AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Apenas hemos comenzado a caminar [Privado +18]
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Apenas hemos comenzado a caminar [Privado +18]
Habían llegado a parís hace unas semanas, Castalia estaba ansiosa, no deseaba quedarse en ese lugar por mucho tiempo, las personas le miraban raro su color, al parecer era malo ser una mestiza como unos mocosos le habían siseado debajo de las faldas de sus madre que detrás de aquellos grandes abanicos ocultaban su rostros deformador por la impresión de ver a una de aquellas personas de la raza ser tan temeraria. Ella no pertenecía a la tierra, no le importaba a que clase social decían que ella pertenecía o por su color en que status debía ser, Castalia era mucho más valiente que varios hombres de la alta clase, fácilmente podría llegar a vencerlos en fuerza si se propondría a hacerlo, claro, solamente si eran aquellos emplumados bien vestidos que se creían que por tener una espada lujosa y tomar algunas prácticas con buenos maestros, ya eran expertos y podrían ir a la guerra. Ese tipo de personas no vivía mucho en el mundo de la Leona.
El cuerpo de aquella felina era más que envidiable y lo exhibía como ella lo deseaba, en esa ocasión se había puesto unos pantalones ajustados que elevaban su buenos glúteos y se pegaban a sus piernas como si esta fuera una segunda piel, las mismas botas gastadas de hace más de ocho años habían perdido su color negro en algunas partes, pero aun seguían buenas, según ella. Se había puesto una camisa blanca con un chaleco de cuero que ajustaba su torso y terminaba de levantar su busco, era como un corsé, pero no se comparaba en comodidad, aquello solamente se lo ponía para poder esconder algunos cuchillos en la parte de adelante, cerca de sus senos que estaban a la vista de todos, pues los primeros botones estaban abiertos por culpa del calor abrazador que estaba haciendo. Su bolsa especial de cuero se la puso en su cintura, en aquel lugar guardaba dos armas, pero la gente se escandalizaría las llevaba, así que a regañadientes se las quito.
-No puedo irme desarmada!- le replico a sus compañeros, un cambiaformas y un licántropo que le acompañaban. Los dos se miraron, si deseaba llevarlas, debía esconderla muy bien y el problema con esas ropas era que no tenia donde esconderlas. Ella reconocía esa mirada y pronto desistió dejando salir un leve gruñido –No, No me pondré una puta falda- indico ella sacando solamente una arma y ocultándola a un lado de su torso con otro colgante de cuero que uno de ellos le había prestado luego de que ella se los ordeno. Para ocultarlo se puso un chaleco largo, que le llegaba a las rodillas. Allí se veía nada, si ella no deseaba que se viera. Sonrió satisfecha, no debía ponerse una puta falda. Su cabello lo dejo alborotado y desaliñado como siempre.
El licántropo salió solo y ella acompañada del cambiaformas, luego de unos minutos, de forma discreta los tres personajes recorrieron caminos distintos para llegar a un mismo lugar. Iban en busca de las pistas para saber donde carajos estaba la pequeña muestra del tesoro de su padre, lo necesitaban, ya comenzaban a quedarse cortos de dinero y no deseaba comenzar a robar, pues no conocía bien el lugar. Había un viejo, aquel viejo le debía decir al menos tres palabras que sirvieran, pero antes de poder llegar al lugar predestinado ella y su compañero fueron interceptados por un grupo de hombres fornidos, en su rostro se veía aquel rasgos de ser matones, mercenarios por apenas unos pocos francos. –Esto está mal…- susurro ella a su compañero, quien asintió al oír las palabras de la leona. No quería utilizar su arma, sabía que debía haber traído la otra, pero gracias a sus inútiles compañeros no lo pudo hacer. Sonrió de medio lado, debían escapar, para el cambiante era fácil, solamente debía transformarse en su animal e irse de allí, pero para ella era aun más difícil.
Ella era hija de un pirata, astuta antes de nada, se fueron por donde llegaron, o eso fue lo que pareció, rápidamente se escondió en un pequeño callejón mugriento junto con su compañero, los hombre rápidamente se fueron hacia donde estaba la población más grande de personas mientras que Castalia y su hombre seguían su camino, pero rápidamente uno de ellos la divisó y llamo a los otros. –Trasformaste… nos vemos luego, yo me escapare de ellos más fácil si estoy sola- indico ella y el hombre atendió rápidamente para transformarse en su animal e irse de ese lugar, notablemente Castalia era el objetivo pues la siguieron aunque esta se había metido en un callejón concurrido y lleno de puestos. Su corazón comenzaba a acelerarse demasiado, debía detenerse por unos segundos a descansar, pero eso significaba que iba a ser atrapada. Su cuerpo no pudo dar completamente una vuelta y se golpeo con la pared que le daba la bienvenida a detenerse –Ahg… Maldita sea- gimió sujetándose el brazo. Tambaleo por unos momentos hasta que se detuvo para mirar hacia atrás… al parecer no la seguían –Ja… Idiotas! Nadie me puede ganar- dijo ella con su gran ego mientras se reincorporaba y movía su brazos que parecía estar bien.
El cuerpo de aquella felina era más que envidiable y lo exhibía como ella lo deseaba, en esa ocasión se había puesto unos pantalones ajustados que elevaban su buenos glúteos y se pegaban a sus piernas como si esta fuera una segunda piel, las mismas botas gastadas de hace más de ocho años habían perdido su color negro en algunas partes, pero aun seguían buenas, según ella. Se había puesto una camisa blanca con un chaleco de cuero que ajustaba su torso y terminaba de levantar su busco, era como un corsé, pero no se comparaba en comodidad, aquello solamente se lo ponía para poder esconder algunos cuchillos en la parte de adelante, cerca de sus senos que estaban a la vista de todos, pues los primeros botones estaban abiertos por culpa del calor abrazador que estaba haciendo. Su bolsa especial de cuero se la puso en su cintura, en aquel lugar guardaba dos armas, pero la gente se escandalizaría las llevaba, así que a regañadientes se las quito.
-No puedo irme desarmada!- le replico a sus compañeros, un cambiaformas y un licántropo que le acompañaban. Los dos se miraron, si deseaba llevarlas, debía esconderla muy bien y el problema con esas ropas era que no tenia donde esconderlas. Ella reconocía esa mirada y pronto desistió dejando salir un leve gruñido –No, No me pondré una puta falda- indico ella sacando solamente una arma y ocultándola a un lado de su torso con otro colgante de cuero que uno de ellos le había prestado luego de que ella se los ordeno. Para ocultarlo se puso un chaleco largo, que le llegaba a las rodillas. Allí se veía nada, si ella no deseaba que se viera. Sonrió satisfecha, no debía ponerse una puta falda. Su cabello lo dejo alborotado y desaliñado como siempre.
El licántropo salió solo y ella acompañada del cambiaformas, luego de unos minutos, de forma discreta los tres personajes recorrieron caminos distintos para llegar a un mismo lugar. Iban en busca de las pistas para saber donde carajos estaba la pequeña muestra del tesoro de su padre, lo necesitaban, ya comenzaban a quedarse cortos de dinero y no deseaba comenzar a robar, pues no conocía bien el lugar. Había un viejo, aquel viejo le debía decir al menos tres palabras que sirvieran, pero antes de poder llegar al lugar predestinado ella y su compañero fueron interceptados por un grupo de hombres fornidos, en su rostro se veía aquel rasgos de ser matones, mercenarios por apenas unos pocos francos. –Esto está mal…- susurro ella a su compañero, quien asintió al oír las palabras de la leona. No quería utilizar su arma, sabía que debía haber traído la otra, pero gracias a sus inútiles compañeros no lo pudo hacer. Sonrió de medio lado, debían escapar, para el cambiante era fácil, solamente debía transformarse en su animal e irse de allí, pero para ella era aun más difícil.
Ella era hija de un pirata, astuta antes de nada, se fueron por donde llegaron, o eso fue lo que pareció, rápidamente se escondió en un pequeño callejón mugriento junto con su compañero, los hombre rápidamente se fueron hacia donde estaba la población más grande de personas mientras que Castalia y su hombre seguían su camino, pero rápidamente uno de ellos la divisó y llamo a los otros. –Trasformaste… nos vemos luego, yo me escapare de ellos más fácil si estoy sola- indico ella y el hombre atendió rápidamente para transformarse en su animal e irse de ese lugar, notablemente Castalia era el objetivo pues la siguieron aunque esta se había metido en un callejón concurrido y lleno de puestos. Su corazón comenzaba a acelerarse demasiado, debía detenerse por unos segundos a descansar, pero eso significaba que iba a ser atrapada. Su cuerpo no pudo dar completamente una vuelta y se golpeo con la pared que le daba la bienvenida a detenerse –Ahg… Maldita sea- gimió sujetándose el brazo. Tambaleo por unos momentos hasta que se detuvo para mirar hacia atrás… al parecer no la seguían –Ja… Idiotas! Nadie me puede ganar- dijo ella con su gran ego mientras se reincorporaba y movía su brazos que parecía estar bien.
Castalia Birdwhistle- Esclavo
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Re: Apenas hemos comenzado a caminar [Privado +18]
Rashid echó la cabeza hacía atrás, apoyándola en el respaldo del sillón que se encontraba delante del escritorio . Observó vagamente el gran ventanal ,esta vez con las cortinas completamente abiertas . Se podía divisar con facilidad la llegada de la noche y con ella ,la llegada de la muerte. Supo nada mas ver el oscuro panorama que envejecía a París que aquella noche iba a ser peligrosa. El vampiro sintió un poco de nostalgia mientras miraba las nubes que ocultaba una estrella verde suspendida amorosamente en el horizonte: su Tierra, su hogar. Tuvo que sonreír sarcásticamente para sí en aquella biblioteca que solo estaba iluminada por una débil vela que luchaba en seguir iluminando la estancia. Rashid echaba de menos el calor de Marruecos, las noches que cobraban vida y el desierto que seguía sin poder sentirlo. Los paseos en camello solo lo practicaba por las noches debido a su condición y aun así su religión seguía intacta. Era ilógico pensar que un vampiro de 800 años ,que estaba cubierto de pecados, siguiese aquella religión tan drastrica y diferente. ¿La razón por la que lo hacía?. Se sentía humano de nuevo y ese vínculo no deseaba perderlo .
La tranquilidad del momento fue interrumpida por la voz de su mayordomo antes de entrar en la oscura biblioteca - ¡Mi Señor! - se escuchó el grito antes de poder abrir la puerta. Rashid frunció ambas cejas ,molesto por la interrupción de sus recuerdos (los cuales los mantenía intactos) . No se levantó del sillón cuando la puerta se abrió, tan solo dirigió la mirada hacía Pierre -¡ Por Aláh, Pierre! ¿Por qué alborotas mi casa de esta manera? - preguntó el vampiro con suma tranquilidad. La luz de la vela le otorgaba al vampiro un reflejo un poco macabro y enigmático, algo que asustó a su viejo amigo y mayordomo - Disculpe las molestias. Usted sabe que no le molestaría de ninguna manera a no ser que fuese importante - se disculpó Pierre con una reverencia ante Rashid.
- ¿ Que ocurre ? - preguntó a medida que se levantaba de su sillón sin preocupación alguna - Hay un hombre en el umbral de la puerta que no cesa en hablar y hablar en árabe, y usted sabe de sobra que no poseo los conocimientos sobre vuestra lengua. Esta agitado ,mi Señor ...muy agitado - Pierre estaba preocupado y eso preocupó también al vampiro. Una vez que se puso el abrigo , Rashid con el mismo porte serio se hizo paso y bajó las escaleras junto con Pierre. No artículo palabra alguna hasta llegar al susodicho hombre con Pierre detrás, fiel como un perro. Una vez cerca de la entrada Rashid se paró bruscamente al ver que era uno de sus hombres que se ocupaba con la mercancía de los venenos transportados a París desde Marruecos - Salamaleikum, Siri.. - saludo respetuoso Rashid. Siri ,era uno de sus hombres de confianza que se ocupaba con las cargas mas pesadas. Si algo pasaba con el transporte, era Siri el que se comía la bronca y los castigos de Rashid - Aleikum Salam - respondió de vuelta Siri con una inclinación ante el vampiro. Era un saludo musulmán y significaba " Que la paz este contigo" ,saludo imprescindible entre ellos - Pierre, déjanos solo.Yalla!Yalla! - el vampiro agitó la mano dos veces,indicando a su sirviente que se fuese de una vez. Pierre era el único de todos los criados que sabía lo que se traía entre manos . Con una simple y educada inclinación, Pierre se alejó dejando a solas a su Señor y al invitado - ¿Por qué estas tan alterado ,Siri? ¿Que a ocurrido? - a medida que hablaba su tono de voz era mas molesto y frío. Temía perder el tiempo y las mercancías por unos simples hombres que no eran capaces de llevar las riendas y buscar una solución palpable - Me acaban de comunicar que el barco que estamos esperando fue saqueado hace dos días nada mas partir de Marruecos - Siri hablaba solo en arabe, por lo tanto toda la conversación transcurrió en el mismo idioma . Rashid gruñó molesto al escuchar semejante problema.
Sin los pedidos, el dinero de los clientes iba a ser devuelto y perder un cliente era algo que no se lo podía permitir - ¡Haqkirin! - insultó entre dientes el vampiro - Siri, averigua quién a saqueado mi barco y si hace falta te vas de vuelta a Marruecos . Tenemos que conseguir otra mercancía , por el momento haz lo que te pido. Encarga cinco cajas llenas de aceite y bálsamos de allí mismo y cinco de los mismo frascos de veneno que perdimos. Mañana te vuelves a Marruecos y buscas toda la información sobre dicho barco .Yalla,yalla! ¿Que esperas? - tras pronunciar aquellas palabras Siri desapareció sin decir nada mas , a toda prisa . El vampiro suspiró exhausto ,aunque parecía imposible, Rashid estaba cansado de ver a sus hombres incapaces de pensar en soluciones - Pierre!Voy a salir, asegúrate de que todo este bien en mi casa . Lo que me faltaría serían problemas aquí - el vampiro salió intentando despejar su mente de las emociones negativas que rondaban a causa de los negocios. Necesitaba un paseo,una buena presa y relajarse antes del amanecer.
Hacía frío, el invierno no tardó en dejar caer unos cuantos copos blancos sobre las calles vacías. El vampiro no sentía aquello y el invierno no era su estación preferida. Provenía de tierras ardientes, un calor extremo y arenas movedizas . Sonrió nostálgico caminando y dirigiendo sus pasos hacía un grupo que no hacía mas que perseguir a otro grupo.
Los sensores del vampiro se pusieron alerta,completamente en rojo. Brusco, se paró y agudizo el oído y la mente. Unos cuantos hombres que parecían no tener vida, pensaban que iban a atrapar algo que era normal en París a las tantas de la noche: mujeres. " Cógela!Por allí,imbécil!" - Suficiente caballeros..demasiada diversión - murmuró para si adentrándose en el callejón con la rapidez de un rayo. Uno a uno fue rastreado por el vampiro y asesinado a sangre fría. Rashid siguió a la joven ,que era mucho mas valiente de lo que una dama podía llegar a ser. Eso despertó en el una tremenda curiosidad y no cesó hasta dar con ella en uno de los callejones sin salida. La observó unos minutos, de arriba abajo sin llegar a ser del todo macabra - ¿Esta usted segura,madame? - preguntó al fin el vampiro, escondido entre las sombras sin dejarse ver . Observó su figura esbelta y aquel color de piel tan exótico. Sonrió de medio lado , se parecía mucho a una de sus antiguas esposas .
{Disculpa mi tardanza y el %&% que me a salido,preciosa >_<}
La tranquilidad del momento fue interrumpida por la voz de su mayordomo antes de entrar en la oscura biblioteca - ¡Mi Señor! - se escuchó el grito antes de poder abrir la puerta. Rashid frunció ambas cejas ,molesto por la interrupción de sus recuerdos (los cuales los mantenía intactos) . No se levantó del sillón cuando la puerta se abrió, tan solo dirigió la mirada hacía Pierre -¡ Por Aláh, Pierre! ¿Por qué alborotas mi casa de esta manera? - preguntó el vampiro con suma tranquilidad. La luz de la vela le otorgaba al vampiro un reflejo un poco macabro y enigmático, algo que asustó a su viejo amigo y mayordomo - Disculpe las molestias. Usted sabe que no le molestaría de ninguna manera a no ser que fuese importante - se disculpó Pierre con una reverencia ante Rashid.
- ¿ Que ocurre ? - preguntó a medida que se levantaba de su sillón sin preocupación alguna - Hay un hombre en el umbral de la puerta que no cesa en hablar y hablar en árabe, y usted sabe de sobra que no poseo los conocimientos sobre vuestra lengua. Esta agitado ,mi Señor ...muy agitado - Pierre estaba preocupado y eso preocupó también al vampiro. Una vez que se puso el abrigo , Rashid con el mismo porte serio se hizo paso y bajó las escaleras junto con Pierre. No artículo palabra alguna hasta llegar al susodicho hombre con Pierre detrás, fiel como un perro. Una vez cerca de la entrada Rashid se paró bruscamente al ver que era uno de sus hombres que se ocupaba con la mercancía de los venenos transportados a París desde Marruecos - Salamaleikum, Siri.. - saludo respetuoso Rashid. Siri ,era uno de sus hombres de confianza que se ocupaba con las cargas mas pesadas. Si algo pasaba con el transporte, era Siri el que se comía la bronca y los castigos de Rashid - Aleikum Salam - respondió de vuelta Siri con una inclinación ante el vampiro. Era un saludo musulmán y significaba " Que la paz este contigo" ,saludo imprescindible entre ellos - Pierre, déjanos solo.Yalla!Yalla! - el vampiro agitó la mano dos veces,indicando a su sirviente que se fuese de una vez. Pierre era el único de todos los criados que sabía lo que se traía entre manos . Con una simple y educada inclinación, Pierre se alejó dejando a solas a su Señor y al invitado - ¿Por qué estas tan alterado ,Siri? ¿Que a ocurrido? - a medida que hablaba su tono de voz era mas molesto y frío. Temía perder el tiempo y las mercancías por unos simples hombres que no eran capaces de llevar las riendas y buscar una solución palpable - Me acaban de comunicar que el barco que estamos esperando fue saqueado hace dos días nada mas partir de Marruecos - Siri hablaba solo en arabe, por lo tanto toda la conversación transcurrió en el mismo idioma . Rashid gruñó molesto al escuchar semejante problema.
Sin los pedidos, el dinero de los clientes iba a ser devuelto y perder un cliente era algo que no se lo podía permitir - ¡Haqkirin! - insultó entre dientes el vampiro - Siri, averigua quién a saqueado mi barco y si hace falta te vas de vuelta a Marruecos . Tenemos que conseguir otra mercancía , por el momento haz lo que te pido. Encarga cinco cajas llenas de aceite y bálsamos de allí mismo y cinco de los mismo frascos de veneno que perdimos. Mañana te vuelves a Marruecos y buscas toda la información sobre dicho barco .Yalla,yalla! ¿Que esperas? - tras pronunciar aquellas palabras Siri desapareció sin decir nada mas , a toda prisa . El vampiro suspiró exhausto ,aunque parecía imposible, Rashid estaba cansado de ver a sus hombres incapaces de pensar en soluciones - Pierre!Voy a salir, asegúrate de que todo este bien en mi casa . Lo que me faltaría serían problemas aquí - el vampiro salió intentando despejar su mente de las emociones negativas que rondaban a causa de los negocios. Necesitaba un paseo,una buena presa y relajarse antes del amanecer.
Hacía frío, el invierno no tardó en dejar caer unos cuantos copos blancos sobre las calles vacías. El vampiro no sentía aquello y el invierno no era su estación preferida. Provenía de tierras ardientes, un calor extremo y arenas movedizas . Sonrió nostálgico caminando y dirigiendo sus pasos hacía un grupo que no hacía mas que perseguir a otro grupo.
Los sensores del vampiro se pusieron alerta,completamente en rojo. Brusco, se paró y agudizo el oído y la mente. Unos cuantos hombres que parecían no tener vida, pensaban que iban a atrapar algo que era normal en París a las tantas de la noche: mujeres. " Cógela!Por allí,imbécil!" - Suficiente caballeros..demasiada diversión - murmuró para si adentrándose en el callejón con la rapidez de un rayo. Uno a uno fue rastreado por el vampiro y asesinado a sangre fría. Rashid siguió a la joven ,que era mucho mas valiente de lo que una dama podía llegar a ser. Eso despertó en el una tremenda curiosidad y no cesó hasta dar con ella en uno de los callejones sin salida. La observó unos minutos, de arriba abajo sin llegar a ser del todo macabra - ¿Esta usted segura,madame? - preguntó al fin el vampiro, escondido entre las sombras sin dejarse ver . Observó su figura esbelta y aquel color de piel tan exótico. Sonrió de medio lado , se parecía mucho a una de sus antiguas esposas .
{Disculpa mi tardanza y el %&% que me a salido,preciosa >_<}
Rashid Sayf al Dîn- Vampiro Clase Alta
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Re: Apenas hemos comenzado a caminar [Privado +18]
Estaba feliz, siempre eran tan estúpidos, nunca un verdadero reto para ella, su cuerpo se agitaba, la adrenalina aun estaba en su torrente sanguíneo, recorría cada parte de su cuerpo con más rapidez, gracias a la agitación de su corazón. Pero poco a poco los caballos desesperados en su interior se iban calmando, miro a su alrededor, asegurándose que no la seguían para echarse a reír a grandes carcajadas, sintiéndose libre y sola de hacer mas locuras de la que estaba acostumbrada, ahora debía ir a buscarle ropa a su cambiante, estaba segura que merodeaba por allí desnudo en su forma animal y no deseaba ver un escándalo, ya casi no había personas por allí, la noche comenzaba a verse sombría y tenebrosa, pero aquello solamente le producía un cosquilleo aun más satisfactorio, siguió caminando, hasta encontrarse en un callejón, primero debía recuperar el aliento antes de seguir en su travesía. Su mirada seguía vigilando cualquier cosa que pudiera tomar a beneficio de su cambiante, prendas a al cómodo precio de gratis porque serian robadas.
Pasos, la asustaron, su cuerpo se tenso rápidamente y la adrenalina bombeo aun mas, no deseaba correr, pasaron los segundos y se molesto de gran forma, gracias a su buena visión e intuición, se dio cuenta que no era de uno de los hombres que la perseguía, ya su cuerpo se había preparado para luchar, no escaparía de allí sin darles una buena lección, pero ahora se sentía más tranquila, al menos era uno, pensaba analizando la situación, su cuerpo no se relajaba del todo, sus ojos se mantenían fijados en cualquier ruta, cualquier agarre que le diera la ventaja, pues sabiendo que era una mujer, que por desgracia no vestida mas femenino, era lo que era y no podría cambiarlo, así que debía ser aun mas astuta que los demás y aprovechar todo lo que tuviera cerca. Rápidamente frunció el ceño y se sintió como un felino mirando a otro, uno peligroso si no sabía cómo controlarlo, estaba entre las sombras, escondido, como buscando detallar bien a Castalia, antes de que ella lo viera bien. No podía percibir alguna emoción así que rápidamente lleno su mirada de amargura.
-¿Crees que necesito tu ayuda dulzura?- le miro trato de mirarle arriba abajo mientras ponía una de sus manos en su cadera y tomaba una posición algo descansada, con sus hombros hacia abajo, dejo salir un suspiro cuando sintió que su pecho estaba teniendo un movimiento demasiado irregular para su cuerpo, miro hacia un lado y escupió allí mismo en aquellas calles de piedra como haría un propio hombre, se relamió levemente sus labios carnosos para poder peso en su otra pierna, como si la otra le estuviera molestando, pero solamente era una maña de ella, su cabello estaba alborotado, se alzo la mano para luego acomodar sus mechas, aquellas mechas que no cortaba porque sus hombres no la dejaban, pues una mujer siempre sacaba de problemas a los hombres.
–No soy una pequeña cría que necesite protección. Se cuidarme sola- dijo tajante mientras le volvía a mirar con amargura, lo veia como si se tratara del más grande ignorante, pues para ella en ese momento lo era –Algo me dice que es más que pura pérdida de tiempo explicarte esto- dijo para luego girar en su propio eje y darle la espalda –Por cierto… Buenas ropas, me encantan, ten cuidado, tal vez pueda robártelas- le dijo para luego girar un poco su rostro y guiñarle el ojo de forma traviesa. Se volteo mirando al final de aquella callejuela, ahora bien, debía elegir a quien iba a robar. Habían algunos apartamentos, en donde podría entrar fácilmente, allí encontrar buena ropa y algo extra que podría tomar.
Pasos, la asustaron, su cuerpo se tenso rápidamente y la adrenalina bombeo aun mas, no deseaba correr, pasaron los segundos y se molesto de gran forma, gracias a su buena visión e intuición, se dio cuenta que no era de uno de los hombres que la perseguía, ya su cuerpo se había preparado para luchar, no escaparía de allí sin darles una buena lección, pero ahora se sentía más tranquila, al menos era uno, pensaba analizando la situación, su cuerpo no se relajaba del todo, sus ojos se mantenían fijados en cualquier ruta, cualquier agarre que le diera la ventaja, pues sabiendo que era una mujer, que por desgracia no vestida mas femenino, era lo que era y no podría cambiarlo, así que debía ser aun mas astuta que los demás y aprovechar todo lo que tuviera cerca. Rápidamente frunció el ceño y se sintió como un felino mirando a otro, uno peligroso si no sabía cómo controlarlo, estaba entre las sombras, escondido, como buscando detallar bien a Castalia, antes de que ella lo viera bien. No podía percibir alguna emoción así que rápidamente lleno su mirada de amargura.
-¿Crees que necesito tu ayuda dulzura?- le miro trato de mirarle arriba abajo mientras ponía una de sus manos en su cadera y tomaba una posición algo descansada, con sus hombros hacia abajo, dejo salir un suspiro cuando sintió que su pecho estaba teniendo un movimiento demasiado irregular para su cuerpo, miro hacia un lado y escupió allí mismo en aquellas calles de piedra como haría un propio hombre, se relamió levemente sus labios carnosos para poder peso en su otra pierna, como si la otra le estuviera molestando, pero solamente era una maña de ella, su cabello estaba alborotado, se alzo la mano para luego acomodar sus mechas, aquellas mechas que no cortaba porque sus hombres no la dejaban, pues una mujer siempre sacaba de problemas a los hombres.
–No soy una pequeña cría que necesite protección. Se cuidarme sola- dijo tajante mientras le volvía a mirar con amargura, lo veia como si se tratara del más grande ignorante, pues para ella en ese momento lo era –Algo me dice que es más que pura pérdida de tiempo explicarte esto- dijo para luego girar en su propio eje y darle la espalda –Por cierto… Buenas ropas, me encantan, ten cuidado, tal vez pueda robártelas- le dijo para luego girar un poco su rostro y guiñarle el ojo de forma traviesa. Se volteo mirando al final de aquella callejuela, ahora bien, debía elegir a quien iba a robar. Habían algunos apartamentos, en donde podría entrar fácilmente, allí encontrar buena ropa y algo extra que podría tomar.
Castalia Birdwhistle- Esclavo
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Re: Apenas hemos comenzado a caminar [Privado +18]
El vampiro relajó su cuerpo,no era una amenaza para el aunque el tenso cuerpo de la mujer parecía saltar en cualquier momento y arrancarle los ojos. Ese pensamiento le hizo sonreír ladino en la oscuridad. Se mantuvo quieto,en su posición sin moverse. Quería escuchar su voz,quería saber todo sobre ella , su pasado,su futuro y su presente. Cuando Rashid estaba impresionado de alguien por su personalidad, llegaba a los límites con ello. Era curioso,peor que un gato y por eso mismo deseaba saber todo sobre dicha mujer. Por Aláh que no entendía el porque estaba vestida de aquella manera. Todas las mujeres estaban a la última moda, se peleaban por los vestidos mas pomposos y sin embargo aquella mujer no lucía la típica prenda de las mujeres. Siguió analizándola desde su angulo, la piel que poseía era impresionante y no porque Rashid también tenía aquel color dorado si no que brillaba . Sus facciones ,impresionantes. Tenía pintas de haber visto mucho mas que París y mucho mas mundo que cualquier mujer que el vampiro hubiera conocido. Por unos momentos se la imaginó con un vestido pomposo ,el pelo negro y largo recogido en un moño y dejando caer descolocadamente unos rulos . Volvió a sonreír,esta vez largamente. Se vería preciosa pero no sería ella si no un espejismo - En ningún momento dije que la ayudaría - frío , empleó un tono frío. Por alguna extraña razón se sentía amenazado por dicha mujer. El vampiro cruzó sus brazos y ladeó el rostro observando la anatomía de la mujer. ¿Mujeriego?.No. Hombre. Cualquier hombre que tuviera tal mujer interesante pensaría en su anatomía. Y el vampiro no descartó ese pensamiento en ningún momento.
Le parecía de lo mas sensual y erótico ver a una mujer vestida de aquella manera y mas en aquella posición. Lo primero que hizo fue acariciar con la mirada la camisa con los botones desabrochados ,dejando ver el comienzo de sus senos.
- No soy ningún héroe ..- volvió a sisear desde la oscuridad bajando con la mirada ,analizando sus curvas con lujuria - No lo dudo - comentó tras escuchar su pequeño comentario de que no era una cría. El vampiro no dudaba,su pose como su...cuerpo tenso indicaban que podía cuidarse sola,por un tiempo. Era mujer,tenía que pensar con lógica. No todos pensaban que las mujeres eran creaciones de los dioses ,como lo hacía el vampiro - Pero se equivoca , ninguna mujer sabe cuidarse sola. Esas son habladurías - comentó de nuevo, igual de tajante que ella. Se ahorró los comentarios de ella, fríos igual que la piel del vampiro y se limitó en observar su cuerpo girado . Negó con lentitud la cabeza y con un movimiento rápido llegó detrás de ella - No me de la espalda, en cualquier momento podría masticarla - comentó divertido con una sonrisa arrancada del mismo infierno. Las palabras de ella provocaban al vampiro crear el juego de la noche, le encantaba los retos y los juegos . Con la misma rapidez y con una mano abrazó el abdomen de ella prohibiéndole el paso .Rashid agachó su rostro un poco, era de una estatura mas baja que el .Cerró los ojos y aspiró su aroma. Le recordaba al mar ,salado ,intranquilo ...
Eso le excitó bastante y sus colmillos se agrandaron de un segundo a otro . Lucían peligrosos . Forzó su mano ,agarrándola con mas fuerza y con un movimiento brusco pegó la espalda de ella en el fuerte pecho del vampiro. Encerró el tiempo por unos segundos, se adentró en cada poro de su piel mentalmente - Que sorpresa.. - susurró irónico aun detrás de ella,apretando el cuerpo e impidiéndole escapar - hueles a perro - asqueado hizo una mueca con sus labios y abrió los ojos con brusquedad.
-¿Dónde crees que vas? - preguntó incrédulo al sentir que intentaba escaquearse de sus garras .Las formalidades las abandonó en el momento que ella le dio la espalda . Llevó la otra mano hacía su cuello y con un simple movimiento de dedos ,apartó el cabello de ella dejando al descubierto una parte de su cuello - La incredulidad de los humanos..- susurró en su cuello,sin llegar a morderlo . En ningún momento la mujer vio el rostro de Rashid y por unos minutos no lo vería . Como dije antes ,el era el rey de los juegos - No forcejees,estate quieta - ordenó con un gruñido al sentir otra vez su cuerpo tensarse . Con la mano libre acarició su cuello mientras con un ligero movimiento ladeó el cuello de ella .Sujetó su cuerpo con fuerza - Te relajas ,bajas esos humos conmigo y te prometo que te soltaré y te dejaré ir sin un rasguño - sentenció con un siseo propio de un vampiro hambriento. Y sí,era mentira, una trampa.
Le parecía de lo mas sensual y erótico ver a una mujer vestida de aquella manera y mas en aquella posición. Lo primero que hizo fue acariciar con la mirada la camisa con los botones desabrochados ,dejando ver el comienzo de sus senos.
- No soy ningún héroe ..- volvió a sisear desde la oscuridad bajando con la mirada ,analizando sus curvas con lujuria - No lo dudo - comentó tras escuchar su pequeño comentario de que no era una cría. El vampiro no dudaba,su pose como su...cuerpo tenso indicaban que podía cuidarse sola,por un tiempo. Era mujer,tenía que pensar con lógica. No todos pensaban que las mujeres eran creaciones de los dioses ,como lo hacía el vampiro - Pero se equivoca , ninguna mujer sabe cuidarse sola. Esas son habladurías - comentó de nuevo, igual de tajante que ella. Se ahorró los comentarios de ella, fríos igual que la piel del vampiro y se limitó en observar su cuerpo girado . Negó con lentitud la cabeza y con un movimiento rápido llegó detrás de ella - No me de la espalda, en cualquier momento podría masticarla - comentó divertido con una sonrisa arrancada del mismo infierno. Las palabras de ella provocaban al vampiro crear el juego de la noche, le encantaba los retos y los juegos . Con la misma rapidez y con una mano abrazó el abdomen de ella prohibiéndole el paso .Rashid agachó su rostro un poco, era de una estatura mas baja que el .Cerró los ojos y aspiró su aroma. Le recordaba al mar ,salado ,intranquilo ...
Eso le excitó bastante y sus colmillos se agrandaron de un segundo a otro . Lucían peligrosos . Forzó su mano ,agarrándola con mas fuerza y con un movimiento brusco pegó la espalda de ella en el fuerte pecho del vampiro. Encerró el tiempo por unos segundos, se adentró en cada poro de su piel mentalmente - Que sorpresa.. - susurró irónico aun detrás de ella,apretando el cuerpo e impidiéndole escapar - hueles a perro - asqueado hizo una mueca con sus labios y abrió los ojos con brusquedad.
-¿Dónde crees que vas? - preguntó incrédulo al sentir que intentaba escaquearse de sus garras .Las formalidades las abandonó en el momento que ella le dio la espalda . Llevó la otra mano hacía su cuello y con un simple movimiento de dedos ,apartó el cabello de ella dejando al descubierto una parte de su cuello - La incredulidad de los humanos..- susurró en su cuello,sin llegar a morderlo . En ningún momento la mujer vio el rostro de Rashid y por unos minutos no lo vería . Como dije antes ,el era el rey de los juegos - No forcejees,estate quieta - ordenó con un gruñido al sentir otra vez su cuerpo tensarse . Con la mano libre acarició su cuello mientras con un ligero movimiento ladeó el cuello de ella .Sujetó su cuerpo con fuerza - Te relajas ,bajas esos humos conmigo y te prometo que te soltaré y te dejaré ir sin un rasguño - sentenció con un siseo propio de un vampiro hambriento. Y sí,era mentira, una trampa.
Rashid Sayf al Dîn- Vampiro Clase Alta
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Re: Apenas hemos comenzado a caminar [Privado +18]
“Como una categoría a priori, el principio de la acción está a la par con el principio de la causalidad (...) En el principio está el acto.”
Ludwig von Mises
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Era demasiada orgullosa como para admitir que un hombre pudiera ganarle, pero este no era un hombre normal lamentablemente, tal vez por eso se sentía como un felino, cuando ha encontrado a alguien aun más fuerte que el. Aun así, aunque su buena mente le advertía que debía mantener la guardia bien en alta, pero la desgraciada la ignoraba, como ignoraba todo los buenos consejos que siempre les daba sus mayores. Era muy altanera, muchos se preguntaban cómo es que sería viva aquella imprudente mocosa que jugaba a ser un pirata.
Sintió como su cuerpo fue atrapado con una gran velocidad, se sintió aprisionado, encarcelado y eso no le gusto, como fiera enfurecida se comenzó a mover, no debía sorprenderle lo agitada que estaba y la desesperación que tenia por escapar de sus garras aunque fuera algo virtualmente imposible. Sintió un escalofrió que comenzó en su cuello y termino envolviendo todo su cuerpo, sus ojos se abrieron en par en par y su cuerpo pareció paralizarse por la latente verdad. Su cuerpo no estaba frio, pero no emanaba ninguna señal de vida. Su corazón se agito aun mas, sintió van y ven tan frio que sus manos se congelaron, sus labios se volvieron pálidos, atentando con su postura rígida y orgullosa.
Aunque sabía lo que era, en sus ojos no había tanto temor, que pasaría a locura, mordió su labios, sintiendo que el miedo se convertiría en ira y comenzaría a maldecirlo hasta que las palabras dejaran de salir, por falta de voz. Sintió un relajo y sin pensarlo busco saltar hacia donde estaría la libertad, pero solamente logro sentir las cadenas que la mantenían en ese lugar. La parte de su cuello, se veía tan frágil con aquella gran mano cerca de ella, trago saliva, mientras sentía como la sensación de sus cabellos en su piel desaparecía. Su ceño fruncido, sus dientes, mordiendo su labio inferior, tratando de contener la ira y la frustración que en su cuerpo habitaban. Pero no podría mucho, dejo salir un jadeo, liberando su labio, que ya había vuelto el color.
-M-Maldito ser… si fueras un verdadero humano y no una vana imitación de él…- gruño por debajo, estaba furiosa de sentirse de tan bajo nivel –Seria diferente…- sintió como su cuello fue aun más expuesto -¿en serio…?- rio suavemente, aunque sabía que no era el momento para hacer eso –Eres un maldito cobarde, que destruye lo que no puede controlar, pobre de ti, me da asco saber que puedo morir en tus manos- trato nuevamente de buscar salir, pataleo un poco, hasta que se canso. Gimio desesperada, sintiéndose como cachorra definitivamente atrapada.
Castalia Birdwhistle- Esclavo
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El pataleo de ella no hacía mas que provocar al vampiro. Cerró sus parpados y se permitió llenar las fosas nasales con el aroma de ella. El olor a mar junto con la sangre correteando por sus venas le excitaba . "Respiró " cerca de su cuello ,apenas rozando los labios con el cuello de ella. Los poros de su piel sufrieron un van y ven de escalofríos y eso lo notó de un momento a otro. Sonrió lascivo haciendo mas fuerza en el agarre. Le fascinaba, excitaba y le encantaba provocar esas sensaciones en las mujeres que creían tener control sobre cualquier situación. Las cosas eran así:ninguna mujer había conseguido tener poder sobre el,al menos no desde que se convirtió en un muerto vagante. Y la que tenía acorralada no sería la excepción.
El vampiro era impaciente, quería probarla y eso le recordó de su primera vez al ser vampiro. Su hermana y amante, sufrió violación y "mordiscos" brutales por todo el cuerpo hasta la muerte. En aquel instante tenía los mismos deseo. Morder el cuello de ella y cada trozo de piel y luego entrar en ella con brutalidad. Ese era el punto débil del vampiro,al tener hambre o si le provocaban simplemente no respondía. Pobre de la muchacha que se aventuraba a entrar en su juego.
La mano que antes acariciaba el cuello fue bajando con desdén hasta llegar al comienzo de sus pechos . Le excitó sentir el latido de ella mas feroz y violento que antes. Seguramente lo habría notado ya que el tenía el cuerpo pegado al de ella - ¿Quieres hablar de imitaciones? -preguntó irónicamente mientras acariciaba uno de sus pechos por debajo de la camisa . Pataleó aun mas intentando zafarse de sus garras. Lo único que recibió del vampiro fue una risa burlona - No te comportas como una dama..rechazas esos tratos ..- susurró abriendo los ojos bruscamente - entonces que así sea..- sentenció pausadamente. Rashid parecía que iba a explotar del placer que le provocaba aquella mujer. Chasqueó la lengua en forma de negación - No no... no morirás - siguió acariciando un seno de ella con delicadeza - Te enseñaré lo que es respeto, Castalia - susurró y tras aquel susurro ,con la misma rapidez , le dio la vuelta para observar sus ojos sin soltar el agarre . El echo de saber su nombre era gracias a la telepatía - Quiero que me mires a los ojos cuanto tu cuerpo tiemble de dolor...- siseo pegando la espalda de ella contra la pared .
Pegó con brutalidad el cuerpo de el con el de ella y dirigió sus colmillos hacía el cuello de la susodicha - Tienes dos opciones.. - comenzó arañando con sus colmillos el cuello de ella - te suelto y acatas mis ordene..- dijo suavemente - o...prefieres que tome yo las riendas - finalizó levantando el rostro para atrapar su mirada . Por su bien,mejor acataría sus ordenes.
El vampiro era impaciente, quería probarla y eso le recordó de su primera vez al ser vampiro. Su hermana y amante, sufrió violación y "mordiscos" brutales por todo el cuerpo hasta la muerte. En aquel instante tenía los mismos deseo. Morder el cuello de ella y cada trozo de piel y luego entrar en ella con brutalidad. Ese era el punto débil del vampiro,al tener hambre o si le provocaban simplemente no respondía. Pobre de la muchacha que se aventuraba a entrar en su juego.
La mano que antes acariciaba el cuello fue bajando con desdén hasta llegar al comienzo de sus pechos . Le excitó sentir el latido de ella mas feroz y violento que antes. Seguramente lo habría notado ya que el tenía el cuerpo pegado al de ella - ¿Quieres hablar de imitaciones? -preguntó irónicamente mientras acariciaba uno de sus pechos por debajo de la camisa . Pataleó aun mas intentando zafarse de sus garras. Lo único que recibió del vampiro fue una risa burlona - No te comportas como una dama..rechazas esos tratos ..- susurró abriendo los ojos bruscamente - entonces que así sea..- sentenció pausadamente. Rashid parecía que iba a explotar del placer que le provocaba aquella mujer. Chasqueó la lengua en forma de negación - No no... no morirás - siguió acariciando un seno de ella con delicadeza - Te enseñaré lo que es respeto, Castalia - susurró y tras aquel susurro ,con la misma rapidez , le dio la vuelta para observar sus ojos sin soltar el agarre . El echo de saber su nombre era gracias a la telepatía - Quiero que me mires a los ojos cuanto tu cuerpo tiemble de dolor...- siseo pegando la espalda de ella contra la pared .
Pegó con brutalidad el cuerpo de el con el de ella y dirigió sus colmillos hacía el cuello de la susodicha - Tienes dos opciones.. - comenzó arañando con sus colmillos el cuello de ella - te suelto y acatas mis ordene..- dijo suavemente - o...prefieres que tome yo las riendas - finalizó levantando el rostro para atrapar su mirada . Por su bien,mejor acataría sus ordenes.
Rashid Sayf al Dîn- Vampiro Clase Alta
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Re: Apenas hemos comenzado a caminar [Privado +18]
Maldito vampiro de tez morena, que se pavoneaba de su bruta fuerza aumentada, por la maldición que había en su cuerpo, aquel cuerpo, que estaba detenido en el tiempo, tal vez por muchos siglos, aunque era difícil saberlo. El tenerlo tan cerca le producía nauseas, un asco mezclad con ira y frustración. Sabía que el peligro estaba cerca, teniendo tan cerca su cuello de sus labios, este parecía querer jugar con ella un tato, algo que lograba irritarla aun más. ¿Por qué no solamente era una bestia común y la mataba de una vez? No necesitaba sentirse de esa forma, le avergonzaba, la deshonraba completamente, su ego comenzaba a ser herido y eso era lo peor que le podría estar pasando
Ahora estaba allí, a merced de un demonio sin alma, que parecía tener ganas de jugar con ella y su cuerpo, pero las cosas no eran fáciles, ella no se dejaría fácilmente, no lo permitiría, cada fibra de su cuerpo se concentraría a reusarse y no rendirse jamás, tendría la frente en alto, pues eso era lo que le había enseñado la crueldad del mundo, mantener tu frente lo más alto posible, aunque estén a punto de morir. El sentir las manos frías recorrer su cuerpo, le hicieron temblar, entrecerró sus ojos, con mucha fuerza, mientras rechinaba sus dientes con impotencia, sentir que estaba haciendo lo que le viniera en gana, la hizo agarrar más fuerza, con furia se movió, tratando de quitar la mano masculina de su pecho — No me toques maldito — bramo, sintiendo que su cuerpo hervía de la ira.
-Ahg…- no podía evitar querer alejarlo. Su espalda sintió la pared y el acorralamiento la ponía mal, la desesperaba, hasta el punto de no saber con claridad que era lo que debía hacer en ese momento, no podía dejar de moverse, sintiendo como el hombre la sujetaba con más firmeza y fuerza, una fuerza que era sobrehumana y comenzaba a lastimarla. Su cabellos ocultaban su rostro, mientras podía sentir los pequeños dientecillos querer introducirse en su piel. Jadeo, mirado entre sus cabellos, los ojos del vampiro de tez morena…
— Solamente pido algo — dijo, buscando un poco de tiempo fuera, puso sus manos en cada hombro, mientras podía sentir la cercanía del hombre, tanto que hasta su sexo era restregado a su cuerpo, algo que la irritaba de sobremanera — Necesito saber el nombre… el nombre DEL MALDITO IMBECIL QUE TENGO AL FRENTE — grito sintiendo que le iba a dar algo si no lo insultaba, pero no se quedo con eso, le escupió en la cara, al tenerlo cerca no fallo, aun así no quedo contenta y proporciono un rodillazo hacia las partes nobles del hombre, no sabía si era un lugar sensible, siendo el vampiro, pero si moriría, moriría jodidamente feliz, por haberle pateado los testículos al desgraciado.
Ahora estaba allí, a merced de un demonio sin alma, que parecía tener ganas de jugar con ella y su cuerpo, pero las cosas no eran fáciles, ella no se dejaría fácilmente, no lo permitiría, cada fibra de su cuerpo se concentraría a reusarse y no rendirse jamás, tendría la frente en alto, pues eso era lo que le había enseñado la crueldad del mundo, mantener tu frente lo más alto posible, aunque estén a punto de morir. El sentir las manos frías recorrer su cuerpo, le hicieron temblar, entrecerró sus ojos, con mucha fuerza, mientras rechinaba sus dientes con impotencia, sentir que estaba haciendo lo que le viniera en gana, la hizo agarrar más fuerza, con furia se movió, tratando de quitar la mano masculina de su pecho — No me toques maldito — bramo, sintiendo que su cuerpo hervía de la ira.
-Ahg…- no podía evitar querer alejarlo. Su espalda sintió la pared y el acorralamiento la ponía mal, la desesperaba, hasta el punto de no saber con claridad que era lo que debía hacer en ese momento, no podía dejar de moverse, sintiendo como el hombre la sujetaba con más firmeza y fuerza, una fuerza que era sobrehumana y comenzaba a lastimarla. Su cabellos ocultaban su rostro, mientras podía sentir los pequeños dientecillos querer introducirse en su piel. Jadeo, mirado entre sus cabellos, los ojos del vampiro de tez morena…
— Solamente pido algo — dijo, buscando un poco de tiempo fuera, puso sus manos en cada hombro, mientras podía sentir la cercanía del hombre, tanto que hasta su sexo era restregado a su cuerpo, algo que la irritaba de sobremanera — Necesito saber el nombre… el nombre DEL MALDITO IMBECIL QUE TENGO AL FRENTE — grito sintiendo que le iba a dar algo si no lo insultaba, pero no se quedo con eso, le escupió en la cara, al tenerlo cerca no fallo, aun así no quedo contenta y proporciono un rodillazo hacia las partes nobles del hombre, no sabía si era un lugar sensible, siendo el vampiro, pero si moriría, moriría jodidamente feliz, por haberle pateado los testículos al desgraciado.
Castalia Birdwhistle- Esclavo
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Re: Apenas hemos comenzado a caminar [Privado +18]
- Pide de una puta vez, será tu último deseo …- dijo irritado al notar que intentaba ganar tiempo. Sintió el tacto cálido de sus manos sobre los hombros y se sintió amenazado de nuevo. ¿Qué demonios tenía aquella mujer para provocarle tantas inseguridades?. Escuchó sus palabras y por un momento se dejó llevar por el tono aterciopelado (fingido ) de la mujer. Mala idea . ¡Dos puntos para Castalia!
El vampiro se vio humillado, escupido y con un rodillazo en la parte intima. Gruñó apartándose. El dolor no era igual de fuerte pero si pudo sentir la chispa de un dolor pasajero . Llevó sus dedos al rostro para limpiarse y luego observó la saliva de ella. Aquello era repugnante. Una mujer que se permitió el lujo de escupir, humillar y pegar .Su orgullo marroquí fue destrozado al instante. Una cosa la tenía clara: Castalia sufriría el resto de sus días – Por las malas entonces… - gruñó tirándola al suelo con fuerza . Jugaría un rato más con ella y la haría tragar todo lo que había dicho y echo. En Marruecos las mujeres que intentaban defenderse verbalmente o rechazar sus raíces eran castigadas con unos cuantos latigazos. La sentencia que tenía para Castalia iba a ser de lo mas dolorosa. Recordaría la noche en la que un monstruo proveniente de tierras desérticas la violó y la torturó a más no poder. Con la misma rapidez con la que tiró el cuerpo de la morena al suelo, él no tardó en ponerse encima de ella . Pataleaba como ninguna otra con el estúpido intento de escapar pero los dos sabían la verdad; no escaparía y nadie la salvaría. Estaba pérdida y presa del pánico ante lo que podía causarle el musulmán.
El odio y el rencor de la morena alimentaban los deseos eróticos y violentos de Rashid.
Acarició sus senos con una mano mientras que la otra estaba ocupada en amarrar las manos de ella por encima de su cabeza. Se veía preciosa, el cabello caía ligeramente como una manta negra encima de la nieve y el contraste era tan perfecto como terrorífico . Abrió las piernas de ella con las rodillas con una fuerza sobrehumana , cuanto mas se resistía mas le haría daño . Hundió sus labios en el cuello ajeno y monstró peligrosamente sus colmillos en pequeños mordiscos .Recordaría aquella piel salada y ligeramente perfumada . Por unos segundos la mano que acariciaba sus senos cesó para romper los pantalones de la mujer (no tuvo que hacer ningún esfuerzo en ello ) y acto seguido desabrochó la cremallera de sus propios pantalones.
Castalia agitaba toda su existencia en el afán de escapar y no dejaba de insultarle a él y a toda su familia .Sinceramente tenia para rato, la familia de Rashid era bastante grande. Si ella supiese que todas las palabras que soltaba a gritos y gruñidos aumentaba la excitación de Rashid ,cesaría en aquel instante. El vampiro tomó su miembro en las manos y lo introdujo en ella de un solo golpe. No había marcha atrás, su victima sintió dolor o placer o no tenía ni la mas remota idea puesto a que estaba demasiado estrecha. Gimió aun más en su oído y logró susurrar – Más te opones ,más te dolerá – hizo un fuerte apretón en sus muñecas que de seguro iban a quedarle marcas unas cuantas semanas.
Embestiaba una y otra vez cada vez mas rápido, satisfaciendo su apetito sexual con el cuerpo frágil de la morena. Con la mano libre sujetaba sus caderas perfectamente delineadas para hacer mas presión. Rashid estaba dotado y eso le causaría mas daño a su victima debido a que las paredes internas de la vagina parecían desgarrarse con cada vaivén del vampiro. Levantó su rostro mordiéndose el labio inferior – Bésame si no quieres que esto vaya de…- interrumpió su frase al sentir un escalofrío inexplicable recorrer todo su cuerpo – mal en peor – logró finalizar acercando los labios a los de ella. Mordió el inferior con lentitud y lo succionó sin dejar de penetrarla con fuerza .La temperatura aumentaba ,su piel vagamente fría lograba camuflarse de las chispas ardientes de la excitación. Bajó la mano hacía sus glúteos lo que permitió levantar un poco más la cintura . Apretó,clavó las uñas y le dio una palmada en la nalga derecha . Convertiría a Castalia en su esclava todas las noches solo por el placer de verla sufrir .
{Más te vale poner de tu parte xDDD Sorry la tardanza y lo corto que me a quedado...prometo torturarte mejor :3 }
El vampiro se vio humillado, escupido y con un rodillazo en la parte intima. Gruñó apartándose. El dolor no era igual de fuerte pero si pudo sentir la chispa de un dolor pasajero . Llevó sus dedos al rostro para limpiarse y luego observó la saliva de ella. Aquello era repugnante. Una mujer que se permitió el lujo de escupir, humillar y pegar .Su orgullo marroquí fue destrozado al instante. Una cosa la tenía clara: Castalia sufriría el resto de sus días – Por las malas entonces… - gruñó tirándola al suelo con fuerza . Jugaría un rato más con ella y la haría tragar todo lo que había dicho y echo. En Marruecos las mujeres que intentaban defenderse verbalmente o rechazar sus raíces eran castigadas con unos cuantos latigazos. La sentencia que tenía para Castalia iba a ser de lo mas dolorosa. Recordaría la noche en la que un monstruo proveniente de tierras desérticas la violó y la torturó a más no poder. Con la misma rapidez con la que tiró el cuerpo de la morena al suelo, él no tardó en ponerse encima de ella . Pataleaba como ninguna otra con el estúpido intento de escapar pero los dos sabían la verdad; no escaparía y nadie la salvaría. Estaba pérdida y presa del pánico ante lo que podía causarle el musulmán.
El odio y el rencor de la morena alimentaban los deseos eróticos y violentos de Rashid.
Acarició sus senos con una mano mientras que la otra estaba ocupada en amarrar las manos de ella por encima de su cabeza. Se veía preciosa, el cabello caía ligeramente como una manta negra encima de la nieve y el contraste era tan perfecto como terrorífico . Abrió las piernas de ella con las rodillas con una fuerza sobrehumana , cuanto mas se resistía mas le haría daño . Hundió sus labios en el cuello ajeno y monstró peligrosamente sus colmillos en pequeños mordiscos .Recordaría aquella piel salada y ligeramente perfumada . Por unos segundos la mano que acariciaba sus senos cesó para romper los pantalones de la mujer (no tuvo que hacer ningún esfuerzo en ello ) y acto seguido desabrochó la cremallera de sus propios pantalones.
Castalia agitaba toda su existencia en el afán de escapar y no dejaba de insultarle a él y a toda su familia .Sinceramente tenia para rato, la familia de Rashid era bastante grande. Si ella supiese que todas las palabras que soltaba a gritos y gruñidos aumentaba la excitación de Rashid ,cesaría en aquel instante. El vampiro tomó su miembro en las manos y lo introdujo en ella de un solo golpe. No había marcha atrás, su victima sintió dolor o placer o no tenía ni la mas remota idea puesto a que estaba demasiado estrecha. Gimió aun más en su oído y logró susurrar – Más te opones ,más te dolerá – hizo un fuerte apretón en sus muñecas que de seguro iban a quedarle marcas unas cuantas semanas.
Embestiaba una y otra vez cada vez mas rápido, satisfaciendo su apetito sexual con el cuerpo frágil de la morena. Con la mano libre sujetaba sus caderas perfectamente delineadas para hacer mas presión. Rashid estaba dotado y eso le causaría mas daño a su victima debido a que las paredes internas de la vagina parecían desgarrarse con cada vaivén del vampiro. Levantó su rostro mordiéndose el labio inferior – Bésame si no quieres que esto vaya de…- interrumpió su frase al sentir un escalofrío inexplicable recorrer todo su cuerpo – mal en peor – logró finalizar acercando los labios a los de ella. Mordió el inferior con lentitud y lo succionó sin dejar de penetrarla con fuerza .La temperatura aumentaba ,su piel vagamente fría lograba camuflarse de las chispas ardientes de la excitación. Bajó la mano hacía sus glúteos lo que permitió levantar un poco más la cintura . Apretó,clavó las uñas y le dio una palmada en la nalga derecha . Convertiría a Castalia en su esclava todas las noches solo por el placer de verla sufrir .
{Más te vale poner de tu parte xDDD Sorry la tardanza y lo corto que me a quedado...prometo torturarte mejor :3 }
Rashid Sayf al Dîn- Vampiro Clase Alta
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Re: Apenas hemos comenzado a caminar [Privado +18]
“El alma descansa cuando echa sus lágrimas; y el dolor se satisface con su llanto.”
— Ovidio
— Ovidio
Se había alejado, un jadeo liberador salió de sus labios, sonrió ampliamente, quedándose mirando, aun arregostada en aquella fría pared, como el hombre gruñía por tal osadía, pero no era momento de disfrutar la reacción del vampiro, su cuerpo se tenso, preparado para huir o al menos eso pensó, pero antes de poder poner en movimiento uno de sus pies, ya hacia sido sujetada y tirada al piso con el poderío que el vampiro tenia, ahora era el suelo que sentía en su espalda, el cielo nocturno se abrió ante sus ojos, pero no duro mucho, una nube oscura estaba obstruyendo su vista, parpadeo un par de veces — ¿Qué demonios…?— pataleo, quiso escurrirse, alejarlo, pero todo era en vano. ¡En vano! Su desesperación comenzaba a nacer, ella, quien era una simple humana, no podría con tal bárbaro chupa sangre.
Qué asco era sentir su cuerpo tan cerca, su mano teniendo el descaro de tocar sus zonas más relevantes, que la definían como fémina, sus manos fueron sujetadas con firmeza, pero su cuerpo parecía no querer dar tregua, se retorcía, se movía de un lado a otro con la esperanza de quitarlo de encima, pero nada funcionada, comenzaba a sentir como sus ojos ardían, la angustia de pensar lo peor, la hacían producir lagrimas, que aun no se atrevían a salir, pero sus ojos brillosos comenzaban a amenazar por hacerlo. Su orgullo e integridad comenzaban a ser destruidos, sus piernas se abrieron, pero siempre buscaban mantenerse cerrada, sus músculos se tensaban hasta el punto de ser doloroso, aquella lucha, que parecía que perdería.
Sus colmillos, aquella punzadas en su cuello — ¡Déjame! ¡No! — grito, sintiendo que su voz se quebrantaba, su respiración se volvió pesada y comenzaba a gimotear, pero no se detenía, pronto su parte inferior quedo descubierta. — Maldito bárbaro, hijo de puta… detente — conjuraba, sin poder dejar de luchar, si lo hacía, si no se movía, buscando al menos un poco de resistencia, sentiría que moriría — Maldito tu y todos tus allegados, ancestros y familiares… maldito, maldito…— el insultarlo era lo único que la mantenía realmente tranquila, si no lo hacía sentía que podría romper en un llanto desgarrador. Su garganta se cerraba y sus ojos también, con cierta fuerza, que hacían ver los pliegues formados en sus parpados.
Y piso el infierno gracias a él, un grito desgarrador salió de sus labios, mientras sus ojos se abrían de par en par y unas lágrimas salían de ellos. Que doloroso era, había entrado sin permiso, sin que sus paredes estuvieran lubricadas, podía sentir un ardor, mezclado con un punzante dolor en sus paredes vaginales, las cuales trabajaban desesperados para crear fluido y hacer más llevadero su sufrimiento, pero ya el daño estaba hecho, no había como remediarlo trato de quedarse quieta, pero su cuerpo se estremecía de dolor, su espalda formaba un perfecto arco, mientras seguían las embestidas, con mas furia y rapidez que las anteriores, el dolor aumentaba y su resistencia disminuía, al final sus llantos se presentaron, acompañados de unos suaves gimoteos y gemidos. Sus paredes vaginales sufrían, su interior lo hacía.
— No quiero, déjame… por…— las lagrimas en sus ojos nublaban su visión, pero pudo percibir el aliento del contrario cerca de sus labios, sin pensarlo, se dejo llevar, disfrutando el beso, en el cual ahogaba los gemidos y estremecimientos que las embestidas lograban hacer, están no se había cesado, seguían allí, mientras su boca era obligada a besar la del vampiro con cierta pasión incontrolable, pero también por la desesperación de seguir en ese juego malévolo. Soltó sus labios, giro su rostro, tratando de evitar contacto con él, pero dejaba libre su cuello, de una forma, que parecía que se lo estuviera ofreciendo, para que se perdiera en el, todo lo que quisiera — Se lo suplico… por favor, ya no mas — suplicaba en llanto, en su mente pasaban miles de imágenes, ahora si se sentía como lo que realmente era, una negra sin posibilidades de ser algo distinto, siempre por debajo de los demás. Aun así pataleaba, en un vano intento de luchar, pero era casi imposible desear seguir luchando, cuando comienzas a pensar que es mejor morir.
Castalia Birdwhistle- Esclavo
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Re: Apenas hemos comenzado a caminar [Privado +18]
En sus manos, la inocencia de Castalia se había difuminado. La oscuridad lamía una penumbra debilitada por su opacidad por la escasa iluminación del callejón y,que impedía mantener contacto visual con ella. Insuficiente luz para satisfacer los deseos del vampiro ,devorar con sus pupilas cada trozo de aquella piel morena que no cesaba en matarlo de placer - Estoy esperando..- se escuchó decir deseando que su petición se cumpliera ,rompiendo los movimientos frenéticos y suavizándolos. Su voz sonaba exacta,firme, inconmovible ante un ornamentado dolor que atacaba las facciones de la mujer. Salió de ella una vez más, sintiendo el temblor que le había provocado el miembro viril . Cual Rey en su trono,cual Zar en su sitial , cual Sultán en su harén,cual Dios en su altar mayor,ÉL saboreó con gusto la dulzura de sus gritos y súplicas. Con semblante riguroso, casi con una crueldad divertida en su rostro la lascivia de su mirada rastreó como un perro de presa la desnudez de la morena .La miraba apetitoso,voraz ,ansioso ,con ojos aviados por poseerla de nuevo - Mírate...- susurró con voz ronca, con el deseo por descubrir todo su cuerpo y satisfacer el suyo propio, de alimentar su apetencia ,en una prolongada sacudida sin retorno.
- Has visto como puede ser por las malas...- volvió a hablar con voz aun más grave - pero me gustaría comprobar la forma en que tu cuerpo me concede la licencia de su placer - dijo en tono sugestivo, clavando sus pupilas en las de ella. Fue bajando con la mirada hacía su yugular, la cual se descubría presuntuosa, con una voluptuosidad escénica,casi teatral. El latido del corazón de Castalia ascendió hasta el, en un caudal vertiginoso,violento y apasionado ,que embestía su deseo de clavar los colmillos como un martillo de hierro - ¿Estás preparada para mi,Castalia? - le susurró al oído con voz queda. Pregunta retórica pero al menos las ansias del vampiro se suavizaron,debería agradecer el cambio. Fue besado y el vampiro tomó aquello como una respuesta ante su pregunta. Los labios de el se fundieron en un acto impetuoso,violento y cargado de una crueldad animal. La pasión de Rashid era salvaje, a veces despiadada ,insaciable e imposible de calmar.
Mientras una de sus manos masajeaba,friccionaba,acariciaba y pellizcaba sus glúteos ,la otra ,aferraba fuertemente las muecas, dejándolas prácticamente inmovilizadas, en perfecta disciplina,leales a su autoridad, insobornables a su dominio. Su endurecido miembro palpitaba contra el sexo de la mujer (que se encontraba fuera ), reclamando atención y pidiendo a gritos volver a entrar en ella. Con un movimiento preciso,empujó el glande sobre la húmeda y cálida entrada femenina hasta hundirlo muy adentro. Con largas y profundas embestidas, apretaba sus muñecas reclamando su cuerpo como suyo y de nadie más.Las estrechas y carnosas paredes vaginales le envolvían pero por otra parte le quería fuera . El placer era inmenso,la sensación de tener su carne dentro de la de ella solo era comparable al éxtasis que se sentía cuando uno cumplía con sus deseos. Lo único que se podía oír era el sonido que se producía cuando las carnes chocaban entre ellas, junto con ambas respiraciones agitadas. Y él, cada vez la penetraba con más fuerza ,más duro, con más impaciencia sin embargo el grito que amenazaba por salir de la garganta femenina, fue silenciado por los labios del vampiro, aprisionando con fuerza en un intento de que ella disfrutase como él lo hacía - Te soltaré cuando te entregues por completo a mi...- el tono de su voz pervertía sus palabras hasta viciar los sentidos de Castalia. Entre dientes, masticando con dulzor el mensaje, susurraba a su oído lo que iba a hacer con ella si no se entregaría a el y no disfrutaría, jurando sobre el libro pagano de su cuerpo hacerla bajar hasta los confines del Infierno.
- Has visto como puede ser por las malas...- volvió a hablar con voz aun más grave - pero me gustaría comprobar la forma en que tu cuerpo me concede la licencia de su placer - dijo en tono sugestivo, clavando sus pupilas en las de ella. Fue bajando con la mirada hacía su yugular, la cual se descubría presuntuosa, con una voluptuosidad escénica,casi teatral. El latido del corazón de Castalia ascendió hasta el, en un caudal vertiginoso,violento y apasionado ,que embestía su deseo de clavar los colmillos como un martillo de hierro - ¿Estás preparada para mi,Castalia? - le susurró al oído con voz queda. Pregunta retórica pero al menos las ansias del vampiro se suavizaron,debería agradecer el cambio. Fue besado y el vampiro tomó aquello como una respuesta ante su pregunta. Los labios de el se fundieron en un acto impetuoso,violento y cargado de una crueldad animal. La pasión de Rashid era salvaje, a veces despiadada ,insaciable e imposible de calmar.
Mientras una de sus manos masajeaba,friccionaba,acariciaba y pellizcaba sus glúteos ,la otra ,aferraba fuertemente las muecas, dejándolas prácticamente inmovilizadas, en perfecta disciplina,leales a su autoridad, insobornables a su dominio. Su endurecido miembro palpitaba contra el sexo de la mujer (que se encontraba fuera ), reclamando atención y pidiendo a gritos volver a entrar en ella. Con un movimiento preciso,empujó el glande sobre la húmeda y cálida entrada femenina hasta hundirlo muy adentro. Con largas y profundas embestidas, apretaba sus muñecas reclamando su cuerpo como suyo y de nadie más.Las estrechas y carnosas paredes vaginales le envolvían pero por otra parte le quería fuera . El placer era inmenso,la sensación de tener su carne dentro de la de ella solo era comparable al éxtasis que se sentía cuando uno cumplía con sus deseos. Lo único que se podía oír era el sonido que se producía cuando las carnes chocaban entre ellas, junto con ambas respiraciones agitadas. Y él, cada vez la penetraba con más fuerza ,más duro, con más impaciencia sin embargo el grito que amenazaba por salir de la garganta femenina, fue silenciado por los labios del vampiro, aprisionando con fuerza en un intento de que ella disfrutase como él lo hacía - Te soltaré cuando te entregues por completo a mi...- el tono de su voz pervertía sus palabras hasta viciar los sentidos de Castalia. Entre dientes, masticando con dulzor el mensaje, susurraba a su oído lo que iba a hacer con ella si no se entregaría a el y no disfrutaría, jurando sobre el libro pagano de su cuerpo hacerla bajar hasta los confines del Infierno.
Rashid Sayf al Dîn- Vampiro Clase Alta
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Fecha de inscripción : 15/08/2013
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Re: Apenas hemos comenzado a caminar [Privado +18]
Era un profundo dolor dentro de ella, la quemaba, la destrozaba a cada estocada que daba el vampiro, trataba de pensar que solamente era una pesadilla, eso no poda estar pasándole a ella, cerraba los ojos fuertemente, queriendo perder toda sensibilidad que hubiera en su cuerpo, pero la verdad era que sentía todo, como cada célula de su cuerpo se estremecía, por tal crueldad, no sentía que pudiera soportarla, moriría de la peor forma que hubiera podido imaginar. — ALEJATE… — grito con tanta fuerza, que la voz pareció irse de su cuerpo, haciendo que rompiera en un llanto incontrolable, mientras veía como el hombre seguía mirándola con aquella morbosidad, que la hacía querer sacarle los ojos, con sus mismas manos.
No, no lo estaba, nadie estaba preparado para eso, quiso negarse, pero sus labios habían quedado atrapados en un beso violento y pasional, sentía sus labios ser mordisqueados con violencia, mientras, trataba, siempre, de hacer algún movimiento, que le permitiera liberarse, pero no, estaba completamente atrapada, inmovilizada. Volvió a sentir la virilidad del vampiro dentro de ella, quiso gritar, pero el beso ahogo sus intensos, su cuerpo se movía por las embestías, sus senos iban a arriba hacia abajo con cada estocada dada con furia y sin compasión.
¿Cómo podría? Simplemente no lo podía hacer, estaba siendo violada, todo su cuerpo lo rechazaba, se atrevió a morder su labio inferior, con la suficiente fuerza, como para hacerlo sangrar, antes de que este se separara de ella — Solamente quiero que ya no me hagas sufrir más… por dios… — tenía la posibilidad de dejarse llevar y hacer lo que aquel hombre quisiera, pero no estaba segura si eso lograría, en sí, sacarla de este aprieto. ¿Cómo podría ella creer que todo cambiaria cuando se entregara?. Estaba siempre forcejeando, sintiendo como su interior era desgarrado, su cuerpo tenso, provocaba el estrechamiento de su zona íntima y notable dolor cuando el vampiro embestía.
Trato de relajarse, suspirar y dejar que todo siguiera el ritmo que el negro quisiera darle, pero no pudo, simplemente no pudo hacerlo y volvió a desesperarse mientras entraba a romper en un llanto desconsolador, mientras negaba enérgicamente, su cuerpo quería luchar, no podía darse el lujo de darse por vencida fácilmente, aunque supiera que no tenía las de ganas, tal vez era simplemente terquedad, pero sentía que era lo que la mantenía viva, que su importantísimo orgullo no muriera, en manos de aquel ser oscuro.
No, no lo estaba, nadie estaba preparado para eso, quiso negarse, pero sus labios habían quedado atrapados en un beso violento y pasional, sentía sus labios ser mordisqueados con violencia, mientras, trataba, siempre, de hacer algún movimiento, que le permitiera liberarse, pero no, estaba completamente atrapada, inmovilizada. Volvió a sentir la virilidad del vampiro dentro de ella, quiso gritar, pero el beso ahogo sus intensos, su cuerpo se movía por las embestías, sus senos iban a arriba hacia abajo con cada estocada dada con furia y sin compasión.
¿Cómo podría? Simplemente no lo podía hacer, estaba siendo violada, todo su cuerpo lo rechazaba, se atrevió a morder su labio inferior, con la suficiente fuerza, como para hacerlo sangrar, antes de que este se separara de ella — Solamente quiero que ya no me hagas sufrir más… por dios… — tenía la posibilidad de dejarse llevar y hacer lo que aquel hombre quisiera, pero no estaba segura si eso lograría, en sí, sacarla de este aprieto. ¿Cómo podría ella creer que todo cambiaria cuando se entregara?. Estaba siempre forcejeando, sintiendo como su interior era desgarrado, su cuerpo tenso, provocaba el estrechamiento de su zona íntima y notable dolor cuando el vampiro embestía.
Trato de relajarse, suspirar y dejar que todo siguiera el ritmo que el negro quisiera darle, pero no pudo, simplemente no pudo hacerlo y volvió a desesperarse mientras entraba a romper en un llanto desconsolador, mientras negaba enérgicamente, su cuerpo quería luchar, no podía darse el lujo de darse por vencida fácilmente, aunque supiera que no tenía las de ganas, tal vez era simplemente terquedad, pero sentía que era lo que la mantenía viva, que su importantísimo orgullo no muriera, en manos de aquel ser oscuro.
Castalia Birdwhistle- Esclavo
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