Expansiones agresivas | Maxine Von Richter | BSTE

por **Killian White** Vie Nov 07, 2014 6:33 pm

Diciembre 1805...
Norte de Holstein

Cammy se dio cuenta muy tarde de las acciones de las Nottinghams, las noticias le llegaron del nuevo mundo. Scott White se había aliado con una mujerzuela, según las palabras de Chelsea; que furiosa había llegado a la mansión de los londinenses. Por vez primera en la vida ambas iguales se sentaron en el recinto para hablar, como mujeres, como primas y ahí en la oscuridad Audrey las vigilaba comprendiendo que pronto volvería a viajar lo que le dolería tanta a él como Viviana que se encontraba dolida por el abandono de Charlotte; una mujer que llegó con la promesa de ayudarle y sin embargo, lo único que hizo fue deprimirla.

Marchó al Sacro Imperio Romano Germánico buscando una alianza con la duquesa Von Richter. Pues Cammy creía que antes de pelear contra los Nottinghams el comercio en America, tenían que consolidarse en Europa.

Los Londinenses ya habían perdido muchas alianzas y los puertos de Germanía se había cerrado al comercio de los Cisnes Negros. Por eso, tenían que empezar con ellos, iniciar con todo un Imperio que no la reconocía como líder de los Cisnes Negros. Ese era el trabajo de Audrey, y aunque quizás el modo de Audrey no era agresivo, seductor ni malicioso como Scott; quien conquistó Dinamarca por medio de Bambi, tenía su propio encanto y labia diplomática.

Llegó a las vísperas de diciembre, su embajador arregló el encuentro con la duquesa Von Richter, con ella tendría que tratar y a pesar de que era una mujer, él no la dudaba de su capacidad; después de todo sus primas eran líderes y poseían mentes privilegiadas y de Cammy nada podía objetarle. Por tanto, no la sobrestimaría, de hecho se preparaba para enfrentarla como lo haría con una Cisne Negro.

Para el medio día ya se encontraba en el punto de reunión, un café cerca del puerto de Holstein, ahí la esperaba; no con ansiedad, sino con un interes especial.

por **Maxine Von Richter** Mar Nov 11, 2014 3:19 am

Se acercaba el mes de diciembre y en el Sacro Imperio Romano Germánico se respiraba ya el ambiente de la futura Navidad, tanto edificios oficiales como casas privadas y lugares públicos de recreo se encontraban revestidos de adornos de guirnaldas y luces de colores que anunciaban las próximas festividades. Para la duquesa alemana la cercanía de las las mismas constituía un evento agridulce ya que inevitablemente echaría en falta lo que una vez tuvo. Ese día una delgada capa de nieve cubría las afueras del palacio ducal, su mirada neutra se fijó en ella mientras se detenía frente a la ventana.

Giró lentamente sobre sus talones para mirar hacia el interior del salón y se dirigió a uno de sus consejeros. -¿Cuáles son los compromisos para hoy Herr Schütz?- Escuchó la lista de reuniones que le aguardaban ese día y con un ademán de su mano detuvo las palabras del hombre al llegar al punto a llevarse a cabo al mediodía. -Ah si, el embajador Inglés fue bastante insistente cuando concertó esta reunión.- Lo dijo con un tono reflexivo pero carente de entusiasmo. El Sacro Imperio Romano Germánico se había afianzado en el último siglo como exportador internacional y había logrado afianzar un superávit comercial estable que traía muchos beneficios al mismo y que en opinión de Maxine les permitiría seguir afianzandose y prósperando sin necesidad de alianzas innecesarias con los ingleses.

Sin embargo hubiese sido tomado como una falta de cortesía política el que ella no acudiese a la reunión pactada, especialmente porque sabía que había prolongado la programación de la misma hasta que el embajador Inglés le había abordado hace ocho días al encontrarse ella de visita por unos meses en Schleswig-Holstein. No había más remedio que presentarse ahora a la cita.

Eran pasadas las doce mediodía cuando llegó al punto de reunión y entró en el café. Estaba algo atrasada debido a otros compromisos previos y no estaba segura de que aún la estuviesen esperando. Uno de los mozos le hizo una reverencia y le acompañó hacia la mesa indicada. Mientras caminaba sus dedos soltaron las cintas del sombrero que llevaba puesto para descubrir su castaña cabellera. El clima era frío en el exterior pero no así en el café adonde abundaba el agradable olor del Herrentorte y las Bildunterschrif.

-¿Sir Audrey White?- Su mirada se detuvo en un caballero de aspecto joven que se encontraba ya sentado a la mesa y esperó la confirmación de su nombre antes de tomar asiento y colocar su sombrero a un lado.

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