Angels in the Night {Privado}

por **Leonor Daxmins** Mar Oct 08, 2013 2:28 pm

"You took my heart
Deceived me right from the start
You showed me dreams
I wished they would turn into real
You broke the promise and made me realize
It was all just a lie..."

Sus pulmones lentamente comenzaban a llenarse del fresco aire que navegaba por la laguna esa noche. Sus pasos la dirigían por la orilla, caminaba lento y con la guardia baja, fácilmente podía ser confundida con un fantasma entre la densa neblina que comenzaba a descender, tal y como lo había echo el sol horas antes de que ella llegara hasta aquel solitario lugar, el que era capaz de embriagar a cualquiera, y en ese momento; "cualquiera" , era una vampiresa que simplemente se dejaba llevar por sus deseos de alejarse unos momentos de todo, y buscar respuestas, aún sabiendo que estas, no existían.

Le era placentero sentir como sus pies descalzos se enterraban en la arena húmeda, y dejaba marcado sus pasos sobre esta, tanto así, que casi fue visible una escasa sonrisa en los labios de la joven. Su mirada se encontraba perdida en el horizonte, estaba ensimismada en sus pensamientos, en los recuerdos que la sostenían a un pasado que deseaba borrar, era consiente que debía seguir adelante, pero aveces las ganas que ponía a eso, su entusiasmo y la alegría que pretendía irradiar, se desvanecía y la llevaban a confundirse horriblemente, haciéndola vagar sin rumbo, de manera muy similar a esta noche.

Se detuvo en un lugar de difícil acceso para los humanos, permitió que la obscuridad cubriera un poco su cuerpo, y tomo asiento muy cerca de donde las olas se desvanecían sobre la blanca arena, dejando que su vestido cubriera sus piernas, las cuales se enrollaron hacia su pecho, mientras las abrazaba tiernamente con sus brazos. La luna estaba justo frente a ella, un luna creciente, hermosa y sublime; la cual le regalaba solo una sutil luminosidad, la cual chocaba contra su nívea piel de manera suave y delicada. Parecía una estatua en su lugar, inmóvil he increíblemente serena, observando el cielo de manera hipnótica. Hasta que una imagen llego rápidamente a su cabeza, invadiendo sin permiso, su mente.

Libero un suspiro ahogado desde su garganta, depositando un dedo sobre la arena y comenzó, letra por letra, a escribir. Se sentía tan en paz que no le era molesto desviar su mirada hacía su escritura. Seis letras exactamente, un apodo a un nombre que nunca mas se volvió a permitir mencionar en voz alta, no por que le negara, simplemente porque remover todos esos sentimientos no le causaba nada mas que dolor, uno que en esos momentos, lo sentía innecesario revivir. Hasta su madre fallecida llegó a su mente, ¿Que pensaría ella ahora al verla así, tan perdida, tan desanimada? Estaría muy triste, eso era seguro, y no era eso lo que deseaba la joven.
- Lo lamento, Mamá, pero hay cosas que me han echo cambiar demasiado- murmuro con algo de pesar, bajando la cabeza un momento, y cerrando sus ojos con fuerza, como si la persona a la que estaban dirigidas sus palabras se encontrara sentada a su lado, y solo esperaba algún regaño; el cual, jamas llegó, por razones obvias.

Se mantuvo así, en silencio, acurrucada sobre su propio cuerpo, siendo el sonido del agua lo único que escuchaba en metros, tranquilidad que la llenaba por completo, serenidad que finalmente le estaba siendo compensada de alguna forma. Una de las olas se volvió mas grande, y logro llegar, aunque suave, junto a ella, besando delicadamente sus pies, mientras borraba de la arena aquello que había escrito, tal y como si se encargara de llevarse con ella, su dolor.

por **Lumarie L.R. D' Alembert** Jue Oct 10, 2013 9:18 am

Nunca podría olvidar este día, el cual hacía mención a una desgracia. Hace un largo tiempo, quizá unos años, fue cuando el cuerpo de mi abuelo cayó muerto cuando justamente estaba a punto de conocer el mayor secreto de una organización de vampiros. No sabía mucha cosa, pero el odio que sentí ese día fue inevitable... y ahora me sentía impotente, con esos aterciopelados recuerdos de mi niñez mientras mi abuelo me criaba por el camino de la magia y de mi don. Quería tenerlo a mi lado en este momento, paseando por su lugar favorito: la laguna de París. Estaba deseando que hubiese una manera, solo una manera, para sacarledel mundo de los muertos, pero... eso era imporible, pues la vida era la vida y la muerte es inevitable en ella.

Había sido un día lagro y duro, sin a penas nadie en mi compañía. Ya hacía casi medio año de la partida de la hermosa gitana de tez morena y la echaba mucho de menos. Me sentía cada vez más solo, como si nadie quisiese cobijarse a mi lado... como si fuese la oscuridad.
Hoy la compañía había sido nula y había estado rondando todo mi casa, leyendo los libros de lectura que mi abuelo siempre hojeaba. No quería dañarme a mi mismo, pero es que le echaba tanto de menos que hasta las páginas estaba impregnadas de su olor.

Decidí salir al final del día a intentar despejarme, intentar dormir para mañana, pues tenía una fiesta en el palacio royal donde iría con mi padre sin motivo alguno. Realmente no me apetecía nada asistir a ninguna fiesta, pero debía de echar mis recuerdos a un lado y dejar mi pasado olvidado. Seguir con mi vida o, al menos, intentarlo.
Terminé paseando por la laguna -antes dicho lugar favorito de mi anciano abuelo- mientras mi mente solamente estaba pendiente en los ruidos de las olas que chocaban en la arena y el aire que azoraba por aquel lugar, haciendo un sonido hueco y solitario. Intentaba centrarme en los sonidos, sin pensar en mi pasado.
Cerré mis ojos cuando noté como los granitos de arena se movieron hacía mis ojos debido al viento, llevándome rápidamente mis manos a estos e intentando quitarme esos restos que se me metieron. Cuando ya me sentí mejor pestañee dos veces y maldecí por lo bajo, como un niño pequeño, pero la visión se me hizo más clara por un momento y observé al fondo una figura masculina con un aura tranquila y serena. Era una mujer de cabellos rubios que parecía una estatua, pero yo preferí no molestarla y, con las mismas, seguí caminando mientras miraba las olas del mar. "¿Me dirá algo?", pensé cuando pasé detrás suya, mirándola discretamente.

por **Leonor Daxmins** Dom Oct 13, 2013 9:27 pm

Sparkling angel I believed
You are my savior in my time of need...

Silencio, silencio...maldito silencio. ¿Como podía ser posible sentir la soledad golpeando de esa forma, cuando estaba consiente cuantas almas tenía junto a ella? ...Pensamientos incorregibles que nadaban en su mente, estaba inmersa en estos, mientras su mirada se hallaba perdida en la inmensidad de una luna que la observaba con burla, una que era simplemente producto de su ingenua imaginación.

Se encontraba tan ida en ese momento, que el percatarse, de que ya no se encontraba sola en aquel lugar, no sucedió hasta que la silueta fue capaz de divisarse a unos metros de ella. Aún así permaneció inmóvil, no volteo su cabeza, ni hizo ningún tipo de movimiento que fuera mas delator. Entreabrió sus labios, solo dejando escapar un nuevo suspiro de ellos, esperando que el intruso continuara su camino, y no se detuviera ahí, alterando la paz que había creado hace solo unos segundos atras.

Finalmente el dulce aroma de la sangre ajena llegó hasta su olfato, pero la presencia que este provocaba no era precisamente la de uno común y corriente, y de no haber sido por un encuentro anterior con los de su tipo, simplemente no sabría lo que realmente era. Brujo - pensó, poco antes de que a su cabeza llegara el pensamiento de el también, la estaba observando, podía sentir de igual forma, sus ojos contra la espalda, pero mantenía su distancia.

Por alguna extraña razón, no se sintió amenazada y solo esperó. Cuando le sintió pasar tras de si, pestañeo, cortando el trance que mantenía su vista perdida.
- ¿Que podría decirle a un extraño? - susurró en voz baja, aunque aún así audible para los oídos ajenos, escucho sus latidos, podía sentir la vida emanando de el, aunque existía el temor de por medio. La joven podía verse vulnerable, y perdida, pero dentro de si misma, conservaba su instinto, su verdadera identidad, la cual solo se podría ver reflejada en sus ojos, los cuales aún no llegaban a posarse sobre aquellos que ahora, la observaban de otra manera.

por **Lumarie L.R. D' Alembert** Mar Oct 15, 2013 8:34 am

Una noche de estas siempre acababa caminando sin sentido, buscando un lugar donde regocijarme de mis pensamientos, de mis recuerdos... de mi dolor. Hoy había un dolor en mi corazón que hacía que mis malos modales saliese de manera bruca, queriendo llorar con o sin motivo. Nunca asumí ni asumiré la pérdida de mi querido abuelo, él cual lo asesinaron aquellos estúpidos chupa-sangre. Odiosos, simplemente odiosos.
Nunca los había odiado, nunca me había planteado en tener ese sentimiento con esa raza en general. Me daba igual relacionarme con uno de ellos. No todo el mundo era malo... ¿o sí? Podríamos ser egoístas, pero nunca somos malos de corazón o, por lo menos, eso pensaba mientras paseaba por aquella "playa", intentando alejarme de aquella figura femenina que descansaba con elegancia sobre la arena.

Dejé mis pensamientos atrás debido a la débil voz femenina de aquella mujer que estaba unos pasos tras de mí al haber pasado de ella. No dudé en voltearme para observar aquella aura serena y tranquila que la rodeaba, pero con un toque espeso y lleno de poder. ¿Sería alguna gitana o alguien con capacidad de concentración de esta?
A pesar de mis pensamientos, ladee la cabeza. Había escuchado perfectamente lo que dijo, como si fuese una indirecta para hablar comigo. Yo, en cambio, no me corté y, caminando hacía ella, me senté en silencio a su lado, con las piernas estiradas, confiándome demasiado... pero un con ojo a vizor, por si acaso. Nunca me podía llegar a fiar de las personas.

Tardé un poco en mover mis labios y el sentir el impulso de poder hablar, pero lo conseguí cuando ya me senté y observé el lugar, sin mirarla a ella.

- Podrías decir un simple "hola" o la típica frase de "bonita noche". Siempre funciona. -Comenté en tono de consejo, haciendo contacto visual con la chica, sin borrar esa leve sonrisa.- Por lo menos, conmigo, siempre funciona. -Seguí en el mismo tono, intentando ser sociable.

Tenía un algo que no no me daba mucha confianza de ella. ¿Sus ojos? ¿Su olor corporal a muerto? No lo sabía, pero no podía fiarme ni de mi sombra.

por **Leonor Daxmins** Sáb Oct 19, 2013 11:20 am

Fallen angel, tell me why?
What is the reason, the thorn in your eye?

Podría llamarse simplemente "Imprudencia". Si, eso era precisamente lo que había cometido el extraño ¿Como es posible que tuviera el atrevimiento de llegar a ubicarse con ese aire despreocupado a su lado?
Aunque sin duda gozaba de mucha suerte aquella noche, puesto que la joven no pensaría en atacarlo de alguna manera, y fue por la misma razón que no se vio alterada o si quiera, interrumpida en su tranquilidad, cuando lo vio tan cerca, en aquella pose como si se hubieran conocido de antes, y el fuera la persona que supuestamente estaba esperando. Pero no, ellos eran unos desconocidos, reunidos por la noche y un dolor compartido, que por razones obvias, Leonor logro descubrir de el. Aquel joven pensaba muy alto, el dolor le hacía prácticamente gritar los pensamientos en su mente, los cuales llegarían a su cabeza sin mayores problemas.

Escucho su voz, una bastante suave, que casi no quebraba el ambiente silencioso que los cubría. Una nueva ola llego hasta su pies, haciéndola estremecerse ligeramente, y solo en ese momento luego de asentir con su cabeza, posó los ojos en los ajenos, y se decidió a entablar una extraña conversación.
- Buena luna... - el saludo nació como un susurro de los delicados labios de la inmortal, quien se quedó detallando los rasgos de su rostro un momento antes de emitir un nuevo comentario.
- Lamento tu perdida, y no, déjame decirte que no todo el mundo es malo, y de seguro pronto lo averiguaras.- comento con su voz un tanto mas sosegada, y aunque estaba contestando preguntas no formuladas, y comentarios privados, lo hizo sonar con la mayor naturalidad del mundo.

No buscaba espantarlo, puesto que el tampoco era del todo "normal", por el contrario, esperaba que el supiera seguir el rumbo de sus palabra, sin limitarse por el echo obvio de sus propias diferencias. Si Leonor no estaba discriminando su condición, y el echo de que ella también se vio atacada por uno de los suyos ¿Por que el si debía estigmatizarla? Eso no tendría sentido alguno, al menos para ella.

Una de sus manos se estiro hacia el frente, haciendo la ilusión de tapar la luna con su dedo, realizaba movimientos suaves, delicados, cosas que simplemente nacían de ella, no se limitaba por la presencia de el, y por el contrario le invitaba a relajarse tanto como ella, o al menos que lo intentara.
- ¿Cual es tu nombre? - murmuro, desviando por segunda vez la vista hacía su cuerpo, no deseaba llamarle "extraño", al menos por los minutos que se mantuviera junto a ella, lo cual podría ser el resto de la noche, o solo un par de minutos mas. finalmente ella gozaba de un tiempo limitado, y estaba segura de que el lograría darse cuenta de eso.

por **Lumarie L.R. D' Alembert** Lun Oct 21, 2013 2:46 pm

La noche se iba haciendo más y más tranquila, como si las olas se comiesen el gran silencio en aquella hermosa laguna. Adoraba pasear por aquí y, sobretodo, las ocasiones de primavera cuando las flores salían de sus capullos y podía gozar de su aroma y sus recetas medicinales -una de mis aficciones-. Era el lugar donde casi siempre solía estar con mi viejo abuelo, con aquel hombre que lo dio todo por mi y para mi. Era el mejor lugar donde podía lograr alcanzar la paz y tranquilidad... y mis recuerdos del pasado.

Me sentía a gusto al lado de la mujer y, a la vez, sentía su aura demasiado extraña. No era humana y eso estaab claro por el olor que desprendía y por su presencia tan... oscura.
La miré cuando, de pronto, me atravesó mis pensamientos sin ton ni son, como si supiese que estaba dolido por la pérdida de mi maestro y abuelo. Por un momento me quedé petrificado, como si me sintiese "violado", pero sabía que ella podía tener ese poder al no ser una persona "corriente".
Acepté su pésame con un leve asentimiento con la cabeza y una sonrisa sin sentimiento, mirando hacía el paisaje nocturno. No tenía ganas de hablar y cerré mis ojos, sintiendo aun ese gran aura de la muchacha y el sonido de las olas que venían a los pies tanto de la mujer como de los míos. Estremecí una leve risotada infantil y alcé mi mirada al cielo estrellado, con un suspiro, difuminandome por un momento en el viento que soplaba en ese lugar.

Volví a mirar a la chica, volviendo al mundo real, cuando me preguntó por mi nombre. Por un momento olvidé que estaba en este lugar, pues en todo el mundo tenían el mismo cielo y creí estar en mi casa.
Pestañee dos veces y, sin dudarlo, le dije mi nombre. Tenía la intuición que ella no me haría nada, pero... ¿quién sabe?

- Me llamo Lumarie Le Rond D'Alembert. ¿Y vos, señorita? -Le devolví la pregunta, con curiosidad para saber más de ella... y de ese poder que emitía.

por **Leonor Daxmins** Lun Oct 28, 2013 6:58 pm

I see the angels, I’ll lead them to your door
There’s no escape now, no mercy... no more...

Muchos de los encuentros que ocurren en la vida cotidiana no son coincidencia, eso es algo que la joven había aprendido hace mucho. Cada una de las personas, de los seres, ya sean o no sobrenaturales, había llegando a ella por algo, para enseñarle, volverla mas fuerte, o incluso cambiar el rumbo de su vida, dándole un giro único he inesperado.
Y sin lugar a dudas, intentaba descifrar por que se había topado con aquel brujo esta noche, quizás el tendría algo importante que aportar a su vida, a sus pensamientos o tal vez no, ¿Quien podría saberlo con certeza?

Escucho la respuesta, resolviendo de manera casi completa la incógnita de su nombre, con lo cual fue capaz de regalarle a su acompañante la primera sonrisa en horas, dibujándola de manera sutil y sincera en sus labios.
- Es un placer, Lumarie... - un nombre bastante largo y poco común el que poseía el joven, el cual rápidamente se vio resumido, al ser pronunciado por la vampiresa, quien estuvo consiente que no estaba sentada al lado de cualquier persona. Lentamente comenzó a escribirlo en la arena, justo frente a el.
Terminado el ajeno, escribió el propio al costado de ella, "Leonor Daxmins" respondiendo así a la pregunta que le había sido formulada, mientras su mirada se mantenía fija, viajando por ambos nombres expresados en la húmeda arena bajo sus pies.

Nuevamente una fría brisa se dejo sentir, levantando así, tanto el cabello del hombre, como el de ella, sin dudas era una fría madrugada, y el debía estar sintiendo las consecuencias de eso. Aunque era extraño, ya que no acostumbraba a encontrarse con humanos que compartieran ese deseo de dejar todo atrás, y salir a despejarse, caminar y tan tarde. Ella lo hacía, y desde mucho antes de convertirse en el ser maldito que es actualmente.
- ¿Por que estás aquí? - era quizás palpable lo atrevida de la pregunta, pero Leonor era de las que acostumbraba a hablar y luego pensar, y no existían excepciones, aún teniendo en cuenta que acababan de conocerse.

Sus obscuros, y ahora curiosos ojos, se posaron en los ajenos, buscando su mirada, a la par que aguardaba nuevamente un respuesta por parte de el. Sería divertido pensar que podrían haber llegado a parar ahí por alguna razón bastante similar, y de seguro esa idea, no era del todo alejada de la realidad.

por **Lumarie L.R. D' Alembert** Mar Nov 05, 2013 8:50 am

No se me pasó por la cabeza encontrarme en este lugar tan desierto con alguien, ni tan siquiera pensé muy bien el lugar escogido. Solamente quería despejar mis dudas, dejar que mi mente flotase y calmase mis sentimientos de tristeza, deteniendo mis lágrimas de aquel suceso que ya no daría marcha atrás y no se podría cambiar. Realmente yo no era quien como para volver atrás, restaurarlo todo. Lo hecho, hecho estaba.

Dejé de pensar en el porqué de todo, en el sinsentido de la vida y me centré en mi nueva compañera de la noche, en una de esas personas que se encontraban por la vida y se irían al recuerdo o se quedarían contigo permanentemente.
Ella parecía delicada, pero su aura un tanto oscura daba la sensación tan demoníaca que tanto ocultaba. A pesar de todo, su sonrisa era sincera y de lo más dulce, lo cual correspondí sin dudar con otra sonrisa un tanto más tímida.

- El gusto es mío, my lady. -Contesté amablemente, esperando al hermoso agrado de su nombre.

No le quité ojo y cuando apuntó su nombre en la arena de aquella pequeña costa de playa donde estábamos sentados, pestañee dos veces. "Leonos Daxmins", leyó mi mente, pero, a la vez, lo leí en voz baja, intentando pronunciarlo bien mientras la mujer se quedaba mirando hacía el paisaje nocturno -lo único que podría ver siendo lo que era-. Ella cuestionó una pregunta cuando le miré de soslayo, estando unos segundos callado y comtemplando ese hermoso lugar, mientras de nuevo volvía los recuerdos a mi.

- Ah... Yo... -Me quedé bloqueado por unos segundos al estar pensando en mi abuelo y, a la vez, tener que reaccionar. Pensé con claridad una respuesta razonable que darle, pero a la vez sin meter mucho de mi vida, pues aun no tenía tanta confianza y debía de ser prudente; no quería que me pasase como cuando era joven.- Había venido aquí para pasear y olvidarlo todo el lío que tengo en mi cabeza. Me relaja bastante el sonido del agua y el silencio. ¿Y vos, Leonor? ¿También viene para olvidar?

No todo el mundo podría venir aquí para dejar su pasado atrás mientras cerraba los ojos y se centraba en un mundo submarino, pero seguramente y denotando un aura tan solitaria, habría venido a desahogarse con ella sola o solamente por el mero hecho de un aburrimiento de estar encerrada todo el día. ¿Quién sabe?

por **Leonor Daxmins** Miér Nov 20, 2013 9:36 pm

Blinded by faith I couldn’t hear
All the whispers, the warnings so clear...

Un paisaje como ese, tan inmaculado, tan pulcro y misterioso, siendo compartido por dos criaturas, quizás demasiado diferentes, en cuanto a condiciones, pero extrañamente similares en momentos como aquellos en que el deseo de dejar todo atrás, y sumirse en los recuerdos, independiente sean negativos o positivos, pero a su vez siendo extremadamente poderosos. De no ser así, no los llevarían a parar a lugares tan recónditos, y apartados del mundo al que acostumbraban vivir a diario, con la diferencia claro, que el vivía a la luz del sol, y ella acobijada bajo el manto nocturno. El mismo que ahora los reunía.

La joven esperó mientras el procesaba quizas en su mente una forma simple de contestarle, o al parecer solo intentaba ser cuidadoso con sus palabras, y por esa razón las estaba escogiendo casi con pinzas.
- Creo que comparto eso, el estar aquí es realmente un alivio para el alma, sin importar cual sea el problema...- agregó, mientras su mano tomaba un poco de tierra seca, la cual rápidamente descendió por entre sus dedos, de vuelta al suelo, solo estaba disfrutando de la sensación. Luego vino la pregunta de el, y antes de contestar asintió casi de manera instantanea.
- Si, vengo aquí intentando dejar atras un pasado que me guste o no, siempre tendré que llevar conmigo, no importa a donde vaya.- respondió con una notable tristeza en su voz. Sus palabras eran ciertas, cada palabra que expresaba nacia de lo mas profundo de su, hasta ese momento, lastimada alma.

Hizo que su cabeza se balanceara hacía los costados, deseaba quitarse una vez mas el recuerdo de aquella persona, y centrarse en el presente, ese mismo que ahora le había traído un compañero, o mas bien un acompañante a su noche de distracción.
- Nunca me había encontrado a nadie por aquí... - comenzó a hablar nuevamente, en un tono mas bajo y tranquilo.
- O mas bien, la gente tiende a seguir su camino, todos viven con prisa, acelerados. Ya nadie se detiene a disfrutar de esto, o de la desinteresada compañía. - murmuró, mientras sus ojos regresaban al cuerpo del brujo. Ambos estaban tranquilos eso podía percibirse. Ese anterior momento de tensión al ser "razas", ya se había desvanecido, al menos para ella.

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