Dos piedras en un camino sin salida(privado)

Pocas de las veces que me habia internado en el bosque habia sido para algo diferente que no fuera el mismo respirar el aire puro que llenaba mis pulmones y asi elejarme un poco de las obligaciones que a veces me parecian querer ahogarme entre tanta formalidad incluso obligaciones pero que otra cosa podia hacer sino seguir con las mismas riendas que me habian sido encomendadas una y otra vez. Nadie que no este en la misma posicion no son capaces de saber donde mismo me habia metido que era el de ser un caballero y sin cometer ni un fallo a las normas de etiqueta que debia de acudir en todo momento. Mi cuerpo vibraba dando lugar a la sensacion de fundirme con la naturaleza algo que era como un lazo que captaba mi interior con mi instinto de la maldicion que un dia me toco ser... Ahora mismo dejaba que hasta mis propios pies fueran los que tomaran el control hasta que subia la adrenalina por todo mi cuerpo buscando correr y cada vez subia a mas las ganas de hacerlo. Una vez desapareci de la vision de todo posible hombre comence a correr entre los arboles como alma que lleva el diablo.

Notaba el bombeo de mi corazon a toda prisa hasta notar los latidos en mi garganta dando lugar a una respiracion mas profunda y agitada pero la libertad que se daba a conocer era como uno solo. Como los troncos se hacian mas gruesos e incluso las hojas mas espesas donde era mas facil notar lo poco explorado que habia sido el bosque para el ser humano ya que lo protegian tantos mitos y leyendas que bañaban los campos de fuera de la ciudad dando nacer el miedo en niños y precaucion en adultos. Eso era la parte que hacia que conservara toda la magia que algun dia hizo florecer aquel lado, aunque sabia que la noche estaba cayendo y lo mas normal era los paseos en el bosque de muchas mas criaturas. Comence a alejarme un poco del corazon del bosque en busca de un lugar donde poder contemplar el manto de estrellas que luciria seguramente sobre mi cabeza. No tarde mucho en encontrar frente a mi una pequeña explanada dejando ver los ultimos rayos rojizos del sol hasta terminar en el horizonte tras la montaña.

Avance apenas unos pasos sentandome en el mismo cesped. Flexione la rodilla dejando mi mano apoyada alli y la otra de sujecion con el suelo para semi-recostarme en el suelo viendo como poco a poco se comenzaba a hacer notar las estrellas brillando cada una con luz propia. Fue entonces cuando recorde porque me gustaba tanto mi casa del campo y la naturaleza. Cada fibra de mi piel en cuestion de segundos me llamaba a ser uno con mi parte animal de forma que no rechazara quien era. Me habia costado bastante aceptar lo que era hasta que poco a poco lo controlo en algunas partes pero no puedo olvidar que no puedo en las noches de luna llena, a mi favor que esta noche no habia luna llena sino la sonrisa del gato burlon que reia desde la posicion que mantenia ya que desde alli podia ver la estupidez de muchos que desconocian el significado de la sonrisa burlona. Eso era lo que mi madre me habia enseñado de pequeño y lo que tanto me gustaba.