Quelques minutes à pied (Dorian)

por **Danielle Dufour** Miér Ago 18, 2010 3:47 pm

Me habia escapado de mi casa de noche,solo para tomar el aire fresco de la noche,sali como podia corriendo de la casa,solo con mi ropa de dormir,pero con bata encima para que no me vieran tan destapada por la calle,yo una señorita de sociedad,asi por dios,seria el bochorno,pero yo era una de las personas que no le importaba de lo que dijeran los demas,era un alma aventurera y libre.
Llegue a la plaza y me sente en uno de las bancas,leyendo un libro que tenia en mano tranquilamente,sintiendo la brisa de la noche,en esos dias estaba haciendo un calor horrible,pero en la noche se apaciguaba y uno podia respirar mejor.Mire hacia los alrededores para observar que no estuviera mas nadie y comence a leer,los que estaban a esas horas eran algunos esclavos,las cortesanas y otros señores,pero no me interesaban.

por Invitado Vie Ago 20, 2010 11:11 pm

Visitar la ciudad me resultaba inaceptable por ahora, si no fuera por negocios que solo yo tenia que resolver como dueño del Palacio Royal no hubiera entrado en la ciudad, ultimamente preferia las afueras, quedarme en mi morada, salir de caseria solo cuando era absolutamente necesario y por lo del placer carnal se podría decir que por ahora no era lo que más me interesaba. Estaba aburrido, astiado de los vicios de los que habia sacado todo el jugo hasta el máximo, ya nadie tenia nada mejor que ofrecer, ni compañia mas placentera ni bebidas mas finas, la sangre tenia el mismo sabor, las caras de los que me encontraba a diario tenian el mismo aire fingido y estupido que las marionetas que usaban para espectaculos para niños. Nada era lo que antaño y justo cuando habia descubierto que Paris podia ser la ciudad que ofreciera todas las comodidades a un maldito, mas rapido me habia llegado a aburrir de ella.

Pensando en regresar a Londres, tal vez hacer un viaje mas largo camine por la Plaza Tertre entre la multitud, la noche era oscura, apenas estrellada y la luna estaba tan ausente como mi conciencia. Sentia las miradas de las mujeres, como antes lo hacia y me aprovechaba del singular atractivo que mi naturaleza me habia dotado para llevarlas a la cama, beber su sangre, tener amantes, vivir una pasión que para muchos seria una bendición pero esta noche hasta de eso estaba cansado. No sabia lo que pasaria el dia de mañana, no sabia si mis deseos carnales retornarian con mas fiereza o escogeria el exilio una vez mas, por ahora me bastaba con sentir un olor dulcete proveniente de una banca lejana.

Deje de caminar para identificar de donde provenia el aroma, a pocos metros de mi se encontraba una dama con una actitud pecuilar, salir en pijamas en medio de tanta gente que se la devorarian cual tierno animal. Desprotegida y sola se encontraba con un libro entre las manos y me permiti observarla unos breves instantes pues el ondulamiento de su cabello con la brisa nocturna resultaba caso hipnotico, dibujaba ella un cuadro sin darse cuenta, un momento congelado en alguna memoria. Del cabello de la pelirroja una cinta salio volando casualmenta arrastrada hasta donde yo estaba, me agache y la recoji, me acerque a ella con su cinta entre mis dedos, no planeaba una conversación larga mas que unas simples palabras, no estaba en la Plaza Tertre para hacer relaciones públicas, simplemente de paso.

-Disculpe mademoiselle, esta prenda si no me equivoco es suya- dije alcanzandole la cinta a la chica en camisón.

por **Danielle Dufour** Dom Ago 22, 2010 3:17 pm

Continue leyendo alejando cualquier mirada que me hacian de los que se acercaban a ese lugar,puesto que la lectura hacia que mi mente se distrajera por lo que leia,era una historia sobre creaturas sobrenaturales,que si existieran realmente y me encontrara con unas en estos momentos no sabria que hacer.

Me recogi mis pies sobre en la banca que estaba sentada ya que comenzaba hacer frio y como estaba vestida mas me entraba el aire de la noche el cual hacia que mi cabello pelirrojo se moviera con facilidad en ese momento.

Luego senti como si alguien me observara y baje por primera vez mi libro para ver quien era el que me observaba,pero no vi a nadie,alomejor me estaba traumando con lo que leia,subi de nuevo mi libro y segui leyendo,el viento se alzo mas fuerte contra mi y me arrebato la cinta azul oscuro que llevaba en mi cabello,pero no le preste atencion,la lectura me tenia muy distraida para ver lo que sucedia en mi entorno habitual,hasta que una voz,me hizo salir de ese estado en el que estaba,era la voz de un chico muy apuesto que al parecer tenia la cinta que yo traia en el cabello,lo mire de arriba abajo,apartando la vista de mi libro y luego mire la cinta-

Bonne Nuit Monsieug-Salude educadamente tomando mi cinta-Megci Beacoup-agradeci-Si es mi cinta-le eche una mirada al chico sospechosamente-¿Mmm como llego mi pgenda a sus manos Monsieug?-pregunte confundida.

por Invitado Vie Ago 27, 2010 9:23 pm

Ella se notaba distraida en la lectura, me preguntaba que estaria leyendo en aquel lugar donde corria tanto peligro al verse sola, no solo de depredadores como los de mi especie sino de muchos otros. Las jovenes hoy en dia eran tan inocentes que prácticamente se entregaban en bandeja de plata para el que quisiera tomarlas. Afortundamente para ella eso no estaba en mis planes, solo estaba de paso por el lugar y no planeaba quedarme mas de lo necesario asi que cortesmente me acerque a ella como cualquiera lo hubiera hecho, le entrege la cinta que llego a mis pies y ella naturalmente lo agradecio mientras interrumpia su lectura para darse cuenta de mi presencia delante de ella.

-Creo que fue arrastrada por el viento despues de dejar su cabello mademoiselle, llego a mis pies y crei que a esta desdichada cinta perdida le gustaria volver con su hermosa dueña- respondí mientras me acercaba a ella sin dejar de verla a los ojos y ordenaba un mechon de su rojizo cabello hacia atras -Al viento le debe gustar abrazarte porque no deja de tocar tu cabellera ni tu piel- dije al ver algunos mechones moviendose al ritmo de la brisa noctunra, como bailando.

Me separe de ella lo poco que habia avanzado y me sente a su lado quitandole el libro sin su permiso -Permitame, que hace que una dama deje la seguridad de su hogar para venir aqui, debe ser muy bueno- dije mientras hojeaba el libro. Descubri que era un libro que tenia falsos mitos sobre las criaturas de la noche pero que evidentemente hablaba de su existencia, sonrei al devolverselo -No deberia leer esas cosas mademoiselle, contaminan su mente, porque no mejor leer poesía o una novela ya que a las damas gustan de los romances de estas- comenté despreocupado mientras sacaba mi pipa y la encendia para fumar un poco al aire libre.

por **Danielle Dufour** Sáb Ago 28, 2010 2:26 pm

Escuche atentamente lo que me explicaba y arrugue ligeramente el ceño-
Si pude habeg sido el viento-sonrei por lo que decia tomando entre mis manos mi adorada cinta azul,observando atentamente al chico,para luego ver que se acercaba a mi mirandome a los ojos y arreglarme un mechon de mi cabello por detras de mis orejas,me asombre por el atrevimiento del chico y solo lo que hice fue echar un poco mi cabeza hacia atras para que no me siguiera tocando,era muy hermoso,si,pero yo no le iba a permitir que me tocara asi como asi-
Si le debe gustag demasiado,que hacen que mis cabellos dancen al compaz del viento-Murmure siguiendole a las palabras al apuesto monsieug.

Mire como se apartaba de mi un poco y sentandose a mi lado,tomando mi libro,nisiquiera me dio chance de permitir que lo tomara-Ohhh usted pog lo que veo es un cugiosito-dije mordiendome el labio inferior observando como el miraba el libro el cual leia,dandome algunos consejos.haciendo que salieran de mi una sonrisita baja-En gealidad no conozco al monsieug y usted a mi tampoco,no me gusta estag enceggada en mi casa y mucho menos leeg eso de poesias y cosas gomanticas,no soy como las demas chicas de mi estatus social o como sea-tome el libro algo ofendida por lo que me decia el chico,por lo que veia todos pensaban lo mismos de las chicas de mi clase,yo odiaba ser observada por un poco de plebeyos de mi padre,no tener libertad de hacer lo que tu querias sino lo que los demas querias que hicieras,eso me fatigaba tanto,por eso era la razon de que estaba afuera de mi casa a esas horas y como yo queria,leyendo cosas que comunmente una señorita como yo no tenia que estar leyendo,pero lo deje pasar observando luego al chico,el no tenia ni la culpa y tampoco sabia nada de mi,como para ponerme grosera con el.Oli el humo que soltaba su pipa y me quede ida,mirandolo fijamente.

por Invitado Dom Ago 29, 2010 6:15 pm

El acento de la chica me causaba algo de gracia, no sonaba como la mayoria de las personas con las que solia tratar, al principio sonrei cuando la vi alejarse, obviamente se sentia intimidada pero era natural su reacción, sin embargo habia mas en ese simple gesto de lo que ella me daba a conocer de su ser, miedo a lo desconocido sin duda, en eso si se parecia a la mayoria de los mortales -Que lastima que solo ellos dancen- dije cuando prosegui a sentarme a su lado para luego quitarle el libro y darle la hojeada, no sabia ni porque habia decidido sentarme pero ya que estaba ahi, unos minutos de un tiempo que me era eterno no me afectarian en nada.

Sonrei por su comentario -La curiosidad madre de todos los incensatos cuando no saben en que se meten pero este es un simple libro, podria decirse que no representa ningun otro peligro que el que logre aburrirme si en sus paginas no se encuentra lo que considero buena literatura- comenté aun hojeandolo. Sin duda esos libros les gustaban tambien a las chicas que soñaban con aventuras y con seres de la noche que las conquistaran, lastimosamente esas historias nunca tenian un final feliz, menos para los mortales. Despues de terminar de verlo superficialmente ella me lo volvio a quitar haciendo un comentario que soltara una carcajada para luego volver a dar una calada a mi pipa -Tiene razón mademoiselle, usted no me conoce ni yo a usted pero eso no importa, mañana no la recordare ni usted a mi...asi de efimero es un momento- dije mientras le dirigia una mirada fria.

-Todas quieren ser especiales, es cierto que usted no es como las demas de su status pero en realidad ninguna es como la otra, todos tienen su propio encanto, otras menos que unas pero al final siempre tienen algo que admirar por mas mínimo que sea. Tal vez es una regla general para todo ser humano, todos se destacan en algo- comenté aunque creia que estaba hablando mas para mi mismo porque la obserbava a ella tan callada. Sonrei una vez mas esta vez desviando mi mirada hacia las demas personas que paseaban por alli, todos viviendo en su propio universo.

por **Danielle Dufour** Dom Ago 29, 2010 9:10 pm

Note su comentario de decepcion-¿Pogque lastima?¿quiege que alguien mas dance paga usted?-pregunte algo curiosilla por aquello que decia,antes de que comenzara a reponderme mis otros comentarios que hacia sobre su persona.

Trangue saliva al verlo sonrei por mi comentario de ser un curioso y atrevido,aunque no se lo habia dicho,lo pense,ya que me habia quitado mi libro sin pedir ningun permiso y revisarlo asi como asi.Me encogi de hombros escuchando sus palabras-No no pgesenta ningun peliggo,nunca he escuchado que un libgo puede haceg tal peliggo para unos jovenes como nosotgos,ademas es algo que yo considego pog los momentos algo de distgaccion y no me impogta si al monsieug le aggade o le disguste,si paga mi es lo suficientemente distgactivo no gesulta ningun pgoblema-Conteste algo indiferente mirando de nuevo al chico,a decir verdad su sonrisa me habia dejado algo boba,pero no iba aceptar nada de lo que habia sentido en ese momento.Volvi a respirar hondamente pasando las paginas del libro por distraccion,prestando atencion a sus demas palabras-¿Pogque dice eso Monsieug,acaso usted es un Monsieug olvidadiso?-Pregunte divertidamente,sonriendole suavemente al notar su mirada fria,la cual no me conmociono demasiado que digamos.

Es ciegto lo que dice,aunque paga mi digo que no solo las madame quiegen seg especiales,los hombges tambien quiegen seglo,todos quegemos seg especiales y como usted dice,todos tienen su propio encanto,podemos seg igual en la pagte fisica,pego no en lo que pensamos ni en como actuamos-Murmure encogiendome de hombros-Y opino que aveces las cosas minimas son las que tienen mas valog-me mordi de nuevo mi labio,era una costumbre que tenia en realizar ese mordizco sobre mi labio,que para algunos le resultaba excitante,pero para mi solo era una maña adquirida por mi madre.

Noto como se queda mirando a las demas personas y yo imite lo que hacia,reflexionando las palabras del caballero y como lo decia,pareciera que el no se consideraba humano o eran ideas mias,parecia que el estuviera fuera de esta categoria,arrugue el ceño pensativa-¿Pogque habla como si usted no se incluyega entge los humanos?-pregunte con curiosidad,esperando su respuesta atentamente,mientras lo observaba,el caballero tambien se veia que era de un status economico alto,me fije por sus atuendos,ademas creo que no nos habiamos presentado-¿Ohh Monsieug desole,no nos hemos pgresentado,vegdad?-pregunte abrumada.

por Invitado Sáb Sep 18, 2010 1:15 pm

Rei al escuchar su respuesta, era la inocencia en persona o eso aparentaba, la verdad que las francesas rara vez eran inocentes solo las señoritas que habian sido criadas con mano dura y que lujo era encontrarse con alguna de ellas y mostrarles el otro lado, sin embargo despues de pensarlo un rato y observarla, me parecia que habia hecho mal mi apreciación, esa pelirroja solo tenía una máscara de inocencia y quién sabia que mujer pasional se encontrara detras de ella -No, pero la danza es un privilegio para los dioses cuando las musas son las que bailan- dije desviando la mirada por donde habia llegado. Mi intención no era quedarme mucho tiempo y ya era mejor que me fuera preparandome para irme.

Sin embargo aunque el deseo de irme y seguir el camino que tenia hasta el carruaje para dirigirme de regreso a mi morada, ella seguia hablando con ese acento frances que de comico habia pasado a ser algo mas entretenido, como una costumbre de los residentes. La mire sin mucho interes en escuchar lo que estaba diciendo, el tema del libro era el que abordaba como si fuera uno de los clásicos de Homero que seguramente ni al estilo literario se aproximaba -Un peligro para su mente, a eso me refiero, despues de todo que gana usted con soñar con cosas o criaturas que no existen, se dara cuenta con el tiempo que la realidad es muy diferente a como cree- comente mientras de pronto se me dio por acercarme a ella y acomodar un mechon de su cabello que seguia bailando con el viento, aproveche de susurrarle al estar tan cerca -Eso depende de la persona que no quiera ser olvidada- susurre y me aleje de ella despues de dejar el mechón en su lugar.

Me puse de pie y la mira durante unos breves segundos para luego volver a perder la mirada en la gente que pasaba. Meti ambas manos en los bolsillos de mis pantalones y escuche lo ultimo que ella estaba diciendo -Las cosas mínimas se olvidan en el tiempo, al igual que los rostros y los nombres pero en algo tal vez tengra razon, hay veces en que la cosa mas minima puede cambiar el curso de una situación u opinión- respondi sin mirarla, me habia distraido con un grupo de mujeres que pasaban, creyendo reconocer a una de ellas por la cabellera clara pero resulto una confusión.

De pronto sonrei por su ultimo comentario, la volvi a mirar y me acerque a ella para tomarla de la mano -Me gusta hablar como un observador de vez en cuando pero aqui me ve, uno mas entre tantos humanos y no, no nos hemos presentado mademoiselle mas no es necesario que sepa ni nombre si quiero que olvide que yo alguna vez estuve aqui- comente y le di un beso sobre la superficie de la mano soltandola con delicadeza despues -Su nombre no lo se pero me llevare la imagen de su rostro, tal vez nos volvamos a ver, tal vez no pero creame, ha sido un placer- comente acomodandole de nuevo ese mechon que como queria salia a bailar con el viento como la cinta hace momentos.

Dicho esto me fui alejando del lugar, retomando mi camino hacia donde era mi ruta para regresar a mi carruaje, volver a mi morada y recordar por un momento a aquella mujer pelirroja, sus ojos como me parecio, eran de un color no visto a menudo y sobre todo su cabello que danzaba con la brisa nocturna, al recordarla parecia ser un bello lienzo en movimiento.

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