Victorian Vampires
Justicia por encima de la Misericordia ||Privado|| 2WJvCGs


Unirse al foro, es rápido y fácil

Victorian Vampires
Justicia por encima de la Misericordia ||Privado|| 2WJvCGs
PARÍS, FRANCIA
AÑO 1842

Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.

Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.

¿Estás dispuesto a regresar más doscientos años atrás?



NIGEL QUARTERMANE

ADMINISTRADOR

ENVIAR MP
NICOLÁS D' LENFENT

ADMINISTRADOR

ENVIAR MP
ESTACIÓN


Espacios libres: 11/40
Afiliaciones élite: ABIERTAS
Última limpieza: 1/04/24


COPYRIGHT/CRÉDITOS

En Victorian Vampires valoramos la creatividad, es por eso que pedimos respeto por el trabajo ajeno. Todas las imágenes, códigos y textos que pueden apreciarse en el foro han sido exclusivamente editados y creados para utilizarse únicamente en el mismo. Si se llegase a sorprender a una persona, foro, o sitio web, haciendo uso del contenido total o parcial, y sobre todo, sin el permiso de la administración de este foro, nos veremos obligados a reportarlo a las autoridades correspondientes, entre ellas Foro Activo, para que tome cartas en el asunto e impedir el robo de ideas originales, ya que creemos que es una falta de respeto el hacer uso de material ajeno sin haber tenido una previa autorización para ello. Por favor, no plagies, no robes diseños o códigos originales, respeta a los demás.

Así mismo, también exigimos respeto por las creaciones de todos nuestros usuarios, ya sean gráficos, códigos o textos. No robes ideas que les pertenecen a otros, se original. En este foro castigamos el plagio con el baneo definitivo.

Todas las imágenes utilizadas pertenecen a sus respectivos autores y han sido utilizadas y editadas sin fines de lucro. Agradecimientos especiales a: rainris, sambriggs, laesmeralda, viona, evenderthlies, eveferther, sweedies, silent order, lady morgana, iberian Black arts, dezzan, black dante, valentinakallias, admiralj, joelht74, dg2001, saraqrel, gin7ginb, anettfrozen, zemotion, lithiumpicnic, iscarlet, hellwoman, wagner, mjranum-stock, liam-stock, stardust Paramount Pictures, y muy especialmente a Source Code por sus códigos facilitados.

Licencia de Creative Commons
Victorian Vampires by Nigel Quartermane is licensed under a
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en https://victorianvampires.foroes.org


Últimos temas
» Savage Garden RPG [Afiliación Élite]
Justicia por encima de la Misericordia ||Privado|| NXLYMMiér Sep 18, 2024 9:16 am por Afiliaciones

» REACTIVACIÓN DE PERSONAJES
Justicia por encima de la Misericordia ||Privado|| NXLYMMar Jul 30, 2024 4:58 am por Frederick Truffaut

» AVISO #49: SITUACIÓN ACTUAL DE VICTORIAN VAMPIRES
Justicia por encima de la Misericordia ||Privado|| NXLYMMiér Jul 24, 2024 2:54 pm por Nigel Quartermane

» Ah, mi vieja amiga la autodestrucción [Búsqueda activa]
Justicia por encima de la Misericordia ||Privado|| NXLYMJue Jul 18, 2024 4:42 am por León Salazar

» Vampirto ¿estás ahí? // Sokolović Rosenthal (priv)
Justicia por encima de la Misericordia ||Privado|| NXLYMMiér Jul 10, 2024 1:09 pm por Jagger B. De Boer

» l'enlèvement de perséphone ─ n.
Justicia por encima de la Misericordia ||Privado|| NXLYMSáb Jul 06, 2024 11:12 pm por Vivianne Delacour

» orphée et eurydice ― j.
Justicia por encima de la Misericordia ||Privado|| NXLYMJue Jul 04, 2024 10:55 pm por Vivianne Delacour

» Le Château des Rêves Noirs [Privado]
Justicia por encima de la Misericordia ||Privado|| NXLYMJue Jul 04, 2024 10:42 pm por Willem Fokke

» labyrinth ─ chronologies.
Justicia por encima de la Misericordia ||Privado|| NXLYMSáb Jun 22, 2024 10:04 pm por Vivianne Delacour


<

Justicia por encima de la Misericordia ||Privado||

2 participantes

Ir abajo

Justicia por encima de la Misericordia ||Privado|| Empty Justicia por encima de la Misericordia ||Privado||

Mensaje por Deiran Chassier Miér Ene 01, 2014 7:07 pm

‘’Si es que hay un infierno en la tierra, debe estar en el corazón del hombre melancólico.’’
Robert Burton
Diecisiete horas; Mansión Chassier:
Desperté. Mis ojos como fuego ardiendo buscaron sedientos por algo que devorar, por alimentar la llama del desperdicio humano. Con la diabólica idea de bañar los deseos de muerte sobre un mar rojo uno que incesantemente se hundía a los pies de esta raza; vampiros. Ladee el rostro y miré a mi alrededor, todo parecía caliente, arder frente a mis ojos, gritos de horror, gemidos y desesperadas frases de advertencia sucumbían contra los muros de aquel valle. Mi cuerpo desnudo vagaba por un camino de fuego, mis pies ardían con afán pero no podía sentir dolor, leves marcas negras y rojas estaban en mi piel. Un rato más tarde todo comenzó a desatarse como un incendio arrasando a su paso. Podía sentirlo, podía sentir quemarme la piel, juntar mis huesos y quebrarlos, entonces el deseo se apagó. Abrí mis orbes verdes en busca de aliento, estaba soñando con el mundo que fue ideado para nosotros; Ades.
El anochecer estaba más que acentuado, daba la bienvenida a los seres del inframundo, era la señal de para despertar. Por ser invierno las noches eran más largas que el día, una cierta ventaja para mi especie, gozar un poco más del enfermizo mundo. Rápidamente cobré la cordura olvidando aquel sueño, en donde tenía la teoría que algo del  más allá nos llamaba a donde pertenecíamos. Negué la idea de inmediato aunque no había mayor placer que ir hasta ahí, pude sentir el calor quemarme y se  sintió agradable. Subí por las escaleras y tal cual rito sin cambio alguno mis cosas estaban listas, el diván era cómodo pero me relajaba estar bajo mi habitación de decoración italiana, busqué algo de ropa, tomé un corto baño y me dispuse a salir, haciendo un leve agradecimiento a los sirvientes que me habían preparado para salir del aposento. Uno de los choferes que conducían el carruaje me vio con vergüenza prefería llamarlo respeto aunque a su distancia podía oír como su pulso aumentaba a mi presencia, me temía. Hice una mueca dándole a entender que esta noche como las otras no usaría ese medio de transporte, me iría caminando hasta Camelia Vinn tenía que llegar pronto pues estaba esperando una nueva mercadería proveniente del país que me vio algún día nacer.
Dieciocho horas; Plaza Tertre, París.
Cerré mis ojos, era como si el viento guiara mi caminar, las calles húmedas con la nieve despedían un olor a fresco, mientras que el viento era inclemente, detestaba este clima, si tuviese el poder sería eterno en otoño. El paisaje era más prometedor para esas fechas, el aire más sutil y las hojas más seductoras que cualquier magia barata, pronto anunciaba la llegada de la helada pero era tan persistente que se mantenían los colores siempre robando miradas para un panorama desierto. El sonido de mis pasos chocar con las pequeñas rocas congeladas hacían que quisiese levitar hasta mi empresa pero no era una opción en ese momento. Por suerte mis deseos de sangre estaban callados, no había llama que encendiera mi apetito. Podía tener lo que quisiera pero era más que eso, la petición incesante de asesinar, derramar sangre inocente, no se callaba con nadie. Después de un tiempo tuve una teoría que me reconfortó, humanos o no, todos tienen un demonio escondido, uno que se alimenta del capitalismo del egoísmo, que ruge por carne, ríe con gozo del dolor ajeno, del lamento y canta como lucifer que es. Entonces me puse a pensar si es que yo siempre estuve destinado a serlo, a demostrar mi demonio y no esconderlo tras la farsa de ser buen ciudadano, después de todo, no todo permanece oculto entre el cielo y la tierra, está oculto y tarde o temprano se muestra tal demonio.
Mi paso se hizo más liviano y con ello el aire con sus aromas conjugaron uno en especial, se acercaba a mi dirección con cautela, como si estuviera arregañadiente a mi presencia, no volteé en ningún momento porque no le tomé interés, olía a humano ¿Qué podía preocuparme? Desaceleré un poco para dar lugar a que me alcanzara así podría observar si esta persona continuaba con su paso o se detenía cuando sentí que un dedo golpeaba de manera cuidadosa mi espalda, me detuve en seco. Por encima de mi hombro giré mi rostro para poder observar quién era, el panorama fue basto, una mujer. —¿Uhmm?- dije como un quejido y pasé una mano por sobre mi cabeza, peinando con mis dedos mi cabello claro y alcé la vista esperando que la voz de aquella se dejara oír para así continuar mi camino o quizás, hacer un preludio antes de que mis actividades continuaran, qué sabía yo en París nada es lo que parece.

 
Deiran Chassier
Deiran Chassier
Vampiro Clase Alta
Vampiro Clase Alta

Mensajes : 261
Fecha de inscripción : 24/02/2013
Localización : París, Francia

DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:

Volver arriba Ir abajo

Justicia por encima de la Misericordia ||Privado|| Empty Re: Justicia por encima de la Misericordia ||Privado||

Mensaje por Leer Kruspe Miér Ene 01, 2014 8:27 pm

No tenía miedo a las dificultades: lo que la asustaba era la obligación de tener que escoger un camino. Escoger un camino significaba abandonar otros. 
Paulo Coelho

Diesicéis horas. Mansión Lincoln
Corro a través del bosque, es tan sombrío tan seco, en cada rincón oscuro me parece ver una criatura atemorizante, sus ojos rojos y sus dientes puntiagudos hacen que mi pulso se acelere, el viento rompe barreras y choca contra mi rostro, siento mis labios como mármol, secos y duros, miro hacia atrás constantemente y escucho su sonrisa perversa como un susurro amenazador en mi oído, finalmente me canso, me aferro a un árbol y trato de tomar aire, mis ojos se dividen en pequeñas miradas a lo largo de la oscuridad que parece ser una ola que quiere alcanzarme y hundirme en su infinitud, siento sus pasos cerca como los rayos anunciando una tormenta, un sollozo se me quiere escapar pero aprieto fuertemente mis labios y manos para no sucumbir, de nuevo un escalofrío estremece mi espina dorsal, vuelvo a tomar impulso y corro, cierro mis ojos y grito para no escuchar sus susurros malévolos, choco contra algo, veo hacia arriba y es John, sus ojos miel están encendidos, su cabello corto hace que se vea irresistible, sus labios rosas, aquellos labios que fueron los primeros que rozaron los míos, me abalanzo sobre él y lo abrazo fuertemente, él acaricia mi cabello, su tacto es tan placentero quiero quedarme por siempre con él como si fuera la cueva que me protegerá por siempre, siento que su piel se vuelve fría, sus movimientos ya no están, me separo con el ceño fruncido y miro que sus ojos están blancos, su piel pálida como el papel, sus labios morados, al quitar mis manos de alrededor de su cintura cae hacia atrás, de pronto es rodeado por un grupo de criaturas infernales, veo sus colmillos y sus ojos rojos, son vampiros, lo empiezan a morder, la sangre llenando sus bocas como la miel a una bella doncella, grito y quiero ayudarlo pero una fuerza invisible me separa de él, golpeo el aire pero siento que en realidad es un vidrio, golpeo más fuertemente y grito -¡John!- ellos me miran con autosatisfacción sus colmillos teñidos de rojo, disfrutando del líquido que le daba color a las mejillas del amor de mi vida, las lágrimas escurren por mis mejillas, me siento impotente, caigo de rodillas cansada de golpear sin éxito y suelto un grito desgarrador.

Me despierto de golpe, estoy empapada de sudor, mi cabeza es un remolino de miedos y mi corazón es una bomba a punto de estallar, trago fuertemente, paso mi mano por mi pecho, es una noche fría, demasiado para querer salir de cama, pero también propicia para regresarle al infierno a su basura, los vampiros, pero tengo una cita con Mr. Chassier, un tipo que me recomendó mi abogado Liam Clarke, no estoy entusiasmada pero debo forzarme a ir, odio tener que pedirle ayuda a personas de mi mismo rango social, pero los días en que mi familia se dedicaba a la minería terminaron, tengo suficiente fortuna para vivir muy bien durante mucho tiempo, pero quiero empezar un negocio, no comenzare a comportarme como la típica dama de mi círculo social, asistiendo a fiestas, vistiendo como una reina, saliendo a cenar con hombres tan finos y delicados, me criaron para ser fuerte y es lo que soy, nada ni nadie me intimida y sobre todo sé muy bien valerme por mí misma, quito las cobijas de mis piernas, si uno de los caballeros de alta sociedad me viera con estas ropas me creería una ramera, pero no soy delicada, hay un amplio margen aunque muchos no lo vean, entre ser delicada y femenina, las velas ubicadas en lugares específicos iluminan mi habitación alejando a la oscuridad de la noche poco cobijadora que me espera afuera, me dirijo al armario, abro la puerta y busco algo realmente presentable y tierno para conocer al magnate de los vinos aquí en Paris, sé que a los hombres de su clase social le gustan las jóvenes de muy buena apariencia, y él me orientara en algo que me interesa, así que si debo usar mi feminidad para conseguirlo lo haré sin dudarlo, tomo un vestido algo pomposo, ajustado de la cintura y con un escote en semicírculo, los encajes lo adornan y el color azul claro y amarillo predominan en la tela de seda, una de las criadas me prepara el baño, me amarro el cabello y me dejo mimar por el agua y el jabón, incluso me llego a relajar tardando más de lo debido, termino de arreglarme, acomodo mi cabello que está en un moño con pequeñas flores y tomo mis guantes de encaje, salgo de la casa. Dimitri ya me está esperando en el carruaje, todos mis sirvientes son considerados como de la familia, si hay algo en que pueda ayudarles lo haré sin dudarlo, pero Dimitri es diferente desde antes de irme hacia Rusia era mi confidente, ese noble viejo era mi cajón de secretos y lo quería como a un segundo papá, camino como una niña pequeña hacia el carruaje y me dispongo a asustar al viejo, con una sonrisa traviesa en el rostro, me agacho y camino con discreción, finalmente llego y me levanto de un solo –Boo- él brinca en su montura -¡Amelia!- me inclino un poco y le doy un beso en la mejilla sonrío –Te asuste- él niega con la cabeza –Niña, un día de estos harás que huya de tu lado- suelto una risa juguetona y lo tomo de la mano –Iría a buscarte no puedes escapar de mí- él pregunta -¿Lista?- asiento con la cabeza –De lo más lista- tomo mi vestido y lo modelo, él sonríe con orgullo –Te ves esplendida Amelia, ese hombre no se va a negar a ayudarte- alzo una ceja –Eso espero me esmeré por lucir como toda una “dama fina”- la última frase con un tono fino fingido, él se baja de la montura y me da un beso en la frente, me abre la puerta –A impresionarlo se ha dicho- subo complacida y pensando en las palabras que le diré cuando lo tenga enfrente.

Dieciocho horas; Plaza Tertre, París.
Realmente me estoy fastidiando, la dirección que me dio Clarke sobre la vinería Camelia Vinn no era precisa, no tengo la menor idea de donde estoy y es una noche bastante sola, todo gracias al clima, que aunque es mi preferido, no me está agradando nada esta noche, mis ojos voltean a todos lados buscando ayuda, quiero arrancarme el cabello por tener que pedir indicaciones, pero mi desesperación y las altas horas de la noche hacen que deba obligarme a derrumbar las barreras de mi orgullo. Mis zapatos hacen un sonido tan  molesto como escuchar caer una gotera en una cubeta en medio de la noche, finalmente veo una pareja de jóvenes sentados en una banqueta que se besan como si no hubiera mañana, no me parece indicado interrumpir tan tórrido momento, a unos pocos metros miro a un caballero alto que viste un traje negro, inhalo fuertemente para agarrar fuerzas y agilizo mi paso -¡Chevalier!- mi tono delicado, él no se detiene, frunzo el ceño y agarro mi vestido por los lados, finalmente lo alcanzo y de manera casi instintiva toco con mi dedo índice su espalda, aparto el dedo rápidamente, a veces soy tan imprudente, siento que me falta el aire y coloco mi mano en mi pecho para calmar mi disnea, me voltea a ver como si fuera superior a mí en todos los sentidos ¿quién se creía? frunzo mis labios –Chevalier disculpad si podría prestarme un poco de vuestro tiempo estaría más que agradecida- alcé la barbilla y con un tono amable pregunté -¿Podría indicarme si estoy cerca de la vinería Camelia Vinn? Estoy algo pérdida- sonreí dulcemente.
Leer Kruspe
Leer Kruspe
Vampiro Clase Alta
Vampiro Clase Alta

Mensajes : 105
Fecha de inscripción : 27/11/2013
Localización : Paris, Francia

DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:

Volver arriba Ir abajo

Justicia por encima de la Misericordia ||Privado|| Empty Re: Justicia por encima de la Misericordia ||Privado||

Mensaje por Deiran Chassier Miér Ene 01, 2014 10:03 pm

‘’Muchas son las voces, unas indignas, otras nobles, que vienen a herir el oído:
Que no te turben ni tampoco te vuelvas para no oírlas.
Cuando oigas una mentira, sopórtalo con calma.’’
Pitágoras.
Dieciocho horas; Plaza Tetre, París:
Vacío. Las calles estaban tan despejadas que parecía que el mismo París le diese la espalda al sueño. Quizás de manera poco común su sentido les advirtiera a los transeúntes que nada estaba bien, que el mejor resguardo era bajo sus lechos. Yo por mi parte, detestaba esa idea de la soledad, pues daba paso a algo que odiaba; pensamientos del porqué de la existencia de todo este teatro barato llamado mundo. Estaba tan asqueado, había vivido poco en relación a varios vampiros que el tiempo me había dado la oportunidad de conocer pero estaba cansado de la eternidad, recordé ciertas conversaciones con alguien a quien estimo mucho, su sonrisa se dibujó inmediatamente en mi cabeza, haciendo una imagen perfecta y quise romperle la dentadura de manera  instantánea pero lo que me había dicho era cierto: ‘’La diversión cabe en encontrarle el sabor al mundo’’. Me negué ese hecho, el único placer que se acercaba a la felicidad era asesinar, nutrirme del dolor ajeno, consumir el aire que no tenía, llenar mis venas de su empobrecida vida. Malditos pensamientos, no veía la hora de acabar con la tertulia pero aún tenía cosas qué hacer en este entonces, había atado mis manos al pensamiento inequívoco de la responsabilidad, encadenando mis pies al sueño eterno porque no podría dejar lo que había comenzado por la mitad, no yo. Además que no descansaría hasta ver mi emporio extendido por los países más importantes de la época, de una manera u otra la sensación de llegar tan alto era el mismo que el sentido de supervivencia y no todos están aptos para eso.
Ajusté mi traje negro y miré un rato al cielo, lo que me recordó que no había visto a Yuna al despertar, quise saber en dónde estaba pero hace tanto tiempo que compartimos el techo y por cuestiones de tiempo no nos dirigimos la palabra. Definitivamente aquello era un duro altercado a mi misión como su mentor, pues estaba alejándome más del tiempo que debía y mi compromiso con aquella neófita vampiresa inglesa era serio así que tenía que tomar cartas al respecto sobre esa situación.  La luna apenas y podía divisarse, era como si escondiese su esplendor, sólo aquellas velas en los candiles del parque que alumbraban su mundo y yo, en medio de lo que parecía una gran nada.  Una voz me hizo salir de mis pensamientos pero ignoré su llamado, podría ser a otro a quien buscase, no soy del tipo a quienes muchos se le acercan para hacerle una pregunta y para mi alivio lo prefería así, detesto el contacto humano.
Cuando unos dedos delgados tocaron mi espalda e ignoré aquella sensación de insubordinación, traté de respirar, una costumbre, era algo obvio que no lo necesitaba entonces de aquella armoniosa y cálida voz una mujer se ocultaba tras una pequeña sombra. Dirigí mi vista con cautela sin girarme todavía y el pequeño sonido casi gruñido que hice antes de verle fue algo petulante pero nadie va por allí tocando las espaldas ajenas y peor desconocidas. Por la voz femenina deduje un sinnúmero de cosas, era una mujer joven, aristócrata, carecía del sentido del humor –eso lo supe por el fastidioso respiro que dio cuando notó mi actitud- y hasta podría jurar que hermosa, lo que hizo que hiciera que me girase para darle frente  a sus ojos.
Al estar frente a ella esbocé una sonrisa para mí mismo, casi de victoria, sabía que no fallaba en cuando a descripciones mentales me propongo, lo demás era un chiste. Mis ojos se cruzaron con los de ella e inmediatamente su aura me inundó. Su luz era como un destello de colores pero uno predominaba alrededor de sí misma, el verde esmeralda, en una de sus esquinas un hueco se dejaba escapar, como dándole entrada a los sentimientos mundanos. Su alma no era tan pura después de todo, ella ya había asesinado eso lo advertí. Bien, quién era yo para juzgarlo, mi campo energético estaría hecho añicos si a eso se refería, quizás ella había vivido alguna experiencia traumática que le hiciera sembrar tanto dolor y por ahí había entrada a sentimientos tan grotescos que solo un asesino puede ser capaz de sobrellevarlos, debía de ser acucioso. Con una sonrisa calma alce una de mis cejas y tomé su mano —Buona Notte Mademoiselle- dije con mi acento italiano arraigado haciendo una ligera reverencia a su persona y besé el dorso de su mano, podía sentir su calidez trasmitida desde la tela de aquel guante. —¿Camelia Vinn dice?- quizás me tomó de improviso pues no me había parecido importante leer sus pensamientos por lo cual aquello se me tornó más interesante , solté su mano y volví a erguir mi cuerpo viendo de una manera sutil y cuidadosa a la dama que era un diamante en bruto. —Sí, conozco a la perfección el sitio, voy de camino por allí, si usted desea puedo llevarle, no queda muy lejos-hice una seña con mi brazo indicándole que era en dirección al norte de donde estábamos parados —Es muy peligros que una joven y bella dama como usted ande extraviada por estas calles, París es el sueño de muchos mi lady pero la pesadilla de unos cuantos- traté de decir aquello con un tono natural y neutro pero es que era así, nadie sabía en qué momento la oveja sería comida por el lobo.
Deiran Chassier
Deiran Chassier
Vampiro Clase Alta
Vampiro Clase Alta

Mensajes : 261
Fecha de inscripción : 24/02/2013
Localización : París, Francia

DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:

Volver arriba Ir abajo

Justicia por encima de la Misericordia ||Privado|| Empty Re: Justicia por encima de la Misericordia ||Privado||

Mensaje por Leer Kruspe Miér Ene 01, 2014 11:01 pm

A cierta edad, un poco por amor propio, otro poco por picardía, las cosas que más deseamos son las que fingimos no desear.
Marcel Proust

Finalmente se dio la vuelta de la manera en que la educación indicaba, al verlo me sorprendí un poco, era un joven muy atractivo, el color esmeralda que emanaba de sus ojos era fascinante para mi alma, el color verde siempre me había parecido enigmático, me transmitía pureza, seguridad y sobre todo nobleza, pero en él se veía diferente es como si ocultara un millón de secretos o quizás ninguno y su alma estuviera llena de tristeza y amargura, como si debajo de todo ese carisma y juventud, habitara un viejo lleno de malicia, orgullo y ambición, no me gustaba en lo absoluto, siempre fui muy intuitiva y no me equivocaba con la primera impresión que me daban las personas al conocerlas, pero también por alguna extraña razón quería conocer cada uno de sus secretos, fruncí el ceño y aleje todo esto que estaba sintiendo, respondí –Buona Notte- pero sólo lo hice por gentileza, el poco interés que mostro hace rato me hacía empezar a repudiarlo en cierta forma, pero también tenía en cuenta que me parecía interesante, internamente tenía una pelea de intereses, mi corazón seguía con John y mis ojos no debían decir lo contrario, al escuchar su acento fue una explosión estimulante en mis oídos, se sentían extasiados, complacidos como si estuviera en la opera escuchando la melodiosa voz de una Picolla, sentí que me tomo la mano y la beso, me tensé en el acto ¿qué estaba pasando con él? ¿Cómo se atrevía a tocarme, sin siquiera conocerme? Rápidamente me di cuenta que estaba comportándome como una loca desquiciada y quizás él sólo estaba siendo amable, trague un poco de amargo, aunque mi garganta estaba seca, al sentir el roce de sus labios contra mi guante fue como si hicieran corto circuito los receptores en mi piel, en cierta parte me sentía como cuando conocí a John, un suspiro inesperado se me escapo, John el único hombre que he amado y que me fue arrebatado por la escoria de Paris de nuevo me despabilé y me dije a mí misma -¿Qué demonios sucede contigo? Es solo otro joven atractivo de los que abundan en París- cerré y abrí mis manos, se sentían heladas y entumecidas, el frío estaba haciendo que la sangre dejara de llegar a mis extremidades, pero en parte lo hice para alejar el cosquilleo que invadía mi mano, mi brazo, mi estómago,  aleje de nuevo todo mi enredo y pregunte con un ligero tono orgulloso –Chevalier, como le dije anteriormente disculpad mi atrevimiento pero necesito consejo, he estado rondando la cuadra ya más de una hora y como verá Paris luce muerto ¿podría ser tan amable de darme la dirección de la vinería Camelia Vinn?- usé una de mis sonrisas dulces, esas sonrisas que usaba mi madre cuando trataba de alegrar a mi padre después de un día tenso, de esas mismas sonrisas que mis primas usaban para relacionarse con varios duques, sonrisas que odiaba pero que eran necesarias en este momento, asentí y luego él me dijo algo que no me esperaba, no iba a aceptar su propuesta aunque en el camino me esperara una bandada de licántropos y vampiros, no lo conocía, me interesaba muy poco hacerlo, jamás lo volvería a ver para mi consuelo, aunque no estuviera con Dimitri tampoco dejaría que me acompañara, ¿Desde cuándo una mujer necesita de un hombre para llegar a dónde quiere? Interiormente miraba una imagen de mí misma con una sonrisa altanera y cruzada de brazos, yo era una de las pocas mujeres la cual ningún hombre quisiera encontrarse en un callejón oscuro después de un día demasiado difícil,  sonreí de lado, claro que no me conocía, no estaba indefensa, traía un cuchillo de mango grueso en la liga de mi media, París de noche era como estar en la jaula del león contando con un solo brazo –No es necesario Chevalier, es usted muy amable, pero no quiero ser una molestia para que pueda seguir su camino, además mi carruaje espera- voltee por encima de mi hombro indicándole donde se encontraba Dimitri, lo volví a ver –Sí, me he dado cuenta que puede llegar a ser un poco… aterrador, hay muerte en las calles horribles, muertes que parecerían ser obra del mismísimo demonio, pero mi sirviente siempre está conmigo y él sabrá cuidarme muy bien, no necesito de la compañía de alguien más- mi honestidad estaba flote, a veces era tan abierta con mis pensamientos que no medía las consecuencias, aclaré la garganta y murmuré –Disculpe mi falta de cordialidad, a veces mi boca no sabe filtrar mis pensamientos- lo miré con pena, volví a añadir –Pero le estaría más que agradecida si me diera la dirección de la vinería- saboree mis labios y espere su respuesta mientras le miraba directamente, a su mar esmeralda que inundaba sus cuencas oculares.
Leer Kruspe
Leer Kruspe
Vampiro Clase Alta
Vampiro Clase Alta

Mensajes : 105
Fecha de inscripción : 27/11/2013
Localización : Paris, Francia

DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:

Volver arriba Ir abajo

Justicia por encima de la Misericordia ||Privado|| Empty Re: Justicia por encima de la Misericordia ||Privado||

Mensaje por Deiran Chassier Jue Ene 02, 2014 5:40 pm

‘’Lo ideal, sentido con profundidad y expresado con belleza: he ahí el arte.’’
                                                                                                Emilio Castelar
Dieciocho horas treinta minutos; Plaza Tertre; París:
Entonces estaba ahí, en medio de la soledad con una sola alma. Mis ojos se cerraron, con un leve chasquido que pude sentir desde adentro hasta afuera como cuando a una puerta le hace falta lubricante para deslizar y negué para mí mismo. Las inclemencias del tiempo se acrecentaban con el reloj de bolsillo, un silbido, un pequeño distractorio. Había estado callado, simplemente expectante, así como cuando cazaba a la presa, solo que esto era diferente, no tenía hambre aunque sí un extraño vacío en la boca del estómago y cierta curiosidad por la joven dama que mis ojos tenían el gusto de observar. Ya había deducido varias cosas sobre ella pero había una que no había sido capaz de deducirla aunque no me ganaba el interés para seguir indagando si ella seguía con la persecución fugaz cuando sus ojos se cruzaban con los míos, tendría que husmear en sus interiores a pesar de parecerme la cualidad más irrespetuosa que podía utilizar en consideración que ella era una dama. Sus pensamientos a gritos llamaban por ser escuchados, así como las mujeres que le ruegan a su dios porque traiga con vida a los soldados de guerra. Tanteé el asunto unos segundos más, nada es justo en este mundo, no cuando mis ojos desprendían luces de colores entorno a ella. La educación primero, siempre había demostrado mi atención aunque por dentro no fuese más que un despiadado monstruo pero me gustaba a jugar al buen chico de vez en cuando a pesar de todo ella no lo sabía pero estaba seguro que la confianza que le transmitía era mínima así como la que ella me confesaba. Le  oí hablar.
Su voz se plasmó directamente en mi cabeza, de nuevo haciendo un revoltijo y asentí a su saludo con un poco más de cordialidad que el anterior y miré sus ojos aferrándome a mi esperanza muerta. Era como si el aire me quemara. Volví a escuchar su petición y al sentir su tacto junto al mío pude percibir más de una sensación en ella, lo que me hizo soltar una leve sonrisa vacía, con mis ojos cargados directamente, apuntando a toda ella. Su sonrisa parecía amable pero poco sincera, inmediatamente eso aumentó mi interés, no era de ese tipo de mujeres descocadas que vagan con frecuencia por París, tenía astucia, su porte me lo decía, tenía algo más, una fuerza interna pendiendo de un abismo. —Mademoiselle, para mí no es ninguna molesta pero viendo que usted está campañada- haciendo la seña hasta donde ella me había enseñado que estaba su carruaje —No insistiré más- mi voz sonó gruesa para la pesadez de cómo lo había dicho. —Siga por esa calle dos cuadras hacia adelante, después gira a la izquierda y entonces verá paredes me mármol blanco italiano con finos acabados  en dorado y adosado a uno de sus costados un letrero tallado a mano bien acabado con sus letras del mismo color de las otras decoraciones diciendo ‘’Camelia Vinn’’, grandes ventanales y las estanterías puede apreciarse con gran facilidad, probablemente el olor a vino sea hasta tangible antes de que cruce la puerta- murmuré con un tono neutro, no quería despertar algún tipo de sorpresa en ella sobre por qué conocía tan bien el lugar, quería aparentar simplemente que era un ciudadano más que era algo apasionado por las arquitecturas de los establecimientos bien montados. Agregué con una mueca gentil suavizando mi voz y acomodando el cabello de mi rostro a un lado —Está en toda la razón mi lady, me llena de satisfacción que le mantengan bajo el ojo, no se sabe qué se puede encontrar- murmuré viendo a nuestro alrededor casi cínicamente.  —Y por favor tome en cuenta que la sinceridad vale más que todo el oro de París, aprecio que sus pensamientos sean tan liberales como el viento- quise sonar sincero y realmente lo estaba siendo, no me gustan las marionetas a menos que sean manejadas por mí mismo.
Mis ojos se fijaron en los pálidos labios ajenos y después naturalmente di fin a lo que parecía un golpe de suerte. —Ha sido un placer haberle sido de utilidad mademoiselle, espero dé con la dirección y cuando llegue allí no vaya a creer que le ando siguiendo, en realidad ese es mi destino- seguía un poco divagante y volví a tomar su mano casi natural, su piel por debajo del guante podía sentirse tersa la cual besé con ligereza. —Que tenga buena noche- dije casi en un susurro y solté con cuidado dando la vuelta y hundiéndome en la noche, pronto estaría en Camelia Vinn.
Diecinueve horas; Camelia Vinn –ACTUALIDAD- :

Mientras iba desapareciendo en medio de la noche puse escuchar a lo lejos los pasos de la joven dama subir a su carruaje, ciertas risas y los casquetes de los caballos marchar, iba a tomar ventaja. Comencé a caminar más rápido de lo normal, casi levitaba por el suelo. Mi sombra se hizo escurridiza por la ventana y después sin que un solo cabello se hubiese salido de su sitio di paso por la entrada principal. Todos me miraron con cara de pleno susto y con sonrisas fáciles agachaban la cabeza saludando por lo bajo, casi en susurros, yo no dije nada pasé de paso buscando al gerente de la tienda; Charles. Un viejo canoso con más de cincuenta años de edad, delgado y de buena presentación, llevaba más de veinte años trabajando conmigo, él desconocía mi estado de inmortal porque por diez años hacía mis transacciones mediante mensajeros creyendo ese hombre que era algún tío pariente de la familia quien hacía todo el papeleo. De mi condición nadie estaba al tanto, al menos no humanos, mantenía mi perfil bajo y no dejaba cabos sueltos. El hombre me saludó y yo fui claro y preciso —Charles, dentro de poco una joven vendrá hasta aquí, lleva consigo un vestido azul con detalles amarillos, el cabello en un moño, ojos verdes, quiero que tú te encargues personalmente de ella,  no creo que sea una clienta en particular- asentí con leve agradecimiento. Terminando de darle mis instrucciones cuando su aroma a vainilla y crema inundó el lugar, sonreí disimulado y escuché la campanilla dar su aviso de entrada. Miré sus ojos y luego Charles me entregó unos papeles que comencé a atender de inmediato, el viejo hombre había comenzado a ejecutar mis mandados yendo hasta ella mientras yo desde el otro extremo tanteaba su cuerpo, su aire, su respiración.


Última edición por Deiran Chassier el Jue Ene 02, 2014 10:26 pm, editado 1 vez
Deiran Chassier
Deiran Chassier
Vampiro Clase Alta
Vampiro Clase Alta

Mensajes : 261
Fecha de inscripción : 24/02/2013
Localización : París, Francia

DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:

Volver arriba Ir abajo

Justicia por encima de la Misericordia ||Privado|| Empty Re: Justicia por encima de la Misericordia ||Privado||

Mensaje por Leer Kruspe Jue Ene 02, 2014 7:41 pm

A menudo encontramos nuestro destino por los caminos que tomamos para evitarlo.
Jean de la Fontaine
Escuche atentamente sus indicaciones, daba gracias al cielo porque mi cerebro fue capaz de almacenar la información de manera correcta, aunque mi pulso se sentía más acelerado que lo normal, mis pies estaban levitando ¿Qué pasaba conmigo? Ningún otro hombre había provocado eso en mí, no después de la muerte de John, lo mire de reojo mientras me indicaba como debía seguir mi camino, mirando sus labios, su cabello, sus manos, sus ojos, ese color me hacía sentirme como si estuviera en un manantial de agua tibia y luminosa, cerré los ojos instantáneamente y me concentre por completo en sus indicaciones, su explicación me parecía muy precisas, como si conociera el local a la perfección, no le tomé importancia, según Clarke esa vinería era de las más importantes en Paris, cualquier ciudadano local la conocería a la perfección y este hombre desbordaba clase y elegancia, al ver que se toco el cabello fruncí el ceño y ese momento fue como si no existiera gravedad, me pareció ver literalmente cada uno de los detalles de la escena en cámara lenta, escuchaba el palpitar de mi corazón, sentía mi respiración, un escalofrío estremeció mi cuello, en ese breve momento me imagine tener a John frente a mí, fue como si la escena de nuestro primer encuentro se estuviera construyendo a detalle alrededor mío, mordí mi labio un poco, pero luego me dejé caer a mi realidad de nuevo, tome una inspiración sutil y trate de parecer ajena a sus movimientos, con cada palabra que salí de su boca me sentía en presencia de uno de los escritores de las novelas que me encantan leer, podría poner las manos al fuego asegurando que él también compartía mi gusto por la lectura, ladeé la cabeza y solté una sonrisa sincera, dejé al lado por un momento todo el teatro de dama elegante y recatada que estaba montando y me convertí en Leer Kruspe, la chica que no tiene miedo a reírse de los demás en su cara, la chica que no tiene miedo de decir las cosas sin tapujos, la chica que se dedica a cazar a esos miserables que han traído desgracia a mi vida.
Me percaté que estaba observando mis labios, fruncí el ceño y me sentí ofendida, ¿acaso creía que unas palabras enmascaradas me harían sucumbir? Era una utopía en esta, futura y toda clase de vida que tuviese en mente, no estaba en Paris para hacer amigos, mucho menos tener alguna clase de relación amorosa, mis encantos solo eran necesarios para cumplir con mis objetivos y este ya había llegado a su fin de manera victoriosa, pasé mis dedos por mis labios y baje un poco el rostro, aclare la garganta y dije –Es tarde, debo irme- fue un simple murmullo seco y con cierta molestia, sonreí burlonamente al escucharlo ¿Qué clase de frase era esa? ¿Acaso mis tres años en Rusia y este último año escondida en mi mansión evitando a los falsos amigos de la familia y mis cazas nocturnas me habían sacado fuera de órbita del campo de la conquista? Me parecía una frase tan trivial, una táctica tan vaga que no se la creí en lo más mínimo, no trataba de ser pretenciosa, simplemente me molestaba que no tuvieran la mínima delicadeza de ocultar miradas como las que él me estaba mostrando, alce la barbilla, con una sonrisa elegante – No se preocupe, tampoco soy tan importante para sentirme acosada por un caballero tan fino- sonreí con humor -Gracias por su amabilidad Chevalier, ha sido mi ángel esta noche, espero que le vaya bien- sentí que me tomo la mano y la tense en al acto, no quería que me tocara, no después de sentirme acosada por su mirada, cerré los ojos y trague fuertemente, cuando me soltó hice una ligera mueca de repudio, abrí y cerré mis manos como si de esta forma me fuera a quitar de encima el toque que habían dejado sus labios –Que le vaya bien- pero él ya se había girado dándome la espalda, puse mis ojos en blanco y bufe una risa irritada, me di la vuelta y regrese con Dimitri, él estaba observando atentamente mi encuentro con el joven “más humilde de Paris” que me había dado la dirección, Dimitri preguntó –¿Te ayudó mi niña?- asentí con la cabeza y sonreí orgullosa, Dimitri exclamo –Te lo dije esta noche los caballeros están a los pies de la niña más bella que ha visto esta ciudad en mucho tiempo- me sentí ruborizada y chille –No exageres, sólo estoy bien arreglada cualquier chica se miraría bien si se arreglara- él negó con la cabeza –Puede que haya muchas chicas bonitas hija, pero no todas cuentan con cerebro y astucia y eso Amelia es algo que te da ventaja- alce mi mano y la deje caer como un acto desinteresado –Todas las mujeres son inteligentes, simplemente que viven con hombres egocentristas, sabes que esta ciudad es la capital mundial del orgullo masculino- Dimitri soltó una risa y se enderezo, proyectó como si estuviera en un teatro frente a un gran público –Somos el género dominante- solté una carcajada –Si y nosotras debemos sucumbir a sus caprichos- mi tono como el de una niñas sumisa, de inmediato me deje de reír y puse mis ojos en blanco por el fastidio que me provocaba el imaginarme eso le indique como debíamos llegar, Dimitri escuchó atentamente cada una de mis indicaciones, puse mis manos sobre la cintura y dije  –Bueno es tarde vámonos que no quiero que pase un día más debo hablar con ese hombre para poner manos a la obra de inmediato- Dimitri se quiso levantar de su montura pero pregunte –Hey, de ninguna manera yo puedo subirme sola, soy una mujer fuerte, detrás de este vestido está escondida una experta en Systema- flexione mi brazo y sonreí de lado, Dimitri negó con la cabeza y tomo las riendas de los caballos –Como tú quieras señorita fuerte-  solté una carcajada juguetona, subí por mi propia cuenta y me saque los guantes ya estando sentada, mientras miraba como pasaban los edificios, los faroles, escuchaba el andar de los animales, todo esto me recordaba a mi infancia, cuando mis papás viajábamos en carruaje hacia las minas al este de Paris, me gustaba deleitarme con el paisaje, con el sol, el día simplemente era lo que adoraba, sería una locura tener que vivir bajo la oscuridad eternamente, daba gracias a Dios porque el destino me había elegido como humana y no como una miserable escondida bajo las sombras, como un ratón en su agujero, simplemente lo perverso no soporta la luz y es quemado por su propio infierno en el instante, deseaba que mi madre estuviera aquí mientras me acariciaba el cabello, sentir el roce de sus uñas en mi cuero cabelludo, mis ojos se empiezan a ablandar, un nudo en mi garganta aparece y siento que me desmorono en miles de pedazos, pedazos hirientes y oscuros, mi alma se siente tan vacía, es como si el dolor me estuviera carcomiendo como una termita a la madera, las lágrimas empiezan a escurrir por mis mejillas, rápidamente las limpio, no puedo dejar que me vean en esta condición, más aún ahora que voy a conocer al hombre que me ayudara con lo que se convertirá en un negocio exitoso, sorbo por la nariz y suspiro, me enderezo y digo en voz alta –No Leer, no es momento de llorar, eres fuerte, decidida y nada puede derrumbarte- me convencí de mis propias palabras y sentí que Dimitri se detuvo, escuché que él dijo –Llegamos Amelia- me coloque los guantes de nuevo y salí del carruaje por mi propia cuenta, ya afuera me dirigí a Dimitri –De inmediato salgo, esto no será largo espero, sólo quiero tantear el terreno, además tal vez ni se encuentre, aunque Liam me haya dicho que estas horas son las más propicias para encontrarlo, alguien de su clase debe estar disfrutando de los placeres que ofrece Paris durante las noches, lo más seguro es que tendré que hablar con el gerente- Dimitri hizo una reverencia, me gire y mire la entrada era tal cual me la había descrito el joven misterioso, tome un poco mi vestido de los lados y camine moviendo un poco mis caderas, tratando de parecer de lo más elegante, cuando entre, mire que me volteaban a ver, algunos hombres se quitaron los sombreros e hicieron reverencias, yo les devolvía el gesto cordial con una de mis sonrisas coquetas, mis ojos husmearon en los rostros de las personas, eligiendo la mejor posibilidad, en eso voltee hacia mi lado derecho, y me lleve una gran sorpresa el joven misterioso estaba acompañado de otro hombre maduro, fruncí el ceño y pensé -¡Ja! Al parecer no estaba mintiendo- sonreí de lado y quité mi vista de la de él, mire una joven muy bella y rubia tras un mostrador, el foco de seguridad se encendió en mi cerebro, era la indicada, camine sonriendo amablemente cuando de repente sentí que me tomaron delicadamente del brazo me gire con algo de curiosidad y mire al hombre que estaba acompañando al joven misterioso –Bienvenida a la vinería Camelia Vinn, soy Charles Johnson gerente del negocio ¿en qué puedo ayudarla?- él sonreía cordialmente, hice una de mis sonrisas dulces –Si un placer señor Johnson me encuentro en el lugar con la esperanza de encontrar al señor Chassier, no sé si estaré de suerte, soy Amelia..- él me interrumpió y su rostro se ilumino –Amelia Lincoln, sabía que su rostro me era familiar, sé muy bien quien es Mademoiselle, su familia es muy conocida aquí en Paris, es un gran gusto por fin conocerla- tomó mi mano y la beso con delicadeza, hice una sonrisa recatada y pregunté de nuevo –Gracias, ahora que ya sabe quién soy le agradecería mucho si me permitiera hablar con el señor Chassier, claro, si está acá, me interesa hablar con él sobre negocios muy serios- alcé mis cejas preguntando de esta manera si lo estaba, él asintió –Claro que si Mademoiselle, acompáñeme- lo seguí mire que nos acercábamos al hombre orgulloso que me había ayudado a dar con el lugar, me sentí confundida, no podía tener tan mala fortuna, nos detuvimos frente a él, mi boca estaba seca, mis ojos viajaban de Charles a él constantemente, Charles indicó –Señor ella es Amelia Lincoln quiere hablar con usted sobre negocios- fruncí con más duda el ceño, mis piernas se sentían muertas, Charle me miro y sonrió –Señorita Lincoln él es el señor Chassier- mi corazón se detuvo brevemente y solamente escuchaba mi respiración, deseando que la oscuridad de la noche me llevara con ella en ese instante sin dudarlo.
Leer Kruspe
Leer Kruspe
Vampiro Clase Alta
Vampiro Clase Alta

Mensajes : 105
Fecha de inscripción : 27/11/2013
Localización : Paris, Francia

DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:

Volver arriba Ir abajo

Justicia por encima de la Misericordia ||Privado|| Empty Re: Justicia por encima de la Misericordia ||Privado||

Mensaje por Deiran Chassier Jue Ene 02, 2014 11:45 pm

No puede ser hermoso lo que es grave.
Antón Chéjov
La música del ambiente era suave, un seductor ritmo italiano que jugaba a enamorar al cliente. Después de todo, la atención se basaba en eso, en darles calidad de bienvenida, calidad en producto y calidad en servicio. Por ahí le decían las tres ‘C’ del éxito pero yo quería más, definitivamente iba más que eso. Desde mis viñedos en Italia, en donde se cultivaba la uva de mejor calidad, su elaboración, su empaquetamiento. Encerraban un secreto, una especie de encantamiento en su sabor he ahí el éxito y el aboyador peso que tenía por la calles de París e internacionalmente. La Vinería Camelia Vinn por dentro era una exquisitez a la vista, bien decorado y con muchas piezas artísticas traídas de Italia, después de todo esa fue la patria de mi nacimiento y por razones que no quería recordar la cede principal se encontraba en ese lugar pero yo prefería vivir en París –obviando el pasado- Charles tan tranquilo como siempre comenzó a organizar por fecha de añejamiento y otras por colores, una de la parte de la clientela caía por mera decoración de las botellas así que todo era un juego de mercadeo.
En los papeles que Charles me entregó había un estado de Camelia Vinn – Italia en donde me informaba claramente de la entrada y perdida monetaria, las ventas anuales e información de las pequeñas empresas ambiciosas con crecer, la competencia. Solté una sonrisa libre y todo iba en orden justo como me lo había esperado, las ganancias elevadas en más de un quince por ciento pero de cierto modo supuse que tenía que hacer una pequeña visita pronto de no ser mañana hacía la tierras italianas, hacer un poco de trámites que no me llevarías más de media semana y organizar una fiesta de la cual me rehusaba a ser el anfitrión pero debía hacer para conocer a los nuevos competidores en el campo.
Su olor estaba por todo el aire, mis ojos simulando leer captaban su respiración por toda la pieza, a leguas podía ver su pecho ascender con apuro al acercarse hasta donde yo estaba, no había mayor placer que emboscar al pequeño conejo en la madriguera del zorro.  Entonces seguí leyendo el informe aunque ya había terminado, sin darle la debida importancia a Charles y la chica, que al parecer estaba pasando una contrariada experiencia en su cabeza. Era como si quisiese que la tierra se la tragara. Bajé los papeles y alcé una ceja. —Usted…- dije con un tono de sorpresa y a la vez de alevosía —Amelia Lincoln- murmuré con una sonrisa en mi rostro e hice una leve reverencia —Veo que es muy buena con las direcciones, sino no estaría gozando de su grata presencia señorita- le miré con pasiva diligencia y devolví mi vista a Charles como si esperase a que se fuera —Grazie Charles- tomé mi barbilla con dos dedos apoyándola en el primer dedo y le miré —Dígame ¿en qué puedo servirle?- alzando una ceja hundiéndome en sus ojos.

Escuché unos susurros a mi alrededor, una mujer, estaba discutiendo con Bellabeth la mujer con quien se había topado primeramente Amelia —Permiso- le hice una seña a Charles que acompañase a Amelia a mi despacho para hablar con ella de manera más amena y que así al fin por su boca musitara qué deseaba. Posando una mano en el hombro de Amelia me abrí paso por los estantes hasta donde estaba la mujer que amenazaba con golpear  a Bellabeth —My lady Buona Notte, ¿Qué ha sucedido?- miré a Bellabeth y ella apenas y pudo verme, tartamudeando no supo explicar las razones entonces ‘’El cliente siempre tiene la razón’’ la señora alegaba que ella todos los viernes venía a comprar una botella de Il château de Angel y que hoy no había, era una broma de ella, Belabeth tenía una botella de ese espécimen en sus manos y la señora alegaba que no era lo que quería. –Humanos irracionales, jamás hay un hasta cuando- me dije para mí mismo y ofrecí una sincera disculpa a la señora, ella me vio algo perdida de lucidez, sabía que era el dueño —Mi señora, le pido una enorme disculpa por el inconveniente, claramente esta es una equivocación de mi torpe empleada, le ruego se lleve esa botella y escoja otra que va por la casa- la mujer asintió complacida y se marchó. Solté una mirada de indiferencia a la mujer y le dije —El altercado, será compensado al momento de tu pago- me fui sin esperar una respuesta hasta el despacho, donde ya suponía que estaba Amelia. Abrí la puerta de golpe suave y le vi de espalda, realmente era un monumento de mujer, un tesoro que cualquier hombre pudiese desear pero para mí una mujer con secretos del cual estaría jugando al diablo para saberlos.
Deiran Chassier
Deiran Chassier
Vampiro Clase Alta
Vampiro Clase Alta

Mensajes : 261
Fecha de inscripción : 24/02/2013
Localización : París, Francia

DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:

Volver arriba Ir abajo

Justicia por encima de la Misericordia ||Privado|| Empty Re: Justicia por encima de la Misericordia ||Privado||

Mensaje por Leer Kruspe Vie Ene 03, 2014 3:12 am

Todo lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado; está fundado en nuestros pensamientos y está hecho de nuestros pensamientos.
Buda
No estaba nada entusiasmada de estar aquí, podría estar degollando y mandando directo a la tumba a un vampiro, enterrando su cabeza en estos momentos en el pequeño cementerio que tenía en el jardín de mi casa, suena tan grotesco pero así es, tenía este bizarro habito de cortarles las cabezas y sembrarlas en mi patio trasero tal cual un reconocimiento en la pared de un orgulloso escritor, cuando entre a la vinería todo me pareció tan ordenado, tan elegante, tenía un aire de misterioso, ese aire que me atraía como ratón al queso, que me incitaba a querer inmiscuirme en terrenos que no deben ser parte de mi interés, no si quería estar a salvo, pero era una tontería realmente, Chassier era un simple vinero, no lo conocía de frente pero Liam había dicho que era un hombre joven, me hice la idea que era el típico estirado egocentrista sin ninguna clase de respeto hacia los demás, tenía esta idea tan vaga de los hombres de mi mismo rango en París que me sentía como un gitano mirando a través de una bola de cristal para husmear en el futuro de la persona que extrañamente era yo misma, cuando al fin fui atendida por Charles, me lleve la no tan… grata sorpresa de saber quién era Deiran Chassier, el hombre que era un magnate en este rubro según mi abogado, incluso cuando hablé de esto con Abie, una de las pocas amigas de clase alta que no es pretenciosa, la conocí a mi regreso a Paris y es una chica de lo más agradable y tierna, ella al escuchar de mis labios que me proponía pedirle consejos a Chassier fue como si hubiera entrado en un limbo, su rostro parecía perdido y hablaba del tipo como si se tratara de un Dios, hubo cierta frase que se me quedo en la cabeza plasmada como la marca que le hacen al ganado, al verlo fue como un destello en mi mente “Es un hombre muy atractivo, seductor, encantador y misterioso, aparte que posee un porte tal cual se tratase de un adonis italiano” la escena seguía fresca en mi mente, al escuchar decir eso a Abie solté una carcajada de lo más burlona, no me importaba en lo más mínimo si era atractivo, solamente quería hacer negocios con él, me había jurado a mí misma no encantarme con ningún muchacho, no hasta que me cansara de mi habito, no hasta que sintiera que ya había derramado suficiente sangre de vampiro, lo cual tenía la certeza que no iba a ser muy pronto, dejando de lado eso, es como si el recuerdo de John estuviera ligado de una forma inimaginable a mi alma, lo miraba en todas partes, cada vez que miraba una orquídea su recuerdo venía a mi mente como un estallido de emoción, él siempre tenía la delicadeza de llevarme una orquídea por la mañana, todos los días, justo a la misma hora y siempre con una sonrisa en el rostro, esa sonrisa que derribaba todo mi ego, que me hacía comportarme como una loca, pequeña y profundamente enamorada melancólica, me doy cuenta que estoy delirando con John de nuevo y finalmente escuché su voz, estaba perpleja, atónita en toda la extensión de la palabra, no podía creer mi tan buena fortuna esta noche, metí un mechón suelto detrás de mi oreja y mire con total seriedad a Chassier, pero no al punto de verme molesta, al escucharlo decir mi nombre me sentí complacida, tenía que alejar todo este estúpido y poco entendible enredo que me traía desde que lo conocí, su siguiente frase me hizo sonreír, otra sonrisa no fingida, una sonrisa propia que había escapado de mis labios sin ningún aviso, mordí mi sonrisa y alce mi barbilla –Si, yo, señor Chassier, ya ve, no creo que esto que haya llegado hasta aquí de manera precisa, sea mérito propio, debería de dedicarse a ser guía turístico, orientando a cada uno de los turistas que se pierden en París cada año, sería un éxito de eso no tengo la menor duda- estaba usando el tono Leer Kruspe, de mi verdadera yo, no había tono fino ocultando mi identidad, esa personalidad que me caracterizaba, bromeando al frente de los demás sin ninguna culpa, sin nadie que me reprendiera y sin importarme si les parecía una chica con humor, también lo saludé con un pequeña reverencia, tomando mi vestido por ambos lados, lo que cualquier dama de la alta sociedad debía hacer frente a un caballero, en este momento tenía ganas de darme un disparo en la cien, odiaba tener que fingir, no entendía porque no podíamos ser liberales, después de todo es como encontrar un tesoro cuando se mira a alguien honesto y sin tapujos en Paris, Charles se fue y le agradecí su tan cordial bienvenida con una sonrisa dulce y una mirada recatada, no estaba fingiendo, simplemente me pareció un hombre agradable, sus ojos no ocultaban nada, era de las pocas almas honestas que me había encontrado de nuevo aquí en la ciudad del amor, respondí –Señor Chassier, seré directa, no me gusta redundar en los asuntos que me interesan con gran detalle y el hecho que esté aquí en persona, indica mi total interés en esto, estuve de viaje durante tres años y se puede decir que soy nueva en la ciudad, como creo que se habrá dado cuenta minutos atrás con mi tan tonta perdida, en fin, quiero abrir un negocio en la ciudad, tengo una considerable fortuna y quiero invertir, no considero bueno derrochar y no producir, esa práctica lo único que conlleva es fracaso y no soy una persona fracasada, me he decidido por el mundo de la viticultura y mi abogado Liam Clarke me ha dicho que usted es uno de los hombres más prestigiosos en este rubro, y conociéndolo no lo dudo…- al comunicarle mi interés pude ver que estaba concentrado en otro asunto, sus ojos viajaban más allá de mí, volteé instintivamente hacia atrás y escuche una pequeña discusión entre una clienta y la empleada a la que iba a acudir para pedirle orientación minutos atrás, me parecía tan descortés la forma de hablarle de la señora a la joven, la chica parecía asustada, como si quisiera ser tragada por la tierra en ese momento, típico en este ambiente, me detuve en seco –Si quiere puede ir a arreglar el pequeño berrinche que se está llevando a cabo en su negocio, no hay problema lo puedo esperar, la noche es joven y mi entusiasmo está en sus mejores días- sonreí con amabilidad, de inmediato él le ordeno a Charles que me llevara a su despacho, cuando sentí que su mano se posó en mi hombro, cerré mis manos fuertemente, como si tratara de reprimir cualquier reacción de mi cuerpo, respire con alivio al sentirlo lejos, Charles volvió de inmediato y lo seguí complacida, agradeciendo la amabilidad de Chassier con una reverencia, cuando llegamos él me abrió la puerta, cordialmente respondí –Gracias- entré y me encontré con una habitación tan acogedora, tan elegante, había pinturas que captaban mi atención como una niña en una juguetería, mis ojos rápidamente se posaron en las pinturas, camine a través de la habitación apreciando el arte, una sonrisa de niña pequeña adornaba mi rostro y me sentía extasiada, mis ojos viajaron al escritorio, una pieza robusta, de roble y con un excelente y fino acabado, todo parecía en orden, todo concordaba, todo encajaba como si estuviera destinado desde el principio, fruncí el ceño y visualice en el escritorio una hoja de papel que me llamo sin ninguna razón la atención, en ella había una cita y de inmediato mire por encima de mi hombro, para percatarme que nadie me viera, la leí –Si queréis ser sabio, aprended a interrogar razonablemente, a escuchad con atención, a responder serenamente y a callad cuando no tengáis nada que decir- no había autor, volteé la página en busca del autor de tan célebre frase pero no estaba, deje el papel de nuevo donde pertenecía, el vestido me estaba matando, me gustaban los vestidos pero no estos, prefería una tela más ligera y un poco menos pomposo, mire que la cinta del vestido se estaba empezando a desatar, la solté y la ajuste de nuevo, quería regresar a la casa lo más pronto posible, la noche era joven y sabía que había alguna alma perteneciente a las sombras esperando por mi llegada, puse mis manos a ambos lados de mi cintura, tire mi cabeza hacia atrás, cerré los ojos e inhale fuertemente, tratando de relajarme hasta que este encuentro en donde debía comportarme como una tonta llegase a su fin.
Leer Kruspe
Leer Kruspe
Vampiro Clase Alta
Vampiro Clase Alta

Mensajes : 105
Fecha de inscripción : 27/11/2013
Localización : Paris, Francia

DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:

Volver arriba Ir abajo

Justicia por encima de la Misericordia ||Privado|| Empty Re: Justicia por encima de la Misericordia ||Privado||

Mensaje por Deiran Chassier Vie Ene 03, 2014 8:15 pm

No hay influencia buena;toda influencia es inmoral..., inmoral desde el punto de vista científico. Influir sobre una persona es transmitirle nuestra propia alma.
Oscar Wilde
Mis ojos se cruzaron con los de ella, con peculiar afán como si encontrase placer inmenso en su mirada. Me detuve consciente a sus palabras, su tono era muy serio. Mi cara estaba tan endurecida como una piedra, no tenía ninguna mueca de asombro, el leve susurro de sus gestos me hacían pensar en qué había detrás de esa mascara de maquilla y encajes finos ¿Quién es Amelia Lincoln realmente? Me ausenté unos instantes y después alcé la ceja, ella quería asesoría de mi parte para formar una empresa de vinos y poder subsistir con su fortuna. Lo había escuchado de los pregonadores y de mis abogados suscitando la pena por el fracaso de la familia Lincoln en el rubro de minera, eran unos monstruos en dicho campo pero los juegos de azar hunden a cualquiera en un instante, como arena movediza, entre más se forcejeaba por salir más te hundías.
La tenía al frente mío, esquivando mi mirada y yo apegada a la de ella. Qué buen porte de dama indomable, me soltó una sonrisa hasta que tuve el percance con el cliente. Una vez que lo resolví di la orden precisa a Charles que llevara dos copas de vino de la mejor reserva hasta mi despacho, así poder hacer más deleitable la velada con la Señorita Lincoln después de todo era mi segundo placer mayor, después de la sangre. El viejo fiel a mis mandatos bajó hasta los sótanos donde tenía los dispensadores entre otras cosas. Y yo dirigí mi paso hasta la puerta de mi trono y abrí la puerta.
Escabulléndome entre el sigilo le miré de espalda, me aseguré que ella no se percatara de mi presencia, era muy bueno haciéndolo, tal como el señor de la noche que era. Entonces por la espalda susurré cerca de su oído, justo para lograr apreciar con disimulo sus vellos erizarse, adoraba jugar. —Disculpa la espera Amelia- dije con un leve susurro acompañado de  una sonrisa ladina separándome inmediatamente de su cuerpo tratando de que ella obviara el hecho de mi repentina cercanía y mi sigilo improvisto. —Mi pintura favorita- señalé una réplica ostentosa del famoso pintor/escultor italiano Miguel Angel. —El Tondo Doni- murmuré con mi perfecto acento italiano y voz grave. —El ser humano siempre ha sido producto de la evolución Amelia y a su paso ha sido juzgado por la fuerza divina de dios…- dijo con repudio pero siendo sutil al esconderlo muy bien —Se crean leyes para contrarrestar la maldad de sus corazones pero no son capaces de cumplirlas, siempre hay algo que falta, al que te impulsa más allá a ser feliz - acoté —La iglesia siempre haciendo tan buena obra- aquellas palabras iban cargadas de ironía —Pecadores y Almas puras, todos conviviendo en el mismo mundo, qué piadoso es su dios- terminé aquella conversación mostrándole el asiento a ella con una mano extendida, rodeando la mesa esperé a que ella tomase asiento —Por favor hazme el favor de sentarte y no me llames más ‘’Señor’’ dime Deiran y siéntete en confianza de tutearme- le dije con un tono tosco,  mis palabras eran claras, después de todo no estaba ella tan lejos de parecerle  mayor y respetable, mis años no pasaban en vano, era un saco de vivencias atrapado en el cuerpo de un joven de veinte años.
—Me dijiste que quieres asesoramiento para tu nuevo proyecto de vida ¿no?- mencioné aun de pie y alcé la ceja, soltando una mirada escrutadora y cuidadosa —¿Te gusta el vino Amelia?- murmuré al escuchar los pasos de Charles acercándose con tan preciado elixir. —Pasa- le dije una vez escuchando su llamado a través de la puerta y le hice una leve mueca para que colocase ambas copas en nuestro frente y yo, yo me encerraba en aquel vicio, dedicándole una leve mano a ella, una que indicó mi sospecha en el aire a su sonrisas, una que inspeccionaría más allá de sus claros ojos. 
Deiran Chassier
Deiran Chassier
Vampiro Clase Alta
Vampiro Clase Alta

Mensajes : 261
Fecha de inscripción : 24/02/2013
Localización : París, Francia

DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:

Volver arriba Ir abajo

Justicia por encima de la Misericordia ||Privado|| Empty Re: Justicia por encima de la Misericordia ||Privado||

Mensaje por Leer Kruspe Vie Ene 03, 2014 9:46 pm

Estar preparado es importante, saber esperar lo es aún más, pero aprovechar el momento adecuado es la clave de la vida.
Arthur Schnitzler


Me sentía realmente exhausta, quería salir corriendo de este lugar, tenía tanta sed de cazar que apenas podía mantener mis pies y mis manos quietas, tenía ese asunto pendiente, ese vampiro al que había estado siguiendo por dos semanas, el muy maldito había tomado cuatro vidas en sus manos y eso no se iba a quedar así, necesitaba cazarlo, cortarle la cabeza y verlo pudrirse, necesitaba que me viera a los ojos antes de mandarlo al infierno, era mi pequeña oveja y yo el lobo que no dudaría en despedazarla, saboreé mis labios, se sentían secos, tenía un poco de sed, tal vez Chassier tenía la delicadeza de invitarme un vaso con agua, rogaba a Dios que no me ofreciera vino, no soportaba la bebida, ninguna clase de bebida, tal vez sus vinos parecerían haber sido fermentados por los propios dioses pero mi gusto no aceptaba ni las mismísima miel embriagadora del cielo, me había decidido por la vinería porque según mi equipo de abogados este era el negocio que estaba tomando por los cuernos la atención de todo el mundo y era algo que no iba a dejar pasar, ellos me sabían aconsejar muy bien, no cabía duda de eso, y por supuesto llevaba el éxito en mis genes, mis bisabuelos desde que emigraron hacia París desde Bostón se habían propuesto hacerse un nombre en la industria minera y vaya que lo lograron, no me rendía con nada, si era algo que consideraba como necio de mi carácter era mi perseverancia, después de todo eso fue lo que me ayudo a convertirme en una buena cazadora, expire lentamente para relajar mis músculos, moví mi cabeza de un lado a otro para crujir mi cuello, y me concentre en una pintura en específico, esa pintura ya la había visto, la primera vez en el colegio católico al que había asistido mis primeros tres años de colegio y luego en la casa de John, la tenía en el lobby, como dándole la bienvenida a todo aquel que lo visitaba, él me había hablado de ella una noche que habíamos entrenado hasta tarde, recuerdo que me había dicho que se llamaba “La Sagrada Familia o Tondo Doni” John la admiraba como ningún otro objeto en su mansión, no lo culpaba la pintura captaba la atención del espectador como nada, sus colores eran tan vivos y aquellas tres personas, la Virgen, San José y el niño,  como si cada uno de ellos fuera necesario para que la obra de arte cuadrara en su perfección, y para terminar de culminar tal belleza la adornaban al fondo Juan El bautista y el grupo Ignudi, en lo que menos esperé sentí su susurro en mi oído, brinque y me lleve la mano al pecho, ¡Dios! Mi corazón palpitaba más rápido de lo que me podía imaginar y la adrenalina estaba recorriendo mi cuerpo como un dulce veneno en un rio apreté mis manos, pero lo hice para detenerme, estaba tan relajada que me había olvidado de mi alrededor y su voz grave me hizo despertar de un golpe, como un balde de agua fría a media noche en el rostro, rápidamente me sentí algo molesta, fruncí el ceño y lo mire con algo de molestia ¿Qué creía? ¿Desde cuándo se les habla así a los clientes o invitados? ¿Desde cuándo le había transmitido tanta confianza? No recordaba en mi memoria a corto plazo haber soltado una frase que indicara que lo quería como amigo, alguna frase que indicara que nos comunicaríamos con susurros, que indicara que podíamos hablarnos al oído como si nos tratáramos de dos personas en una acto de cortejo, solté el aire lentamente para calmar mi temperamento que estaba punto de estallar, cerré los ojos y me calmé, mire de nuevo la pintura y dije con un tono seco –No se preocupe señor Chassier- lo mire de reojo con desdén, él me dijo el nombre de la pintura pero ya lo sabía, así que decidí dejarle claro que no era una ignorante en cuanto a arte –Si, ya lo sabía a perfección, un muy querido amigo le fascinaba, según me conto, Miguel Ángel la pinto para Agnolo Doni un rico mercader de aquellos tiempos, como regalo de bodas para Maddalena Strozzi, si no es que me falla la memoria- fruncí el ceño y lo mire preguntándole de esta forma si estaba en lo correcto, pero detrás de esa mirada de interrogación estaba mi expresión de autosatisfacción, no me podían deslumbrar tan fácilmente, sonreí con orgullo al ver que me confirmaba que estaba en lo correcto y agregue con un ligero aire de grandeza, me dijo algo que me molesto más aún “Que piadoso es su Dios” ¿qué pasaba con este hombre? ¿Acaso no tenía creencias? ¿Era un simple mundano cargado de ego, un típico egocentrista que creía que todo el universo giraba en torno a su aura? Bufe una risa y acepte su invitación a sentarme, me senté derecha y con la barbilla en alto –No creo que los pecados que cometa el ser humano estén sujetos a ser castigados sin piedad alguna señor Chassier, simplemente creo que nosotros creamos nuestros propios caminos, contamos con libre albedrío y somos seres pensantes capaces de tomar decisiones por nuestra propia cuenta, por eso está el dicho “El que con lobos anda a aullar aprende”- suspire y volteé mis ojos hacia la ventana –Y claro señor Chassier tenemos un Dios piadoso, prueba es que ambos estemos aquí sentados respirando, viéndonos, prueba de ello son las muertes que hay en las calles y no hay castigo para los malhechores, pero créame…- entrecerré mis ojos y me incline ligeramente hacia al frente –Todo se paga con creces en este mundo, aquí es el cielo y el infierno, aquí es la pena y la gloria, aquí se pagan todos los pecados que nos han llevado a convertirnos en seres carnales y seducidos por los placeres que ofrece esta corta vida- mi voz era un susurro un poco amenazante, pero es que no soportaba a los tipos que creían que por ser cultos y adinerados tenían el derecho de burlarse de las creencias de los demás, trague un poco de amargo y finalmente calmé mi entusiasmo, acepte su invitación complacida –Como tú quieras Deiran, aunque es algo raro tal vez serás mayor que mí no más de tres, cuatro años, no estoy segura- mi última frase con un tono de interrogación, esperando que secundara mi interrogante, de repente escuche que abrían la puerta y unos pasos de habrían camino en la habitación, volteé y miré a Charles con una bandeja y dos copas de vino, sentí que mi estómago se hizo nudo, lo que menos quería estaba frente a mis ojos, tense la mandíbula y mire el líquido dentro del cristal, mi estómago desde ya quería empezar con arcadas, cuando él pregunto eso me sentí acorralada, murmure con temor –Si… si claro- solté un sutil suspiro porque no me gustaba la idea de probar la bebida en lo más mínimo, Charles coloco con cuidado las copas en el escritorio, las miraba con total repugnancia, acepte la copa con un poco de temblor en mis manos y trague fuertemente mientras el líquido me atemorizaba desde dentro de aquella copa, como si gritara fuertemente –No me beberás, porque esta no eres tú Leer, nunca te he gustado, ni tampoco soy apetecible en este momento- volví mi mirada a Chassier y decidí que antes de probar la copa debía responder a su pregunta, sólo para prepararme para lo que iba a ser un trago de tortura –Claro que sí Deiran, tal vez sea inesperado que me presente de un día para otro sin ningún previo aviso, pero soy una mujer decidida y no necesita mensajeros, creo que los asuntos que conllevan una gran importancia deben ser tratados de tú a tú, mis abogados tantearon un poco el terreno antes de que pudiera poner cartas en el asunto, ellos hablaron con tus abogados, creo que estás al tanto, si no es así recibe mis más sinceras disculpas, sólo espero que no esté siendo algo grosera y que gentilmente me puedas ayudar, te lo agradecería enormemente, como te dije anteriormente tengo suficiente dinero para vivir muy bien durante toda mi vida, pero el holgazanear y gastar sin parar no es lo mío, después de todo me gusta compartir un poco de lo que tengo con personas que no cuentan con mucho y eso es algo que al igual que el trabajo llena mi vida de una forma maravillosa- sonreí con entusiasmo, me sentía iluminada al poderle hablar a los demás que podíamos hacer mucho con tan solo un poco de nuestro interés, con tan solo un poco de lo que poseíamos, me imagine los rostros felices de aquellos niños del hogar de niños al recibir un regalo en navidad, al servirle un plato de comida, al darle un techo y una cama que pudiera protegerlos de las inclemencias que los querían emboscar como un león en el exterior, apreté fuertemente la copa, porque sabía que era el momento de probarla, no podía rechazarlo, era el hombre que me iba a ayudar y un desaire era lo que menos deseaba en este momento.
Leer Kruspe
Leer Kruspe
Vampiro Clase Alta
Vampiro Clase Alta

Mensajes : 105
Fecha de inscripción : 27/11/2013
Localización : Paris, Francia

DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:

Volver arriba Ir abajo

Justicia por encima de la Misericordia ||Privado|| Empty Re: Justicia por encima de la Misericordia ||Privado||

Mensaje por Deiran Chassier Dom Ene 05, 2014 5:35 pm

El hombre a quien el dolor 
no educó siempre será un niño.
Nicoló Tommaseo
El incierto futuro jamás está escrito, después de consumir todo lo que se tiene a su paso se macolle lo que tiene el otro y así sucesivamente, es una cadena de sucesos que no dejan de terminar, nunca es suficiente, no ahora, no nunca.  Mi sonrisa iba más allá del rostro de Amelia, era una sonrisa para mí, nuestra supremacía. En mis adentros rebozaba con una llama que quemaba con sed de linfa y yo sólo podía ver el ingurgitar de la yugular ajena. Mi paciencia podía ser infinita siempre y cuando lo quisiese pero no estaba seguro que para aquella dama duraría por siempre, hay cosas que me gustan dejar claro desde el primer momento, por eso es que esto parecía más una lucha de egos. Ella con el suyo y yo con el mío, claro, nuestras distancias eran abismales yo un vampiro casi de medio milenio y ella una niña apenas en su flor de la juventud. Yo poseyendo una vasta gama de conocimientos a través del tiempo y ella apenas lo que le habían enseñado en la escuela. Después de eso mi condición de no humano, estaba a zancadas de que ella pudiese adelantarse, siempre estaría a su frente aunque por ahora no me interesara exteriorizar mis pensamientos o acciones era más placer propio. ‘’Más sabe el diablo por viejo que por diablo’’ me dije para mí mismo y mi sonrisa no podía ser más sincera que otra cosa. Un beso al diablo.
Y el afán de ella por querer sacar en mí algún tipo de sorpresa, estaba tan lejos. No era de total desconocimiento de nadie las pinturas y obras de tan prestigioso artista, hasta la señora de la panadería de la esquina sabía de sus pinturas pues en su puesto tenía más de tres. Si deseaba impresionarme debería de intentarlo con algo mejor, en su caso yo me hubiera preocupado por entender qué gustos tenía el hombre con el que deseaba hacer un trato, así funciona el mundo del negocio si sutilmente quiere jugarse de esa manera. Su pensamiento era tan vano como el que profesaban en la iglesia, estaba casi seguro que la mujer era una creyente más no una devota porque su aura era tan corrupta como la mía —Amelia, este mundo está lleno de injusticias y la misericordia de tu dios aún no se manifiesta, es por eso la osadía de la gente, sus prejuicios y libertinaje, cada quien elige su manera de vivir, no importa si es pisoteando al ajeno. Es la ley de la vida Amelia, vive el más fuerte el que no está apto para sobrevivir entre tanta inmundicia muere, fácil y sencillo.- terminé aquello con una mano que cubría mías labios y parte de la barbilla como si analizara lo próximo, aunque para mí eso ya estaba terminado, no discutiría con una creyente mis puntos de vista, ‘’Quien no ha visto el infierno no merece llamarse pecador’’ y después conjuré una sonrisa profundamente acentuada con mis ojos en ella.
—En efecto, tengo veintitrés años Amelia, sólo un par de años más pero aun así siento como si fuesen medio siglo de vivir- dije con una sonrisa burlesca porque sabía que era así. -Nunca se es demasiado joven para saber las cosas o demasiado viejo para hacerlas pienso-.le dediqué una mirada ostentosa y duradera.
Su cara, su interior en ese momento me causaron desprecio y lo siguiente fue ver su caída de una enorme colina sin fin, tan hermosa, abatiéndose entre alcanzar el suelo y besar el aire, con sus ojos cerrados y su cabello cubriéndole el rostro, su alma muerta. Aunque por fuera ella quería mostrar su gusto por tan preciado elixir, sus extrañas hacían ruidos molestos en represalia por hacerlos forjarse a ser empapados con aquel exquisito alcohol. —Bien Amelia… Verás, mis abogados tienen claro que situaciones como estas- extendiendo mis manos para ejemplificar mejor nuestro espacio —Tienen que ser directamente conmigo, como verás soy un hombre muy ocupado que no se fía ni de su sombra para hacer las cosas- acentué mi mirada en ella —Para mí brindarte ayuda es lo de menos Amelia, aunque personalmente no pueda, si deseas puedo enviar a uno de mis gerentes a tu casa, por ejemplo Charles, que lleva muchos años en el negocio de la familia y conoce el teje y maneje de este rubro- mis ojos eran más fríos casi siendo un verde congelado —Aunque quiero saber, cómo una persona como tú piensa dedicarse a un negocio como este y no me malinterpretes Amelia, sé muy bien que eres capaz, lo sé porque tus ojos me lo dicen pero esto no se trata de quien puede hacer bien una cosa, esto se trata de más allá de querer hacer caridad- dándole un sorbo a la copa de vino y colocándola en la mesa, puse mis codos sobre ésta y mis manos sosteniendo mi mentón así mismo cubriendo mis labios, como que aquello suavizara lo siguiente. —No considero ninguna vinería ni viñedo mi competencia es por eso que por mí no hay inconveniente en decir cómo podrías tener éxito pero jamás trabajaría con alguien que no soporta ni siquiera el olor de lo que con tanto esfuerzo y aprecio hago- hice un énfasis a la copa de ella que aún se encontraba llena y solté un leve quejido —Amelia, el vino es más que una bebida para embriagarse, es algo que colecciona momentos, esencias, trabajo. No puedes dedicarte a un negocio sin que tu pasión esté puesta en lo que tus labios aborrecen, eso mi lady, sería hipocresía- dije con un último toque esperando que cuidase sus palabras  pues poco a poco ella me daba la idea de cómo realmente ella estaba constituida desde adentro hasta afuera.
—En otras circunstancias, mañana tengo un viaje de negocios a Italia pero podría posponerlo si realmente es esto lo que deseas -  le miré de manera segura y después finalicé mi copa realmente complacido —Mañana trae tus preguntas y personalmente yo las contestaré, si eso quieres- me levanté del asiento y esperé su reacción, conociéndole, sus ojos me gritarían un sinfín de insultos pero ya qué, no me importaba, detrás de todo estaba el secreto de Amelia Lincoln uno que estaría dispuesto a destruir por saber.

 
Deiran Chassier
Deiran Chassier
Vampiro Clase Alta
Vampiro Clase Alta

Mensajes : 261
Fecha de inscripción : 24/02/2013
Localización : París, Francia

DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:

Volver arriba Ir abajo

Justicia por encima de la Misericordia ||Privado|| Empty Re: Justicia por encima de la Misericordia ||Privado||

Mensaje por Leer Kruspe Dom Ene 05, 2014 8:18 pm

El hombre que pretende obrar guiado sólo por la razón está condenado a obrar muy raramente.
Gustavo Le Bon
Con cada palabra que salía de su boca mi sangre hervía más, parecía un volcán a punto de explotar, pero no podías seguirle el juego, debía calmarme, él me iba a ayudar y si eso conllevaba tragarme mi orgullo debía hacerlo como si me estuviera tragando mi propio veneno, sus sonrisas me incitaban a quererla borrar se su rostro con abofeteadas, pero no podía nadie golpeaba a los demás sólo porque diferían de sus puntos de vista, después de todo de esto trataba los debates de un batalla interminable de egos, de ver quién es el más fuerte, de ver quién es el que usa más argumentos tan convincentes que hagan caer a la multitud a sus pies, apretaba mis dientes y mis manos, como quería que fuera un vampiro y enterrarle el cuchillo que llevaba en la liga en el corazón, era un egocentrista en cada uno de los rincones de su alma, cada célula de su cuerpo gritaba “Ego insuperable” tome una inspiración profunda y conté hasta 10, no me iba a ver como una niña malcriada, no iba a sacar eso de mí, no esta noche, ya le había demostrado suficiente y no quería que luego de esta reunión se anduviera pregonando por la calles “Amelia Lincoln niña rica malcriada” el momento estaba aquí debía beber la copa de vino, aunque mi estómago gritase que no lo hiciera era algo a lo que me debía forzar, levante tomándome mi tiempo la copa y probé un pequeño sorbo, rápidamente mis papilas gustativas se encendieron, el sabor a ácido y un pequeño toque de dulce movieron cada sentimiento que sentía por el líquido, sin ninguna intención arrugue el rostro ¡Bien hecho Leer, muy bien hecho! Él se había dado cuenta de mi expresión me sentía apenada, me quería arrancara los ojos, el desaire que rogaba por no mostrar había salido de mis adentros como un ladrón en medio de la noche, cerré los ojos brevemente y me prepare para la reprimenda que venía, y aquí estaba, mi enojo ardía como una llama incesante, pero gran parte de toda esta rabia era dirigida a mí y en parte a Chassier por estarme queriendo enredar con sus palabras durante toda la noche, mientras me daba su discurso acerca del romanticismo que sentía por la viticultura me perdí en sus ojos, eran tan misteriosos se miraban incluso vacíos, con culpa debo admitir que por un momento sólo escuchaba su murmullo sin prestar atención a sus palabras, y Abie vino a mi mente de un solo, si ella estuviera en mi lugar ya se hubiera desmayado en sus brazos, Deiran para Abie era como los dioses de la antigüedad que secuestraban a una bella dama, llevarlas al cielo y hacerlas su mujer, contenía la risa debido a mi recuerdo, pero también porque me sentía en una capilla mientras era sermoneada por un padre, no entendía la devoción que sentían por este hombre, incluso mis primas en Londres cuando les comente acerca de mi visita para pedirle asesoramiento a Chassier dieron el grito en el cielo, parecían fanáticas a un hombre, yo no lo miraba de esa forma, no podía negar a mis ojos que era atractivo, pero detrás de todo ese porte y elegancia se ocultaba algo, situación que me hacía desconfiar en él en todo la extensión de la palabra, tenía que descubrir cuál era todo ese misterio que se construía a su alrededor y lo iba a descubrir frente a todos, me volví a concentrar en sus palabras, seguía conteniendo la risa, hice otra comparación esta vez con el padre de mi antiguo colegio católico, todos los lunes a primera hora se presentaba para darnos indicaciones correctas y precisas sobre cómo se comportaban las niñas en esta sociedad, personas sumisas que sucumbirían al pasar el tiempo frente a los caprichos de los hombres, debo admitir que durante esos momentos compartía las risas burlonas de mis demás compañeras, mis padres ambos eran de carácter fuerte y se me había inculcado muy bien a defender mis ideales, y según estos ninguna mujer necesita de un hombre para salir adelante, tal vez por eso me enamore locamente de John, él me protegía pero no me asfixiaba, estaba muy consciente de cada una de mis habilidades, era romántico pero fuerte y cuando se trataba de hablar seriamente no trataba de engañarme con artimañas, él era todo lo que siempre había deseado en un esposo pero la vida es tan injusta que todo ese asunto quedo como un deseo, terminé de escuchar su discurso y tome el micrófono, me incline un poco hacia al frente y me senté más derecha –Tienes toda la razón Deiran, yo también me sentiría ofendida si alguien hubiese insultado la calidad de los minerales que se extraían de las minas durante los tiempos que mi familia dominaba el rubro- alcé una ceja –Veras Deiran esta ciudad es amante de los rumores y vaya que lo saben hacer muy bien, como no dudo te habrás dado cuenta se anda pregonando por la calles que mi familia cayo en la ruina por los juegos de apuesta, déjame darte un pequeño consejo nunca aceptes la invitación a un juego de cartas de alguien aunque sea tu propia sombre, me lo agradecerás- sonreí genuinamente –Pero me dieron la vida dos personas sumamente cuidadosas y muy vivaces, me dejaron una fortuna con la que puedo vivir muy bien toda mi vida, incluso si la sé administrar como es puedo dejarle una buena cantidad a mis futuros hijos, ellos incluso me dejaron algo para administrar esas obra de “caridad”- hice la señal de comillas con mis dedos –Que para muchas personas es solamente eso, para mí va más allá de sentirse bien conmigo misma, no se trata de eso, se trata de llevar alegría, de ver sonrisas en rostro que no creen poder ver la luz, en personas que jamás en su vida imaginan poder contar con lo que nosotros poseemos- le di una mirada acusadora, enmascarada por una sonrisa dulce, esas sonrisas que usaba para enmascarar mis faltas de cortesías, para ocultar mi sinceridad desenfrenada, la sonrisa que era mi mejor arma, -Volviendo a tu duda es cierto no soporto el vino ni ninguna clase de bebida, jamás en mi vida me ha gustado, pero creo que el amor hacia las cosas nace, no temo a probar cosas nuevas y veras Deiran tu vino- alce la copa y la inspeccione a la luz de las velas –sorprendentemente me ha gustado, no te garantizo que en un 100% pero el hecho que una parte de mi paladar lo haya sentido agradable habla muy bien de ello, quizás este es el comienzo de mi pasión al igual que la tuya hacia la viticultura, no sé incluso quizás te pueda hacer competencia- sabía que al egocentrista le iba a molestar escuchar esto, los tipos  que se creen autosuficientes y dioses en su rubro, no soportan las pretensiones descarriadas de los novatos mi padre una vez me lo había dicho y jamás lo olvidaría, al ver que estaba en lo cierto sonreí con satisfacción internamente mientras en el exterior mi cara sonreía dulcemente pero sabía que mis ojos ardían, a lo bajo bufe una carcajada, parecía molesto su orgullo parecía haber sido afectado por mi cinismo, sentí mi cara arder cuando se negó a ayudarme debido a mi falta de sensibilidad por su preciado vino, pero después poco me importo un mensaje a mis abuelos y tendría a un viejo de la misma clase de Chassier a mis pies, ayudándome en cada duda que tuviera, alce la barbilla –De acuerdo Deiran, si mi falta de sensibilidad- ironía total puesta en esa última palabra –Te parece tan poco…. Mmm ¿cómo decirlo?- mire hacia arriba y me lleve un dedo a un lado de la boca –Pueda ser ¿tolerable? lo acepto, yo tampoco aceptaría a alguien que no es tan aventurera como yo- esperé para ver si había derribado una mínima barrera de orgullo, cuando él cambio ligeramente su propuesta sonreí, me sentía victoriosa, pero una chispa se encendió en mi cabeza, ¿Realmente quería tratar con este egocentrista? Era esto o pedirle ayuda a mis abuelos, que aunque si los hubiera necesitado no hubiera dudado en pedirles ayuda, esta opción aún seguía siendo muy poco tolerable para mi orgullo, acepte su invitación con un asentimiento de cabeza y tome un último sorbo de vino, esta vez no hice una mueca incluso logro pasar por mi garganta como si fuera agua –Sabes me gustaría invitarte a almorzar, el aire libre y la luz del día son los mejores aliados para hablar de negocios- sonreía esperando su respuesta, al escucharlo fruncí el ceño y dudé –Bueno… ¿una cena tal vez? Quizás en ¿Belle Nuit?- él acepto con clara desconfianza pero lo importante es que lo había logrado, ahora sólo necesitaba ayuda de Clarke para las preguntas de mañana en la noche, acomode mis guantes –Bueno es tarde y tengo algunos asuntos sin resolver- sonreí con malicia internamente, vampiros, me levante y lo seguí a la puerta, cuando estaba despidiéndome de él, esta vez sin ninguna reacción visceral que me torturara la bendita pulsera de mi madre, la pulsera de plata que llevaba siempre conmigo se cayó de mi muñeca, él me la entrego y me sostuvo las manos, las suyas se miraban tan prominentes junto a las mías, pero también se sentían heladas, pero era una noche fría, incluso la roca más caliente parecía un tempano de hielo, por un breve momento le sostuve la mirada, absorbiendo su color esmeralda, tratando de entrar hasta los oscuros rincones de su alma, inmediatamente me despabile, baje el rostro y aclare mi garganta –Te veo mañana Deiran a las 8:00 pm, y claro que traeré todas mis dudas, muchas gracias por tu amabilidad y tu tolerancia por mi falta de romanticismo- reí con humor.

Salí de la forma más elegante y educada que conocía, cuando de repente al principio del oscuro pasillo vi a la chica a la cual pensaba pedirle ayuda llorando, fruncí el ceño y me acerque con cautela, no quería parecer una entrometidas, ella al verme se limpió rápidamente el rostro, me detuve y tanteé la situación, ella me miraba con pena y con la cabeza hacia abajo, una total sumisión, susurre –¿Te encuentras bien?- ella asintió, pero sabía que no lo estaba así que decidí insistir –Mira, sé que no me conoces, tal vez hasta desconfíes de mí, pero no dejes que nada te arruine la noche- ella me miro con pena, sus ojos azules estaban vidriosos, sonreí dulcemente –Eres una chica muy bella, nada puede ser tan malo, seguro tienes la vida a tus pies, por favor sigue mi consejo y no te dejes derrumbar- ella finalmente sonrió, seguí el gesto de la misma forma y la tome ligeramente de la barbilla –Seguro es una tontería, tienes una sonrisa hermosa, que nada la opaque- le guiñe el ojo, ella murmuro –Gracias mademoisselle- asentí gentilmente y me fui, por lo menos había hecho sentir bien a alguien que lo necesitaba, caminé con entusiasmo al carruaje, Dimitri ya me estaba esperando, cuando me vio, se acomodó en la montura y pregunto –¿Cómo te fue?- recordé cada una de mis palabras –De lo mejor, me va a ayudar Dimitri, mañana tengo una cena con él- Dimitri sonrió dulcemente –Te lo dije mi niña, ese hombre no se iba a resistir a ti- recordé a Deiran, claramente no lo había convencido por mi aspecto pero lo que importaba es que lo había logrado tuviese lo que tuviese en mente, había aceptado y yo estaba dispuesta a tomar esa gratitud con una doble intención, dispuesta a jugar mi mejor baraja para poder calmar mi inquietud.
Leer Kruspe
Leer Kruspe
Vampiro Clase Alta
Vampiro Clase Alta

Mensajes : 105
Fecha de inscripción : 27/11/2013
Localización : Paris, Francia

DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:

Volver arriba Ir abajo

Justicia por encima de la Misericordia ||Privado|| Empty Re: Justicia por encima de la Misericordia ||Privado||

Mensaje por Deiran Chassier Mar Ene 07, 2014 3:58 pm

Soportamos las reprensiones, 
pero no sufrimos las burlas. 
Preferimos ser malos a ser ridículos. 
Moliére
Mis adentros estaban rebozando, hace mucho que no sentía el sabor de una copa con tanta intensidad, quitando uno de otro recuerdo de mi lado. Estaba extasiado, ella creía que me había ofendido, que me había hecho sentir mal por sus caras, comentarios, su ser irracional y sus pensamientos cargados de maldad fresca y tierna como un fruto recién caído que se acaba de podrir en el árbol unos cuantos días atrás.  Ella quería desafiarme, engrandecerse, sorprenderme y podía seguir utilizando mil y un adjetivos para ella y no poder terminar, era digna humana con aire a… me quedé callado, no, podía ser una posibilidad en un futuro no lejano, claro nada que tuviese que ver conmigo porque esas era otras historia de la cual ni hoy ni nunca podría relatar.
Asentí a sus palabras para darle un poco de importancia a ella. La verdad es que se es tan ciegos cuando el dogma los posee, qué pena por esa alma. Dentro de mi volví a sentir el deseo inequívoco de ver su cuerpo caer, su piel pálida y los cabellos castaños entrelazarse con su piel como si se hiciesen uno solo, le miré dormir apacible o esperando atacar y su risa oculta me hizo desvanecerme de aquel pensamiento, no acostumbraba a tener visión remota de mis retorcidos deseos era peculiar, ignoré esos pensamientos, seguro era la sed de su ambición devorándome pero no se daba cuenta que después de aquí no habría retorno y menos una salida a medias. ¿Estaría ella leyendo mis ojos cuando se lo decía? No, que estaba siendo pretensiosa, muy vanagloriada para darse cuenta y entonces es donde el ángel pierde sus alas y se condena a vivir en la oscuridad eterna.Miré el reloj y marcaba exactamente las nueve, el encuentro se volvía monótono y sin juicio, sus puntos de vista ya habían sido escuchados 
—Entonces no  queda más que decir Amelia, más que salud por tu ingenio- mis palabras se escucharon sólidas por fuera pero por dentro cargadas con gran apatía y estridor. En ningún momento quise botar su punto de vista, eso era tan de ella como mis ideas de verle escurrirse tras mis colmillos así que era en vano, no se puede tener una discusión con una pequeña que apenas y da pasos, cuando yo ya estaba corriendo.
—Y no te lo tomes tan personal, para mi esta noche ha sido encantadora como cualquiera, claro, sólo que cuento con tu bella presencia- terminé mi frase con un poco más de vino en mi boca —Entiendo tu posición en este mundo, entiendo la situación y tus percances familiares, no es necesario leer o escucharlo de los demás, a veces los silencios y las actitudes hablan por sí solas- miré la copa vacía y una mancha color carmesí que aún quedaba en ella como vestigio del vino y le miré de vuelta —Estoy realmente conmovido con tus palabras- mentí —Pero espero seas lo suficientemente ágil para florecer pronto el don de la viticultura… Sino serás más que una cosecha seca sin nada próspero por esperar- hice una mueca agradable asintiendo —Quizás ya haga falta en este rubro una competidora femenina- alcé una ceja y moví la cabeza —Será interesante ver como desarrollas el arte sin tener talento- deduje por sus palabras anteriores ‘’comenzar mi pasión’’.
Jamás había estado tan calmo, tan tranquilo y paciente, de estar irritado y ver su afán de querer molestarle ya le hubiese arrancado los dientes uno a uno y después cocido la boca haciendo un lindo ajuste, no sin antes su lengua enterrar en una de sus almohadas para que siempre la tuviera de recuerdo, ella era una completa niña cuando de pelear diplomáticamente se hablaba, me cuestioné si estaría lista para el mundo de negocios en el que quería involucrarse y asentí—Oh Amelia, estoy realmente molesto pero puedo vivir con ello- dije con una suave voz escondiendo mi saña e ironía casi que pareciera una broma y después mascullé mi lengua, no era mi asunto.—¿Un almuerzo?- medité silencioso con una sonrisa ociosa y después negué  después reformuló su propuesta y asentí con cuidado—Una cena me parece estupenda Amelia, no sabes las sorpresas que puede tenderte la noche- sonreí sutilmente como si fuera para mí mismo y solté un poco de aire innecesario en mi cuerpo.
Miré como torpemente se despojó su pulsera de su muñeca al colocarse un guante y ella sin notarlo avanzó —Espera- murmuré en mis adentros molesto con el ceño fruncido y cogí un pañuelo para entregársela y colocársela de vuelta un leve y breve ardor recorrió s yemas y con un saludo abiertamente a sus ojos me despedí—A las ocho…- asentí con la cabeza y murmuré—Ha sido un placer Mademoiselle Lincoln que tenga una placentera noche, mañana aclararé tus dudas.- abrí la puerta y ella salió. Cerré con sumo cuidado a su paso tras ella y me quedé escuchando sus pasos, recreando la escena justo por donde sus pies caminaban entonces sonreí porque esa mujer que iba ahí se había robado más que mi atención. Sus palabras mimosas se consolidaron con mis oídos al animar a la empleada de la caja y un leve susurro salió de mi boca—‘’Amelia, Amelia, qué hermosa flor habita en tu cuerpo, que hermoso ojos cargados de misterio, qué hermoso perfume se conjuga en tus venas… Es una pena que, tu alma ya haya sido vista por el demonio…’’- me fui hasta mi escritorio sin antes pasar por mi ventana, viendo el carruaje de la señorita Lincoln y espeté un gruñido esperando la siguiente noche y qué secretos me revelarían su alma. Cerré mis ojos y volví a ver su cuerpo pero esta vez sus ojos estaban abiertos y aquellos ojos estaban llenos de frío odio con un rojo carmesí así como el de la sangre – sonreí .
 
FIN
 
 
Deiran Chassier
Deiran Chassier
Vampiro Clase Alta
Vampiro Clase Alta

Mensajes : 261
Fecha de inscripción : 24/02/2013
Localización : París, Francia

DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:

Volver arriba Ir abajo

Justicia por encima de la Misericordia ||Privado|| Empty Re: Justicia por encima de la Misericordia ||Privado||

Mensaje por Contenido patrocinado


Contenido patrocinado


Volver arriba Ir abajo

Volver arriba

- Temas similares

 
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.