Un León en Europa[Privado]

por **Rasel Duarte** Vie Mayo 24, 2013 2:43 pm

Había sido un viaje muy duro para el canario, había tenido que viajar hasta francia en barco desde marruecos, lugar donde recibio aquel mensaje de la persona a la que llamaba "hermano", la unica persona en la que podía confiar y dejaria la vida en sus manos. Cuando el barco llegó al puerto prefirio no gastar su fortuna en un carromato que lo llevara a parís, primer error que tuvo, pues no se había dado cuenta que un leopardo llamaba la atención en francia no como en áfrica donde estaban acomstumbrados. Allí sin darse cuenta le capturaron y le llevaron en una jaula para un circo hasta que esa caravana de payasos llegó a las cercanias de París, aprovechando ese momento para huir.

Le había costado muchisimo escapar y mas por que tuvo que ir convertido en su forma de cachorro de lince hasta la misma ciudad de parís. Pues estaba en las afueras todavía, sus patitas no le daban para andar muy rapido y se paso casi un dia andando. Además no podia transformarse en humano y menos ir completamente desnudo por la calle pues su categoria no le dejaba ir por alli en una gran ciudad como París desnudo, que pensarían de él la gente. En África le daría completamente igual pero aqui no.

No supo como pero pensaba que ya se había perdido, había llegado a un gran bosque para sus ojitos de su forma cachorro, pero en verdad estaba en un gran jardín botanico. Los olores eran agradables pero no podía detenerse a olerlos le dolían muchisimo sus pequeñas patitas. Poco a poco la luz del sol iba desapareciendo dando paso al atardecer, el calos intenso había pasado tras su caminata, pero él calor apenas le afectaba, sin embargo, estaba debilitado tras la gran andadura por París. Rondaba por su mente donde encontrar algo de vestir, no estaría bien presentarse después de mucho tiempo desnudo delante de su amigo. Tenía que haber pensando en las cosencuencias cosa que nunca hacia eso se le daba bien a su hermano no a él, el Duarte entraba en acción sin más.

Fue entonces cuando su vista observo una caseta, parecia abandonada o utilizada para guardar herramientas y tenia gran amplitud, allí podía descansar pero el problema era en vanzo que había. Dió un salto para subirse pero su cabecita se dió contra el vanzo de ladrillo haciendo que cayera expandido en el suelo. Se sentó en el suelo y sacudió la cabeza y sus orejitas mientras bufaba. Paso su pata por su cabeza como rascandose mientras se volvía a poner de pie y miraba aquel vanzo que para él era un muro. Empezó a erizar su pelo a gruñir y a bufar al muro como riñendole aunque aquello era algo tonto pero su mente no daba para mas que dar paso a la frustración. Puso las patas arriba en el vanzo e intento subirse con las patas traseras pero se volvió a caer y se quedo bocaarriba mirando el cielo con las patitas en el estomago suspirando.

por **Maximilian W. Stuckbones** Dom Mayo 26, 2013 6:07 am

No llevaba demasiado en la academia Rosenthal, pero poco a poco me iba adaptando a lo que era la veda de militar en continuo entrenamiento. Dagobert era un buen maestro y había aprendido con gran facilidad. Nunca pensé que se me fuese a dar tan bien algo como aquello, pero por lo visto no era tan complicado como parecía desde fuera, siempre y cuando se fuera constante y entregado. La academia se había convertido en un hogar para mi, es más,se había convertido, en el primer hogar que había tenido en mi vida.

El Rosenthal, me había explicado como utilizar de manera correcta e inteligente mis poderes, ayudándome a analizar las distintas razas de seres que existían. La convivencia durante aquel año con el reverendo ya comenzaba a quedarse atrás, y todo parecía encauzarse en mi vida. Estaba claro que había acabado por descubrir cual era mi camino, y este estaba junto a los míos. Junto a mis iguales. Había aprendido a luchar de manera correcta, ya me había peleado unas cuantas veces, pero siempre de una forma un tanto sucia y barriobajera y además me había vuelto una persona un Pekín mas analítica que antes.

Esa mañana había decidido tomármela libre para salir a caminar por las calles de París, era importante descansar un poco de tanto en cuando para no saturarme demasiado. Aunque mi masa muscular hubiese aumentado un poco mas en este tiempo, no significaba que tuviese que tomarme menos tiempo para recuperarme de los entrenamientos. Y además era domino, y decidí ir a la catedral a escuchar la misa de la mañana. Aquella catedral al sur de la ciudad era enorme y preciosa, y realmente llamaba a la oración cuando uno se posaba delante de las grandes vigas que la levantaban.

Cuando salí decidí dar un paseo por el jardin botánico, caminé por este hasta que vi a lo lejos una cabaña, rodeada de un vanzo. Me acerqué un poco un tanto curioso por lo que pudiese conteneNer aquella caseta. Lo cierto es que dudaba que fuese nada interesante pero algo me llamó la atención de esa caseta. Cuando me acerqué noté un olor peculiar y entonces comprendí que era lo que había percibido. Era otro cambiaformas.

Me acerqué a este y me sorprendió el ver aquel extraño gato, tumbado panza arriba en el césped. - Con que otro cambiaformas por París. ¿Se puede saber que curioso animalito eres tú? - dije alzando una ceja mirando a aquella especie de felino repanchigado sobre las briznas de hierba de aquel jardín botánico del sur parisino.

por **Rasel Duarte** Lun Mayo 27, 2013 4:39 pm

Estaba tumbado allí sin más cuando de repente sintió una presencia que fue demasiado tarde para cuando se dió cuenta un fallo significativo para él. Se puso como pudo de pie mientras miraba al joven, estaba perfectamente vestido y con ropas mas bien caras. A parte que sabía que él era otro cambiaformas aunque el Duarte también había identificado a Maxi como otro cambiaformas, y si no fallaba su instinto y su olfato olía tremendamente a perro. Aunque era un olor que le recordaba a su amigo Dagobert Rosenthal.

Empezó a erizar su pelaje mientras alza su lomo a la vez que bufaba para intentar intimidar a al cambiaformas belga que tenía en ese instante delante de él. Se puso sacando sus uñitas para lanzarse contra los zapatos y piernas del individuo que tenía allí. Alguien extraño para él que podía ser hasta peligroso, además no le tenia que interesar que hacia él por allí. Mientras peleaba contra los pies de Maxi en su mente se dio cuenta de que debería verse algo estúpido y hasta ridículo un cachorro luchando con los pies de un humano que con una patada le podía lanzar lejos.

-meooow-dijo mientras seguía peleándose con lo que podía con Maximilian. Y si se convertía en un felino africano como se solía trasnformar podía asustar al que tenía delante y salir corriendo, llamar a las autoridades. Y en como se encontraba era algo que no debía de permitir. Si se transformaba en humano cuando llegara la seguridad verían a un extranjero en paños mas que menores y lo detendrían por escándalo publico. Estaba en una gran encrucijada.

La noche empezaba a caer mientras el sol parecía ponerse en el horizonte y pronto el calor de sol que tanto agradecía el canario desaparecería para dar de paso a la fría noche, y necesitaba algún lugar para dormir. Y en su forma cachorril la verdad es que no se protegía mucho del frío su pelaje. Mientras tanto el seguía obsesionado con intentar acabar con las botas del otro o que se alejara para que le dejara.

por **Maximilian W. Stuckbones** Mar Mayo 28, 2013 7:25 am

Aquel pequeño felino pareció reaccionar de manera un tanto violenta contra Maximilian, aquello resultaba n tanto dantesco y bastante cómico, aquel animal había conseguido ganar el cariño del belga solo con aquello, puesto que había comenzado a reír abiertamente cuando vio al lince atacarle de aquella manera tan graciosa.

El lince le bufaba y erizaba su pelo arremetiendo contra las botas del alto belga, que levantó un poco la pierna para que no le destrozase las botas de Dagobert que le prestó hacia un tiempo cuando llegó a la academia Rosenthal. El animal dejaba escapar algunos maullidos y quejidos de manera quizás un tanto violenta, y lo cierto es que no acababa de entender porque insistía en el ataque al belga en aquella forma, que como mucho podría hacer que Maximilian tuviese que ponerle betún a la bota.

Se agachó agarrando al lince por el pescuezo, sabiendo que no le haría daño al ser un cachorro y le levanto a la altura de su cabeza, pero manteniéndole lo suficientemente lejos como para que no pudiese arañarle la cara. - ¿Se puede saber que haces gatito? - Preguntó al gato alzando una ceja. No sabia si ese cambiaformas dominaría la comunicación mental, pero de todas formas se dijo de manera telequinética - Déjalo ya, no te sirve de nada este ataque. Sot Maximilian, capitán de la SDA en la academia Rosenthal.

- Se quedó mirando al lince n poco extrañado, aun sin saber que animal era. Sabia que era un felino y se le notaba en los rasgos del animal, pero, nunca había visto un animal como este. - Dime, ¿Qué animalillo es este en el que te trasformas? - Le dijo mentalmente. - La verdad es que eres una monada. - Dijo dándole un toque en la panza sin bajarle al suelo todavía.

Esperaba que no se molestase con aquello, de hecho es que tampoco sabia como era la persona que se ocultaba detrás de aquella figura animal, de hecho lo único que sabia es que era macho y eso debido a la manera en que le estaba cogiendo del pellejo de la nuca. - Al menos podrías decirme como te llamas ya que yo te he dicho como me llamo. - Insistió el belga.

por **Rasel Duarte** Miér Mayo 29, 2013 2:42 pm

Parecía que sus movimientos no llevaban a ningún lado, pero él seguía arremetiento contra el cambiaformas canino. Pero antes de que pudiera darse cuenta una mano le tomó del pellejo del cuello por donde las madres cogían a sus cachorros para llevarlos de un lado a otro. Miró hacia abajo viendo como le levantaba poco a poco hasta que su mirada se encontró con los ojos ajenos mientras le miraba fijamente desafiante por un momento hasta que se dió cuenta de que estaba en apuros.

Empezó a moverse todo lo que pudo bufando e intentando erizar su pelaje para intentar asustarle, pero sabía que estaba haciendo el tonto, pero por lo menos lucharía para intentar dafarse de aquel agarre que le dejaba inutilizado para casi cualquier movimiento. Pero a la vez pudo escuchar las palabras que decía mientras para si sonreia siguiendo con sus movimientos. Seguiria jugando a ese juego del silencio pues se le acababa de ocurrir una idea.

Quizas le diera pena el pequeño felino y le llevara con él hasta una casa para darle cobijo o directamente le dejara dentro del invernadero para que se cobijara. Ya luego de estar ahi adentro podía buscar alguna ropa de jardinero hasta llegar al lugar donde le había dicho el Rosenthal para quedar. Aunque eso de vestirse como un plebeyo con ropas baratas no le hacia mucha gracia, para eso preferia ir desnudo pero sabia que no era lo apropiado en aquel lugar de europa.

Lanzó las zarpas hacia arriba para intentar arañar las manos del que le tenía cogido para ver si podía clavarselas y le soltara, pero luego se dió cuenta de la distancia que había al suelo. Siempre pensaba después de hacer las cosas y eso a veces era bastante incorrecto. Dejo caer las patas como dandose por vencido bajando la cabecita y la cola mientras sentía en su barriguita como el dedo del otro le daba y le miró mientras ladeaba la cabeza de forma algo adorable mientras encogia sus patitas para aun aparecer mas adorable. Ahora si que parecía una monada con aquella pose mientras le miraba como si fuera un chico bueno, esperando que funcionase.

-meow, meow meoooooow-empezó a maullar como si hablara y así tomarle algo más el pelo al otro. Aunque le interesaba mucho cuando recordó que era capitan de la academia de su querido amigo Dagobert por lo que tendría que informarse más o que el otro le llevará hasta allí, pero antes quería divertirse un rato. Empezó a mover su pequeña colita algo más animado intentando conquistar a aquel que le había cogido por el cogote.

por **Maximilian W. Stuckbones** Dom Jun 02, 2013 7:25 am

Una serie de bufidos del felino hicieron que me muriese de risa en aquel mismo momento. Lo cierto es que se veía bastante gracioso, intentando revolverse para arremeter esta vez con mi mano con absolutamente ningún éxito. Maullaba con fuerza, bufaba y erizaba el pelo como queriendo asustarme de alguna manera. ¿Pero a quien le asustaría una cosita tan pequeña? No se le podía negar que aunque fuese pequeño era matón, o al menos eso parecía intentar. Aquel lince intentaba deshacerse de mi agarre, pero obviamente no le soltaría a esa distancia del suelo, porque podría hacerse mucho daño.

Al final acabó rindiéndose y bajó la cola y la cabeza, dejando caer las patitas, como en un gesto de incapacidad. Ya no intentaba alzar las zarpitas para supuse que sería, hincarme las uñas de este. Ahora parecía mucho más relajado aquel felino, parecía haberse dado por vencido.

Cuando le di un toque en la panza con el dedo índice, su manera de comportarse se volvió totalmente contraria. Me miró girando la cabeza, encogió sus patas y movía alegremente la cola. Lo cierto es que tonto del todo no parecía, y aquello casi sonaba como una estrategia. Pero a mí no me hacía gracia que no me contestase, y en ese momento recordé lo que Dago me dijo, de que había algunos cambiaformas, que no eran capaces de comunicarse mentalmente, y aquello me hizo plantearme si este sería uno de esos cambiaformas que no podían hacerlo.

Miré al rededor y me di cuenta de que si se transformaba en humano en aquel quedaría totalmente desnudo en medio del jardín botánico, y seguramente pasaría alguna mujer cristiana por aquellos lugares y se asustaría enormemente al ver aquello. Así que miré un poco para los dos lados, asegurándome de que no me viesen al entrar con él a la caseta. Esta estaba un poco sucia, era bastante oscura puesto que no había ninguna luz más que la poca que entraba por la ventanita pequeña y cubierta de polvo. Con la mano que tenía libre pasé la mano por la ventana, quitando un poco del polvo para que al menos, algún rayo de luz pudiese entrar.

Solté al lince al suelo, y me apoyé en la pared - Está bien, ya basta del jueguecito de maullar, que ciertamente me cansa. - Dije de manera un tanto indiferente hacia el felino. Esperaba que ahora que nadie le vería se transformase en humano. Cogí las ropas de recambio del jardinero, esperando a que se cambiase para dárselas y que por lo menos, no fuese en pelota picada por medio de la calle. Que sinceramente, no era conveniente a no ser que quisiese pasar la noche en el calabozo con el sherif. - ¿Cual es tu nombre y qué haces en París?

por **Rasel Duarte** Lun Jun 24, 2013 10:47 am

Al poco tiempo de estar allí haciendo monerias para intentar hacer que el hombre se le ablandara el corazón consiguió que le llevará a aquel cobertizo. Le soltó dejandole en el suelo y mientras el otro limpiaba la ventana fue a cerrar la puerta para que nadie más le viera para luego sentarse delante de Maxi mientras le miraba y bufaba ante su contestación y mas tras que le dispusiera esa ropa de jardinero.

De forma rápida se trasnformó en un enorme león para colocar sus dos grandes patas una en un hombro y otro en otro hombro quedandose ss fauces muy cerca de Maxi. Fue todo tan rapido que seguramente Maximilian no se lo esperaría esa actuación. Rugió algo fuerte pero solo para que se escuchará allí.

-verás, no quiero tener problemas en París, por lo que mas vale que no digas nada de nada de lo que has visto aqui, o te aseguro que me encargaré de acabar contigo....¿capichi?-dijo mentalmente el canario apretando las patas en los hombros del otro estando a dos patas apretandolo contra la pared.

No queria que nadie supiera de él y era secreto que estuviera alli. Solo había venido por que Dagobert necesitaba alguien que guardara sus espaldas y quien mejor que su "hermano".Además él podría chivarse a las autoridades de su presencia y eso no podía ocurrir. Quizás había sido algo grosero su actuación pero como su instrucción militar no tenía que dejar pistas de que no era un simple humano sino un cambiaformas de aspecto felino.

Aunque también había que destacar que había vivido mucho tiempo en el desierto africano, habia estado en las salvajes selvas de la India y siempre había sido característico su forma de actuar y su agresividad que pensar en las cosas. Demasiado agresivo era su forma de actuar hasta salvaje, pero para pensar estaba normalmente Dago y para la fuerza fisica normalmente estaba él.

por **Maximilian W. Stuckbones** Miér Jun 26, 2013 7:25 am

El siguiente animal en el que se transformó si que lo conocía, y eso que no lo había visto nunca antes más que en algún cuadro del monasterio. Era un león. Siempre me gustó aquel animal, aunque no podía evitar tener cierto desagrado al verlo en carne y hueso, porque al fin y al cabo era un felino. Siempre me produjeron repelús los gatos, incluso antes de saber que podía transformarme. Cuando escapé de casa comprendí porque era. Y no digo que no tuviesen su belleza como animal, simplemente me costaba fiarme de ellos.

El cambiaformas me saltó encima y me empujó contra la pared quedando apoyado sobre mis hombros que aguantaban los muchos kilos de aquel león, sin demasiado esfuerzo, era suficientemente fuerte como para aguantarlo sin ningún tipo de esfuerzo. Aquel león me rugió en la cara y lo primero que noté fue el aliento de animal en mi cara y le miré con un tanto de desagrado. - Sería de agradecer que no me rugieses en la cara. - Dijo con total chulería y superioridad hacia el otro cambiaformas y alzándole una ceja un tanto cínico.

Me dijo que no quería tener problemas en París, y que más me valía no decir nada de lo que había visto, o que se encargaría de mí. Ante eso no pude evitar dejar escapar una amplia carcajada ¿Que se encargaría de mí? - Eres muy buen cómico. Ya veré lo que decido hacer, en cualquier caso es cosa mía. Quizás me calle si te identificas de una jodida vez. Pero solo tal vez, no creas que me asustas gatito. - Dijo de manera un tanto cómico.

Lo cierto es que no le tenía absolutamente nada de miedo a un gato como él, y menos después de haberle visto en fase cachorro. - Porque claro, debo informar a mi superior de todo lo que haga o vea en las rondas - Aunque era mentira, puesto que en este momento no me encontraba en una ronda, sino en mi tiempo libre, pero el otro no lo sabía. - Así que el pasar una buena estancia en la ciudad solo depende de ti. - La manera que me salía de comportarme en este momento era un tanto chulesca, pero solamente porque el otro cambiaformas me incitaba a ser de aquella manera, porque desde que entré a formar parte de la academia Rosenthal me había vuelto mucho más estricto conmigo mismo.

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