La casualidad ama el vino (Priv. Noam Howe)

por **Mauren Morgan** Jue Ago 01, 2013 9:25 am

No estaba seguro sobre que instrucciones les había dado mi amo a sus sirvientes respecto a mi, pero no me dejaban sólo ni a sol ni a sombra, incluso era difícil vagar bajo la forma de un gato siempre había alguno vigilando, impidiendo que me transformara. Si bien al inicio no me había molestado, ahora lo encontraba irritante, pero era inútil tratar reclamarles algo, respetaban y temían a Löwe lo suficiente para cumplir sus órdenes al pie de la letra sin importar lo que yo dijese o hiciera, así que solo fingía ignorarlos mientras continuaba con mis deberes. Limpie su recamara concienzudamente, cambie las sabanas, las cortinas del dosel, llene sus cajones con mudas limpias y lustre sus botas hasta que cada uno quedo reluciente, todo en un tiempo admirablemente corto para dedicar las horas restantes a mi magnifico plan de escape.

Durante el almuerzo dije sentirme mal, incluso tuve el atino de simular arcadas excusándome con ello para retirarme a descansar a mi recamara, allí prepare un bulto bajo las sabanas por si alguien decidía ir a verificar que continuase dentro y luego me escabullí por la ventana transformado en gato, tuve mucho cuidado de no ser visto por nadie hasta llegar a la muralla que rodeaba la propiedad, volviendo a mi forma humana me vestí con unas prendas que había ocultado en el tronco de un árbol, el resto fue demasiado sencillo, alcance la calle de un ágil salto y una vez fuera ya nadie pudo detenerme.

Por casualidad me encontré con unos jóvenes que se hallaban de juerga en la ciudad, me invitarlos a acompañarles a través de una travesía a través de la ciudad, la cual inicio con una función matinal en el teatro y tras otros varios destinos acabo en uno de los bares de la ciudad.

Mis recientemente amigos, bebían con entusiasmo botella tras botella de vino, asegurando que la velada apenas acabaría cuando el sol volviese a elevarse en el horizonte. Lo cual no hizo más que recordarme que me había demorado más de lo previsto, y que quizás no era mala idea acompañarlos hasta el amanecer y regresar a casa cuando mi amo hubiese regresado a su reposo.

por **Noam Howe** Vie Ago 02, 2013 3:08 pm

La puerta del local chirrió y la gente pudo ver cómo entraba un hombre de piel pálida ataviado con buenos ropajes, una capa que le llegaba por la cadera y caminaba con un bastón con una elaborada empuñadura de plata. Cualquiera con buena vista y algún conocimiento médico se daría cuenta que el uso del bastón no era necesario.

Howe pidió una bebida que se popularizó hacia la década de los 70 del siglo pasado, agua carbonatada con quinina mezclado con ginebra.

La taberna era bulliciosa, sobre todo por aquel grupo de jóvenes embriagados. Uno de ellos llamó la atención de Howe, un muchacho andrógino, rubio y de ojos verdes. No era la primera vez que veía esos ojos, igual eran imaginaciones suyas pero a su memoria volvieron esos recuerdos que creía ya olvidados.

Howe estaba confuso, aquel muchacho era un cambiaformas pero era demasiado parecido a aquella mujer que albergó en su útero a su hijo perdido. Sólo había una forma de averiguarlo. Se levantó y se dirigió a aquel grupo:

- Muchachos, creo que es hora de irse a casa - murmuró mirándoles fijamente y empleando sus habilidades vampíricas. Entonces se sentó y se dirigió al chico rubio - No, tú debes quedarte - murmuró - no deseo hacerte daño pero hay algo que debo hablar contigo, "cambiaformas". - dijo finalmente remarcando especialmente esa última palabra.

por **Mauren Morgan** Sáb Ago 03, 2013 8:25 am

Aquel sujeto había dispersado rápidamente a los humano con los que me encontraba dando fin a una noche que aun prometía bastante diversión, su aura era una que conocía bastante bien, la de un vampiro, sólo por eso me sentía tentado a seguir el mismo camino que mis amigos habían hecho e ignorar lo que sea que él desease decirme a pesar de mi curiosidad. Pero lo mejor era ser prudente, me encontraba sólo y sin ningún objeto de plata que pudiese utilizar como arma.

- No creo tener el placer de conocerlo – replique mientras cerraba mi mente a sus posibles intervenciones, no era inmune a sus poderes de persuasión pero si podía bloquear mis pensamientos - ¿Qué desea conversar? ¿Acaso quiere una opinión sobre cuál es el mejor vino del lugar? – sonreí acercando una copa a mis labios y bebiendo parte de su contenido – Este es bastante bueno, se lo recomiendo – empuje la copa en su dirección a través de la mesa.

Le clave la mirada, fija y antinaturalmente verde, demostrar cualquier temor era como sangrar cerca de un tiburón, sólo los animaba a atacar, en cambio esperaba que no me hubiese escogido como su cena y se marchara pronto sin causarme problemas, ya había tenido bastante para el resto de mi vida con aquel vampiro que casi me mata, no quería más de esa clase de líos, en especial porque no siempre mi amo llegaría en el momento preciso.

por **Noam Howe** Miér Ago 07, 2013 8:17 pm

Era él, tenía que serlo, el parecido era asombroso. Lo único que no le cuadraba a Howe era el hecho de que fuera un cambiaformas pero realmente esa era posiblemente la razón por la cual se veía tan joven tras 40 años de vida.

Howe estaba excitado, si era él de verdad no sabría ni qué decir ni qué hacer, no obstante su sangre aristócrata le ayudaba a mantener la compostura.

- El caso es que me recuerdas mucho a alguien así que me gustaría saber tu edad y sugiero que no me mientas, es un dato importante importante - le dijo usando ligeramente su habilidad de persuasión - también me gustaría preguntarte tu nombre y tus orígenes, quién fue tu madre y esas cosas.

Todo ello significaba, en caso de ser cierto, que aquella mujer era una cambiaformas también. ¿Habría tenido algo que ver con la desaparición del hijo? Entonces Howe recordó aquel gato del que le hablaron, el que se había colado en la finca y al que echaron, era sólo un cachorro pero Howe estaba fuera buscando a su hijo, se enteró varios días despues del asunto.

- Es demasiado tarde para lamentarse de aquello - pensó mientras esperaba respuesta del cambiaformas.

por **Mauren Morgan** Miér Ago 07, 2013 9:51 pm

No debería contestarle esas preguntas, el era un extraño y más que eso era un vampiro, ¿que haría con esa información? ¿Calcularía si soy adecuado para ser su cena? ¿O tendría alguna idea más retorcida como cazarme durante días a modo de diversión?, todo era probable cuando se trataba de vampiros. Pero no podía detener las palabras, estas fruyeron a través de mis labios con toda naturalidad.

- Mi nombre es Maurice Morgan - ¿necesitaba darle mi apellido? ¿Porque dije eso? - Tengo alrededor de 40 años y nací en Londres, supongo - me encogí de hombros, no estaba seguro de esa información, crecí allí junto a la vieja Eugene - No conozco a mis padres - oficialmente la lengua se me había soltado completamente ¿Seria por el vino? Yo creía estar bebiendo moderadamente, pero al parecer tenía suficiente alcohol en la sangre para decir cosas que no debería. - No se porque estas tan interesando, pero sea lo que sea te has equivocado, ya tengo dueño - Me cruce de brazos dándole una mirada desafiante, eso podría intimidarlo, o al menos esperaba que lo hiciera - Es alguien muy fuerte así que será mejor que no lo hagas enfadar haciendo algo estúpido.

Me incline hacia la mesa haciendo mi cabello a un lado intentando que viera la runa en mi nuca, aquella que mi amo me había dado para que todos supieran que le pertenecía.

- ¿Lo ves? Esa marca significa que estoy fuera de tus limites - Si algo tenían en común los pocos vampiros con los cuales había tratado es que eran bastante territoriales y por lo mismo evitaban meter sus narices en lo que pertenecía a otro, incluso algunos vivían con un montón de normas, aunque ese no parecía ser el caso de mi amo, el era lo bastante fuerte y antiguo para no tener que preocuparse de no ofender a un montón vampiros más jóvenes.

por **Noam Howe** Miér Ago 07, 2013 10:00 pm

- Esos malditos vampiros siempre causan problemas, ¿cierto? - murmuró Howe con una sonrisa sarcástica aunque por dentro estaba nervioso, bastante nervioso, 40 años era una casualidad demasiado acertada.

- Verás, lo pregunto porque me recuerdas a alguien, a una hermosa mujer de cabellos dorados y ojos verdes. Hace 40 años tuve un hijo con ella, un hermoso niño idéntico a su madre con una simpática mancha de nacimiento en forma de P situada en su muslo derecho, en la parte interior - Howe recordaba esa marca, un antojo de nacimiento era algo común, si aquel muchacho admitía tener la marca de nacimiento en aquel lugar no quedaría ninguna duda, el chico era su hijo.

- La cosa es que aquel hijo desapareció misteriosamente. Mi teoría es, ahora que como vampiro tengo otra perspectiva, es que aquel hijo se transformó en algún animal y fue expulsado por los criados, se habló durante unos días sobre un gato de pelaje anaranjado.

Los ojos de Howe comenzaron a humedecerse muy ligeramente de la emoción pues la posibilidad estaba ahí. - Por si has estado prestando atención, sospecho que ese niño perdido eres tú y yo, a pesar de ser ahora un vampiro, soy tu padre.

por **Mauren Morgan** Vie Ago 09, 2013 7:17 am

Tuve que repasar varias veces sus palabras en mi cabeza antes de lograr procesar lo que decía. ¿Mi padre? ¿Cómo era posible? Lucía tan joven, quizás solo unos años mayor que yo, claro que la mayoría de los vampiros tenía un aspecto juvenil pero siempre había pensado que si un día llegaba a encontrarme con el hombre que me engendro este sería otro cambiaformas y los años habrían hecho tal mella en él que no podía reconocerle a simple vista. Aquel hombre tampoco tenía ningún rasgo que pudiese asociar conmigo mismo, sin embargo ¿Cómo sabía de la mancha? Incluso lo del gatito anaranjado que habían expulsado de su casa era demasiado para tratarse de una coincidencia.

Abrí la boca sin lograr hacer que las palabras salieran, boqueando como un estúpido pez hasta que tome una de las copas y la vacié de un solo trago, el calor del vino descendiendo por mi garganta me ayudo a recuperarme de la sorpresa.

- ¿Quién eres? – le interrogue fijando mi mirada sobre el - ¿Es verdad lo que dices? ¿Qué harías si yo fuese ese niño que buscas? – cuando lo pensé mejor no estaba seguro de querer saber la respuesta a esas preguntas. Dios! Tengo 40 años ¿Necesito un padre a estas alturas? ¿Cómo el podría encajar en mi vida?.

Cuando era un niño desamparado en las calles de Londres, muchas veces desee contar con la protección de alguien, una persona que me amara y cuidará, pero estaba sólo, tuve que ver por mi mismo hasta que Löwe me encontró y me convirtió en su esclavo.

por **Noam Howe** Miér Sep 04, 2013 7:24 pm

El chico parecía alterado, Howe pudo ver que sus palabras como mínimo le sorprendieron pero necesitaba más que eso, necesitaba respuestas sinceras y directas por parte del cambiaformas.

- Mira - Howe carraspeó - son heridas que nunca llegaron a cerrarse. Han pasado muchas cosas en cuarenta años, incluída mi transformación en vampiro, ni siquiera yo sé cómo se supone que debo tomarme esto.

Howe estaba tentado de hurgar en su mente y leer sus secretos y sus pensamientos pero no lo hizo, si quería acercarse más al que podía ser su hijo debía hacerlo sin trucos mentales.

- Por eso te he preguntado y por eso desearía que me respondieras, el cómo se trate el tema a partir de entonces ya se verá - dijo. Se le veía nervioso, tratando de controlarse y de aparentar serenidad. El vino no ayudaba a mantener su mascarada.

por **Mauren Morgan** Vie Sep 06, 2013 8:53 pm

- Es posible... tengo la mancha que dices, si eso me hace tu hijo, pues lo soy - me levante con tanta brusquedad que la silla cayo detrás mío causando un gran estruendo - Pero aquí no hay nada que tratar - un conflicto se desataba en mi interior, el huérfano en mi interior, aquel que siempre lloraba su falta de orígenes deseaba quedarse allí, preguntar a ese hombre sobre su madre, sobre su familia, pero el hombre que era no quería involucrarse, mucho menos con un vampiro, sabia por propia experiencia que los malditos podían ser unos auténticos desalmados, si las historias que oí a lo largo de los años sobre chupasangres que se comían a su propia familia no hubiesen sido bastante para convencerme de que era una mala idea, mi encuentro con el llamado Colin hubiese saldado todas mis dudas.

Incluso mi amo me asustaba en ocasiones, más de una vez la furia en su mirada me hizo pensar que perdería alguna de mis nueve vidas.

No le di ninguna explicación, atravesé todo el lugar a pasos apresurados, poco me faltaba para correr, quizás lo haría cuando alcanzara la calle, por ahora me conformaba con lograr una considerable distancia.

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