Una noche más | Privado

por **Brice Neveu** Sáb Dic 28, 2013 10:08 pm

La noche transcurría lenta y misteriosa, como todas aquellas que el vampiro se daba a la tarea de vigilar a cierta dama que anidaba su imagen en la mente de Brice. No importaba el tiempo que hubiesen pasado separados, el cual era toda una vida, sino que para el vampiro no existía alguien que brindara sentido a su vida como ella. Los sábados eran los días en que entregaba una carta a ella, siempre, sábado tras sábado, mes tras mes, año tras año, aquella carta era entregada; le alegraba la expresión de ella al leer las cartas, la ilusión que parecía crecer lentamente en el interior de esa mujer y que esperaba le preparara para cuando fuera el momento de que ambos se conocieran.

Giullianne, ese era el nombre que llevaba la mujer que no dejaba sus pensamientos ni un solo segundo. Era imposible que aquel nombre y ella no le perturbaran tanto, por algo es que era descendiente de la mujer que le llevo a ser lo que era, un inmortal que no podría ver nunca más un amanecer, pero por la primera mujer que amo y por ella sería capaz de resistir el tiempo que fuera necesario. Su andar le llevaba una noche más a las afueras del lugar donde ella solía estar en algunas ocasiones, el burdel. No podía culparla de perder el buen camino porque sabía a la perfección todo lo que ella había debido enfrentar solo por la debilidad que él siempre había mostrado; nunca fue capaz de decirle que le cuidaría de manera directa, temía que ella le rechazara, que le dejara de lado y se enfocara en otras cosas lejos de él y del mundo que su mente preparaba para ambos.

Si, el vampiro tenía todo un futuro planeado al lado de aquella mujer; a tal punto había llegado que incluso abandono a sus hermanos sin haberle importado nada. Su clan no era muy numeroso y bien supo que estaban esperando que él fuese quien ocupara el puesto como la cabeza de aquel clan, pero no podía, tenía una promesa que cumplir muy a pesar de que sus hermanos hubiesen renunciado a su humanidad solo por estar a su lado. El tiempo guiaría a su estirpe a su lado, por el momento no tenía cabeza para nada, solo para aquel aroma que comenzaba a llegar hasta él del burdel.

Aquel aroma estaba grabado en él desde hacía mucho tiempo atrás pero como le era usual, solo permaneció en las afueras del burdel, esperando que la cortesana apareciera por casualidad para asegurarse de que estaba en buen estado y después como siempre, se iría.

por **Valentina Von Fabre** Jue Ene 09, 2014 12:02 pm

Esa noche había cenado con Jean y Gemma en uno de los muchos y múltiples restaurantes de la ciudad. Era un restaurante demasiado caro, pero se sentía como si fuera la sujeta velas de la pareja que tenía al lado. Era meramente mágico verlos a ambos, aunque se ausentasen demasiado tiempo en buscar alguna atracción en los baños mientras ella degustaba lentamente el pato a la naranja. A pesar de ser como era, tenía que aparentar que le gustaba comer, pero estaba deseando ver a Brice, o eso le había prometido Gemma con sus ánimos llenos de ilusión. Ninguno había cambiado en absoluto, se preguntó si Brice al verla tendría la misma apariencia o la misma personalidad que tenía con ella y esperaba que no hubiera conocido a nadie que le quitara el puesto.

En esa velada, mientras comía su cena, uno de los meseros le pidió que cantara una balada para el resto de la gente junto al pianista, ella acepto, sonriendo ya sabiendo que su familia había buenos cantantes, se acercó al pianista y ella comenzó a cantar una bella balada sin esfuerzo. Su voz era como la de los ángeles, pero el pianista comenzó a sentir cierta envidia, comenzó a tocar mal el piano por dejarla en ridículo, si hubiera sido humana hubiera llorado y se hubiera ruborizado en demasía, pero en aquel instante mantuvo la cabeza alta y aparto al pianista para tocar una melodía que había compuesto antaño para Brice.

A ella le gustaba componer, sentía que tenía que estar cerca, si le noto la otra noche, entonces tenía que notar sus indirectas, sus llamadas de amor a través de su música al menos en este momento, en estos días sin luz en donde aún estaba bañándose en sombras eternas y sin ni siquiera nadie la miraba, nadie alzaba la vista para mirarla, ayudarla en sus delirios de cada noche. Jean sabia de esos delirios, a veces, pesadillas de las que no se despertaba jamás durante varias semanas, alimentada mediante tubos de pvc, transfusiones a veces. Entonces, ¿Para qué había servido transformarse en vampiro si el ahora no la veía como tal? ¿La rechazaría como lo hizo seguramente su hermana por ella? ¿La escucharía al menos si se reencontrara con ella alguna de estas noches? La agonía quería salir en aquel lugar donde todos aquellos mortales e inmortales camuflados entre mortales la miraban fijamente a ella mientras tocaba aquella pieza de piano compuesta por ella.

Las auras, las energías de todo el mundo se había puesto en sintonía junto con su música, pero ¿Por qué ella era la única de aquel restaurante que no lograba estar a la altura? Se sentía como que estaba esclava de la tristeza que la delataría en lágrimas carmesí, no era tampoco muy estético ver un recorrido de lágrimas carmesí por tu mejilla sobre una piel lisa y cuidada gracias a los milagros que hacia la inmortalidad. Te daba poderes que un humano jamás pensaría a tener jamás, ahora ella los tenía y pensaba siempre utilizarlos para su provecho. Tenía en cuenta de que ya había terminado y aquel lugar, rompió en aplausos.

Lentamente se levantaba de aquel banco pero ella solo estaba atenta a ver si Brice la había escuchado, si la había escuchado y había venido a verla tocar como por arte de magia. Pero solo veía a Jean negar de lado a lado mientras sujetaba de una mano a su hermana Gemma. Valentina, salió lentamente de aquel restaurante bastante apenada, sin mirar hacia donde se dirigía, pero en cualquier caso seguía caminando cada vez más deprisa sin llegar a su súper-velocidad que solía acostumbrar aun en sus entrenamientos de vampira. Termino cerca de un montón de gente que tenía muy poca ropa encima. Cerca había una fuente que es en donde se sentó para poder sopesar su mal estar y su continua pena.

-…Safe….and…sound…-Dijo como si cantara las letras de una de sus canciones inventadas. Le llego un aroma familiar y vio a una mujer en lo alto de un segundo piso que se llevaba consigo una carta entre sus manos y con un sello que le resultaba conocido. No duro mucho hasta que se dio cuenta de que aquel sello, era de los Neveu, claro, lo utilizaba siempre Gemma en cada carta que enviaba a los impuestos que les imponían cada “X” meses.

-¿Brice? –Soltó sin poder evitar estar esperanzada de verle. Salió a su encuentro, se acercó a la muchacha y se puso enfrente de la puerta de aquel bloque. El aroma de su amado le trajo hasta esa puerta, pero no le veía por ninguna parte -….¿Brice? –Pregunto de nuevo -… ¿Dónde estás…? –Ya casi alzando la voz, pregunto dónde se encontraba. ¿Se lo estaría imaginando?

por **Brice Neveu** Mar Ene 21, 2014 10:44 pm

Su mirada estaba clavada en donde estaba la ventana de aquella cortesana, no podía evitar estar mirando en aquella dirección después de todo le había salvado una vez y siempre cuidaría de ella. Algunos aspectos de ella le recordaban a su amada Valentina, la única mujer que realmente le había roto el corazón tanto de manera humana como de vampiro y no podáis evitar pensar en ella en momentos como aquel; no después de que justo como tenía planes con Giullianne los había tenido con ella antes. Una familia con ella, una vida apacible y tranquila; renuncio a todo aquello porque se sentía muy débil ¿o se lo dijo ella? fuera como fuese, renuncio a su mortalidad para hacerla feliz y después fue rechazado nuevamente por ella al grado que arrastro a sus hermanos a aquel destino. Ahora aquella cortesana era lo más cercano que tenía a la mujer que más había amado y estaba decidido a hacer todo para que le dejara amarle y poder llegar a vivir la vida que jamás pudo al lado de Valentina.

Muchas noches solía pensar en como hubiesen sido las cosas si ella no le hubiese rechazado. Lo más probable era que le brindara la inmortalidad al igual que a sus hermanos y entonces hubiesen vivido todos juntos, pero aquello no era más que un sueño que no podía verse realizado jamás, pues Valentina debía estar muerta y su cuerpo no sería más que un mero recuerdo de la forma en la que era antes, como la ultima vez que los ojos del vampiro le contemplaron. Existían algunos días en los que sus recuerdos no solo evocaban aquella imagen sino que era capaz de jurar que podía llegar hasta él, el olor que despedía ella, ese aroma dulce y atrayente; algo que siempre le había vuelto loco, tanto de humano como de vampiro.

Fue hasta que sus pensamientos se calmaron que pudo observar en la ventana del segundo piso a Giullianne, sostenía en sus manos sonriente la carta que había enviado y se veía para satisfacción de Brice, en excelentes condiciones por lo que no existían más razones para estar ahí. Se menciono a si mismo que debía avanzar y alejarse de aquel lugar, pero algo dentro de él esperaba quedarse un poco más y contemplan a la cortesana solo que un aroma que le escoció en la nariz llevo a cambiar de idea. No era necesario que los vampiros respiraran, pero al menos Brice y sabía que otros solían hacerlo para que los aromas llegaran a ellos. Brice hubiese preferido en aquellos momentos que aquel aroma no llegara hasta él, sus recuerdos volvían a jugarle una mala pasada y estaba oliendo a Valentina. Negó de manera firme y lanzo una ultima mirada en dirección a la ventana solo para después comenzar su andar lejos de aquel sitio y del pasado y presente que se unían a él en esos momentos.

Había avanzado no tanto, maldiciendo el hecho de que el olor no desapareciera cuando escucho su nombre. Era apenas un murmullo, algo que parecía su nombre y eso le llevo a detenerse en seco. Su mente de verdad estaba comenzando a enloquecer, pero cuando se disponía a avanzar de nuevo la voz llamo su nombre esta vez más firme y termino por girarse y regresas sobre sus pasos, solo para ver algo que jamás se hubiese imaginado. Sus piernas avanzaban de manera en que no se daba cuenta de si realmente caminaba o no, la visión que ahora tenía le causaba tal impacto que ya no sabía lo que era real y lo que no, pero de ser ella real todo cambiaría y no sabía exactamente de la manera en la que lo harían.

En la puerta de aquel burdel y dudando de que fuera otra mujer debido al olor que despedía y la voz, se encontraba Valentina; su amada estaba en aquel lugar y le llamaba pero era incapaz Brice de llamarle, solo continuaba andando en su dirección hasta que finalmente se detuvo a varios pasos de ella. - ¿Val… Valentina? - estiro un poco la mano, buscando alcanzarle. Solo para detenerse y regresarla a un lado suyo - No… ¡NO! - se giro entonces nuevamente, dando la espalda a aquella visión; estaba enloqueciendo y esa debía ser la respuesta a esa clase de delirios que ahora sufría - Ella esta muerta… - las palabras salieron como en un susurro y giro el rostro lentamente para ver que ella seguía ahí. Aquello no podía seguir siendo una simple alucinación.

por **Valentina Von Fabre** Dom Feb 02, 2014 1:47 pm

~ ~ …And it says speak now….. ~ ~

Ella estaba esperando que se diera cuenta de su presencia, si, aquel a quien ella amaba ¡Era el! -¡Brice…!-Sorprendida se quedó cuando le vio delante de ella, melancolía era su voz que se reencontró con la sorprendida de él -…Brice…amor…mío…-Dijo con anhelo de que no fuera una mala broma, Jean-Pierre le dijo que si, que vivía, entonces no había equivocación alguna en que aquella persona era su amado Brice en persona –muchas cosas han de ser dichas debido a este encuentro…-Simplemente estaba más débil aun de lo que estaba antes, más débil a lo que sin poder evitarlo, se quedó tosiendo apoyada en aquella pared, sintiendo como la sequedad de la sangre y de no haberse alimentado correctamente hace días tan solo porque le parecía aun cruel matar a las personas por sangre, pero tenían que sobrevivir, ella aun buscaba una manera en la que no tuviera que hacerlo directamente sobre el cuello de una persona. Allí seguía, esperando a que Brice reaccionara ante lo que veía, era ella real -…Brice…-pero cuando estuvo a milímetros de él una mano fue a posarse sobre la mejilla pálida y fría de su amado que por muchos siglos que hayan pasado, su amor era eterno con él.

-La única manera de romper mi corazón es que te alejes de mí….-Dijo con cierta pena en sus palabras, esperando que la entendiera de que no había sido culpa de ella el que todo se hubiera torcido de inmediato, pero a los pies de Brice cayó, todo se estaba oscureciendo, pensando en que todo se habría acabado aunque habría podido ver por última vez a Brice, a aquel que ella amaba-….Brice…no…quiero perecer ya que encontré esperanza cerca de ti….-susurro pidiendo ayuda-…Vamos, no me dejes así, me siento embrujada por ti! ¡Por ti tome la inmortalidad…. –Lo sabía, tan increíble era la experiencia para ambos que ninguno movía ficha en aquel tablero lleno de dudas y de recuerdos que ahora estaban pasando frente a ellos, pero Valentina solamente había anhelado este momento desde que acepto convertirse por Jean-Pierre, para esto había aceptado, para poder seguir amando eternamente a Brice, a su amado-….Te amo Bry….-como último recurso, cerro sus ojos, sus fuerzas la abandonaban, aquella mano que se había acercado a volver hacia alguna parte del rostro de Brice, ahora descendía hasta que esta quedaba sobre aquel corsé borgoña que componía parte de su vestido….pero…sus labios iban humedeciéndose, reconocía el olor por tantas veces que lo tomaba, despertaba de un lapsus, sentía su cuerpo entrar en una catarsis que la rejuvenecía por todo su cuerpo, pero… ¿Quién se ofreció a tal ofrenda..?

Su mirada fue elevándose hasta encontrarse con los de Brice.

“You’ll be alright….Safe….and sound….”

Bebía hasta llegar a saciarse. No le recordaba tan cerca desde la última vez que le vio. Toda aquella envidia de su hermana gemela le había costado la vida a su familia, al apellido Von Fabre que ahora ella lo portaba con la eternidad por delante, cuando todas las sombras casi mataron su luz, recuerdos que le dijo “No me dejes nunca sola…” pero él se había ido por extrañas razones que ella no llego a comprender, que no llego a entender el porqué de su ausencia, solamente las palabras de su hermana gemela habían allanado el camino de su certeza de que la había abandonado, pero todo lo que estaba muerto, enterrado, volvió esta noche como un salto en el tiempo.

por **Brice Neveu** Miér Feb 05, 2014 10:50 pm

Se negaba a que algo como aquello estuviese sucediendo realmente, era una mala jugada del destino o de lo que estuviese llevando a cabo aquella reunión que se daba entre ellos. Todo el tiempo que le creyó muerta y de un segundo al otro aparecía ahí para llevarle más sufrimiento y desgracia a su alma que nunca sería capaz de olvidarle. Le miraba intentando que todo terminara, que se diera cuenta de que ella era solo una alucinación causada por alguna misteriosa razón y que en realidad su amada Valentina yacía muerta y enterrada desde hacía muchos años. Contrario a aquello que pensaba que sucedía se acerco hasta donde se encontraba él y poso una mano sobre su mejilla, clamando su nombre con aquella voz que podía derretir cualquier corazón y el suyo aunque muerto sentía exactamente lo mismo que años atrás cuando la viera tanto por primera como por ultima vez. Era increíble que estuviese ahí. - Valentina…¿Cómo? - no podía preguntar más que eso, no de momento porque sentía que algo dentro de él se fragmentaria si es que preguntaba más que eso.

No se daba cuenta de lo agotada que ella estaba, solo podía darse cuenta de que estaba frente a él y que era absolutamente real. Valentina no era una ilusión, ni un mal juego de sus deseos por verle, estaba ahí frente a él; pero, si ella le odiaba, se alejo de él y le dijo que esperaba que no se vieran nunca más. ¿Qué podía hacer? ahora era ella quien le decía que no rompiera su corazón al alejarse pero el suyo se había roto años atrás cuando le dijo que se fuera. Si iba a quedarse, debían comenzar por esa parte de su historia juntos, aquella en la que se separaron. Antes de que pudiese salir palabra alguna de los labios del vampiro, su amada cayó a sus pies.

Permanecía como de piedra, incapaz de moverse al verla de aquella manera. Algunas personas que pasaban se quedaban mirando en dirección de ambos sin comprender que era lo que le sucedía a la mujer que ahora parecía desfallecer poco a poco a los pies del varón. Para Brice la situación era muy clara, estaba sedienta a niveles extremos y la confusión interna que él tenía dentro le impedía actuar de una manera apropiada y veloz. Se debatía entre irse y abandonarle ahí a su suerte o ayudarle; pero si buscaba realmente dentro de él mismo, la respuesta era demasiado clara. Con cuidado se inclino a su lado y tras hacerse un corte en la muñeca, comenzó a dar de beber a su amada Valentia. No importaba realmente que ella le hubiese deseado que desapareciera o que se alejara por siempre, no era capaz de negar todo aquel amor que sentía por ella y ahora que le había encontrado, no importaba ya el pasado o que ella no le deseara cerca, Brice lo estaría por siempre.

Los ojos de Valentina se abrieron para encontrarse con los suyos, mientras que saciaba su sed de aquel liquido vital para ellos - Todo esta bien, vas a estar bien ahora - hablaba suavemente, garantizando de esa manera que permanecería a su lado, porque existía mucho que hablar entre ambos, demasiadas cosas que no terminaron por ser dichas y que ahora era el momento de hablarlas. Una vez que ella estuvo satisfecha y que la fuerza regresaban a su cuerpo, Brice le ayudo a incorporarse nuevamente y le miro con decisión - ¿Por qué? ¿Quién?… Debemos explicar muchas cosas, pero agradecería que me respondieras eras preguntas antes de todo - Añoraba que la respuesta de ¿Por qué? fuera verdaderamente que le amaba tanto que decidió unirse a esa clase de vida; el ¿Quién? eso si era algo que le llenaba de envidia; la mujer de cabellos rubios era su único amor y por tanto no deseaba compartirle con nadie, ni antes… ni ahora.

por **Valentina Von Fabre** Dom Feb 23, 2014 12:20 pm

Las preguntas le entraron como si la estrangularan en la plaza pública.

Valentina no era una cobarde, por eso tomo esta vida, por decidió permanecer al lado de Jean y Gemma para que pudiera aprender y así estabilizarse cuando viera a su amado -….Jean y Gemma…-miró a sus ojos, repletos de querer ser respondidas sus preguntas-…En realidad el principio de todo esto es mi hermana…gemela….-se puso el pelo hacia un lado permitiendo ver un poco de coquetería-….Ella organizo todo ese rechazo que te creaste o te pensaste de que yo no te amaba…y que te odiaba…-Aquello fue dicho con decisión, sin tropezar las palabras -…Tu hermano Jean…que aún sigue con vida…-bajo la mirada en busca de un escape-…Y escogí esta vida porque…Te amo…-con esa palabra solamente le miró y volvió a bajar la mirada.

-…pensé que te podría encontrar, de un modo u otro, en esta época o en la otra o en una más avanzada. Yo seguiría viviendo contigo cuando te encontrara…-se atrevió a levantar la mirada hacia su amado-….La verdad que no es fácil aguantarse la sed de sangre…es algo que me resulta asqueroso algunas veces, pero si no hay más remedio, tengo que hacerlo...Jean me pone en una copa la sangre que cae de las victimas…-aquello ultimo lo dijo en un susurro-….No hay más personas, Brice…Aunque…-suspiro, sentía sus ojos humedecerse y querer llorar nuevamente-……-Alzo una mano hacia el rostro de Brice, el cual simplemente acaricio por frente, sien, mejilla y mentón en cuando en aquel momento se acercó para posar un tierno beso sobre los ajenos.

Solamente se separó al no recibir respuesta de Brice.

-…..-No se lo creía. No le había respondido al beso ¿es que acaso no la creía para nada? - No me crees… ¿Acaso crees que a pesar de ser ahora alguien diferente al resto, crees que me sobra el tiempo para mentirte? –Aquello lo dijo dolida, con sentimiento pero no lo suficientemente expresiva corporalmente ya que aún había varias personas viéndoles a ambos. Solamente se calló, pensó que volver a estar con Jean y Gemma sería lo correcto -….Dime Brice….-Murmura-…Dime o no me verás nunca jamás en la vida…-Se acercó a él unos pasos hacia delante, miro hacia la mujer del balcón que le había visto mirar antes, volvió su mirada a él y simplemente pensó comprenderlo todo -…No… ¡No ella Brice! –Supuso que ahora ella misma estaba en segundo plano, que ahora esa prostituta estaba de protagonista en la mente de Brice, no, no, ¡no le gustaba para nada la idea!

-…¿Te gusta ella ahora y tu amor por mí se ha desgastado como….-las lágrimas la invadían dejándola bastante impotente-…como…¡jolín! ¡Maldita sea, Brice! –Seguramente estaba equivocada, pero no había sentido jamás otra cosa que el querer volver a estar junto con Brice una vez más, pero para cuando le encuentra, solamente le encuentra con una puta-…Has…has caido muy bajo Brice…-Golpeo su pecho varias veces, para después sentirse aprisionada en aquel pecho masculino de su ya no tan seguro amor, se sujetaba de las solapas de esa cazadora, pero sus ánimos fueron disminuyendo terminando ella de rodillas frente a él, sin moverse a otro lado, llorando sintiéndose la última mierda del mundo.

por **Brice Neveu** Dom Feb 23, 2014 10:30 pm

En su mente y nada más en su mente dio gracias a sus hermanos por haber mantenido a aquella mujer con vida, le dolía y era tan hermoso que pensaba estar vivo de nuevo solo que las cosas no siempre son perfectas. El tiempo había transcurrido y ambos habían cambiado un poco, aunque el amor por el otro parecía mantenerse intacto. Brice n sabía que decirle, era completamente inútil al lado de esa mujer que desde la primera vez le robo el corazón, él hizo todo por ella y sabía que ahora era solo cuestión de que ella le pidiera cualquier cosa para que le hiciera con tal de que su amada Valentina fuera feliz.

- Me has encontrado, nos hemos encontrado y aunque aún tengo muchas dudas yo… - callaron sus palabras ante el tacto suave y frío de aquella mujer, a pesar de estar muerta seguía haciendo que Brice sintiera un calor sin igual pero cuando fue besado no pudo evitar pensar en aquella mujer que prometio cuidar, aquella cortesana que tanto quería. No la amaba, ninguna mujer se compararía jamás a su Valentina, pero aún así tenía una promesa, algo que debía cumplir y ella estaba ahí. No se espero que ella reaccionara de esa manera, los ojos de ambos se encontraron y Brice soltó un suspiro por mero cansancio mental, ya que era la única clase de cansancio que ahora podía sentir. - No he dicho que no te crea, es solo que todo esto es tan repentino que no puedo estar seguro de que no seas más que una ilusión de algo que deseo, aunque te sientes tan real que sé que no lo eres pero aun así, hay tanto que tengo que decirte, tanto que deseo escuchar, tanto que necesito que me expliques porque con una vez que me lo digas no entenderé - no dejaba de mirarle porque no deseaba que se fuera y no verle más.

Nuevamente Valentina dedujo cosas que intentaba ocultar, a pesar del tiempo que pasaba ella le conocía tan bien que era una perdida de tiempo tratar de ocultar algo de ella. - Valentina, calma, no es lo que piensas - sus palabras no surtían efecto alguno en la vampiresa que seguía hablando y diciendo cosas que le dolían. No iba a negarle su amor por aquella cortesana, esas mujeres que le habían mantenido con vida hasta que ella apareciera nuevamente. Le atrapo contra su pecho unos segundos antes de que Valentina terminase de rodillas y Brice se arrodillo frente a ella.

Le retiro algunas lagrimas carmesí de las mejillas con la mano y algunas otras las retiro con sus labios, buscando no desperdiciar la sangre de su amada. - Valentina, si, he creído amar a otras para mantenerme en este mundo. Sin ti nada tenía sentido y es por eso que incluso mis hermanos se unieron a mi en la inmortalidad, deseaban ayudarme a sobrevivir pero la única que siempre podría salvarme o condenarme has sido tu - sujetaba aquel rostro con firmeza obligándole a mirarle - Mi amor por ti no se ha desgastado, nunca se desgastara, me ha bastado solo una mirada tuya para saber que todo ha valido la pena con tal de estar a tu lado, no llores amada mía, mucho hemos sufrido ya al estar separados - una sonrisa fue lo que le dedico antes de acerca aquel rostro al suyo y probar esos eternos labios que eran su perdición. Le ayudo a levantarse después de aquel beso y miro a la ventana de aquella cortesana y después a su amada - Si no fuera por ella, no nos habríamos encontrado esta noche, mi tiempo al lado de ella ha llegado al final y un nuevo inicio se da entre nosotros. Vamos, salgamos de este lugar e iniciemos un nuevo camino juntos - no podía dejar de mirarle, era su amor eterno y ahora que estaban juntos nada ni nada podría separarles jamás.

por **Valentina Von Fabre** Sáb Mar 22, 2014 11:44 am

Como el sol añora la flor y como la luna añora la oscuridad, Valentina echaba en falta aquel beso, aquel amor que le procesaba su amado. Ella nunca le hubiera dejado solo ni hubiera querido separarse de él hasta que su hermana quería hacer de las suyas. Ella no tuvo opción alguna hasta que llego Jean Pierre y se transformó en lo que es ahora. No quería montar pelea ahora mismo, quería irse y en cuanto Brice dijo de irse, miro hacia atrás hacia la cortesana -….Quiero hijos….-murmuro parando los pies a Brice.

-…Quiero casarme contigo…ser la Señora Neveu y sinceramente tener un hijo…ya sé que no podemos…-bajo el rostro-…pero quiero…-miro a la cortesana que estaba fumando en el balcón de aquellos pisos -…quiero usarla como vientre de alquiler…al menos, esa mujer tiene sangre Von Fabre y algo es algo…-Se quedó mirando entonces al rostro pálido de Brice, se fue acercando a él y se puso de puntillas para susurrarle al oído-….Pero también quiero que mi virginidad sea para ti…-Con aquellas palabras le rodeo la cintura, acercándose a él lo máximo que pudo.

Sus pasos se fueron hacia atrás cuando termino de hablarle, se fue caminando hacia la cortesana que estaba ahora mirando a Valentina. La cortesana la miro con ojos desconfiados pero Valentina conocía sus artimañas. Comenzó a subir lentamente las escaleras exteriores de aquel edificio, subió hasta que se coló en el balcón de aquella cortesana -….Verás….Soy tu hermana que por fin te he encontrado…-No era verdad, pero si la querían al menos a salvo, para que después trajeran sus críos al mundo y quedárselos ellos –pues no espero a una respuesta de Brice –

Valentina le dijo esa pequeña mentirijilla, aunque no le desagradaría tener una hermana de nuevo -….Sé que puede resultar muy repentino por la cara de asombro que tienes ahora, pero es verdad….-suspiro hasta que puso su poder en marcha [Confusión] -….Puedes estar algo confundida pero es cierto….-La tomo de las manos y le señalo con la mirada hacia Brice que aún estaba abajo - …..Él es mi prometido…-miro a la cortesana – Y tu nombre verdadero es Francesca….-Sonrió-…Yo soy tu hermana Valentina….-Inmediatamente la abrazo aprovechando la confusión y sintiendo que la convencida cortesana le correspondía el abrazo y lloraba al parecer de felicidad.

Valentina fue separándose de quien había bautizado Francesca para poder besarla en la mejilla con sonido, entonces miró a Brice, pero de algún modo se asustó -…por cierto…-miro a Francesca-….Brice y yo…somos…vampiros….gente que se alimenta de las personas…pero no te preocupes, eres mi hermana y te protegeré…
-….-Francesca quería hablar, pero nunca lo había intentado de nuevo cuando le cortaron brutalmente por accidente en una noche de ardua pasión con un cliente.
-¡ah! ¿No puedes hablar?
La cabeza de Francesca negó con lentitud.
-Bueno…¿Pero hablaste antes?
Ahora Francesca asentía con tranquilidad. Francesca sabía que todo aquello era nuevo para ella pero quería salir del burdel, estaba harta de servir del mismo plato una y otra vez para seguir bajo el mismo punto.
-Bueno pues….No te preocupes…sé algo de señas…-Ya amaba a esa cortesana que era de su sangre, no pudo evitar abrazarla al igual que se lo correspondieron. Valentina vio que después de aquel abrazo, la joven fue hacia dentro del burdel, la siguió – Hey, vamos…Brice nos espera…-Seguramente se llevaría la regañina del mundo pero, vamos, era de su sangre -…¿Qué? –Extrañada pregunto Valentina cuando vio a Francesca coger un diario detrás de un armario y para su sorpresa ropa -….Yo te daré ropa mejor que esa Frani…-Dijo con dulzura. Le quito la ropa de las manos y solo le dejo que llevara el diario consigo -…Vamos…eh ¿Por dónde salimos? ¡Ah! Ya sé! –Salió de ahí y vio la escalera exterior-….Vamos por aquí…-Dijo sin demorarse ya demasiado, viendo a Brice aún en la esquina.

Solo sentía que no se enfadara con ella. Su amor era para su familia, para Brice y esta muchacha era la esperanza de la estirpe Von Fabre….después de varios años

por **Brice Neveu** Vie Abr 04, 2014 10:04 pm

Avanzaba decidido a dejar todo detrás y comenzar nuevamente con su amada, con Valentina. Ella era y sería siempre la única en su inmortalidad, ahora más que nunca pero antes de poder alejarse más de aquel lugar ella le detuvo y Brice se volvió a mirarle con extrañeza. Sonrió al punto de mostrar sus colmillos porque nada podía ser mas perfecto que aquello. Se reencontraban después de tanto tiempo separados, descubrían que se ese intenso amor seguía estando entre ellos y ahora que deseaba su amada formar una familia a su lado, solo que ese les era imposible debido a su condición de inmortales - Eso será complicado amor mío, sabes bien que ninguno de nosotros puede tener hijos - una de sus manos se fue a la mejilla de Valentina y asintió - Nos casaremos, serás mi esposa y buscaremos la manera de tener hijos, haremos lo que sea necesario Valentina, eso te lo prometo.

Brice no espero recibir aquella propuesta tan repentina de su amada pero tenía un excelente punto a su favor. La cortesana aquella tenía sangre Von Fabre, lo ultimo que quedaba de la familia de Valentina así que podía comprender que deseara que la estirpe de su familia continuase mucho tiempo más pero pensar en convencer a aquella mujer o idear un plan para efectuar dicho cometido tenia que ser bien pensando - Valentina… - justo iba a pedirle que planeasen todo con un poco más de calma cuando vio aquel hermoso rostro demasiado cerca del suyo pero solo para susurrar aquellas palabras que aumentaron la felicidad que Brice estaba experimentando en eso momentos - Me hace demasiado feliz escuchar eso mi amor - deposito un beso en el cuello perfecto de la vampiresa, pero cuando estaba nuevamente por retomar el tema del embarazo y de la joven cortesana le miro alejarse - ¿qué haces? - la curiosidad le inundo y dio un paso en dirección a ella solo que antes de que pudiera hacer algo o preguntarle debidamente la observo hablar con la cortesana.

Se quedo en el lugar en que estaba, escuchando desde la distancia gracias a sus sentidos aumentados todas aquellas mentiras que Valentina contaba a la cortesana a quien llamó Francesca. Aquello resultaba bastante sencillo tomando en cuenta las habilidades que poseían, pero igual había pensado que solo le usarían aunque al parecer su futura esposa tenía planes más específicos como mantener a su lado a aquella que era parte de su estirpe familiar y si eso era lo que su amada deseaba, Brice le ayudaría a que lograra su cometido. Rió a ratos al escuchar las mentiras que contaba y el pesar el embargo al no haber dicho a Valentina antes que su ultima descendiente había sufrido un accidente con un cliente y no hablaba más.

Los ojos de los amantes se encontraron cuando ambas mujeres se acercaban a él, Francesa llevaba unas cuantas cosas y Valentina parecía demasiado feliz. - Francesca, cuñada mía que placer saber que al fin te hemos encontrado y que estaremos todos juntos - sonrío a la cortesana siguiendo la mentira de la vampiresa - vayamos ahora que no se han dado cuenta de que no estas, te llevaremos a casa donde estarás segura… nosotros siempre te protegeremos - Brice tomo la mano de Valentina y le sujeto con firmeza antes de hacer una señal para que ambas mujeres comenzaran a andar, y en un susurro tan bajo que sabía que solo su prometida escucharía le interrogo - ¿estas segura de esto? tendremos que cuidarle como si fuera realmente tu hermana y vivirá con nosotros hasta que llegue el fin de sus días si es que no consideras que merece la inmortalidad por ayudarnos que en dado caso no podríamos negársela - la cortesana andaba un poco adelante de ellos y Brice le detuvo del brazo para poder detener un carruaje que les ayudaría a salir de ahí, mientras tanto aguardaba la respuesta de su amor.

por **Valentina Von Fabre** Dom Abr 20, 2014 2:28 pm

Valentina misma miraba a Brice como si hubiera dicho un disparate -….Claro que si…es parte de mi familia….-miro a quien había llamado como Francesca pero en realidad no sabía su nombre de verdad y después miro a Brice antes de subirse al carruaje que se habían parado delante de ellos-….ehm…. Bueno…Esperemos que Jean-Pierre no se la zampe o no llegue a convencerla de que sea vampira como él porque si no Gemma montará un jaleo tremendo…-Dijo para después subirse al carruaje y ver que quien era su “hermana” estaba sentada delante de donde se sentaría la pareja.

-Eres hermosa Francesca….-Dijo Valentina, observando como ella fruncía el ceño y negaba lentamente -….¿qué pasa? ¿No te llamas así? –Valentina estaba algo confusa entonces, se quedó mirándola -…..Bu….-cerro los ojos al ver que podría haberla descubierto, enseguida vio como aquella a quien había recogido del burdel y de un infierno continuo se escapaba del carruaje, saliendo sin aquel libro al que tanto se había aferrado segundos antes -…¡No! ¡Espera! –Valentina salió tras de ella, intento alcanzarla pero el peso del vestido le aminoraba la velocidad y no quería levantar sospechas frente a quienes miraban el entuerto de la escapada -….¡Vuelve Fran!...-La siguió un poco más, solo un poco más hasta que la vio nuevamente meterse por un callejón sin salida -…demasiado tópico….-suspiro lentamente mientras volvía a echar a correr hacia el callejón en donde se encontraba la única persona de su estirpe.

Ella sabía su nombre perfectamente….y no era Francesca, si no Lerenice…una bella y dulce muchacha a la que el destino le había hecho pasar momentos difíciles y que jamás pensaría en que vallasen a ser mejores sus días. Lerenice, así era su nombre. Pertenecía a la vida del burdel y del servir sexualmente con su cuerpo, pero por una noche que se encontraba con dolor de bazo y no podía hacer demasiado trabajo, un cliente quiso con ella y para colmo la hechizo con no poder hablar jamás, solamente en luna roja y para ello pensaba que quedaba una eternidad, es decir, estaba maldita para siempre, pero ahora aparecían esas dos personas que decían que era de una estirpe valiosa y que se remonta en el pasado…..Era extraño para ella y con razón huía de esas personas, pero acabo dentro de un callejón sin salida y cuando se dio la vuelta vio a la pareja obstruyéndole el paso. Cuanto echaba de menos gritar y gritar para que vinieran en su ayuda, pero no podría decir nada, solo este era su final…y eran….Vampiros…Dios mío, en que lio se había metido ella sola.

-Francesca.....-Valentina se iba acercando con lentitud hacia Francesca, pero Francesca tiro lo que parecia un libro a Valentina a la cabeza, haciendole en blanco y dejando a Valentina inconsciente en el suelo. Esta comenzo a sollozar, acurrucandose sobre una esquina de aquel callejon, observando al otro como la miraba. Deseaba que la matara, pero no sabía porque, aquel vampiro no lo haría ya porque supuestamente era familiar de aquella rubia que dormitaba en el suelo de piedra.

Valentina obviamente no estaba inconsciente. Se hacia la dormida, pero aprovecho que estaba asi para transmitirle con su telepatía mensajes a Brice - "Cariño....no la mates...estoy solo haciendome la dormida....intenta...intenta tratar con ella...."

por **Brice Neveu** Vie Mayo 02, 2014 8:20 pm

Asintió a las palabras de su Valentina, aún no se encontraba muy convencido de todo el asunto en que se estaban metiendo pero si era algo que volvería feliz a quien próximamente sería al fin su esposa, estaba bien. Río al escuchar acerca de sus hermanos, que por lo que Valentina decía seguían siendo los mismos - Mis hermanos ya hicieron su relación algo más “publica” o siguen creyendo que nada sabe que se acuestan juntos y que no podrían vivir sin el otro - eso era algo que le causaba mucha curiosidad, desde siempre había sabido que el amor de Gemma y Jean-Pierre iba más allá del amor filial, pero no se los había dicho hasta que ellos aceptaran su romance.

Estaba satisfecho de ver a Valentina feliz, que aquella energía que parecío caracterizarle en vida también lo hacía en esa nueva etapa de su existencia y eso llenaba de dicha el muerto corazón de Brice. Lo que no se espero en ningún momento fue que la cortesana saliera disparada por las calles y aun con el carruaje en movimiento, para empeorar las cosas, Valentina salió tras ella y Brice debió hacer lo mismo, no sin antes dar algunos francos al cochero que les había llevado hasta allá - Valentina, Francesca, esperen… - ninguna parecía entender y las personas les miraban al pasar por lo que tanto él como su amada debían ser mucho más cuidadosos que de costumbre y no arriesgarse a ser descubiertos por aquellos mortales.

La carrera de los tres culmino cuando Francesca entro en un callejón sin salida y ante los ojos de Brice, cuando pensó que todo aquel disparate había finalizo, vio como la mortal lanzaba algo a Valentina y como la otra terminaba en el suelo. Un suspiro fue lo único que hizo por su parte y hablo de manera mental con su querida prometida -“Esta bien, descuida que tratare de hacer que vaya con nosotros sin dar mayores problemas pero deja que te diga que eres una despistada por dejar que se nos escapara y que te amo” - no iba a cansarse de hacerle saber sus sentimientos por ella, debía recuperar el tiempo perdido y para eso tenía toda una inmortalidad por delante. Se acerco a quien ahora habían llamado Francesca, pero al parecer sus trucos no habían funcionado con ella, así que más valía ser sinceros con ella - Sé que sabes lo que somos - se mantuvo a una distancia suficiente como para que ella se sintiera segura - pero te prometo que no vamos a hacerte daño porque resulta que eres familiar de Valentina, ella tiene muchos más años que tu pero igual quiere protegerte y yo también - lentamente le estiro la mano - no debes temer de nosotros, no dejaremos que nada te pase y te sacaremos del burdel - mantuvo la mano estirada en dirección a la mortal que estaba temblorosa en un rincón y que no le apartaba la vista de encima, desconfiaba de ellos pero de manera lenta le mostrarían que podía confiar en ellos.

por **Valentina Von Fabre** Miér Jun 18, 2014 11:52 am

Valentina estaría haciendo demasiado el ridículo mientras estaba en el suelo, se debería de estar manchando demasiado el vestido. Así que finalmente se fue levantando, lentamente como si estuviera algo mareada. En realidad era buena actriz. Se puso delante de ambos y se aferró al brazo de Brice, dándose soporte a si misma mientras miraba a quien llamó por Francesca. Los sentimientos encontrados en ese instante afloraron de inmediato, Valentina se sintió celosa y pensaba en cambiar de idea -…Brice…amor…-Dirigió su mirada hacia Brice.

– Cógela por la fuerza, yo te ayudo….-Pero antes de que movieran algún dedo para arrastrar a la cortesana hacia el carruaje de nuevo, Valentina se acercó a ella y le observo detenidamente el cuerpo, no tenía ninguna marca de que le hubieran quitado las cuerdas vocales, para nada. Estaba intacta pero con algún que otro moratón. Habría soñado por fin con tener una familia con Brice, aunque no tuviera que ser por su propia sangre. El tiempo que paso lejos de Brice, fue demasiado tiempo, fue como si la eternidad la hubiera atrapado antes que nada, pero ¿Qué podía decir ahora? Estaba con él.

¿Le perdería de nuevo? Tenía en que aquello fuera realidad. No quería separarse de él. No quería empezar otra vida si no era con él. Estaba obsesionada con él y lo seguiría estando porque estaba enferma de amor por él. Solo él, él, él y él. No había más personas aparte de él – Brice, parece que soy algo egoísta y además de arrastrar con nosotros a una mujer que después de dar a lu…-Suspiro-…Lo que quiero decir es que he pasado demasiado tiempo fuera de tus brazos, sin ver tu sonrisa ni siquiera escuchar tus regañinas o risas…-se limpió una lagrima que amenazaba con salir.

-….Puede que ahora no venga al caso, pero tengo que confesarte que todo esto es por tu culpa….por no dejarme terminar la frase y por haber confiado que era yo cuando era en realidad la culpa de mi hermana, mi hermana gemela, se hizo pasar por mi…. ¡Se hizo pasar por mí! -Ladeo su rostro, bajo la mirada, mirando los adoquines húmedos por la lluvia de la tarde -…Te amo…-Alzo la mirada para observarle -….Todo eso está en el pasado…pero ahora necesito de ti mismo para ayudarme a formar una familia –le agarro de nuevo el brazo.

-..¿Lo harás por mí? ¿Sí? –Valentina estaba pendiente de Brice, pero se dio cuenta de que la cortesana se movía, pero para su sorpresa se movía hacia ella y solamente Valentina fue abrazada por los brazos raquíticos de la cortesana. ¿Qué era lo que quería la humana? –Que quieres? –Valentina se giró para mirarle a los ojos, y en forma de respuesta la cortesana le mostro el cuaderno con una frase “Quiero amor verdadero. Como el vuestro” ¿Podían los vampiros sentir ternura? Pero, si ella tenía en cuenta por Jean-Pierre que los vampiros eran seres sin alma y sin corazón. ¿Cómo podía estar sintiendo otra cosa que no era odio? –Brice…-Valentina se giró tras tomar de la mano de la cortesana -…Nosotros….mmm ¿Nosotros los vampiros….sentimos? –Con la respuesta se volvía a quedar esperando, podría haber estado pretendiendo que le amaba por estar muerta, pero…¿en verdad podría amar siendo alguien sin alma?
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