¿Quién soy yo?, ¿Quién eres tú? [Elisha, Julián]

por **Alaric Bowlby** Jue Sep 12, 2013 10:20 pm

Recuerdo del primer mensaje :

¿Te imaginas quizá que llevo otra careta y que esto... esto... mi cara es una máscara?
Gastón Leroux

Conocía los deberes que debía seguir al pie de la letra, tomar el papel de alguien más después de todo era mas sencillo de lo que muchos pudieran suponer, pero de ahí a tener que tratar con jovencitas de la clase alta continuamente existía una gran diferencia, y más debido a que muchas de ellas conocían al Alaric real, ese Alaric que estaba muerto y enterrado desde hacía ya tiempo atrás.

Su "padre" le informo entonces que irían de visita a una casa de algunos allegados, gente importante para los negocios y Alaric debía estar presente en aquel lugar como futuro "heredero" de toda la fortuna de su familia. Además que aprovecharía la ocasión para conocer a la hija de ese hombre; la chica al parecer era la última de la lista de las que conocían al antiguo Alaric, así que ganando la confianza de ella todo estaba asegurado para sus planes.

Cambio sus humildes ropas, con las cuales se sentía tan cómodo por finas ropas y una vez listo subió en el carruaje que les llevaría a la casa donde se efectuaría la reunión; durante el trayecto recibió solamente otro montón de de indicaciones de lo que debía y no debía hacer, pero aunque fingía atender a cada una de las palabras que le eran dedicadas a él, sus pensamientos estaban enfocados en sus deseos de regresar a la jaula de oro y cambiar sus ropas por las que tanto le gustaban.

El camino fue corto, o así le pareció y finalmente cuando descendieron del carruaje ya había tomado aquel papel que perfecciono con mucho esfuerzo durante unos meses. Fueron recibidos por una sirvienta quien les guío a un pequeño estudio en el interior de la gran y opulenta casa.
Alaric no dejaba de fascinarse de la clase de cosas que existían dentro de esas casas pero siempre debía lucir como que eso le resultaba de lo más familiar. Justo antes de entrar al estudio la sirvienta los miro y con voz suave indico que el joven debería esperar afuera porque su señor pensaba discutir asuntos delicados. Él por su parte no replico ni dijo nada, simplemente se giro y se encamino rumbo a otro lugar de la casa, pues al fin y al cabo todo aquello no le interesaba pues esos asuntos de negocios al final no serían suyos.

Escucho cuando la puerta del estudio se cerro a su espalda y la sirvienta reanudaba sus labores, en tanto su andar le sumergía por los pasillos de aquella gran casa, admirando todo ahora que le era posible hacerlo. En su andar se encontró con una pintura que atrajo completamente su atención y permaneció frente a ella un buen rato hasta que un sonido a su espalda le hizo volverse para encontrarse de frente con aquello que desde un inicio supo que era el objetivo principal de su visita a aquel lugar.

por **Alaric Bowlby** Mar Nov 19, 2013 10:02 pm

Era incapaz de entender que era lo que pasaba y su “padre” solo terminaba por desviarle el tema. Una mirada de el señor Delay a Gilmerië provoco que el primero intentara llevarse a Alaric lejos, diciendo que aquello eran asuntos de familia en los que era mejor no meterse y entonces solo comenzó a apartarle de aquel lugar como si con eso pudiera salir de los pensamientos de él la forma en la que aquel hombre parecía estar reprendiendo a Elisha.
Según su pensamiento, no había hecho nada como para que su padre se molestara y que a él le alejaran de ahí solo dejaba con más dudas que respuestas.
– ¿Qué pasa?… Lo sabes ¿Verdad? – fuera de la mirada de todos los demás, era solo un trabajador más pero eso no impedía que hiciese esa clase de cuestionamientos aunque resultaran algo groseros, después de todo los Delay le necesitaban y sin su presencia todo se iris a la basura.

Delay desvió la mirada y guardo silencio, cosa que solía hacer cuando no deseaba que Alaric supiera de algo, era la manera en la que intentaba mantenerle secretos aunque esos secretos terminaran siempre por ser revelados.
– Vamos dime, sabes que no ganaras nada ocultando información – exigió.
– Hay cosas que aún es complicado que conozcan, tanto tú como ella. Las cosas nunca serán sencillas Alaric y espero puedas llevar las cosas de una manera adecuada – aquel hombre le miraba con pesar, de esa misma manera en la que le ció cuando supo que compartía el nombre de su difunto hijo.
Estaba por preguntar más, aquello no le parecía suficiente como para poder entender algo, volvían las dudas al respecto de todo, pero antes de que pudiese preguntar nuevamente el padre de Elisha se acercó; lucía decaído y les miraba a ambos con la carta en la mano.

No necesito palabra alguna, ni seña de ningún tipo. Antes de que Gilmerië llegara hasta donde ellos, Alaric ya le había pasado de largo buscando a Elisha.
Llegó a donde momentos antes estaban pero lo único que pudo ver fue el vestido a la distancia y sin pensarlo dos veces comenzó a correr para alcanzarle dejando a aquellos hombres que tenían más secretos de los que pensaba detrás. Corrió hasta estar cerca del invernadero; había más gente allá pero eso no era lo importante, primero quería llegar a ver que ella estuviese bien.

Ya más cerca disminuyo el paso y camino hasta quedar cerca.
– Elisha… ¿estas bien? – termino por acercarse más y fue entonces cuando noto la enrojecida mejilla. Su mano fue hasta esa mejilla, culpandose por no haber insistido en estar cerca de ella; quizás con sus explicaciones hubiera sido otra cosa pues estaba consciente de que pieles como aquella no estaban hechas para ser golpeadas, en cambio la de él podía recibir tantos golpes como fuesen necesarios – ¿Qué ha pasado? – preguntó justo antes de escuchar los sonidos provenientes del invernadero, donde se suponía que estaban los perros de Elisha y tomando su mano le dedico una sonrisa – ¿Quieres que entremos y veamos como están? – No sería la mejor compañía, ni el mejor en muchas cosas pero al menos estaría al lado de ella para cuando le necesitara eso sería sin importar lo que fuera.

por **Elisha Gilmerië** Miér Nov 27, 2013 11:18 am

-No… -La voz de Elisha había sido tímida, suave cuando ya exploto en lágrimas delante de Alaric, de quien iba a ser su prometido- …-No dijo nada, ni muchas palabras en las cuales pudiera describir lo que estaba haciendo ahora mismo. Estaba besándole más pausadamente sobre sus labios, sobre aquellos que antes besó, sonríe cuando se separa de ellos pero se queda acurrucada en él, buscando de su protección, su rostro empolvado y maquillado con precisión, miraba el rostro de Alaric mientras intentaba quitarse la vergüenza que representaban sus lágrimas-…Me odio a mí misma…-su autoestima había bajado de repente, la bofetada de su padre le había hecho de esa forma, estaba en baja forma, se había arrodillado en el suelo, continuando el llanto.

Finalmente se sentó contra la pared de aquel invernadero, arrugando las bellas curvas y los encajes del vestido, precisando de que estaba seguramente con el maquillaje-…Dios…esta máscara es demasiado cara…-murmuro mirándose en un espejito que llevaba consigo en un bolsillo del vestido-…No debería llorar, esta máscara es demasiado cara…-dijo como si no viniera a cuento, pero en verdad estaba decepcionada consigo misma, tan solo por decir la verdad a su padre, el cual no quería ver al parecer la verdad de su acción en protegerla. Detrás suya estaba el invernadero donde Clío estaba esperándola a que la visitara alguien, pero estaba cerca, en el suelo y mirando a sus manos.

Cuando miro hacia el frente, vio como a lo lejos un carruaje llegaba para poder tenerla embobada-…Alaric…-miro a su prometido, un poco más calmada, ruborizada-…No soy así…de esquizofrénica…Normalmente me quedo tranquila y suelo descargar mi ira con prácticas de tiro con arco, o voy a pegar a alguien…-se le quedo mirando para ver como reaccionaba-…Era broma, no pego a nadie, tengo carácter pero no pego a nadie…-sonrió de lado, sintiéndose un poco mejor, levantándose del suelo y quedándose frente a Alaric. Volvía a jugar con los encajes de los volantes de su vestido, estaba de nuevo nerviosa frente a alguien como él.

– No veo mal la boda…-sonrió a escondidas pero ya le miró fijamente-…es más…ahora creo que será divertido escoger un vestido…-Solamente tras decir aquello con timidez, sonreía con dulzura, miraba con ternura a quien sería su prometido, se acercó a él unos pasos-…¿te…te gustaría…?-Bueno, Elisha se lo pregunto con cierto temor al rechazo, pero la verdad, es que se moría por besarle de nuevo, le gustaba sentir revolotear las mariposas en su estómago cuando le miraba o le besaba que habían sido dos en el día.

Por Dios, que le estaba pasando.

Estaba cerca de Alaric y ella le tomo la mano para poder acariciarle un par de dedos. Le gustaba la textura de los dedos de Alaric, contrastaba con la suavidad de ella, su aroma, ella se abrazó a él, le gustaba esta cercanía-….yo… ¿Puedo quedarme así? –murmuro sobre el pecho del otro, con el índice de su mano izquierda jugaba con un botón o un adorno de la chaqueta de su actual prometido, le gustaba la vestimenta que llevaba puesta ese día, estaba dispuesta a quitarse de en medio-…Creo...que te incomodo…-murmuro antes de separarse, escucho la puerta del invernadero abrirse, iba a darse la vuelta, pero Hermes se lanzó contra ambos tirándolos al suelo, Elisha sobre Alaric…. ¡Y en qué posición más incómoda! –Uy…-Elisha dijo cuándo se dio cuenta de cómo habían caído. La rodilla de ella estaba presionando la entrepierna ajena, sus senos estaban casi sobre el rostro de Alaric por no decir casi encima, pero ella se había llevado la parte del pasto. Se tocó la boca, y suspiro de alivio al saber que todo estaba en su sitio, miro a Hermes y el animal enseguida se bajó de ambos, Elisha aprovecho para apartarse de en medio-…..LO SIENTO….-Su sonrojo era evidente, mas roja no podría estar.

**
-¡GUAU! –Hermes mostro euforia por muchos sentidos. Su compañera, Clío, había salido bien después del rato dentro, viendo como la curaban [“Clío, ¿Estas bien?”] Hermes fue hasta Elisha para lamerle la cara, pero Elisha se adelantó para tomar con las manos el rostro de Hermes, hacerle carantoñas y se fue hacia Alaric-… ¿estás bien Alaric? –Le presto una ayuda, una mano para que pudiera levantarse del pasto del jardín.
-¡Guau!-Aquella había sido Clío, aun estando en camilla y siendo atendida por Hernán y Dorothea [“Hermes, siempre tan preocupado… ¿Y los cachorros?”] Aquello fue de Clío para Hermes, Clío gimió cuando Dorothea sacaba a su último cachorro y lo envolvía en una manta, llevándolo para lavarlo y ponerlo junto con los otros cuatro cachorros.
**

-¿Estas bien? – Entendiendo que había pasado varios segundos y que todos estaban de pie, excepto Clío, Elisha le pregunto relajada a Alaric si… “estaba bien” Esperaba que sí. Había pasado algo embarazoso. Aquello le hizo soltar una risita tonta.

-¡Elisha! –A lo lejos le llamaba su padre. Estaba de acuerdo en que debería estar presente para lo que necesitara, pero quería quedarse al lado de Alaric por alguna razón. Repaso lo que había pasado: palabras, miradas, cambio de actitud, acercamiento, y entonces esa atmosfera cálida que se creó por si sola entre ambos, envolviéndolos en un magnetismo confuso para ella. Intentaba ser orgullosa como con cualquier hombre que se le han presentado, pero no le salía demasiado bien, del único modo en que se comportaba con Alaric, era como siempre, fogosa, quizás un poco impulsiva y haciéndose la líder en todo, pero con ese toque de inocencia, dulce. No se dejaría engañar, no admitiría en voz alta - me gustas…-Diantres, hizo lo que no quería hacer, ¿Cómo es que se desconcentró? –Agh!-se llevó las manos a la cabeza - ¿Ves? Me haces decir cosas en voz alta…-cruzo los brazos, se dispuso a caminar hacia el invernadero, sonrojada de nuevo e ignorando la petición de su padre.

-Aaaawwww ¡Por dios! ¡Qué ricuras! ¡Dios! ¡Dios! –No pudo evitar comportarse como una loca al ver los cachorros de los rottweiler uno junto al otro, como si fueran pequeñas morcillitas una al lado de otra-…¡Están para comérselos..! –Iba a coger uno, pero Hernán, su mayordomo entre risas le puso un delantal que le llegaba hasta los pies, casi arrastrando, atado a la cintura- Alaric, mira! ¿No son lindos? –Tomo un cachorro entre sus brazos, mirándolo como si hubiera encontrado oro-….Ver esto…es una bendición….-Como tenía el delantal, no temía en mancharse – Ven Alaric,…toma a este en tus brazos…-Dijo levantándose tras coger de nuevo el mismo entre sus brazos, acercándose a Alaric para poner al cachorro entre los brazos de él-…No te preocupes, están limpios…-beso la mejilla de su prometido, poniendo un brazo para que no se cayera el pequeño animal de los brazos de él.

Ahora se preguntaba si….ella tendrá una oportunidad así.

Poder, en un futuro tener una familia.

por **Julián Gilmerië** Dom Dic 01, 2013 12:08 am

La noticia recibida una semana atrás le llevó a destrozar parte de la porcelana que encontró en su camino mientras sus pasos retumbaban en el piso de su casa. Su madre, esa maldita arpía que debería lucir mucho mejor muerta le daba la peor de todas las noticias. Su tío, el padre de su prima Elisha estaba por comprometerla con el hijo de un gran amigo suyo y si bien la noticia llegó hasta sus oídos lo primero que hizo fue soltar una carcajada de incredulidad pero en el segundo que miro a su madre y una mueca burlona se dibujo en el rostro de ella fue que desato enteramente su ira lanzando el jarrón más cercano en dirección a ella, aunque para su desgracia el jarrón solo le mando algo de aire a ella.

Si bien llegó a su habitación, descargo igualmente su frustración con todo lo que se cruzaba en su camino. Le resultaba imposible que su prima fuera a ser desposada por alguien mucho más considerando que siempre le había deseado de una manera bastante peculiar; siempre que pensaba en Elisha su memoria viajaba a aquel magnifico juego que había llevado a cabo al lado de su prima y como la mirada de odio y repulsión que le dirigía ella le excitaba.
Desde siempre supo que su prima era una de esas debilidades enfermas, más que cualquier mujer que pasara por sus manos, por su cama y sus pensamientos, Elisha siempre estaba presente en su mente y eso era algo que no podía evitar y estaba decidido a que ella sería suya tarde o temprano aunque le odiara o le amara después de todo daba igual lo que sintiera una mujer.

Julián recordaba perfectamente la primera vez que se encontró con su querida prima y la manera en la que el pequeño vestido que aún lucía se ondeaba de un lado a otro en el enorme jardín de su casa repleto de flores y su risa por todo el lugar. La visión de tanta belleza le repugno a tal punto que se juro destruirla, volverla impura y arrastrarla a su lado hasta que se acostumbrara a la oscuridad a la que le guiaría para que paulatinamente fuese incapaz de salir de aquel lugar y se quedara con él por siempre; pero ahora le llegaba esa maldita noticia del compromiso y por la fuente que menos esperaba escuchar.
Después de que se sintiera menos lleno de ira que antes llamo a algunas de sus criadas, necesitaba que organizaran varias de sus cosas pues estaba dispuesto a partir para ver a su prima y a su tío, eso del compromiso debía ser detenido de una u otra manera aunque eso incluyera asesinar al prometido o secuestrar nuevamente a Elisha. Ninguna de las criadas se rehuso a lo que les pedía pues le conocían de sobra y sabían que cuando estaba molesto no estaba para juegos.

Apenas espero a que llegara su padre y le informo del viaje - era lo que le molestaba, estar en Francia pero no cerca de París, al menos no para impedir aquello - que estaba por hacer; menciono solamente que deseaba celebrar el acontecimiento más importante en la vida de su querida prima y felicitarle por todo. Le menciono como usualmente al viajar que desconocía la fecha de su regreso pero estaría en contacto con él y sin aguardar más fue que partió a intentan detener que alguien osara robar lo que le perteneció desde siempre.

El viaje le resulto nada más que una terrible tortura pues se imaginaba que ella estaría en brazos de otro, disfrutando de la compañía de alguien que no fuera él - aunque no disfrutara ella de su compañía ni en mil años - y como de manera usual aún con aquellos pensamientos corriéndole y el agotamiento por el viaje fue incapaz de dormir de una manera decente y solo se sintió más tranquilo cuando el carruaje entro a París pues según tenía entendido aún faltaban algunos días para el compromiso.

Los equinos tiraron del carruaje entre las calles hasta que la mansión Gilmerië se hizo visible y una vez que llegaron no perdió tiempo en indicar a las criadas de aquella casa - que le temían tanto como las suyas - que bajaran sus cosas para después entrar en la gran casa.
Anduvo apenas un poco cuando escucho una risotada que conocía a la perfección pues era la de su tío quien en cuanto le vio le miro asombrado.
- Muchacho, que gusto verte en casa de nuevo - su tío sonrió de oreja a oreja - Ven hijo que estamos celebrando - le llamó con la mano y solo hasta que Julián se acercó fue que pudo observar al otro hombre.
- Tío no sabía que estabas armando una reunión - sonrió - Mi nombre es Julián - se presentó de manera cortes buscando al tiempo rastros de su prima.
- Él es el Señor Delay, es el padre del prometido de tu prima y… - la cara se le desencajo al cazador por unos momentos. Había intentado llegar a tiempo y termino tarde en aquello - hey chico pero que significa esa cara - su tío hizo una expresión de disgusto y Julián se obligo a sonreír de nueva cuenta aunque por dentro maldecía a todo mundo.
- Lo siento es que… escuche la noticia y pensé que llegaría para ver el acontecimiento tan importante - los hombres se miraron un segundo entre ellos.
- Descuida hijo que le conocerás - y sin aviso alguno un grito - ¡Elisha! - pero no existió repuesta alguna - esa muchacha, deben estar en el invernadero.
- Déjale que vaya, que conozca a mi hijo por su cuenta y sin tanta formalidad - expresó el desconocido al tiempo que el joven mostraba una ligera reverencia ante ambos y se alejaba rumbo al invernadero.

Maldita que fuera su suerte al pasar algo como aquello, pero ya tendría el tiempo de darle una lección al estúpido que tocara su propiedad y pensando en mil maneras de hacerle sufrir fue como llegó a la puerta del invernadero y observo a su prima con un chico que a simple vista parecía un pobretón inútil. - Pero mira nada más… -interrumpió la escena de los enamorados cargando un cachorro -que buen prometido te han encontrado primita - espero a que ambos le miraran y entonces entro en el invernadero - He venido a que me lo presentes - dijo con algo de molestia sin poder despegar los ojos de aquel chiquillo que estaba robándole lo que tanto tiempo había planeado tener para si.

por **Alaric Bowlby** Vie Dic 13, 2013 11:02 pm

Se sentía peor, al ver correr aquellas lagrimas por el rostro de quien en un futuro sería su prometida creía que no tenía perdón alguno por hacerle sufrir más de lo que ya lo hacía. Pensaba en decirle algo, lo que sea para verle más alegre pero antes de que pudiera decir cualquier cosa aquellos delicados labios se posaron sobre los de él y entonces fue incapaz de decir o pensar más nada, al menos hasta que ella se alejo para volver a sentirse mal como antes.

Alaric suspiro, inclinandose frente a ella con una sonrisa en el rostro porque era lo único que creía poder hacer, sonreír para que se sintiera mejor.
–No te odies, no vale la pena que lo hagas cuando eres tan hermosa y tan interesante – alejo con su mano unos cabellos que le caían a Elisha en la cara, pero no impidió que la joven se sentara en el suelo, pegando la pared al invernadero. El verdadero Delay quizás no le hubiese permitido esa manera de actuar y mucho menos se hubiera quedado al lado de aquella mujer que se preocupaba más por lo caro de su maquillaje que por verse bien para él, por ese lado, estaba agradecido de que no fuera él Alaric que todos esperaban que fuera.
Río bajito al ver como se miraba, intentando arreglar el maquillaje que ya estaba un tanto arruinado pero no le dijo nada, aún de esa manera era bonita.

– ¿Qué? No, por mi no hay problema con que seas así – negó sin prestar atención alguna al carruaje que se detenía frente aquella mansión, pero cuando Elisha menciono de golpear gente, su expresión se torno algo sería – una dama no debe rebajarse al nivel de andar golpeando a personas, mejor las practicas con arco y así puedes lanzarle una flecha a alguien – menciono serio antes de reír – lo de la flecha contra alguien también era broma. –Lentamente se incorporo y le sonrió, observando como ella se levantaba y de forma elegante acomodaba su vestido.

¿Ver mal la boda? En esos instantes habían quedado atrás los momentos en los que creía que ella era insoportable, una chiquilla mimada que no sabía de la vida; en parte era cierto, pues Elisha no había experimentado lo que él pero en otra parte Alaric estaba equivocado porque no todo lo que ella había vivido podía traducirse como experiencias gratas.
– Yo tampoco la veo mal y… – tomo una de las manos de Elisha y le hizo girar para él – seguro que el vestido que elijas será el apropiado y te hada lucir mucho más hermosa de lo que ya eres – le gustaba esa manera tan segura que tenía de hablar para segundos después terminar completamente ruborizada por sus palabras – Me gustaría si… y mucho… – susurró sin soltar aquella mano en la cual deposito un ligero beso.
Ninguno alejo sus manos del otro y cuando se acerco más a él, Alaric de manera instintiva hizo lo mismo, hasta que ambos se quedaron abrazados al otro.
– Si estas cómoda puedes quedarte así, a mi me gustaría que lo hicieras – sonreía ante cada nuevo gesto o movimiento de Elisha, le agradaba estar cerca de ella, tanto que cuando se alejo alegando que seguramente le incomodaba estuvo a punto de tomarla de nuevo entre sus brazos pero eso no le fue necesario pues antes de que alguno de los dos pudiese reaccionar terminaron en el suelo.

El golpe había sido lo de menos. Primeramente se había preocupado por Elisha, pero al darse cuenta de la posición en la que se encontraban no pudo evitar por más que lo hubiera intentado observar los senos de ella. Bendito el perro que les había saltado encima y que aunque no duro mucho le permitió dar un vistazo más de cerca al cuerpo de su prometida.
– Descuida, solo espero que no te hayas hecho daño – intentaba sonar serio y formal, aunque en su mente solo rondaba la vista de segundos atrás que junto al sonrojo de su prometida le encanto – y si, estoy bien – le observo cuando se levantaba – de hecho mejor que nunca – se levanto entonces, tomando la mano de ella no porque necesitara ayuda, sino porque quería sentirle cerca unos segundos más.

Se quedo mirándole, embobado en ella al punto de que lo único que le arranco de sus pensamientos fue el grito del padre de ella.
– Creo que esperan que entremos de nuevo a la casa – dijo; más en el segundo en el que se disponía a caminar con dirección a la casa, la voz femenina hizo que se olvidara de lo que debía hacer. Le miro entonces con los ojos como platos por lo que ella decía y por su cuerpo corrió la necesidad de acercarse y abrazarla pero entonces le vio frustrarse y culparlo a él de todo eso, lo que le provoco una amplia sonrisa.
– Perdón, intentare no decir ni hacer nada más que pueda distraerte como para que digas cosas como esa – no aguardo respuesta alguna por el sencillo hecho de que ella ya había emprendido la marcha en dirección al interior del invernadero y el falso Delay le siguió.

Su mirada siguió la figura de Elisha dirigirse a los cachorros y permaneció a una distancia prudente viendo todo aquel momento que para ella lucía tan mágico. El rostro de su prometida se iluminaba y le sonreía como si lo que cargaba en sus brazos fuera lo más valioso que pudiese existir en el mundo, claro que no le contradiría pues una vida nueva era un regalo maravilloso, fuese de un humano o un animal.
– Si, son lindos… – susurró y sin apartar aún su mirada vio como ella se acercaba a él para darle un pequeño cachorro, el cual sostuvo entre sus brazos, bajo la vigilancia y cercanía de Elisha – No me preocupa ensuciarme – menciono antes de sentir aquel beso – Elisha… tu también me gustas…– susurró solo para que la doncella y Hernán no escucharan. Pensaba decirle que se alegraba de tener una prometida como ella y no alguna otra chica cuando entonces la voz de otro hombre irrumpió entre ellos y Alaric se giro a observar como en la puerta del invernadero estaba un sujeto que le miraba con recelo pero que se dirigía a ella como “prima” – Parece que es el momento de que comience a conocer a tu familia ¿no? – dejo de mirar a aquel sujeto para verle a ella, pero hubo algo, no supo qué… que le hizo alertarse de la presencia ajena. Quizás había sido aquel ligero brillo de desprecio o temor que vio en ella, pero desde ese momento existió algo de aquel que hablaba con tanta familiaridad a su prometida que no le agrado – ¿pasa algo? – pregunto, esperando que dijera cualquier cosa.

por **Elisha Gilmerië** Mar Dic 24, 2013 9:22 am

-Es algo largo de contar Alaric…pero no convendría ahora que esta el presente….-miraba alternando la mirada con Alaric y con la de su primo, teniendo en cuenta de que estaba detrás, ya casi de su prometido, protegiéndose de su primo. Tomo en brazos al cachorro que tenia en brazos su prometido y comenzó a ir en dirección hacia donde estaban los demás, hacia donde estaba Dorothea mirándola con una sonrisa cuando vio al cachorro de vuelta.

-Dorothea, puedes ir abriendo paso? –Elisha pregunto lentamente en el oído ajeno, sintiendo que su voz temblaba y para su alivio, su doncella paso cerca de ella, de Alaric y finalmente de su primo el cual se quedo varios segundos parada. Alzo la ceja extrañada de aquel gesto pero después miro a Hernán quien acato bien rápido la orden de que se fuera también de aquel lugar – Alaric ven…-murmuro con intención de que sonase firme, que nadie se diese cuenta de que su voz temblaba al tener a su primo ahí. Cuando se dirigía hacia la salida noto como su primo quería quitarle lugar de salida, esta como se estaba poniéndose nerviosa, solamente se hizo camino con un puñetazo en la cara de su primo, apartándolo de en medio y llevándose con ella misma a Alaric.

-…..-No dijo nada hasta que anduvieron medio camino desde el invernadero, llevándose a rastras a Alaric mientras le llevaba de la mano. Hasta que finalmente soltó una risita tonta que solamente o seguramente fue captada por su prometido. Lo siguiente que vio fue a su padre con el padre de Alaric al lado. No tenía una cara muy alegre. No quería hablar con su hija en estos instantes ni ella tampoco. Ambos no intercambiaron palabras, solamente miradas de desconcierto para cada uno. Seguramente vio lo del puñetazo a distancia pero no se iba a disculpar. Era la única forma que tenia de agradecérsela a su primo después de dejarla en mitad de la nada de aquellos campos invernales de Escocia, dejándola sola varios días sin dejarse tocar o sin apenas comer. Estaba aun furiosa con el. No se arrepentía de haberle golpeado.

por **Julián Gilmerië** Vie Ene 03, 2014 11:49 pm

- Soy más que algo largo de contar prima pero me presentare yo mismo dado que al parecer te has vuelto una joven demasiado impropia - miro de arriba a abajo a quien su prima había nombrado como Alaric y la verdad es que no le resultaba nada mínimamente interesante, él siempre sería después de todo la mejor opción por Elisha. - Mi nombre es Julián Fox y soy el primo más querido de Elisha - sus ojos recorrieron a su prima y cuando la mirada de ambos se topo, descaradamente le guiño un ojo - ¿tu eres? - volvió entonces a Alaric.

Notaba con suma facilidad el temor que despedía su prima, aspecto de ella que siempre le fascinaba. Esa forma tan única que poseía de intentar ocultarle a él lo que sentía cuando era completamente legible. Julián podía sentir como si se alimentase del sufrimiento de ella, del pesar que generaba su mera presencia en aquella casa y los recuerdos que llegaban a ella. La doncella y el hombre que se encontraban en aquel lugar también los recordaba bien, seguramente ellos al igual pero le tenían sin cuidado porque a la única que quería marcar de por vida era a su prima querida.

Dorothea avanzo en su dirección y se detuvo unos instantes justo frente a él, unos segundos en los que la mirada de ambos pareció lanzar una amenaza silente o algo más que una amenaza. El cazador sintió la intensidad de la mirada de la doncella y pocos segundos después de que ella se hubiese alejado tanto su prima como su prometido vinieron después solo que ella soltó un fuerte puñetazo en la cara de Julián, lo que le hizo sangrar. - Maldita… - Susurro para si mientras les observaba alejarse, dejando que la presa se alejara un rato y se creyera libre, solo para que después descubriera que de su poder, no había escapatoria.

por **Alaric Bowlby** Vie Ene 10, 2014 1:02 pm

Su mirada viajaba llena de confusión de ella al primo que se presento como Julián. Alaric le sonrió antes de dar a conocer su identidad, la falsa claro.
– Mi nombre es Alaric Delay, un placer – no dijo nada, pero fue capaz de notar aquella mirada que dirigiera su primo a la que ahora era su prometida y no le gusto para nada aunque contuvo las palabras que querían salir de sus labios, pues aún no era parte oficial de la familia y no existía derecho alguno para que hablara de cualquier cosa.

Todo lo que aconteció después le dejo en una completa sorpresa pues fue arrastrado prácticamente por Elisha quien al pasar junto a su primo le dio un golpe en la cara y claro no pudo evitar soltar una risita. No se había equivocado tanto después de todo al ver la clase de mujer que era ella. Salieron entonces de aquel lugar y siguieron caminando hasta que más delante de ellos vieron a los padres de ambos y Alaric hizo que ella se detuviera.
– No se la razón del golpe que le has dado a tu primo, pero creo que se lo tenía merecido – Tomo entre sus manos la de ella, esa mano que se había estrellado de lleno en la cara de aquel molesto familiar. La mano de Elisha estaba enrojecida por la fuerza del golpe y le sobo con cuidado, no quería lastimarla más o que algo le hubiese pasado al haber hecho aquel esfuerzo – aunque si querías golpearlo pudiste pedírmelo a mi – termino por reír y le beso en la mejilla, tenía deseos de besarle los labios de nuevo, pero no en donde pudieran verles.
– Alaric, hijo – la voz del señor Delay se escucho firme pero la sonrisa permanecía en su rostro, un gesto de satisfacción al verle cerca de Elisha seguramente – nos han invitado a cenar esta noche, así que… ¿Por qué no continúan por el jardín y charlan más? – asintió de manera alegre mientras que a la distancia, en la puerta de la casilla donde antes se encontraban estaba el primo de su prometida y claro, el padre de Elisha no dijo nada, solo entro al lado de su padre.

Alaric miro con una sonrisa a Elisha y sin esperar a que dijera ella nada fue que le tomo de nuevo de la mano y comenzó a avanzar por aquel jardín. Quería estar nuevamente a solas con ella aunque fueran unos momentos antes de que les llamaran para la cena.
– Existe un lugar al que quieras ir justo ahora o podemos pasar el rato en lo que vamos a cenar huyendo de tu primo – le sonrío – eres única Elisha… – detuvo su andar entonces solo para rodearle suavemente la cintura y acercarse a besarla de nuevo. Un beso corto después del cual se quedo sonriendo – creo que podria hacer eso todo el día – se encogió de hombros, esperando que el tiempo que faltaba para la cena fuese eterno.

por **Elisha Gilmerië** Miér Ene 22, 2014 10:19 am

Parecía que no era a ella quien le tocaba vivir con tanta suerte, después de lo que le hizo su primo Julián. Comenzaba a obsesionarse. La paranoia aumentaba cuando su primo estaba cerca, cuando se primó aparecía delante de ella, su trauma, la repulsión que sentía hacia su primo era tanta, que le entraban nauseas, alguna vez se sintió excitada de su cercanía pero jamás lo admitió y nunca lo haría, lo que aquella repulsión hacia al final, era darla arcadas, ganas de llorar…..ahora estaba con Alaric Delay, quien parecía ser un joven…atractivo y divertido. Le había sorprendido a primera vista, con ese porte de chulo maleducado pero que resulto finalmente ser alguien muy tímido. Algo así le pareció. Parecían que eran dos personas a la vez, pero igual de distintas la una de la otra.

¿Ahora con quien estaba?

-¿Única? –Sonrió algo ruborizada, bajando su rostro al sentirse tonta en esa situación, rio con nerviosismo y en ese momento ella se lanzó, le dio un rápido, tímido beso sobre sus labios en los que no pudo evitar quedarse adherida a ellos. Fue rodeándole la cintura lentamente pasando sus manos por aquella cintura que era fuerte y de ahí le apretó ambas nalgas, se acercó a su oído para susurrarle - ….Ojalá fuéramos lunas y estrellas para estar juntos en el firmamento que conlleva la magia de la noche…-tras eso, le dio un beso en su mejilla para después soltarle lentamente, pero se quedó cerca de su cuerpo – Alaric….-murmuro su nombre, quería decirle algo que llevó preguntándose desde que le vio -….Supongo que nos han prometido, creo que ha sido una buenísima idea…pero…bueno, no he estado nunca casada, obviamente, pero no quiero un poste con dos patas y una cara bonita. Quiero a alguien que sea una persona por si misma….Quiero que seamos nosotros mismos….-intentaba calmarse, eran cosas muy íntimas y podría ofender al ajeno, pero no era su intención -…Sé que nos llevaremos bien…-sonrió para acercarse a él y besarle nuevamente, de nuevo lo hizo con cierto juego y cuando iba a dar el último, su doncella Dorothea, con una sonrisa dulce en su rostro, le avisaba de que ya estaba la cena lista, por lo menos el aperitivo antes de que trajeran los entrantes principales. Con ello, Dorothea se fue tras una reverencia, dejándoles de nuevo a solas.

-….. ¿Pu...puedes sentarte a mi lado, por favor? –Dijo pues no querían que le sentaran cerca de Julián -….No...quiero estar cerca de mi primo…-su cuerpo tembló como si estuviera enferma, pero no lo estaba, solo le entraba escalofríos horripilantes y le gustaría que al menos alguien que le gustaba estuviera cerca de ella - …Ah…y…que nos casaremos…-se lamió los labios nerviosa-….¿Has…por casualidad…tenido algún…e…-suspiro, no quería ofenderle -….alguna...novia antes…?-desvió la mirada, ruborizada, moviéndose a un lado para que no la viera del todo -…Perdóname, ha sido una pregunta inútil…-suspiro, termino por salir andando deprisa hacia lo que era la entrada, termino por pararse cerca de las escaleras donde cayó de rodillas, tosiendo con terquedad, algo parecía habérsele quedado dentro, le estaba dando arcadas, hasta que paro aquella sensación.

¿Qué le pasaba últimamente?

Suspiro al ver que nadie la había visto, pero cuando se giró un poco en donde estaba, vio a Dorothea preocupada por su señora Elisha – Vamos Dorothea, esto no es lo peor que me has visto hacer….-Murmuro Elisha levantándose con elegancia, alzando la barbilla orgullosa y con gracia.

-Señorita…. –Dorothea se acercó a su señora – ¿Aun sueña con lo que paso aquella vez? –murmuro cerca de Elisha para que nadie las oyera, pero el silencio de Elisha le basto a su doncella para saber que sí, que aun o a veces soñaba hasta llegar al punto más bizarro de aquel sueño.
-No...lo digas a nadie….-murmuro casi con un hilo de voz, pero se interrumpió a si misma al escuchar pasos de Alaric, a quien sonrío al verle acercarse – Dorothea dijo que la cena estaba lista pero que te puedes estar a mi lado…-sonrió para después besarle la mejilla.

por **Alaric Bowlby** Vie Ene 31, 2014 11:19 pm

No se equivocaba con sus palabras pues realmente era capaz de ver que Elisha era única y mucho más valiosa y fuera del común de las chicas ricas. Aún después de los besos, de aquella cercanía y de las palabras de ella, algo rondaba su mente y no le permitía estar completamente tranquilo.
Ella había dicho que quería que fueran ellos mismos y para ese punto se había detenido a pensar ¿Quién era él realmente? No era nada, ni nadie. Le había mentido a ella que se abría a su persona y le decía de manera sincera que era lo que esperaba de él, pero por más que quisiera la verdad no podía ser revelada. ¿Qué pasaría si ella lo sabía? Por su mente volaban imágenes en las que ella reclamaba a todos por haberle mentido, pues hasta su padre sabía que Alaric no tenía ni en que caer muerto.

– Yo también se que nos llevaremos bien – le dijo con una sonrisa fingida en el rostro. Se sentía la escoria de la humanidad al estar ahí y mentirle de esa manera tan descarada. Elisha le creía un Delay, un hombre importante que podía darle tanto como quisiera y como mereciera; su apellido Bowlby impedía que fuera capaz de darle lo que ella esperaba, pues de esa manera solo podía ofrecerle estar junto a ella por siempre.
Movió la cabeza de un lado a otro de manera sutil, estaba pensando demasiado las cosas. Estaba pensando realmente como un hombre que debe casarse y la verdad es que aún no sabía si ella le soportaría hasta el fin del compromiso o tampoco sabía si es que Elisha se enamoraría de él, aunque parte de él le decía que ambos estaban cayendo en eso más pronto de lo que parecía.
– Seremos nosotros mismos, seré lo que siempre he sido… – aquellas palabras salieron de sus labios firmes. Frente a Elisha, llevaría el apellido Delay, pero la personalidad del fallecido se quedaría en otro lado porque para ella, se comportaría como Bowlby.

La doncella apareció, informando que la cena estaba lista y ambos terminaron por asentir. Justo cuando iba a comenzar a caminar escucho la petición de su prometida y le sonrío.
– Seguro, después de todo creo que lo más correcto hasta este punto es que nos sentemos uno al lado del otro dado que somos… prometidos… – le miro y termino por reír ante su pregunta y antes de que se alejara de su lado respondió – He estado ocupado como para novias antes, así que no… ¿Tu? ¿Has tenido novios? – la pregunta floto en el aire mientras aquella impulsiva joven avanzaba a otro lado y Alaric le seguía poco tiempo después.

– Me alegra oír eso, porque no quiero sentarme al lado de nadie más que no seas tu – se acerco a ella, desconociendo todo lo que ella y la doncella le ocultaban. Alaric se detuvo al lado de Elisha y le ofreció su brazo.
Apenas le tomo avanzaron hasta entrar en la casa y posteriormente en el comedor, donde todos estaban ya, sentados todos en sus respectivos lugares. Su padre, los de Elisha y por supuesto su primo.
– Ahí están, vengan que no iniciaremos sin ustedes – El padre de Elisha señalo dos sillas y Alaric guió a Elisha hasta ellas. Movió una de ellas y espero a que su prometida se sentara para posteriormente sentarse a la mesa él.
Le miro de reojo y le sonrió. Vaya que le agradaba estar al lado de ella.

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¿Quién soy yo?, ¿Quién eres tú? [Elisha, Julián]

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