AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
Espacios libres: 11/40
Afiliaciones élite: ABIERTAS
Última limpieza: 1/04/24
En Victorian Vampires valoramos la creatividad, es por eso que pedimos respeto por el trabajo ajeno. Todas las imágenes, códigos y textos que pueden apreciarse en el foro han sido exclusivamente editados y creados para utilizarse únicamente en el mismo. Si se llegase a sorprender a una persona, foro, o sitio web, haciendo uso del contenido total o parcial, y sobre todo, sin el permiso de la administración de este foro, nos veremos obligados a reportarlo a las autoridades correspondientes, entre ellas Foro Activo, para que tome cartas en el asunto e impedir el robo de ideas originales, ya que creemos que es una falta de respeto el hacer uso de material ajeno sin haber tenido una previa autorización para ello. Por favor, no plagies, no robes diseños o códigos originales, respeta a los demás.
Así mismo, también exigimos respeto por las creaciones de todos nuestros usuarios, ya sean gráficos, códigos o textos. No robes ideas que les pertenecen a otros, se original. En este foro castigamos el plagio con el baneo definitivo.
Todas las imágenes utilizadas pertenecen a sus respectivos autores y han sido utilizadas y editadas sin fines de lucro. Agradecimientos especiales a: rainris, sambriggs, laesmeralda, viona, evenderthlies, eveferther, sweedies, silent order, lady morgana, iberian Black arts, dezzan, black dante, valentinakallias, admiralj, joelht74, dg2001, saraqrel, gin7ginb, anettfrozen, zemotion, lithiumpicnic, iscarlet, hellwoman, wagner, mjranum-stock, liam-stock, stardust Paramount Pictures, y muy especialmente a Source Code por sus códigos facilitados.
Victorian Vampires by Nigel Quartermane is licensed under a
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en https://victorianvampires.foroes.org
Últimos temas
''Primer mes de vida'' [Privado]
3 participantes
Página 1 de 1.
''Primer mes de vida'' [Privado]
Me despierto con el sabor amargo de mis lágrimas, las que seguramente salieron de mí mientras soñaba con el suceso más horrible de mi vida; ya he perdido la cuenta de las veces que he tenido esa pesadilla, porque aunque sea real es eso, una pesadilla. Sinceramente, a veces prefiero quedarme despierta para no tener que soportar la sensación restante; es simplemente horrorosa: nauseas, mareos, ojos pegados y sobre todo tristeza. Lo que me hicieron aquel día no lo sabe nadie, nadie excepto yo, y que así sea para siempre. Es simple, no estoy por la labor de que se apiaden de mí, de que me consideren débil o de que me llamen ''pobrecita'' cada dos segundos, no lo soportaría.
Así pues aparto los cartones que me cubren a modo de sábana y me echo por encima un cesto con agua; por suerte pude ir a recoger un poco al río Sena el otro día y la verdad es que siempre se agradece un remojón para quitar la constante suciedad que cubre el cuerpo de personas como yo. Personas cuya casa es la calle y cuya mejor amiga es la soledad. ¿Para qué necesitamos otras personas? Sólo nos hacen sufrir, o al menos eso es lo que yo recuerdo de ellas, nada más. Digamos que mi contacto con la gente es nulo, ya no sé cómo tratarla. Algo somnolienta salgo del edificio en ruinas en el que había estado escondida tres días, presa del agobio -no del miedo- por haber sido descubierta en plena caza...más bien me pillaron con las manos en la masa. Aún estoy averiguando lo que soy, aún estoy asimilándolo; sólo sé que mientras la ciudad duerme yo estoy despierta...y que siempre que abro los ojos estoy sedienta de sangre, la ansío con todas mis ganas. No tengo la culpa, es algo que no puedo controlar... si no acabo rápidamente con esa sed mi agresividad aumenta; mal asunto.
No hay moros en la costa y es normal, a los humanos no les agrada deambular a las tantas de la noche, cuando sólo ves negro vayas donde vayas. Noche de Luna nueva es sinónimo de oscuridad, la oscuridad no es mala cuando te acostumbras a ella. Desde que empiezo a caminar soy consciente de que puede haber cazadores cerca, pero no puedo percibirlos porque aún no controlo estos extraños poderes que se me han concedido. Los cazadores me asustan, me aterrorizan de verdad...¿no he sufrido ya lo suficiente? Y lo peor es que odio tener que herirlos, pero de algún modo tengo que defenderme. Llevo un mes siendo lo que soy, una ''criatura de la noche'' porque eso es en lo que me han convertido; abrí los ojos y me encontraba en París..sola y dolorida pero a la vez más fuerte que nunca. Aquella noche estaba completamente segura de que moriría y al parecer alguien no quería eso.
Ando varios kilómetros hasta adentrarme en los callejones más retorcidos de la ciudad, un olor a putrefacción y basura invade mis desarrolladas fosas nasales; por suerte rebuscar entre los contenedores es algo secundario para mí en estos momentos, lo primordial es la sangre. Y a eso voy exactamente. Nunca me había planteado la idea de tener que depender de otras personas para vivir hasta el día que desperté siendo otra. Lo único que veo son borrachos y prostitutas, cada uno de ellos viviendo como puede; también me doy cuenta de que hay gente como yo pero echándose una siesta plácidamente. Paseo un poco más, algo incómoda por las continuas miradas y alguien se interpone en mi camino, agarrándome del brazo y trayéndome hacia él. Se trata de un hombre adulto, de unos treinta y tantos años; no para de decir cosas obscenas hasta que callo su boca asestándole un golpe en la cabeza lo suficientemente fuerte para dejarlo inconsciente y poder beber de él sin complicaciones. Obviamente todo esto lo hago apartada de cualquier otro humano -no voy a caer en la misma piedra dos veces- y dejo en aquel callejón al hombre -al que por cierto dejo vivo- para quedarme tumbada en el centro de París, más exactamente en un banco...observando el cielo estrellado mientras espero que el hambre se disipe. Se siente bien así.
Así pues aparto los cartones que me cubren a modo de sábana y me echo por encima un cesto con agua; por suerte pude ir a recoger un poco al río Sena el otro día y la verdad es que siempre se agradece un remojón para quitar la constante suciedad que cubre el cuerpo de personas como yo. Personas cuya casa es la calle y cuya mejor amiga es la soledad. ¿Para qué necesitamos otras personas? Sólo nos hacen sufrir, o al menos eso es lo que yo recuerdo de ellas, nada más. Digamos que mi contacto con la gente es nulo, ya no sé cómo tratarla. Algo somnolienta salgo del edificio en ruinas en el que había estado escondida tres días, presa del agobio -no del miedo- por haber sido descubierta en plena caza...más bien me pillaron con las manos en la masa. Aún estoy averiguando lo que soy, aún estoy asimilándolo; sólo sé que mientras la ciudad duerme yo estoy despierta...y que siempre que abro los ojos estoy sedienta de sangre, la ansío con todas mis ganas. No tengo la culpa, es algo que no puedo controlar... si no acabo rápidamente con esa sed mi agresividad aumenta; mal asunto.
No hay moros en la costa y es normal, a los humanos no les agrada deambular a las tantas de la noche, cuando sólo ves negro vayas donde vayas. Noche de Luna nueva es sinónimo de oscuridad, la oscuridad no es mala cuando te acostumbras a ella. Desde que empiezo a caminar soy consciente de que puede haber cazadores cerca, pero no puedo percibirlos porque aún no controlo estos extraños poderes que se me han concedido. Los cazadores me asustan, me aterrorizan de verdad...¿no he sufrido ya lo suficiente? Y lo peor es que odio tener que herirlos, pero de algún modo tengo que defenderme. Llevo un mes siendo lo que soy, una ''criatura de la noche'' porque eso es en lo que me han convertido; abrí los ojos y me encontraba en París..sola y dolorida pero a la vez más fuerte que nunca. Aquella noche estaba completamente segura de que moriría y al parecer alguien no quería eso.
Ando varios kilómetros hasta adentrarme en los callejones más retorcidos de la ciudad, un olor a putrefacción y basura invade mis desarrolladas fosas nasales; por suerte rebuscar entre los contenedores es algo secundario para mí en estos momentos, lo primordial es la sangre. Y a eso voy exactamente. Nunca me había planteado la idea de tener que depender de otras personas para vivir hasta el día que desperté siendo otra. Lo único que veo son borrachos y prostitutas, cada uno de ellos viviendo como puede; también me doy cuenta de que hay gente como yo pero echándose una siesta plácidamente. Paseo un poco más, algo incómoda por las continuas miradas y alguien se interpone en mi camino, agarrándome del brazo y trayéndome hacia él. Se trata de un hombre adulto, de unos treinta y tantos años; no para de decir cosas obscenas hasta que callo su boca asestándole un golpe en la cabeza lo suficientemente fuerte para dejarlo inconsciente y poder beber de él sin complicaciones. Obviamente todo esto lo hago apartada de cualquier otro humano -no voy a caer en la misma piedra dos veces- y dejo en aquel callejón al hombre -al que por cierto dejo vivo- para quedarme tumbada en el centro de París, más exactamente en un banco...observando el cielo estrellado mientras espero que el hambre se disipe. Se siente bien así.
Bridgette Anghelescu- Vampiro Clase Baja
- Mensajes : 87
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Edad : 25
Localización : Escondida por ahí.
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: ''Primer mes de vida'' [Privado]
Mientras caminaba por estas calles en las penumbras propias de la noche, meditaba sobre los muchos testimonios de la gente con la cual conversaba para obtener información de esas despreciables criaturas. En una oportunidad, encontré un señor que me hizo cuestionarme me labor como cazador. Me dijo palabras que reflexiono a diario y que retumban en mi cabeza:- “Las criaturas de la noche siempre traen un pasado oscuro consigo y matarlas no es más que salvarlas de su condena”-.
Si bien les hago un favor a esas criaturas, en base a lo que el señor me dijo, también cada criatura de las tinieblas que extermino, es dar la posibilidad de que mi gente pueda vivir en un lugar seguro y además puedo avanzar paso a paso, en mi sendero que conduce a mi venganza.
El silencio de la noche es realmente gratificante y colabora con mi solitario oficio, me sirve para concentrarme, calcular cada movimiento y no cometer ningún error.
En mi trayecto, me conduje por un callejón de París donde, casualmente, escuché unos pasos muy sutiles como si se tratase de una persona ebria. Sólo por el hecho de que las cercanías estaban demasiado desoladas, tomé la decisión de investigar; mientras que, paralelamente cargaba mi rifle con las balas de plata comencé a dar un paso más lento hacia donde provenía el tenue sonido…
La amplitud de la onda sonido aumentó y decreció de improviso en un instante e inmediatamente apresure el paso pero sin abandonar el sigilo. Fue entonces cuando vi una escena que me perturbó por un instante; una niña, muy hermosa por cierto, bebía la sangre de un sujeto de manera desenfrenada. –Así que el desplome del sujeto fue el sonido de hace un rato- pensaba en mi interior. No podía detenerme a observar por más tiempo el espectáculo y por no haberse percatado de mi presencia deduje que era un neófito del mundo de las tinieblas.
Inmediatamente cambié la posición donde estaba para aprovechar de buscar una mejor, que me permitiese tomar ventaja de la distancia que nos rodeaba. Pensaba en mi interior que, por ser una niña, podría perdonarle la vida pero a fin de cuentas no es posible porque tenía un deber que cumplir. – No por ser una niña le perdonaría la vida- Me dije para convencerme para luego tomar posición desde un edificio en ruinas de baja altura que servía para poder ocultarme y darme tiempo para apuntar a mi objetivo. La oscuridad me impedía observar bien a mi contendora, pero ella estaba muy ocupada saciando su hambre; aunque, para mi sorpresa, comenzó a moverse más tranquila hacia un banco donde finalmente se sentó a esperar.
Tan sólo 30 yardas me separaban de mi objetivo, una distancia mínima, pero el viento soplaba fuerte y mi anemómetro me permitió confirmarlo. –Si calculo mal, no podré llegar a su corazón- pensé en mi interior. Al momento de acomodar la mira, observé que la astuta infante se sitúo en lugar especialmente oscuro por lo que planeé una estrategia mejor. –Después de todo es una niña y como toda pequeña sentirá curiosidad por saber lo que dice este pedazo de papel. Aprovechando que la dirección del viento era la correcta, lancé el mensaje el cual cayó a una corta distancia de la muchacha la cual se percató e ello. Tal como estaba previsto la criatura se levantó y camino sigilosamente a ver qué era lo que en la tranquila noche cayó cerca de ella, mientras una sensación de temor le erizaba los pelos. Recogió la hoja con sus pequeñas manos y leyó: - ¿Sabías que los niños no deben salir tan tarde en la noche?... los vuelve muy vulnerables”-
Era tiempo, tan sólo debo disfrutar de la cálida sensación de presionar el gatillo.
Si bien les hago un favor a esas criaturas, en base a lo que el señor me dijo, también cada criatura de las tinieblas que extermino, es dar la posibilidad de que mi gente pueda vivir en un lugar seguro y además puedo avanzar paso a paso, en mi sendero que conduce a mi venganza.
El silencio de la noche es realmente gratificante y colabora con mi solitario oficio, me sirve para concentrarme, calcular cada movimiento y no cometer ningún error.
En mi trayecto, me conduje por un callejón de París donde, casualmente, escuché unos pasos muy sutiles como si se tratase de una persona ebria. Sólo por el hecho de que las cercanías estaban demasiado desoladas, tomé la decisión de investigar; mientras que, paralelamente cargaba mi rifle con las balas de plata comencé a dar un paso más lento hacia donde provenía el tenue sonido…
La amplitud de la onda sonido aumentó y decreció de improviso en un instante e inmediatamente apresure el paso pero sin abandonar el sigilo. Fue entonces cuando vi una escena que me perturbó por un instante; una niña, muy hermosa por cierto, bebía la sangre de un sujeto de manera desenfrenada. –Así que el desplome del sujeto fue el sonido de hace un rato- pensaba en mi interior. No podía detenerme a observar por más tiempo el espectáculo y por no haberse percatado de mi presencia deduje que era un neófito del mundo de las tinieblas.
Inmediatamente cambié la posición donde estaba para aprovechar de buscar una mejor, que me permitiese tomar ventaja de la distancia que nos rodeaba. Pensaba en mi interior que, por ser una niña, podría perdonarle la vida pero a fin de cuentas no es posible porque tenía un deber que cumplir. – No por ser una niña le perdonaría la vida- Me dije para convencerme para luego tomar posición desde un edificio en ruinas de baja altura que servía para poder ocultarme y darme tiempo para apuntar a mi objetivo. La oscuridad me impedía observar bien a mi contendora, pero ella estaba muy ocupada saciando su hambre; aunque, para mi sorpresa, comenzó a moverse más tranquila hacia un banco donde finalmente se sentó a esperar.
Tan sólo 30 yardas me separaban de mi objetivo, una distancia mínima, pero el viento soplaba fuerte y mi anemómetro me permitió confirmarlo. –Si calculo mal, no podré llegar a su corazón- pensé en mi interior. Al momento de acomodar la mira, observé que la astuta infante se sitúo en lugar especialmente oscuro por lo que planeé una estrategia mejor. –Después de todo es una niña y como toda pequeña sentirá curiosidad por saber lo que dice este pedazo de papel. Aprovechando que la dirección del viento era la correcta, lancé el mensaje el cual cayó a una corta distancia de la muchacha la cual se percató e ello. Tal como estaba previsto la criatura se levantó y camino sigilosamente a ver qué era lo que en la tranquila noche cayó cerca de ella, mientras una sensación de temor le erizaba los pelos. Recogió la hoja con sus pequeñas manos y leyó: - ¿Sabías que los niños no deben salir tan tarde en la noche?... los vuelve muy vulnerables”-
Era tiempo, tan sólo debo disfrutar de la cálida sensación de presionar el gatillo.
Claude Van Musschenbroek- Cazador Clase Alta
- Mensajes : 52
Fecha de inscripción : 21/08/2013
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: ''Primer mes de vida'' [Privado]
Apenas me da tiempo a tumbarme y algo llama mi atención...un avión de papel vuela en mi dirección, ¿quién lo había mandado? Algo confusa me agacho para cogerlo con mis pequeñas manos y abrirlo cuidadosamente, entonces lo leo: ‘’ ¿Sabías que los niños no deben salir tan tarde en la noche?... los vuelve muy vulnerables”. << Algo va mal >> Es lo que pienso al instante, y ese pensamiento va acompañado de una sensación extraña…como si mi cuerpo se hubiera convertido en piedra; sinceramente no sé cómo reaccionar, pero vuelvo a leerlo y cuando mis ojos ven la palabras ‘’vulnerable’’ y ‘’noche’’ no puedo evitar recordar la pesadilla que acababa de tener, que es algo que de verdad había sucedido. << ¡No, no quiero que me vuelvan a hacer daño! >>. Salgo corriendo sin rumbo, aunque acabo escondiéndome en una tubería…esperando estar a salvo y que no me encontrasen.
¿De verdad voy a estar bien aquí? << Soy tonta, ni siquiera miré de dónde provenía aquel avión >> .Aun así no puedo culparme…ya incluso tengo miedo de algo que desconozco, pero al parecer seguramente se trata de alguien muy macabro o un gracioso que quiere gastarme una broma de mal gusto, aunque me inclino más a pensar lo primero…no puedo bajar la guardia e infravalorar a lo que me enfrento. Me abrazo a mí misma en aquel pequeño lugar secreto…alguien quiere herirme…de nuevo. -Espera- ¿y si son cazadores que me habían visto hace unos minutos alimentarme del hombre? No, no puede ser…. << ¡He sido muy cuidadosa! ¿Cómo es posible? No quiero morir…no. ¡No puedo hacer otra cosa! >> Eso es lo que pienso mientras la impotencia vuelve a apoderarse de mí y siento millones de emociones a la vez; son demasiadas cosas en un mismo día.
De repente un recuerdo pasa por mi mente…una conversación con mi padre: ‘’Bridgette, ¿sabes por qué los seres humanos tenemos miedo a la oscuridad? Porque la muerte siempre se ha asociado con ella, con lo oscuro. Es decir, cuando tememos la oscuridad tememos a la muerte…y aquellos que no la temen se sienten a gusto viviendo entre las sombras ‘’. << Papá…. >> Entonces, rememorando aquellas palabras me doy cuenta de lo que yo siento… de que tengo miedo a la muerte. Pero técnicamente yo debería haber muerto hace un mes…no sé qué pensar. Un fuerte ruido me devuelve a la realidad, alguien está golpeando la tubería de metal en la que estoy resguardada. ¿Cuánto tiempo había pasado? Esta vez si había bajado la guardia y posiblemente el ruido esté siendo provocando por la misma persona que me envió aquella carta tan tétrica.
No puedo salir, presiento que si lo hago no voy a acabar muy bien. Sin embargo una mano me agarra de la camisa llena de suciedad y me saca fuera de la diminuta tubería; en ese momento no puedo evitar sentir una bola en la garganta. Un hombre no muy adulto me tiene sujetada fuertemente y me apunta con su arma… << ¡No quiero morir! >> No salen palabras de mi boca pero sí lo hacen las lágrimas de mis ojos…al sentirme acorralada y asustada por la expresión siniestra de mi atacante. Tengo miedo, tengo miedo…
¿De verdad voy a estar bien aquí? << Soy tonta, ni siquiera miré de dónde provenía aquel avión >> .Aun así no puedo culparme…ya incluso tengo miedo de algo que desconozco, pero al parecer seguramente se trata de alguien muy macabro o un gracioso que quiere gastarme una broma de mal gusto, aunque me inclino más a pensar lo primero…no puedo bajar la guardia e infravalorar a lo que me enfrento. Me abrazo a mí misma en aquel pequeño lugar secreto…alguien quiere herirme…de nuevo. -Espera- ¿y si son cazadores que me habían visto hace unos minutos alimentarme del hombre? No, no puede ser…. << ¡He sido muy cuidadosa! ¿Cómo es posible? No quiero morir…no. ¡No puedo hacer otra cosa! >> Eso es lo que pienso mientras la impotencia vuelve a apoderarse de mí y siento millones de emociones a la vez; son demasiadas cosas en un mismo día.
De repente un recuerdo pasa por mi mente…una conversación con mi padre: ‘’Bridgette, ¿sabes por qué los seres humanos tenemos miedo a la oscuridad? Porque la muerte siempre se ha asociado con ella, con lo oscuro. Es decir, cuando tememos la oscuridad tememos a la muerte…y aquellos que no la temen se sienten a gusto viviendo entre las sombras ‘’. << Papá…. >> Entonces, rememorando aquellas palabras me doy cuenta de lo que yo siento… de que tengo miedo a la muerte. Pero técnicamente yo debería haber muerto hace un mes…no sé qué pensar. Un fuerte ruido me devuelve a la realidad, alguien está golpeando la tubería de metal en la que estoy resguardada. ¿Cuánto tiempo había pasado? Esta vez si había bajado la guardia y posiblemente el ruido esté siendo provocando por la misma persona que me envió aquella carta tan tétrica.
No puedo salir, presiento que si lo hago no voy a acabar muy bien. Sin embargo una mano me agarra de la camisa llena de suciedad y me saca fuera de la diminuta tubería; en ese momento no puedo evitar sentir una bola en la garganta. Un hombre no muy adulto me tiene sujetada fuertemente y me apunta con su arma… << ¡No quiero morir! >> No salen palabras de mi boca pero sí lo hacen las lágrimas de mis ojos…al sentirme acorralada y asustada por la expresión siniestra de mi atacante. Tengo miedo, tengo miedo…
Bridgette Anghelescu- Vampiro Clase Baja
- Mensajes : 87
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Edad : 25
Localización : Escondida por ahí.
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: ''Primer mes de vida'' [Privado]
Si bien lo que planeé cuidadosamente; no salió de acuerdo a lo esperado, debo admitir que lo más excitante es sin duda la persecución. -Un vampiro jugando a ser una rata- pensé a tiempo de que saqué bruscamente a la pequeña criatura de la tubería en la cual se había escondido y la levanté en lo alto mientras la miraba con repudio y hacía presión sobre su garganta con las yemas de mis dedos y le apuntaba con mi arma – Es algo similar a lo que le hiciste a ese sujeto, ¿no? ¿Te agrada sentir lo mismo?- Le dije con tono amenazante a tiempo de que aumentaba la presión.
-Es sólo una niña, no conviene matarla aún, hacerlo sería un gesto benévolo de mi parte. No, es mejor que sufra en la oscuridad de su mundo arrepintiéndose cada noche de su miserable existencia- Meditaba en mi fuero interno. Sin embargo -Eso no quiere decir que no pueda torturarte un poco, ¿verdad?- Le dije en el oído con un tono malicioso cuando, paralelamente le clavaba varias de mis dagas en distintas partes de su cuerpo y escuchaba sus sollozos y excitantes gritos hasta asegurarme de que su cuerpo estaba inmóvil para proceder al evento principal. Su cuerpo extendido en un muro cercano, totalmente quieta producto de mis armas me hace recordar el simple hecho de colgar un cuadro en una muralla. Una daga en cada palma y debido a que pataleaba como la niña que en algún momento fue, me vi forzado a juntar sus pies y reducirla clavando otra más en ellos. – Deja de lloriquear, sabes que por tu asqueroso ser corre un poder que permite que sanes rápidamente, lo que te hago no son más que cosquillas, deberías reír como la niña que fuiste tiempo atrás-.
Mientras ella recuperaba la calma me dio tiempo para prender un cigarrillo y disfrutar de la noche que de manera fortuita me llevó a su encuentro. – Es una neófita sin duda… Un vampiro más poderoso ya me habría causado más problemas- Reflexioné a tiempo de que pisaba el cigarrillo y miraba a este infante. Sentía odio hacia ella. - ¿Odio?... no, le estaría dando demasiada importancia a un ser que no se lo merece- Me reí interiormente mientras tenía mis ojos clavados en ella como si con las dagas no hubiese sido suficiente.
-Ya es tiempo de ponernos serios, ¿no?- Aseveré mientras me alejaba y sacaba mi ballesta. –No logro comprender por qué no me pides que te mate rápidamente, pero siendo honesto me interesa averiguarlo- le dije para ver si lograba obtener algo de información para mis propósitos. -Hagamos un trato, si me dices algo que me sirva para mis intereses, no te mataré, en caso contrario mi flecha penetrará en tu corazón ¿justo, no?... Por cierto te daré un consejo dado que me siento benévolo: Dime todo lo que has aprendido en tu “nueva existencia” hasta toparme conmigo- Le dije a tiempo de que mi ballesta apuntaba a su único punto vital.
-Es sólo una niña, no conviene matarla aún, hacerlo sería un gesto benévolo de mi parte. No, es mejor que sufra en la oscuridad de su mundo arrepintiéndose cada noche de su miserable existencia- Meditaba en mi fuero interno. Sin embargo -Eso no quiere decir que no pueda torturarte un poco, ¿verdad?- Le dije en el oído con un tono malicioso cuando, paralelamente le clavaba varias de mis dagas en distintas partes de su cuerpo y escuchaba sus sollozos y excitantes gritos hasta asegurarme de que su cuerpo estaba inmóvil para proceder al evento principal. Su cuerpo extendido en un muro cercano, totalmente quieta producto de mis armas me hace recordar el simple hecho de colgar un cuadro en una muralla. Una daga en cada palma y debido a que pataleaba como la niña que en algún momento fue, me vi forzado a juntar sus pies y reducirla clavando otra más en ellos. – Deja de lloriquear, sabes que por tu asqueroso ser corre un poder que permite que sanes rápidamente, lo que te hago no son más que cosquillas, deberías reír como la niña que fuiste tiempo atrás-.
Mientras ella recuperaba la calma me dio tiempo para prender un cigarrillo y disfrutar de la noche que de manera fortuita me llevó a su encuentro. – Es una neófita sin duda… Un vampiro más poderoso ya me habría causado más problemas- Reflexioné a tiempo de que pisaba el cigarrillo y miraba a este infante. Sentía odio hacia ella. - ¿Odio?... no, le estaría dando demasiada importancia a un ser que no se lo merece- Me reí interiormente mientras tenía mis ojos clavados en ella como si con las dagas no hubiese sido suficiente.
-Ya es tiempo de ponernos serios, ¿no?- Aseveré mientras me alejaba y sacaba mi ballesta. –No logro comprender por qué no me pides que te mate rápidamente, pero siendo honesto me interesa averiguarlo- le dije para ver si lograba obtener algo de información para mis propósitos. -Hagamos un trato, si me dices algo que me sirva para mis intereses, no te mataré, en caso contrario mi flecha penetrará en tu corazón ¿justo, no?... Por cierto te daré un consejo dado que me siento benévolo: Dime todo lo que has aprendido en tu “nueva existencia” hasta toparme conmigo- Le dije a tiempo de que mi ballesta apuntaba a su único punto vital.
Claude Van Musschenbroek- Cazador Clase Alta
- Mensajes : 52
Fecha de inscripción : 21/08/2013
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: ''Primer mes de vida'' [Privado]
No es para nada justo, no es justo todo por lo que tengo que pasar. No puedo cerrar los ojos un segundo porque el peligro acecha en todos lados, no puedo ser débil en un mundo donde todos quieren comerme…no puedo vivir en armonía. La mirada de aquel hombre me convierte en piedra y mis ojos se llenan de lágrimas cuando comienza a hacerme daño, haciendo uso de sus músculos entrenados. – Y-yo…lo dejé vivo…no lo maté- contesto con dificultad mientras soy llevada como una marioneta a otro lugar.
Terror, pavor, pánico, horror, aprensión, recelo…tantas palabras para expresar una misma emoción: el miedo. Ahí estoy, colgada como si de un cuadro se tratase…gritos de dolor y desesperación resuenan por los callejones de París; el desconocido parece poseer infinitas armas contra seres como yo…de esta forma puedo averiguar que no tengo delante a un novato. Puedo sentir como una especie de cuchillos atraviesan la fina capa de mi piel, desperdigando buena cantidad de sangre por el lugar. << Duele… ¡duele! >> empiezo a patalear la pared como un niño enfurruñado, como si eso me fuera a salvar. Entonces, como si no tuviera suficiente, el hombre atrapa mis pies y los retiene con otro cuchillo más; aquello me hace soltar otro chillido, y es que mi cuerpo aún no posee la resistencia de un vampiro…dado que llevo sólo un mes siendo uno. << Esto no puede ser el fin… >>.
De alguna forma siempre se me dio bien averiguar el carácter de una persona con tan sólo mirarla…no es un poder, pero es un don que se me ha concedido. Así pues, observo sus expresiones y gestos, su forma de mirar… ésta persona no es moco de pavo, disfruta con el dolor ajeno…es más, le excita. Además es fiel a su objetivo y hasta que no acaba con él no está satisfecho.
La situación se calma un poco…aunque aún puedo sentir el horrible dolor de aquellas armas incrustadas en mi frágil cuerpo. Sin embargo la paz parece durar unos segundos, pues como por arte de magia el desconocido saca una ballesta -ésta arma si la reconozco porque en Rumanía la utilizan mucho para cazar en los bosques-. Si las flechas que disparan van hacia mi corazón…estoy muerta. << ¡¿MUERTA?! Aún tengo muchas aventuras que vivir, muchas cosas que sentir y averiguar…no, no puedo morir. >> . Bien, parecía que me está ofreciendo cierta ventaja, una oportunidad para salvar mi trasero. Ante todo tengo que ser sincera y cuidar mis palabras; así, entre sollozos le explico mi situación y porqué debería seguir viviendo. No es que me guste contar mi vida a extraños, pero… no puedo andarme con tonterías, no si quiero sobrevivir.
- Llevo un mes siendo lo que soy…no lo elegí, alguien me convirtió cuando estaba a punto de morir. Unos hombres me violaron y apalearon en Rumanía –de donde vengo- y luego, medio muerta me llevaron hasta París…dejándome en algún lugar perdido donde me encontró el ser que no conozco. Yo…hago lo que puedo para entender todo en lo que me han convertido. – cuento todo esto con lágrimas en mis ojos; es lo que pasa cada vez que recuerdo el fatídico hecho y es que además sucedió hace nada. –Por favor…no me mates. Yo…aún hay muchas cosas que tengo que aprender y ver…Durante éste mes he aprendido que no puedo estar bajo la luz solar, que necesito de sangre humana para sobrevivir…que nunca creceré- un suspiro sale de mí y deseo que aquel hombre me deje vivir.
Terror, pavor, pánico, horror, aprensión, recelo…tantas palabras para expresar una misma emoción: el miedo. Ahí estoy, colgada como si de un cuadro se tratase…gritos de dolor y desesperación resuenan por los callejones de París; el desconocido parece poseer infinitas armas contra seres como yo…de esta forma puedo averiguar que no tengo delante a un novato. Puedo sentir como una especie de cuchillos atraviesan la fina capa de mi piel, desperdigando buena cantidad de sangre por el lugar. << Duele… ¡duele! >> empiezo a patalear la pared como un niño enfurruñado, como si eso me fuera a salvar. Entonces, como si no tuviera suficiente, el hombre atrapa mis pies y los retiene con otro cuchillo más; aquello me hace soltar otro chillido, y es que mi cuerpo aún no posee la resistencia de un vampiro…dado que llevo sólo un mes siendo uno. << Esto no puede ser el fin… >>.
De alguna forma siempre se me dio bien averiguar el carácter de una persona con tan sólo mirarla…no es un poder, pero es un don que se me ha concedido. Así pues, observo sus expresiones y gestos, su forma de mirar… ésta persona no es moco de pavo, disfruta con el dolor ajeno…es más, le excita. Además es fiel a su objetivo y hasta que no acaba con él no está satisfecho.
La situación se calma un poco…aunque aún puedo sentir el horrible dolor de aquellas armas incrustadas en mi frágil cuerpo. Sin embargo la paz parece durar unos segundos, pues como por arte de magia el desconocido saca una ballesta -ésta arma si la reconozco porque en Rumanía la utilizan mucho para cazar en los bosques-. Si las flechas que disparan van hacia mi corazón…estoy muerta. << ¡¿MUERTA?! Aún tengo muchas aventuras que vivir, muchas cosas que sentir y averiguar…no, no puedo morir. >> . Bien, parecía que me está ofreciendo cierta ventaja, una oportunidad para salvar mi trasero. Ante todo tengo que ser sincera y cuidar mis palabras; así, entre sollozos le explico mi situación y porqué debería seguir viviendo. No es que me guste contar mi vida a extraños, pero… no puedo andarme con tonterías, no si quiero sobrevivir.
- Llevo un mes siendo lo que soy…no lo elegí, alguien me convirtió cuando estaba a punto de morir. Unos hombres me violaron y apalearon en Rumanía –de donde vengo- y luego, medio muerta me llevaron hasta París…dejándome en algún lugar perdido donde me encontró el ser que no conozco. Yo…hago lo que puedo para entender todo en lo que me han convertido. – cuento todo esto con lágrimas en mis ojos; es lo que pasa cada vez que recuerdo el fatídico hecho y es que además sucedió hace nada. –Por favor…no me mates. Yo…aún hay muchas cosas que tengo que aprender y ver…Durante éste mes he aprendido que no puedo estar bajo la luz solar, que necesito de sangre humana para sobrevivir…que nunca creceré- un suspiro sale de mí y deseo que aquel hombre me deje vivir.
Bridgette Anghelescu- Vampiro Clase Baja
- Mensajes : 87
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Edad : 25
Localización : Escondida por ahí.
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: ''Primer mes de vida'' [Privado]
Mis sospechas habían resultado ser ciertas: una neófita con una triste historia.
—Así y todo aún eres “humana” en cierta forma, tan sólo te saciaste y procuraste dejarlo con vida — Le dije a tiempo de que bajaba el arma —No hay peligro; no en su estado actual — pensé.
Debía pensar en algo rápido y no disponía de mucho tiempo, dado que si se recuperaba constituiría un problema. Cerré mis ojos y repasé los acontecimientos vividos: una neófita de un mes de vida que con suerte había experimentado la infancia antes de que su existencia diera un giro hacia las tinieblas y que tenía el valor para enfrentarlas.
— Admirable debo admitir— me dije al mismo tiempo que veía a la muchacha colgando— No me sirve en absoluto y no tiene información que no haya sabido antes… Todo indica que debo matarla, pero aún así ella dejó con vida a ese hombre; por tanto, si mato a la muchacha, el único asesino terminaría siendo yo y eso no sería correcto. Yo sólo soy un asesino de asesinos, no de alguien que tan sólo intenta sobrevivir.
Por otro lado no podía dejar la oportunidad de toparme con un ser de las tinieblas que había nacido hacía tan poco tiempo.
— Puedo aprender mucho de ella, sin mencionar que podría servirme como fuente de información en su relación con otros vampiros y así aprender más de su especie — Reflexioné a tiempo de que abría mis ojos nuevamente para encontrarla tal cual la había dejado hacía unos minutos. — Muy bien, te tengo una propuesta y a cambio de ello serás libre— le dije con voz firme mientras sacaba el rifle para elevar su mentón y asegurarme de que me miraba lúcidamente: —Si quieres que te libere; si quieres vivir, tendrás que ser mis ojos en tu mundo, tendrás que aprender de los tuyos tal y como me mencionaste antes, y decirme lo que aprenderás. Serás mi fuente de información, ¿comprendes?
Aquellas fueron mis últimas palabras antes de bajar el rifle para nuevamente sacar la ballesta por precaución. La noche se calmó de golpe y un silencio perturbador hizo que la muchacha se estremeciera una vez más. En ella estaba la decisión de vivir una vida eterna en este mundo o en el otro.
—Así y todo aún eres “humana” en cierta forma, tan sólo te saciaste y procuraste dejarlo con vida — Le dije a tiempo de que bajaba el arma —No hay peligro; no en su estado actual — pensé.
Debía pensar en algo rápido y no disponía de mucho tiempo, dado que si se recuperaba constituiría un problema. Cerré mis ojos y repasé los acontecimientos vividos: una neófita de un mes de vida que con suerte había experimentado la infancia antes de que su existencia diera un giro hacia las tinieblas y que tenía el valor para enfrentarlas.
— Admirable debo admitir— me dije al mismo tiempo que veía a la muchacha colgando— No me sirve en absoluto y no tiene información que no haya sabido antes… Todo indica que debo matarla, pero aún así ella dejó con vida a ese hombre; por tanto, si mato a la muchacha, el único asesino terminaría siendo yo y eso no sería correcto. Yo sólo soy un asesino de asesinos, no de alguien que tan sólo intenta sobrevivir.
Por otro lado no podía dejar la oportunidad de toparme con un ser de las tinieblas que había nacido hacía tan poco tiempo.
— Puedo aprender mucho de ella, sin mencionar que podría servirme como fuente de información en su relación con otros vampiros y así aprender más de su especie — Reflexioné a tiempo de que abría mis ojos nuevamente para encontrarla tal cual la había dejado hacía unos minutos. — Muy bien, te tengo una propuesta y a cambio de ello serás libre— le dije con voz firme mientras sacaba el rifle para elevar su mentón y asegurarme de que me miraba lúcidamente: —Si quieres que te libere; si quieres vivir, tendrás que ser mis ojos en tu mundo, tendrás que aprender de los tuyos tal y como me mencionaste antes, y decirme lo que aprenderás. Serás mi fuente de información, ¿comprendes?
Aquellas fueron mis últimas palabras antes de bajar el rifle para nuevamente sacar la ballesta por precaución. La noche se calmó de golpe y un silencio perturbador hizo que la muchacha se estremeciera una vez más. En ella estaba la decisión de vivir una vida eterna en este mundo o en el otro.
Claude Van Musschenbroek- Cazador Clase Alta
- Mensajes : 52
Fecha de inscripción : 21/08/2013
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: ''Primer mes de vida'' [Privado]
Las heridas aún me duelen, ¿qué va a pasar ahora conmigo? ¿Me habré salvado? Me niego a pensar que Dios puede llegar a ser tan injusto, no dejándome vivir, ¿es que acaso me merezco todo esto? Aunque para ser sinceros, presiento que Dios dejó de velar por mí el día que me convertí en esto. Parece que puedo estar algo más tranquila, pues el hombre baja su violenta arma; cuando lo miro a los ojos todavía puedo ver el peligro en ellos, el deseo de matar…sé que no puedo confiar en él, pero tengo que hacer algo para salir de ésta.
Con gran esfuerzo intento aparentar seguridad y confianza, poco a poco las lágrimas que derramé antes se me secan y parezco una persona completamente nueva, que no tiene miedo a nada –aunque en realidad lo tenía en ese momento-. Inspiro-expiro, tras un eterno silencio por fin salen palabras del aterrador extraño. << ¿Ser una especie de espía? ¿De qué va todo esto? >>
Estoy confusa…me puedo salvar, sí…pero ¿con esas condiciones? ¿Realmente merece la pena traicionar a tus compañeros? << Bueno, tampoco es que tenga muchos amigos vampiros… No tengo ni uno. >> . De nuevo, cuando saca sus armas, me vuelve la bola en la garganta…pero no, tengo que aguantar como una valiente y pensar la forma más clara posible.
- Haré todo lo que me digas mientras nadie salga herido.- le digo con tono serio, controlando mis emociones. – Aún así, ¿de qué te sirvo? Todavía no lo llego a comprender… no sé si te seré de mucha ayuda.- mantengo la mirada en la ajena, intentando hacerle comprender que mi naturaleza es pacífica. Lo que él mismo no sabe es que mientras ‘’juega’’ conmigo hay cientos de vampiros paseando por las calles de París que si son una amenaza. << Vamos, déjame ir… >> pienso mientras espero a que me deje libre de una vez.
Con gran esfuerzo intento aparentar seguridad y confianza, poco a poco las lágrimas que derramé antes se me secan y parezco una persona completamente nueva, que no tiene miedo a nada –aunque en realidad lo tenía en ese momento-. Inspiro-expiro, tras un eterno silencio por fin salen palabras del aterrador extraño. << ¿Ser una especie de espía? ¿De qué va todo esto? >>
Estoy confusa…me puedo salvar, sí…pero ¿con esas condiciones? ¿Realmente merece la pena traicionar a tus compañeros? << Bueno, tampoco es que tenga muchos amigos vampiros… No tengo ni uno. >> . De nuevo, cuando saca sus armas, me vuelve la bola en la garganta…pero no, tengo que aguantar como una valiente y pensar la forma más clara posible.
- Haré todo lo que me digas mientras nadie salga herido.- le digo con tono serio, controlando mis emociones. – Aún así, ¿de qué te sirvo? Todavía no lo llego a comprender… no sé si te seré de mucha ayuda.- mantengo la mirada en la ajena, intentando hacerle comprender que mi naturaleza es pacífica. Lo que él mismo no sabe es que mientras ‘’juega’’ conmigo hay cientos de vampiros paseando por las calles de París que si son una amenaza. << Vamos, déjame ir… >> pienso mientras espero a que me deje libre de una vez.
Bridgette Anghelescu- Vampiro Clase Baja
- Mensajes : 87
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Edad : 25
Localización : Escondida por ahí.
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: ''Primer mes de vida'' [Privado]
La pequeña me hablaba con un tono que escondía algo, pero no podía permitirme averiguarlo, había conseguido lo que deseaba y ahora en adelante cada segundo que transcurría significaba que la muchacha recobrara poco a poco sus poderes.
– La niña es ahora una aliada algo débil que, con el tiempo se tornará más poderosa, si llega a constituir un peligro tendré que destruirla definitivamente, pero por ahora debo dejarla vivir si quiero que actúe como lo tengo previsto— Pensé a tiempo de que bajaba el arma y veía que no hubiesen cabos sueltos.
–Si algo que en verdad me enfurece son los seres que se hacen las víctimas y no hablo sólo de ti, humanos; vampiros; licántropos o cambia formas. Todos lamentándose de su existencia miserable y del por qué su “Dios” o deidad los hace sufrir penurias en esta vida–Le decía mientras encendía un cigarrillo.
Te diré algo que te servirá en tu vida en las tinieblas: – Nadie tiene la vida perfecta, incluso los reyes que a nuestros ojos parecen tenerlo todo, carecen de cosas que le son imprescindibles, como el afecto. Para que crezcas bien en tu mundo, debes aprender a que las cosas malas que te han pasado y que pasarán en el futuro son pruebas que permiten probar si eres digno de seguir viviendo; si tu existencia es realmente válida o es mejor que mueras en el proceso. Por tanto; si quieres vivir, supera las pruebas sin lamentarte y saca una lección en cada una de ellas, sólo así crecerás y dejarás de ser la pequeña malcriada que eres ahora, ¿Está claro? – Le encaraba a tiempo de que levantaba su rostro con mi rifle.
Ahí estaba su cara infantil queriendo indagar en mí alguna debilidad, algo que pudiera perder, mas no sabía que ya lo había perdido todo. ¿Mi vida? No. No podía perder lo que no era mío. Hacía tiempo que mi existencia sólo estaba marcada por el hecho de exterminar a otros y si ella deseaba cobrar venganza no me encontraría en este mundo ni en ningún otro porque no creo en su "Dios" ni nada similar.
– Está más que claro que si me acerco a ella me atacará para sanarse más rápido puesto que ha perdido una cantidad considerable de sangre– Ya es momento de irme pero no planeo quitarte las dagas así nada más, no soy tan ingenuo. –pensé minuciosamente
Te explicaré lo que pasará a continuación: – Te dispararé en la arteria femoral, en su bifurcación para ser exacto cerca de la ingle; aquí ¿ves? – Indicando con mi rifle. – Esto te producirá una hemorragia externa que interrumpirá el flujo sanguíneo a tu cerebro y al no llegar oxígeno a éste perderás la consciencia. En ese entonces sacaré mis dagas y caerás como un trapo al suelo y quedarás inconsciente un tiempo, hasta que puedas curar. Considérate afortunada que sabrás lo que te ocurrirá, dado que no acostumbro a indicar cómo será el proceso camino a la muerte de mis víctimas.– Aseveré mientras mis ojos bañados en odio miraban ese cuerpo enmarcado en la pared como uno de mis futuros recuerdos más excitantes.
A tiempo de que terminé mi intervención, doy fin a mi encuentro disparando en la zona que le mencioné previamente, provocando que la neófita llegara a su límite. La muchacha bajo su mirada de manera brusca, lo que me indicó que me puedo acercar a ella con seguridad; y procedo entonces a retirar mis dagas y guardarlas, para retirarme dejando ese lastre tirado en el piso.
Al despertar, la niña encuentra una última nota del cazador que para ese entonces estaba muy lejos. Ésta decía: Si me fallas vendré por ti. No lo olvides…
– La niña es ahora una aliada algo débil que, con el tiempo se tornará más poderosa, si llega a constituir un peligro tendré que destruirla definitivamente, pero por ahora debo dejarla vivir si quiero que actúe como lo tengo previsto— Pensé a tiempo de que bajaba el arma y veía que no hubiesen cabos sueltos.
–Si algo que en verdad me enfurece son los seres que se hacen las víctimas y no hablo sólo de ti, humanos; vampiros; licántropos o cambia formas. Todos lamentándose de su existencia miserable y del por qué su “Dios” o deidad los hace sufrir penurias en esta vida–Le decía mientras encendía un cigarrillo.
Te diré algo que te servirá en tu vida en las tinieblas: – Nadie tiene la vida perfecta, incluso los reyes que a nuestros ojos parecen tenerlo todo, carecen de cosas que le son imprescindibles, como el afecto. Para que crezcas bien en tu mundo, debes aprender a que las cosas malas que te han pasado y que pasarán en el futuro son pruebas que permiten probar si eres digno de seguir viviendo; si tu existencia es realmente válida o es mejor que mueras en el proceso. Por tanto; si quieres vivir, supera las pruebas sin lamentarte y saca una lección en cada una de ellas, sólo así crecerás y dejarás de ser la pequeña malcriada que eres ahora, ¿Está claro? – Le encaraba a tiempo de que levantaba su rostro con mi rifle.
Ahí estaba su cara infantil queriendo indagar en mí alguna debilidad, algo que pudiera perder, mas no sabía que ya lo había perdido todo. ¿Mi vida? No. No podía perder lo que no era mío. Hacía tiempo que mi existencia sólo estaba marcada por el hecho de exterminar a otros y si ella deseaba cobrar venganza no me encontraría en este mundo ni en ningún otro porque no creo en su "Dios" ni nada similar.
– Está más que claro que si me acerco a ella me atacará para sanarse más rápido puesto que ha perdido una cantidad considerable de sangre– Ya es momento de irme pero no planeo quitarte las dagas así nada más, no soy tan ingenuo. –pensé minuciosamente
Te explicaré lo que pasará a continuación: – Te dispararé en la arteria femoral, en su bifurcación para ser exacto cerca de la ingle; aquí ¿ves? – Indicando con mi rifle. – Esto te producirá una hemorragia externa que interrumpirá el flujo sanguíneo a tu cerebro y al no llegar oxígeno a éste perderás la consciencia. En ese entonces sacaré mis dagas y caerás como un trapo al suelo y quedarás inconsciente un tiempo, hasta que puedas curar. Considérate afortunada que sabrás lo que te ocurrirá, dado que no acostumbro a indicar cómo será el proceso camino a la muerte de mis víctimas.– Aseveré mientras mis ojos bañados en odio miraban ese cuerpo enmarcado en la pared como uno de mis futuros recuerdos más excitantes.
A tiempo de que terminé mi intervención, doy fin a mi encuentro disparando en la zona que le mencioné previamente, provocando que la neófita llegara a su límite. La muchacha bajo su mirada de manera brusca, lo que me indicó que me puedo acercar a ella con seguridad; y procedo entonces a retirar mis dagas y guardarlas, para retirarme dejando ese lastre tirado en el piso.
Al despertar, la niña encuentra una última nota del cazador que para ese entonces estaba muy lejos. Ésta decía: Si me fallas vendré por ti. No lo olvides…
Claude Van Musschenbroek- Cazador Clase Alta
- Mensajes : 52
Fecha de inscripción : 21/08/2013
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: ''Primer mes de vida'' [Privado]
Abro los ojos y lo primero que veo es el rostro de varias personas mirándome con pavor...asombradas por la escena de la que yo soy partícipe: puedo apreciar bastantes moratones y heridas en mi cuerpo, muchas aún sin sanar y otras ya perfectamente curadas. Sin embargo lo que más resalta es el inmenso charco de sangre en el que estoy sentada. << ¿Toda esa sangre es mía? >> Inmediatamente me acuerdo de lo ocurrido y recuerdo aquel horrible cazador; aún sigo presa del miedo y cualquier movimiento ajeno me aterroriza. Al darme cuenta de que cada vez se acercaban más humanos decido salir por patas para adentrarme en un callejón desierto. Respiro con dificultad y con algo de torpeza apoyo mi espalda en la sucia pared. << Me duele todo...me siento débil...aún no sé por qué tuvo que venir a por mí... Lo odio, lo odio... >>.
Ya hasta me da miedo pensar, me aterra que se introduzca en mis pensamientos como una sanguijuela. << ¿Esto va a ser siempre así? ¿No voy a poder respirar tranquila ni por un segundo? >>. Sé que tengo razón, desde que desperté siendo vampiro sólo he visto oscuridad y tinieblas...ni una sola luz que me guíe por el buen camino. De repente empiezo a sentir unas punzadas como cuchillos en mi garganta, y es cuando comprendo que debo alimentarme pronto o puede que no lo cuente más. Realmente me irrita tener que herir a los demás, pero ¿qué otra cosa puedo hacer? Aunque me parece un acto algo egoísta...
Así pues, caminando con dificultad llego hasta la calle contigua al callejón...la cual considero desierta hasta que veo a un hombre adulto. Mis ojos no pueden dejar de mirar el cuello ajeno, incluso puedo sentir las pulsaciones, de algún modo llamándome. Intentando hacer el menor ruido posible me sitúo ágilmente (a pesar de las múltiples heridas) a su espalda y enseguida mis pequeños colmillos se clavan en él. Con ansia empiezo a beber, tapándole su boca para que no hablara. En apenas segundos noto cómo el cuerpo del hombre comienza a perder color y a enfriarse...no puedo creer lo que he hecho, lo he matado... << Está muerto, está muerto...pero si apenas había comenzado a beber de él... >> Y aún así continúo teniendo hambre; esta vez la bestia se ha pasado.
Ya casi recuperada cojo el cuerpo sin vida y lo llevo a cuestas lejos de allí, hasta llegar al río Sena y lanzarlo al agua. << Esta no soy yo, es la bestia... >>. Inevitablemente me entra un poco el pánico y salgo corriendo, también al comprobar que el Sol está a punto de ascender acelero aún más el paso. En unos minutos llego a una pequeña cabaña en la que me resguardo <> . Y ahí estoy yo, indagando por la cabaña...escondida de mi mayor enemigo. << Hablando de enemigos... espero que no aparezca ese tal cazador en un buen tiempo...no sabría que hacer...>>
Ya hasta me da miedo pensar, me aterra que se introduzca en mis pensamientos como una sanguijuela. << ¿Esto va a ser siempre así? ¿No voy a poder respirar tranquila ni por un segundo? >>. Sé que tengo razón, desde que desperté siendo vampiro sólo he visto oscuridad y tinieblas...ni una sola luz que me guíe por el buen camino. De repente empiezo a sentir unas punzadas como cuchillos en mi garganta, y es cuando comprendo que debo alimentarme pronto o puede que no lo cuente más. Realmente me irrita tener que herir a los demás, pero ¿qué otra cosa puedo hacer? Aunque me parece un acto algo egoísta...
Así pues, caminando con dificultad llego hasta la calle contigua al callejón...la cual considero desierta hasta que veo a un hombre adulto. Mis ojos no pueden dejar de mirar el cuello ajeno, incluso puedo sentir las pulsaciones, de algún modo llamándome. Intentando hacer el menor ruido posible me sitúo ágilmente (a pesar de las múltiples heridas) a su espalda y enseguida mis pequeños colmillos se clavan en él. Con ansia empiezo a beber, tapándole su boca para que no hablara. En apenas segundos noto cómo el cuerpo del hombre comienza a perder color y a enfriarse...no puedo creer lo que he hecho, lo he matado... << Está muerto, está muerto...pero si apenas había comenzado a beber de él... >> Y aún así continúo teniendo hambre; esta vez la bestia se ha pasado.
Ya casi recuperada cojo el cuerpo sin vida y lo llevo a cuestas lejos de allí, hasta llegar al río Sena y lanzarlo al agua. << Esta no soy yo, es la bestia... >>. Inevitablemente me entra un poco el pánico y salgo corriendo, también al comprobar que el Sol está a punto de ascender acelero aún más el paso. En unos minutos llego a una pequeña cabaña en la que me resguardo <
Bridgette Anghelescu- Vampiro Clase Baja
- Mensajes : 87
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Edad : 25
Localización : Escondida por ahí.
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: ''Primer mes de vida'' [Privado]
Un mísero sentimiento de culpabilidad sentía al tratar a esa pequeña de una forma tan poco cordial.
–¿Pequeña?— Dije en mi mente –Imposible es sólo una bestia que me servirá llegar a la criatura que mató a mi padre. Sí eso es, tan sólo una espía que cumplirá su función como un peón en el ajedrez– Concluí a tiempo de tratar de despejar mi cabeza de pensamientos que no tenían trascendencia alguna.
Al terminar la jornada de diversión en este mundo de tinieblas y oscuridad regresé a casa con el propósito de dormir; de buscar paz en la incertidumbre del sueño.
Para mi infortunio, tuve una pesadilla que, aunque quisiera despertar con todas mis fuerzas, no tuve la suerte de experimentar. Al contrario, la furia del mundo onírico se presentó en mi mente con toda su furia.
Durante el sueño, yo era un niño en una mansión con un mayordomo, el cual su única labor era dedicarse a mí persona tiempo completo, por tanto cuidaba de mí, cumplía todos y cada uno de mis caprichos emitiendo siempre las palabras justas y necesarias y, por supuesto, con una sonrisa en su rostro. Ya era habitual para mí escuchar expresiones como: “A sus órdenes señor Van Musschenbroek” o “sí mi señor”. Conforme pasaban los días ya era costumbre un ambiente de perfección dentro de la mansión, todo resguardado por la figura de mi mayordomo. Sin embargo, cierto día la oscuridad llegaba a la mansión y una música infantil empezaba a sonar. Mi mayordomo después de quemar a mi madre, procedía a torturar y colgar a mi padre, para luego entrar en mi habitación maldiciendo y apuntando con un arma a tiempo que, con su otra mano me levantaba. Los gritos sólo eran escuchados por el mayordomo, el cual disfrutaba con los mismos. Me golpeaba en reiteradas ocasiones y me proporcionó dos cortes en el pecho. Una vez más mis alaridos solo eran escuchados por mi soledad que rodeaba a mí y al asesino.
Finalmente, dentro del sueño, ya crecido y con las heridas marcadas producto de las cicatrices profundas que quedaron en ese fúnebre momento visité a alguien que, para ser honesto no recuerdo ni su rostro ni su voz, pero me dijo que no hubo nunca tal mayordomo, sino que yo había cometido tales crímenes contra mis progenitores y que, para pagar mi culpa, me hice tales heridas.
Al escuchar esas palabras desperté de manera abrupta y con la respiración acelerada. –¡No, eso no es verdad, no puede ser cierto!– me convencía en voz alta para luego gritar de la desesperación y dirigirme al cementerio para “hablar” con mi padre. Caminé casi toda tarde con ése propósito, necesitaba buscar paz y regocijo de alguna manera. – Por favor padre ayúdame con esta carga, auxíliame a encontrar quién dio fin a tu existencia y que, mi “nueva aliada”, sea de utilidad para poder hacerlo más rápido– Le decía aferrándome al rifle que me dio como legado, creyendo fervientemente que me escuchaba.
El sol se escondía nuevamente y yo me secaba mis lágrimas para despejar mi mente y volver a ser nuevamente el cazador sangre fría que todos conocen, ya era tiempo de buscar a mi mascota, para ver que no haya hecho alguna estupidez producto de la bestia que traía consigo.
–¿Pequeña?— Dije en mi mente –Imposible es sólo una bestia que me servirá llegar a la criatura que mató a mi padre. Sí eso es, tan sólo una espía que cumplirá su función como un peón en el ajedrez– Concluí a tiempo de tratar de despejar mi cabeza de pensamientos que no tenían trascendencia alguna.
Al terminar la jornada de diversión en este mundo de tinieblas y oscuridad regresé a casa con el propósito de dormir; de buscar paz en la incertidumbre del sueño.
Para mi infortunio, tuve una pesadilla que, aunque quisiera despertar con todas mis fuerzas, no tuve la suerte de experimentar. Al contrario, la furia del mundo onírico se presentó en mi mente con toda su furia.
Durante el sueño, yo era un niño en una mansión con un mayordomo, el cual su única labor era dedicarse a mí persona tiempo completo, por tanto cuidaba de mí, cumplía todos y cada uno de mis caprichos emitiendo siempre las palabras justas y necesarias y, por supuesto, con una sonrisa en su rostro. Ya era habitual para mí escuchar expresiones como: “A sus órdenes señor Van Musschenbroek” o “sí mi señor”. Conforme pasaban los días ya era costumbre un ambiente de perfección dentro de la mansión, todo resguardado por la figura de mi mayordomo. Sin embargo, cierto día la oscuridad llegaba a la mansión y una música infantil empezaba a sonar. Mi mayordomo después de quemar a mi madre, procedía a torturar y colgar a mi padre, para luego entrar en mi habitación maldiciendo y apuntando con un arma a tiempo que, con su otra mano me levantaba. Los gritos sólo eran escuchados por el mayordomo, el cual disfrutaba con los mismos. Me golpeaba en reiteradas ocasiones y me proporcionó dos cortes en el pecho. Una vez más mis alaridos solo eran escuchados por mi soledad que rodeaba a mí y al asesino.
Finalmente, dentro del sueño, ya crecido y con las heridas marcadas producto de las cicatrices profundas que quedaron en ese fúnebre momento visité a alguien que, para ser honesto no recuerdo ni su rostro ni su voz, pero me dijo que no hubo nunca tal mayordomo, sino que yo había cometido tales crímenes contra mis progenitores y que, para pagar mi culpa, me hice tales heridas.
Al escuchar esas palabras desperté de manera abrupta y con la respiración acelerada. –¡No, eso no es verdad, no puede ser cierto!– me convencía en voz alta para luego gritar de la desesperación y dirigirme al cementerio para “hablar” con mi padre. Caminé casi toda tarde con ése propósito, necesitaba buscar paz y regocijo de alguna manera. – Por favor padre ayúdame con esta carga, auxíliame a encontrar quién dio fin a tu existencia y que, mi “nueva aliada”, sea de utilidad para poder hacerlo más rápido– Le decía aferrándome al rifle que me dio como legado, creyendo fervientemente que me escuchaba.
El sol se escondía nuevamente y yo me secaba mis lágrimas para despejar mi mente y volver a ser nuevamente el cazador sangre fría que todos conocen, ya era tiempo de buscar a mi mascota, para ver que no haya hecho alguna estupidez producto de la bestia que traía consigo.
Claude Van Musschenbroek- Cazador Clase Alta
- Mensajes : 52
Fecha de inscripción : 21/08/2013
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: ''Primer mes de vida'' [Privado]
Ya siendo 1820, pude apreciar cómo todo volvía a la normalidad luego de un período sumamente caótico para las naciones. Los reyes volvían a sus puestos, mientras que Napoleón dejaba su legado en las obras que logró concretar en su importante y fructífera existencia. Aún en los campos más recónditos que recorría, camino a París, se hablaba del mítico y emblemático emperador. Algunos lo trataban como tirano, otros como la figura más grande de liberación.
—Todo conforme al punto de vista por dónde se le mire— Me dije vislumbrando en las proximidades la capital del Estado Francés.
Al ingresar a París, me centré en observar la majestuosidad de algunos sectores y la miseria de otras zonas cercanas. Lograba al mismo tiempo, percibir claramente los orgasmos fingidos y distinguirlos de los auténticos, tanto de las cortesanas de los burdeles más despreciables, como de las esposas de alta clase. Cada aroma, sonido o sensación de algo fuera de lo ordinario es objeto de mi total atención. Mi naturaleza nueva me lo permitía y sólo me había concedido el honor de vivir en virtud de la voluntad de la familia Van Musschenbroek.
La noche estrellada se mostraba favorable, siendo ésta apaciguada por una melódica brisa y una calma que, de alguna manera tranquilizaba la bestia que se encontraba en mi interior.
Sin pista alguna caminé sin rumbo, siendo la oscuridad mi compañía y la soledad mi amante, para luego vislumbrar a un hombre flotando cerca del río Rhin.
—Imaginar que ése pude haber sido yo; bueno de todas formas desconozco si lo que me ocurrió hace ya un tiempo fue para mi infortunio o no, eso solamente el tiempo lo decidirá — Decía en voz alta a tiempo de que el cuerpo acompañaba al caudal del río.
Ya cuando el cuerpo se perdió de mi vista, comencé a caminar nuevamente para encontrar a una mujer ya avanzada en edad que destilaba un aroma peor que el mismísimo estiércol. Sin embargo, su aroma, su edad y su horrendo rostro pasaron a segundo plano cuando la sed se apoderó de mi como si la noche hubiese dejado de calmarla para ella tomar el control nuevamente. De manera instintiva me abalancé sobre la mujer y bebí de su sangre, mientras que, con cada succión de su cuello, el frío de su cuerpo aumentaba hasta el punto culmine de su existencia.
Con la sed nuevamente calmada y con la costumbre arraigada de que mi futuro sería el mismo miré a la anciana con algo de compasión.
—Lamento mucho el infortunio que le he causado mademoiselle pero esto nos beneficiará a ambos— Le hablaba ya al cuerpo sin vida de la vieja, procediendo a devolverme al río y echando al bulto al agua, para que le hiciese compañía al señor que había visto previamente.
Ya pasadas las horas comencé a buscar un lugar para refugiarme hasta la jornada siguiente, y decidí adentrarme por un callejón, encontrando no muy a lo lejos una cabaña que resultaba perfecta de no ser por un detalle: Una niña adentro, muy maltratada por cierto yacía en su interior. Su belleza, a pesar del maltrato sufrido me hizo concluir inmediatamente que compartíamos la misma naturaleza y, por algún motivo despertó una intención noble de protegerla.
—Y dicen que Dios existe— Pensé, para luego captar la atención de la pequeña que algo de miedo le había causado mi presencia.
—No os asustéis mademoiselle, tan sólo deseo poder protegerme ante uno de los enemigos comunes que tenemos. Es por ello que le solicito de manera muy humilde si sería usted tan amable de hospedarme en vuestra morada—
—Todo conforme al punto de vista por dónde se le mire— Me dije vislumbrando en las proximidades la capital del Estado Francés.
Al ingresar a París, me centré en observar la majestuosidad de algunos sectores y la miseria de otras zonas cercanas. Lograba al mismo tiempo, percibir claramente los orgasmos fingidos y distinguirlos de los auténticos, tanto de las cortesanas de los burdeles más despreciables, como de las esposas de alta clase. Cada aroma, sonido o sensación de algo fuera de lo ordinario es objeto de mi total atención. Mi naturaleza nueva me lo permitía y sólo me había concedido el honor de vivir en virtud de la voluntad de la familia Van Musschenbroek.
La noche estrellada se mostraba favorable, siendo ésta apaciguada por una melódica brisa y una calma que, de alguna manera tranquilizaba la bestia que se encontraba en mi interior.
Sin pista alguna caminé sin rumbo, siendo la oscuridad mi compañía y la soledad mi amante, para luego vislumbrar a un hombre flotando cerca del río Rhin.
—Imaginar que ése pude haber sido yo; bueno de todas formas desconozco si lo que me ocurrió hace ya un tiempo fue para mi infortunio o no, eso solamente el tiempo lo decidirá — Decía en voz alta a tiempo de que el cuerpo acompañaba al caudal del río.
Ya cuando el cuerpo se perdió de mi vista, comencé a caminar nuevamente para encontrar a una mujer ya avanzada en edad que destilaba un aroma peor que el mismísimo estiércol. Sin embargo, su aroma, su edad y su horrendo rostro pasaron a segundo plano cuando la sed se apoderó de mi como si la noche hubiese dejado de calmarla para ella tomar el control nuevamente. De manera instintiva me abalancé sobre la mujer y bebí de su sangre, mientras que, con cada succión de su cuello, el frío de su cuerpo aumentaba hasta el punto culmine de su existencia.
Con la sed nuevamente calmada y con la costumbre arraigada de que mi futuro sería el mismo miré a la anciana con algo de compasión.
—Lamento mucho el infortunio que le he causado mademoiselle pero esto nos beneficiará a ambos— Le hablaba ya al cuerpo sin vida de la vieja, procediendo a devolverme al río y echando al bulto al agua, para que le hiciese compañía al señor que había visto previamente.
Ya pasadas las horas comencé a buscar un lugar para refugiarme hasta la jornada siguiente, y decidí adentrarme por un callejón, encontrando no muy a lo lejos una cabaña que resultaba perfecta de no ser por un detalle: Una niña adentro, muy maltratada por cierto yacía en su interior. Su belleza, a pesar del maltrato sufrido me hizo concluir inmediatamente que compartíamos la misma naturaleza y, por algún motivo despertó una intención noble de protegerla.
—Y dicen que Dios existe— Pensé, para luego captar la atención de la pequeña que algo de miedo le había causado mi presencia.
—No os asustéis mademoiselle, tan sólo deseo poder protegerme ante uno de los enemigos comunes que tenemos. Es por ello que le solicito de manera muy humilde si sería usted tan amable de hospedarme en vuestra morada—
Loek Van Musschenbroek- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 10
Fecha de inscripción : 22/09/2013
Re: ''Primer mes de vida'' [Privado]
Con algo más de tranquilidad, paseo por mi nuevo refugio aunque aún estoy algo molesta conmigo misma por mis acciones…¿realmente se merecía aquello el hombre? No, nadie tiene porqué morir como si nada, y menos para satisfacer las necesidades de los demás. Esto es lo que más odio de mi nueva existencia, cuando se da la situación en la que tienes que alimentarte al máximo para poder seguir sobreviviendo. Sin embargo, aunque suene algo egoísta, esta vez no puedo atribuirme la culpa a mí sola, sino también al cazador…el cual se ha convertido en la persona a la que más temo –y, aunque no me guste decirlo- a la que más detesto. A pesar de todo lo que me ha hecho y de las heridas que puedo ver y notar por todo mi pequeño cuerpo entiendo sus ideales, entiendo que quiera eliminarme…pero él también debería entender que hay seres nocturnos más veteranos y más peligrosos que yo.
De repente, mientras que a la vez que estoy pensando admiro cada uno de los objetos que hay en el lugar, un pequeño ruido me hace reaccionar inmediatamente escondiéndome tras unas cajas. ¿Quién es? Espero que no sea el cazador, porque sino la llevo clara. Algo alarmada, dirijo la mirada a la entrada para ver de quién se trata; aún tenía la dichosa bola en la garganta, pero me calmo un poco al comprobar que no era él, aunque al ser un adulto también me inquieto un poco.
No me hace falta leer su aura para darme cuenta de que es un vampiro al igual que yo. Justo cuando había creído que podría descansar con tranquilidad aparece otro obstáculo en mi camino. No podía dejar que se me acerque, aunque ya es tarde porque lo tenía en frente…parece ser que he perdido mis dotes de ratona, aunque no hay mucho espacio en el que esconderse. A pesar de que me habla con formalidad no puedo andarme con chiquitas y menos con un vampiro, por muy amigable que se muestre. -¿Por qué debería dejar que te quedaras? Aún faltan un par de horas para que salga el Sol- le comento mientras me siento en una de las esquinas, alejándome de él. –Sin embargo, tampoco puedo obligarte a que te marches porque éste lugar no es mío y no estoy en mi derecho. Así que siéntete libre de moverte por aquí.- así, permanezco abrazada a mí misma, algo incómoda por la compañía…no puedo bajar la guardia.
De repente, mientras que a la vez que estoy pensando admiro cada uno de los objetos que hay en el lugar, un pequeño ruido me hace reaccionar inmediatamente escondiéndome tras unas cajas. ¿Quién es? Espero que no sea el cazador, porque sino la llevo clara. Algo alarmada, dirijo la mirada a la entrada para ver de quién se trata; aún tenía la dichosa bola en la garganta, pero me calmo un poco al comprobar que no era él, aunque al ser un adulto también me inquieto un poco.
No me hace falta leer su aura para darme cuenta de que es un vampiro al igual que yo. Justo cuando había creído que podría descansar con tranquilidad aparece otro obstáculo en mi camino. No podía dejar que se me acerque, aunque ya es tarde porque lo tenía en frente…parece ser que he perdido mis dotes de ratona, aunque no hay mucho espacio en el que esconderse. A pesar de que me habla con formalidad no puedo andarme con chiquitas y menos con un vampiro, por muy amigable que se muestre. -¿Por qué debería dejar que te quedaras? Aún faltan un par de horas para que salga el Sol- le comento mientras me siento en una de las esquinas, alejándome de él. –Sin embargo, tampoco puedo obligarte a que te marches porque éste lugar no es mío y no estoy en mi derecho. Así que siéntete libre de moverte por aquí.- así, permanezco abrazada a mí misma, algo incómoda por la compañía…no puedo bajar la guardia.
Bridgette Anghelescu- Vampiro Clase Baja
- Mensajes : 87
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Edad : 25
Localización : Escondida por ahí.
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: ''Primer mes de vida'' [Privado]
La calma rodeaba mi corazón al haberme alimentado de esa anciana y me permitía a su vez, poder concentrarme en lo que ahora me deparaba: ganarme la confianza de la niña que me miraba con temor. Procedí hacer una reverencia ante sus palabras y adentrarme en la cabaña.
—Gracias por su gentileza señorita— Le dije a tiempo de que levantaba el rostro y contemplarla más de cerca.
La pequeña, al parecer indefensa, mostraba una inusual expresión de miedo en su rostro y, para ser sincero no lograba comprender el por qué si ambos éramos de la misma naturaleza.
—Aún me queda mucho por aprender respecto a los vampiros— Reflexionaba mientras daba mis primeros pasos en el recinto.
—¿Qué ocurre señorita? — Sin poder evitarlo, le consulté al ver que se alejaba cada vez que mis pasos se tornaban hacia ella, por lo que preferí cambiar mi rumbo y recorrer el lugar.
La decoración del recinto era rústica y se notaba el abandono desde hace tiempo, los hongos se acumulaban en las orillas superiores e inferiores de las murallas; de los muebles y otros rincones, generando un olor realmente repugnante, sin mencionar el polvo de los muebles daba aún más evidencia del descuido de la morada en la cual yacíamos.
Luego de recorrer el recinto, volví hacia donde se encontraba mi acompañante y su rostro de miedo aún no desaparecía. Estaba ahí en un rincón en posición fetal mirando de reojo cautelosamente cada uno de mis movimientos.
En particular no percibía ningún peligro, por lo que decidí aventurarme en averiguar un poco más de ella y me acerqué hasta el punto de estar a una distancia prudente y extenderle mi mano en señal de que no había peligro.
—No voy hacerte daño— Inicié para matar el silencio que nos rodeaba —Ahora por favor mademoiselle; permítame el honor de conversar con usted un momento, verá usted, hace mucho tiempo que no había tenido la oportunidad de intercambiar algunas palabras con alguien y, sinceramente desearía poder conversar con usted. Sin embargo, si desea declinar mi invitación, comprenderé su decisión y me apartaré a mi sueño en alguna de las habitaciones de la que usted, tan honorablemente me ha permitido hospedarme.
—Gracias por su gentileza señorita— Le dije a tiempo de que levantaba el rostro y contemplarla más de cerca.
La pequeña, al parecer indefensa, mostraba una inusual expresión de miedo en su rostro y, para ser sincero no lograba comprender el por qué si ambos éramos de la misma naturaleza.
—Aún me queda mucho por aprender respecto a los vampiros— Reflexionaba mientras daba mis primeros pasos en el recinto.
—¿Qué ocurre señorita? — Sin poder evitarlo, le consulté al ver que se alejaba cada vez que mis pasos se tornaban hacia ella, por lo que preferí cambiar mi rumbo y recorrer el lugar.
La decoración del recinto era rústica y se notaba el abandono desde hace tiempo, los hongos se acumulaban en las orillas superiores e inferiores de las murallas; de los muebles y otros rincones, generando un olor realmente repugnante, sin mencionar el polvo de los muebles daba aún más evidencia del descuido de la morada en la cual yacíamos.
Luego de recorrer el recinto, volví hacia donde se encontraba mi acompañante y su rostro de miedo aún no desaparecía. Estaba ahí en un rincón en posición fetal mirando de reojo cautelosamente cada uno de mis movimientos.
En particular no percibía ningún peligro, por lo que decidí aventurarme en averiguar un poco más de ella y me acerqué hasta el punto de estar a una distancia prudente y extenderle mi mano en señal de que no había peligro.
—No voy hacerte daño— Inicié para matar el silencio que nos rodeaba —Ahora por favor mademoiselle; permítame el honor de conversar con usted un momento, verá usted, hace mucho tiempo que no había tenido la oportunidad de intercambiar algunas palabras con alguien y, sinceramente desearía poder conversar con usted. Sin embargo, si desea declinar mi invitación, comprenderé su decisión y me apartaré a mi sueño en alguna de las habitaciones de la que usted, tan honorablemente me ha permitido hospedarme.
Loek Van Musschenbroek- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 10
Fecha de inscripción : 22/09/2013
Re: ''Primer mes de vida'' [Privado]
Me mantengo en esa esquina durante un buen tiempo, quieta como una estatua. A pesar de que ya más o menos me recuperé de las heridas, aún me duelen las internas, las que no son físicas. Sin darme cuenta dejo de prestar atención al vampiro y me pierdo en mis pensamientos, cerrando los ojos mientras aún continúo abrazada a mí misma. Nada más cerrarlos se me muestra una efímera imagen en la que aparece la mirada penetrante de aquel cazador, y luego me veo a mí misma casi crucificada en aquella fría pared de piedra. Estoy al corriente de que aún me esperan muchas situaciones parecidas a ésta, pero aún no puedo llegar a comprenderlo.
Aquel charco de sangre me recuerda al del día en el que se acabó mi corta vida como humana. El mismo olor, la misma sensación de perdición…la famosa bola en la garganta. –Nada, sólo quiero estar sola…- contesto a su pregunta, apoyando la cabeza en mis rodillas, como un ovillo de lana. Aunque la naturaleza de ese vampiro pareciera pacífica, ya he confiado mucho en las apariencias y eso me ha jugado una mala pasada. Así pues, sacudo la cabeza varias veces para intentar borrar de mi mente esas imágenes horribles y es cuando observo mejor el lugar donde nos encontramos. Hay musgo por todas partes, polvo a más no poder y suciedad en general; seguramente es un lugar en el que nadie había estado por mucho tiempo…quizá ha servido de refugio a más personas pero nadie tiene intención de quedarse.
Podría usar este lugar como mi propia morada pero no parece ser muy seguro y además no va conmigo eso de estar siempre en el mismo sitio, prefiero ser nómada. Mi atención se vuelve a centrar en el hombre, ¿y si mientras yo había estado despistada él ha aprovechado para buscar una forma de torturarme? Mis ojos se tornaron llorosos al pensar en lo que podría estar esperándome de nuevo. El desconocido me tiende la mano, haciéndome saber que no tengo nada que temer entonces es cuando mis ojos llorosos se clavan en los ajenos, intentando averiguar algo sobre él.
-Llámame de tú por favor, así me das más miedo- le digo algo tímida mientras me pongo de pie. Por su palabras, parece ser que no ha hablado con otro ser en mucho tiempo. ¿Es que acaso había estado viviendo en un bosque? Mis facciones comienzan a relajarse y sin quererlo se me escapa una media sonrisa, haciéndole entender que lo comprendo, y es que realmente lo hago perfectamente; así es como me había sentido yo durante todo este tiempo que casi se me olvida cómo hablar.
-Puedes contarme todo lo que necesites- finalmente acepto oficialmente su invitación, aunque aún debo cuidar lo que digo; me digo para mí misma que sólo le contaría lo necesario y lo menos posible. Me restriego los ojos para quitarme algunas lágrimas que parecen no querer descender por mi pálido rostro y me siento en uno de los sillones, al lado de una chimenea llena de telarañas.
Aquel charco de sangre me recuerda al del día en el que se acabó mi corta vida como humana. El mismo olor, la misma sensación de perdición…la famosa bola en la garganta. –Nada, sólo quiero estar sola…- contesto a su pregunta, apoyando la cabeza en mis rodillas, como un ovillo de lana. Aunque la naturaleza de ese vampiro pareciera pacífica, ya he confiado mucho en las apariencias y eso me ha jugado una mala pasada. Así pues, sacudo la cabeza varias veces para intentar borrar de mi mente esas imágenes horribles y es cuando observo mejor el lugar donde nos encontramos. Hay musgo por todas partes, polvo a más no poder y suciedad en general; seguramente es un lugar en el que nadie había estado por mucho tiempo…quizá ha servido de refugio a más personas pero nadie tiene intención de quedarse.
Podría usar este lugar como mi propia morada pero no parece ser muy seguro y además no va conmigo eso de estar siempre en el mismo sitio, prefiero ser nómada. Mi atención se vuelve a centrar en el hombre, ¿y si mientras yo había estado despistada él ha aprovechado para buscar una forma de torturarme? Mis ojos se tornaron llorosos al pensar en lo que podría estar esperándome de nuevo. El desconocido me tiende la mano, haciéndome saber que no tengo nada que temer entonces es cuando mis ojos llorosos se clavan en los ajenos, intentando averiguar algo sobre él.
-Llámame de tú por favor, así me das más miedo- le digo algo tímida mientras me pongo de pie. Por su palabras, parece ser que no ha hablado con otro ser en mucho tiempo. ¿Es que acaso había estado viviendo en un bosque? Mis facciones comienzan a relajarse y sin quererlo se me escapa una media sonrisa, haciéndole entender que lo comprendo, y es que realmente lo hago perfectamente; así es como me había sentido yo durante todo este tiempo que casi se me olvida cómo hablar.
-Puedes contarme todo lo que necesites- finalmente acepto oficialmente su invitación, aunque aún debo cuidar lo que digo; me digo para mí misma que sólo le contaría lo necesario y lo menos posible. Me restriego los ojos para quitarme algunas lágrimas que parecen no querer descender por mi pálido rostro y me siento en uno de los sillones, al lado de una chimenea llena de telarañas.
Bridgette Anghelescu- Vampiro Clase Baja
- Mensajes : 87
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Edad : 25
Localización : Escondida por ahí.
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: ''Primer mes de vida'' [Privado]
Admito que, el hecho de que aceptase mi invitación y sacarla de su soledad al menos un instante fue mi primer gran logro. La sonrisa volvió a mí después de mucho tiempo, aunque algo me incomodaba.
—¿“Tú”?— Dije con un tono que reflejaba que lo que mi rostro expresaba: desconcierto. Y es que por la educación que poseía, jamás había tratado de “tú” a nadie, ni siquiera a mi amada madre, simplemente no era correcto. —Será algo difícil que me acostumbre a esto made-moise oh, lo lamento— acabé diciendo algo confundido bajando mi mirada.
Un silencio perduró un momento en el ambiente perturbado sólo por unas pequeñas risillas que la infante emitía, imagino que por mis errores al dirigirme, al parecer, con suma cortesía hacia ella.
La dicha en mi interior era infinita, más allá de los inconvenientes para hablarle adecuadamente. Sin embargo hice mi mayor esfuerzo para mostrarme sereno y transmitirle mediante mis movimientos, palabras y gestos la tranquilidad que mi ser sentía. Sin embargo, de manera inconsciente y por la necesidad de refugiarme del sol cometí la descortesía de no presentarme, una regla básica de educación para el trato con otros.
—No he tenido oportunidad de presentarme hasta ahora— inicié — Mi nombre es Loek Van Musschenbroek, soy un forastero de las lejanas tierras de los Países Bajos al noreste de París. Me ha tomado años poder llegar a este lugar; años de soledad, años de un martirio que se ha basado en beber sangre de otros para poder seguir viviendo; años de incomprensión a mis actos y en un lugar oscuro similar a éste, sólo que sin decoración alguna. La última muerte la di hace unas horas de encontrarme con usted, mademoiselle. Vislumbré un cuerpo de un hombre en el caudal del río y pensé que estaba demasiado solitario, por lo que decidí que era mejor darle a alguien de compañía. Luego caminé sin rumbo hasta encontrarme por casualidad con vuestra presencia. — Hice una pausa un momento al darme cuenta que me miraba nuevamente con temor, todo indicaba que había hecho algo despiadado —No logro controlar mis impulsos bestiales y he dado muerte a cada criatura que he tocado durante la noche sólo con el afán de sobrevivir. Sé que no está bien pero está fuera de mis manos— Terminé diciendo para luego observarla
nuevamente.
Su cuerpo aún mostraba pequeñas cicatrices, su rostro reflejaba algún tipo de trauma que no se explicaba en la conversión a este mundo de tinieblas del cual estaba dispuesto ayudarla afrontar, al menos hasta que encuentre mi objetivo real.
—¿Puede contarme qué le ha pasado a usted por favor?— Le consulté una vez que me acerque cautelosamente a ella, a estar a unos centímetros y agacharme para poder estar a su altura y verla a los ojos, éstos aún llorosos.
—Quisiera ayudarla si me fuese posible— Concluí para luego escucharla detenidamente lo que fuese que me tuviese que decir.
—¿“Tú”?— Dije con un tono que reflejaba que lo que mi rostro expresaba: desconcierto. Y es que por la educación que poseía, jamás había tratado de “tú” a nadie, ni siquiera a mi amada madre, simplemente no era correcto. —Será algo difícil que me acostumbre a esto made-moise oh, lo lamento— acabé diciendo algo confundido bajando mi mirada.
Un silencio perduró un momento en el ambiente perturbado sólo por unas pequeñas risillas que la infante emitía, imagino que por mis errores al dirigirme, al parecer, con suma cortesía hacia ella.
La dicha en mi interior era infinita, más allá de los inconvenientes para hablarle adecuadamente. Sin embargo hice mi mayor esfuerzo para mostrarme sereno y transmitirle mediante mis movimientos, palabras y gestos la tranquilidad que mi ser sentía. Sin embargo, de manera inconsciente y por la necesidad de refugiarme del sol cometí la descortesía de no presentarme, una regla básica de educación para el trato con otros.
—No he tenido oportunidad de presentarme hasta ahora— inicié — Mi nombre es Loek Van Musschenbroek, soy un forastero de las lejanas tierras de los Países Bajos al noreste de París. Me ha tomado años poder llegar a este lugar; años de soledad, años de un martirio que se ha basado en beber sangre de otros para poder seguir viviendo; años de incomprensión a mis actos y en un lugar oscuro similar a éste, sólo que sin decoración alguna. La última muerte la di hace unas horas de encontrarme con usted, mademoiselle. Vislumbré un cuerpo de un hombre en el caudal del río y pensé que estaba demasiado solitario, por lo que decidí que era mejor darle a alguien de compañía. Luego caminé sin rumbo hasta encontrarme por casualidad con vuestra presencia. — Hice una pausa un momento al darme cuenta que me miraba nuevamente con temor, todo indicaba que había hecho algo despiadado —No logro controlar mis impulsos bestiales y he dado muerte a cada criatura que he tocado durante la noche sólo con el afán de sobrevivir. Sé que no está bien pero está fuera de mis manos— Terminé diciendo para luego observarla
nuevamente.
Su cuerpo aún mostraba pequeñas cicatrices, su rostro reflejaba algún tipo de trauma que no se explicaba en la conversión a este mundo de tinieblas del cual estaba dispuesto ayudarla afrontar, al menos hasta que encuentre mi objetivo real.
—¿Puede contarme qué le ha pasado a usted por favor?— Le consulté una vez que me acerque cautelosamente a ella, a estar a unos centímetros y agacharme para poder estar a su altura y verla a los ojos, éstos aún llorosos.
—Quisiera ayudarla si me fuese posible— Concluí para luego escucharla detenidamente lo que fuese que me tuviese que decir.
Loek Van Musschenbroek- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 10
Fecha de inscripción : 22/09/2013
Re: ''Primer mes de vida'' [Privado]
Necesitaba que él me hablara de tú, porque así me daría la sensación de que lo conocía y no tendría miedo de conversar con él porque ya había analizado su naturaleza. En realidad, siendo sincera, me interesaban bien poco las batallitas de mi acompañante, pero supuse que para que el tiempo pasara más rápido lo mejor sería conversar. -No tienes porqué forzarte si realmente te cuesta…sólo es que así me sentiré mejor- le sonreí mientras observaba sus intentos de hablar de ‘’tú’’. De alguna forma notaba sinceridad y calma en sus palabras, al menos eso me trasmitía su voz. En realidad, cuando me quedé mirándolo mejor noté que su cara me sonaba de algo…pero simplemente lo dejé pasar.
Respecto a mí, en aquellos instantes estaba más calmada, pero aún sentía mi pulsación acelerada... ¿cuánto tiempo estaría así? ¿Cuánto tiempo me llevaría olvidar la noche anterior? Tenía un montón de preguntas que nadie podía responder. En realidad, mis recuerdos de ella eran algo borrosos, parecía ser que mi cerebro había seleccionado la información que le había interesado…pero entonces me acordé de una cosa, que el cazador me había perdonado la vida porque había aceptado ser su especie de espía. Pude notar que la temperatura aumentó considerablemente y entonces deduje que el Sol pronto estaría brillando en lo alto del cielo. Por su parte, el vampiro comenzó a contarme sus últimas hazañas y yo puse interés en escucharlas. Sin embargo, mi expresión cambió totalmente cuando habló de ‘’un cuerpo de un hombre en el caudal del río’’, solté un largo suspiro al recordar lo que mi hambre había provocado. No obstante, tal y como él decía, no podíamos culparnos porque es algo que no podemos evitar. Aún así, me siento muy egoísta cuando hago ese tipo de cosas…
Entonces, decidí preguntarle algo porque me invadía la curiosidad, sin embargo temía que no le sentara bien. -¿Podrías decirme cuántos años tienes? No tienes por qué responder si no gustas…- quería saber cuántos años había estado soportando aquella sensación de soledad, de perdición…quizás era lo que también me esperaba a mí. Cuando observaba sus ojos me veía reflejada en ellos…pero no sólo físicamente sino también mentalmente; sentía que teníamos muchas cosas en común, lo que hizo que me relajara un poco.
Aparté un poco la mirada porque era consciente que el vampiro se había dado cuenta de mi condición, de la cantidad de heridas que tenía por todo el cuerpo. En realidad aún dolían, pero supongo que aún dolían más si recordaba el rostro del cazador. –Esto…-cuando me preguntó qué me había pasado no sabía qué responder. Bueno, en realidad sí lo sabía pero tenía miedo de decir algo que no debía. –Me han dado una paliza…unos jóvenes de los cuales no recuerdo sus rostros…Parece que el mundo se ha puesto de acuerdo para hacerme daño…-no pude decir la verdad, porque si le decía que un cazador me había atacado violentamente hasta casi el punto de matarme él podría estar también en peligro, y no era justo. –No creo que puedas ayudarme…es complicado- me mantuve abrazada a mí misma, cubriéndome los múltiples moratones que decoraban mi cuerpo.
Respecto a mí, en aquellos instantes estaba más calmada, pero aún sentía mi pulsación acelerada... ¿cuánto tiempo estaría así? ¿Cuánto tiempo me llevaría olvidar la noche anterior? Tenía un montón de preguntas que nadie podía responder. En realidad, mis recuerdos de ella eran algo borrosos, parecía ser que mi cerebro había seleccionado la información que le había interesado…pero entonces me acordé de una cosa, que el cazador me había perdonado la vida porque había aceptado ser su especie de espía. Pude notar que la temperatura aumentó considerablemente y entonces deduje que el Sol pronto estaría brillando en lo alto del cielo. Por su parte, el vampiro comenzó a contarme sus últimas hazañas y yo puse interés en escucharlas. Sin embargo, mi expresión cambió totalmente cuando habló de ‘’un cuerpo de un hombre en el caudal del río’’, solté un largo suspiro al recordar lo que mi hambre había provocado. No obstante, tal y como él decía, no podíamos culparnos porque es algo que no podemos evitar. Aún así, me siento muy egoísta cuando hago ese tipo de cosas…
Entonces, decidí preguntarle algo porque me invadía la curiosidad, sin embargo temía que no le sentara bien. -¿Podrías decirme cuántos años tienes? No tienes por qué responder si no gustas…- quería saber cuántos años había estado soportando aquella sensación de soledad, de perdición…quizás era lo que también me esperaba a mí. Cuando observaba sus ojos me veía reflejada en ellos…pero no sólo físicamente sino también mentalmente; sentía que teníamos muchas cosas en común, lo que hizo que me relajara un poco.
Aparté un poco la mirada porque era consciente que el vampiro se había dado cuenta de mi condición, de la cantidad de heridas que tenía por todo el cuerpo. En realidad aún dolían, pero supongo que aún dolían más si recordaba el rostro del cazador. –Esto…-cuando me preguntó qué me había pasado no sabía qué responder. Bueno, en realidad sí lo sabía pero tenía miedo de decir algo que no debía. –Me han dado una paliza…unos jóvenes de los cuales no recuerdo sus rostros…Parece que el mundo se ha puesto de acuerdo para hacerme daño…-no pude decir la verdad, porque si le decía que un cazador me había atacado violentamente hasta casi el punto de matarme él podría estar también en peligro, y no era justo. –No creo que puedas ayudarme…es complicado- me mantuve abrazada a mí misma, cubriéndome los múltiples moratones que decoraban mi cuerpo.
Bridgette Anghelescu- Vampiro Clase Baja
- Mensajes : 87
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Edad : 25
Localización : Escondida por ahí.
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: ''Primer mes de vida'' [Privado]
— ¿Qué tipo de “paliza” le dieron a esta pequeña para dejarla en el estado en que estaba inmerso? — Me pregunté de inmediato. Y es que si algo había aprendido en los pocos años en tinieblas, era de nuestra “habilidad” para poder sanar rápidamente heridas físicas que alguien nos haya brindado. Sin embargo lo dejé pasar por el momento dado que, recién nos conocíamos y su mirada de miedo y desconfianza aún prevalecían en su rostro.
— Tengo veintitrés años— le dije sin ánimo de ocultar nada, — tres años de éstos inmerso en la oscuridad de tu mundo— concluí, teniendo algo más de confianza en la señorita de mirada inocente e intenciones que aún estaban ocultas en su mente. — He vivido la soledad por ya tres años, y los primeros meses no tuve contacto alguno que no sea de otro para matar— Le señalé con tristeza —Considérate afortunada de conocer a alguien de tu mundo en poco tiempo que no constituya un peligro para ti. Sin embargo, admito que la edad que poseo difiere considerablemente de la tuya, por lo que vemos la soledad desde perspectivas diferentes, y entiendo por ello tu distancia con respecto a mí— .
La situación no cambiaba a pesar de ella estar atenta a mis palabras. Escenario adverso el cual me obligó a enmendarme a usar uno de mis poderes con el mero fin de hacerla entender.
Una de mis primeras habilidades que había podido descubrir era el hecho de lograr que otros hiciesen lo que yo deseara en pequeño intervalo de tiempo, de esta manera, los sujetos decían palabras o realizaban ciertos actos regidos por mí voluntad y no la de ellos. Viendo las circunstancias de yo estarme volviendo un libro abierto para ella que pudiese conocerme y ella envuelta en su trauma reciente que, por cierto lo respeto, pero me resultaba imperioso sacarla de allí.
Cerré mis ojos un momento, centrándome no en sus pensamientos, sino en sus emociones, con el fin de entenderla de mejor forma. Sus primeras sensaciones me resultaban evidentes mas en una tomé reparo y era que, por algún motivo, mi persona le resultaba familiar.
— ¿Cómo era ese cazador? — Le dije sin más rodeos, tu trauma nace ahí y no nos queda mucho tiempo antes de que el Sol aparezca nuevamente y nos obligue a dormir antes de continuar nuestra amena conversación. — Sé que esa estrella no es el único enemigo que poseemos y debemos defendernos de aquellos que sean nuestros aliados. —
Su mirada por un instante cambió y se tornó algo más confiada pude vislumbrar por el brillo de sus ojos que no sé si fue por sorpresa o comprensión.
— Cualquier peligro que allá afuera esté lo afrontaremos juntos, conozco tanto o más bien como tú lo que es la soledad, recuerda que es contigo con quien tengo una conversación luego de un largo tiempo. Es por eso que no permitiré que estés sola, no más— Concluí esbozando una sonrisa casi caballeresca en mi rostro, que le mostraba que no tenía intensión alguna de lastimarla ni física ni psicológicamente que luego de un tiempo que desconocía, ella tenía alguien a su lado que la iba a proteger de las amenazas que del exterior compartíamos.
— Tengo veintitrés años— le dije sin ánimo de ocultar nada, — tres años de éstos inmerso en la oscuridad de tu mundo— concluí, teniendo algo más de confianza en la señorita de mirada inocente e intenciones que aún estaban ocultas en su mente. — He vivido la soledad por ya tres años, y los primeros meses no tuve contacto alguno que no sea de otro para matar— Le señalé con tristeza —Considérate afortunada de conocer a alguien de tu mundo en poco tiempo que no constituya un peligro para ti. Sin embargo, admito que la edad que poseo difiere considerablemente de la tuya, por lo que vemos la soledad desde perspectivas diferentes, y entiendo por ello tu distancia con respecto a mí— .
La situación no cambiaba a pesar de ella estar atenta a mis palabras. Escenario adverso el cual me obligó a enmendarme a usar uno de mis poderes con el mero fin de hacerla entender.
Una de mis primeras habilidades que había podido descubrir era el hecho de lograr que otros hiciesen lo que yo deseara en pequeño intervalo de tiempo, de esta manera, los sujetos decían palabras o realizaban ciertos actos regidos por mí voluntad y no la de ellos. Viendo las circunstancias de yo estarme volviendo un libro abierto para ella que pudiese conocerme y ella envuelta en su trauma reciente que, por cierto lo respeto, pero me resultaba imperioso sacarla de allí.
Cerré mis ojos un momento, centrándome no en sus pensamientos, sino en sus emociones, con el fin de entenderla de mejor forma. Sus primeras sensaciones me resultaban evidentes mas en una tomé reparo y era que, por algún motivo, mi persona le resultaba familiar.
— ¿Cómo era ese cazador? — Le dije sin más rodeos, tu trauma nace ahí y no nos queda mucho tiempo antes de que el Sol aparezca nuevamente y nos obligue a dormir antes de continuar nuestra amena conversación. — Sé que esa estrella no es el único enemigo que poseemos y debemos defendernos de aquellos que sean nuestros aliados. —
Su mirada por un instante cambió y se tornó algo más confiada pude vislumbrar por el brillo de sus ojos que no sé si fue por sorpresa o comprensión.
— Cualquier peligro que allá afuera esté lo afrontaremos juntos, conozco tanto o más bien como tú lo que es la soledad, recuerda que es contigo con quien tengo una conversación luego de un largo tiempo. Es por eso que no permitiré que estés sola, no más— Concluí esbozando una sonrisa casi caballeresca en mi rostro, que le mostraba que no tenía intensión alguna de lastimarla ni física ni psicológicamente que luego de un tiempo que desconocía, ella tenía alguien a su lado que la iba a proteger de las amenazas que del exterior compartíamos.
Loek Van Musschenbroek- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 10
Fecha de inscripción : 22/09/2013
Re: ''Primer mes de vida'' [Privado]
-Bueno, si no puedes no pasa nada...es sólo que me da algo de cosa hablar de usted...-le comenté algo tímida mientras observaba sus intentos de hablar de una forma más informal. De algún modo, tenía la sensación de que podía confiar en él, pero por otro lado me resultaba totalmente alarmante el estar con un vampiro. Esos seres que poseen la inmortalidad al igual que yo pero que la mayoría de sus almas están desintegradas; yo aún me considero humana...simplemente no quiero llegar a ser como esas criaturas que me han atacado violentamente en más de una ocasión.
Lo miré como si estuviera esperando algo y finalmente el silenció se quebró al salir unas palabras del aún desconocido. Esperaba una o dos frases, pero en su presentación añadió varios detalles que me dejaron un poco en shock. Muerte-muerte-muerte: esas palabras se habían introducido en mi mente al mismo tiempo que me contaba su historia. ¿Por qué duele tanto? ¿Por qué no desaparecen esas sangrientas imágenes de mi cabeza? ¿De quién era esa sangre? mía-mía-mía. Tras parecer haber estado ausente durante unos instantes, intenté seguir el ritmo de la conversación y despejar mi mente (si encontraba la manera de conseguirlo). Yo, siendo aún tan pequeña había muchas cosas que aún no comprendía, y aunque él creyera que lo estaba juzgando en realidad estaba intentando ponerme en su piel. -Me pregunto si seré yo también así algún día..- miré al suelo para nuevamente levantar la mirada -Yo...esto...aquel cuerpo que vislumbraste...tengo yo la culpa...- mis ojos aún seguían hundidos bajo lágrimas -Pero...yo no quería...alguien me hizo...- y me callé inmediatamente, recordando la especie de trato que habíamos acordado aquel cazador y yo. No podía delatarlo, no podía culparlo...tan sólo podía ahogarme en mi pena, en el dolor de mis heridas.
A pesar del afán de de cubrir mis afloradas emociones me di cuenta de que Loek -por fin había averiguado su nombre- se había dado cuenta de mi malestar y de mis moratones. Y entonces me temí lo peor, ya que comenzaba a hacerme preguntas acerca de ello, por lo que negué en varias ocasiones algo nerviosa. -No pue...digo, no es nada...de verdad. Sólo me descuidé un momento y me caí por unas grandes e interminables escaleras- se me acababa de ocurrir, pero ¿qué iba a decirle? ''Un hombre aterrador me ha torturado clavándome dagas como si estuviera clavada en una cruz y ha dejado que me desangre a mi suerte. Heridas por las cuales cualquier humano hubiera muerto en cuestión de segundos''. El cazador parecía haberse burlado de mi condición, como si fuera un juego eso de matar a alguien sabiendo que volverá a revivir una y otra vez. -Por cierto, yo soy Bridgette...aunque mis amigos me suelen llamar Brid o Bridgie- no sabía si era seguro reverlarle mi nombre, pero él se había presentado y me había contado cosas acerca de él...sería una falta de respeto por mi parte si no le decía al menos cómo me llamaba.
Loek se mostraba preocupado pero a la vez sereno ante mí, pero el miedo aún seguía corriendo por mis venas y el más mísero sonido o ruido hacía que me sobresaltara. Y más en aquellos silencios intermitentes, donde el tic-tac de varios relojes, el cantar de los pájaros y pitidos de procedencia indescifrable se metían en mi mente y jugaban con ella. Pude decirle algunas palabras que sonaron como un susurro -Estoy perdida-.
Lo miré como si estuviera esperando algo y finalmente el silenció se quebró al salir unas palabras del aún desconocido. Esperaba una o dos frases, pero en su presentación añadió varios detalles que me dejaron un poco en shock. Muerte-muerte-muerte: esas palabras se habían introducido en mi mente al mismo tiempo que me contaba su historia. ¿Por qué duele tanto? ¿Por qué no desaparecen esas sangrientas imágenes de mi cabeza? ¿De quién era esa sangre? mía-mía-mía. Tras parecer haber estado ausente durante unos instantes, intenté seguir el ritmo de la conversación y despejar mi mente (si encontraba la manera de conseguirlo). Yo, siendo aún tan pequeña había muchas cosas que aún no comprendía, y aunque él creyera que lo estaba juzgando en realidad estaba intentando ponerme en su piel. -Me pregunto si seré yo también así algún día..- miré al suelo para nuevamente levantar la mirada -Yo...esto...aquel cuerpo que vislumbraste...tengo yo la culpa...- mis ojos aún seguían hundidos bajo lágrimas -Pero...yo no quería...alguien me hizo...- y me callé inmediatamente, recordando la especie de trato que habíamos acordado aquel cazador y yo. No podía delatarlo, no podía culparlo...tan sólo podía ahogarme en mi pena, en el dolor de mis heridas.
A pesar del afán de de cubrir mis afloradas emociones me di cuenta de que Loek -por fin había averiguado su nombre- se había dado cuenta de mi malestar y de mis moratones. Y entonces me temí lo peor, ya que comenzaba a hacerme preguntas acerca de ello, por lo que negué en varias ocasiones algo nerviosa. -No pue...digo, no es nada...de verdad. Sólo me descuidé un momento y me caí por unas grandes e interminables escaleras- se me acababa de ocurrir, pero ¿qué iba a decirle? ''Un hombre aterrador me ha torturado clavándome dagas como si estuviera clavada en una cruz y ha dejado que me desangre a mi suerte. Heridas por las cuales cualquier humano hubiera muerto en cuestión de segundos''. El cazador parecía haberse burlado de mi condición, como si fuera un juego eso de matar a alguien sabiendo que volverá a revivir una y otra vez. -Por cierto, yo soy Bridgette...aunque mis amigos me suelen llamar Brid o Bridgie- no sabía si era seguro reverlarle mi nombre, pero él se había presentado y me había contado cosas acerca de él...sería una falta de respeto por mi parte si no le decía al menos cómo me llamaba.
Loek se mostraba preocupado pero a la vez sereno ante mí, pero el miedo aún seguía corriendo por mis venas y el más mísero sonido o ruido hacía que me sobresaltara. Y más en aquellos silencios intermitentes, donde el tic-tac de varios relojes, el cantar de los pájaros y pitidos de procedencia indescifrable se metían en mi mente y jugaban con ella. Pude decirle algunas palabras que sonaron como un susurro -Estoy perdida-.
Bridgette Anghelescu- Vampiro Clase Baja
- Mensajes : 87
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Edad : 25
Localización : Escondida por ahí.
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: ''Primer mes de vida'' [Privado]
La noche casi alcanzaba su término; podía ver entre el crisol quebrantado de una vieja ventana que daba hacia Oriente como la oscuridad era suplantada por la luz de manera gradual que indicaba que nuestro diálogo tenía que concluir pronto si es que no queríamos terminar en cenizas.
La niña finalmente me dijo su nombre en señal que tomé por confianza y me permití tomarle la mano con sumo cuidado a tiempo que la miraba a los ojos.
— Escucha atentamente — Inicié de manera pausada — Eres muy astuta dejando de lado la edad que tienes. Me alegra que hayas desconfiado de mí para poder protegerte. Te esperan muchos momentos así de aquí en adelante, pero la diferencia es que ahora podremos estar juntos para enfrentar dichos peligros. —
— Permíteme ser el primero en reconocer la pureza de tu “humanidad” — Continué haciendo énfasis en este concepto — tomando en cuenta tu condición, tu actuar sin duda es admirable —
Mi intervención fue detenida un momento para contemplar a la niña que me miraba aún con desconfianza, pero noté una leve sonrisa en su rostro al reconocer su humanidad y su afán por querer mantenerla sin importar cómo. Era una causa digna de un ser noble al cual iba a ayudar sin importar los medios que debiera utilizar para lograr su fin. Una paz muy particular en el ambiente nos envolvía a ambos; paz que fue abruptamente interrumpida por unos pasos afuera del lugar en el cual residíamos, de los cuales estoy seguro que ella también se percató.
Me incorporé con cuidado y dejé apartada a la infante un momento — Quédate ahí por favor — le dije mientras caminaba en dirección a la puerta y me predisponía a escuchar tras de ésta. Sin embargo los pasos continuaron, pero cada vez se oían más y más lejos y con ello, la respiración de ambos volvía a la normalidad ya que estábamos fuera de peligro.
Me di vuelta asintiendo a la niña en señal de gesto que estaba todo bien y esperando su reacción. Sin importar cuál fuera ésta, lo que hice momentos atrás servía de gesto para que ella pudiese confiar aún más en mi persona. Ya no había mucho tiempo para seguir conversando por lo que esperé que ella hiciese su última intervención para buscar luego un lugar del recinto que me permitiese descansar luego de al fin encontrar un propósito por el cual seguir vivo.
La niña finalmente me dijo su nombre en señal que tomé por confianza y me permití tomarle la mano con sumo cuidado a tiempo que la miraba a los ojos.
— Escucha atentamente — Inicié de manera pausada — Eres muy astuta dejando de lado la edad que tienes. Me alegra que hayas desconfiado de mí para poder protegerte. Te esperan muchos momentos así de aquí en adelante, pero la diferencia es que ahora podremos estar juntos para enfrentar dichos peligros. —
— Permíteme ser el primero en reconocer la pureza de tu “humanidad” — Continué haciendo énfasis en este concepto — tomando en cuenta tu condición, tu actuar sin duda es admirable —
Mi intervención fue detenida un momento para contemplar a la niña que me miraba aún con desconfianza, pero noté una leve sonrisa en su rostro al reconocer su humanidad y su afán por querer mantenerla sin importar cómo. Era una causa digna de un ser noble al cual iba a ayudar sin importar los medios que debiera utilizar para lograr su fin. Una paz muy particular en el ambiente nos envolvía a ambos; paz que fue abruptamente interrumpida por unos pasos afuera del lugar en el cual residíamos, de los cuales estoy seguro que ella también se percató.
Me incorporé con cuidado y dejé apartada a la infante un momento — Quédate ahí por favor — le dije mientras caminaba en dirección a la puerta y me predisponía a escuchar tras de ésta. Sin embargo los pasos continuaron, pero cada vez se oían más y más lejos y con ello, la respiración de ambos volvía a la normalidad ya que estábamos fuera de peligro.
Me di vuelta asintiendo a la niña en señal de gesto que estaba todo bien y esperando su reacción. Sin importar cuál fuera ésta, lo que hice momentos atrás servía de gesto para que ella pudiese confiar aún más en mi persona. Ya no había mucho tiempo para seguir conversando por lo que esperé que ella hiciese su última intervención para buscar luego un lugar del recinto que me permitiese descansar luego de al fin encontrar un propósito por el cual seguir vivo.
Loek Van Musschenbroek- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 10
Fecha de inscripción : 22/09/2013
Re: ''Primer mes de vida'' [Privado]
Aún me quedaban muchas cosas por conocer de mi nuevo amigo, pero ahora estaba más tranquila y receptiva, sabiendo qué podía confiar en él, que podríamos cubrirnos las espaldas. No estaba sola en esto, aquello me reconfortaba. -Muchas gracias por aceptarme y no juzgarme...- le dije tímida mientras apartaba algunos cabellos de mi pálido rostro. Mis palabras sonaron sinceras pero a la vez podía apreciarse en ellas un vestigio de preocupación...por el mero hecho de que si estaba dispuesto a ayudarme saldría herido. Y no quería eso.
Podíamos apreciar cómo el Sol marcaba territorio gradualmente y eso me recordó que deberíamos irnos a dormir pero... ¿qué eran aquellos pasos?. Me alarmé, pues sonaron muy cercanos y entonces seguí sus órdenes y me escondí tras el gran baúl, al mismo tiempo alejada de cualquier rastro de luz; me había mezclado con las sombras. ¿Y si era el cazador que iba a descubrir dónde me encontraba? Mi respiración sonaba fuerte y acelerada, pero finalmente pude bajar la guardia cuando ambos descubrimos que fuera lo que fuese lo que había cerca se había marchado.
Por alguna razón me sentía a gusto estando con el vampiro, me recordaba que debía abrir poco a poco mi corazón a las demás personas y dejar abrir las murallas que me envuelven a las personas que realmente se ganaran mi confianza como él. ¿Y ahora qué haríamos? Si no nos dábamos prisa en resguardarnos adecuadamente seríamos reducidos a cenizas. Como casi aquel día en el que me persiguieron algunas personas y casi quedo expuesta a la luz solar. Entonces, tras estar pensando durante unos minutos hablé finalmente -Ya sé lo que haremos- sonreí como si hubiera resuelto un acertijo y enseguida tiré un alto armario viejo, sacando rápidamente todo lo que había (algo que una niña normal nunca podría haber hecho, ya que aquel mueble era muy pesado) e introduciendo paja y algunos cojines que estaba esparcidos por el suelo. Entonces me giré hacia él con rostro semblante y le señalé el armario que se había convertido en una alcoba en un abrir y cerrar de ojos -Tú dormirás ahí. Es lo mejor que he podido hacer, espero que estés bien con eso- y luego di varios golpecitos al baúl que tenía al lado mía -Y yo dormiré aquí. Algo bueno tiene ser tan menuda- dije soltando una pequeña carcajada.
Aquello recordaba a la típica escena entre el hermano mayor y la hermana pequeña que conversaban antes de irse a dormir. Era algo mágico cómo había conseguido ser yo misma después de mucho tiempo.
Podíamos apreciar cómo el Sol marcaba territorio gradualmente y eso me recordó que deberíamos irnos a dormir pero... ¿qué eran aquellos pasos?. Me alarmé, pues sonaron muy cercanos y entonces seguí sus órdenes y me escondí tras el gran baúl, al mismo tiempo alejada de cualquier rastro de luz; me había mezclado con las sombras. ¿Y si era el cazador que iba a descubrir dónde me encontraba? Mi respiración sonaba fuerte y acelerada, pero finalmente pude bajar la guardia cuando ambos descubrimos que fuera lo que fuese lo que había cerca se había marchado.
Por alguna razón me sentía a gusto estando con el vampiro, me recordaba que debía abrir poco a poco mi corazón a las demás personas y dejar abrir las murallas que me envuelven a las personas que realmente se ganaran mi confianza como él. ¿Y ahora qué haríamos? Si no nos dábamos prisa en resguardarnos adecuadamente seríamos reducidos a cenizas. Como casi aquel día en el que me persiguieron algunas personas y casi quedo expuesta a la luz solar. Entonces, tras estar pensando durante unos minutos hablé finalmente -Ya sé lo que haremos- sonreí como si hubiera resuelto un acertijo y enseguida tiré un alto armario viejo, sacando rápidamente todo lo que había (algo que una niña normal nunca podría haber hecho, ya que aquel mueble era muy pesado) e introduciendo paja y algunos cojines que estaba esparcidos por el suelo. Entonces me giré hacia él con rostro semblante y le señalé el armario que se había convertido en una alcoba en un abrir y cerrar de ojos -Tú dormirás ahí. Es lo mejor que he podido hacer, espero que estés bien con eso- y luego di varios golpecitos al baúl que tenía al lado mía -Y yo dormiré aquí. Algo bueno tiene ser tan menuda- dije soltando una pequeña carcajada.
Aquello recordaba a la típica escena entre el hermano mayor y la hermana pequeña que conversaban antes de irse a dormir. Era algo mágico cómo había conseguido ser yo misma después de mucho tiempo.
Bridgette Anghelescu- Vampiro Clase Baja
- Mensajes : 87
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Edad : 25
Localización : Escondida por ahí.
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Temas similares
» El primer día del resto de mi vida {Micky Vanier}
» El primer encuentro de un juego sin reglas ||privado||
» Black versus Mariscal. Primer acto (privado)
» Mi primer cliente ( Alberich Van der Monde + privado)
» Digamos que no tiene comienzo nuestro primer encuentro || Privado
» El primer encuentro de un juego sin reglas ||privado||
» Black versus Mariscal. Primer acto (privado)
» Mi primer cliente ( Alberich Van der Monde + privado)
» Digamos que no tiene comienzo nuestro primer encuentro || Privado
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér Sep 18, 2024 9:16 am por Afiliaciones
» REACTIVACIÓN DE PERSONAJES
Mar Jul 30, 2024 4:58 am por Frederick Truffaut
» AVISO #49: SITUACIÓN ACTUAL DE VICTORIAN VAMPIRES
Miér Jul 24, 2024 2:54 pm por Nigel Quartermane
» Ah, mi vieja amiga la autodestrucción [Búsqueda activa]
Jue Jul 18, 2024 4:42 am por León Salazar
» Vampirto ¿estás ahí? // Sokolović Rosenthal (priv)
Miér Jul 10, 2024 1:09 pm por Jagger B. De Boer
» l'enlèvement de perséphone ─ n.
Sáb Jul 06, 2024 11:12 pm por Vivianne Delacour
» orphée et eurydice ― j.
Jue Jul 04, 2024 10:55 pm por Vivianne Delacour
» Le Château des Rêves Noirs [Privado]
Jue Jul 04, 2024 10:42 pm por Willem Fokke
» labyrinth ─ chronologies.
Sáb Jun 22, 2024 10:04 pm por Vivianne Delacour