AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Nada espera al impaciente ||Privado
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Nada espera al impaciente ||Privado
-Tradición y más tradición…-Aquellas palabras las repetía una muchacha que estaba prácticamente harta de hacer lo que su familia le dictaba a cada rato. Había salido tarde de aquella “escuela” a la que llamaban de algún modo, al lugar en donde aprendía sus quehaceres de doncella, una doncella elevada de categoría en cuanto pudiera salir de esa “escuela” A ella le interesaba la música, le interesaba cantar a pleno pulmón y hacerlo como lo ángeles, tal y como le habían dicho desde siempre. Pero no, su deber era ser doncella, además, no podían salir temprano de aquel edificio, supuestamente, iba a venir alguien para escoger nueva doncella, alguien quien pudiera servir en una gran y solitaria mansión.
Lauriel tan solo estaba cambiándose de sus ropas monótonas por las que había traído por la mañana. Un alegre vestido color crema y con adornos borgoñas. Su recogido elaborado no se había chafado y se alegró por eso. Miraba su casillero y se sentía fatal, siempre con las mismas cosas por hacer, siempre con la misma rutina. Suspiro aliviada al saber que también tocaban asignaturas normales, como geografía, matemáticas, etc.
En el exterior llovía y obviamente ella no se había llevado un paraguas porque en la mañana había hecho bueno. Volvió a suspirar, pero ahora el suspiro sonaba pesado, como que en su interior llevaba una pesada carga la cual le costaba soltar o poner aparte.“Lauriel!!” Su nombre escucho y no dudo en acercarse hacia donde le habían llamado. Con su bolso a juego con el conjunto del vestido, fue no sin antes cerrar su casillero, hacia donde le habían llamado. Era su compañera Aaryn, con su cabello oscuro y sus ojos azules, se había enganchado el vestido en un saliente de la pared. Con el pie, la ayudó a que se soltara de ahí y pudiera continuar el camino. Se lo agradeció, pero Lauriel se sintió vacía.
Vacía…Esa palabra para ella cobraba vida conforme el silencio seguía haciendo presencia en los pasillos de aquel edificio. Se aburría, se desesperaba y solo quería buscar un entretenimiento, no una escoba, o un trapo, tener que agacharse y limpiar el suelo, no. Ella estaba bien harta de tantas órdenes, aunque sabía que la perseguirían por el resto de su vida.
-….-Intento buscar una salida mientras miraba hacia los lados por esos pasillos por los que recorría lentamente. Debería estar loca, le caería una buena si no aparecía de repente en el auditorio para ver a aquella persona que “solicitaba” una doncella o un sirviente capaz de resistir más órdenes. Su búsqueda no surgió efecto alguno y fue encontrada por su tío que era profesor culinario allí. Suspiro ya rendida.
-¿En serio tengo que ir?
-Así es…-La señalo con el brazo en alto hacia el camino por donde se iba al auditorio. Su tío vio que intento escapar, pero finalmente, la llevo del brazo hacia el auditorio, forzándola a que le acompañara y cuando estuvieron frente a la puerta, su tío entro con ella dentro. Todos estaban sentados, quien estaría hablando, fue interrumpido seguido de unas pequeñas burlas hacia Lauriel que precisamente, a esta le surgieron un efecto ruborizado. Quiso maldecir, ella se fue a sentarse al lado de su amiga Aaryn y enseguida vieron a otra persona, parecía un joven de unos diecipocos. No debería de tener demasiados años.
Lauriel tan solo estaba cambiándose de sus ropas monótonas por las que había traído por la mañana. Un alegre vestido color crema y con adornos borgoñas. Su recogido elaborado no se había chafado y se alegró por eso. Miraba su casillero y se sentía fatal, siempre con las mismas cosas por hacer, siempre con la misma rutina. Suspiro aliviada al saber que también tocaban asignaturas normales, como geografía, matemáticas, etc.
En el exterior llovía y obviamente ella no se había llevado un paraguas porque en la mañana había hecho bueno. Volvió a suspirar, pero ahora el suspiro sonaba pesado, como que en su interior llevaba una pesada carga la cual le costaba soltar o poner aparte.“Lauriel!!” Su nombre escucho y no dudo en acercarse hacia donde le habían llamado. Con su bolso a juego con el conjunto del vestido, fue no sin antes cerrar su casillero, hacia donde le habían llamado. Era su compañera Aaryn, con su cabello oscuro y sus ojos azules, se había enganchado el vestido en un saliente de la pared. Con el pie, la ayudó a que se soltara de ahí y pudiera continuar el camino. Se lo agradeció, pero Lauriel se sintió vacía.
Vacía…Esa palabra para ella cobraba vida conforme el silencio seguía haciendo presencia en los pasillos de aquel edificio. Se aburría, se desesperaba y solo quería buscar un entretenimiento, no una escoba, o un trapo, tener que agacharse y limpiar el suelo, no. Ella estaba bien harta de tantas órdenes, aunque sabía que la perseguirían por el resto de su vida.
-….-Intento buscar una salida mientras miraba hacia los lados por esos pasillos por los que recorría lentamente. Debería estar loca, le caería una buena si no aparecía de repente en el auditorio para ver a aquella persona que “solicitaba” una doncella o un sirviente capaz de resistir más órdenes. Su búsqueda no surgió efecto alguno y fue encontrada por su tío que era profesor culinario allí. Suspiro ya rendida.
-¿En serio tengo que ir?
-Así es…-La señalo con el brazo en alto hacia el camino por donde se iba al auditorio. Su tío vio que intento escapar, pero finalmente, la llevo del brazo hacia el auditorio, forzándola a que le acompañara y cuando estuvieron frente a la puerta, su tío entro con ella dentro. Todos estaban sentados, quien estaría hablando, fue interrumpido seguido de unas pequeñas burlas hacia Lauriel que precisamente, a esta le surgieron un efecto ruborizado. Quiso maldecir, ella se fue a sentarse al lado de su amiga Aaryn y enseguida vieron a otra persona, parecía un joven de unos diecipocos. No debería de tener demasiados años.
Última edición por Aaryn/Lauriel Wellishmane el Vie Ene 10, 2014 7:05 pm, editado 1 vez
Aaryn Wellishmane- Humano Clase Media
- Mensajes : 45
Fecha de inscripción : 10/11/2013
Re: Nada espera al impaciente ||Privado
¿La verdad es que deseaba seguir llegando el estilo de vida que tenía hasta ese punto. Pero según lo que debía hacer era buscar la manera de que el hijo prodigo regresara a casa de su padre, aún así no estaba totalmente convencido de regresar a su hogar y por eso precisamente es que había buscado la forma de poder estar cerca de la familia sin que aún supieran de su regreso. Baptiste desconocía el estado actual en que se veían sumergidos sus hermanos, en ningún momento sospechaba de que aquel par fueran ya servidores de la luna llena, aún así su ubicación se mantenía en un misterio.
No le parecía la mejor idea del mundo esa de tener que buscar una casa y tener servidumbre que le ayudara, pero considerando que realmente no quería tener que hacer las cosas por si mismo se convenció de que aquello era lo mejor y por eso fue que acepto ir al caer la noche a una especie de escuela para que las jóvenes aprendieran de la manera correcta a tratar a las personas con las que trabajaban.
Eso era en realidad lo único que hacía falta en su actual hogar, servidumbre. Habían arreglado la casa a un modo que a Baptiste le agradaba pero era demasiado solitaria, no era tampoco que necesitara realmente quien le hiciera compañía pero al menos de esa forma podía mantener las apariencias hasta que el momento de que actuara fuese el adecuado.
La noche cayo sobre París y entonces fue que se alisto el traje que llevaba y salió caminando de manera lenta de aquella casa. Buscaba la manera de hacer tiempo porque le daba prácticamente igual quien fuese a trabajar a su hogar, lo único que necesitaba era llegar, señalar a algún grupo de chicas y pagarles durante una temporada. Después podía despedirles y las cosas seguirían como si nada, todo era sencillo.
Una sonrisa apareció en su rostro, quizás solo fuese a optar por las chicas con mejor aroma en la sangre, de esa forma podría alimentarse de ellas cada cierto tiempo pero no demasiado como para que la gente sospechara de que algo misterioso estuviese ocurriendo en aquel lugar.
Llegó entonces a aquel lugar, era simplemente como una enorme casa. Un hombre de edad media le guío dentro, balbuceaba un montón de cosas que para el inmortal tenían importancia nula así que solo se limito a seguirle y dejar que le llevara a un auditorio; en el cual se suponía que era donde las personas de clase alta buscaban a las empleadas correctas. Existía más gente en aquel auditorio pero Baptiste rápidamente busco asiento y espero. Las chicas iban y venían, daban algunas referencias sobre ellas y entonces la gente comenzaba a balbucear sobre si les convenía tenerlas en casa o no, pero simplemente para él no había encontrado nadie interesante aún.
Su mente comenzó a maquillar, pensando entonces que quizás debía irse de ahí y buscar simplemente una persona menos especializada fuera de aquel lugar. Comenzaba a dar la espalda a todo aquello cuando las risas de los presentes se hicieron notar y Baptiste termino por mirar sobre su hombro viendo entonces a una chica que se sonrojaba e iba en dirección a otra, una de las cuales no escucho nada.
Regreso sobre sus pasos solo para ver a aquel par, y sus ojos fueron de una a otra. Jóvenes y llenas de vida… al parecer había encontrado lo que estaba buscando y les sonrío.
No le parecía la mejor idea del mundo esa de tener que buscar una casa y tener servidumbre que le ayudara, pero considerando que realmente no quería tener que hacer las cosas por si mismo se convenció de que aquello era lo mejor y por eso fue que acepto ir al caer la noche a una especie de escuela para que las jóvenes aprendieran de la manera correcta a tratar a las personas con las que trabajaban.
Eso era en realidad lo único que hacía falta en su actual hogar, servidumbre. Habían arreglado la casa a un modo que a Baptiste le agradaba pero era demasiado solitaria, no era tampoco que necesitara realmente quien le hiciera compañía pero al menos de esa forma podía mantener las apariencias hasta que el momento de que actuara fuese el adecuado.
La noche cayo sobre París y entonces fue que se alisto el traje que llevaba y salió caminando de manera lenta de aquella casa. Buscaba la manera de hacer tiempo porque le daba prácticamente igual quien fuese a trabajar a su hogar, lo único que necesitaba era llegar, señalar a algún grupo de chicas y pagarles durante una temporada. Después podía despedirles y las cosas seguirían como si nada, todo era sencillo.
Una sonrisa apareció en su rostro, quizás solo fuese a optar por las chicas con mejor aroma en la sangre, de esa forma podría alimentarse de ellas cada cierto tiempo pero no demasiado como para que la gente sospechara de que algo misterioso estuviese ocurriendo en aquel lugar.
Llegó entonces a aquel lugar, era simplemente como una enorme casa. Un hombre de edad media le guío dentro, balbuceaba un montón de cosas que para el inmortal tenían importancia nula así que solo se limito a seguirle y dejar que le llevara a un auditorio; en el cual se suponía que era donde las personas de clase alta buscaban a las empleadas correctas. Existía más gente en aquel auditorio pero Baptiste rápidamente busco asiento y espero. Las chicas iban y venían, daban algunas referencias sobre ellas y entonces la gente comenzaba a balbucear sobre si les convenía tenerlas en casa o no, pero simplemente para él no había encontrado nadie interesante aún.
Su mente comenzó a maquillar, pensando entonces que quizás debía irse de ahí y buscar simplemente una persona menos especializada fuera de aquel lugar. Comenzaba a dar la espalda a todo aquello cuando las risas de los presentes se hicieron notar y Baptiste termino por mirar sobre su hombro viendo entonces a una chica que se sonrojaba e iba en dirección a otra, una de las cuales no escucho nada.
Regreso sobre sus pasos solo para ver a aquel par, y sus ojos fueron de una a otra. Jóvenes y llenas de vida… al parecer había encontrado lo que estaba buscando y les sonrío.
Raoul Zarkozi- Vampiro Clase Alta
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Fecha de inscripción : 08/11/2013
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Re: Nada espera al impaciente ||Privado
-La verdad no me apetece seguir en esta profesión Aaryn, es bas…-Lauriel le comentaba a su compañera lo que pensaba de ser doncella. Si no había motivo alguno para serlo, no lo seria. Lo tenía demasiado claro, pero al parecer su amiga del alma, no parecía tener en cuenta el porque estaba en esa escuela. Si, sabía que sería doncella, pero este momento precisamente, le ponía de los nervios.
Aaryn era una muchacha que no había tenido una historia de fondo no muy agradable, pero todo cambio en cuanto los Wellishmane la adoptaron, Lauriel se convirtió en su hermanastra y desde entonces comparten el mismo sino, pero Aaryn, traída desde Egipto, parecía tener algo en sus recuerdos que la hacían temblar de miedo en el día de selección de doncellas y sirvientes.
-Aaryn…no pasará nada corazón…-Susurro acariciando las manos ajenas de su amiga querida, bien le estaría empleado por si alguna vez no le contaba nada a Lauriel, pero toda muestra de afecto se disipo en cuanto vio a aquel joven de aspecto importante, con elegancia se había acercado a ellas e inmediatamente habían hecho una perfecta reverencia. Lauriel y Aaryn parecían haber intercambiado personalidades. Ahora la fuerte era Aaryn y la tímida Lauriel. Habían intercambiado pues al llevarse tan bien, se complementaban en todo. Como si en verdad, en otra era u otro tiempo fueran de verdad hermanas, aunque ahora no lo fuera así.
-Buenas tardes señor…-Comenzó a comentar Lauriel mientras miraba los ojos de aquel joven. Aaryn la siguió diciendo tras de ella “Buenas tardes” e inmediatamente se puso el evaluador al lado del joven, Lauriel y Aaryn se colocaron una del lado de la otra. Parecían que iban a ser evaluadas en ese mismo instante.
-Bien señoritas, según este joven necesita servicio para su domicilio…-sonrió de una manera débil mientras se recolocaba las lentes sobre el puente de la nariz con un movimiento seco de su dedo índice-…Bien….Comiencen diciéndonos…eh…Señorita Aaryn Wellishmane, díganos dos de los objetivos de una doncella.
*Los…deberes…u objetivos, son….-se relamió los labios intentando recordarlas, siempre se las olvidaba cuando llegaban a preguntárselo en público o en mitad de toda la clase, sus manos comenzaban a sudar de lo nerviosa que se estaba poniendo por dejar tanto tiempo aquel silencio incomodo, miro fugaz de reojo a su amiga y después miro al evaluador: … Uno de los objetivos es…satisfacer una necesidad real…o cualquiera que se le ordene…y…-suspiro creyendo que esa era una de los objetivos- …y otro es esfuerzo y satisfacción en ambos sentidos como en sirviente y amo….-Volvió a mirar de reojo a su amiga/hermanastra y solamente vio que emitía una suave sonrisa como en complicidad. Exacto, ahora le sonaban.
-Oh, muy bien, muy bien…-Dijo el evaluador sin dejar su actitud neutra y extraña-….Ahora…Señorita que me quiero escapar para no ser doncella y ser una magnifica cantante de ópera….-suspiro replicando-….Sabe usted decirme….-Aquello ya era sarcástico, pero era tal la fama que tenía en la escuela esa de poca monta, que hasta el evaluador que apenas le veía por la escuela, la tomaba a burla-… ¿Cuáles son los tres aspectos que deben cuidarse? … Si es tan amable…
-Evidentemente, el aspecto físico, el afectivo y el intelectual….-suspiro cruzándose de brazos, pero al ver la mirada celeste que la estaban mirando, volvió a su posición de sumisa como si temiera que la pegaran por no responder.
-¿Y consisten en….?-Aquel hombre la estaba desquiciando, le gustaría que algún vampiro de esos de los relatos de los que les gusta a Aaryn leer de noche, saliera de sus libros y se cargaran al maldito evaluador que la estaba dando la tarde-
-¿Por qué tus vampiros de esos libros que lees, no salen para que me mejoren el día?-Sarcástica sin querer, se dirigió a su amiga que bajo el rostro tímida y avergonzada como si tuviera la culpa de no poder sacarlos del libro, pero Lauriel tan solo se concentró en el zoquete del evaluador:
-Físico, tener buena imagen, estar bien arreglada sin ningún desperfecto
Afectivo, Nada de amores ni relaciones o ni sueños platónicos hacia el dueño o amo de la casa…ni hacia ninguno de los presentes o residentes de la casa…
Intelectual, Participación y ser siempre el la…-el evaluador la paro por su vocabulario, pero la dejo seguir-…solucionar el problema de las personas que lo soliciten, como si fuera propio….-Finalmente resoplo con lentitud, quedándose de nuevo al lado de Aaryn y esperando algo, algún comentario del evaluador, pero solo veían tomar apuntes.
-Gracias señoritas, pueden seguir hablando con el joven….-Mostro su mal y finalizado talante hacia los que tenía alrededor, Lauriel vio de reojo el exterior por las ventanas. Vio unos pajarillos volar a través del amplio cielo.
Deseaba ser libre….
Aaryn era una muchacha que no había tenido una historia de fondo no muy agradable, pero todo cambio en cuanto los Wellishmane la adoptaron, Lauriel se convirtió en su hermanastra y desde entonces comparten el mismo sino, pero Aaryn, traída desde Egipto, parecía tener algo en sus recuerdos que la hacían temblar de miedo en el día de selección de doncellas y sirvientes.
-Aaryn…no pasará nada corazón…-Susurro acariciando las manos ajenas de su amiga querida, bien le estaría empleado por si alguna vez no le contaba nada a Lauriel, pero toda muestra de afecto se disipo en cuanto vio a aquel joven de aspecto importante, con elegancia se había acercado a ellas e inmediatamente habían hecho una perfecta reverencia. Lauriel y Aaryn parecían haber intercambiado personalidades. Ahora la fuerte era Aaryn y la tímida Lauriel. Habían intercambiado pues al llevarse tan bien, se complementaban en todo. Como si en verdad, en otra era u otro tiempo fueran de verdad hermanas, aunque ahora no lo fuera así.
-Buenas tardes señor…-Comenzó a comentar Lauriel mientras miraba los ojos de aquel joven. Aaryn la siguió diciendo tras de ella “Buenas tardes” e inmediatamente se puso el evaluador al lado del joven, Lauriel y Aaryn se colocaron una del lado de la otra. Parecían que iban a ser evaluadas en ese mismo instante.
-Bien señoritas, según este joven necesita servicio para su domicilio…-sonrió de una manera débil mientras se recolocaba las lentes sobre el puente de la nariz con un movimiento seco de su dedo índice-…Bien….Comiencen diciéndonos…eh…Señorita Aaryn Wellishmane, díganos dos de los objetivos de una doncella.
*Los…deberes…u objetivos, son….-se relamió los labios intentando recordarlas, siempre se las olvidaba cuando llegaban a preguntárselo en público o en mitad de toda la clase, sus manos comenzaban a sudar de lo nerviosa que se estaba poniendo por dejar tanto tiempo aquel silencio incomodo, miro fugaz de reojo a su amiga y después miro al evaluador: … Uno de los objetivos es…satisfacer una necesidad real…o cualquiera que se le ordene…y…-suspiro creyendo que esa era una de los objetivos- …y otro es esfuerzo y satisfacción en ambos sentidos como en sirviente y amo….-Volvió a mirar de reojo a su amiga/hermanastra y solamente vio que emitía una suave sonrisa como en complicidad. Exacto, ahora le sonaban.
-Oh, muy bien, muy bien…-Dijo el evaluador sin dejar su actitud neutra y extraña-….Ahora…Señorita que me quiero escapar para no ser doncella y ser una magnifica cantante de ópera….-suspiro replicando-….Sabe usted decirme….-Aquello ya era sarcástico, pero era tal la fama que tenía en la escuela esa de poca monta, que hasta el evaluador que apenas le veía por la escuela, la tomaba a burla-… ¿Cuáles son los tres aspectos que deben cuidarse? … Si es tan amable…
-Evidentemente, el aspecto físico, el afectivo y el intelectual….-suspiro cruzándose de brazos, pero al ver la mirada celeste que la estaban mirando, volvió a su posición de sumisa como si temiera que la pegaran por no responder.
-¿Y consisten en….?-Aquel hombre la estaba desquiciando, le gustaría que algún vampiro de esos de los relatos de los que les gusta a Aaryn leer de noche, saliera de sus libros y se cargaran al maldito evaluador que la estaba dando la tarde-
-¿Por qué tus vampiros de esos libros que lees, no salen para que me mejoren el día?-Sarcástica sin querer, se dirigió a su amiga que bajo el rostro tímida y avergonzada como si tuviera la culpa de no poder sacarlos del libro, pero Lauriel tan solo se concentró en el zoquete del evaluador:
-Físico, tener buena imagen, estar bien arreglada sin ningún desperfecto
Afectivo, Nada de amores ni relaciones o ni sueños platónicos hacia el dueño o amo de la casa…ni hacia ninguno de los presentes o residentes de la casa…
Intelectual, Participación y ser siempre el la…-el evaluador la paro por su vocabulario, pero la dejo seguir-…solucionar el problema de las personas que lo soliciten, como si fuera propio….-Finalmente resoplo con lentitud, quedándose de nuevo al lado de Aaryn y esperando algo, algún comentario del evaluador, pero solo veían tomar apuntes.
-Gracias señoritas, pueden seguir hablando con el joven….-Mostro su mal y finalizado talante hacia los que tenía alrededor, Lauriel vio de reojo el exterior por las ventanas. Vio unos pajarillos volar a través del amplio cielo.
Deseaba ser libre….
Aaryn Wellishmane- Humano Clase Media
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Fecha de inscripción : 10/11/2013
Re: Nada espera al impaciente ||Privado
En cuanto pudo, se acercó al hombre que le había guíado hasta aquel lugar.
– Deseo hablar con el par que se encuentra ahí. Creo que son lo que estoy buscando para que ayuden en mi casa – Baptiste era el lobo en piel de oveja; si en un principio no le habían llamado la atención ninguna de las chicas, ahora ese par eran las que le interesaban para servir en su casa durante el tiempo que debiera permanecer en ella.
– Enseguida señor – el hombre solo toma una pequeña hoja para notas y entonces le indico que le siguiera, hasta que estuvieron frente a ellas y el vampiro realizo una reverencia ante ellas. Sus ojos viajaron de una a la otra y una sonrisa falsa se extendió por su rostro.
– Buenas tardes, señoritas – saludo al tiempo que su mirada se enfocaba en la que parecía ser la más segura de ambas, la que de las dos más llamaba su atención; pues la otra parecía a ratos un pequeño conejillo asustadizo, haciendole recordar a las chicas que sabían que morirían en sus manos y que trataban de evitar que les matara, intentando poner cara de mártires que al final no les servían para nada.
Los minutos siguientes mientras que el hombre tomaba notas, Baptiste permaneció escuchando las respuestas de ella. No le interesaba si aquel hombre las encontraba aptas o no, él y igual y lo que le dijeran optaría por ellas, la decisión ya estaba tomada en su mente y nada le haría cambiar de opinión.
La primera de ellas respondió correctamente la pregunta que se le realizo mientras que la otra, en un principio pareció un tanto molesta por tener que estar ahí. Habló a la otra algo acerca de los vampiros de los cuentos y una risita se escapo de los labios de Baptiste.
¿Qué pensaría ella de saber que un vampiro estaba frente a ellas? Quizás creería que era una broma de mal gusto y era mejor que pensaran eso a cualquier otra cosa que pudiera traer sus planes abajo. Ambas respondieron de la manera en la que debían y el evaluador les dio el consentimiento para que se quedaran los tres y el vampiro supiese más respecto a ellas.
Aguardo que el evaluador se alejara un tanto más de ellos mientras que continuaba mirando de una a otra y primeramente observo a la que él hombre llamo como Aaryn.
– Espero que seamos capaces de convivir de una manera adecuada cuando le vea en mi casa, señorita Wellishmane… – sin esperar respuesta de ella o algo más y creyendo haber dejado en claro su intención de que fuera a casa junto a él, le indico con una mano que se alejara de ellos y fue entonces que su mirada se centro en la otra – Lo siento pero no se tu nombre, ¿podrías decírmelo? … y me encantaría poder decirte lo que le he dicho a tu… ¿amiga? – le miro inquisitivo – pero no pude evitar darme cuenta de que al parecer no quieres ser doncella así que… – se encogió de hombros – creo que solo Aaryn se ira conmigo… – sus ojos se centraron en los ajenos entonces y sonrío – ¿Qué piensas de eso?
Ambas le habían interesado, pero aún así no estaba dispuesto a llevarse a una mujer que no quisiera hacer el trabajo como se debía. La infelicidad solo volvería su sangre amarga para él y de esa forma no le serviría tenerla a su lado. Por el contrario la otra, con su personalidad y lo temerosa que parecía sería una adquisición interesante. Solo faltaba ver que era lo que diría ella.
– Deseo hablar con el par que se encuentra ahí. Creo que son lo que estoy buscando para que ayuden en mi casa – Baptiste era el lobo en piel de oveja; si en un principio no le habían llamado la atención ninguna de las chicas, ahora ese par eran las que le interesaban para servir en su casa durante el tiempo que debiera permanecer en ella.
– Enseguida señor – el hombre solo toma una pequeña hoja para notas y entonces le indico que le siguiera, hasta que estuvieron frente a ellas y el vampiro realizo una reverencia ante ellas. Sus ojos viajaron de una a la otra y una sonrisa falsa se extendió por su rostro.
– Buenas tardes, señoritas – saludo al tiempo que su mirada se enfocaba en la que parecía ser la más segura de ambas, la que de las dos más llamaba su atención; pues la otra parecía a ratos un pequeño conejillo asustadizo, haciendole recordar a las chicas que sabían que morirían en sus manos y que trataban de evitar que les matara, intentando poner cara de mártires que al final no les servían para nada.
Los minutos siguientes mientras que el hombre tomaba notas, Baptiste permaneció escuchando las respuestas de ella. No le interesaba si aquel hombre las encontraba aptas o no, él y igual y lo que le dijeran optaría por ellas, la decisión ya estaba tomada en su mente y nada le haría cambiar de opinión.
La primera de ellas respondió correctamente la pregunta que se le realizo mientras que la otra, en un principio pareció un tanto molesta por tener que estar ahí. Habló a la otra algo acerca de los vampiros de los cuentos y una risita se escapo de los labios de Baptiste.
¿Qué pensaría ella de saber que un vampiro estaba frente a ellas? Quizás creería que era una broma de mal gusto y era mejor que pensaran eso a cualquier otra cosa que pudiera traer sus planes abajo. Ambas respondieron de la manera en la que debían y el evaluador les dio el consentimiento para que se quedaran los tres y el vampiro supiese más respecto a ellas.
Aguardo que el evaluador se alejara un tanto más de ellos mientras que continuaba mirando de una a otra y primeramente observo a la que él hombre llamo como Aaryn.
– Espero que seamos capaces de convivir de una manera adecuada cuando le vea en mi casa, señorita Wellishmane… – sin esperar respuesta de ella o algo más y creyendo haber dejado en claro su intención de que fuera a casa junto a él, le indico con una mano que se alejara de ellos y fue entonces que su mirada se centro en la otra – Lo siento pero no se tu nombre, ¿podrías decírmelo? … y me encantaría poder decirte lo que le he dicho a tu… ¿amiga? – le miro inquisitivo – pero no pude evitar darme cuenta de que al parecer no quieres ser doncella así que… – se encogió de hombros – creo que solo Aaryn se ira conmigo… – sus ojos se centraron en los ajenos entonces y sonrío – ¿Qué piensas de eso?
Ambas le habían interesado, pero aún así no estaba dispuesto a llevarse a una mujer que no quisiera hacer el trabajo como se debía. La infelicidad solo volvería su sangre amarga para él y de esa forma no le serviría tenerla a su lado. Por el contrario la otra, con su personalidad y lo temerosa que parecía sería una adquisición interesante. Solo faltaba ver que era lo que diría ella.
Raoul Zarkozi- Vampiro Clase Alta
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Re: Nada espera al impaciente ||Privado
Aaryn estaba escuchando como aquel muchacho que podría contratarlas, hablaba con su hermana desde una lejana distancia cuando le dijo que se alejase de ambos. Nadie sabía que ella tenía poderes sobrenaturales y que obedecía a las órdenes de la luna. Permanecía esperando a que fuera llamada nuevamente, acariciando sus cabellos lentamente, haciéndose una trenza en sus cabellos oscuros.
Mientras, Lauriel observaba con detenimiento a aquel sujeto que parecía querer vacilarla de un modo fácil, y ya quería separarla de Aaryn. Ósea sé, no, Aaryn tenía muchos secretos que por el momento no podía estar con nadie más que con ella misma-….Se te han acabado los recursos para amenazarme…-jacto-…que ya tienes que apartarme a mi hermana de mi lado…-levantando una ceja de su rostro-….y ni siquiera puede estar lejos de mí ni en un momento…-suspiro, no iba a decirle la razón de ello – Soy la mejor de esta penosa promoción junto con mi hermana, que puede prepararte tres salas en media hora, ordena sabanas por colores y orden de lavado, es bastante ordenada que en sus últimas practicas estuvo en cierto modo casi en peligro por lo ordenada que es…-encogió los hombros desinteresadamente-….pero ambas somos mejores aun…-se echa el pelo hacia atrás-….Yo limpio, mando y digo como deben de estar las cosas. La limpieza es algo que suelo tener mucho cuidado, Aaryn estornuda si se encuentra con algo de polvo, estornuda casi al punto de poder hacerse daño en las fosas nasales…-No la dejaba tocar el polvo ya que estropearía su olfato de loba. Amaba a Aaryn…y la seguiría amando y cuidando hasta que a ella le llegue la muerte natural o causada por extrañas circunstancias-….Tendrás de hecho que convencerme de que trabajemos para ti…-Con paso decidido se dirigió hacia su hermana, esta le miro y le ofreció una dulce sonrisa. A pesar de los años con ella, Lauriel le agrada y le inquietaba sus ojos bicolor. Tan bella y misteriosa, dulce y tímida. Dios bendiga a la persona quien cuide a Aaryn cuando ella no este con ella.
-¡Señorita Wellishmane! –Obviamente era el mentor que anteriormente las había estado evaluando, con precisión, con cautela ahora se acercaba a Lauriel quien había estado teniendo una conversación que ella misma había acortado por falta de interés. Hoy en día, las personas que venían buscando doncellas, parecían que fueran a subastas con vidas de personas en juego o simplemente como si estuvieran en un mercado de esclavos, pero el grito no la había sobresaltado tanto como le había pasado a Aaryn - ¡interrumpir la conversación con una persona que quiere contratarte, para poder seguir la tradición que ha seguido toda su familia….!
-…..¿Y? ¿Qué va a hacerme? –Aquellos gritos no estaban llegando a ninguna parte, quien estaba hablando con ella, era un subordinado de su tío, poco tendría que hacer para dejarla donde estaba-…Según las palabras ajenas de aquel caballero han sido sin lugar a dudas de poco contenido beneficiario para que me meta en razón que valgo para el puesto. No conozco el lugar o al menos un resumen de dicho lugar, después si mal no recuerdo, resalto, que sus palabras han marcado mi desinterés en este oficio…ahora…-ya dejo de mirar la cara seria y arrugada de aquel tipo para fijarse en la de aquel joven-….Aun no ha probado de que madera estoy hecha….-Caminaba lentamente, alejándose un poco del evaluador, fijándose en aquel que quería de sus servicios, pero que no se alejó de su hermana y querida Aaryn.
-Lau…-murmuro con suavidad Aaryn, acercándose a su hermana con tranquilidad e intentando que no calentara más el ambiente, después señalo con la cabeza que el consejo de la Orden a la que pertenecían estaba sentándose en los estrados frente a las “gradas” en donde habían permanecido sentadas/os todas/os viendo al joven de ojos azules.
-¿Qué hace el consejo aquí?-Lauriel inmediatamente aparto a su hermana de en medio, llevándola a una esquina para así poder tranquilizarla. Sabia de esas personas por la historia que Aaryn llevaba sobre sus hombros, pero no estaban relacionadas con ella ni con la profecía que ensombrecía la dulzura de Aaryn. Aaryn negó con confusión y los ojos estaban humedeciéndose, pero no lloraría frente a toda esa gente - …Tranquila Aaryn, no creo que estén aquí…por “eso” ¿vale? –Termino por abrazarla y para Aaryn no había otra cosa más gratificante que el afecto de su hermana.
-Puede que hayan escuchado de tu comportamiento con…aquel joven…-Aaryn miro con una sonrisa al joven de momentos atrás. Sus ojos azules se cruzaron con los celestes ajenos -…¿Te has fijado en el brillo de sus ojos al mirarte? –sonrió y se rio con tontuna en confidencia con Lauriel-…Creo que le gustas…Es lindo…-Sonrió levantando ambas cejas a su hermana, insinuándose, pero Lauriel, le corto el cuento enseguida.
-…Es solamente un tipo con mucha inteligencia, un chantajista que para conseguir la confianza de cualquiera…seguro que está ocultando algo con esa sonrisa falsa que se nota que la está forzando demasiado…-rodo los ojos, para terminar riendo con su hermana, aunque esta la medio forzó.
-A lo mejor….Es un vampiro….
-Aaryn…Deja…esas….tonterías para tu tiempo libre….Ahora estam…-Lauriel se calló al ver que su hermana estaba mordiéndose el labio inferior, señal de que había metido la pata-…Yo…Aaryn, no…-intento coger el brazo de su hermana pero no le dio tiempo ya que Aaryn salió de aquella sala antes de que alguien o ella misma pudiera pararla los pies.
¡Que estaban los del consejo! ¡Podrían cogerla…y –No...Aaryn…-Enseguida olvido su orgullo, Lauriel sabía que no era así de borde, pero algo la estaba poniendo nerviosa aquella tarde.
Mientras, Lauriel observaba con detenimiento a aquel sujeto que parecía querer vacilarla de un modo fácil, y ya quería separarla de Aaryn. Ósea sé, no, Aaryn tenía muchos secretos que por el momento no podía estar con nadie más que con ella misma-….Se te han acabado los recursos para amenazarme…-jacto-…que ya tienes que apartarme a mi hermana de mi lado…-levantando una ceja de su rostro-….y ni siquiera puede estar lejos de mí ni en un momento…-suspiro, no iba a decirle la razón de ello – Soy la mejor de esta penosa promoción junto con mi hermana, que puede prepararte tres salas en media hora, ordena sabanas por colores y orden de lavado, es bastante ordenada que en sus últimas practicas estuvo en cierto modo casi en peligro por lo ordenada que es…-encogió los hombros desinteresadamente-….pero ambas somos mejores aun…-se echa el pelo hacia atrás-….Yo limpio, mando y digo como deben de estar las cosas. La limpieza es algo que suelo tener mucho cuidado, Aaryn estornuda si se encuentra con algo de polvo, estornuda casi al punto de poder hacerse daño en las fosas nasales…-No la dejaba tocar el polvo ya que estropearía su olfato de loba. Amaba a Aaryn…y la seguiría amando y cuidando hasta que a ella le llegue la muerte natural o causada por extrañas circunstancias-….Tendrás de hecho que convencerme de que trabajemos para ti…-Con paso decidido se dirigió hacia su hermana, esta le miro y le ofreció una dulce sonrisa. A pesar de los años con ella, Lauriel le agrada y le inquietaba sus ojos bicolor. Tan bella y misteriosa, dulce y tímida. Dios bendiga a la persona quien cuide a Aaryn cuando ella no este con ella.
-¡Señorita Wellishmane! –Obviamente era el mentor que anteriormente las había estado evaluando, con precisión, con cautela ahora se acercaba a Lauriel quien había estado teniendo una conversación que ella misma había acortado por falta de interés. Hoy en día, las personas que venían buscando doncellas, parecían que fueran a subastas con vidas de personas en juego o simplemente como si estuvieran en un mercado de esclavos, pero el grito no la había sobresaltado tanto como le había pasado a Aaryn - ¡interrumpir la conversación con una persona que quiere contratarte, para poder seguir la tradición que ha seguido toda su familia….!
-…..¿Y? ¿Qué va a hacerme? –Aquellos gritos no estaban llegando a ninguna parte, quien estaba hablando con ella, era un subordinado de su tío, poco tendría que hacer para dejarla donde estaba-…Según las palabras ajenas de aquel caballero han sido sin lugar a dudas de poco contenido beneficiario para que me meta en razón que valgo para el puesto. No conozco el lugar o al menos un resumen de dicho lugar, después si mal no recuerdo, resalto, que sus palabras han marcado mi desinterés en este oficio…ahora…-ya dejo de mirar la cara seria y arrugada de aquel tipo para fijarse en la de aquel joven-….Aun no ha probado de que madera estoy hecha….-Caminaba lentamente, alejándose un poco del evaluador, fijándose en aquel que quería de sus servicios, pero que no se alejó de su hermana y querida Aaryn.
-Lau…-murmuro con suavidad Aaryn, acercándose a su hermana con tranquilidad e intentando que no calentara más el ambiente, después señalo con la cabeza que el consejo de la Orden a la que pertenecían estaba sentándose en los estrados frente a las “gradas” en donde habían permanecido sentadas/os todas/os viendo al joven de ojos azules.
-¿Qué hace el consejo aquí?-Lauriel inmediatamente aparto a su hermana de en medio, llevándola a una esquina para así poder tranquilizarla. Sabia de esas personas por la historia que Aaryn llevaba sobre sus hombros, pero no estaban relacionadas con ella ni con la profecía que ensombrecía la dulzura de Aaryn. Aaryn negó con confusión y los ojos estaban humedeciéndose, pero no lloraría frente a toda esa gente - …Tranquila Aaryn, no creo que estén aquí…por “eso” ¿vale? –Termino por abrazarla y para Aaryn no había otra cosa más gratificante que el afecto de su hermana.
-Puede que hayan escuchado de tu comportamiento con…aquel joven…-Aaryn miro con una sonrisa al joven de momentos atrás. Sus ojos azules se cruzaron con los celestes ajenos -…¿Te has fijado en el brillo de sus ojos al mirarte? –sonrió y se rio con tontuna en confidencia con Lauriel-…Creo que le gustas…Es lindo…-Sonrió levantando ambas cejas a su hermana, insinuándose, pero Lauriel, le corto el cuento enseguida.
-…Es solamente un tipo con mucha inteligencia, un chantajista que para conseguir la confianza de cualquiera…seguro que está ocultando algo con esa sonrisa falsa que se nota que la está forzando demasiado…-rodo los ojos, para terminar riendo con su hermana, aunque esta la medio forzó.
-A lo mejor….Es un vampiro….
-Aaryn…Deja…esas….tonterías para tu tiempo libre….Ahora estam…-Lauriel se calló al ver que su hermana estaba mordiéndose el labio inferior, señal de que había metido la pata-…Yo…Aaryn, no…-intento coger el brazo de su hermana pero no le dio tiempo ya que Aaryn salió de aquella sala antes de que alguien o ella misma pudiera pararla los pies.
¡Que estaban los del consejo! ¡Podrían cogerla…y –No...Aaryn…-Enseguida olvido su orgullo, Lauriel sabía que no era así de borde, pero algo la estaba poniendo nerviosa aquella tarde.
Aaryn Wellishmane- Humano Clase Media
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Fecha de inscripción : 10/11/2013
Re: Nada espera al impaciente ||Privado
Esa muchacha frente a la cual se encontraba era terca, tan solo debía verle la cara para saber que sería todo un reto convencerle de que era la oportunidad que estaban buscando para que ellas salieran de aquel lugar juntas, pero si seguía en esa actitud, lo único que conseguiría sería hacer que el inmortal se llevara a la hermana. El olor de la chica no había pasado desapercibido para Baptiste y estaba seguro de que el suyo tampoco para ella, pero por la manera en la que se comporto antes al estar frente a él, le parecía evidente que no le molestaba la naturaleza que él poseía y bien podría aceptar que ella fuese un chucho si cumplía con todo lo que Baptiste esperaba.
– ¿Agotarse mis recursos? Pero no seas tonta, eso es imposible y solo he intentado ser amable contigo ya que después de todo quienes decidirán si se va o no conmigo serán las personas encargadas de este lugar y tu no tienes ni voz ni voto en esas decisiones – le sonrío con descaro, quería hacerle notar que aunque detestara la idea ella no sería jamás nada más que una simple y sencilla doncella – Si se hacen daño no me interesa, después de todo están aquí y ese es su trabajo, si quiero llevarla conmigo lo haré y no importa lo que pienses al respecto – estaba perdiendo el interés rápidamente en esa muchacha, ahora solo quería a la que tenia olor a lobo y se mantenía al pendiente mucho más lejos de donde estaban ellos. La mirada de Baptiste perdió a la que estaba frente a si para buscar a la otra y sonreír mientras le veía peinarse una trenza; solo cuando se dio vuelta la que estaba frente a él y comenzó a alejarse de él fue que rió por lo bajo – Veremos entonces quien se queda con ella… – le parecía divertido arrancar de las manos de esa engreída a su hermana que en definitiva no era nada parecida a ella.
Baptiste se alejó para recargarse en una pared de aquel sitio, mientras que él hombre que antes le llevó hasta ellas se acercaba.
– Lo lamento tanto, le daremos su merecido ya lo vera usted –
– Descuide – sonrió como si nada de aquello le importara realmente – yo sé que realmente la decisión de ella no tiene peso en estas situaciones, y la que me interesa es la otra – aquel hombre asintió.
– Aaryn es de lo mejor y no es nada como su hermana, ahora, si me disculpa –
El inmortal asintió a lo que el hombre decía y estuvo pendiente de la conversación que tenía con aquella mujer y la manera en la que ella era.
No perdió detalle de lo que decían tampoco ellas al estar hablando de manera tan confidencial y no pudo evitar reír y mirar a Aaryn cuando ella le observo. Él poseía gustos mucho mejores que la hermana orgullosa que ella tenía pero cuando le escucho hablar de vampiros fue entonces cuando supo que no existía razón para ocultarle lo que era o si quiera intentarlo pues ella lo sabía. Agradeció además la presencia del consejo, pues estaba seguro de que ellos harían justamente lo que esperaba.
Antes de que alguna otra cosa sucediera no pudo evitar sonreír al ver como las hermanas se alejaban, igual algo le decía que era cuestión de tiempo para que ellas terminaran separadas.
– ¿Agotarse mis recursos? Pero no seas tonta, eso es imposible y solo he intentado ser amable contigo ya que después de todo quienes decidirán si se va o no conmigo serán las personas encargadas de este lugar y tu no tienes ni voz ni voto en esas decisiones – le sonrío con descaro, quería hacerle notar que aunque detestara la idea ella no sería jamás nada más que una simple y sencilla doncella – Si se hacen daño no me interesa, después de todo están aquí y ese es su trabajo, si quiero llevarla conmigo lo haré y no importa lo que pienses al respecto – estaba perdiendo el interés rápidamente en esa muchacha, ahora solo quería a la que tenia olor a lobo y se mantenía al pendiente mucho más lejos de donde estaban ellos. La mirada de Baptiste perdió a la que estaba frente a si para buscar a la otra y sonreír mientras le veía peinarse una trenza; solo cuando se dio vuelta la que estaba frente a él y comenzó a alejarse de él fue que rió por lo bajo – Veremos entonces quien se queda con ella… – le parecía divertido arrancar de las manos de esa engreída a su hermana que en definitiva no era nada parecida a ella.
Baptiste se alejó para recargarse en una pared de aquel sitio, mientras que él hombre que antes le llevó hasta ellas se acercaba.
– Lo lamento tanto, le daremos su merecido ya lo vera usted –
– Descuide – sonrió como si nada de aquello le importara realmente – yo sé que realmente la decisión de ella no tiene peso en estas situaciones, y la que me interesa es la otra – aquel hombre asintió.
– Aaryn es de lo mejor y no es nada como su hermana, ahora, si me disculpa –
El inmortal asintió a lo que el hombre decía y estuvo pendiente de la conversación que tenía con aquella mujer y la manera en la que ella era.
No perdió detalle de lo que decían tampoco ellas al estar hablando de manera tan confidencial y no pudo evitar reír y mirar a Aaryn cuando ella le observo. Él poseía gustos mucho mejores que la hermana orgullosa que ella tenía pero cuando le escucho hablar de vampiros fue entonces cuando supo que no existía razón para ocultarle lo que era o si quiera intentarlo pues ella lo sabía. Agradeció además la presencia del consejo, pues estaba seguro de que ellos harían justamente lo que esperaba.
Antes de que alguna otra cosa sucediera no pudo evitar sonreír al ver como las hermanas se alejaban, igual algo le decía que era cuestión de tiempo para que ellas terminaran separadas.
Raoul Zarkozi- Vampiro Clase Alta
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Fecha de inscripción : 08/11/2013
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Re: Nada espera al impaciente ||Privado
Entró de manera apresurada a aquel gran salón, llegaba tarde a la contratación de doncellas y todo gracias a Iker que se distrajo en cosas sin sentido para decir al final que no le acompañaría a ningún sitio, que se fuera por su cuenta. El mayor de los hermanos Uroz le regaño tanto como pudo y después salió en dirección al lugar en el cual se le indico que sería la reunión aquella.
-Gracias Iker…- susurró para si, entrando en la enorme sala donde las doncellas estaba ya en grupos, hablando con sus posibles empleadores y para él que había quedado, nada. Al parecer ahora debería aguardar a que alguna de ellas fuera rechazada o no contratada y de esa manera sería como tendrían la doncella que estaban buscando. Los hermanos Uroz no necesitaban grandes cosas, pero eran un tanto descuidados y era esa la razón por la que decidieron que contratar a alguien sería lo indicado; era eso o terminar viviendo en un completo hacinamiento. Anduvo unos minutos entre las doncellas y los hombres que hablaban, sin saber si ese día encontraría lo que estaba buscando hasta que un hombre se acerco hasta él. -Si busca doncella esta usted en el lugar indicado- El mayor de los Uroz hizo una reverencia a aquel que tan amablemente se dirigía a él. -Efectivamente, estoy buscando quien pueda ayudarnos en casa- quien se dirigía a Rainer era precisamente uno de los hombres del consejo, sonrió al Uroz. -Vera que encontraremos lo que esta buscando- No dijo más, pues entonces se alejo junto a otro grupo de personas, quienes a juzgar por la manera en la que miraban a las doncellas y recibían información de aquellos que hablaban con los señores y señoras presentes, debían ser los miembros del consejo.
Suspiró al verse una vez más solo en aquel lugar, estaba tan fuera de contexto que deseaba salir de aquel lugar pero no podía hacer semejante cosa, antes era necesario que aguardara y viera si cabía la remota posibilidad de irse acompañado a casa, no iba a darse por vencido tan fácil. Llegaría a casa con una doncella, todo para mostrarle a Iker que a pesar de haberle hecho llegar tarde cumplió su propósito.
-Gracias Iker…- susurró para si, entrando en la enorme sala donde las doncellas estaba ya en grupos, hablando con sus posibles empleadores y para él que había quedado, nada. Al parecer ahora debería aguardar a que alguna de ellas fuera rechazada o no contratada y de esa manera sería como tendrían la doncella que estaban buscando. Los hermanos Uroz no necesitaban grandes cosas, pero eran un tanto descuidados y era esa la razón por la que decidieron que contratar a alguien sería lo indicado; era eso o terminar viviendo en un completo hacinamiento. Anduvo unos minutos entre las doncellas y los hombres que hablaban, sin saber si ese día encontraría lo que estaba buscando hasta que un hombre se acerco hasta él. -Si busca doncella esta usted en el lugar indicado- El mayor de los Uroz hizo una reverencia a aquel que tan amablemente se dirigía a él. -Efectivamente, estoy buscando quien pueda ayudarnos en casa- quien se dirigía a Rainer era precisamente uno de los hombres del consejo, sonrió al Uroz. -Vera que encontraremos lo que esta buscando- No dijo más, pues entonces se alejo junto a otro grupo de personas, quienes a juzgar por la manera en la que miraban a las doncellas y recibían información de aquellos que hablaban con los señores y señoras presentes, debían ser los miembros del consejo.
Suspiró al verse una vez más solo en aquel lugar, estaba tan fuera de contexto que deseaba salir de aquel lugar pero no podía hacer semejante cosa, antes era necesario que aguardara y viera si cabía la remota posibilidad de irse acompañado a casa, no iba a darse por vencido tan fácil. Llegaría a casa con una doncella, todo para mostrarle a Iker que a pesar de haberle hecho llegar tarde cumplió su propósito.
Rainer/Iker Uroz- Licántropo Clase Media
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Fecha de inscripción : 10/01/2014
Re: Nada espera al impaciente ||Privado
A menos que las vísperas de invierno cesaran pronto, no entendería el porqué de esa actitud con ella. Lauriel se preocupaba de que su hermana no cayera en malas manos, ni que aquel que tuviera relación con el pasado de Aaryn la matara o simplemente le hiciera pasar un infierno. Quería que pudiera ejercer un trabajo digno sin caer en lo vulgar, que tuviera toda la protección del mundo –Aaryn…-Lauriel se acercaba con pies pesados hacia su hermana que desprendía las ultimas lagrimas del crepúsculo, ella, por empatizarse con ella se sintió inundada de la tristeza de su hermana, pero no llegaba a llorar como estaba haciendo Aaryn ahora -…Lo...lo siento…-Se acercó a ella, envolviéndola en un caluroso abrazo que no fue rechazado-….Esta…genial que pienses así…pero…-Quería continuar hablando pero los ojos bicolor de su hermana hicieron que parase de hablar.
-¿Pero qué?-Dijo con cierta sequedad. Aaryn respondió con los ojos rojos, parecía que los tenia enrojecidos de tanto llorar pero siguió mirando a su hermana-….¿Soy una loca?
-No, no lo eres….-Lauriel le beso la frente para que pudiera mirarle a los ojos-…Esta genial que te guste la ficción y lo sobrenatural…-Vio a su hermana levantarse rápidamente, pero Lauriel seguiría hablándole-….hay seguro más personas que tú que piensen así, o que tenga estas aficiones….-Lauriel se levanta lentamente-…pero hay personas viles y crueles, no sabemos con quién nos van a ceder el mandato o nos van a mandar…-se dirigió a su hermana pero esta se movió hacia otra parte- quédate en un sitio, estoy hablándote!
-¡Lauriel, de verdad piensas que estoy loca!
-¡No, no lo pienso! –Dijo con insistencia, vio a su hermana entrar en un estado de nervios que la estaban traicionando y mismamente aprovecho la situación para situarse al lado de su hermana-….Lo único que quiero es que nada te pase, que estés en una casa en la que te sientas cómoda, haciendo tu trabajo y sin correr peligro alguno…-Lauriel simplemente se quedó viendo a Aaryn, se secó unas lágrimas que salían atrevidas-….lo único…-fue abrazando a su hermana, con lo que después la correspondió sin pega alguna-….que tienes que hacer es disminuir tus aficiones en público…y sacarlas cuando estés en privado…o si no…ya no seré yo quien conozca tus pasatiempos…-se separó para sujetarla de los hombros-….y…sinceramente, yo no soy ellos y ellos no serán yo misma…
-….-Aaryn estaba escuchando las palabras de su hermana, en parte se sentía avergonzada-…Lo siento…-mostro una disculpa pese a su comportamiento. Era verdad, Lauriel se había dedicado siempre a cuidarla frente a todo pronóstico que avecinase tormenta en general. Ella no la salvo de que la violaran, pero la prometió que aquello no volvería a pasar.
-¿Quieres pasear antes de volver? –La voz caramelizada de Lauriel resonó en los tímpanos de Aaryn, pero la respuesta fue negativa con lo que Lauriel asintió, soltó aire, sintiéndose excitada y nerviosa al mismo tiempo. Le limpio unas lágrimas a su hermana, la recoloco parte de su vestido para que estuviera presente-….Ya…estas perfecta….-sonríe abrazándola, estuvieron así unos largos minutos en los que Lauriel no se separó de Aaryn. Sentía que la iba a perder.
-Lauriel…Aaryn…..-Para las chicas, aquella voz era reconocida.
El hermano del padre de ambas muchachas las saludo con estabilidad. Era un hombre de ojos claros, tez pálida sonrosada y un hermoso cabello castaño tirando para oscuro. En su rostro se veían los años por los que aquella persona había pasado, por tantos que sinceramente sus sobrinas habrían perdido la cuenta. Aquel estaba frente a ellas, era quien dirigía el centro de aprendizaje en el que ambas muchachas dejarían pronto sus puertas y sus habitaciones. Seguramente esperarían a que el llegara para que los del consejo empezaran con el proceso de eliminación, pero solamente se quedó mirándolas con una sonrisa amplia-…..Desde que os vi nacer a ambas, nunca me he podido sentir más orgulloso de poder llamaros mis sobrinas y que siempre, pase lo que pase, lo seréis siendo y siempre, por si necesitáis ayuda, aquí ando para lo que sea. Supuestamente, debería entrar ahora mismo, pero no estáis dentro de la sala..
-Pero tío ¿Qué se celebra? ¿Qué hace el consejo aquí? –Lauriel hablo por su hermana, hubiera querido no hacerlo pero parecía que era ya inercia pura, pero escucho a su hermana reír.
-El consejo ha venido para abrir el caso de una doncella que ha muerto recientemente a las afueras de la escuela cuando se le dijo que permaneciera dentro…-Su tío estaba informando a ambas pero paro cuando vio a Aaryn morderse las uñas, Lauriel la paro inmediatamente-…Así que, para que no tengamos más problemas, deberíamos entrar….-suspira lentamente su tío para abrir la puerta y entrar con sus sobrinas, las vio subir hacia donde estaban las doncellas que después de solucionar el asunto del asesinato, seguirían con la selección para cada doncella.
-¿Qué crees que dirá el tío sobre esto..? –Aaryn tenía curiosidad por saber qué dirían. No había ninguna doncella asesinada, sino, que era ella misma a la que habían “matado” hasta que Lauriel la encontró deambulando tras ser violada en los vestuarios y después en los bosques. Simplemente Lauriel la miro preocupada, pero detrás de Aaryn vio la mirada celeste de aquel con el que había hablado antes, en uno de los palcos de aquella sala, pero al lado del de ojos celestes, había un personaje nuevo en la sala que no lo había visto antes. Por unos segundos creyó que el viento se había parado y que el mazo no había golpeado en el estrado en donde el consejo había decidido comenzar el “juicio” Lauriel desvió su mirada, enseguida la curiosidad volvió a ser enfado y a ponerse en guardia. Tomo la mano de su hermana la cual no soltó por el momento.
-Pase lo que pase…Aaryn…-Miro de reojo a su hermana para después mirar a su mirada bicolor-….el sinsajo siempre trae esperanza a aquellos que la merecen…-con esas palabras que fueron dichas con delicadeza, volvió su mirada hacia delante, hacia el jurado. Aaryn asintió en lo que decía su hermana, aquella que siempre la había protegido y que por dichas del destino, posiblemente, no volverían a verse la una a la otra.
-Llamo al estrado a la señorita Aaryn Wellishmane…
-¡No! –Lauriel por acto reflejo se levantó de su asiento, todos se habían fijado en ella, su hermana tiraba de ella para que se sentara de nuevo-…Ella…no…
-Señorita Wellishmane, recientemente ha humillado a un importante cliente con su osado temperamento, así que esperemos que se mantenga a raya si es que no quiere salir mal parada esta vez…y recibir 15 latigazos en la plaza central…-aquel hombre abrió un archivo-….y no será en la plaza de este recinto sino en la plaza central de Paris….-Dijo para terminar aquel hombre. Aaryn sabía que tenía que levantarse e ir hacia el estrado, pero igual le costaba levantarse. Lo que hubiera sido un discurso bien ensayado no llego a ser observado.
-Lau…-seguía tirando de su hermana hasta que pudo hacerla sentar en su sitio y ella por fin levantarse-…No pasará nada….-Con aquellas palabras, Aaryn con la atención de todos, fue bajando abajo para ponerse en el centro, en un pequeño altillo que la elevaba, igualándola con el estrado.
-Señorita Wellishmane, ¿jura decir la verdad y nada más que la verdad?
-…-se lamio los labios, se sentía nerviosa-….A-acepto…
-¿Cómo? Hable más fuerte, por favor….
-A-ACEPTO…-Dijo más fuerte y claro.
¿Qué desdicha habría encontrado el jurado para romper una unión fraternal?
-¿Pero qué?-Dijo con cierta sequedad. Aaryn respondió con los ojos rojos, parecía que los tenia enrojecidos de tanto llorar pero siguió mirando a su hermana-….¿Soy una loca?
-No, no lo eres….-Lauriel le beso la frente para que pudiera mirarle a los ojos-…Esta genial que te guste la ficción y lo sobrenatural…-Vio a su hermana levantarse rápidamente, pero Lauriel seguiría hablándole-….hay seguro más personas que tú que piensen así, o que tenga estas aficiones….-Lauriel se levanta lentamente-…pero hay personas viles y crueles, no sabemos con quién nos van a ceder el mandato o nos van a mandar…-se dirigió a su hermana pero esta se movió hacia otra parte- quédate en un sitio, estoy hablándote!
-¡Lauriel, de verdad piensas que estoy loca!
-¡No, no lo pienso! –Dijo con insistencia, vio a su hermana entrar en un estado de nervios que la estaban traicionando y mismamente aprovecho la situación para situarse al lado de su hermana-….Lo único que quiero es que nada te pase, que estés en una casa en la que te sientas cómoda, haciendo tu trabajo y sin correr peligro alguno…-Lauriel simplemente se quedó viendo a Aaryn, se secó unas lágrimas que salían atrevidas-….lo único…-fue abrazando a su hermana, con lo que después la correspondió sin pega alguna-….que tienes que hacer es disminuir tus aficiones en público…y sacarlas cuando estés en privado…o si no…ya no seré yo quien conozca tus pasatiempos…-se separó para sujetarla de los hombros-….y…sinceramente, yo no soy ellos y ellos no serán yo misma…
-….-Aaryn estaba escuchando las palabras de su hermana, en parte se sentía avergonzada-…Lo siento…-mostro una disculpa pese a su comportamiento. Era verdad, Lauriel se había dedicado siempre a cuidarla frente a todo pronóstico que avecinase tormenta en general. Ella no la salvo de que la violaran, pero la prometió que aquello no volvería a pasar.
-¿Quieres pasear antes de volver? –La voz caramelizada de Lauriel resonó en los tímpanos de Aaryn, pero la respuesta fue negativa con lo que Lauriel asintió, soltó aire, sintiéndose excitada y nerviosa al mismo tiempo. Le limpio unas lágrimas a su hermana, la recoloco parte de su vestido para que estuviera presente-….Ya…estas perfecta….-sonríe abrazándola, estuvieron así unos largos minutos en los que Lauriel no se separó de Aaryn. Sentía que la iba a perder.
-Lauriel…Aaryn…..-Para las chicas, aquella voz era reconocida.
El hermano del padre de ambas muchachas las saludo con estabilidad. Era un hombre de ojos claros, tez pálida sonrosada y un hermoso cabello castaño tirando para oscuro. En su rostro se veían los años por los que aquella persona había pasado, por tantos que sinceramente sus sobrinas habrían perdido la cuenta. Aquel estaba frente a ellas, era quien dirigía el centro de aprendizaje en el que ambas muchachas dejarían pronto sus puertas y sus habitaciones. Seguramente esperarían a que el llegara para que los del consejo empezaran con el proceso de eliminación, pero solamente se quedó mirándolas con una sonrisa amplia-…..Desde que os vi nacer a ambas, nunca me he podido sentir más orgulloso de poder llamaros mis sobrinas y que siempre, pase lo que pase, lo seréis siendo y siempre, por si necesitáis ayuda, aquí ando para lo que sea. Supuestamente, debería entrar ahora mismo, pero no estáis dentro de la sala..
-Pero tío ¿Qué se celebra? ¿Qué hace el consejo aquí? –Lauriel hablo por su hermana, hubiera querido no hacerlo pero parecía que era ya inercia pura, pero escucho a su hermana reír.
-El consejo ha venido para abrir el caso de una doncella que ha muerto recientemente a las afueras de la escuela cuando se le dijo que permaneciera dentro…-Su tío estaba informando a ambas pero paro cuando vio a Aaryn morderse las uñas, Lauriel la paro inmediatamente-…Así que, para que no tengamos más problemas, deberíamos entrar….-suspira lentamente su tío para abrir la puerta y entrar con sus sobrinas, las vio subir hacia donde estaban las doncellas que después de solucionar el asunto del asesinato, seguirían con la selección para cada doncella.
-¿Qué crees que dirá el tío sobre esto..? –Aaryn tenía curiosidad por saber qué dirían. No había ninguna doncella asesinada, sino, que era ella misma a la que habían “matado” hasta que Lauriel la encontró deambulando tras ser violada en los vestuarios y después en los bosques. Simplemente Lauriel la miro preocupada, pero detrás de Aaryn vio la mirada celeste de aquel con el que había hablado antes, en uno de los palcos de aquella sala, pero al lado del de ojos celestes, había un personaje nuevo en la sala que no lo había visto antes. Por unos segundos creyó que el viento se había parado y que el mazo no había golpeado en el estrado en donde el consejo había decidido comenzar el “juicio” Lauriel desvió su mirada, enseguida la curiosidad volvió a ser enfado y a ponerse en guardia. Tomo la mano de su hermana la cual no soltó por el momento.
-Pase lo que pase…Aaryn…-Miro de reojo a su hermana para después mirar a su mirada bicolor-….el sinsajo siempre trae esperanza a aquellos que la merecen…-con esas palabras que fueron dichas con delicadeza, volvió su mirada hacia delante, hacia el jurado. Aaryn asintió en lo que decía su hermana, aquella que siempre la había protegido y que por dichas del destino, posiblemente, no volverían a verse la una a la otra.
El Consejo se reúne para verificar los hechos pasados la anterior noche. Eran siete, entre ellos en cabeza, Mayior Wellishmane, el tío de Aaryn y Lauriel Wellismane.
De izquierda a derecha, sus apariencias era de lo más extraño. Había uno cerca de su tío, un hombre con cicatrices por encima de su parpado izquierdo, otro con gafas enormes con cristal de culo de vaso y uno, que parecía más joven que el resto. Esto no le olía bien a Lauriel.
Todo el mundo guarda silencio hasta que dan el tercer mazazo sobre la madera de aquel estado.
De izquierda a derecha, sus apariencias era de lo más extraño. Había uno cerca de su tío, un hombre con cicatrices por encima de su parpado izquierdo, otro con gafas enormes con cristal de culo de vaso y uno, que parecía más joven que el resto. Esto no le olía bien a Lauriel.
Todo el mundo guarda silencio hasta que dan el tercer mazazo sobre la madera de aquel estado.
-Llamo al estrado a la señorita Aaryn Wellishmane…
-¡No! –Lauriel por acto reflejo se levantó de su asiento, todos se habían fijado en ella, su hermana tiraba de ella para que se sentara de nuevo-…Ella…no…
-Señorita Wellishmane, recientemente ha humillado a un importante cliente con su osado temperamento, así que esperemos que se mantenga a raya si es que no quiere salir mal parada esta vez…y recibir 15 latigazos en la plaza central…-aquel hombre abrió un archivo-….y no será en la plaza de este recinto sino en la plaza central de Paris….-Dijo para terminar aquel hombre. Aaryn sabía que tenía que levantarse e ir hacia el estrado, pero igual le costaba levantarse. Lo que hubiera sido un discurso bien ensayado no llego a ser observado.
-Lau…-seguía tirando de su hermana hasta que pudo hacerla sentar en su sitio y ella por fin levantarse-…No pasará nada….-Con aquellas palabras, Aaryn con la atención de todos, fue bajando abajo para ponerse en el centro, en un pequeño altillo que la elevaba, igualándola con el estrado.
-Señorita Wellishmane, ¿jura decir la verdad y nada más que la verdad?
-…-se lamio los labios, se sentía nerviosa-….A-acepto…
-¿Cómo? Hable más fuerte, por favor….
-A-ACEPTO…-Dijo más fuerte y claro.
¿Qué desdicha habría encontrado el jurado para romper una unión fraternal?
Aaryn Wellishmane- Humano Clase Media
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Fecha de inscripción : 10/11/2013
Re: Nada espera al impaciente ||Privado
Se había mantenido al margen a pesar del olor a lobo pestilente que paso cerca de él. Un nuevo sujeto ingresaba en la sala dejando tras de si, ese característico aroma de los licántropos pero eso no era importante en aquellos momentos o al menos no tanto como se pudiese pensar para un vampiro. Su atención seguía enfocada en descubrir la manera de hacer separar a aquellas hermanas, no era que realmente deseara hacer algo como eso pero el que una de ellas, la tal Lauriel fuese tan grosera con él le despertó para hacerle rabiar un rato y esperar que sufriera; desafortunadamente para ella, había mostrado su punto débil al hablar de su hermana y eso sería algo que Baptiste no desperdiciaría y haría todo cuanto estuviera en su mano porque se fueran para diferentes lados aun a pesar de que no se quedara con alguna.
Sonrió divertido, escuchando todo cuanto pasaba y enterándose de una o dos cosas que no debería de saber, pero que igual supo gracias a su condición de vampiro.
– Las cosas van a estar mucho mejor de lo que esperaba – susurro para si mismo, aguardando que se desatara el “caos” en aquel lugar. Bien no era un caos como los que estaba acostumbrado a ver o tratar, pero para todos aquellos simples humanos que estaban para pasar una noche eligiendo doncellas, sería demasiado inesperado enterarse de todo aquello. Por su parte, pensaba en mantener todo en secreto, quizás escuchar tanto como le fuera posible y después usar esas cosas en su propio beneficio si es que existía algo que pudiese usar.
No hizo nada más, se mantuvo al margen y claro, busco a aquellas hermanas siempre que pudo. No iba a perderles de vista aunque eso le costara más que nunca. Tenía planes para ellas y eso sería otra parte divertida en aquella noche; Baptiste estaba emocionado como en otras pocas ocasiones, lograr su cometido claro, sería la culminación de aquella emoción.
Una vez que las hermanas regresaron a la sala y que todo se estaba preparando para el juicio que solo unos cuantos hombres y Baptiste sabían sonrío. Siguió con la mirada a aquel par hasta que su mirada se topo nuevamente con Lauriel y le dedico una sonrisa mucho mayor a las anteriores e incluso se atrevió a levantar una mano para saludarle, gesto que a su parecer molesto mucho más a la doncella y se tradujo como una risa oculta entre los labios del vampiro.
Todos fueron llevados a tomar asiento, se mantuvo lejos del chucho pero cerca de la “acción”. Los presentes no dejaban de cuestionarse entre los conocidos y los cercanos sobre el motivo por el cuál se daba algo como aquello, mientras que el Zarkozi, solo esperaba porque se callaran y diera inicio el show.
Los golpes indicaron el inicio del juicio y él solo se acomodo en su asiento, ya vería al avanzar todo como es que haría para separar al par, aunque tal vez al final, no sería del todo necesario.
Sonrió divertido, escuchando todo cuanto pasaba y enterándose de una o dos cosas que no debería de saber, pero que igual supo gracias a su condición de vampiro.
– Las cosas van a estar mucho mejor de lo que esperaba – susurro para si mismo, aguardando que se desatara el “caos” en aquel lugar. Bien no era un caos como los que estaba acostumbrado a ver o tratar, pero para todos aquellos simples humanos que estaban para pasar una noche eligiendo doncellas, sería demasiado inesperado enterarse de todo aquello. Por su parte, pensaba en mantener todo en secreto, quizás escuchar tanto como le fuera posible y después usar esas cosas en su propio beneficio si es que existía algo que pudiese usar.
No hizo nada más, se mantuvo al margen y claro, busco a aquellas hermanas siempre que pudo. No iba a perderles de vista aunque eso le costara más que nunca. Tenía planes para ellas y eso sería otra parte divertida en aquella noche; Baptiste estaba emocionado como en otras pocas ocasiones, lograr su cometido claro, sería la culminación de aquella emoción.
Una vez que las hermanas regresaron a la sala y que todo se estaba preparando para el juicio que solo unos cuantos hombres y Baptiste sabían sonrío. Siguió con la mirada a aquel par hasta que su mirada se topo nuevamente con Lauriel y le dedico una sonrisa mucho mayor a las anteriores e incluso se atrevió a levantar una mano para saludarle, gesto que a su parecer molesto mucho más a la doncella y se tradujo como una risa oculta entre los labios del vampiro.
Todos fueron llevados a tomar asiento, se mantuvo lejos del chucho pero cerca de la “acción”. Los presentes no dejaban de cuestionarse entre los conocidos y los cercanos sobre el motivo por el cuál se daba algo como aquello, mientras que el Zarkozi, solo esperaba porque se callaran y diera inicio el show.
Los golpes indicaron el inicio del juicio y él solo se acomodo en su asiento, ya vería al avanzar todo como es que haría para separar al par, aunque tal vez al final, no sería del todo necesario.
Raoul Zarkozi- Vampiro Clase Alta
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Re: Nada espera al impaciente ||Privado
Desde pequeñas, siempre habían estado juntas.
Con el tiempo han pasado por muchos trámites y pesadillas. Hasta ahora, Aaryn no se había enfrentado sola a ningún problema ya que siempre había estado Lauriel para poder ayudarla. En cuanto menos se lo espera uno, las cosas comienzan a cambiar, a dar vueltas y vueltas hasta que finalmente todo es distinto…o muchas veces no pasa nada y solamente estas en el mismo punto de partida. En ese momento, Aaryn era llamada para que se colocara frente al consejo en un pequeño estrado que la pondría a la misma altura que al resto. Si giraba su mirada, podría ver perfectamente a su hermana al fondo del auditorio y al resto de los que estaban en la sala. Amos o señores que esperaban el momento del sorteo, pero ahora habría un juicio pequeño…esperó a que aquello fuera verdad. Solamente que durara varios minutos. Entonces se fijó en aquel de mirada celeste y solamente no pudo evitar sonrojarse, bajar el rostro y volver en dirección al consejo.
La velada había empezado con que Aaryn subiera y se enfrentara a las preguntas que pudieran dejarla en evidencia pero ella no tenía nada en su contra, es más, ella en este lio era la víctima y el consejo que estaba delante de ella, no parecían de lo más amigable incluido su tío que la miraba serio pero seguramente solo por aparentar y que por dentro, estaría preguntándose porque su sobrina estaba siendo acusada o por lo menos, porque había sido llamada a testificar. Pero no dijo nada. Solo con mirada firme observo a su sobrina la cual devolvió con el mismo gesto de complicidad, de que no temiera nada, que esto era rápido y que después comenzaría la selección.
-Señorita Wellishmane, según tenemos entendido usted es, junto con su hermana, la más eficiente de su promoción….¿Es eso verdad?
-Sí…así es…-Su voz no salió confiada sino temerosa de que algo pudiera pasarle en ese mismo instante, todos en la sala podrían ser cómplices de aquellos que cometieron el asesinato aquella noche, pero tendría que calmarse, pensó y respiro como le decía su hermana a cuando se encontraba en algún aprieto. Tenía la intuición de que hubiera alguien entre los miembros que fuera aquel quien la violo, pero con el recuerdo que lo tenía difuso, pero que podía sentir como le quitaban la alegría instalándole miedo, debilidad y el pequeño sentimiento de sentirse una rastrera furcia por como la trataron, pero ahora estaban en el presente y no en el futuro.
-¿Señorita Wellishmane? –Pareció repetir alguien del consejo que había preguntado algo, pero como vagó en su mente sin darse cuenta, no presto atención-
-Discúlpeme…¿Qué…-Pero en cuanto Aaryn levanto el rostro, sus ojos se cruzaron nuevamente con unos ojos familiares color esmeralda, pelo azabache y las mejillas con pecas en abundancia - …Pecas…-murmuro inaudible para sí misma como para el resto de los presentes, pero si mal no recordaba, esos ojos, ese rostro le era demasiado familiar. Vio como el consejo murmuraba entre todos, Aaryn solamente sacudió su cabeza lentamente para volver a preguntar -….Disculpen…no escuché la pregunta…-Volvió a preguntar Aaryn intentando saber la pregunta que no llegaba a ser formulada para que la escuchara. Uno del consejo preguntó:
-¿Qué o donde estaba usted hace una semana, justamente este día por la noche?
-Esa noche había de nuevo selección de doncellas para que señores de la alta….ehm alcurnia pudiera…-se mordió el labio inferior-…pueda tener gente en su servicio y ayuda en sus residencias…-tosió-…Nosotras no habíamos salido seleccionadas y habíamos acabado algo tarde.
-Continúe….No vamos a morder…..la….-Palabras que fueron dichas con una risa grave al final, algo que hizo que Aaryn terminara por desviar su mirada por unos segundos, intentando encontrar una mirada conocida, pero tan nerviosa estaba que podría comenzar con sus torpezas.
-M-mi hermana se adelantó tras cambiarnos en nuestras ropas mundanas…eh…y…y-yo…-Se estaba asustando, aquellos del consejo no estaban haciendo preguntas, inmediatamente se dio cuenta de que querían algo de ella, porque ¿Cómo es que la habían llamado con tanta insistencia? ¿Cómo es que intuía conocer aquel de ojos esmeralda de antes si era la primera vez en este momento?
El nerviosismo de su cuerpo la estaba delatando, mostraba a los demás que los nervios la controlaban y que podría ser una ventaja para los demás, y los motivos eran simples, había alguien conocido entre los miembros del consejo, este no “era” el consejo en sí y su tío no se daba cuenta, estos personajes del consejo la querían por lo que era y seguramente querían matarla como lo que desconoce de la historia de su “raza” bicolor. Un inesperado flashback le vino a la mente, expandiéndose en él, metiéndose en primera persona dentro de aquel flashback, volviendo a sentirlo en su piel, viendo como personas envueltas en sombras negras la bloqueaban de brazos y piernas para verse a sí misma envuelta en lágrimas, desesperación, una violación que llego a cumplirse y solamente ganas de desaparecer, de morir, de pudrirse por no haber sido un poco más protectora consigo misma. Personas malvadas esa noche quisieron rematar la faena, pero ella huyó hasta que no pudo más, camuflándose entre la hierba y al día siguiente siendo encontrada por su familia.
-¡AAGGHH!! –Aquellas imágenes volvieron tan vivas que Aaryn termino de rodillas sobre el suelo, con manos en sus sienes intentando alejar esas imágenes de su mente, quería que se fueran, no quería recordar nada, quería volver al presente.
Lauriel, que estaba sufriendo en silencio, cuando Aaryn grito, todos la miraron confusos, otros asustado o algunos solamente la miraron o desviaron la mirada de la vergüenza ajena que sentían en la sala, pero que no podían levantarse e irse del auditorio. La hermana mayor estaba en silencio, con las piernas cruzadas, una mano sobre sus labios aguantando decir alguna cosa que pudiera ponerla sobre la plaza central de Paris para que le dieran azotes, en realidad no le importaría si era por salvar a su hermana, pero estaban pasándose los del consejo, o era que Aaryn no pudo evitar recordar aquello. Al frente miro para ver a su hermana que intentaba recomponerse, no debía, pero sin más se levantó, yendo hasta su hermana con los aires de poniente a su favor, segura de lo que haría, los del consejo ya vociferaban con educación y de buen tono que volviera a su sitio, pero no, Lauriel no se iría del lado de Aaryn cuando más la necesitara.
-Aaryn….cielo…-Cuando estaba al lado de su hermana, la miró. Su mirada ámbar destacaba más que su ojo celeste, Lauriel le sonrió hasta que consiguió que Aaryn, abrazada a Lauriel se levantara de la posición “casi” fetal en la que estaba -….Estoy aquí….-El señor Wellishmane que encabezaba el consejo, sonrió por dentro de alivio al ver que su sobrina había recuperado la calma.
-Señorita Lauriel, quédese en el interrogatorio…-Sonrió con amabilidad a ambas. Sabia de la necesidad de ambas chicas entre ellas mismas, pero necesitaban seguir -
-Si…-hizo una reverencia, bajando del estrado, pero estando cerca de su hermana.
-Bien...procedamos…-Elmías Wellishmane, quien era tío de ambas hermanas y líder del consejo, decidió tomar las riendas de aquel interrogatorio. Al menos él, sabría escoger las preguntas a realizar.
Aaryn Wellishmane- Humano Clase Media
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Re: Nada espera al impaciente ||Privado
Maldijo su suerte y doblemente a su hermano al enterarse de que en la reunión para búsqueda de doncella se llevaría a cabo un interrogatorio, aunque para que decidiesen efectuarlo en ese preciso momento debía ser por un motivo sumamente delicado. Suspiro pesadamente mientras que todos los asistentes buscaban un sitio en el cual permanecer para observar aquel acontecimiento, aunque mientras avanzaba para situarse en algún lugar, se percato de que todos seguían hablando entre ellos no del caso sino de las jóvenes que mas llamaron su atención durante las entrevistas personales y las presentaciones.
La desventaja para Rainer es que no escucho nada de aquello y por tanto, desconocía completamente de las jóvenes. Así como de las ventajas y desventajas que podría tener cada una al momento de realizar labores en el hogar. Volvió a suspirar, estando finalmente en un lugar que le permitía la visibilidad perfecta del juicio.
Todo empezó y llamaron al estrado a una joven que parecía ser parte de las que estaban ahí pasa ser ubicadas en alguna de las casas, era una chica muy bonita, lo malo era que probablemente no de muy buen fiar sino, que otro motivo existía para que estuviese en esa situación, declarando.
Con el transcurso del juicio le dio una enorme pena observar como la chica sufría y poco a poco se desmoronaba hasta que llego al punto en que grito, deshecha en algo que todos los presentes a aquel evento desconocían y Rainer no pudo más que sentir pena por ella. Así fue hasta que una de las chicas se levanto, una que de inmediato capto la atención entera de Rainer por su valentía al pararse e ir directamente a auxiliar a la otra.
Una vez que estuvieron juntos, el juicio estaba por continuar pero por su parte Rainer no despegaba los ojos de la doncella que se levanto y que ahora también estaba en el estrado.
La desventaja para Rainer es que no escucho nada de aquello y por tanto, desconocía completamente de las jóvenes. Así como de las ventajas y desventajas que podría tener cada una al momento de realizar labores en el hogar. Volvió a suspirar, estando finalmente en un lugar que le permitía la visibilidad perfecta del juicio.
Todo empezó y llamaron al estrado a una joven que parecía ser parte de las que estaban ahí pasa ser ubicadas en alguna de las casas, era una chica muy bonita, lo malo era que probablemente no de muy buen fiar sino, que otro motivo existía para que estuviese en esa situación, declarando.
Con el transcurso del juicio le dio una enorme pena observar como la chica sufría y poco a poco se desmoronaba hasta que llego al punto en que grito, deshecha en algo que todos los presentes a aquel evento desconocían y Rainer no pudo más que sentir pena por ella. Así fue hasta que una de las chicas se levanto, una que de inmediato capto la atención entera de Rainer por su valentía al pararse e ir directamente a auxiliar a la otra.
Una vez que estuvieron juntos, el juicio estaba por continuar pero por su parte Rainer no despegaba los ojos de la doncella que se levanto y que ahora también estaba en el estrado.
Rainer/Iker Uroz- Licántropo Clase Media
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Re: Nada espera al impaciente ||Privado
Estupideces sin sentido era todo aquello que le estaba tocando ver. Sintió algo de lastima cuando la chica de los ojos bonitos y la más amable de aquellas hermanas se soltó a llorar, pero no existía nada que pudiera hacer en esos momentos aunque lo habría hecho de ser posible.
– Demonios… esto es aburrido… – suspiro aunque no lo requería y continuo mirando en dirección a donde se estaba desarrollando el juicio.
Otro aspecto que le disgustaba era ese profundo aroma a lobo que le causaba una repulsión tremenda, era como mojar a un perro callejero.
La otra hermana, la que era imprudente y respondía al nombre de Lauriel fue hasta el lado de la otra, brindándole apoyo y eso solo exaspero más a Baptiste. ¿Qué demonios tomaba tanto tiempo? Que hicieran lo que debían y le entregar de una vez por todas una maldita doncella que no tenia la eternidad para esperar a los caprichos de aquellos hombres. Ese pensamiento le saco una sonrisa a si mismo porque ciertamente, tenia la eternidad para aguardar pero no deseaba hacerlo y eso era todo.
Desde el lugar donde se encontraba comenzó a moverse, provocando que las personas a su alrededor también comenzaran a desesperarse y eso pareció llamar la atención de los más importantes en aquel recinto. Baptiste sabia que ellos no estarían dispuestos a que las personas comenzaran a irse y por tanto darían más velocidad al asunto.
– Demonios… esto es aburrido… – suspiro aunque no lo requería y continuo mirando en dirección a donde se estaba desarrollando el juicio.
Otro aspecto que le disgustaba era ese profundo aroma a lobo que le causaba una repulsión tremenda, era como mojar a un perro callejero.
La otra hermana, la que era imprudente y respondía al nombre de Lauriel fue hasta el lado de la otra, brindándole apoyo y eso solo exaspero más a Baptiste. ¿Qué demonios tomaba tanto tiempo? Que hicieran lo que debían y le entregar de una vez por todas una maldita doncella que no tenia la eternidad para esperar a los caprichos de aquellos hombres. Ese pensamiento le saco una sonrisa a si mismo porque ciertamente, tenia la eternidad para aguardar pero no deseaba hacerlo y eso era todo.
Desde el lugar donde se encontraba comenzó a moverse, provocando que las personas a su alrededor también comenzaran a desesperarse y eso pareció llamar la atención de los más importantes en aquel recinto. Baptiste sabia que ellos no estarían dispuestos a que las personas comenzaran a irse y por tanto darían más velocidad al asunto.
Raoul Zarkozi- Vampiro Clase Alta
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Re: Nada espera al impaciente ||Privado
La noche había caído sobre los edificios de aquella escuela, envolviéndolos en sombras excepto por las lámparas de araña que enseguida se encendieron con salvo conducto de aceite y alcohol, encendido una por una cada vela, dejando un ambiente más o menos tenue e iluminado. Aaryn estaba de pie de nuevo y solo se le ocurrió mirar hacia atrás, hacia donde estaba la mirada azul de Baptiste, aquel que estaba viéndolo todo desde arriba. Se estremeció durante los segundos que gozaba de aquel mirar celeste, pero después se encaró al consejo para preguntar qué era lo que buscaban de ella.
Su tío, como cabeza de aquel Consejo, solo le dijo que no tenía nada que temer y que solamente tenían que hacerles unas preguntas más, pero otro miembro estaba revisando el programa y se estaban retrasando y más de un impaciente agonizaba en la sala. Aquel que observaba el programa retuvo al cabeza del consejo de su lista de preguntas hacia su sobrina, entonces un gesto afirmativo entre todos los del consejo, empezaron con la selección entre los señores de aquel lugar y las doncellas que estaban preparadas para soportar la carga que les vendría encima en el futuro.
-Volved a vuestros asientos –Nombró el tío de ambas muchachas para que volvieran a su sitio. Eso hizo que terminaran sentadas en sus asientos tras subir las escaleras. Las doncellas estaban sentadas en las gradas y quienes iban a contratarlas, a los lados. Aaryn solo se fijaba en la mirada de aquel a quien su hermana había enfrentado y que ya no le encontraba agradable. Solamente Aaryn suspiro junto con Lauriel. Al mismo tiempo cada una. Era confortante el saber que tu hermana estaba sincronizada contigo.
Más abajo, los miembros de aquel consejo que habían estado casi a punto de hacer un juicio, ahora preparaban con ayuda de los sirvientes más veteranos todo lo necesario para la selección de las elegidas. Dentro de una bola de cristal abierta, había papeles con los nombres de a quienes iban a servir. Las doncellas bajarían al estrado para coger un papel de la bola de cristal y dirían el nombre de a quien tienen que servir. Aquello era cruel y nada divertido ya que Aaryn no podía ir con cualquiera -…Aaryn, te tocará alguien de buen carácter, ya lo verás…sé que no te gustan las selecciones al azar-Lauriel como siempre intentaba animar a su querida hermana pero que a su vez, ella misma estaba en pánico interiormente. No quería que su hermana fuera con alguien que quisiera solamente abusar de su cuerpo o venderla o algo mucho peor – Siempre puedes decir “cambio” pero solo si tu intuición no es la buena. Nosotras servimos, pero no por ello tenemos que quedarnos mudas –Las palabras de Lauriel la volvían loca y tranquila.
No tardaron mucho en comenzar con la selección por orden alfabético.
En frente del estrado, estaban los miembros del consejo y la bola de cristal abierta para que las doncellas y criados pudieran probar suerte que solamente 40 habían sacado las mejores calificaciones y por ello esta era una manera de ver que estaban preparados. Las hermanas Wellishmane lo estaban y eran de las cinco primeras de la lista de mejores en las prácticas organizadas en mansiones seleccionadas. Lauriel tuvo suerte, pero…Aaryn solo pudo experimentar a nobles borrachos y exigentes que pedían demás.
Fueron yendo uno por uno. Salteando apellidos y entre chica y chico hasta que finalmente le tocó a Aaryn bajar la primera por su nombre comenzando por “A” –uhm..-Estaba dudando en si coger o no uno de los papelitos. Sabía de una persona de las que la violaron la otra noche hace tiempo que estaba entre la multitud de señores esperando por una doncella digna -..No sé…-Mostró más inseguridad, Aaryn miró a su hermana que le devolvió una sonrisa cálida y dulce solo para que no tuviera miedo. Fue entonces cuando la cuenta atrás comenzaba a contar los minutos que le quedaban hasta que pudiera tener entre sus dedos un papelito que dijera su destino como doncella.
-Vamos Aaryn, puedes hacerlo.
-Si tío..–Lentamente con miedo por todo su cuerpo, Aaryn estiro la mano para meterla por el agujero, se raspo un poco con el grosor del cristal mal limado, saco la mano sin papel solo para ver el corte de poca sangre que emano de su piel, se chupo la mano mientras con la otra sacaba el papel y cuando leyó el papelito solo su cuerpo pudo congelarse en el sitio. Si hubiera sido posible, hubiera preferido ir con Zarkozi, pero el nombre del papelito, no era el que deseaba.
-¿Quién te tocó? –Pregunto su tío quien estaba a la espera del nombre elegido por la mano de su sobrina.
-Al..Al señor Remeire…-Murmuro audible para los del consejo y para todos, entonces aquel quien ella temía comenzó a acercarse a ella lentamente.
Un hombre de un metro ochenta, con grandes ojos marrones y escueta cabellera rubia. La mirada de aquel ser estaba mezclada con una cicatriz que la llegaba desde una mejilla a otra – Hola...señorita Wellishmane, nos volvemos a encontrar..- murmuro cerca del oído de Aaryn, haciendo que esta temblara de miedo y sin más, la cogió del brazo con cierta brusquedad, llevándola con él hasta un rincón donde se encontraban otras dos más como ella.
Su tío solo podía hacer mutis, pero vio que su otra sobrina se había levantado para bajar sin ser llamada – Tiene derecho a un cambio si no se encuentra en deseos de contentarle –Lauriel haría cualquier cosa por su hermana, pero esta vez, fue arrastrada lejos de la sala por dos guardias de aquella escuela -…Y esto señores, es todo por esta noche. Dentro de media hora, podrán irse –El consejo se estaba retirando de aquel lugar, el señor Wellishmane vio a su sobrina que estaba siendo llevada a una esquina junto con las otras doncellas elegidas para el señor Remeire, vio como las estaba ya dando las primeras ordenes, pero de un modo erróneo. Aaryn era una doncella pero también era una persona, así que sin más, fue a por Lauriel antes de que fuera demasiado tarde.
Aaryn Wellishmane- Humano Clase Media
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