Afilando mis garras {Libre}

por **Austin J. Berry** Vie Nov 29, 2013 9:45 am

El cielo se veía excelente cuando salías de la ciudad de París, y si a ello le agregabas el sosiego del bosque, todo estaba en una suprema armonía. Habían pasado unas horas del mediodía, y el cítrico cielo iba ocultando poco a poco al sol, para dar paso en unas horas más a la oscura noche. Si fuera una persona normal y corriente estaría atemorizado ante tanto silencio, pero en realidad no lo era, con lo cual no tenía dicho sentimiento de temor al anochecer. Para mi era estrictamente necesario salir de vez en cuando de París, tanto bullicio en sus calles, tan poca seguridad en sus callejones, aunque una buena arquitectura... la ciudad tenía sus pros y sus contras, los cuales tenía que aceptar si quería seguir viviendo allí. Por eso mismo venía dos o tres días a la semana a esta extensa arboleda, cuando quería relajarme y olvidar mis pesares, para concentrarme y pensar.

Caminaba tranquilamente por un sendero, a lo lejos se podía ver que el camino se dividía en dos. Por estos lares no solía haber mucha gente, salvo los comerciantes que venían de aquí a allá, con sus carruajes llenos de artículos que vender. Me salí del sendero y me adentré al verdadero bosque, donde no había camino, solo árboles, hierba, arbustos... puse mi mano sobre uno de los troncos, tocando su corteza, sintiendo la gélida temperatura de este en cada fibra de mi mano. La brisa rozaba mi rostro, en esos momentos sentí cierto lazo entre la naturaleza y mi ser, a pesar de tener a una bestia dentro de mí, era demasiado tranquilo. Oí un leve crujido en el suelo, cerca de mí, en concreto a mi izquierda. Me giré hacia dicha dirección y solo pude ver una pequeña liebre corriendo para alejarse del lugar, seguramente ella habría hecho el ruido.

Aquel sonido me desconcertó por completo de lo que estaba haciendo, por lo que comencé a caminar nuevamente. Siguiendo un rumbo fijo, pude divisar un pequeño refugio, si se podía llamar refugio a una piedra bastante grande y una cuanta maleza, solo sabía que aquella piedra podría ofrecerme un buen lugar para descansar un rato, a pesar de no estar cansado. Me senté junto a aquella piedra, la cual era lo suficientemente grande como para dar protección arriba de mi cabeza, era extraño encontrar una piedra así en medio del bosque. Cerré los ojos y comencé a rememorar hechos de mi pasado, algunos un poco borrosos, otros con un poco más de nitidez.

por **Marie Monserrath Goretti** Vie Nov 29, 2013 2:41 pm

El trabajo no había sido nada pesado, es mas, parecía ser fácil, en cuanto había preguntado por el simplemente me habían soltado todo: venia de londres, aunque parecía haber nacido en Francia, era de la clase media, la mayoría de las personas que lo recordaban era ancianos, los cuales decían que el debería serlo; no tiene amigos desde que llego, y tampoco hay personas que confirmen ser su amigo antes de que el se fuera. Sus padres murieron hace mucho tiempo ¿porque o de que causa? nadie lo sabia, solo sabían que de un tiempo aquí Austin se había vuelto extremadamente raro, extraño, la mayoría lo señalaba como un ser sobrenatural.

Respirando profundo moví mi cuello de un lado a otro intentando librar la tension, las personas no se equivocaban en juzgarlo, Austin J Berry era en definitiva uno de esos seres endemoniados o sobrenaturales, mas especifico, Austin era un Licantropo.

Su historia mas de lo que me habían dicho no la conocía, los que me habían contratado simplemente se habían limitado en decirme que lo matara, de forma prudente y profesional, es decir, que si el buscando en cuestión soltaba algo de importancia, yo no lo escuchara, y si es que con este se tornaba la pelea de forma muy fea, nadie, a pesar de todo, se debía enterar... eso era lo que me habían pedido claramente, con mucha discreción, claro.

Acercándome a la punta de la rama... apunte fijamente con el arma a la cabeza, ese no era un punto vital para un licantropo, sin embargo, este ahora mismo vestía de humano, era mas vulnerable en esa forma, a demás, si es que fallaba, le daba en el cuello.
sin embargo, mientras le apuntaba en la cabeza una leve brisa me rodeo, y rodeo la rama en la que suspedia... sin tardar mucho me tambalee levemente y antes de caerme por completo me agarre de otra rama muy cercana de mi, obteniendo así un equilibrio, lastimosamente, no fui del todo silenciosa, la rama de la que me había agarrado se rompió de la cuarta parte creando un claro sonido de parecencia.

Austin se giro rápidamente hacia mi dirección, pero no me encontró, por que el buscaba en el suelo. Agachándome en perfecto equilibrio me escondí entre las hojas... hasta que el relajo y se adentro entre una piedra y ramas... se sentó y observo el paisaje, o bueno, pretendía hacerlo...

Entonces respire, eh intentando ponerme en buena posicion con la pistola, decidí apuntar a su corazón, ya no tenia porque demorar en la tarea, al fin y al cabo, las cosas estaban resultando ser fáciles... se había puesto de frente a mi, mostrándome su corazón en pleno... podía disparar desde cualquier angulo o posición y aun así atinaría... es decir, en cuento apretara el gatillo prácticamente este hombre/licantropo estaba muerto....

por **Austin J. Berry** Vie Nov 29, 2013 3:43 pm

En cuando cerré los ojos, pude notar un aura que rondaba por aquellos lares, exactamente no sabía lo que era, por lo tanto abrí los párpados y pude oler a... ¿humano? Enseguida me puse a recapacitar... ¿y si pretendían cazarme? Eso me puso alerta y salí de mi escondrijo en cuando pude, seguramente ya tendrían la mira puesta en mí, puede que fueran más de uno, ¿pero quien me habría delatado? No había mostrado mi forma licántropa en público, así que no caía en nadie. Mis pensamientos ahora mismo no se centraban en escapar, sino en sorprender por detrás a mi agresor, acorralándole pues para sonsacarle el porque de su presencia.

Mientras corría en círculos, pude entrever una silueta entre las hojas, debía de ser dicho cazador. Salté con los cuatro miembros hacia su posición, quedando pues atrás de el sujeto. Entonces vi que portaba un arma, como era de suponer, y antes de que se diera cuenta de que había salido de allí y quitara el ojo del arma, me puse al lado de ella, para ser más exactos a su derecha.-Así que vos ha venido a matarme, ¿me equivoco? Los humanos solo hacen más que estorbar, deberían de dejarnos en paz a todos los que son diferentes a vosotros. Si se muestra agresiva con mi persona, yo me veré obligado a tratarla de la misma forma, señorita, ¿me explico?- le dije en voz baja mientras intentaba darle un empujón y intentar quitarle el arma con un rápido movimiento.

No quería transformarme, al menos aún no era el momento correcto. Si aquella chica lograba comprender mis pensamientos, si pudiera entender como me siento al ser buscado y cazado, si por algún caso se metiera en mi menta ella... moriría en el acto, al ver tanta huida, tanta sangre derramada por mi parte... no, los humanos no lo comprendían. Este don que me había sido otorgado no era ninguna bestialidad, puede que fuera una lobo, lo que se considera como una bestia, pero en realidad por fuera hay una persona, no un animal. Quizá derramemos sangre, pero los de nuestra raza-algunos- solo quieren convivir en paz con los humanos, si somos perseguidos por estos tipos, ahí es donde nos vemos obligados a destripar a nuestros perseguidores.

por **Marie Monserrath Goretti** Vie Nov 29, 2013 4:18 pm

Peligro, eso es lo que mis 5 sentidos me decían al notar que el sujeto al que debía cazar se había posado muy rápidamente alado de mi, equilibrándose perfectamente entre las ramas, que siendo sincera eran muy delgadas....

Respirando lentamente y analizando la situación de poder salir viva de ahí lo mire a los ojos, este me hablaba muy enérgico y con mucha entonación... sin embargo a duras penas le escuche, no porque tuviera miedo, sino porque la rama esta temblando, crujiendo, lo cual avisaba que si en los segundos próximos ninguno se movía la rama se rompería.

Estaba claro que si eso pasaba, el caería de pie, y yo de espaldas, y ahí el tomaría ventaja y me mataría, ¿porque no lo aria? si al fin y al cabo yo había ido a matarlo... entonces otra cosa llamo mi atención... sus ojos, la ira que expresaba, la rabia, la tensión de su cuerpo entero... era difícil de admitir, pero después de tantos años me había acostumbrado a ver ese tipo de expresiones entre los que mataba, total, todos parecían tener el mismo pensamiento, y aunque en un principio siempre me arrepentí de hacer lo que hacia, al final termine decidiendo, que por mas pena que yo les tenga, y por mas que no quiera matarlos, no podía retractarme, yo era cazadora, había sido criada para eso, es mas, no sabia hacer otra cosa que no sea eso, y a demás, las personas como siempre me habían dado el pago por adelantado.... imposible retractarme.

Moviéndome antes de que intente cualquier cosa salte agilmente a otra rama mas alta, no había sido movimiento fácil, sin embargo, el ya no estaba alado mio....

-soy cazadora, y me pagaron por capturar su cabeza- solté parándome firmemente, conversar con mi presa no era mi estilo, y en realidad no me gustaba conversar con nadie a no ser que se trate de negocios, sin embargo, como primera cosa que hacer ahora, por culpa de mi descuido y no ver su movimiento, era intentar salvar mi pellejo... -no lo conozco y no tengo nada en contra de usted, sin embargo este es mi trabajo, el cual a mi me mantiene con vida...- trague saliva, no estaba consiguiendo nada, porque era simple, yo no sabia tratar bien a nadie, nunca me había interesado hacerlo, había vivido casi toda mi vida en soledad, sin confiar en absolutamente nadie... sin embargo, se trataba de mi vida... tenia que poder hacer algo al respecto.

Entonces lo mire fijamente e intente relajarme, no podía perder el control tan fácilmente... tenia que concentrarme, analizar mi posición y concentrarme.

-es imposible salir de esto a no ser que renuncie a su muerte verdad..??- no necesitaba respuesta porque yo misma la sabia, sin embargo espere, espere a que el lograra formularme una, quería ver como las cosas se desarrollaban.

por **Austin J. Berry** Vie Nov 29, 2013 4:43 pm

La cazadora saltó a una rama más elevada, escapando de mi lado, el simple hecho de hacer eso lo tomé como una clara falta de respeto. Le pagaban por mi cabeza, ¿y no tenía nada contra mí? No sabía que clase de cazadora era eso, pero una normal seguro que no. En esos momentos no tenía claro si matarla o ser muerto... vea mejor la primera opción, aunque antes tenía que responder a la pregunta que me había hecho.-Está en lo correcto usted, parece ser que es inteligente, al fin y al cabo. Y como veo que no va a renunciar, y está en una posición en la cual una caída podría ser mortal, pues creo que voy a tomar la opción de mataros aquí, y ahora. Creo que tengo una frase para usted... ¿se la digo? No esperaré a que me responda... cazador cazado, ¿lo ha oído alguna vez? Bueno, pues esta será la primera y última vez que lo oiga.-al finalizar mis palabras, di un gran salto para alcanzar la rama donde estaba equilibrada la cazadora, en un intento de romper dicha ramificación del árbol. Al fin y al cabo, ella era una simple humana, moriría por una caída desde esas alturas, en cambio yo no.

En el fondo tenía curiosidad por saber que hubiera pasado si no hubiera hecho nada, quizá habría acabado muerto, o puede que acabara muerta ella, en cualquier caso, eso estaba por ver. Me retiré de la rama cayendo al suelo, tuve compasión y no la maté.-Tiene suerte, hoy estoy de buen humor. Si quiere una batalla como dios manda, baje aquí y peleemos cuerpo a cuerpo, ¿no quiere cobrar su recompensa?- le dije vacilando y tensando el cuello, me quedé mirando fijamente hacia arriba, para observar los movimientos que haría más adelante la cazadora cazada, sí, me gustaba el nombre.

Había llegado la hora de demostrar mi entrenamiento físico, ¿contra una mujer? Eso ya daba igual, era una cazadora, cazaba por una recompensa, mataba por dinero, y eso para mi no es ser muy legal, si matas es por una buena razón, a menos pues que sea pobre, y lo necesite urgentemente, pero a parte ella parecía especializada en esto, como si llevara mucho tiempo en el oficio, como si se conociera los movimientos de los de mi raza.

por **Marie Monserrath Goretti** Vie Nov 29, 2013 6:07 pm

Miedo, intenso miedo, sin embargo no trastabille ni temblé, no podía hacerlo, el duro entrenamiento que por dos meses mi padre me sometió antes de su muerte me habían sido suficientes como para comportarme de tal forma, dura, fría como una roca.

Mientras escuchaba la respuesta del licantropo y mientras veía al segundo como saltaba hacia mi rama con facilidad mi corazón comenzó a saltar como loco, mis músculos se flexionaron y con agilidad comencé a sacar el cucho escondido en mi cinturón, claro, que no parecía que hacia eso, sino, parecía que temblaba asustada y me agarraba el cuerpo....

Sin embargo, en el segundo que me creí muerta vi claramente como el licantropo dudo... si, había dudado al segundo de querer matarme... confundida por completo lo mire extrañada hasta que bajo al suelo, y me pidió que bajara para que peleáramos en igualdad... entonces, yo no supe que responder...

¿Porque? ¿porque demonios lo había hecho? ¿me había perdonado la vida? claro que no del todo, pero, en vez de matarme como debió, en vez de arrancarme la cabeza como muchas veces había visto que hacían los tipos como el.... el, simplemente había dudado... ¿era correcto? ¿había dudado o me había tenido lastima? porque lo recordaba, a pesar de tan solo ser un segundo, los ojos se le habían tornado, si, confundidos, como dudando, pero también, y la mayor parte del segundo se había tornado con.. ¿pena?...

Confundida y levemente enoja, aunque no sabia bien porque, trague saliva... ¿y ahora que me quedaba? ¿pelear? ¿huir? ¿perdonarle la vida tal como el lo había hecho? porque era seguro que ya estaba perdida en ese momento... ¿que me quedaba?
Trague nuevamente saliva dudando... no tenia muchas opciones, por e honor tendría que continuar, y también por el honor tenia que perdonarlo...

-¿como dios manda?- pregunte al azar recordando sus palabras -creí que tipos como usted no creían en esas cosas...- y me mordí el labio inferior... no era momento de dudar, antes de su respuesta de matarme yo había tenido la mía propia: matarlo a como de lugar.

... sin embargo.....

-esta claro que usted no esta familiarizado con mi tipo singular de cazadora...- comente aun meditando mis posibilidades -pero déjeme decirle solo una cosa, no mato por diversión, mato porque es lo único que mis padres me enseñaron a hacer, no espero que lo entienda, si lo digo es porque extrañamente creo que usted debe saberlo...- y salte de la rama, primero a otra con mucha agilidad, colgándome con los brazos, para luego terminar como toda una bailarina en el piso, si, me había copiado muchos de sus movimientos para ser tan ágil en los arboles...

-pues bien, estoy aquí... y eh venido por su cabeza...- y sin mas saque mi pistola y se la dispare al cuerpo, una bala de plata era lo que contenía la pistola.

por **Austin J. Berry** Sáb Nov 30, 2013 2:37 pm

La cazadora bajó del árbol cayendo de pies, con perfección. Ignoré todas sus palabras, pensaba en observar sus acciones, sería mejor para determinar mi destino. Como esperaba, aquella cazadora no tenía ni el más mísero orgullo, se valía de las armas para matar a un tipo indefenso, aunque no tanto. En cuando iba a apretar el gatillo, fui rápido y me eché a un lado rápidamente y corrí desesperadamente para ponerme detrás de ella. En un intento inútil ella disparó, yo había sido más veloz que esta, apartándome segundos antes de que ella disparara. Llegó la hora de derramar sangre, una hora que detestaba de verdad, pero había que hacerlo, para salvar el pellejo. Comenzó a salirme pelo por todo el cuerpo, los dedos se convirtieron en afiladas garras, mis dientes se volvieron muy afilados, me hice más alto, el iris de mis ojos se volvió amarillento y cuando todo el pelo cubrió mi cuerpo, caminé lentamente hacia el dorso de la cazadora. Llegó la hora de su muerte, le intente propinar un zarpazo en la espalda, si este diera en el blanco la herida sangraría mucho, y la ropa de la mujer se desgarraría.

Me puse rápidamente delante de ella y intenté quitarle la pistola de las manos con mis dientes, si la consiguiera coger la tiraría a un lado para alejarla de su persona. Decidí que lo más inteligente sería matarla para que dejara de cazar a los monstruos, ni siquiera había tenido compasión conmigo. Intenté darle un empujón para que cayera al suelo y me dejara en paz, después de eso, si el empujón resultaba efectivo, saldría corriendo en dirección a ninguna parte, pero si lograba llegar a París, estaría a salvo.-Si por algún caso vuelve a por mí, me veré obligado a matarla, sin piedad.- pensé mientras corría desesperadamente a cuatro patas, dando unos cuantos saltos para alcanzar mayor velocidad.

OFF:

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