Música en la oscuridad [ Nicolás D' Lenfent ]

por **Alam Lestrange** Mar Jun 11, 2013 5:27 pm

La gente iba y venía por una de las calles principales cercanas al teatro. Oscurecía. El sonido de los carruajes arrastrados por caballos se confundían con las conversaciones que todos aquellos que asistirían al concierto que se daría esa noche, mientras que la luna se había levantado iluminando todos los tejados y copas de los árboles, cuyas ramas producían extrañas sombras contra el oscuro suelo del lugar.

La gente comenzaba a aglomerarse a la entrada del imponente recinto, en cuyas paredes podían visualizarse los carteles que anunciasen el evento que se llevaría a cabo dentro de poco tiempo en el interior del mismo. Mujeres con exóticos vestidos agitaban sus abanicos manteniéndose a la espera del horario de entrada, mientras que aquellos hombres ataviados con elegantes trajes y sombrero, les hiciesen compañía.

En el interior del mismo lugar, los preparativos se daban lugar con total organización. La acomodadora de los asientos y los palcos se había dirigido a su sitio, mientras que el resto de ayudantes en general en el arreglo del teatro, terminaban los últimos detalles para que saliese todo perfecto aquella noche. En el estrado, un exquisito piano de cola con su respectivo banquillo se había colocado en el área central.

El concierto de piano pronto tendría lugar llevado a cabo por un pianista cuya trayectoria se hubiese interrumpido durante un tiempo relativamente largo, para luego reanudar posteriormente. Mikael se encontraba en la habitación dispuesta para él, donde esperaba el momento en el que sería llamado para comenzar una vez que los arreglos estuviesen terminados. La gente ya había comenzado a entrar, por lo que el vampiro fue llamado con ligeros golpes a su puerta.

―Permítame un minuto por favor ―pidió Mikael, tiempo suficiente para ponerse de pie de la silla en la cual se encontrase meditando, tomar su sombrero, su saco de color negro y el bastón que le sirviese para guiarse por el pasillo hacia el escenario. Escenario al que no tardara tanto en arribar, caminando con calma para colocarse de pie frente al público que le acompañaría esa noche.

El enorme cortinaje a manera de telón se elevó, los aplausos se dejaron escuchar por todo el lugar, dando a Mikael una sensación de confianza, confianza que hubiese perdido junto con su visión. Una honda inspiración precedió a la reverencia que el pianista realizara a todos aquellos espectadores cuya presencia renovaba su valor. Una nueva reverencia se dio lugar para posteriormente, el vampiro dejara su bastón a su lado luego de que tomase su lugar en el banquillo frente al piano.

Por primera vez en cuatro años, el hombre mostraría su placer por ejecutar aquél instrumento luego de haber recomenzado su aprendizaje a causa de su ceguera. Cuatro años desde que Mikael se hubiese apartado de aquél ambiente que considerara una de las experiencias más increíbles a lo largo de su vida, debido a la total dedicación del mismo al estudio y ejecución de la música...

por **Nicolás D' Lenfent** Dom Jun 23, 2013 4:25 pm

Hay almas que tienen tanta luz que iluminan todo a su alrededor ¡Jamás verán oscuridad a pesar de ser presos de un túnel oscuro y no vean la luz exterior!

El otoño había llegado a Paris, el cuervo pierde la razón de la estación, es el tiempo el que se le viene con lentitud pues los pétalos del dolor siguen cayendo, oscuridad eterna bajo su velo no se pierde, las ultimas lagrimas que se olvidaron permanecen en el recuerdo de su rostro, siendo la agonía calmada con la presencia de su muñequilla, ese ser que convertía todo en un enigma, placer, reflejos de alegrías olvidadas, ese maravilloso amante que convertía todo en luz aunque el cuervo guarde un secreto, el que deje oculto su verdadero sentir y solo por no seguir dañando a la muñeca que tanto quiere.

Es que conforme el tiempo avanza los cristales de una soledad se van tornando gruesos, el reino mismo le fue juzgado y prohibido que el templo del vampiro fue arrojado a la desgracia, a esos misterios ocultos, siendo débil por seguir tratando de encontrar sus recuerdos, molestándose por tener la propia tumba del destino, sabiendo que sería siempre oscuro en todo camino. Y como en un cuento, entre mentiras yace, dejando este tormento en el fondo de su vacío para seguir con la miserable existencia. Que ahora mismo le había sido invitado a acudir al teatro para apreciar una triste historia, un pianista que detuvo su pasión por haber caído en la desgracia del olvido, del tormento, aquel episodio le era conocido aunque solo fuese como un sueño lo que había sentido.

Por ello acepto acudir, con su traje glamuroso de un contraste negro, llevando su sombrero que le era acompañado con sus cabellos sensuales que engalanaban su perfil, detonando el brillo en sus zapatos y el porte de un hombre enriquecido por la excelencia de una cultura ambigua, apreciada y realmente valiosa. A pesar de que no sería el elegante teatro donde trabajaba de violinista su vestir, su andar en nada cambiaba.

Optando por caminar hacia el lugar, le era un deleite admirar la bella noche, los ruidos engendrados, las fragancias que el aire traía y la exquisitez de seguir un sendero donde la oscuridad reinara. Siguiendo su andar entre los callejones que a simple vista el pequeño teatrillo se distinguía, debía dirigirse a la entrada principal ya que ahí vería a los aristócratas que le invitaron a pasar una bella velada bajo el acorde de notas seductoras.

-Messieurs….-El cuervo había llegado en un instante frente a ellos, los seguidores del arte que negociaban por la belleza, dejando el saludo de su presencia en aquella palabra desprendida con seriedad y una fina voz seductora, en cuanto fue recibido como era de costumbre, halagándole por su buena presencia, por sus ojos, por las divinas manos que para el eran malditas, algunos parecían conocerle aunque no había nadie que en verdad le conocieran, que de inmediato le mostraron el camino para adentrarse al lugar y posarse en el lugar asignado. La mayoría de la gente mantenía la mirada en él, pero el cuervo sigue, no se distraer por las voces, los comentarios de la audiencia y esos pensamientos que volaban en el aura. Desprendiendo una mueca por lo absurdo de seguir siendo admirado y al fin llego al pequeño palco, tomando asiento que se quedó en la espera de la actuación, admirando la forma en la que e telón se deslizaba y ahí la presencia extraña percibía.

por **Alam Lestrange** Mar Jun 25, 2013 4:08 pm

Las voces de todos aquellos asistentes al teatro aquella noche se habían hecho notar. Los susurros, risas y demás conversaciones en un tono más alto, provocaban cierto interés en el vampiro quien, habiendo llegado al estrado frente al cual se encontraba el instrumento que ejecutaría, permanecía prestando especial atención al ambiente que imperaba alrededor del lugar.

Ciertamente, las habilidades muy pobremente desarrolladas de su condición vampírica, le impedían darse cuenta de bastantes detalles con respecto al ambiente que le rodeaba, mas no era obtáculo para darse cuenta de que se encontraban seres que compartían su misma condición en el interior de aquél lugar. Tratando de enfocar su atención a su objetivo, Mikael intentó ignorar aquellas sensaciones.

Segundos después la música no se hizo esperar, las notas suaves de aquél enorme instrumento que fuese tocado con destreza comenzaron a invadir el lugar de inmediato. El silencio había dominado por completo el interior del recinto mientras que el vampiro se disponía a continuar ejecutando aquella música que le transportaba a lugares y tiempos pasados...

Cuán distintos habían sido aquellos años en los cuales aquél hombre, ahora condenado a vivir en una eterna oscuridad, era capaz de admirar aquellos paisajes que le inspiraran a desarrollar aquellas dulces notas que ahora ejecutaba. Cuán diferente había sido aquella época en la cual Mikael ignorase todo, o casi todo lo referente a la condición a la cual ahora pertenecía.

El silencio en cada uno de los asientos y palcos continuaba hasta llegar al entreacto, en el cual el pianista se pondría de pie frente a su público y, con una reverencia a forma de agradecimiento, el telón bajaría durante algunos minutos acompañado de los aplausos de aquellos espectadores asistentes. Mikael en ese momento salió del estrado con calma.

―La música renueva... ―casi para sí, mencionó el ser nocturno de repente ―increíble la forma en que ésta es capaz de despertar los sentidos durante tanto tiempo adormecidos...

El vampiro continuó, dándose cuenta ahora de la presencia de aquél ser que se encontrase en algún lugar entre los asistentes y que le causara cierta curiosidad. Una presencia que se hiciese mucho más fuerte a cada minuto transcurrido dentro del lugar, por lo que Mikael permaneció de pie en el extremo del estrado, inmóvil mientras sostenía el bastón entre sus manos, de cara al público esperando dar con la ubicación exacta de aquél ser de la noche.

por **Nicolás D' Lenfent** Sáb Jul 06, 2013 10:44 pm

La música comenzaba a liberar la magia de cada nota desprendida, con movimientos hermosos, cerrando los ojos para imaginar lo que trataban de decir, que era lo que había encontrado en esa historia a base de vibraciones y sonidos esplendido. Pero no cumplía con las expectativas del cuervo, el había ambicionado una trágica melodía, percibir la tristeza, invadir el aula de horror ante las sensaciones de un desconsuelo imparable pero todo era diferente, relajador, lleno de sensualidad que como un oleaje al viento su mente se invadió de un viejo pensamientos, sin saber de dónde lo había escuchado, solo una voz desconocida en forma de espiral proseguía…

“Inunda mi mente junto con recuerdos, ven profundamente a mí como un tierno mar azul disecado que se puede reflejar de tus ojos, bajo las estrellas y una luna oscurecida estaré entre melodías resonantes, siempre seré testigo de acariciar tu interior, inocentemente dejare mi corazón a vuestra merced pues es un amor fugaz lleno de heridas que desean sanar con tu captura…Te deseo mi mar inmenso, cerrar los ojos para dejar que este amor duerma por la eternidad bajo nuestros pechos porque entre la melodía solo el alma nos puede unir para escuchar que el piano nos permite amar el uno al otro”

Esa voz lentamente se desvanecía, el cuervo había cerrado los ojos que con lentitud volvía a abrirlos, terminando el acto se quedo profundamente en la presencia de ese vampiro, observándole detalladamente, interpretando cada movimiento desprendido que el fondo comenzaba ser una rapsoda de aplausos satisfechos sin embargo el cuervo jamás brindo alguno, dirigiendo la mirada hacia los demás…Que con un porte refinado se levanta, sus pasos son dirigidos hacia el pianista, recorriendo el pequeño pasillo hacia la parte trasera del escenario, siguiendo escuchando las voces, pequeños murmureos desinteresados sin dirigir la mirada a nadie sabiendo que la mayoría le observaba, era un pequeño teatrillo que no le satisfacía por la belleza….

Detuviendose tras hallar la espalda del que deseaba ver ¿Por qué tenía la necesidad de verle? Por esa razón se detuvo, reflejándose como una sombra para el…-¿Cómo pudo haber dejado que tal hermosura se adormeciera?....-musitaba con la voz disecada sin perder su sensualidad en su oreja…- Para ser su regreso ante tal artefacto divino no lo ha hecho tan mal sin embargo sabrá que como músico le falto ser expresado….-caminando hacia el frente de este, cogiéndole el bastón sin despegar la mirada de esos ojos perdidos en la nada…- ¿Espera a alguien? Por su manera de permanecer en el lugar veo que estoy en lo cierto…-sin reflejar alguna emoción, mostrando la sequedad de sus palabras mientras acaricia el bastón por apreciar una buena forma detallada...[/b]

por **Alam Lestrange** Sáb Jul 13, 2013 6:39 am

Las voces de aquellos que asistían aquella noche a la presentación del vampiro se dejaban escuchar. El cortinaje que cubría el escenario cerrado, mientras que aquellos presentadores se prepararan para el entreacto, que sería realizado por una joven artista que ejecutara el piano también. Las dulces notas emitidas por aquél instrumento aún resonaban en los oídos de los asistentes, mientras que el vampiro continuase de pie, en el pasillo al lado del estrado.

Aquél que lograba revelar su presencia a los sentidos casi inexpertos de Mikael, quien lograba notar la cercanía cada vez más evidente del mismo, formulaba un sinfin de dudas en la mente del ser de la noche. Habiéndose quedado en solitario, un extraño sobresalto le acometió al sentir, luego de los tenues pasos del desconocido, su voz calmada cerca de su oído.

―Caballero... ―mencionó el vampiro simplemente, manteniendo su postura erguida ante el ser cuya presencia denotaba un poder no presenciado jamás por los sentidos de Mikael ―un desafortunado evento me ha llevado a ello al perder mi facultad para ejecutar tan sensible instrumento ―confesó, hecho que era conocido por algunos de sus seguidores ―sin embargo señor, es mi intención recuperar aquella habilidad que creía perdida...

Los pasos del vampiro le indicaron a Mikael que se encontraba ahora frente a éste quien, levantando su rostro con cierto aire altivo, dibujó en sus labios una sonrisa sutil. La sensación experimentada de desconcierto ante la presencia del otro vampiro, era ocultada con disimulo tras una máscara de tranquilidad que, al menos, era de gran utilidad frente a la mayoría. Una barrera que intentaba mantener en el momento que se disponía a responder al desconocido.

―Confieso, caballero ―comenzó, tranquilamente, a explicar al vampiro que tenía frente a sí ―que su presencia es incapaz de pasar desapercibida en lo que a mis sentidos se refiere ―mencionó con tranquilidad, manteniendo aquél rostro carente de toda emoción visible ―sin embargo, admito que no creí encontrarme con usted de forma tan repentina ―pronunció.

El sonido dado por el piano ahora ejecutado por manos ajenas, dejaban sonar sus notas inundando los alrededores del pequeño teatro, dando al ambiente un cierto toque de calma. Una tranquilidad que bien podría envolver al ser nocturno, cuyos sentidos se encontrasen puestos en la sensación experimentada al notar el contacto de las manos ajenas sobre el bastón que Mikael utilizara como guía.

―¿Es usted amante de la música, caballero? ―decidió preguntar sin reparo. De pronto el vampiro recordaba con cierta reserva la última ocasión en la que, el acercamiento de un desconocido dispuesto a entablar ocnversación, había finalizado en una terrible lucha que pusiese en peligro la existencia de Mikael.

por **Nicolás D' Lenfent** Jue Jul 25, 2013 10:19 pm

Había dejado de sentir, solo por un momento…Pero siempre existirá una canción, una palabra, un momento que lo traerá de nuevo a la memoria de mi vacío…Me doy cuenta que siempre seré esa soledad que me renació, por eso sigo el sendero de la oscuridad.

No solamente era una palabra ajena iluminaba una oscuridad, esa mente irradiaba en su interior melancolía, llevando una profundidad que el mismo cuervo conocía, la oscuridad era la misma que se reflejaba en esa presencia extraña, creyendo que aquel bastón contenía un hechizo que le encarcelara nuevamente en la jaula del olvido, por ello seguía acariciando ese artefacto extraño, consumiéndole en la soledad pero algo más sucedía, su mirada, esos ojos, sus expresiones y sobre todo esa voz que le oficia un sentir vacío que le invitaban más allá de las tinieblas donde un alma llena de brillo se desnudaba conforme el fondo era una melodía de piano tranquilizadora. – Y aquel desafortunado evento fue el que le devoro sus ojos, llevándolo a una oscuridad sin fin, ¿Por sus ojos es que había dejado de tocar?...-No era una desconocida información, a pesar de que su mente lo decía todo, hablando como el filo de un silencio acogedor…- Aquel que anhela volverá a despertar aquello perdido -musitando dejo de apreciar ese bastón y se enfocó en su rostro, descifrando lo que guardaban sus gestos.- Para que convertir lo imposible en posible, mi presencia siempre será descubierta entonces ¿Por qué desearía pasar desapercibido? Si sé que nunca será así frente a seres como nosotros…-ladeando el rostro, a pesar de que nadie se enfocaba en ellos dos era una manera secreta de observar lo que escondía…-Dime, ¿Qué sientes con mi presencia?...-Queriendo descifrar la razón por la que le había seguido, siendo el verdadero cuervo el que se desata por su reino, vislumbrando cada detalle de lo que pudiera sentir, inundándose con sensaciones comunes, viendo más allá de esa mente una luz radiante que destellaba en las sombras lejanas, sembrando la incógnita de: ¿Acaso sigues iluminando? , le seguía viendo, percibiendo las notas relajantes, siente esa necesidad de acercarse más a él pero no lo realiza, se posa a su lado dejando que el silencio de la nada se sumiera en el interior….

-Podre ser un amante más, pero mis deseos vas más allá de interpretar música, a lo que le doy vida y le brindo mis desnudas pasiones es a mi amada anima, un violín que resuena en un diferente mundo donde solo un cuervo vive para aclamar lo que guarda en su jaula…-Sus palabras desprendidas con pasión, su voz demasiado seductora para el que le escuchaba y elevo la mano al hombro ajeno, sabiendo que nada de esto lo había compartido con alguien que no fuera su amante…- Mikael Boulanger …-su nombre lo pronuncio para sí mismo, seguía sintiendo la oscuridad dominar la aurora, añorando descubrir sus pensamientos que la razón le había conservado, devoraba la ambición por lo que ve en ese ser inmortal, siendo una víctima de los deseos, conquistando esta manía por perder la luz exterior y él se lo ofrecía con su presencia…-¿Qué es lo que puedes ver a través de esa ceguera? Es una simple oscuridad lejana que se desvanece con dolor a un sinfín de abismos existenciales….-había sido grosero quizás al seguir su instinto de añoramiento pero nada importaba más que seguir un ideal que el cuervo guardaba en su vida

por **Alam Lestrange** Miér Jul 31, 2013 3:01 pm

Una sonrisa apenas visible se dibujó en los labios del vampiro quien, al escuchar las palabras de aquél desconocido, prestase atención a cada uno de los movimientos del mismo. El murmullo de las voces de aquellos presentes a cierta distancia habían perdido importancia por el momento, mientras que Mikael experimentase aquella sensación de extrañeza ante semejante poder ajeno. Una atención que dejase de mostrar cuando se dispuso a responder la pregunta del mismo.

―Así es. La pérdida de mi visión me hizo imposible continuar con mi máximo placer ―confesó Mikael al desconocido ―esa pérdida unida a la inmortalidad a la que debía acostumbrarme a partir de ese momento también... ―continuó con aquella inexpresividad en el semblante que se reflejaba de la forma usual.

Las notas emitidas por aquél instrumento continuaban en los oídos de Mikael, en su mente lograba escucharlas de forma tan nítida, que podría creer que se interpretaban en ese mismo instante. Una larga inspiración fue lo que precedió a un lento parpadeo por parte del vampiro invidente quien, percatándose del interés del antiguo por las sensaciones propias, meditase un poco las palabras del mismo antes de disponerse a responder con serenidad.

―Un violín toca usted... ―pronuncia casi para sí mismo, mientras imagina a aquél ejecutando tan majestuoso instrumento en aquél escenario del que ahora él mismo fuese dueño ―la música... la música es lo que me une al fragmento del alma maldita que me queda todavía, al trozo de humanidad al que me cuesta negar su existencia en el interior de mi ser condenado...

Aquellas palabras habían escapado de sus labios de forma tan espontánea que el vampiro apenas pudiese dar crédito de haber sido pronunciadas. Aquél íntimo trozo de sensaciones que se mantuviese enterrado en un interior cuyo hermetismo se negara a dejar escapar con aquella soltura que hubiese fluido segundos atrás. Los ojos claros de Mikael permanecían envueltos en aquella eterna oscuridad, mientras sus oídos se mantenían a la escucha interesada del misterioso inmortal.

―Su presencia me revela un inmenso poder, un poder fuera de lo común que no hubiese presenciado jamás ―confesó el vampiro sin percatarse, en el susurro ajeno, la pronunciación de su nombre ―en la oscuridad que perciben mis ojos, soy capaz de observar el incierto destino que le espera a mi inmortal existencia, un desconcierto que frecuentemente es capaz de influirme un desconocido temor... ―calló un momento para luego indagar ―disculpe mi atrevimiento pero... ¿podría, caballero, revelarme su nombre? ―se atrevió Mikael, a preguntar, llevado por el interés de conocer más sobre él.

por **Nicolás D' Lenfent** Lun Ago 19, 2013 2:58 pm

Entre la espesa soledad, el silencio me susurra recuerdos al oído.

Parecía ser la encarnación del mal al permanecer alado de ese ser, el seguidor de las sombras pero sentía que debía estar a su lado, adorarlo por lo que tenía, esa maravillosa ceguera que el cuervo ambiciona, le escucha y siente atracción hacia lo que siente, preguntándose: "¿Sentirá lo mismo? ¿Sera que la soledad sea vuestra presencia?" Invadiéndose de incógnitas, dejando a un lado los susurros de voces dispersas, pero que placer había sido escuchar el piano con una melódica melancolía, cambiando el ritmo, un espectacular deseo se fornico en sus adentros, todo lo que más añoraba estaba a su lado y ese piano se lo decía con su triste tocada.

-Que esplendorosa inmortalidad, le brindan el mayor reino de las tinieblas, usted no pudo seguir por su ceguera pero no fue por ello que no deseo seguir interpretando un querido instrumento, cuando uno toca por primera vez la magia que desprende la música hace que uno se aferra a ella, entregando todo por seguir liberando lo que uno aguarda...¿Porque? ¿Porque no siguió con la música aunque se tornara triste, aunque invitara a cantar con lágrimas?...Hay algo más que su ceguera, más que esa inmortalidad que esconde y puedo sentirlo.

Hablaba con cierta desilusión, leyendo los pensamientos vaciados, observando con discreción su rostro siendo un verdadero enigma, pero no era el infierno mismo, el a pesar de ello tenia humanidad que detesto aquello, dirigiendo la mirada al escenario, hundiéndose en la sinfonía con profundidad mientras este respondía...

- ¿Se cree un condenado? ¿Porque ha de serlo? Aún tiene humanidad y por lo que pueden expresar mis ojos le puedo afirmar que usted sigue teniendo la esencia de lo que fue y es...
Siendo descarado de manera elegante, desprendiendo la lujuria en sus palabras, un desenfreno al conocer las cuencas vacías de esos ojos, un preciado don que no cualquiera puede tenerlo y ahí resurge un intenso odio, rencor a ese ser que no aclama la preciosidad de lo que lleva...Interpretando su hablar, describe al cuervo de manera acertada aunque sus demás palabras le hicieron emitir un desagrado.

-Lo que tanto he querido usted lo posee sin embargo veo que no está totalmente en la soledad, sus ojos ven oscuridad pero no es aquella que atormenta porque al menos tiene una luz interior lo que puede consolarle, añoraría poseer sus ojos, quitárselos para incrustármelos, mostrarles a esa oscuridad el verdadero amor a ella como vetusta muerte, preciado don de no ver, al menos no te ofrecen los gusanos embellecer tus pupilas.

¡Abracadabra! El hechizo de un espíritu miserable también murmura esta noche...

Y para siempre condenado, sufre eternamente por el maldito sentir que dominaba, sin creer en el destino pero este hechizo estaba destinado, le veía y la rabia carcamana el deseo de arrebatarle sus ojos.- Esta melodía podría susurrarle mi nombre en las vibraciones que le brindan, demasiado conmovedora para caer en la melancolía…¿No cree eso? Sería perfecto si pudiera ver a través de sus ojos, me sentiría en mí mismo heaven…--murmuro y alzo la mano hacia su rostro, haciendo un ademan de una caricia lejana frente a su mejilla y con suavidad se deslizo a su espalda quitándole el bastón para que se relajara…-Solo debes escuchar, siente la manera en la que te acaricia ese vacío, deja que el sonido roce tu mente y envuélvete en ella, conviértete en su puro cantico, no sonríes porque quizás la lagrima se desvanezca de tus conmovedores ojos…-su voz como el sonido de un viento acogedor para ser apreciado en el fondo, parecía ser un abrazo la manera en la que se hallaba detrás de él, sujetando una mano el bastón y con la otra su brazo para brindarle libertad de tensión….

Siguiendo la hermosa interpretación en un susurro perdido en su oreja le ofreció lo que pedía.-Nicolás D’ Lenfent es el nombre de este violinista-sin moverse, se deja influenciar por la atracción de ese momento….

por **Alam Lestrange** Jue Ago 29, 2013 12:34 pm

Una atmósfera envuelta en sensaciones desconocidas bajo la presencia de aquél sobrenatural que se expusiese sin más. Los ecos en el interior del pequeño teatro, las voces de los asistentes fundidos con los sonidos de todos los que se dispusiesen a ordenar todo aquello para la presentación de aquella noche, provocaban cierta sensación de distracción en Mikael, en aquél artista oscuro que mantuviese total interés en aquél desconocido cuyas palabras llamasen su atención.

―La certeza en sus palabras es verdaderamente sorprendente, caballero ―continuó Mikael en respuesta a las de aquél ―realmente la pasión con que se adopta semejante actividad, la cual recobro día a día como usted bien menciona, no ha sido reprimida a causa de la ceguera que se me impuso. Hablando con sinceridad, la misma era, inicialmente, una dificultad para ejecutar el instrumento para el que requería de mi total capacidad de visión, mas no lo fue así después...

Esa pérdida del sentido de la existencia, la oscuridad envolvente de la misma más allá de lo único que fuese capaz de percibir, una total oscuridad proveniente nada más que de aquellos claros ojos carentes de expresión. Las palabras del desconocido provocaban en Mikael caer en un estado de ausencia, cuyo resultado fuese gracias a las ideas que rondaban por su mente invitándolo a perderse en lo más profundo de las mismas al intentar darle sentido a aquello que le causase tanto mal.

―La esencia dice usted... si, caballero... un pequeño resto de lo que ahora queda de mi alma maldita. Mi esencia y mi existencia ―menciona con tranquilidad, sin denotar un mínimo signo de emoción en su calma voz ―curioso lo que dice usted, en cuanto a la posesión de mis ojos. La oscuridad realmente, señor, suele rodearnos y no es necesaria la posesión de ese par de órganos inútiles para percatarnos de la misma.

El vampiro continuaba escuchando, percibiendo el sentido y la emoción que le reflejasen aquellas palabras pronunciadas por el inmortal desconocido quien, evidentemente, poseyera una existencia no falta de tormentos también. Aquellas palabras que confesaran sin el más mínimo recato el deseo de permanecer entre sombras a causa de la incapacidad de observar algo diferente le llenaba de inquietud, inquietud que se acrecentaba con el pasar de los segundos.

―Soy capaz, sin embargo, de hacer buen uso de una percepción que va mucho más allá por supuesto... sentir la música de forma distinta y permitir la caricia que bien hace usted en mencionar ―confiesa al inhalar lentamente ante la primera sensación de escalofrío que precede a la tensión leve de su cuerpo provocando cerrar ese par de claros ojos en aquél rostro que mantuviese sus labios entreabiertos. Controlándose, manteniendo su calma.

Los movimientos sutiles, pero certeros de aquél inmortal, provocaban en Mikael despertar cierto sentido de alerta bastante acrecentado con el pasar de los últimos años, sus primeros siendo inmortal. Una creciente expectación dominada por la carencia del instrumento del que jamás se separase y la sensación de indefensión como resultado, no cambiaron aquella postura erguida cuya expresión mantuviese impasible, la frente en alto de aquél vampiro expectante.

―Es un honor, para mí, gozar de la oportunidad de conocerle ―menciona manteniendo aún la calma exterior, sólo exterior, ante aquél constante contacto sobre sí. Una inmovilidad total, que esperaba no fuese evidente para el otro, a causa de aquella inquietante cercanía capaz de remontarlo al oscuro y doloroso pasado del que no pudiese escapar todavía...

por **Nicolás D' Lenfent** Vie Oct 11, 2013 5:24 pm

Calma sensación, dejando que el silencio hablara y que la oscuridad resaltara en los ojos propios y vuestros, enmascarando el trono del mismo cuervo y alimentándose de la melancolía, comenzando a aferrarse a lo que su deseo aclama -conocer más de aquel interesante ciego- era lo que viajaba en su mente, incrementaba el interés de descifrarle, encontrar enigmas que pudieran mostrarle una misteriosa existencia. -Entonces ¿Qué fue lo que realmente sucedió? Me gustaría saber si no le incomoda...

Pero sus palabras le hacen coger el interés de verle a sus ojos sin embargo no puede moverse, permanece detrás de su espalda, figurando de manera perfecta un abrazo, y sigue hablándole suavemente con el toque que no olvida, la sensualidad tatuada en sus labios...- Sabias palabras pianista pero no en todo caso siempre será de esa manera, usted lo dice porque vuestros ojos no existen más sin en cambio si pudiera ver no diría lo mismo, podrá haber soledad sin ojos, podrá ser soledad con ojos, pero ¿qué es soledad para usted? ...

Jugando con la controversia de las cosas, eran ciertas las palabras ajenas pero no en lo absoluto.-La soledad está en todas partes, hasta en los lugares más luminosos pero siempre son ligados en lo más importante, en lo que tu ser pudiera percibir...-prosigue y la fragancia ajena se adentra en el vacío del cuervo, le está estudiando, observa cada parte -¿Que sucede? ¿Acaso teme a que me aproveche de usted? -noto aquel nerviosismo, sabía que el contacto le producía disgusto que por ello no se apartó.-Si es así, hágame el honor de saber más de usted, me he quedado fascinado con su presencia, demasiado interés atrae que detesto sentirme de esta manera.

La interpretación de la música había finalizado, la audiencia se levantaba de sus asientos por el respeto a tal divina sinfonía, aquella había sido una maravilla que logro atraparle, envolverle en la atracción, sintió cada nota como una palabra ofrecida, todo había sido esplendoroso desde la manera en la que sus manos se movían hasta el rostro reflejado de tal sentimiento, conmovedor que el cuervo se movió, deshaciendo la figura del abrazo y se posó a un lado del vampiro, brindando aplausos por respeto a la pasión, a las emociones que encontró...

Habiendo sido concluido el espectáculo observa a su acompañante y le acaricia su pierna con el pico del bastón - ¿Le gustaría acompañarme a caminar? -preguntaba, esperando su respuesta, yendo a su frente que ladea el rostro y observa con determinación sus ojos...-Quiero saberlo todo, desde la manera en la que cayó a la ceguedad y fue abrazado por la eternidad...-alzo la mano libre a presionar su hombro y le soltó dándose la vuelta para proseguir el camino, sin entregarle el bastón, quería ver la manera en la que sobrevivía sin tal ayuda.

por **Alam Lestrange** Vie Nov 15, 2013 12:47 pm

Una ola de inquietud se apodera del vampiro al escuchar las palabras del otro. La simple idea de retornar, aunque fuese de forma mental, al momento justo en el que su existencia había dado un giro total, le incomodaba bastante. Las voces lejanas del público habían dejado de escucharse en el momento mismo en que aquellos brazos envolviesen su cuerpo con afán, para que un estremecimiento resultara del mismo contacto.

―Sería un largo relato, lleno de inconsistencias debido a mi constante tendencia a agregar pausas... habrá de comprender, caballero, que evocar recuerdos así no es tarea sencilla ―confesó mientras su rostro continúa sin expresión alguna, aún a pesar de la ansiedad provocada y su respiración agitada.

Sus ojos envueltos en aquella oscuridad, una oscuridad que si bien había dejado de atormentarle, producían en su interior una especie de vacío difícil de dejar atrás. Una larga exhalación escapa de sus labios entreabiertos cuando, despojado de su bastón todavía, aquél vampiro le alentase a hablar a causa de sus preguntas que provocasen cierta sensación de tensión dentro de sí ¿aprovecharse de él? Realmente en su conciencia no lograba visualizarlo de aquella manera, mas su cuerpo no solía conectar en situaciones así.

―Será un placer dar una caminata con usted, por supuesto ―mencionó, luego de que el escalofrío a causa de su contacto cesara por fin. Los aplausos no se habían hecho esperar y la presentación había llegado a su fin totalmente. Mikael permaneció inmóvil al escuchr cómo los pasos de Nicolás se alejaban cada vez más de sí.

Mikael notó de inmediato que el hombre no había devuelto su bastón por lo que, basándose en su oído simplemente, emprendió la marcha lenta, tranquila... mas cautelosa al mismo tiempo... ―el momento en el que fu transformado... ―volvió a pronunciar el vampiro ―no tiene grandes particularidades, con excepción claro, de que a partir de ese momento soy incapaz de reconocer a través de mis ojos otra cosa que una total oscuridad.

por **Nicolás D' Lenfent** Dom Nov 17, 2013 11:51 pm

[…]El diamante negro de tu mirada debes de regalarme, ese olvido que se viste de melancolía ofreceme con tu memoria, déjame navegar dentro de ti, quiero saber quién eres~

Ciertamente atraído por su ceguedad es que no deja de observarle, presentía su soledad de alguna manera, interpretando desde que le escucho sus palabras, dejo de existir todo a su alrededor que solo se enfocaba en él y la música que dejo de acompañarlos, disfrutando aquella exhalación mortecina, algo estaba claro y era que no era la muerte lo que debía sentir, aun había una pisque de vida en ese inmortal que por ello dejo de ser perfecto a tal curiosidad…-Y por ello es que me atrevi a querer saberlo todo, por esos recuerdos que le dañan, es lo que quiero comprender…-observando el frente, la mayoría de la audiencia se estaba moviendo hacia la salida, notando como se había puesto después de aquel roce con su mismo bastón que no podía evocar algún gesto por ello.

Caminando con lentitud, jugando con el bastón de un lado a otro como si fuese él, el ciego, girando el rostro para verle que le espero y le tomo del hombro siguiendo el andar a su lado.-Para mi quizás lo tiene, dime ¿Cómo fue la manera en la que te convirtieron? ¿Siempre has visto oscuridad o es que poco a poco dejaste de ver? Joven Boulanger quiero saber su crónica desde que comenzó a ser vampiro hasta ahora…-pidió con cierto afán de descubrir el enigma que le representaba, percibiendo el aire por la manera tenue que acariciaba la porcelana de piel, llegando a la puerta de salida que comenzó a dirigir a su acompañante a recorrer el callejón, brillando la triste noche, los carruajes se retiraban y el sonido de un gato maullando es que los persigue, quedándose sin sombra, sigue caminando al compás del otro y con un susurro enfocando la mirada al frente libero.- Confiésame lo que callas, solo yo y esta oscuridad lo sabrán… hay algo de ti que me interesa y no puedo saberlo con exactitud si es esa ceguera…-comento debatiendo el querer saber más de su existencia, soltándole que con el bastón ajeno juega con ese minino a corretearlo para que solo ellos dos pudieran estar en ese escondido lugar.

por **Alam Lestrange** Jue Dic 26, 2013 5:03 am

El silencio envolvente comenzaba a evidenciarse cada vez más, cada paso dado con cautela a medida que el otro vampiro se dirigía hacia el callejón era seguido por Mikael, quien se conducía con la mayor prudencia de la que era capaz. Siendo vampiro también, era capaz de hacer uso del resto de sus sentidos a falta de su visión, por lo que no le sería tan difícil continuar su recorrido sin problemas.

―¿Memorias dañinas? ―pregunta el ser de la noche para sí mismo más que para su interlocutor ―el recuerdo de una vida bastante distinta a la que se me ha concedido luego de aquella transformación... ese es el pasado que me atormenta constantemente...

Un maullido lejano de un felino luego de que el caballero con el cual recorría el desierto lugar fue lo último que escuchó además del sonido de sus propios movimientos, pasos, respiración. Sin la ayuda de su bastón, Mikael continuó recorriendo el lugar sin mayor apoyo de sus sentidos hasta que una mano se hizo sentir sobre su hombro al momento de que la brisa rozaba la frialdad de su piel.

―Es mucha su curiosidad, caballero, hacia alguien cuyo relato no tiene importancia mayor ―continuó, luego detuvo sus pasos un par de segundos para continuar luego en total soledad ―es posible que parte de la historia tienda a repetirse entre los miembros de nuestra estirpe, la parte en la cual confieso que mi transformación fue terriblemente forzada ―mencionó sin mayor emotividad aparente en su rostro.

Un cúmulo de recuerdos comenzaron a emerger de inmediato a la consciencia del vampiro cuya expresión no parecía evocar el menor cambio. Imágenes, sonidos y sensaciones inundaban su mente por completo, mientras que éste, intentando mantener la mayor serenidad, simplemente levantó su rostro de forma sutil, con cierta arrogancia no experimentada dentro de sí.

―En lo referente a mi ceguera, caballero ―continuó sin más, luego de haber detenido su marcha por completo y mantenerse inmóvil, de pie al lado del otro vampiro ―me acompaña desde el momento en que el destino decidió elegirme para mantener una existencia sobrenatural...

Mencionó, para luego agregar

―¿Existe alguna razón especial que haya despertado su interés en mí? ―fueron las últimas palabras de Mikael antes de guardar silencio, a la espera de la respuesta del misterioso desconocido.

por **Nicolás D' Lenfent** Mar Mar 11, 2014 1:57 pm

[…]El don de ver la belleza en donde sea, es solo para los que pueden sentir cada emoción ajena, y convertirla en propia, eso es ser un verdadero seguidor de la nada~

Todo se maquillaba con una extraña tranquilidad, pareciese que ese ser representaba la serenidad y era de temer, porque incrementaban los deseos de querer saber más de él, desnudarle por completo cada misterio o secreto que marmoteara en su vigor.-Hasta que me diga le diré si es de importancia o no, ya se habrá dado cuenta, algo que me interesa lo sigo como sombra sufriendo las consecuencias que llegasen a surgir por ello…-Con la voz emitida como un susurro, sin cambiar el sonar del aura porque era extremadamente suave y acogedora para meditar.

-Le diré un dicho muy conocido por nosotros los vampiros y me gustaría saber qué piensa de ello.- Una breve pausa interpuso, liberando tal dicho después de unos segundos.- "La curiosidad mató al gato pero murió sabiendo”…-Guardando silencio total, envolviéndose con la sensación que el pianista engendraba en él.

Y el viento se interpone entre el eco sonoro del maullido quejoso, enfurece el minino y su tristeza resplandece, había sido corrido por el vampiro con aquel bastón que juega a un vals apoyado por la imaginaria melodía al agitarse de un lado y a otro el aire, pareciese una respiración, sin embargo, regresan esas cuatro patas a pisar las mismas huellas dejadas, vuelve y se pregunta el por qué lo hace. Repitiendo el mismo gesto pero era en vano, regresaba con esos ojos brillantes de tristeza, quizás tenía hambre, quizás quería compañía y sin más le dejo que caminara a su lado, como sombra que reflejaba del camino sin ser descifrado.

Percibiendo en un abrazo acogedor la voz de aquel vampiro, le escucha mientras observa al oscuro andar, desprendiendo paso tras paso, manteniendo los labios cerrados aunque la mente estuviera hablando por la necesidad de calmar esta ansia de saber quién era y desnudar su pasado que ante estos orbes se llenaban de curiosidad, desviando la mirada al cielo costumbre de reflejar las evocaciones sobre él, comenzando a desear acariciarlo, añorar abrazar el funeral sin tiempo al retumbar los recuerdos que interpretaba en la mente ajena.- Si, demasiado que incremento mi deseo de …-acercándose a él, tomando de su cintura con una mano, pegándolo lo más posible al deleitar su rostro.-Descríbeme mas en tu mente el pasado, no hables solo déjame entrar en tus pensamientos…-La necesidad de seguir la crónica supero todo, sin descifrar por qué se ponía de esa manera por su presencia, sin percatarse de que se hallaba demasiado cerca, tan cerca que la nariz tocaba la ajena y los labios a escases de juntarse.

por **Alam Lestrange** Sáb Mar 22, 2014 8:59 pm

―Una sombra entre tanta oscuridad ―mencionó con calma, mientras que el sonido a su alrededor dejan de tener un papel principal en él. Aunque aquello escapaba a su entendimiento, el vampiro tenía clara idea de cada una de las afirmaciones del otro ser, por lo que quedó evocando un sinnúmero de pensamientos en el interior de su mente. Aquella voz susurrante le provocaba una sensación totalmente inesperada.

―La curiosidad... ―repitió con tranquilidad aquella palabra cuyo significado en la frase pronunciada por el ser oscuro fuese meditada en cuestión de segundos ―sorprendentemente, es una tentación que no me provoca demasiadas dificultades ―pronunció luego, por lo regular Mikael no solía insistir demasiado en aquello que sabía de antemano que no se le otorgaría, sobre todo las respuestas. No siempre al menos...

Un lento parpadeo es el único gesto que se logra notar en el semblante del vampiro quien, a pesar de encontrarse en tinieblas, era capaz de albergar aún sensaciones humanas. Sensaciones que acompañaban aún a pesar de su alma, del trozo de su alma condenada.

―¿Su deseo, caballero? ―preguntó con genuina curiosidad esta vez, rompiendo así la afirmación que hubiese pronunciado en el pasado ―me gustaría conocer en qué consiste ese deseo, si no tiene usted inconveniente... ―continuó, callando de golpe al darse cuenta del contacto del brazo del desconocido sobre su cuerpo, acción que le paralizara un momento y provocase tensión en el mismo.

Un estremecimiento recorrió por completo la fría piel de Mikael, sus labios entreabiertos producen una leve exhalación a causa del nerviosismo y sorpresa que intentaba ocultar ante los ojos de su acompañante ―¿leerá mi mente caballero?

Simplemente atinó a decir a la fría presencia cuya cercanía le hiciese perder enormemente el sentido de la tranquilidad característica en él. La respiración a escasos milímetros de sí le inquietaban sobremanera, a un nivel tal que el vampiro deseaba desviar su rostro, temeroso. Una exhalación larga vuelve a surgir de sus labios temblorosos mientras que esperaba, no sin cierta inquietud al percibir el contacto de la nariz ajena, la respuesta del ser de oscuridad.

por **Nicolás D' Lenfent** Mar Abr 01, 2014 12:26 am

Libertad es decirlo todo y que los pájaros canten sin que te entiendan.

La luna observa como este espectro deleita a ese pianista, ¿Sabrá acaso de este parecer extraño? Siguiendo tras el anhelo de descifrar este sentimiento que le está alterando hasta la razón, percibe como si su aura le abrazara, el mismo sentir de una negrura tranquilizadora, ¿Qué era todo esto? ¿Quién era él, realmente? ¿Por qué su mente silenciada le atrae?...Tratando de capturar el sonido de las pisadas, el gato ya no ayuda, le aumenta más la curiosidad que pareciese que es el minino que merodea el misterio y ese gato era este muerto que solo buscaba de compañía, que travesía liosa…

Sus palabras eran discernidas con finura, aquello le seducía de cierta manera, dejando que los dedos desprendieran roces suaves con la sedosa tela que vestía en su espalda, surcando su mente, apresar algún pensamiento del pasado, algo que le brindara las réplicas que adquiría de él….-Cada persona es dueña de su silencio y esclavo de sus palabras, creía que tenía las respuestas pero de pronto usted llega y las cambia todas, esta suma predilección por su pasado…-el aroma de la sequedad se libera, voz sensual a la cercanía de la carne ajena, llegando en su olfato el perfume de su boca, ese aliento de una blanca flor, siguiendo el recorrido de sus labios al moverse.- ¿Por qué me siento tan aprisionado a usted? Quiero comprender su esencia, me intriga demasiado…-cerrando los ojos, ejerciendo un movimiento de lado a lado, rozando frente con frente y la nariz con la ajena, lo asechaba y eso era de temer por pretender devorar su mente…-No me conformo con sus palabras, no aguante más, estoy leyendo los rastros de su mente..-confesaba con susurro llevado al aire, esparciendo la curiosidad por todas partes, sin percatarse de que los estaban mirando que se acercaba lentamente una pandilla de vampiros, hasta que una voz percato a sus espaldas y al girarse ya estaban rodeados… -¿Que se les ofrece? –Formulo el muerto mirando con cierta indiferencia al que se hallaba enfrente…-Venimos a saludar a un viejo amigo, hace tiempo que no nos veíamos…-El sujeto hablaba con una penetrante mirada hacia Mikael, aquello le parecía burdo que solo desvió la mirada hacia aquel vampiro que se ganó completamente el interés de los 5…Pero algo estaba mal, en seguida estudio cada uno de ellos y se veía que ninguno iba con buenas intenciones por ello retrocedió hacia Mikael, tomando su hombro…-¿Les conoces?...-le interpelo, siendo interrumpido por los demás.- Somos muy buenos amigos. Si, nos conocemos mejor de lo que se imagina señor. Nos gustaría charla con nuestro viejo amigo a solas, ven Mikael vámonos…-El que parecía mover a los demás tomo del brazo a Mikael y le jalo, observando la situación y le desagradaba todo lo que estaba sucediendo. Así que elevo la mano al brazo que opresaba al de Mikael y se la retiro…-Que pena muchachos pero me han interrumpido será en otra ocasión porque en estos instantes el joven no les puede atender…-Sin quererlo lo estaba protegiendo pero ¿Por qué sentía esa necesidad de abrazarlo? Dejo que lo demás se consumiera en una mirada, pausando en breve el silencio, enfatizando la intriga por comprender este enredo y así se quedó invitado a los ojos de un recuerdo tormentoso.

por **Alam Lestrange** Sáb Mayo 10, 2014 3:22 pm

―Dueños de nuestro silencio... ―mencionó el vampiro, repitiendo las palabras que había escuchado de Nicolás, mientras su postura se mantenía inmóvil a poca distancia del otro. Una profunda inspiración levantó levemente el pecho de Mikael mientras percibía el roce del viento que, al mismo tiempo que producía un largo silbido, también despeinó un poco la lacia cabellera del vampiro novato.

Al permanecer ante la presencia de semejante personaje, el vampiro simplemente se dejó guiar por el sonido de cada una de las palabras que pronunció Nicolás. Palabras que le remontaron a un recuerdo lejano que le produjo una total tranquilidad, aquella sensación de calma imposible de interrumpir ni por el pequeño felino que vagaba por el callejón cerca de ambos.

―Mi esencia, caballero ―respondió el joven vampiro a la curiosidad del mayor ―es de lo más simple que pudiese usted imaginar... una simpleza que no tardaría demasiado tiempo desentrañar y realmente la inversión del mismo ni bien vale el esfuerzo.

Mikael solía ser bastante huraño y reacio a abrirse ante los demás y, tratándose de un desconocido las posibilidades disminuían aún más. El vampiro pronto se estremeció al sentir el contacto de la mano de aquél sobre su espalda, acción que dejó al mismo casi sin control sobre sí. El deseo de alejarse cuanto antes pasó por su cabeza, mas había algo en la atmósfera que lo envolvía que le fue totalmente imposible.

Pronto el ambiente que envolvía al ser oscuro cambió, el nerviosismo de permanecer en contacto con aquél desconocido que provocaba una especie de adormecimiento e imposibilidad para alejarse, fue suplantado por un extraño temor. Un temor que pronto se hizo patente con la llegada de un grupo de vampiros que le saludaban cual si fuese un estimado amigo. Mikael no no tuvo oportunidad de asimilar aquella intrusión y su cuerpo se tensó por completo.

―No... ―mencionó en voz apenas audible, mientras se mantenía apartado con ayuda de Nicolás, ya que el vampiro era incapaz de mover un músculo por voluntad propia. Exhaló, un estremecimiento le recorrió y sintió tal terror que sus manos se cerraron en puño cuando éstos volvieron a mencionar su nombre, esperando una respuesta a su proposición ―fuera de aquí... ―fue capaz de pronunciar simplemente, tratando de comunicarle a Nicolás el motivo de su intenso malestar.

por **Nicolás D' Lenfent** Dom Mayo 18, 2014 7:30 pm

“Hay recuerdos que se mueren en silencio y otros que gritan con la crueldad del viento. (…) ¿Sabes realmente lo que se siente necesitar a alguien? Así su ceguedad te llama.”

Observaba cada gesto desprendido por Mikael, vampiro magnifico de un alma tan confusa se presentía, siendo la oscuridad del aura lo que le haga deleitarle, alabar su ceguera más que a esa llamada, soledad. Cambiando de pensamientos con esa especie de nube que sostiene el aliento ¿Qué era lo que le sujetaba de él? Quizás la locura le hacia otra jugada pero deliraba demasiado con su presencia, esos secretos que aún no se desnudaban y era un juego descifrar que quemaba esa sombra perfecta denotada por una profundidad, aferradose al pensar “¿Cuando? ¿Cuando es que...sus ojos murieron? ¿Desde cuándo sostiene la oscuridad en su mirada?¿Por qué parece un misterio? ¿Desde cuando es que sus latidos fueron ese piano que escucho con desdicha? Secreto maravilloso, me incitas a querer saberlo todo, surcar tus peores miedos y así desnudarte poco a poco, este deseo inmenso de conocerte, jamás lo había sentido por alguien, ni la bella soledad me tenía tan hechizado como tú o es que fueron esos ojos inexistentes los que quisiera tomar como míos". Hablaba la curiosidad, el anhelo y sobre todo la necesidad de escuchar sus palabras, morbosear esos labios al desprender su voz como de un hilo perdido, recorrer ese laberinto hasta encontrar salida, sabiendo que al salir estaría por saberlo todo.

Pero mataba la lengua, la blancura del silencio reino por un instante, reviviendo con las mismas palabras mencionadas, cayendo en la tentación de un pasado que quizás no era una trágica novela lo que esperaba pero para el cuervo era una ansiedad que carcomía la lengua si no cuestionaba lo que le interesaba.

Envolviéndose en una noche impura, explotando heridas ajenas para conocerlas, destrozar esas alas como si fuese una mariposa que quiere correr del peligro. Invitándole a que cayera simplemente por obtener su historia, por traer ese pasado y así saber a la claridad quien era Mikael. Y la realidad se reflejó al observar el estado en que se encontraba Mikael, estaban rodeados y él lo sabía, ambos conocían el peligro de los callejones y a pesar de ello fueron a ese lugar.

Gritando la imparable cicatriz expuesta, parecía ser dolorosa la presencia de la bandilla de vampiros para Mikael, sorprendiéndose por esa preocupación, fue que su mano presiono el hombro tras notar la molestia y esa insistencia de querer llevárselo.-Ya le escucharon, retírense, molestan además de que interrumpieron una conversación…-Ordeno con tranquilidad, descendiendo la mano de su hombro por el brazo hasta rozar ese puño e intentar abrirle para tomar su mano pero de inmediato este fue retirado por el jefe de la pandilla y jalonearon a Mikael, llevándole a rastras.-No estamos hablando con usted, Mikael es de nosotros y él lo sabe, ¿Quieres que le diga lo sucedido? Vayámonos o terminaremos lo que se inició aquella vez… ¡Camina!-entre todos se lo llevaban, se enojó por la manera vulgar en la que le arrebataron a Mikael, negando de un solo movimiento llego al frente de él, que interrumpió el paso.- ¡Largo de aquí, ratas asquerosas, vaya a joder a otra parte. ¡Suéltenlo! ¡Él es mio!–Libero la molestia causada, la ira por ser tratado como uno de ellos y eso le provoco que sus ojos se tiñeran de carmesí, desnudando los colmillos y dio un paso hacia Mikael y en seguida percibió como se le venían encima que eran imbéciles y lentos, cada movimiento que desprendían él ya lo esperaba, riendo, aventando uno por uno, esos no eran oponentes para él…-¡Mátenlo, no dejen que se lo lleve!-como perro miedoso el jefe pedía…-¡Se largan o les ira peor! –Advirtió, no estaba ahí para asesinar, dejar que corriera sangre en ese callejón pero estaba dispuesto, ¿Por qué? Por no soportar el dolor causado en Mikael, estos corrieron pero de inmediato las amenazas se oyeron como eco, no eran idiotas después de todo, aceptaron la fuerza mayor además de que no era el lugar apropiado para discutir porque se haría una cacería en silencio…

-¿Se encuentra bien? –Miraba a Mikael, acercándose que le abrazo, fue más fuerte el deseo de protegerle. -¿Qué fue todo eso?... ¿Cómo es que le conocen?-Guardando silencio, aspirando el aroma de sus cabellos y presionaba con ese abrazo, enconctrandose mas perdido que él por la tristeza que comenzaba a percibir en el interior, el placer del vació y las respuestas se trazaban con los dedos en esa espalda al querer darle consuelo o al revés necesitaba tranquilizarse al acariciarle y ver que estaba bien.

por **Alam Lestrange** Mar Mayo 27, 2014 5:53 pm

El anhelo que crecía en Mikael le inquietaba sobremanera. Esa incapacidad de pronunciar palabra alguna, el deseo de gritar todo el torbellino de recuerdos que se agolparon en su interior con la simple presencia de aquellos que hubiesen transformado su existencia en un terrible infierno. Sus labios entreabiertos no fueron capaces de emitir el más mínimo sonido que habría podido ser como respuesta a lo que ocurría en ese momento.

Una sacudida de ese trozo de alma que el vampiro atormentado creía poseer fue lo que experimentó al ser tomado por aquellos seres quienes, arrebatándole de la protección de Nicolás, se removió con el afán de salir bien librado de esas frías manos cuyo efecto hubiese sufrido en un pasado no muy remoto. Mikael totalmente confuso cuando las palabras de aquellos que amenazaban con revivir su tormento, finalmente se atrevió a pronunciar palabra.

—Maldito, cierra la boca... —se escuchó de aquellos labios temblorosos, de los cuales asomaban ya los conocidos incisivos que caracterizaban a cada uno de los pertenecientes a la especie —o no respondo de mí... —continuó, la boca hablando sin la intervención consciente de aquella mente que le advertía interiormente, a gritos, del terrible peligro al que estaba expuesto una vez más.

Recuerdos, sensaciones y sentimientos... pensamientos en torno a su pasado, su presente y el posible futuro que habría de venir. La desaparición de aquél contacto que le invitaba a la tranquilidad alejándose de él, una voz que gritaba a lo lejos en un intento de defender a aquél cuyo terror se hacía evidente empañando totalmente cada uno de sus sentidos intactos...

La palidez del vampiro se hizo más evidente cada vez y pronto la pérdida de la noción de tiempo y espacio se hicieron evidentes. Las voces lejanas de los vampiros que ahora se alejaban gracias a la intervención de Nicolás pronto volverían a hacerle volver a aquél lugar para mantenerlo inmóvil, a la espera de una nueva acometida de ataque a la que él tendría que hacer frente si deseaba conservar su tranquilidad.

—Se han ido... —pronunció con aire ausente, los recuerdos totalmente nítidos en la mente del vampiro —¿cómo es que... —aquellos brazos que provocaron el cese de su pregunta y su posterior sensación de terror, el cual ahora se encontraba totalmente encubierto bajo una máscara de rabia le impidieron continuar —estoy bien... yo no... —sus brazos se aferraron a aquél cuando su voz se negó a manifestarse a causa del dolor, un dolor que iba más allá del plano físico, un dolor en su alma vuelta pedazos...

por **Nicolás D' Lenfent** Jue Jun 26, 2014 8:12 pm

No hay nada más hermoso que cantar una desgracia para Nicolás […] El dolor es el que le engatusa a querer jugar.

¡Menuda observación! ¡Tétrico parece y a su vez brillante! Fluía el pensar y gritaba la venenosa curiosidad, ¿Por qué seguía tan inquietante por su mente? ¡Que demonio le mantiene cegado por su presencia! Hambriento por el saber de sus remembranzas, sediento por descifrar esos enigmas en su sangre, era una especie de atracción insaciable por perseguir esa sombra ya que así se reflejaba ante los orbes de este cuervo, se tornaba oscura, solitaria, tratando de escapa de la nada, implorando desaparecer de los presentes pero esa fuerza intensa en su interior, era curioso deleitar algo que está a punto de estallar.

Pero ¿Por qué cuando interpela el cuervo lo único que se obtiene es el silencio? Era aterrador interpretarlo, escuchar lo que tratase de decir ya que solo era una locura lo que se asemejaba, manteniendo la mente abierta para él, capturando esas remembranzas conforme plasmaba la mirada en el semblante del vampiro cegador con un gesto de negación, era fastidioso ser partícipe de una escaramuza que claramente era del pasado y ajena sobre todo pero de algo estaba seguro, haría cualquier cosa por sacarle de sus labios quien era y porque de esta sensación por él. — ¿O no respondes? —El temblor notado por los labios ajenos le desato una sed, un ansia por beber ese festín, tratando de no guiarse por esa mente que le ofreció cierto peligro que correría si dejaba que le tocaran aún más. —Solo mírate, ¿Quiénes son? ¿Por qué te quieren?—Interrogaba a pesar de que solo silencio obtenía, abandonando un poco el respeto al ver las ratas esas desaparecer hasta no dejar rastro. Púes no solo los gatos asustan a la porquería porque de toda esa negra mirada, los ojos claros asesinan y el vestigio de la protección era notorio.

—Sí, se han ido— Las palabras fueron repetidas, manteniéndolo entre sus brazos por un instinto que desconocía, acariciando su espalda y le trata de silenciar. — No estás bien, sé que sufres solo con mirarte lo sé. Pero dime, ¿Quiénes eran? ¿Por qué te asustaron sus palabras? — Y el aliento quería que le acariciara su blanquecina piel, acercándose a sus cabellos, olfateándolos en una pequeña caricia con la nariz llegando hasta su mejilla. — ¿Quieres que te dé a ellos, a ver si así respondes mis dudas? — Y con la mano que sujeta el bastón lo alza, no está tranquilo pues quiere tocarlo, dejando que solo el cuero del bastón tocara su espalda. Estaba siendo duro pero nacía el deseo de hacerle daño —Dime, ¿Por qué sigo deseando escucharte? — Todo lo que desprendía de su boca eran los pensamientos que se salían de control, era como si la voz deseara liberarse, elevando la mano al soltar el bastón y escuchar su golpeo, dejando que dos uñas afiladas acariciaran su mejilla haciendo una abertura cual hilos delgados se notó con su linfa — No sé qué hare contigo, me enoja no obtener respuestas, seguir viéndote, seguir atraído por algo que quizás querré apoderarme…

La fragancia de su sangre sobre el cristalino de las uñas, su mirada y que encanto por marcar esa piel con elegancia y la voz perdida en una satisfacción dañina arraso el callejón, era una perfecta presa para comenzar a jugar contra lo que le seduce.

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Música en la oscuridad [ Nicolás D' Lenfent ]

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