Mi Arte, Tu Arte, Sus Artes, Las Artes de Ellos...

por **Nathalie Vrolok** Jue Jul 04, 2013 8:02 pm

Caminaba por la calle rapidamente, pasando a empujones entre la cantidad de gente que aguantaba la Grande Parisine, yo iba llegando tarde hacia mi encuentro artístico de pinturas surrealistas con mis trabajos en mano....y veia que la gente se apelotonaba dentro del museo donde se exhibiría, para contemplar los diversos trabajos de artistas independientes, y/o los más famosos...grandes figuras del arte renacentista se divisaban en aquel salón principal.
Yo, una artista promedio, que comenzaba por primera vez una exposicion de ese tipo, con pinturas en acuarela y óleo, estaba en medio de esas personas que sabían mucho más que yo, de arte...
Solitariamente elegí un espacio para exhibir mis trabajos, mientras colgaba un cuadro, hecho a óleo de un diseño indescriptible, un individuo desconocido se acercó a observar mis trabajos....

-Eres apenas una principiante...-dijo en tono serio

Yo avergonzada, y con los nervios de punta me di vuelta y le respondí a tiritones: -Si señor, soy principiante...es mi primera exhibición-

-No entiendo lo que quieres expresar...eres solo un tipa confundida-finalizó y se fue.

El tipo ya me había sacado la neura, pues puse mucho de mi esfuerzo en las pinturas, si no le gustó mi arte tampoco debió haberme dicho nada…y menos mal que ya se había largado osino no le hubiera respondido de muy buena manera. Mientras pensaba en lo que aconteció, y resumía que: "estas cosas pasan..." Apareció otra persona y cabizbajo miré con vergüenza, estaba muy callada, y me pregunté si le molestaría mi silencio, si querría hacer alguna pregunta o decirme alguna cosa...

por **Maximo Daniro** Jue Jul 04, 2013 8:17 pm

Tome la toalla que estaba sobre la tina, me la enrollé en la cintura cuando estuve incorporado, había tenido un trabajo duro, y no por ser un cortesano, hoy trabaje duro en el campo, necesito dinero para los pañales, leche y despensa para mi familia, aunque gano bien en el burdel compro siempre lo necesario, pago prestamos que pido cuando el dinero no me alcanza y después, cuando tengo el dinero suficiente lo devuelvo, por esa razón trabajo duro, día y noche sin importar que me esté muriendo. Camine hasta adentrarme a mis aposentos, ese día llegue directo a mi casa, de todos modos era mi día libre en el burdel y quería descansar solamente, aunque no creo que pueda, mi familia está aquí mi hijo –En realidad no es mío, pero lo quiero como tal- Lloraría por comida, me siento culpable mi familia sufre a veces de hambre y no tengo los pantalones para comprarles un miserable pan.
-Debo de conseguir un tercer trabajo, no importa de qué y sobre todo no importa de que sea y a la hora, yo me las arreglare-Con esa motivación que tenía, decidí que en este día libre iba a conseguir o mejor dicho averiguar dónde podría trabajar, no importa si es duro, lo hare por mi familia.
Me cambie rápidamente y decidí salir, no dije nada a mi familia, simplemente me puse mis trapito más decentes y Salí a la calle para ver donde solicitaban alguien, a un empleado.
Me encontraba viendo cada apartado del centro de la ciudad, pero no, no había nada; me aleje de ahí e ingrese a un lugar un poco retirado, era la segunda vez que venía por estos rumbos, de repente mire el museo, las veces que venido a este lugar son con mis clientas, pero ahora no, ahora venía por mí solo, y así, me aventure a ese museo que me estaba llamando a gritos.

por **Nathalie Vrolok** Lun Jul 08, 2013 2:38 pm

Luego le observé detenidamente, y era un humano cualquiera, más tenía la mirada algo triste, y se perdía en mi pintura... esperaba a que me dijera algo, mas solo seguía guardando silencio. Entonces esperé un poco más....

Y le pregunté: -Dime.. que te parece?- dije con la calma que me caracteriza, y con el desplante relajado que siempre mostraba, más si.. yo ya deseaba ver correr su sangre saboreándola sobre mis labios.

Era un muchacho joven, yo no se si era su vestir o que, pero vi en él la típica clase pobre del humano. Ese que anda mendigando por doquier y que asusta a los que tienen mas calidad, por su manera desesperada de conseguir el pan a la boca de quizás los muchos otros que están esperándole en casa.

-...Dígame querido, le gusta el arte?- le pregunté tratándole con un poco más de dignidad debido al penoso ser, que veía antes mis ojos y que me producía un simple deseo de arrancarle la pobre vida que llevaba. Pero aún asi estaba concentrada más en mi exhibición que en mi deseos de sed de esas personas determinadas que pasaban por el museo en ese rato, asi como aquel muchacho.

Mi silencio era paciente, al igual que mi sed.. pero me detenía cada cierto momento en los ojos de aquel humano, me demostraban una gran historia detrás de los arapos. Una historia que quizás me produciría algun sentimiento distinto, como a la vez una simple lástima.

Comenzaba a extrañarme la situación que a su silencio solo desvié la mirada y limpiaba mis herramientas de trabajo con un pañuelo blanco especial, que dejaba la huella de las inspiraciones plasmadas y de la rabia contenida que se transformó en mis marcas de vida.

Y el seguía allí parado, observando en detalle todos los trazos de mi trabajo, escapando de alguna quizás "obligación", para desviar por un momento finito sus pensamientos, deleitarse en un placer artístico, aburriéndose de lo rutinario, pero siendo constante hacia una determinada lucha.

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