Verwirrung (Confusión) Le due maschere della notte prt. III

Recuerdo del primer mensaje :

-¿Quién eres, quién eres?- los papeles no me decían nada congruente, ¿Quién era? ni los periódicos sabían responderme, las pistas eran escasas y el lugar devoro lo poco que podía aprovechar para sacar un tipo de de deducción acertada -¿Que paso en realidad ese día en el teatro?-, vaya pregunta, muchos testigos aseguraron que el fantasma del teatro estaba molesto y que se cobro con las vidas inocentes que habían asistido aquella noche por curiosidad, ¿Curiosidad?, decían que todos querían ver la obra prohibida del fallecido Erik Destler, eran tantos los elementos y pocos los creíbles, empezaba a maldecir la idea de venir a París, justamente tenía que estar en este lugar cuando una tragedia de esta magnitud se había presentado...
El pasar de los minutos se marcaba con el va y ven del péndulo del el viejo reloj que estaba en la habitación, el olor que desprendía la pipa me embriagaba más en el misterio, la curiosidad me estaba matando y la desesperación había acabado con todo comportamiento razonable, tome el arma del equipaje de Watson, jugueteaba con ella, le acariciaba mientras seguía tratando de armar el rompecabezas que parecía las llamas del incendio un extintas habían consumido la imagen o las piezas, mi mirada queda perdida en la inmensa ventana que da vista a la calle, veía las estrellas y mejor en ella empezaba a descubrir sus causas y sus secretos -¡Fantasma!- negué y dije entre dientes -¿Que ganaría un espiritú matando gente?, habiendo tantas otras formas, supongo también ellos debería tener técnicas más sofisticadas- de nuevo mire hacia el escritorio plagado de papeles, recortes de las ultimas noticias publicadas en los tres horarios obligados desde el día después, los reportes de la policía parisina y mis propias deducciones, hilándolas todas me llevaban a la conclusión de que la gente de París o había llegado tarde a la hora que repartían masas encefálicas o a la correspondiente a las pupilas, no había ningún espíritu de las navidades presentes, el era un hombre... un asesino silencioso, un asesino en serie con un talento único para los disfraces -Debió de haberse dedicado al diseño, hubiera ganado más dinero que un político- y si más me asegure de que la pistola estuviese cargada y dispare junto al muro que quedaba a mi costado -Esto es relajante- dije placenteramente y un segundo disparo emano de la boa del arma -El asesino no usa este tipo de defensa, el al parecer prefiere utilizar las tácticas de un soldado de la antigua Persia- la cuerda, las navajas y los "trucos de magia" concordaban con mis sospechas -¿Y la variable sobrante?-me interrogue interiormente -No lo sé- conteste en voz alta lanzando un último tiro.
Los asesinatos llevaban bastante siglos siendo ejecutados en un principio sin control ni medidas precautorias y discretas , después los asesinatos se cometían con precisión, con medidas pero las discretas no habían sido implementadas, parece que el asesino busca incrementar su ego en base al terror que con ello pueda provocar... ¿Desde hace dos siglos?, las cuentas seguían sin cuadrar, la policía de hace doscientos años dejo por la paz casos de gente muerta de manera misteriosa, un tramoyero, la diva del lugar, un empresario y un reportero, sin olvidar la desaparición de un vizconde y la entonces reina de la ópera Alice Masen, al pensarlo todo me daba vueltas, indiscutiblemente esto rayaba todo orden natural.
La cabeza me punzaba y decidí tomar asiento en la cama que era de Watson, al poco rato subí los pies a las sabanas blancas y limpias, después ya me hallaba recostado y de cabeza cual murciélago en las cuevas -¿Y el otro enmascarado?- suspire aturdido -Dijeron que otro actor estuvo en el escenario con Montserrat, la joven que interpretaba el aria de la obertura -¿Y donde esta la cantante?- muchos aseguraban que el fantasma la había aniquilado al escuchar el canto de la mujer y por ende un desagrado que le obligaba a eliminar -Así hace con la mayoría- repetía las frases recordadas de mis entrevistados, mientras dejaba la pipa a un lado y el arma en el piso alfombrado -Hubo personas que se quedaron adentro y los testigos aseguran que se libraba entre ellos algún tipo de batalla-colgaron cuerpos en las fachadas del lugar, otros más salieron con brusquedad ajena de la sala y no debíamos olvidar los cuerpos que hallamos en el interior, la mayoría completamente calcinados de un viejo que llevaba traje de militar, una dama de la que solo encontramos pedazos de lo que parecía ser un vestido costoso y de gala -¿Todos ellos que tenían que ver?... deben tener una conexión de rivalidad, de algo estoy seguro una batalla se desato en lugar y por allí deben de haberse escondido los sobrevivientes- tome el arma y tire de nuevo -Necesito ayuda- susurre y mientras lo decía la perilla del cuarto giro lentamente....

-Silencio Watson- dije tranquilamente -Esto no es una trampa y Violette pudo haber acertado en mas de una cosa pero todo lo considero simples coincidencias, al final ella estaba un poco trastornada- sonreí con solo recordar aquella suspicacia con la que solía contrariarme del todo, vaya dama -Tu y yo lo sabemos perfectamente, ahora...- la cautela guiaba mi vista al paquete mientras continuaba con el dialogo tan tedioso que debía llevar con el doctor para calmar sus inestables nervios -¿Porque contratar a un detective londinense?- interrogue mientras el paquete se elevaba entre mis sutiles manos de científico e investigador -Porque sabemos que aquí y en China no hay mente más ágil que la mía en un caso que requiere una resolución rápida... por eso no entiendo mi buen doctor que le hizo invitar a un psicópata a esta fiesta- asentí severamente y una sonrisa triunfal se asomaba en mis labios, ignorando su expresión infusa lleve el paquete a reposar cerca de una pequeña mesa.
Habilmente saque la lupa y empece a inspeccionar el paquete, era lo más interesante que hasta entonces había logrado ver, no había huellas, ni errores que me señalaran una evidencia, todo ello me hacia pensar que el remitente parecía ser un fantasma sino fuese por mi lógica la cual dictaba que un astuto hombre o una sagaz mujer, aunque no tanto como yo habían sido ingeniosos y algo a palabras calladas querían comunicar.
La calma volvia de a poco a mi, comprendi que la alteración de mi estado psíquico poco convenía para poder dar conjeturas que llevaran al cierre satisfactorio del caso, pero esta vez y aunque la hipótesis sonara desproporcionadamente fuera de una realidad coherente debía considerar la presencia de vampiros y otras criaturas, aun teniendo a Hannibal frente a mi poco creía su versión sobre sus orígenes vampiricos que siempre sostuvo en la corte.
-Watson- llame a mi fiel compañero que estaba detrás mío analizando mis acciones y descifrando seguramente mi silencio, mi mirada, mis poses y movimientos -Te daría el honor de abrir el paquete pero... yo soy el titular de esta operación encubierta así que solo pido que observes y anotes en tu libreta la forma en que el paquete se encontraba envuelto, el tipo de envoltura, la cuerda y cualquier insignificante detalle, todo nos podría resultar útil- sin más centre mi atención en el paquete y jalando lentamente la cuerda, el paquete dejo caer la hoja en la que venía envuelto, como pétalos de una rosa deshojada dejaron al descubierto el tesoro más grande... -¿Una máscara?- cuestione al aire impresionado y al levantar aquella extraña reliquia otro objeto quedaba al descubierto, un diario diminuto fue cogido por mis manos, abierto y hojeado rápidamente, relatos escritos parecía ser un tiempo considerablemente largo, le faltaban hojas y quería saber cual era el motivo por el que fueron desprendidas.
Sin darme cuenta algo cayo al piso y Watson cual amable costumbre lo recogió y lo puso en mis manos, era una nota.. y en esta podía leerse

"Todos necesitamos una historia de la cual partir
Leviathán Shadow"

-¿Quién diablos es ese?- pregunte a Watson enérgicamente y visiblemente molesto, Hannibal regreso y se detuvo en seco al escuchar aquel nombre..-¿Quien es Leviathán Shadow? y esta vez no juegues al hombre misterioso ni omitas detalles o ver la manera de encarcelarte de por vida entendido- cruzando de brazos espere una respuesta, parecía disfrutar el reto... y yo odiaba eso de él y en estos momentos de incertidumbre de todos.

-¿Creiste que pensaba jugar en algún momento?- rio con frialdad -¿Sabes algo estimado Sherlock Holmes? lo he hecho todo el tiempo...- sonrio triunfal, la pose erguida y con la mirada clavada profundamente en la suya, mirándole por arriba del hombro.
-De verdad- prosiguió -¿De verdad creíste que te ayudaría? ¿Al hombre y a su ayudante causantes de mi encierro y persecución en Londres?... No yo quería hacerlo pero la familia de Leviathán hizo mucho por mi antes de convertirme en esta maquina perfecta, gracias ellos nací en cuna de oro... y tal y como tú lo dices tengo de todo menos la fachada pintoresca de un vampiro... los psicópatas tenemos suerte con ello, solo devuelvo el favor- suspiro profundo y recorrió lentamente los pasillos del pequeño cuarto de hotel -Y no tampoco es por empatía, personas como yo no podemos ni sabemos lo que es, solo es un compromiso moral ¿Que papel tomo en esta batalla?, la respuesta es que ninguno, solo me asegure de que el paquete llegara a sus manos, el que se acaba de retirar es un mensajero, fiel al cazador Leviathán Shadow y el me conocía... el plan de cualquier forma estaba trazado, sino venían por mi yo tendría que venir, solo fui el conducto, la llave- miro fijamente a Holmes y con sus manos de considerable tamaño acaricio la tablilla de la mesa donde reposaba el contenido del paquete -Este señor Holmes es el rostro de los buenos y es mejor que se vaya acostumbrando a la idea de que este asunto no tiene nada de lo que la sociedad llama "normal y humano", aquí son los vampiros, licántropos y muy probablemente fantasmas y brujos los que están involucrados....- cogió la máscara colocándola en su rostro -En ese documento encontrará la parte que necesita conocer, es claro que usted ni el doctor Watson lograran detener al enemigo potencial del hombre que posee esta máscara, pero ustedes son la pieza final en este juego... ya sabrán a lo que me refiero más pronto de lo que ustedes creen- lo observo con pesimismo volviendo a colocar la máscara en la madera, allí quedo reposando tranquilamente -Así que lo voy a pedir que deje de buscar testimonios y pistas que alimenten su racionalidad tan lineal y realista, lo que sucede aquí es más allá del entendimiento humano y créame que no siempre es bueno pensar todo en la manera mediatica en que la gente estipula lo aceptable de lo inaceptable a larga solo confronta al ser humano de lo que es y lo que debe aparentar.... y usted no tiene el talento como muchos otros de gustos únicos a no sentir ni la más mínima señal de remordimiento, esa es la verdadera diferencia entre el bien y el mal, de los persigue y los que defiende... de los que están a favor de Leviathán, vampiros, brujos, cambiadoras, licántropos, fantasmas que deben obedecer a su condición pero cargando con el remordimiento eterno, porque en su naturaleza esta el ser oscuros, son especies anormales que lo único que desean es ser normales y los que están a favor de The Phantom seres que son anormales y cuyos sentimientos quedaron anulados conforme fueron moldeados por la sociedad, seres como yo que con un simple golpe el corazón se endurece y deja de sentir, deja de empatizar y no siente más que placer e interés por si mismo con el sufrimiento de otros.... casual versus patológico, así de simple- asintió velozmente y con la misma sonrisa burlona de siempre -Me retiro caballeros, hay una deliciosa cena humana que recalentar, espero saber pronto de su victoria en los periódicos- se dirigió a la salida cuando la cuestión de Watson le hizo girarse y detenerse a contestar -Siempre dicen que la curiosidad mata al gato, cuando en realidad el gato se mata solo, diré esto porque necesitan darse una idea de que pudo haber sucedido con el famoso Fantasma de la ópera de París, para que yo llegará al grado de degustar con exquisito placer la carne humana, debí presenciar como unos malditos cadetes del ejercito y su coronel mataban a mis padres y después hambrientos devoraron viva a mi hermana y yo no pude hacer nada, absolutamente nada para defenderla, yo vi como arrancaban su carne y así cruda se la comían... yo tuve que verlo con tan solo nueve años de edad, desde allí no tengo recuerdo de algún sentimiento puro... desde allí mi corazón dejo de sentir- todo lo anterior lo dijo con un brutal coraje, rabia contenida, pero sin remordimiento, sin compasión o rastro humano de su naturaleza, y allí al bajar las escaleras se desvaneció su sombra, era claro que Hannibal no regresaría a su residencia, seguiría por la noche en busca de un nuevo lugar al cual aterrorizar, donde el detective e perdiera todo rastro, su pequeño papel en el juego de las máscaras había concluido.

¿Es decir que habíamos sido víctimas de todo un engaño?, bien…. Sherlock terminará por matarme por esto definitivamente, a veces pienso que debería hacerle caso, pero solo en muy contadas ocasiones, como esta en donde mi cabeza no daba para pensar en algo con lógica, en algo de más naturaleza humana.
No había forma de reclamar , de decir absolutamente nada, Hannibal se había marchado ya sin que alguno de los dos lo detuviera, no podía comprenderme, no podía entender como no me habia movido y traerlo a rastras, pero más incomprensible era el comportamiento del detective, no sabia con certeza si estaba en las mismas condiciones que yo, allí en el fondo de su soberbia y su egocentrismo quizás comprendía que jamás podría contra alguien del estilo de Hannibal aunque lo más probable es que estuviese intentando atar los cabos sueltos entre nuestro asesino imposible y los responsables del incidente en el teatro -Fue una gran actuación ¿No crees?- pregunte al detective que seguía sin despegar uno de sus pies del suelo alfombrado, y al ver el fracaso al tratar de romper el silencio entre el y yo, decidí caminar a cerrar la puerta de nuestra habitación que aún permanecía abierta de par en par.
-Esto es demasiado Sherlock- dije mientras aun mi mano reposaba en la fría manija de la puerta —Aún lo es- negué con la cabeza -Vampiros, criaturas de la oscuridad tratando de exterminar a todo París o peleando un trono que únicamente existe en alguna parte desconocida del teatro… mi pensamiento no me deja ser tan ágil e ir por Hannibal para nos ayude a resolver todo esto, para rellenar los huecos del caso- no sabia aun que actitudes estaba demostrando mi compañero, todo el tiempo le había hablado de espaldas, hasta el momento en que me anime a retornar cerca de él, solo permanecía con la pipa humeante, de pie y con la mirada perdida a la vieja y apagada chimenea, de pie y con la otra mano sostenía la hojas amarillentas, hojas que leía una y otra vez obsesivamente.
La hojas parecían ser arrancadas de algún viejo diario, un coló amarillento era su fondo, arrugadas tras el paso del tiempo que no excedía de los cuarenta años quizás, su aroma era de humedad y del cuero viejo que le protegió durante años, las hojas que Sherlock habia arrojado al cielo eran inteligibles para mi, pero si bien estaban marcadas bajo el nombre “El teatro vicioso” -¿Serán estas las pistas que nos hacen falta para concluir el rompecabezas?- Sherlock despego su mirada de la nada y molesto se fue de mi lado dejando que yo recogiera una a una las paginas del suelo << Léelo en voz alta >> ordeno, mientras sacaba algo de su vieja y empolvada gabardina.
Suspirando, tome aliento y comencé a recitar -Dicen que en Paris hay una máscara por cada corazón roto…-

Escuchaba atentamente la lectura, pero más allá de la hermosa voz de Watson, trataba descifrar que era lo que se escondía entre lineas, no dejaba de pensar en cada detalle que había recabado de lo poco que leímos en los testimonios del teatro, las escena del crimen que visite dos días después de la tragedia y lo que ese monigote de Hannibal también había mencionado en forma de claves y pistas -Quiere mantenerme ocupado- pensé, mientras mis pies recorrían de lado a lado todo el cuarto, los decorados, el piso, la cama y los muebles habían desaparecido junto con mi compañero, solo la ventana y el sonido suspendido era lo que me rodeaba.
Las palabras en voz de Watson iba y venia, también las de Lecter, las mías propias y la imagen suspendida en el aire del que escribía con tanta propiedad y su lenguaje misterioso y fue allí en esa figura oscura que la luz tenía que venir hasta mi mente desde algún lugar no tan remoto -Las piezas están puestas ante mí, perfectamente alineadas- susurre, sacando de mi boca la pipa humeante -Aunque el reconocimiento ha sido atrasado por su composición de circuitos, ahora el patrón largamente oculto emerge a la vista…¿No es simple? ¿No es simple, elegante y severo?- sonrío levemente, siento la mueca torcida en mi rostro y el aire parisino golpearme de frente mientras todas las imágenes vienen a mi, como si viese la escena con mis propios ojos, desde el comienzo y por ilógico que me parezca veo a los vampiros sumergidos hasta lo más profundo de esta historia, de un sujeto que busca venganza, que esta enojado consigo mismo, con la vida… con el destino… destino que ya no puede enmendar en su vida porque el tiempo esta contado para él y solamente él y yo lo sabemos, lo sé dejo pistas para ello… el destino lo quiere enmendar entre sus aliados, cuyos pasados deben ser igual de tormentosos que el suyo… y también lo quiere enmendar en París, dejar el ejemplo y que otros aquí y en China hagan lo mismo con criaturas inclusive más inferiores al famoso Fantasma -Sí- susurro otra vez -Después del gran trabajo que requiere su preparación, basta con el más simple esfuerzo y el pensamiento mínimo para arrancar el ultimo breve y elaborado divertimento en su jadeante y veloz carrera, el más mínimo roce, nada más y todo cae en su lugar…. El nos dio la posibilidad de percibir lo que las piezas no pueden, Watson, ahora sabemos la malicia que provoca su acomodo, aquellas filas impasibles respetuosas de su humanidad ya inexistente en ellos, tan preñadas de catástrofe, insensibles ante la ola que pronto lanzara el destino, tan afectados que poco entienden y cuando finalmente entienden ya es demasiado tarde, de cualquier manera sabrán que algo anda mal cuando queden atrapados en ese terrible momento que es narrado por esta nota Watson, confundiendo con audaces reacciones, uniendo junto con nosotros en el ultimo minuto para evitar el desastre, yendo al rescate…. el lo planeo con tiempo y aun fallando la primera tirada, tuvo tiempo para meditar en la segunda o más bien dicho perfeccionarla, porque de cualquier forma todos ya estábamos metidos hasta el cuello en este asunto sin nuestro consentimiento… nunca hubo coincidencias en todo esto, la famosa asesina que vine buscando desde Londres jamás existió… fue su invención para traernos aquí.. al corazón de Paris… El como yo no juega a los dados ni cree en las coincidencias... ¿No nos ves Watson? Pobrecitos… ¿Nos ves Watson?, estamos de pie con numeros en nuestros rostros vacios e indiferentes, la jerarquía de hombres y mujeres, vampiros, licántropos,fantasmas, brujos, cazadores y humanos, todas las razas de madera pintada- volví a donde Watson, sin parpadear -Pobres piezas de domino que somos nosotros, que son ellos, que son el mismo y el fantasma también, su hermoso imperio tomo tanto para construirse y ahora con el simple chasquido de la historia escrita y planeada por un hombre detrás de un máscara todos par abajo irán- me desprendi de la ventana, donde regreso la conciencia… observe los escasos carruajes pasar en el camino que dividía las aceras, escuchaba el galope de los caballos y sus relinchos mientras jalaban con trabajos las pesadas ruedas que llevaban hombres comunes o quizás no tanto, mi mundo de ciencia se había convertido en un mundo desconocido, escuchaba el pregonar de los vendedores del diario nocturno y el caminar de algunas personas, a lo lejos se veía el campanario de Notre Dame y mas allá las opacas estatuas de bronce del teatro de la tragedia —El teatro Watson, es donde todo empezó… ahora solo habrá que descubrir donde esta la galería donde todo terminará- me coloque la pipa en la boca de nuevo, y con el mismo halo de misterio, camine hasta el viejo sillón frente a la chimenea -La galería donde todo terminará- susurre pensativo mientras me recargaba en el respaldo de madera y tela, con más tabaco en mi querido artefacto y el cerillo a un lado humeando, nublando la visión como yo la tuve momentos antes de la revelación del cazador desconocido -Esa es la ultima pieza Watson- proseguí en palabras quedas -Por lo de más el misterio esta resuelto... lo único que me pregunto es... ¿De verdad alguno sobrevivirá?-

-¿Y si eso era lo que buscaba?- interrogue en voz alta -¿Si lo que sucedió en el teatro en realidad no es un fracaso?- dije sorprendido -¡Si Holmes!- exclame seguido de un disimulado chasquido de dedos -Es que… ¡Es que seguimos aquí! ¿No crees que si hubiese querido terminar todo esto ese desconocido nos hubiera involucrado desde antes?, tu dices que no estamos aquí por casualidad, que él nos llamó y aunque allí en ese papel diga que modifico todos los planes, dudo de su veracidad, lo único que quiso era ganar tiempo- tome un respiro y proseguí tan aceleradamente como mi paso por las cuatro paredes de la habitación -Si… tiempo para averiguar lo suficiente de sus fichas de domino, ¿De que otra manera te explicas que nos conoció lo bastante bien como para haber ideado todo un plan falso para mantenerte ocupado en Londres y después ese mismo caso te trajera a París y te mantuviera seis meses con pistas falsas hasta que esto se desatará y las fuerzas policiacas solicitarán tus servicios? ¿Como supo que Hannibal y tu tuvieron un altercado alterno años atrás? ¿Como supo que le prestaríamos atención y sobre todo a ti, que lo consideras un reto para tu propio intelecto de genio brillante?- le mire fijamente mientras mi mano peinaba mi cabello alborotado -Y ese es el problema que el ya nos conoce mejor que a nosotros mismos, el teatro solo es un eslabón de la una cadena de sucesos que comenzaron mucho antes de que este hombre legará a París- me lleve las manos a la cabeza -Ahora lo veo con claridad- dije aún con la mirada en el suelo -Después de esta nota, lo veo, esa nota es como un patrón perfecto desplegado a nuestros ojos, y también puedo sentir como somos parte de él y estamos atrapados en la misma mente del cazador- sudaba en frío las ideas venían como ráfagas de imágenes que se iban tan pronto como aparecían -Es que… Holmes, mi hipótesis es que en el teatro Leviathán buscaba que alguien cometiera una tontería y por lo que veo ese fue el propio fantasma, al abandonar la pelea… sabía que las cosas se pondrían de cabeza con los sobrevivientes, esos desaparecidos están tan involucrados como nosotros, contrato a alguien, una persona que pudiera oler los miedos de la gente  a distancia y adivinarlos con facilidad, el ya conocía a esta persona aunque no de manera directa, quizás estuvo en el lado contrario, esta persona vería la forma de moldear sus miedos en fortalezas, regresando como hombres y quizás mujeres nuevos y renovados, sintiéndose más que identificados con el anonimato del propio Leviathán y entonces cuando el fantasma viera que clase de “soldados” tiene a su alrededor, se veria en desventaja y forzado hacer la única cosa que sabe, matarlo… entonces V o Leviathán solo necesitará cumplir su palabra que miles de testimonios repiten sin cesar y en ese momento… se detonará la verdadera batalla, la batalla final, un enfrentamiento limpio sin obstáculos que seguramente por alguno de los dos fueron quitados del camino… porque los dos son el lado opuesto de la moneda, aunque yo apuesto por el fantasma por dos motivos, uno para que no hubiese estorbos, el segundo para conseguir aliados, pocos o muchos pero los obtendrá- regrese de mi escenario fantástico cuando Holmes empezó a buscar entre un montón de papeles con desesperación creciente.
-Suena descabellado, lo sé- continué ya con la calma suficiente al hablar, sin prestarle mi total atención -Pero fue una corazonada y puede que sea cierta- justo detrás de mi sentí que un objeto callo con brusquedad a mi espalda, Holmes me había arrojado el sombrero, el abrigo y mi viejo bastón -¿Para que quiero esto?- interrogue.

-Toma, póntelo- arroje gabardina, sombree y bastón a Watson que me veía incrédulo ante mi actitud -No, no te morderé… mis gustos son más saludables- sonreí con mueca torcida y continué mi camino en búsqueda de la puerta -Quieres eso por que vamos a empezar a buscar la dichosa Galería porque bueno… yo…- entorne los ojos y continué con disgusto -Aunque me cueste reconocerlo, con tus fabulosas deducciones has hecho un buen trabajo, de hecho con esto me pagas la vieja deuda que tenemos pendiente, ¿No le recuerdas?… con esto me demuestras que mi trabajo te estimula y no lo consideras del todo un juego de niños, nada lo has echado en saco roto- asentí decididamente -Ahora podré felicitarlo doctor porque con su fabuloso discurso que duro 15 minutos aproximadamente pude llegar a la conclusión de algunos casos que tenía la sospecha estaban ligados al de Leviathán y su tierno fantasma, esos casos completan todos los cabos sueltos y creo que por ello una vez que reciba mi paga te daré un diez porciento del crédito- tomando las cartas las leí detalladamente como si fuese la primera vez que las tenía en mis manos, allí estaban tentadoras y discordantes dándome un aplauso por la victoria obtenida gracias al buen doctor Watson.
-Hace unos días y después de revisar el correo por insistencia tuya encontré dos peculiares cartas, esas no eran basura… no eran casos de asesinato de personas importantes, el pequeño fantasma ya hizo de las suyas y ni siquiera nos dimos cuenta, el primer asesinato fue contra Lorenzo de Goya, hallado dos noches atrás por los veladores de las afueras de la ciudad en un terreno desértico y el segundo, un sacerdote… Jean Claude Frollo, cayó desde la torre más alta de Notre Dame hace ya una semana- suspire, mofándome de forma interna del desconocimiento ante la conexión de ambos -Por eso amo al hombre promedio Watson- tome mi pipa y volví a introducirle una generosa cantidad de tabaco -Estuve hurgando por allí y encontré algo demasiado interesante y perturbador para la mente científica de este servidor- dije mientras encendía la pipa con un palillo -Ambos líderes de sectas secretas que planeaban unirse para convertirse en la “Corte de los búhos”, tanto Jean Claude como Lorenzo practicaban la alquimia y las artes místicas y oscurantistas, contradictorio lo sé, pero así es el mundo…. sospecho que ellos querían aprovecharse del conflicto para hacer de su orden una realidad, quizás un nuevo tipo de régimen, no lo sé y es lo que menos me interesa ahora, el punto es que los asesinaron para esas dos cosas que has mencionado, en ninguno hay señales de ser crimen de odio, más bien un sadismo puro, tan puro, como el método utilizado por el fantasma del teatro de París y entonces si eran líderes de logias secretas ¿Donde están ahora sus mascotas sumisas y serviles? No creo que anden celebrando en la mar con mujeres de la vida fácil, más bien ellos andan de viaje por conseguir la vida fácil que les de un impostor- .
Colocando las manos en los bolsillos de mi abrigo me encamine hacia la puerta, girando la perilla inmediatamente -Vamos Watson- ordene -Primero debemos ir a la comisaría de París por carruaje, después conseguiremos un par de provisiones, y luego a buscar la galería, a partir de hoy solo quedan dos semanas para el cinco de noviembre- concluí entre dientes que intentaban sostener con dificultad la pipa entre mis labios.
-Y otra cosa- grite desde la mitad de la escalera al Watson que se había quedado congelado y sin habla n¡en medio del cuarto- Paga la cuenta del hotel, recuerda que yo aún no recibo un salario estable, trae contigo las cartas y las armas, cargabas bien y trae municiones también- sonreí con malicia y sexi mi recorrido hacia las calles tranquilas del nocturno París, mientras tan Watson bajaba a regañadientes, pero para ese entonces ya estaba con fino y oloroso tabaco en las afueras, solo espere a que el estuviese a mis espaldas para comenzar nuestra nueva travesía dejando el hotel atrás por un tiempo prudente, Watson errando maletas y pertenencias , nos dirigíamos aun camino que debíamos hallar antes del cinco de noviembre.