Una noche diferente (Alexander)

por **Aimee Windsor** Lun Ago 16, 2010 8:47 am

Siempre me sorprendía como yo podía cambiar de un momento a otro mi forma de ser, cuando sentía la sed apoderándose de mí. En circunstancias normales, mi paseo por el bosque solo hubiera sido para un momento de paz, simplemente una caminata tranquila y relajante. En circunstancias como estas, me encontraba realizando una casería que me estaba resultando realmente placentera.
Justo después de que el sol se ocultara, tuve vía libre para salir de mi hogar y poder conseguir algo que anhelaba de sobremanera, sangre. Tan fácil me había resultado seducir a un humano con una sola mirada, consiguiendo que me siguiera hasta el bosque, sin hacer el mayor esfuerzo, y así consiguiendo mi víctima. Claro que, en el momento en que se dio cuenta de que haber ido tras de mí, le causaría la muerte, comenzó a huir como el débil humano que era, y así comenzó mi juego del gato y el ratón.
Yo no era una mujer cruel, ni me consideraba mala, trataba de ser lo más humana posible, pero a la hora de cazar, de alimentarme, mi naturaleza se apoderaba de mi, y me hacia amar la muerte, amar el miedo que mis victimas sentían, me hacía sentir extasiada por su sangre correr por su venas, me convertía en el ser que realmente era, una vampiresa, un ser de la noche.
Dejé que el humano corriera durante unos minutos, y se aferrara a la esperanza de que podría salvarse, mientras yo jugueteaba árbol tras árbol, riéndome y dejando que me viera de vez en cuando. Cuando sentí que ya era hora de alimentarme, me paré frente a él, impidiendo que siguiera su camino y con paso lento, caminé hacia él, haciéndolo retroceder y acorralándolo contra un árbol.
- Un lamentable desperdicio – susurré al ver al humano, de una belleza poco común entre los mortales. Me acerque tanto, que podía sentir su respiración agitada sobre mí – Alimentarme y dejarte morir? – continúe, mientras acercaba mi rostro a su cuello, dejándome llevar por el aroma de su sangre corriendo bajo su fina piel, mientras apegaba ligeramente mi cuerpo al suyo, logrando provocar terror y deseo en aquel humano – O regalarte lo que muchos quieren – dije alejándome de su cuello, y mirándole a los ojos, unos que demostraban lo mismo que su cuerpo – la vida eterna – susurre antes de posar mis labios delicadamente sobre los suyos, haciendo que el miedo desapareciera, y provocándole simplemente deseo. Justo en el momento en que entreabría sus labios para darme paso, esbocé una pequeña sonrisa y le hice un pequeño corte en el labio, haciendo que saliera un hilo de lo que tanto estaba deseando, su sangre. Creo que en ese momento supo que sería su fin, y aun así no hizo el menor esfuerzo por escapar cuando separé mis labios de los suyos, y los lleve directo a su cuello, rompiendo fácilmente la fina piel que separaba el líquido escarlata, de mis colmillos.
No supe cuanto tiempo estuve ahí, alimentándome, esperando para detenerme antes de quitarle la vida, cuando sentí una mirada sobre mí, y no era humano. Separé mis labios del cuello del humano, dejándolo delicadamente sobre el suelo, y sintiendo como mi lado, “salvaje”, comenzaba a alejarse de mí, como ocurría cada vez después de alimentarme. Miré al pobre hombre que en cualquier momento moriría, y lo único que pude pensar fue un “lo siento”. Si, era algo cínico que después de divertirme y arrebatar la vida a otros, pensara eso, pero así era, lo sentía.
Luego de darle la última mirada al humano, me giré lentamente, esperando encontrar a un vampiro justo detrás, pero no había nadie, al menos no a la vista, podía sentirlo ahí, pero no podía verlo. En un bosque tan frondoso, era fácil ocultarse, incluso de otro vampiro, pero tuve la leve impresión que esconderse no era su intención.
- Porque no te muestras…- murmuré mirando hacia la oscuridad frente a mí.

por Invitado Vie Ago 20, 2010 9:13 am

Había comenzado por ser una noche bastante aburrida y sin ningún evento en especial, andaba buscando con ansias un poco de entretención y ciertamente no lo estaba logrando. Iba de un lado para otro con rapidez viendo si en el camino me encontraba con algo o alguien interesante pero para mi mala suerte solo eran simples humanos con su patética vida. Sonreí al ver como muchos llegaban a los burdeles en busca de putas y ellas acercándoseles coquetamente, pasé fuera del burdel y fue cuando una de ellas se me acercó no pudiendo evitar mirarla de pies a cabeza, mi mirada no la inmutó ya que de seguro se había encontrado con humanos que la miraban pero. Esbocé una gran sonrisa cuando me preguntó si quería ir con ella- Oh no lo siento mademoiselle, pero usted no es suficiente para mi - Comenté de forma seria y burlona para seguir mi camino, sentí como la mujer me miraba indignada con ganas de golpearme pero simplemente la ignoré.

Las calles parisinas no eran un lugar interesante aquella noche por lo cual comenzaba a aburrirme de sobremanera así que me aventuré a caminar hacia el bosque con mi particular velocidad, no me interesaba ver a los lados por lo que solo tenía mi mirada fija en el bosque frondoso. Tal vez y tenía la suerte de encontrarme un tonto humano vagando por ahí, idea que me animó más y apuré mi paso aún más. Sentí el aroma de un vampiro y también el de un humano, sonreí ampliamente bajando mi velocidad y me trepé a los árboles para hacer menos notoria mi presencia.

Una vez que llegué donde ellos vi como la hermosa mujer seducía a su presa, algo bastante común entre vampiras, sentí unas enormes ganas de reírme pero me las agunté para no interrumpir el momento. Miré todo con gran atención sintiéndome decepcionado al ver que su actuar era tan evidente, bufé para mi y desvié la mirada un momento distrayéndome de la escena principal, pasé unos minutos así hasta que sentí la voz de ella, sonreí y de un salto llegué a su lado sintiendo el aroma a sangre fresca y admirándola con cuidado - Creo que interrumpí su cena mademoiselle, lo...lo siento-Comenté burlonamente y no pude evitar que una risa saliera de mi boca, prontamente aclaré mi garganta y la miré a los ojos - Oh bueno...mi nombre es Alexander Záitsev, ¿y el suyo? - Pregunté con cierto desinterés ún sonriente.

Una noche diferente (Alexander)

Una noche diferente (Alexander)

Re: Una noche diferente (Alexander)