Aun cuando todo esta perdido [Nirole]

Si la vida fuese muy simple quizás no tuviese tanta gracia vivirla, los entresijos de esta eran como caminos de un laberinto donde solo uno te lleva a la felicidad, a la tranquilidad, al equilibrio o cualquiera que fuese la meta que cada uno pone en su vida. Melinda no tenía ninguna, vivía su vida simplemente porque había que vivir, respiraba porque su cuerpo así lo exigía pero no había nada de pasión en ninguno de sus actos ni siquiera en su oficio que era lo único que conseguía agradarla de alguna manera. Y ahora todo su mundo se había vuelto inestable, todo era diferente, ella misma había cambiado. Vampiros, licantropos, brujos... un sin fin de gente peculiar parecía gobernar una ciudad que ya no reconocía. Y mientras todo ese mundo emergía de la nada como si siempre hubiese estado a la vista su mundo se sumergía en el mas negro de los abismos. Su mente se había dividido, dos seres habitaban en ella, dos seres que no se llevaban bien, que peleaban y la utilizaban para cumplir sus mas egoístas exigencias. Ella solo era una marioneta en manos de si misma y su personalidades. ¿Y qué podía hacer? No encontraba ningún punto de inflexión solucionase aquello, estaba perdida en su propio laberinto.

Y así se vio ella camino de ninguna parte dejando que sus pensamientos nublasen su vista y su mente dirigiese sus pasos automáticamente como si realmente supiese a donde ir. El día comenzaba a caer y los últimos rayos de sol jugaban entre los cabellos de la bruja como si pudiesen resguardarse allí hasta la mañana siguiente, sus tacones fueron resonando con mas fuerza a medida que se alejaba del centro y el eco de estos se hizo mas patente cuando nadie pudo verla ya. Los ojos le brillaban en pequeños lapsos de tiempos demostrando la lucha interna que vivía constantemente. Necesitaba evadirse de la gente, dejar de ver seres mágicos, simplemente perderse. Llego a unas ruinas, a una especie de zona abandonada de la ciudad, la dejadez era patente y reinaba un aire enrarecido fruto del propio abandono del lugar. Se sintió a gusto allí. El silencio hablaba, la oscuridad brillaba y la muerte vivía en ese lugar y mientras la bruja se dejaba llevar. Llego a una plaza donde en el centro había un pozo que se imaginaba ya no daba agua, aun así se acerco hasta el para comprobarlo. Cuando alzó la vista pudo ver la puesta de sol entre las montañas de los alrededores, le resultaba muy placentero estar ahí. Lentamente como si no le fuese la vida en ello, como si sus movimientos intentasen ser perfectos soltó su melena dejandola caer por debajo de sus hombros. Se descalzó y las frías piedras que antes empedraban las calles de ese rincón poseyeron su cuerpo dejandolo gélido.

Caminó unos pasos intentando descubrir nuevos rincones, imaginando la clase de vida que allí hubiese existido antes. Levanto de las cenizas un pueblo,su pueblo, ese que un día se sublevó contra ella y su familia. Vio en una esquina el lavadero para la ropa a ras de las aguas del río. Reconstruyo en pocos segundos la escuela a la que le encantaba ir, la casa donde pasaba la mayor parte del tiempo con su madre, el mercado donde compraban las plantas, la librería con aquellas grandes estanterías repletas de historias. Y llegando a unas escalinatas restauro la iglesia, esa maldita iglesia donde tuvo que esconderse mientras asesinaban a su clan. La rabia comenzó aflorar en ella fruto del recuerdo doloroso de su niñez, quizás si pudiese liberase, quizás si aquel recuerdo no se clavase en su alma como una daga envenenada que poco a poco la mataba. Y entonces de lo más profundo de su ser emergió un grito desgarrador que rompió todos las barreras de su mente y que hicieron temblar cada pelo de su cuerpo.

Se oye el forcejeo en una cerradura esta no se ve, busco la llave, un nuevo candado para encerrarla por más tiempo en mi interior, la calma, alimentarme lo necesario, meditar  las consecuencias, el guardián  que me custodiaba ya no está y debo luchar yo sola. Será difícil, pero ¿y si tal vez?...no no, no puedo dejarla salir;-Risas en el interior de mi cabeza-eres la más débil criatura. Te niegas el placer. Extender tus alas-replico esa voz, mientras yo me llevaba las manos a la cabeza y me negaba, dejándome caer notando los arañazos de las paredes del callejón, que llegó a rasgar la ropa, creí que ya podía controlar esa otra voz, me equivocaba y mentía a mí misma siempre, se deja ver en mi debilidades cediéndome la fuerza que puede faltarme para buscar lo que ansió tener, una simple abertura en muñeca o una incisión  con mis colmillos sobre la piel temblorosa de cada víctima, tan sencillo y eficaz para obtener su calidez, perteneciéndome cada gota que emanaba de ellos, tan deliciosa la condenada.


Manos torpes buscando la estabilidad para levantarme, pies que resbalan haciéndome caer de nuevo, silencio irrumpido por una campanilla al tintinear, ojos abiertos en su plenitud, pupilas que se encienden potenciando el verde natural  con la anomalía que uno de ellos ya no lo posee, adquiriendo un rojo intenso-como tantas veces ocurre - aquella bestia quiere salir y controlarme, ir por quien reto a la noche y a la sed, no solo mía si no de quienes  se encontraran merodeando  allí también.

Por fin me levanto del suelo, apoyándome en el suelo brevemente y luego apoyándome a una de las paredes,-Vamos puedes olerlo, a unos pasos nada mas- aquella voz de nuevo, tan firme tan tétrica, y por una vez admito que tenía razón, podía escuchar aquella campana resonar repetidas veces, aunque ya no lo hiciera, quedó grabado en mi mente al igual que su olor, que era mayor cuanto más fuese la concentración  y cercanía. Acabé recostándome en la esquina, pude identificar de quien se trataba, una joven pastelera, ¿Por qué lo sé?, solo leí  el cartel que estaba a un lado de la puerta, no soy adivina aunque mi habilidad me lo permita con solo tocar una prenda o al propio sujeto, y eso ocurrirá cuando la alcance, de momento solo seguiré sus pasos entre las sombras, procurando no delatarme hasta que quisiera.

Era extraño, todo en línea recta básicamente un camino largo y no se detuvo en ningún momento, ¿sabía que estaba allí, aún sin verme?, no lo entiendo, estaba dejando atrás la plaza y hogares donde podía refugiarse de un hambre voraz que crecía  a cada paso que daba, ¡que pare, haz que pare!¡tengo que matar!-tienes que matarla -,irrumpió el hambre sugiriéndome lo que ya se. Llegamos a una de las zonas que en su tiempo era transitada, hasta que dejo de estarlo, dando paso a ruinas y a todo tipo de vegetación. Escondida entre las sombras de los árboles, observe curiosa lo que comienza a suceder, reconstruyendo edificaciones, que en su tiempo hubieron existido, pero no recuerdo haberlas visto en ninguno de mis despertares. ¿Qué significa todo aquello?¿qué escondes, joven bruja?.Un grito sin sentido que levanta una brisa que revuelven las hojas hasta mi pelo, intendo acercarme más para seguir observando,¿que escondes...?.

El desgarro de su grito fue la expresión de dolor, de su alma a veces negra que no encuentra la luz para continuar.Sus ojos inquietos no paraban de moverse hacia lugares de las ruinas creando un mundo seguro para envolver sus penas.Las calles se empedraron por doquier y la gente paseaba atravesándola para desaparecer luego. Ella no sabía que aquello que imaginaba se veía, ella no conocía ese don, inepta bruja que todo lo desconoce, que ni a si misma es capaz de encontrar y que busca consuelo en los sueños pero estos no son mas que quimeras que alimentar un alma perdida. Creo ante ella a su madre como la recordaba, como siempre le venía a su mente. Su ojos brillaron fulgurantes y acuosos mientras la enternecedora mirada de su progenitora le acariciaba el ánima.

-Madre-un hilo de voz salió de sus adentros casi como un lamento-No puedo encontrar el camino, me he perdido.-ella era la única que podía consolarla, la única que podía indicarle el camino a seguir. Si, estaba muerta pero en su mente el recuerdo vivía y ella sabía que aun estando solo en su cabeza, ella le ayudaría. La madre no dijo nada, ¿cómo hacerlo si Melinda no lo ejecutaba? La sonrió y alzó su mano señalando un lugar. Al principio no entendió pero lentamente siguió el camino que indica la mano y entonces la vio.

Una criatura entre las sombras, sus ojos brillaban a pesar de la oscuridad que empezaba a gobernar, su aura la conocía,criatura de la noche que devora cuerpos alimentándose del néctar de sus venas. "Demonios" pensó.¿Era fruto de su imaginación o era real? Miro a su madre con cierto aire inquisidor, buscando en ella una respuesta segura, pero jamás le daría alguna, ella no era real, ni si quiera era un espectro, solo una muñeca en sus garras.

Su madre empezó a desvanecerse, al igual que el pueblo. Se desesperó, ella no quería que se fuese, el nerviosismo se empezó apoderar de ella fruto de su ignorancia pues no sabía que ningún poder ejercía su dominio para siempre. La función terminó y en el centro del teatro estaba Melinda y la vampiro de ojos ansioso. No era fruto de su fantasía si no real. Avanzó unos pasos quizás para tener mas visión de su visitante. -¿Quién eres?-pronunció con voz tétrica haciendola retumbar en las ruinas.

Curvando las cejas, cediendo en el fruncido, entrecerrando los ojos finalmente. Estaba sorprendida por la forma en que se sucedían aquellas imágenes, si las veo yo también los demás, ¿se acercarán más curiosos?, no lo sé, pero sería mejor que aquello…Pasos hacia atrás al sentirme atravesada por espectros, reflejos o ilusión, sordos pasos con destino a ningún lugar, se desvanecían a pesar de  parecer tan reales como ella o como yo. Aproveché para moverme entre ellos lo más rápido, aparecer y desaparecer ante sus ojos como aquellos seres era prácticamente imposible, no era una ilusión.

-crees que no se da cuenta, idiota tarde o temprano…-calló aquella voz cuando estaba a medio camino para ocultarme  entre las sombras acercándome a ella ,quien calmaría mi sed esta vez- ei, ei, ei, ei. No subestimes- continuo aquella conversación interior, veo de reojo donde está, pero antes que pudiera hacer nada, aquella voz no solo controló cada cuerda vocal, sino también manejaba mi cuerpo, ahora yo, esa parte humana que mantengo pasa a ser la voz. Cierro los ojos, ambos dos de aquel rojo rubí al abrirlos, llamativo para el conocedor y no tanto de nuestra especie, dejando paso al hambre, a la manipulación y a la locura, no sé por cuánto tiempo pero esperaba que aquella situación no se me fuera de las manos, como intuyo.

-jajajajajajajajajajajajaja-reía entre dientes, llevándome la mano para taparme la boca, mirando de reojo y deteniéndose en el paso con ida entre las sombras y estar aún más cerca;-Sabes que no tomaré de ella-me ignora-, elevo una de las cejas, giro sobre los talones, saliendo con lentitud de las sombras, observando que ya no existen aquellas estructuras, el gentío, y aquel dedo acusador que señalaba, se desvanecieron al mismo tiempo.

~Interior~
~~-¿ah no?¿no puedo hacerlo?, tomo lo que deseo más cuando tú, yo, no  es capaz de arrancar la vida que te hará sobrevivir, igual que esta vida, otras te esperan esta noche, ¡no seas estúpida!, ¡¡¡no niegues lo que eres!!!-negué mirando al suelo, solo por ese instante pude hacerlo. ~~

Bajo mis pies un temblor extraño, mire al frente manteniéndola, sonriendo de la misma forma, dando un toque sombrío a la sonrisa que salió de estos labios sin  pensar. Me moví  como lo haría cualquier mortal, solo que en lo que uno de ellos daba dos cortos pasos yo ya había caminado la mitad de la distancia,~~ventaja inmortal~~, ni un paso más al ver que ella se acercaba curiosa, sonreí de nuevo mostrando parcial los colmillos deseosos de clavarse en su piel y beber sin llegar al límite de su muerte.

-¿Yo?-dije señalándome, cerré los ojos, al abrirlos solo uno de ellos  mantenía el color, como al inicio-¿Quién eres tú?-intervine yo, haciendo pulso a mi sed. Irremediablemente miraba su cuello, vena palpitante que  resonaba en  la cabeza, como aquel corazón que escuchaba un asesino, una mero ilusión pues el corazón ya no latía.

-¿Qué fue todo esto, cherie..,?¿anheláis a vuestra madre?-dijo refiriéndome a quien etiqueto, y me delato, aunque bien pude seguir escondida-no temas, le sugerí de alguna forma, no te haremo…te haré daño-dije llevándome la mano al pecho, la vena en releve de mi sien, no podía aguantar mucho más, el hambre podía sobre mis maneras y la educación-no..ahora no-fue lo último que susurre, encogiéndome un poco.

Fija, estática,permanecía impasible ante las palabras de ella, ante la sugestiva tentación de salir corriendo de allí. Giro su cabeza curiosa por un instante, que le ayudo a capturar cada centímetro del cuerpo de su acompañante. Su rostro era lienzo de la belleza personificada,su piel nívea y tersa casi traslucida aunque las sombras de la noche creaban cierto aire lúgubre en él. Un porte regio digno de una señorita de alta cuna con movimientos armónicos supuso que ensayados en sus años de vida humana o inmortal. Quería que se fuese de allí, que le dejase sola con sus pensamientos que avasallaban su mente, estaba harta de ser la victima, de ser la esclava de los deseos de los demás.

"¡Cázala!", la orden resonó de pronto en su interior como si de repente ella fuese la cazadora cuando no era mas que una espectadora más."Soy débil" susurró otra voz casi al mismo tiempo. Y otra vez la misma retahíla de siempre, la misma conversación donde ella misma observaba como alguien decidía por ella.Esta vez las ignoró y dejó que su interior se despedazase una vez más mientras ella actuaba bajo la locura de su necesidad de progresar.

Avanzó unos pasos zanjando la distancia que las mantenía separadas, situó su hechizo entre ambas dejando que su don, aquel que dominaba casi a la perfección hiciese su trabajo instaurando cierta calma y sosiego entre ellas. Quizás para defenderse de su posible temperamento propio de los de su raza o quizás para jugar un rato con ella. Dio varias vueltas a su alrededor para situarte tras de ella.

Aproximo su rostro al oído de la vampiro para susurrarle :-¿Cómo sabe lo que estaba pensado?¿Acaso puede leer mi mente?-comentó en tono infantil y divertido como si esa situación le agradase aunque lo que le agradaba era poder controlar su don sobre ella. Vagamente vino a su mente el recuerdo de el vampiro del lago que leía la mente, que podía adelantarse a cualquiera de sus movimientos, era desesperante librarse de alguien con ese don. "¿Y crees que podrás hacerlo otra vez?¿Qué te hace mas fuerte esta vez?""Tú" se replico a si misma."Tú saldrás a ayudarme". La bruja sonrió en su interior había conseguido lo que quería, ser al artífice de sus venturas y la salvadora de sus derrotas.

Valentía de mortales, que puede llevarles a la muerte ante seres como yo en la proximidad y distancia, sin posibilidad de huir, no obstante me quedé quieta observándola como me rodeaba y riendo por lo bajo ante la confusión de aquella bruja sin nombre.

Inconsciente de que su cercanía implicó algo más, que ante mis ojos no fue vista como aquellas imágenes, una sensación extraña que hizo aliviar mi sed momentáneamente, tranquilidad extraña y repentina-¿como?-susurré aun queriendo callarme, aunque creo que fue demasiado tarde ,no pude impedir susurrarlo.

-como te dije, no puedes subestimar tan rápido, aquellos como ella siempre tendrán un As bajo la manga aun no siendo visible~~-interrumpí dentro de mí misma, aquella extraña sensación tenia ventaja sobre mí, aunque tampoco  sabía el  tiempo. Hice una mueca, queriendo callarme, retiro la mano que agarra la ropa y la dejo paralelo a mi cuerpo, momento que aquella muchacha susurra en un perfecta lengua francesa acerca de alguien que parecía poder leer mente ajena. Enarco una ceja y rio de manera casi idéntica solo que no emito sonido alguno.


Intento luchar  ante aquella sensación, sentía la boca seca y aun así no podía permitirme sentir  más de eso-¡solo es un maldito truco!-dije en mi interior, una risilla sin sentido  a lo que ocurría en  lo exterior a mí, la lucha era interna, podía parecer una de mente o no pero no me importaba en absoluto. Por una vez estaba de acuerdo en actuar, podía moverme, podía girarme sobre los talones e incluso llegue a coger momentáneamente su brazo para apartarla, pero nada de abalanzarme sobre ella como ansiaba hacer.

-es equivoca su etiqueta cherie -; mire de soslayo manteniendo el color e inexpresiva en ese instante, solté su brazo mientras me moví ligeramente para a observar más allá de lo que vi cuando el agarre, una extraña visión de una sombra oscura con ojos amarillos, que aún siendo uno mismo desprendía diferentes auras, estaba  tras de ella como si fuera su sombra y tormento-¿Quién te atormenta?-salió sin recato de mi boca, un barrido suave movió el pelo de ambas, aun mirándola,esperando una respuesta a lo que vi,hacendo tiempo tambien mientras aquella sensación desaparecía y me dejara hacer.