Keath Roggers

por **Keath Roggers** Miér Oct 21, 2015 2:23 pm

• Sal en la herida •

Para un perro jamás era fácil separarse de la familia y Keath no había sido la excepción. Aun cuando sus deseos de aventuras y desventuras por el mundo eran fuertes, dejar a su madre y padre de larga edad no había sido tarea fácil. Pensilvania, el lugar de donde él venía, era el primer territorio en donde la religión no estaba asentada, como así tampoco la vida rural ni la industrialización que poco a poco comenzaba a nacer en otros países lejanos. Muy por contrario era un lugar gobernado en paz y calma, donde los sobrenaturales vivían en una armonía casi intimidante para el resto. Y era por esa misma razón que aquel energético canino termino por retirarse en busca de nuevas aventuras que muevan sus deseos y emociones, encontrar la verdadera razón de existir y poder aprender cómo era en realidad el mundo. A sabiendas de que sus hermanos, hermanas y progenitores se quedaban atrás. Él tenía la satisfacción de que ellos estarían bien. O eso pensaba.

Pues fue pasando el 1800 que en el condado de Dauphin un gran incendio agarró parte del bosque. Allí, en medio de una gran diversidad religiosa y cultural, muchos cambia formas vivían en cuevas y en cabañas escondidas en árboles, en sus popas o en sus raíces. De ésta última forma era como la familia Roggers solía estar. Las llamas abrasaron su hogar y aquel poblado mar de singularidad fue lamido por un gran fallo en una de las chimeneas. Pero pensarán que todos murieron, sin embargo la fortaleza de los animales les dejó escapar a todos. Dejando en ellos una tristeza infinita. Su madre, una mujer de mediana edad en apariencia, padeció unas quemaduras tan profundas que jamás pudo volver a andar como solía hacerlo; aun cuando se trataba de mitad animales, curarse no había sido fácil y las secuelas de un increíble rojo seguían persiguiéndolos. La casa estaba destruida y con ello tuvieron que evacuar hacía un lugar más alejado. Muchos fueron los seres que fallecieron en aquel incendio.

Ahora Keath está pronto a volver a su lugar de origen, junto con su amada mujer, una cambiante felina que cambió toda su vida. Allí tendrá que encontrar a su familia lastimada y escondida en la inmensidad del condado. Escapando de la tragedia de su futura esposa para encontrarse con la propia, en mucha menor medida. ¿Cómo reaccionará entonces Keath? El hombre que siempre mantiene una sonrisa sobre su rostro podrá ser visto caer en la amargura y pena por primera vez, intentando recomponerse frente a Camila, con la espera de poder hacerla tan feliz como siempre.