Keath Roggers

Personalidad

Alto, de contextura más bien tosca, pareciera que no puede controlar su propio cuerpo, como si hubiese crecido de golpe y no supiese cuanto mide o que tamaño tiene. Siempre pensando que entra en lugares donde efectivamente no lo hace. Mantiene una sonrisa dulce y blanca, con dientes fuertes y que se nota que son poderosos. Sus labios son finos y oscuros, cuando sonríe pareciera que no tiene. Mantiene unos ojos muy claros color verde agua, capaces de inspeccionar a una persona más de veinte veces, aunque eso no quiere decir que se fije demasiado en los demás, la realidad es que no mira a su alrededor y su empatia es un cero a la izquierda. Tiene pestañas que remarcan sus orbes profundamente y una serie de pequeñas pecas por el rostro, que le dan un aire extraño.
Su olfato es una de las características más destacada, puede encontrar a cualquiera que haya olido antes a grandes distancias, no se olvida de ningún olor. Conserva mucho de su parte perruna en su parte humana, quizá porque vivió de ese modo durante mucho tiempo.
Sus cabellos son oscuros y revueltos, los mantiene cortos para que no le molesten, no suele fijarse en como le quedan las cosas y muchas veces parece un descuidado. Solo cuando tiene que arreglarse para alguien o algo busca hacerlo tal cual a algún maniquí que ve en vidrieras ya que a él solo no se le ocurre nada.




La historia de este perro data de 1760, en calles extranjeras, en los límites de una ciudad muy reconocida por todos y más en estos momentos. Pensilvania, lugar donde extraños sucesos ocurrían, cuando la luna estaba llena y reluciente, se podían escuchar feroces lobos aullar, rayos que nadie sabía de dónde venían, estrellas que a su vez lo iluminaban todo y nada.
Hijo de dos cambiaformas, por parte de su padre, un labrador café y por el lado de su madre una hermosa canina Collie lassie. Ambos se encontraron por casualidad en los bosques de Pensilvania y allí se enamoraron, el destino los unió, ya que ambos escapaban de dos lycanes diferentes - justo había caído luna llena aquella noche-. Aquellos momentos siempre son bien recordados para el canino y por eso tiene una extraña afinidad por los hombres lobos. Él dice que “atraen el amor”, aunque claro, varias veces ha tenido que escapar de alguno y hasta ahora nunca ha encontrado aquello.
Y así fue como sus padres se encontraron, se enamoraron y tuvieron un pequeño hijo, lo cuidaron en los bosques, allí formaron un hogar, escondido en el interior de un gran árbol, que pasaría desapercibido de no ser por aquella puerta artesanalmente decorada que hacía notar que había vida dentro. Durante más de dos décadas vivieron allí, aunque algunos años se retiraban a la ciudad, para poder estar actualizados, pero luego se volvían a ir a los bosques, así paso el tiempo y Keath tuvo una hermana, veinte años menor, extrañamente una canina caniche pequeña, pero ella solo pudo convertirse a la edad de diez años, empezando a hacer la longevidad tiempo después que su hermano mayor.
Aquellos tiempos eran buenos, pero todo principio tiene un final y los hijos empiezan a irse de casa. Keath se aburría de siempre lo mismo y con todo el amor que tenía decidió partir, partir a conocer el mundo, a explorar todo aquello que no conocía, todas esas historias que sus padres le habían contado, ambos viajeros, habían recorrido muchos lugares y muchas veces se habían ido juntos, dejando a los hermanos solos. Es por eso que sus padres lo comprendían y aunque su hermana no quería que se fuera, cedió. Empezó a recorrer el mundo y cada dos o tres meses volvía, emocionado, contando historias, llevando regalos. Con toda aquella felicidad que desde siempre tenía. Ya habían pasado veinticinco años y el aún lucía de doce. Aquello empezaba a preocuparle, el tiempo pasaba, la gente que conocía se volvía vieja, muchos morían de enfermedades y el sufría. Su mayor golpe fue cuando su novia murió. En uno de aquellos viajes conoció a una mujer bella, la más hermosa que podía existir, una simple humana. Se fue con ella por muchos países, pero ella no era tan fuerte o al menos no tanto como él y una enfermedad le ganó, la pelagra la mató. Aquella enfermedad que se daba por problemas alimenticios, ingesta excesiva de vitamina B3 niacina, uno de los compuestos del complejo de la vitamina B. Aquellas cosas que por supuesto ni él, ni ningún médico que la atendía lo sabía. Pensaban que era una simple enfermedad infecciosa y que no tenía remedio. Le hacían exorcismos, le tiraban agua vendita, pero la enfermedad seguía progresando y al cabo de un año de sufrimiento, ella murió.
El dolor embriagó a Keath y su corazón se cerró, buscando refugio en su familia, hasta que comprendió que la vida seguía, que no podía vivir a base del fantasma que conoció. Ahora debía seguir y con aquel dolor en el alma volvió a irse, ahora con más serenidad, con más cautela. Seguía disfrutando de la vida, pero no osaba enamorarse o amar a alguien humano, manteniendo la distancia entre ellos. Aún busca el lycan que lo lleve a su destino. Espera poder encontrar a una canina que lo haga feliz, vive estafando a las personas que tienen demasiado y no lo comparten. Ahora está en París, por pasada, quiere irse más al norte, pero espera el momento, la vida pasa lentamente en sus ojos y por eso no se apura en nada, desea ser feliz, jugando, divirtiéndose como lo hacía con aquella humana que tanto amaba.





→ Habilidades: sigilo, sentidos aumentados, buenos reflejos, agilidad, flexibilidad, velocidad y fuerza sobrehumana.
→ Atributos: Longevidad.
→ Transformación a Labrador café, Collie lassie y Staffordshire terrier.
→ Sanación acelerada: Sanar rápidamente heridas y contusiones no tan graves.
→ Percepción del aura: Ver las auras de otros seres, cuyos colores indican su humor, identidad y nivel de hostilidad, de este modo saben si están bajo amenaza.
→ Fortaleza: Resistencia extrema al dolor físico.
→ Memoria fotográfica: Recordar cosas oídas y vistas con un nivel de detalle perfecto.
→ Telepatía y comunicación con los animales:Comunicarse con otros cambiaformas por medio de la mente (cuando están transformados) y con otros animales que no sean parte de su raza (incluidos los licántropos).




•Gustos: Le gustan los niños, todo tipo de deportes, entre mas dinámicos mejor. Mientras pueda gastar energías siempre estará contento.

•Hobbies: Extrañamente le apasiona leer, como perro y como humano muerde todo lo que tiene cerca y molestar y juguetear es uno de sus hobbies más molestos.

•Disgustos: Que no le presten atención. Que no jueguen cuando él quiere. Que le mientan.