AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Reset [Privado]
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Reset [Privado]
Estaba de nuevo ahí, buscando una tumba que sabía que no encontraría jamás porque me lo habían dicho. Aun así me negaba a creer que todo aquello que había pasado fuera verdad.
Si bien me había enterado de la verdad de la vida de Leigh y ella de la mía ambos habíamos estado de acuerdo en muchas cosas. Ella en abrirse un poco más mi y claro yo, en dejar la vida del burdel y aceptar ser parte de sus entrenamientos para volverme al igual que ella un cazador de sobrenaturales. En otros tiempos nunca hubiese pensado en meterme en esos asuntos pero desde que la había encontrado a ella, sabía que valía la pena arriesgarse por algunas personas.
Los entrenamientos al lado de Leigh habían sido duros, no podía negarlo y nunca lo haría. Lo único bueno de todo aquello era que como nunca había sido hombre de mantenerme quieto aprendí lo básico en poco tiempo y eso al parecer le agradaba a ella. Salí a su lado a algunas cacerías y las cosas iban… bien hasta aquel día en que llego una doncella desde su mansión por mi.
La chica iba agitada y solo me dijo que mi presencia era requería en la mansión de Leigh de inmediato, de ese punto en adelante todo se volvía realmente confuso para mi.
Sabía que había llegado a la mansión pero en ningún lugar estaba Leigh, solo cosas que me recordaban a ella.
El mayordomo principal de la residencia se acercó a mi para informarme que Leigh se había ido, que no sabían a donde, no sabían por qué o cuanto tiempo sería eso. Lo único que sabían todos ellos era que ahora yo era el dueño legal de la mansión y de todo lo que existía ahí, que las cosas de mi hogar serian llevadas a aquella casa y que claro Vane iría conmigo a esa gran casa.
Todo era extraño, de un momento a otro ella había desaparecido justo de la misma forma en la que había llegado hasta mi vida. No era la primera en desaparecer de la nada pero sin duda alguna ella era a quien más amaba.
Las cosas fueron llevadas a la casa de Leigh, mi hermana me interrogo sobre el por qué de que ahora estuviéramos en aquella gran casa y hubiese sirvientes dispuestos a hacer todo por nosotros; no pude contestarle porque incluso yo desconocía los motivos de todo.
Habían pasado cerca de dos meses desde que nuestra forma de vida había cambiado y aún así iba al menos una vez por semana hasta el cementerio con la esperanza de encontrar algo que me indicara si es que Leigh había muerto o qué paso con ella.
– ¿Dónde te has metido? – un suspiro salió de mis labios cuando entonces escuche un sonido, quizás alguien más que buscaba la tranquilidad de la noche para visitar a los muertos.
Si bien me había enterado de la verdad de la vida de Leigh y ella de la mía ambos habíamos estado de acuerdo en muchas cosas. Ella en abrirse un poco más mi y claro yo, en dejar la vida del burdel y aceptar ser parte de sus entrenamientos para volverme al igual que ella un cazador de sobrenaturales. En otros tiempos nunca hubiese pensado en meterme en esos asuntos pero desde que la había encontrado a ella, sabía que valía la pena arriesgarse por algunas personas.
Los entrenamientos al lado de Leigh habían sido duros, no podía negarlo y nunca lo haría. Lo único bueno de todo aquello era que como nunca había sido hombre de mantenerme quieto aprendí lo básico en poco tiempo y eso al parecer le agradaba a ella. Salí a su lado a algunas cacerías y las cosas iban… bien hasta aquel día en que llego una doncella desde su mansión por mi.
La chica iba agitada y solo me dijo que mi presencia era requería en la mansión de Leigh de inmediato, de ese punto en adelante todo se volvía realmente confuso para mi.
Sabía que había llegado a la mansión pero en ningún lugar estaba Leigh, solo cosas que me recordaban a ella.
El mayordomo principal de la residencia se acercó a mi para informarme que Leigh se había ido, que no sabían a donde, no sabían por qué o cuanto tiempo sería eso. Lo único que sabían todos ellos era que ahora yo era el dueño legal de la mansión y de todo lo que existía ahí, que las cosas de mi hogar serian llevadas a aquella casa y que claro Vane iría conmigo a esa gran casa.
Todo era extraño, de un momento a otro ella había desaparecido justo de la misma forma en la que había llegado hasta mi vida. No era la primera en desaparecer de la nada pero sin duda alguna ella era a quien más amaba.
Las cosas fueron llevadas a la casa de Leigh, mi hermana me interrogo sobre el por qué de que ahora estuviéramos en aquella gran casa y hubiese sirvientes dispuestos a hacer todo por nosotros; no pude contestarle porque incluso yo desconocía los motivos de todo.
Habían pasado cerca de dos meses desde que nuestra forma de vida había cambiado y aún así iba al menos una vez por semana hasta el cementerio con la esperanza de encontrar algo que me indicara si es que Leigh había muerto o qué paso con ella.
– ¿Dónde te has metido? – un suspiro salió de mis labios cuando entonces escuche un sonido, quizás alguien más que buscaba la tranquilidad de la noche para visitar a los muertos.
Ryley Lezarc- Cazador Clase Alta
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Re: Reset [Privado]
Los vampiros son criaturas que no tienden a tener clemencia en ningún momento, en ningún segundo de la inmortalidad de sus alargadas vidas. Son en las que entonces ellos disfrutan en burlas de los seres inferiores a ellos, seres que no les llegaban a la suela de los talones. Ella era Nerishka frachowiak, una mujer de armas de tomar y si había un vampiro al que no había que burlar, ese era ella. Con la vampira nadie jugaba sino, ya era plato para los perros.
Momentos antes de introducirse en las tinieblas del cementerio se iba relamiendo los labios de aquella mujer holgazana que no había querido entrar en su casa cuando su querido padre de familia se lo había mandado con una orden demasiado clara para los gustos de la pequeña. Lástima que una niña de diez años no tenga una sangre demasiado vigorosa para poder llegar a los gustos exquisitos de Nerishka. Una perdida. Una niña…debería siempre hacer lo que le dice su padre… - Siempre…. – Repitió como para sí misma en el camino que recorría hacia donde fuera que la llevaban sus pies, ella esa noche se dejaría llevar hasta el infierno si hiciese falta.
Como era de esperar, llego al cementerio donde apenas habría alguna que otra persona con vida. Allí en el cementerio, se celebraba la fiesta del silencio, ella se unió a la fiesta interrumpiendo soltando una risotada, riéndose por la vida de maldita que llevaba a sus espaldas. Pero no le parecía nada malo en absoluto, solamente su alma estaba perdida en el limbo, su cuerpo en la tierra y su moral por los cielos, bien soberbia y superando cada obstáculo que se le presentara por delante. Ahí estaba, en el cementerio, hasta que cayó desmayada sin previo aviso sobre una de las lapidas en las que estaban rodeadas por pinchos de hierro, adornados con flores secas y una corona con una insignia antigua y malgastada – Agh… - Su cabeza le daba vueltas. No se había desmayado del todo, estaba en el suelo, pero le daba vueltas todo.
Olía un aroma de una nueva presa, pero su cuerpo parecía querer permanecer sobre la superficie de aquella lapida de piedra- ….No...Me jodas y suéltame….-Susurro a quien la controlaba desde la tumba, su cuerpo fue de nuevo de ella y alejándose rápidamente de aquella lapida, se perdió por el cementerio en donde vio a lo lejos la sombra de un hombre. No le veía bien pues estaba entre más sombras. Un desconocido. Se arrodillo frente a un pilar que lo adornaban varios ángeles, de nuevo, una fuerza invisible la hizo chocar, quedarse aplastada contra los figurines de ángeles rezando, se quedó en una posición algo sugerente a como había caído encima, pero ya no hubo más ataques sorpresas ni nada por el estilo.
¿Qué extraña fuerza oscura quería bañarla de sangre y de culpa alguna?
No sabía quién se encontraba bajo ese anonimato, pero seguramente tenia cuentas pendientes con ella. De todas maneras no le importaba. Parecía que descansaba en una cama echa de los brazos y los restos de aquellas estatuas de ángeles que antes rezaban con ella. ¿Qué mal hizo Nerishka a la ciudad? Ninguna creen ahora, pero el demonio quizás envuelto en piel de cordero se disfraza en la noche para burlarse de Nerishka. Se encuentra sin fuerzas. Teme morir ante los primeros rayos del sol, aquellos que eran el único arma contra los de su raza, no, no podía morir, tenía que levantarse, descubrir quien quería devolver su nombre a la paz, tenía que levantarse, pero por más que lo hacía, solamente sintió nuevamente su cuerpo tensarse, su cuerpo en sí, sintió como se estremecía ante unas caricias invisibles ¿Quién la hacía el amor a distancia? O eso entendía, pues un bulto de una mano como si fuera la de un hombre estaba surcando entre sus faldas de la noche, ella quería retirar aquella mano, quería ver de quien se trataba, cerró los ojos….E inmediatamente se vio tumbada enfrente de unas estatuas de ángeles que no habían colisionado con nadie. Aquellos ángeles la miraban mientras rezaban.
¿Entonces? ¿Había soñado?
Momentos antes de introducirse en las tinieblas del cementerio se iba relamiendo los labios de aquella mujer holgazana que no había querido entrar en su casa cuando su querido padre de familia se lo había mandado con una orden demasiado clara para los gustos de la pequeña. Lástima que una niña de diez años no tenga una sangre demasiado vigorosa para poder llegar a los gustos exquisitos de Nerishka. Una perdida. Una niña…debería siempre hacer lo que le dice su padre… - Siempre…. – Repitió como para sí misma en el camino que recorría hacia donde fuera que la llevaban sus pies, ella esa noche se dejaría llevar hasta el infierno si hiciese falta.
Como era de esperar, llego al cementerio donde apenas habría alguna que otra persona con vida. Allí en el cementerio, se celebraba la fiesta del silencio, ella se unió a la fiesta interrumpiendo soltando una risotada, riéndose por la vida de maldita que llevaba a sus espaldas. Pero no le parecía nada malo en absoluto, solamente su alma estaba perdida en el limbo, su cuerpo en la tierra y su moral por los cielos, bien soberbia y superando cada obstáculo que se le presentara por delante. Ahí estaba, en el cementerio, hasta que cayó desmayada sin previo aviso sobre una de las lapidas en las que estaban rodeadas por pinchos de hierro, adornados con flores secas y una corona con una insignia antigua y malgastada – Agh… - Su cabeza le daba vueltas. No se había desmayado del todo, estaba en el suelo, pero le daba vueltas todo.
Olía un aroma de una nueva presa, pero su cuerpo parecía querer permanecer sobre la superficie de aquella lapida de piedra- ….No...Me jodas y suéltame….-Susurro a quien la controlaba desde la tumba, su cuerpo fue de nuevo de ella y alejándose rápidamente de aquella lapida, se perdió por el cementerio en donde vio a lo lejos la sombra de un hombre. No le veía bien pues estaba entre más sombras. Un desconocido. Se arrodillo frente a un pilar que lo adornaban varios ángeles, de nuevo, una fuerza invisible la hizo chocar, quedarse aplastada contra los figurines de ángeles rezando, se quedó en una posición algo sugerente a como había caído encima, pero ya no hubo más ataques sorpresas ni nada por el estilo.
¿Qué extraña fuerza oscura quería bañarla de sangre y de culpa alguna?
No sabía quién se encontraba bajo ese anonimato, pero seguramente tenia cuentas pendientes con ella. De todas maneras no le importaba. Parecía que descansaba en una cama echa de los brazos y los restos de aquellas estatuas de ángeles que antes rezaban con ella. ¿Qué mal hizo Nerishka a la ciudad? Ninguna creen ahora, pero el demonio quizás envuelto en piel de cordero se disfraza en la noche para burlarse de Nerishka. Se encuentra sin fuerzas. Teme morir ante los primeros rayos del sol, aquellos que eran el único arma contra los de su raza, no, no podía morir, tenía que levantarse, descubrir quien quería devolver su nombre a la paz, tenía que levantarse, pero por más que lo hacía, solamente sintió nuevamente su cuerpo tensarse, su cuerpo en sí, sintió como se estremecía ante unas caricias invisibles ¿Quién la hacía el amor a distancia? O eso entendía, pues un bulto de una mano como si fuera la de un hombre estaba surcando entre sus faldas de la noche, ella quería retirar aquella mano, quería ver de quien se trataba, cerró los ojos….E inmediatamente se vio tumbada enfrente de unas estatuas de ángeles que no habían colisionado con nadie. Aquellos ángeles la miraban mientras rezaban.
¿Entonces? ¿Había soñado?
Invitado- Invitado
Re: Reset [Privado]
El sonido que venía de la distancia me pareció extraño, demasiado como para que solo una persona le hubiese ocasionado y dudaba que un grupo grande de personas fuera a esa hora a un sitio como aquel a menos claro que se tratara de sobrenaturales.
Seguí mi camino, acercándome al lugar de donde había provenido el sonido desconocido sin saber que era lo que realmente me esperaba, aunque fuera lo que fuese quizás sería mejor que estar buscado la tumba de Leigh por aquel sitio. ¿Qué hubiese dicho Leigh de saber que estaba en aquel cementerio? Que debía llevar un arma por si existía peligro, que no fuera tan confiado y que no fuera tan tonto como siempre. Ella siempre decía aquella clase de cosas porque sabía como era yo pero si ella no estaba entonces no existía razón para que fuera cuidadoso conmigo mismo o lo que pudiera sucederme.
El silencio se hizo presente una vez más, llevándome a creer que lo que antes había escuchado era meramente obra de mi imaginación o un delirio de mis deseos por misteriosamente encontrar a la cazadora en alguno de aquello rincones del solitario cementerio.
– Sigo siendo un iluso – me reí de mi mismo y de esa esperanza de encontrarle que se desvanecía con cada nuevo intento fallido de encontrar alguna pista sobre el lugar en el que ella se encontraba. Parte de mi decía que lo mejor era darme por vencido, que si la cazadora no había querido que le encontrase no lo haría nunca y solo que si ella deseaba verme nuevamente entonces nos encontraríamos una vez más.
Continúe mi andar entre las tumbas, prometiendo que sería la ultima vez que iba a aquel lugar a buscarla. Ella no estaba ahí y deseaba que nunca lo estuviera o que si estaba no me tocara verla más, lo mejor sería quedarme creyendo que estaba bien y a salvo en un lugar lejos de mi y lejos de todos los monstruos nocturnos. En mi caminar por aquel lugar fue que entonces vi lo que parecía ser la figura de una mujer, en una pose bastante peculiar y sobre una tumba, o para ser precisos unos ángeles que decoraban una tumba. Sin dudar ni un segundo y viendo la forma tan rara en que estaba me acerque hasta ella, solo para quedar a algunos pasos de distancia y entonces hablarle.
– Señorita… ¿Esta usted bien? – era extraño encontrar gente que parecía inconsciente entre las tumbas pero uno nunca sabe hasta donde puede llevar el dolor ocasionado por una perdida… o tampoco puede saber si aquello a lo que le hablamos es completamente humano. Como mero instinto lleve mi mano hacía atrás, buscando algo que pudiera servirme de arma en caso de que la mujer no fuera completamente humano, lo malo es que comenzaba a despertarse y yo no tenía nada para defenderme.
Debí escuchar siempre a Leigh.
Seguí mi camino, acercándome al lugar de donde había provenido el sonido desconocido sin saber que era lo que realmente me esperaba, aunque fuera lo que fuese quizás sería mejor que estar buscado la tumba de Leigh por aquel sitio. ¿Qué hubiese dicho Leigh de saber que estaba en aquel cementerio? Que debía llevar un arma por si existía peligro, que no fuera tan confiado y que no fuera tan tonto como siempre. Ella siempre decía aquella clase de cosas porque sabía como era yo pero si ella no estaba entonces no existía razón para que fuera cuidadoso conmigo mismo o lo que pudiera sucederme.
El silencio se hizo presente una vez más, llevándome a creer que lo que antes había escuchado era meramente obra de mi imaginación o un delirio de mis deseos por misteriosamente encontrar a la cazadora en alguno de aquello rincones del solitario cementerio.
– Sigo siendo un iluso – me reí de mi mismo y de esa esperanza de encontrarle que se desvanecía con cada nuevo intento fallido de encontrar alguna pista sobre el lugar en el que ella se encontraba. Parte de mi decía que lo mejor era darme por vencido, que si la cazadora no había querido que le encontrase no lo haría nunca y solo que si ella deseaba verme nuevamente entonces nos encontraríamos una vez más.
Continúe mi andar entre las tumbas, prometiendo que sería la ultima vez que iba a aquel lugar a buscarla. Ella no estaba ahí y deseaba que nunca lo estuviera o que si estaba no me tocara verla más, lo mejor sería quedarme creyendo que estaba bien y a salvo en un lugar lejos de mi y lejos de todos los monstruos nocturnos. En mi caminar por aquel lugar fue que entonces vi lo que parecía ser la figura de una mujer, en una pose bastante peculiar y sobre una tumba, o para ser precisos unos ángeles que decoraban una tumba. Sin dudar ni un segundo y viendo la forma tan rara en que estaba me acerque hasta ella, solo para quedar a algunos pasos de distancia y entonces hablarle.
– Señorita… ¿Esta usted bien? – era extraño encontrar gente que parecía inconsciente entre las tumbas pero uno nunca sabe hasta donde puede llevar el dolor ocasionado por una perdida… o tampoco puede saber si aquello a lo que le hablamos es completamente humano. Como mero instinto lleve mi mano hacía atrás, buscando algo que pudiera servirme de arma en caso de que la mujer no fuera completamente humano, lo malo es que comenzaba a despertarse y yo no tenía nada para defenderme.
Debí escuchar siempre a Leigh.
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Re: Reset [Privado]
Nerishka se despertó para ver la mirada de aquel hombre-….-No dijo nada pues el no saber que decir en aquel preciso momento, la envolvía de tal manera que se había quedado muda. Aquello le dio una idea. Mientras pudiera hablar mentalmente, le daba igual no usar la boca. Se quedó en silencio, mostro sus colmillos pero solamente puso las manos en oración, pidiendo clemencia a aquel hombre. Solamente entendió que estaba sola y frente a una tumba muy conocida. Gateo huyendo con temor de aquel hombre hacia la tumba de su madre adoptiva que estaba en aquella tumba.
Sus restos dentro de un féretro a varios metros bajo tierra. Su posición en ese momento no existía la elegancia con la que Nerishka solía llevar a menudo con sus joyas y su belleza, ni con el vocabulario que ahora estaba escondiendo de aquel desconocido. Sabía que si hablaba, se descubriría en cómo era. Siempre había sido así ¿Por qué ahora sería diferente?
Quería sacar afuera su mala actitud, pero no le salía, no con aquel hombre. ¿Por qué era así? Muchos años en el Clan Tremere y había aprendido a ser la arpía de las arpías, ser la mas, a ser la que más destacara por dentro del clan y que todos al menos, algunos concordaran en sus decisiones. Prácticamente ella era la que lo llevaba a flote, quien era necesitada por todos.
Pero ¿Sería divertido no manejar a otro por la palabra? Iría con lentitud. No quería estar sola esa noche ya que estaba cerca de un ser querido y no le salían las palabras - ….Lo siento…no estoy bien…-murmuro asustada, en realidad lo estaba, nadie lo creería-….pero lo estaré en breves…-no le miro a los ojos, sentía vergüenza. Seguramente si fuera humana, ella estaría completamente sonrojada, dejándose descubierta al ridículo, sin poder salir de un momento incómodo.
FLASHBACK:
-Hey nerishka! –Un niño nombro a nerishka para que se acercara, pero solamente lo que nerishka obtuvo fueron burlas, alquitran y plumas de gallo alrededor de su cuerpo. Ella lloraba como la niña que era mientras escuchaba -…¡ ES una niña mimada! ¡Es una niña mimada! ¡Es una niña mimada! –y más y más huevos podridos contra ella. Inmediatamente sus padres hicieron acto de presencia –aunque no eran sus padres en si- Para salvarla de aquel embrollo. Semanas fueron las que Nerishka no volvió a ver la luz de la calle ni a volver a pisar los adoquines de la ciudad en donde estaban viviendo en esa época. Estaba completamente sola. No tendría a nadie para ella nunca.
FIN DEL FLASHBACK
Sus restos dentro de un féretro a varios metros bajo tierra. Su posición en ese momento no existía la elegancia con la que Nerishka solía llevar a menudo con sus joyas y su belleza, ni con el vocabulario que ahora estaba escondiendo de aquel desconocido. Sabía que si hablaba, se descubriría en cómo era. Siempre había sido así ¿Por qué ahora sería diferente?
Quería sacar afuera su mala actitud, pero no le salía, no con aquel hombre. ¿Por qué era así? Muchos años en el Clan Tremere y había aprendido a ser la arpía de las arpías, ser la mas, a ser la que más destacara por dentro del clan y que todos al menos, algunos concordaran en sus decisiones. Prácticamente ella era la que lo llevaba a flote, quien era necesitada por todos.
Pero ¿Sería divertido no manejar a otro por la palabra? Iría con lentitud. No quería estar sola esa noche ya que estaba cerca de un ser querido y no le salían las palabras - ….Lo siento…no estoy bien…-murmuro asustada, en realidad lo estaba, nadie lo creería-….pero lo estaré en breves…-no le miro a los ojos, sentía vergüenza. Seguramente si fuera humana, ella estaría completamente sonrojada, dejándose descubierta al ridículo, sin poder salir de un momento incómodo.
FLASHBACK:
-Hey nerishka! –Un niño nombro a nerishka para que se acercara, pero solamente lo que nerishka obtuvo fueron burlas, alquitran y plumas de gallo alrededor de su cuerpo. Ella lloraba como la niña que era mientras escuchaba -…¡ ES una niña mimada! ¡Es una niña mimada! ¡Es una niña mimada! –y más y más huevos podridos contra ella. Inmediatamente sus padres hicieron acto de presencia –aunque no eran sus padres en si- Para salvarla de aquel embrollo. Semanas fueron las que Nerishka no volvió a ver la luz de la calle ni a volver a pisar los adoquines de la ciudad en donde estaban viviendo en esa época. Estaba completamente sola. No tendría a nadie para ella nunca.
FIN DEL FLASHBACK
Invitado- Invitado
Re: Reset [Privado]
Siempre he creído ser amable y aunque era extraño encontrar a aquella mujer en medio del cementerio estaba en blanco, no iba a hacer nada hasta ver si era una sobrenatural o solamente una mujer normal que se encontraba mal de salud. En parte, de haber sido una sobrenatural me daba igual, en esos momentos mi mente solo estaba llena de los deseos de ver a Leigh, tenerla entre mis brazos una vez más y pensar que su ausencia era solo un mal sueño, pero eso no pasaría.
– ¿Puedo ayudarle en algo? – pregunte acercándome un poco más a ella, solo que en esos momentos mostró sus colmillos ante mi pero no dije nada ni hice nada. ¿Qué podía hacer? Había aprendido de Leigh claro, pero iba desarmado y seguramente sería una presa fácil si es que ella decidía matarme aunque al mirarle me dio la sensación de ser como una niña perdida, una que había estado demasiado tiempo sola y sin saber su camino; igual, no podía confiarme porque esa clase de criaturas siempre hacen lo menos esperado en el instante menos oportuno.
No comprendí por qué se alejaba de mi de esa forma tan temerosa, de entre los dos, yo debía ser el que temiera terminar en su poder y muerto en cambio ella se alejaba de mi alcance. No sabía el por qué tampoco me iba de ese sitio, estaba como plantado a ese lugar en el que me encontraba y no podía asegurar el motivo, aunque creo que era un poco porque aunque ella fuese un vampiro, no me gustaba ver a las mujeres de esa manera. Leigh siempre me decía que solía ser demasiado amable, pero el ser amable me había guiado a ella por lo que no tenía nada de que arrepentirme sobre mi manera de ser.
Sonreí a aquella mujer y di un paso más a su dirección, ya no me miraba y tampoco sabía que estaría planeando pero igual, tome el riesgo.
– Si, creo que me he dado cuenta de que no se encuentra muy bien. De hecho me pareció sumamente extraño el verle en la tumba de esa manera porque no parecía estar rezando y si es que lo estaba permita que le diga que es una manera muy peculiar de rezar – me incline, recargado mi brazo en una de mis rodillas para verle mejor – Mi nombre es Ryley y quisiera saber ¿Existe algo que pueda hacer por usted? Ya que, no esta bien y esta sola en un lugar como este.
¿Moriría? Cuando se acerca uno de esa manera a los inmortales es probable que termine sucediendo o quizás fuera solo un camino que seguir diferente al que llevaba, quizás si moría y algo le había sucedido a Leigh, podría encontrarle en otro sitio. En un más allá fuera de la comprensión de todos.
– ¿Puedo ayudarle en algo? – pregunte acercándome un poco más a ella, solo que en esos momentos mostró sus colmillos ante mi pero no dije nada ni hice nada. ¿Qué podía hacer? Había aprendido de Leigh claro, pero iba desarmado y seguramente sería una presa fácil si es que ella decidía matarme aunque al mirarle me dio la sensación de ser como una niña perdida, una que había estado demasiado tiempo sola y sin saber su camino; igual, no podía confiarme porque esa clase de criaturas siempre hacen lo menos esperado en el instante menos oportuno.
No comprendí por qué se alejaba de mi de esa forma tan temerosa, de entre los dos, yo debía ser el que temiera terminar en su poder y muerto en cambio ella se alejaba de mi alcance. No sabía el por qué tampoco me iba de ese sitio, estaba como plantado a ese lugar en el que me encontraba y no podía asegurar el motivo, aunque creo que era un poco porque aunque ella fuese un vampiro, no me gustaba ver a las mujeres de esa manera. Leigh siempre me decía que solía ser demasiado amable, pero el ser amable me había guiado a ella por lo que no tenía nada de que arrepentirme sobre mi manera de ser.
Sonreí a aquella mujer y di un paso más a su dirección, ya no me miraba y tampoco sabía que estaría planeando pero igual, tome el riesgo.
– Si, creo que me he dado cuenta de que no se encuentra muy bien. De hecho me pareció sumamente extraño el verle en la tumba de esa manera porque no parecía estar rezando y si es que lo estaba permita que le diga que es una manera muy peculiar de rezar – me incline, recargado mi brazo en una de mis rodillas para verle mejor – Mi nombre es Ryley y quisiera saber ¿Existe algo que pueda hacer por usted? Ya que, no esta bien y esta sola en un lugar como este.
¿Moriría? Cuando se acerca uno de esa manera a los inmortales es probable que termine sucediendo o quizás fuera solo un camino que seguir diferente al que llevaba, quizás si moría y algo le había sucedido a Leigh, podría encontrarle en otro sitio. En un más allá fuera de la comprensión de todos.
Ryley Lezarc- Cazador Clase Alta
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Re: Reset [Privado]
Nerishka miraba en busca de algo que la animara demasiado pero no encontraba remedio o cura alguna. Simplemente tenía en cuenta que aquel joven estaba delante de ella, quería morderle pero sería desenvolver el paquete sorpresa y el goce del juego no lo tendría. Seguiría jugando con aquel que tenía delante de sus narices, pero le estaba hablando y ella no se enteraba -…Perdón…ando algo sola últimamente…-murmuro con cierta pena fingida demasiado bien, pero con las palpitaciones ajenas se estaba poniendo nerviosa-….-Se dio cuenta que desde cuando se preocupaba por la sangre o la vida de otra persona -…Deberías irte…-le miro y oso con sus manos estudiar el cuerpo ajeno, yendo por el torso de Rydley e iba bajando, sin pudor alguno le toco la entrepierna, después las piernas una a una y después le acaricio la espalda-
-…Solo tienes un arma llena de esperma…que poco te puede servir ahora mismo si mi boca osara dejarte seco….-termino aquello diciéndolo sobre los labios ajenos, besándolos lentamente, le dio un mordisquito el cual acabo lamiendo la poca sangre que pudiera haber salido. Se separó de su cercanía, acariciándole aquellos cabellos que con la suave brisa se le estaban despeinando -…Deberías volver…indefenso….-Se fue echando hacia atrás, tumbándose sobre una lápida en donde el nombre estaba desgastado, se iba abriendo de piernas, un pie apoyo sobre el pecho del otro para tirarlo al suelo y de un movimiento rápido, ella se puso sobre él, sentándose sobre sus caderas, acariciando aquel torso ajeno que iba cubierto por una fina camisa de algodón.
-Dime…una cosa…-Se quedó mirándole fijamente, tomo sus manos para ponerlas sobre la cabeza de aquel hombre, termino por desistir e ir besando aquella piel que cubría las venas de su cuello, lo lamia con tal de contentarse con el sabor de su piel, le puso los colmillos sobre su piel pero solo para que notara lo que le acechaba dentro de varios segundos-….Debes…de ser un buen manjar….-Con su fuerza, le mantenía atado sobre su cabeza, encontró una rama la cual ato a las manos de Rydley - ….No te va a doler….será rápida la muerte que sufrirás….-Termino por besarle en los labios sensual, sintiendo la excitación por lo que pasaría a continuación, le abrió la camisa, rompiéndosela de un tirón breve, alejando todo obstáculo de aquel cuello del cual antes se lamio los labios.
-…Será rápido…-susurro sobre su oído, una de sus manos, la izquierda fue hasta la entrepierna ajena, apretando para después ir acariciándole aquel torso -….Ah…Estas en forma….aunque tu aroma viene de muchas lenguas..-Termino por lamerle los labios, obstruyéndole el derecho de la palabra y finalmente sus colmillos se dirigían excitados a morder el cuello ajeno, pero no llegó a nada, no, Nerishka de inmediato sintió que su cuerpo estaba comenzando con convulsiones, terminando por toser, apartándose de Rydley -…No…-Termino por dejar de controlar aquel cierre en sus manos y ella, huyo hacia el interior del cementerio encontrándose con una joven, dulce y que se había perdido. Ella no dudo en quitarle la esencia de aquella vida, pagándola con sangre y Nerishka por fin satisface su sed.
-…Solo tienes un arma llena de esperma…que poco te puede servir ahora mismo si mi boca osara dejarte seco….-termino aquello diciéndolo sobre los labios ajenos, besándolos lentamente, le dio un mordisquito el cual acabo lamiendo la poca sangre que pudiera haber salido. Se separó de su cercanía, acariciándole aquellos cabellos que con la suave brisa se le estaban despeinando -…Deberías volver…indefenso….-Se fue echando hacia atrás, tumbándose sobre una lápida en donde el nombre estaba desgastado, se iba abriendo de piernas, un pie apoyo sobre el pecho del otro para tirarlo al suelo y de un movimiento rápido, ella se puso sobre él, sentándose sobre sus caderas, acariciando aquel torso ajeno que iba cubierto por una fina camisa de algodón.
-Dime…una cosa…-Se quedó mirándole fijamente, tomo sus manos para ponerlas sobre la cabeza de aquel hombre, termino por desistir e ir besando aquella piel que cubría las venas de su cuello, lo lamia con tal de contentarse con el sabor de su piel, le puso los colmillos sobre su piel pero solo para que notara lo que le acechaba dentro de varios segundos-….Debes…de ser un buen manjar….-Con su fuerza, le mantenía atado sobre su cabeza, encontró una rama la cual ato a las manos de Rydley - ….No te va a doler….será rápida la muerte que sufrirás….-Termino por besarle en los labios sensual, sintiendo la excitación por lo que pasaría a continuación, le abrió la camisa, rompiéndosela de un tirón breve, alejando todo obstáculo de aquel cuello del cual antes se lamio los labios.
-…Será rápido…-susurro sobre su oído, una de sus manos, la izquierda fue hasta la entrepierna ajena, apretando para después ir acariciándole aquel torso -….Ah…Estas en forma….aunque tu aroma viene de muchas lenguas..-Termino por lamerle los labios, obstruyéndole el derecho de la palabra y finalmente sus colmillos se dirigían excitados a morder el cuello ajeno, pero no llegó a nada, no, Nerishka de inmediato sintió que su cuerpo estaba comenzando con convulsiones, terminando por toser, apartándose de Rydley -…No…-Termino por dejar de controlar aquel cierre en sus manos y ella, huyo hacia el interior del cementerio encontrándose con una joven, dulce y que se había perdido. Ella no dudo en quitarle la esencia de aquella vida, pagándola con sangre y Nerishka por fin satisface su sed.
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Re: Reset [Privado]
Soledad. Estaba familiarizados con eso, al menos en aquellos momentos por más compañía que tuviera a mi alrededor estaba completamente solo en la realidad, no existía nada ni nadie que calmara aquello, excepto quizás la mujer a la que buscaba y había desaparecido completamente de todos los sitios donde pudiera encontrarle. Tampoco es que la soledad fuese algo novedoso para mi, ya me había sucedido una vez; la primera vez que había creído encontrar a quien no me dejaría nunca me abandono por uno de aquellos chupasangre sin mayor explicación que un “No quiero morir” y después de todo aquello que soporte hasta encontrar una nueva luz en mi vida, esa luz se extinguía de un momento a otro; se desvanecía como si nunca antes hubiese existido.
– Eso es comprensible, la soledad. Aún así es extraño que ande por este lugar siendo que solo lograra sentirse más sola – antes de cualquier cosa, me advertía que me fuera. No pensaba irme y al parecer tampoco podía hacerlo pues casi de inmediato sus manos examinaron mi cuerpo y ser cualquier hombre lo más seguro es que me pusiera nervioso ante su tacto, pero no, ya había pasado demasiado tiempo en el burdel que se necesitaba más que eso para encender en mi alguna llama pasional la cual se encontraba además inexistente en esos momentos gracias a la desaparición de la cazadora.
Reí ante sus palabras y deje que me besara. Aquello era como estar nuevamente atendiendo a alguna mujer necesitada de afecto. Generalmente eso era lo que se entendía por comportamientos como aquellos aunque en ella no estaba seguro pues no hablamos nada, ella solo se había puesto en aquel estado extraño de un instante a otro mientras yo permanecía prácticamente inalterable.
– Su boca al parecer solo puede hablar de más y permanecer sin nada de acción – pase mi mano por mis labios, retirando un poco de sangre que había quedado – y tampoco creo que sea conveniente volver pues al final si es que es su deseo me dará alcance en un corto lapso de tiempo y sinceramente es inútil escapar – mire aquella pierna con atención solo para terminar de un segundo a otro en el suelo con aquella figura femenina sobre mi. No me molestaban esa clase de actos, había pasado bastantes cosas y si es que ahí iba a morir, realmente solo me quedaba recibir a la muerte – si vas hacerlo que sea de una vez, estas solo perdiendo tiempo y usando la boca solo para emitir palabras, como lo dije antes… nada de acción – estaba retando a esa vampiro. No era la manera más lista de actuar pero ¿Qué más daba?. Ladeé el cuello para que pudiera morder si es que lo deseaba pero antes de eso, se alejo de mi; andando hacía otra dirección.
Eso había sido parte de lo más extraño que me pasara con un inmortal pero aún sabiendo el peligro en que me encontré antes y después de ponerme en pie; avance con rumbo a donde se encontraba ella solo para ver como bebía de alguien más. Pobre hombre desdichado aquel, se encontró en el lugar equivocado, en la hora equivocada y yo… yo tuve la oportunidad de escapar y no lo hice. Permanecía inmóvil observando a la mujer de cabellos oscuros y una vez que el hombre termino muerto, aplaudí.
– Interesante. Has tenido la oportunidad de asesinarme y sin embargo has buscado alguna otra presa para saciar tu sed de sangre. ¿Tan mal sabor tengo? – sonreí mientras pasaba mi lengua por donde antes había mordido y probado un poco de la sangre de mi labio – Sabía que eras solo de las que hablan y no hacen nada, me he topado con muchas mujeres como tu – mire a otro lado, pensando por unos segundos en otra mujer.
– Eso es comprensible, la soledad. Aún así es extraño que ande por este lugar siendo que solo lograra sentirse más sola – antes de cualquier cosa, me advertía que me fuera. No pensaba irme y al parecer tampoco podía hacerlo pues casi de inmediato sus manos examinaron mi cuerpo y ser cualquier hombre lo más seguro es que me pusiera nervioso ante su tacto, pero no, ya había pasado demasiado tiempo en el burdel que se necesitaba más que eso para encender en mi alguna llama pasional la cual se encontraba además inexistente en esos momentos gracias a la desaparición de la cazadora.
Reí ante sus palabras y deje que me besara. Aquello era como estar nuevamente atendiendo a alguna mujer necesitada de afecto. Generalmente eso era lo que se entendía por comportamientos como aquellos aunque en ella no estaba seguro pues no hablamos nada, ella solo se había puesto en aquel estado extraño de un instante a otro mientras yo permanecía prácticamente inalterable.
– Su boca al parecer solo puede hablar de más y permanecer sin nada de acción – pase mi mano por mis labios, retirando un poco de sangre que había quedado – y tampoco creo que sea conveniente volver pues al final si es que es su deseo me dará alcance en un corto lapso de tiempo y sinceramente es inútil escapar – mire aquella pierna con atención solo para terminar de un segundo a otro en el suelo con aquella figura femenina sobre mi. No me molestaban esa clase de actos, había pasado bastantes cosas y si es que ahí iba a morir, realmente solo me quedaba recibir a la muerte – si vas hacerlo que sea de una vez, estas solo perdiendo tiempo y usando la boca solo para emitir palabras, como lo dije antes… nada de acción – estaba retando a esa vampiro. No era la manera más lista de actuar pero ¿Qué más daba?. Ladeé el cuello para que pudiera morder si es que lo deseaba pero antes de eso, se alejo de mi; andando hacía otra dirección.
Eso había sido parte de lo más extraño que me pasara con un inmortal pero aún sabiendo el peligro en que me encontré antes y después de ponerme en pie; avance con rumbo a donde se encontraba ella solo para ver como bebía de alguien más. Pobre hombre desdichado aquel, se encontró en el lugar equivocado, en la hora equivocada y yo… yo tuve la oportunidad de escapar y no lo hice. Permanecía inmóvil observando a la mujer de cabellos oscuros y una vez que el hombre termino muerto, aplaudí.
– Interesante. Has tenido la oportunidad de asesinarme y sin embargo has buscado alguna otra presa para saciar tu sed de sangre. ¿Tan mal sabor tengo? – sonreí mientras pasaba mi lengua por donde antes había mordido y probado un poco de la sangre de mi labio – Sabía que eras solo de las que hablan y no hacen nada, me he topado con muchas mujeres como tu – mire a otro lado, pensando por unos segundos en otra mujer.
Ryley Lezarc- Cazador Clase Alta
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Re: Reset [Privado]
No pensó que aquel sujeto necesitara…morir pues sentía que podía jugar un poco más con él. Estaban en mitad de un cementerio en su hora matutina, en el que ella podía salir y el debería estar durmiendo o quizás haciendo otras cosas -….¿Llevas en tu pasado la vida del libertinaje y aun así no te lanzas sobre a seducirme? Pues que sepas que no eres nada del otro mundo…-Dijo para contraatacarle, pero no iba a perder tiempo, se sentía sola en el mundo y solo esperaba a que el ocaso desapareciera dando paso al amanecer. Aun recordaba como el rugido de Xaziel contra su oído la estremecía de sobre manera porque a mediados de aquella noche, las cosas cambiaron, las tornas se cambiaron y ella había quedado a merced a manos del lobo caprichoso, pero enseguida, las cosas volvieron a cambiar dando así paso al hechicero que escondía en una de sus celdas, convertido en un ser flácido y pálido tras no haber comido varias noches seguidas. Pero ahora Nerishka se fijaba en aquel que estaba a pocos pies de ella.
Usando la Ilusión, Nerishka pudo vagar en los recuerdos ajenos y simplemente ver aquello que le preocupaba al joven, pudo ver en sus recuerdos a una mujer en especial. Salió de su mente y después desapareció entre las sombras, queriendo dejar al extraño confundido por su repentina ida y pudo proyectar con su poder de la ilusión, formas, imágenes de pies y manos, piernas enfundadas en trajes de cuero negro, cazadores seguramente, ella no le temía a nada así que aumento la intensidad de la ilusión, haciendo que aquel joven entrara en sus propios recuerdos -…Recuerda…..aquellos maravillosos días….-Él le había pedido que acabara con ella, ella le daría ese placer, pero de ninguna manera rápido, sino, lento y que sufriera mientras ella jugaba con sus poderes de la ilusión escondidas entre las sombras.
-Déjate envolver por los recuerdos que aguardas en tu mente….déjate llevar….a un mundo de recuerdos en los que vagas una y otra vez sin ni siquiera encontrar una salida para escapar de ellos…..-Susurraba desde su escondite que no era un lugar lejos de donde se encontraba su propia marioneta -….Aahhh si…..Esa mujer….-Desde luego ella misma podría saber más de él sin preguntarle -….Esa mujer que antaño amabas, si….se te ve en tus ojos ese brillo especial con la que la miras….-Seguía susurrando ahora casi cerca de su oído, deslizando cual serpiente venenosa con su voz aterciopelada y viperina, llevaba sus manos por aquella fornida espalda de aquel joven, en donde apoyo, casi apoyo sus brazos sobre los hombros ajenos para ir susurrándole al oído -……se ve que la amabas mucho antes de….saber de su muerte….-sonrió como si estuviera disfrutando del momento -…..y que ahora por ella….ahora eres un cazador inexperto….-Murmuro para después propinarle un escueto beso sobre una de sus mejillas, acariciándole después con el pulgar tras ver que dejo un poco de carmín.
-¿Uh? –Sonrió con falsa inocencia mientras se iba poniendo delante de aquel joven, se ponía al lado de él para observar ella misma sus creaciones ópticas -….Fíjate….pero ¿Quién es ese que le rodea la cintura? –De su propia niñez, creo una imagen falsa en sus ilusiones, añadió a un joven que conoció de joven, metiéndole en el papel como si fuera de la mente de aquella persona a la que le estaba haciendo las ilusiones -….pero…..-susurraba aun con su mejorada voz envenenada -….podemos hacer que se arrepientan…..-miro de reojo a aquello que consideraba una ilusión -…..y darle celos…..-Acariciando su mejilla fue como termino aquellas ilusiones que parecía haberle fatigado demasiado.
Esperaba que hubieran hecho efecto.
Usando la Ilusión, Nerishka pudo vagar en los recuerdos ajenos y simplemente ver aquello que le preocupaba al joven, pudo ver en sus recuerdos a una mujer en especial. Salió de su mente y después desapareció entre las sombras, queriendo dejar al extraño confundido por su repentina ida y pudo proyectar con su poder de la ilusión, formas, imágenes de pies y manos, piernas enfundadas en trajes de cuero negro, cazadores seguramente, ella no le temía a nada así que aumento la intensidad de la ilusión, haciendo que aquel joven entrara en sus propios recuerdos -…Recuerda…..aquellos maravillosos días….-Él le había pedido que acabara con ella, ella le daría ese placer, pero de ninguna manera rápido, sino, lento y que sufriera mientras ella jugaba con sus poderes de la ilusión escondidas entre las sombras.
-Déjate envolver por los recuerdos que aguardas en tu mente….déjate llevar….a un mundo de recuerdos en los que vagas una y otra vez sin ni siquiera encontrar una salida para escapar de ellos…..-Susurraba desde su escondite que no era un lugar lejos de donde se encontraba su propia marioneta -….Aahhh si…..Esa mujer….-Desde luego ella misma podría saber más de él sin preguntarle -….Esa mujer que antaño amabas, si….se te ve en tus ojos ese brillo especial con la que la miras….-Seguía susurrando ahora casi cerca de su oído, deslizando cual serpiente venenosa con su voz aterciopelada y viperina, llevaba sus manos por aquella fornida espalda de aquel joven, en donde apoyo, casi apoyo sus brazos sobre los hombros ajenos para ir susurrándole al oído -……se ve que la amabas mucho antes de….saber de su muerte….-sonrió como si estuviera disfrutando del momento -…..y que ahora por ella….ahora eres un cazador inexperto….-Murmuro para después propinarle un escueto beso sobre una de sus mejillas, acariciándole después con el pulgar tras ver que dejo un poco de carmín.
-¿Uh? –Sonrió con falsa inocencia mientras se iba poniendo delante de aquel joven, se ponía al lado de él para observar ella misma sus creaciones ópticas -….Fíjate….pero ¿Quién es ese que le rodea la cintura? –De su propia niñez, creo una imagen falsa en sus ilusiones, añadió a un joven que conoció de joven, metiéndole en el papel como si fuera de la mente de aquella persona a la que le estaba haciendo las ilusiones -….pero…..-susurraba aun con su mejorada voz envenenada -….podemos hacer que se arrepientan…..-miro de reojo a aquello que consideraba una ilusión -…..y darle celos…..-Acariciando su mejilla fue como termino aquellas ilusiones que parecía haberle fatigado demasiado.
Esperaba que hubieran hecho efecto.
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Re: Reset [Privado]
Sus palabras me hicieron soltar una risa que no duro mucho tiempo. Tenía razón en decirme de mi vida anterior y no estaba avergonzado de esa vida, porque gracias a esa vida es que había podido toparme con mi esposa, con Leigh. A mi vida de cortesano le debía ahora la vida entera pero también el dolor que ahora me veía forzado a soportar ante la ausencia de la única mujer que ahora era capaz de hacerme perder el control. Mi cuerpo necesitaba a Leigh, así como mis ojos su visión y mis oídos sus palabras.
– Tu tampoco eres nada del otro mundo como para que vaya a lanzarme sobre ti para seducirte, no estoy tan desesperado como tu pareces estar y eso que como has dicho, he llevado una vida de libertinaje.
De manera veloz, la inmortal se alejo de él y solo pude suspirar, estaba cansado, así que si iba a acabar conmigo más le valía apurarse porque de no hacerlo terminaría saliendo del cementerio para regresar a la mansión donde no estaba Leigh, donde solo quedaba su recuerdo y el aroma de ella por todos los lugares en los que pasara.
Antes de que pudiera irme de aquel sitio, un montón de manos se levantaron del suelo y la voz de Leigh vino hasta mi, recordándome de no caer en los trucos sucios de los vampiros, diciendo que nada de aquello era real aunque así lo creyera e incluso lo sintiera. ¿Maravillosos días? Aquellas manos lo ultimo que tenían eran maravillosas y una mueca de desagrado apareció en mi rostro, mientras que podía escuchar claramente pero al tiempo de ningún sitio en especial, la voz femenina.
Mi molestia se incremento al descubrir que aquella vampira estaba indagando en mis recuerdos de Leigh, estaba sacando de mi mente la valiosa imagen de la cazadora a quien amaba.
– Deja de decir estupideces, no sabes conseguir las cosas de otro modo que no sea usando tus sucios trucos – un escalofrío combinado con las ganas de querer morir llegaron a mi al escuchar la palabra muerte. Mi cazadora no estaba muerta, ella solamente estaba desaparecida y de eso estaba bastante consiente, necesitaba ver su cuerpo, una tumba o algo similar para dejar de creer que tarde o temprano regresaría a mi lado – deja de hablarme, me fastidian tus palabras vampira – era curioso como había cambiado en cierta parte. Antes no me interesaba toparme con el mundo sobrenatural y nunca le hubiese hablado de esa manera a una mujer.
Los trucos aquellos aunque eran falsos, lastimaban y por eso trate de centrarme únicamente en los dedos fríos y muertos que me recorrían la mejilla.
– Darle celos… ella no es de esa clase de mujeres que se pondrían celosas por algo así, ella sabe lo que es para mi aunque – sonreí con burla – ¿A quién quieres darle celos tu? Creo que más bien es eso, así que si me dices, quizás te ayude – una vampira necesitada de afecto, eso era extraño y hasta cierto punto, divertido.
– Tu tampoco eres nada del otro mundo como para que vaya a lanzarme sobre ti para seducirte, no estoy tan desesperado como tu pareces estar y eso que como has dicho, he llevado una vida de libertinaje.
De manera veloz, la inmortal se alejo de él y solo pude suspirar, estaba cansado, así que si iba a acabar conmigo más le valía apurarse porque de no hacerlo terminaría saliendo del cementerio para regresar a la mansión donde no estaba Leigh, donde solo quedaba su recuerdo y el aroma de ella por todos los lugares en los que pasara.
Antes de que pudiera irme de aquel sitio, un montón de manos se levantaron del suelo y la voz de Leigh vino hasta mi, recordándome de no caer en los trucos sucios de los vampiros, diciendo que nada de aquello era real aunque así lo creyera e incluso lo sintiera. ¿Maravillosos días? Aquellas manos lo ultimo que tenían eran maravillosas y una mueca de desagrado apareció en mi rostro, mientras que podía escuchar claramente pero al tiempo de ningún sitio en especial, la voz femenina.
Mi molestia se incremento al descubrir que aquella vampira estaba indagando en mis recuerdos de Leigh, estaba sacando de mi mente la valiosa imagen de la cazadora a quien amaba.
– Deja de decir estupideces, no sabes conseguir las cosas de otro modo que no sea usando tus sucios trucos – un escalofrío combinado con las ganas de querer morir llegaron a mi al escuchar la palabra muerte. Mi cazadora no estaba muerta, ella solamente estaba desaparecida y de eso estaba bastante consiente, necesitaba ver su cuerpo, una tumba o algo similar para dejar de creer que tarde o temprano regresaría a mi lado – deja de hablarme, me fastidian tus palabras vampira – era curioso como había cambiado en cierta parte. Antes no me interesaba toparme con el mundo sobrenatural y nunca le hubiese hablado de esa manera a una mujer.
Los trucos aquellos aunque eran falsos, lastimaban y por eso trate de centrarme únicamente en los dedos fríos y muertos que me recorrían la mejilla.
– Darle celos… ella no es de esa clase de mujeres que se pondrían celosas por algo así, ella sabe lo que es para mi aunque – sonreí con burla – ¿A quién quieres darle celos tu? Creo que más bien es eso, así que si me dices, quizás te ayude – una vampira necesitada de afecto, eso era extraño y hasta cierto punto, divertido.
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