No recuerdo apenas...[Privado]

por **Amberié** Dom Jun 30, 2013 9:06 pm

Recuerdo del primer mensaje :

En cierto modo me gusta innovar y no estar haciendo siempre lo mismo. Me gustaria despertarme una mañana de invierno en la que Nathaniel hubiera dormido a mi lado, abrazandose a mi. Solo que hoy no habia sido asi. Hoy me desperté dentro de la tienda en la que me cuidaba el gitano que era supuestamente amigo de mis padres. Según "todos" tenia que recordar antes de que fuese demasiado tarde. Aquello me agobiaba y no me gustaba agobiarme a primeras.

Esta mañana me desperte sin los brazos de Nathaniel alrededor de mi cuerpo o de mis brazos, me desperte sola y con el frio sobre mi cuerpo que apenas era desterrado con la suavidad de la manta que me cubria. Me resultaba familiar, era la que siempre utilizaba para dormir y en mi mente lagunas de imagenes estaban presentes. No sabia que pensar. Había veces que me gustaba pensar en que era un sueño porque eran demasiado crueles al no saber si eran verdad o mentira, si eran producto de mi fantasia mas anhelada, o simplemente queriendo tener nada en cuenta, solo me olvidaba y listo, seguía con mis lecciones que el buen hombre se molestaba en darme.

Aquella mañana, hoy, habíamos empezado a como tallar figuras o a hacer un colgante de madera. Me dijo que me entretendria y que me gustaria, que cuando lo probara, no habría vuelta atras y que seguramente querria seguir adelante tallando mas y mas figuritas. Meliano paso alrededor de mis pies mientras yo estaba intentando afilar la navaja sobre una piedra. El gato siames se codeaba con la suavidad de la tela de mi falda y yo como inocente mujer solo sonreia. Vi unos ojos azules en él, se parecian a los de Nathaniel, en realidad le veia en todas partes.

-¿estas bien Amberié? -Dijo el amable anciano que notó su malestar.
-Oh, si viejo anciano...si...ya empiezo con las figuras...-Dije mirandolo fijamente a sus ojos cansados, sus cabellos palidos y plateados brillaban a la luz del sol que se metia por las hojas de los árboles. El hombre había estado siempre conmigo o cuando no estaba Nathaniel o cuando sí también. Quería saber de mis padres, hablar si podia recordar algo, pero solo me daban evasivas. Nadie me decia nada. Era algo exasperante.

por **Amberié** Sáb Oct 11, 2014 7:45 pm

Claro que se casaba con el pero el problema era que no podía vivir en un carromato o en una tienda de tela para crear una vida junto a el – Deberías parar de hablar….-sinceramente pensaba que sobrepasaba los límites del perdón a ella misma – Sinceramente deberías calmarte Nathaniel….-volvió a suspirar algo intranquila- El hecho de que quiera estar contigo es porque ya pude recordar ¿O es que no me estás haciendo caso? Deja de decir que quiero a otros cuando es a ti a quien quiero, deja de hacerte la víctima, deja de difundir penurias cuando en realidad deberías de estar amándome y llevándome hacia nuestra nueva casa y no el carromato pues no es ahí donde quiero hacer una familia contigo….-Lo tomo de las manos para llevarlo detrás de unos arbustos, llevárselo con ella hacia el suelo mullido de hierba y sinceramente, lo puso sobre ella.

– Pues hazme tuya Nathaniel y haz que tenga tus hijos… ¿No crees que nos hemos esperado demasiado para poder hacer una familia? –le rodeo con las piernas alrededor de su cintura - ….Nathaniel…o tómame ahora como tu mujer o llévame a alguna vivienda normal y corriente…como una casa normal….-Hizo que ambos rodaran y entonces ella quedo sobre él, dejando su timidez atrás – Nathaniel, Nathaniel….-rio moviendo sus caderas sobre las ajenas – Nathaniel vayámonos de aquí, despidámonos del anciano y llévame con Nini…quiero verla! Y a Eogan también…no se porque me suena tanto ese nombre amor mío….-Se recostó sobre el pecho de su amado y ligeramente le beso los labios con la dulzura que siempre tenía tener con él.

Pero unos pasos lejanos de donde estaban, Amberie pudo escuchar unos pasos que ella conocía y no eran del anciano. Reconoció el olor que una vez intento ponerse sobre su cuerpo, intentando llegar hasta ella pero el anciano llego para defenderla. Ese aroma a pistolas, a pólvora quemada y después el crujir del cuero por una capa ajustada de cuero. Estaba pensando en que era aquel hombre que vino la otra vez, aquel que se llamaba con nombre raro. Estaba pensando en que debería de irse de aquel lugar con Nathaniel pero sintió algo frio sobre su cabeza, como una pistola si no se equivocaba de la otra vez.

Miraba a Nathaniel y simplemente se quería morir en ese instante. Se sujetó en las ropas de Nathaniel, temiendo a que hiciera algo más…pero inmediatamente tiro de ella de sus cabellos, separándola de Nathaniel para después gritar y gritar para verle de nuevo - ¡AGH! ¡KEANE! TU! No! Suéltame! –Grito desesperada por querer defenderse, vio como la tiro a un lado y entonces vio como apunto a Nathaniel – NO! KEANE! Basta! –grito desesperada para que ella pudiera defender a Nathaniel de aquel monstruo.

por **Nyra/Nathaniel Slamdong** Dom Oct 12, 2014 9:36 pm

Los cálidos y tiernos brazos de su amada rodeaban el cuerpo de Nathaniel mismo que no podía creer lo que estaba pasando en ese momento en aquel lugar su pequeña y dulce luz ahora tomaba la iniciativa de estar juntos y si fuera por él lo estaría en aquel mismo momento, rasgaría la ropa de su amada y las propias para entregarse el amor por vez primera, cierto es que entre los hombres es difícil aquello pero para Nathaniel no, él solo se entregaría a una mujer y esa sería su compañera fiel para toda la vida y él también sentía que su mujer sería igual para él.

Tomó las caderas de su amada belleza moviéndola sobre él podía sentir el fuego correr entre los dos, tenía que parar pero no podía, sus ojos cerrados y los dientes apretados, casi gruñía él por controlarse y no mostrar todo lo que su Bambie producía en él, las palabras de la gitana ni siquiera las comprendía bien realmente le estaba costando un mar no lanzarse a ella en ese segundo pero así como vino se fue cuando la joven se abrazó a él, Nathaniel responde el abrazo sonriéndole agradecido porque todo bajara a como estaban antes, su sonrisa iluminaba su rostro completamente –Amor es mejor que arregles tus cosas porque nos vamos ahora mismo te llevaré a nuestra casa ahí verás a Nini aunque no sé si esté en casa o esté en casa de Eogan, pero no importa porque si no está tendremos privacidad tú y yo y ya que serás mi esposa adelantaremos la noche de bodas- sonríe besándole la cabeza hasta que la ve levantarse y alejarse, se levanta riéndose –Bambie no deberías ir- sus oídos desarrollados le informan de un disparo y su olfato percibe el aroma de la pólvora junto con uno conocido –Caruso- murmura corriendo hasta donde Amberie pero antes de llegar la escucha gritar su ira se desborda gruñendo corriendo a prisa de donde los gritos provenían al verlos solo trata de calmarse pues lo conoce bien a Caruso sabe que es un inquisidor como él y más que él es espía y soldado, los conoce bien sabe de qué son capas los dos hermanos.

-Caruso- lo nombra haciendo puños –Suéltala, ella no tiene nada que ver, además no sé qué haces aquí si esto no es tu territorio, sabes que es parte de mi trabajo esta zona- la mirada de él decía todo para los Caruso, Nathaniel no era un inquisidor por su condición de licantropía pero aun así como inquisidores que eran ambos tenían que al menos un ligero respeto tenerse; vio como le apuntaba el arma y a su amada ponerse entre los dos, la tomo dándole la espalda al Inquisidor besando la frente de su futura esposa –Bambie tranquila el no hará nada, sabe que no puede- se queda cubriendo a la gitana con su cuerpo –Caruso sabes que no fui yo quien le hizo eso a Buchanan y si tú sueltas el gatillo harás lo mismo que el que le hizo aquello a él, no te perdonaran y te estarán cazando por ser traidor no creo que quieras eso a tu familia-

Los ojos de Nathaniel brillaban ambarinos con el miedo en su interior, un miedo de que su amada descubra toda la verdad de él, su condición, su trabajo real, su vida pasada y lo que le puede esperar junto a él y más con aquel inquisidor cerca que solo parecía mirar a Amberie y eso le daba aun más iras.

por **Amberié** Mar Nov 11, 2014 12:45 pm

Le daba pena y suplicaba que parasen la pelea. Quería disculpas de ambos, y un poco de respeto. Simplemente no quería escuchar más canciones tristes, queriéndose matar el uno al otro, quería que pudieran perdonarse, que la paz llegara entre ambos y que ella pudiera irse con aquel que ella amaba – Basta…los dos…-Amberie, valiente se ponía delante de Nathaniel, demostrando que podía valerse por sí misma, iba hacia Caruso, acariciaba el arma aun arriesgándose a que la disparase – Si puedes perdonar…la paz puede llegar, el amor podrá vivir y por favor….Así podrá vivir, con amor y paz, si puedes perdonar a mi amado Nathaniel…-Las lágrimas acompañaban al miedo de ser asesinada por su estúpida acción en la que estaba arriesgando su vida y todo un nuevo destino junto a su amado – Te ofrezco respeto y gratitud, gratitud de ambos y te ruego que me puedas escuchar….perdona, si puedes perdonar, pronto la paz llegará aquellos que quieran, simplemente….-Con fuerza iba bajando el arma hacia abajo, hacia el suelo, siempre mirando fijamente a los ojos a aquel con la mirada asesina puesta en su amado Nathaniel-

– Keane….Si algún día nos pudimos amar….te ruego que escuches mi voz que suplica tu perdón con mi amado Nathaniel…-Y como pudo, le costó, fue quitándole el arma a Caruso para volver a enfundarla en aquella funda que sabía que estaba ahí, con sus delicadas manos acariciaba el robusto brazo cubierto por la chaqueta de cuero, llegando hasta su mejilla y sonriéndole, suplicándole con una dulce mirada que perdonara a Nathaniel – perdónanos a ambos por nuestro desdén hacia ti….y si puedes perdonar, la paz llegara….ya verás que si-Sus manos fueron hasta posarse sobre el corazón de Keane – Luchar…no Keane…ya…-miro de reojo y después a su amado y volvió a mirar a los ojos de Keane – ya la pelea acabo…-y separándose con lentitud ella se alejó de Keane, no sabía cómo o en qué estado le dejaba pero ella amaba a Nathaniel por encima de todas las cosas, se aferraba al brazo de Nathaniel, observando a Keane y en guardia por si tenía que sacrificar su vida por su amado.

Nada había cambiado desde aquella vez. Ambos habían estado dispuestos a pelear si no hubiera sido por el anciano. Ella misma una vez engatusada por los ojos viperinos de Keane, recordándole que antaño tuvo un amor parecido, pero al saber el anciano que Keane buscaba noticias de Buchanan, una persona de la que Keane creía que Amberie tenía información sobre su muerte, los vigilo y entonces la gatita tímida iba siendo comida por el gran león hasta que el rey de la manada la salvo de un destino peor. Aun habiendo recuperado medianamente la memoria, en su vida estaba Keane Caruso y en ella estaría hasta el fin de sus días, pero desde mucho antes estuvo Nathaniel Slamdog, un valiente inquisidor, con importante renombre en sus días y ahora, una persona que la había tratado y que la sigue aun tratando con sinceridad. Tremenda debería ser su suerte, pero maldita seria si hubiera escogido mal aquella noche. Agradecía al anciano por ser tan atento.

Agradecía que todo estuviera en calma. Agradeció al destino poder estar viva con su amado Nathaniel, pero ¿Pudo notar alguna señal? Inmediatamente se puso en cruz delante de Nathaniel, protegiéndole en alma y cuerpo – Keane….No…Y él no sabe quién o qué le ha pasado a ese tal Buchanan…No sabe que le ha pasado o –miro de reojo a ambos - ¿Por cierto quien es ese Buchanan por el que peleáis? –Sin embargo el anciano salía detrás de unos arbustos, observando tranquilamente el triángulo que se había formado entre los tres, pero el anciano se había fijado sobre todo en Amberié – Es tu hermano…y mi hijo….-Estaba atónita en medio segundo.

El anciano siguió hablando –Si Amberié, yo soy tu padre y Eógan Buchanan es tu hermano mayor, secuestrado por los Buchanan mucho antes de cumplieras los cinco años, edad suficiente para no recordar que tenías un hermano –Cuando Amberie pensó que había muerto, había llegado noticias como la luz del sol hasta su piel.

¿Quién más sabia de estas noticias?

por **Nyra/Nathaniel Slamdong** Dom Nov 23, 2014 6:09 pm

Aquel lobo disfrazado de humano con esos ojo azules que miraba a su compañero de jornada, negando levemente para que no cometa ninguna tontería por cuanto se disparara aquella arma que fue cedida por la valentía de su amada Bambie aquella mujer que él tanto amaba y que ahora por sus palabras y acciones heroicas que le rompían el corazón al percatarse que su amada gitana había tenido algo con aquel sujeto que odiaba profundamente su condición y sobre todo porque pese a ello servía a la iglesia, algo que su colega no veía con buenos ojos de aprobación si no de reproche.

Aquel sujeto, que por nombre tenía Keane pero que le decían Caruso por su apellido, se dejó desarmar de la fémina tan rápido pero esa sonrisa en su rostro marcaba un plan siniestro que tenía en mente, tomó la mano de la gitana dejando un beso en su dorso tirando de ella para que cayera en su torso, su mano se fue a los cabellos castaños de la mujer apartándolos del rostro dejando un beso robado en los labios, cada una de esos meditados actos del inquisidor rompieron el corazón de Nathaniel en mil pedazos por lo que gruño apretando los puños en señal de una eminente pelea, pero el inquisidor soltó a la mujer empujándola directo al lobo volviendo a tomar su arma y así apuntar al otro inquisidor condenado de la santa iglesia.

Con el arma nuevamente alzada que amenazaba la vida de ambos, Nathaniel cubrió con su cuerpo a su pequeña Amberié y entonces la risa del humano rompió el silencio amenazante, -Crees que estaba enamorado de ti, gitana? Claro que no, no seas tonta mujer solo te utilicé para llegar a aquel que ahora te protege como un estúpido, ninguna de las noches que pasamos fueron reales, solo fue un plan para atrapar al asesino de uno de los inquisidores, Eogan Buchanan con sospechas de tortura a él y a una mujer que aún no se identifica debido a la saña con la que se cometió la perpetuación que nos hace imposible reconocerla, y él sospechoso principal es él, pero como no se dejaba atrapar te utilice y me funcionaste de maravilla-el gatillo se jalo dispuesto a dispararse pero antes de poder hacerlo, el lobo se lanzó contra el nuevo enemigo y entre puños comenzaron la disputa.

Los golpes iban y venían en los rostros, costados, patadas, golpes fallidos, acertados, toda una gama de la excelencia en entrenamiento de la iglesia para sus inquisidores, la sangre comenzó a hacerse notable, labios partidos, pequeñas fisuras en el lado parietal de la cabeza, sus brazos…pero ahí antes de que el humano pudiera asestar un golpe de gracia teniendo el cuello del lobo entre sus brazos ajustándole al punto de cortarle la respiración, la voz de un anciano es lo que para la pelea, un viejo el mismo que era amigo de Nathaniel; sus sabias palabras pudieron detener una tragedia.

La información que el viejo daba era corroborada por el humano que asentía –Por qué crees que él está aquí eh? Para expiar sus culpas de pecado por haber matado a tu hermano querida Amberié- escupe al suelo algo de sangre poniéndose de pie acercándose a la mujer todo sudoroso –Anda preguntale a tu amor si es verdad, él también lo sabía- se limpia el labio tomando su arma para guardarla, da un chiflido agudo y de la copa de un árbol desciende el otro hermano Caruso, guardando su arco –Ya hemos hecho el trabajo, pronto serás llamado por los inquisidores Nathaniel, es mejor que no pienses en marcharte o se te dará cacería como a un perro- menciona el menor de los hermanos, y el mayor ríe limpiando los últimos rastros de sangre de aquella riña –Es mejor que conversen los dos, ambos tienen secretos verdad Bambie- la llama con burla y sorna riéndose –Tampoco eres tan inocente como tu amado- se alejan los dos hermanos marchándose dejando al lobo que daba la espalda a la gitana igual de herido, con el labio partido y una herida en la sien, se levanta del suelo limpiándose la ropa sin decir palabra alguna, más solo deja unas al anciano –Como verás anciano no puedo cuidar de ella, tengo otros asuntos que atender con el que ahora han mencionado y que has revelado, creo que tienes que hablar con tu hija anciano- termina de quitarse la tierra de la ropa y se dispone a marcharse.

Estaba herido, estaba confundido, estaba odiando a aquellos inquisidores y mil cosas pasaron por la cabeza caliente de Nathaniel.

por **Amberié** Dom Ene 11, 2015 4:19 pm

Confusa era decir poco. Si tenía que elegir un estado viviente, elegiría la histeria o al menos un comienzo. Estaba observando cada acción de cada uno y se acercó a Nathaniel, quiso agarrarle de la mano pero sin darse cuenta cayó rápidamente bajo una trampa para animales, cayó en un agujero perdiendo en si la consciencia, lo que la llevo en su memoria, a recordar el pasado como nunca se lo había imaginado.

Flashback

En un lejano país, al noroeste de Europa, cerca de los cascos polares se hallaba el reino unido en donde los de la alta alcurnia se ceñían a las costumbres. Anja, aka Amberié, era una de las muchas muchachas de la alta alcurnia que preferían estar en casa con un libro entre manos, pero todo cambio cuando conoció a Nyra, la cual le llevó a conocer a Nathaniel y se dio cuenta de lo que pasaba. Había ocurrido de repente y no se había dado cuenta. Bien. Era un hecho y su subconsciente viajo hacía varios años más adelante, ambos en el borde de un lago jurándose amor eterno. Cuando aquello vino a su mente volvió a su consciencia y se vio entre los brazos de Nathaniel, su pierna estaba vendada por un trozo de camisa y un palo recto para poder soportar el dolor de su pierna dolorida.

Fin del Flashback

-AAAAGh!! –Gimió de dolor sujetándose en la camisa de Nathaniel, llorando sin poder evitarlo y retorciéndose en sus entrañas. En su pierna había un palo haciendo de apoyo atado con un trozo de tela, más bien de camisa. Su brazo izquierdo también estaba vendado pero lo llevaba en cabestrillo. ¿Cómo? O ¿Qué había pasado para que estuviera así? Entonces pudo ver adelante suya el agujero negro de tierra y entonces recordó que se había caído por aquel lugar y lo que le sorprendió, fue ver el cuerpo inerte del anciano al lado del agujero, en realidad ¿Qué había pasado?

-Nath…-Miraba su cara con asombro y sinceramente todos sus sentidos estaban al borde del colapso - ¿¡QUE ha pasado?! –Se quedó mirando a su prometido aun si el anillo que aun llevaba en el dedo era aquel que le regalo como proposición.

por **Nyra/Nathaniel Slamdong** Vie Feb 13, 2015 6:24 pm

Se alejaba aquel licántropo dejando a la gitana en su carromato en compañía del anciano, corría lo más rápido que podía casi gruñendo por todo aquello sobre todo con las palabras de aquel inquisidor hacia su amada entonces pensó “ella ya no es la pura mujer”, sintió una punzada en su corazón como si una bala de plata pura le perforara la piel para matarlo y eso era lo que significaba. Imágenes de su amada abrazándose, besándose con aquel inquisidor diciendo su nombre mientras estaba íntimamente con él sin saber tener recuerdos de quien era y lo que se habían prometido ambos.

Sin percatarse calló de una ladera rodando hacia abajo, cuando descendió por completo todo sucio, lleno de tierra las mismas imágenes le atacaban pero esta vez con una sonrisa en los labios de su amada y un grito desgarrados abandonó su pecho, se sentía traicionado. –Y yo evitando a las mujeres porque mi corazón lo tiene, tenia, sigue teniendo esa gitana pero ella estaba con otros, con otro siendo feliz, eso es lo que ella quiere realmente quiere a un hombre que le dé estabilidad y no le mienta como ese inquisidor, un humano– se levanta arrodillándose en la tierra golpeando. –Si eso quiere eso le daré– arrancó de su cuello aquel colgante con la foto de su amada y el anillo de “casado” que llevaba como símbolo de su deseo ferviente de contraer nupcias con su amada Bambie.

Los arrojó lejos de él –Te dejo ahora y para siempre, puedes estar con ese inquisidor, te dejo libre para estar con él– gruñe saliendo de ahí directo a su hogar, a enfrascarse en su hermana y en su problema con la muerte de su amigo del alma Eogan.

FIN

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