Mi vida gira y gira-Lancelot.

por **John H. Freeman** Lun Nov 04, 2013 11:44 am

La respetada familia L'Olonnais le habian avisado por medio de un telegrama de la desaparición de Lance, su amigo que lo habia estado atendiendo desde que tuvo el extraño ataque de aquel lobo y él tuvo que curarle todas las heridas del cuerpo. El tratamiento duró meses ya que aquellas heridas que no curaban nunca y que John no podia evitar preocuparse del estado de salud del joven Lancelot. Las veces que John tuvo que visitarlo, entre ambos se fué forjando una sincera amistad que aún seguia en el tiempo actual. Por eso la noticia de la desaparición de Lance preocupó a John.
La unica noticia que tenia en aquel telegrama enviado por los padres de Lancelot fué que habia desaparecido hace dos dias en el bosque, saltó por la ventana y se fué corriendo sin decir nada. Le pedian ayuda al ser amigo de su hijo con lo cual que no dudó en ir en su ayuda. Cogió todo lo que era necesario, lo primero su maletin medico por si estuviera herido y él tuviera que atenderlo y lo segundo escribir un telegrama a la policia para que fueran al bosque que se localizaba a las afueras de la ciudad para que le ayudaran en su busca.

"Joven desaparecido dos dias en el bosque.Stop. a las afueras de la ciudad.Stop. SeñorLancelot L'Olonnais.Stop. Me dispongo a ir en su busca.Stop.Amigo de la familia.Stop.
Dr. John Hamish Freeman.

Ese fué el telegrama que envió a la comisaria antes de coger un carruaje y dirigirse al bosque en busca de su amigo. Cada vez mas preocupado, pensando que era lo que le habia impulsado a desaparecer de aquel modo dejando a sus padres preocupados. Saltando por la ventana y perderse de vista en el bosque. ¿Por qué lo habria hecho? Que le habia pasado?!

El viaje duró una hora, habia un horrible trafico de carruajes. John no habia dejado de mirar el reloj que colgaba en su chaleco. Pagó al cochero a las puertas de aquel bosque, estaba anocheciendo y la busqueda iba a ser mucho mas dificil. Bajó del carruaje corriendo, en su mano una lampara de aceite y no dudó en meterse en el bosque sin importarle en los peligros que acecharian y la falta de luz que habia.
"Lancelot! Lancelot!". Con el candil a la altura de sus ojos iba mirando a todos lados pero siempre veia lo mismo, arbustos, vegetación. Siempre oia lo mismo; Ruidos de animales, el ulular de los ubhos pero no habia señal de su amigo

por **Lancelot L'Olonnais** Dom Nov 10, 2013 3:25 pm

Había preparado todo para que al día siguiente, no tuviese que ir desnudo por las calles de París hacia la posada. Tenía en la bolsa algo de comida, ropa de repuesto, zapatos, una manta y una toalla para limpiarse. No era algo que le gustase preparar, pero era el ritual que había empezado a llevar a cabo desde que se había convertido y era consciente de ello.

Caminó hacia el bosque con paso lento, arrastrando los pies, notando cómo su sangre hervía de emoción, una emoción que no compartía en absoluto. Se odiaba, era totalmente desprecio hacia su ser lo que sentía. Nada podría hacerlo cambiar de opinión. El simple hecho de pisar el barro que se había formado en su camino hacia el lugar que creía seguro, el arrastrar su bolsa con sus enseres… todo correspondía al ritual que odiaba… estaba resignado de todos modos, se quejaba mentalmente, eso sí, pero estaba resignado.

Al llegar al lugar que había decidido como su coto de caza, buscó un árbol donde dejar la bolsa y, tras desnudarse, lo subió todo a una rama alta de un árbol, sentándose a esperar al conversión, abrazándose a sí mismo muerto de frío. No podía evitar pensar en la vida que había dejado atrás, estaba aterrorizado en aquella ciudad en la que no conocía a nadie, pero era menos miedo el que sentía respecto al de temer el asesinar a alguien querido… No, no podía permitir matar a sus seres queridos, sería demasiado duro.

Primero llegó un olor conocido a su nariz y miró a su alrededor, asqueándose, pues no reconocía olores en aquella ciudad. Sería alguna persona que se había cruzado anteriormente? lo dudaba. Sus dudas se disiparon, lo conocían, y lo buscaban. Había escuchado la llamada. Se quedó lívido y comenzó a correr en sentido opuesto, en busca de un escondite. No, no podían encontrarlo allí! No ese día!

Comenzaba a notar cómo el lobo se removía en su interior, el ocaso no tardaría demasiado en llegar.

Mi vida gira y gira-Lancelot.

Mi vida gira y gira-Lancelot.

Re: Mi vida gira y gira-Lancelot.