Maxine Temple.

por **Maxine Temple** Vie Jun 28, 2013 3:02 am

-Nombre del Personaje: Maxine Temple.
-Edad: 265 años, edad aparente, 19.
-Especie: Vampiro.
-Tipo, Clase Social o Cargo: Alta.
-Orientación Sexual: Heterosexual.
-Lugar de Origen: París, Francia.
-Habilidad/Poder: Bloqueo mental, telepatía.
-Descripción Física:
Maxine Temple. 600full-kristina-romanova

Maxine Temple. 600full-kristina-romanova

-Descripción psicológica:
Valora el respeto más que nada y detesta la hipocresía, sobretodo cuando percibe el descaro de una mentira sabida. Suele ser respetuosa con quienes trata, motivo por el cual busca a cambio el mismo respeto. No se deja engañar fácilmente, para lo cual se ayuda utilizando el bloqueo mental y la telepatía. Tiende a ser callada y observadora, prefiere escuchar antes de apresurarse a fabricar conjeturas y suposiciones salidas de la nada misma. Aún así, en cuanto conoce a su interlocutor mantener una conversación no supone problema alguno. Puede parecer frágil a simple vista, pero los años le han ayudado a ser resistente y no dejarse arrasar. Se mantiene optimista ante catástrofes, encontrando siempre, por más nimia que sea, una solución.

-Historia.
Por el año 1540 habían comenzado a implementarse los carruajes a caballo en España, pero la magnífica novedad no había tardado en llegar a París. Increíbles carrocerías a madera con decoraciones talladas a mano; preciosos caballos llevando la delantera, llenando el pueblo de relinchos acompañados por la risa de los niños que rara vez habían visto semejante animal. Eran toda una novedad en los barrios bajos de París, allí donde caminar siempre había sido el único medio de transporte, además de carretas empujadas por esclavos o trabajadores que no podían darse el lujo de una mula.
Para ese entonces, Maxine cumplía sus ocho años y sus padres iniciaban el arduo negocio de la cría de caballos. Las altas sociedades de la época requerían de grandes corceles, sementales de cabello platinado, negro brillante, castaños con o sin manchas blancas. La inversión en potros fue desorbitante, sobretodo al formar parte de una clase social tan limitada, pero con el pasar de los años y la nueva moda a favor lograron formar parte del cerrado negocio de los carruajes.
Durante su infancia, a medida que los ingresos familiares aumentaban junto al negocio, se instruyó a Maxine en diversas actividades; entre ellas la cría de caballos principalmente, el tejido, las artes plásticas, canto y piano. Éstas últimas con el interés de que la pequeña Maxine estuviera a la altura de las damas de alta sociedad al crecer. En el transcurso, había tenido dos hermanos menores, quienes heredarían el negocio familiar en cuanto alcanzaran la madurez.
Aún así, con el ascenso de clase social, todo el renombre de la Industria Temple, el nuevo criadero que habían inaugurado y su nueva casa digna de envidiar; el verdadero cambio llegó más tarde, cuando para su cumpleaños número diecinueve recibió un regalo. Una yegua de pelaje blanco, casi plateado si se cabalgaba al sol, había formado parte de un cortejo no esperado. Un hombre de la alta sociedad que sobrepasaba a Maxine con más de una década más de edad que ella había pedido su mano. Su padre, preocupado por que Maxine siguiera creciendo, envejeciendo sin casarse, había aceptado casi ciegamente a la propuesta.
El regalo había sido un hermoso detalle, todo un lujo teniendo en cuenta que jamás había podido tener un caballo para sí debido a que formaban parte del negocio. Aún así, ni la yegua ni la fortuna del Señor terminaban de convencerla.
El matrimonio no tardó en llegar y con él, todo el terror de una nueva vida tan desconocida como inesperada. Mas si bien le espantaba el nuevo comienzo, no tenía idea de lo que la palabra 'terror' significaba en absoluto.
La misma noche de bodas todo dio un vuelco inesperado. Comenzó con una mordida, continuó con el sabor de la sangre en sus labios, y culminó con el dolor de perder la vida.
A la mañana siguiente comprendió que no había muerto, al menos no del todo. Su nuevo marido le explicó en detalle lo ocurrido, y por supuesto, sus consecuencias. La inmortalidad, los peligros, la compañía que él había buscado y por fin estaba allí, escuchando sus palabras. Comprender fue duro, sobretodo por que debía olvidar a su familia.
Vivir en las sombras no era sencillo, pero con el pasar de los años comenzó a valorar lo que su marido había hecho por ella. No envejecer tenía sus ventajas, no sentirse frágil también. Podía cabalgar su yegua siempre que quisiera siempre y cuando el sol estuviera del otro lado el horizonte, y enviar cartas a su familia, evitando siempre mencionar siquiera su nueva situación.
Décadas después, cuando los hijos de sus sobrinos inclusive ya habían fallecido, la muerte de su marido volvió a darle un vuelco a su vida. No había pensado jamás en el significado de la soledad, por que nunca se había visto obligada a sufrirla; pero ahora, sin la única persona que quizás habría llegado a apreciar sin mencionar vínculos familiares, la perdición era un sentimiento que no podía ignorar.
Mantuvo su ubicación, de todas formas no conocía ya de otros hogares, hacía tiempo había abandonado a su familia, pero aún le quedaban las riquezas de su difunto esposo y la casa ambientada para una vida más fácil en las sombras.
Ya por el 1800, las sociedades cambiaban pero de alguna forma, todo se mantenía. Las clases sociales altas seguían allí, las bajas se arrastraban por una moneda, las pestes de vez en cuando invadían la ciudad, pero la vida siempre continuaba.

por **Asagi Dunkelheit** Vie Jun 28, 2013 10:18 pm

FICHA APROBADA
BIENVENIDA A VICTORIAN VAMPIRES

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