Like Father, Like Son [Privado Kristof]

por **Luis Alejandro Taylor** Lun Jun 24, 2013 3:11 pm

La última carta de mi padre había sido inspiradora, y lo era cada vez más a medida que la leía más veces. El peso de su experiencia estaba impregnado en cada gota de tinta en forma de palabras y frases, leyéndome de forma extraordinariamente –y sorprendente también, aunque no tenía por qué sorprender. Era mi padre después de todo- precisa. Parecía haber estado conmigo todo este tiempo aquí en París, a mi lado observando mis conductas y guiándome a lo que por fin conseguí, y que ahora se encontraba en una “pequeña” sesión de etiqueta, que mi madre consideró necesaria, aunque Ailish de por sí era una persona bastante culta y respetuosa…cuando le convenía.

Ahora eran las últimas luces del día las que iluminaban el papel levemente dañado por las veces que lo había sostenido entre mis dedos, observando la panorámica que se encontraba frente a mí mientras seguía pensando en los últimos párrafos que mi progenitor me había dedicado antes de ver su elegante firma en el centro inferior de la hoja. Era tan propio de él destacarse hasta en eso…

Cerré los ojos y empecé a tararear aquella melodía que desempolvé de mis recuerdos en medio de mi lectura, y de la sonrisa de emoción nostálgica correspondiente. Me imaginé de nuevo en casa, sentado en un sofá intentando rodear a mi madre con mis brazos de niño, pero ella me envolvía completo en su calidez. Su cabello rubio como el sol, su tez rosada y esa sonrisa que podía derretir piedras. De fondo, el piano de la sala de estar, y la voz de mi padre embriagando la habitación…

Spoiler:

*

- That´s the love…love I found in you… - Recién en ese instante me di cuenta que había cantado toda la canción, sin controlar la pasión que había sentido. También me di cuenta del por qué me había dejado esos párrafos al final…pero antes de poder reflexionarlo con claridad noté que no estaba solo. ¿Alguien me había escuchado?

*https://www.youtube.com/watch?v=iOfXDS0TT6w&

por **Kristof Von Garvel** Jue Jun 27, 2013 7:55 pm

Que nefasto día…si ese el que no te salía nada bien. Deambulando por parís, llego a su antiguo hogar, había hecho una nueva amistad, un brujo al parecer, sonriendo estaba en su habitación, pensando en que paso durante todo este tiempo. Ella había vuelto a Escocia y el vacío de su mansión echaba de menos los gritos que ella pegaba cuando él estaba en la otra punta de la casa, amenazándole con volver a Escocia, nunca le creyó y cuando volvió esperanzado de verla en casa, ella no estaba. Solo encontró notas en el pentagrama de silencios que se repetían sin más y solo las lágrimas cristalinas rodaban por su mejilla hasta que se las limpiaba. Había sido su culpa. Él la había dejado ir y este ahora era su castigo, quizás la soledad que ahora experimentaba en ese momento.

Aquel día estaba en la cama, tumbado boca arriba y solamente unas nubes estaban cubriendo el cielo. Nefasto según él, pero ningún otro le puso objeciones. Miraba como dios le trajo al mundo a través de las ventanas de su habitación, miraba el cielo oscuro y gris. Suspiro y que pensó que seguramente sería un buen día para poder tener un paseo por el jardín botánico, dibujar un poco o simplemente a reconocer el panorama. Solo se sentía ahogado en la mayoría de estar oliendo o recordando de que Arabelle había estado ahí con el…y que misteriosamente el volvió a una prisión similar a la de Escocia, sin saber el nombre del cabecilla de ese plan.

Las horas habían pasado y Kristof ya estaba bajando del carruaje en frente del jardín Botánico. No sabía que podría esperarle ahí dentro, seguramente cosas interesantes o no supo qué. Solo se daría una vuelta, una vuelta para despejarse y que su mente pudiera descargarse de tantos pensamientos que contenía aun en su memoria. No sabía por dónde se paseaba, iba por las plantas exóticas y después aquellas de las que se podían extraer muestras obviamente teniendo que pagar algo por esos trozos de plantas. Despues se movia por donde había niños y una profesora, una escuela, se sento en un banco en el que se puso a dibujar cada gesto o simplemente a anotar lo que veía en ese instante.

Vio como los niños pasaban a otra sección del jardín botánico y solamente pensó en que uno de esos niños podrían ser suyo y de Arabelle, cerro el cuaderno pequeño que tenía a mano y solamente lo guardo en la bolsa que llevó consigo esa mañana. Sus manos se pusieron sobre sus rodillas, después sus codos sobre sus rodillas para que sus manos estuvieran sobre sus sienes, intentaba olvidarla, ella había cumplido su amenaza pero ¿Quién era el que cantaba?

La voz de alguien sonaba cerca de donde estaba, era hermosa la canción y solamente tenía que escucharla con atención para sentirse identificado con ella. ¿Por qué lo haría? ¿Por qué entonces ahora se sentía de ese modo? A veces, Kristof se entendía poco a sí mismo, pensaba que lo sabía todo, pero a veces, había que sentarse en un sillón y pasarse las horas pensando hasta quedar exhausto. Kristof se movió unos pasos hacia delante con la bolsa en mano y descubrio a un joven que parecia algo ruborizado por temer a que...¿le descubrieran?

-Ah..usted..-dijo con sequedad-...¿Porque cantas esa mierda? -Inquirio tajante a una persona que tan solo seguramente estaba pensando en si sola-...Tsk..-Chasqueo la lengua, Kristof estaba tenso de repente, para variar, la fastidio-...Mira, discúlpame, no he empezado bien el dia....asi que me ire a otro lugar para no...distraerte con tus lecciones de gemidos...-Dijo rodando los ojos y dandose la vuelta-

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