararme dejando el gran abrigo sobre mis hombros y un traje negro el cual se quedaba bien ajustado a mi cuerpo o al menos lo suficiente para parecer mas elegante. Esa noche preferia el carruaje antes que galopar por el hecho de que era en plena ciudad y no seria tan bien visto en un lugar asi. Espere a que me avisaran de que estaba preparado para tomarlo y poder asi entrar. No fue mucho lo que tardaron en ello ya que hacia unos momentos habia avisado que iba a salir y que lo prepararan. Baje las escaleras de la casa llegando hasta las puertas en ese momento visualizando hacia las doncellas de la casa que se despedian con una inclinacion, al cual respondi de igual manera. Sali por el doble porton de la entrada para introducirme en el carruaje negro de cortinas rojizas, las cuales siempre solia rodar para ir viendo el camino hacia donde me dirigiera.

Me quede por un momento absorto en mis pensamientos donde nadie pudiera molestarme, todo estaba muy tranquilo, incluso la noche. Cuando llegue al teatro me baje observando el edificio frente a mis ojos. Acomodandome las ropas entre por las puertas observando a la gran cantidad de personas que habia por alli. No imagine que hubiera tanta gente por alli. Mi suerte era que habia reservado un palco en el cual nadie me molestara y pudiera disfrutar de la obra en tranquilidad. El acomodador me dirigio hasta donde se encontraba mi reserva observando como tenia grandes vistas cada uno de ellos. Sin lugar a dudas era el lugar perfecto para disfrutar de la noche aunque fuera en soledad. Retire mi abrigo dejandolo en el asiento a mi lado y con la mirada observaba a los palcos vecinos incluso a las zonas bajas fijandome en cada rostro que estuviera por alli. Me recoste en la butaca a la espera de que comenzara.