Un nuevo hogar | Azul

por **Bard Blase** Jue Ene 16, 2014 9:40 pm

Por fin obtuve lo que quería fue difícil, me costo mas de lo que esperaba pero valió la pena, la casa tenia tiempo sola por lo que estaba algo descuidada, el polvo se hacia notar en casi toda la casa acompañado de algunas telarañas, también faltaban dos muebles en la sala de estar, la cocina y los baños estaban bien aunque igual el desuso había dejado sus marcas, el piso superior tiene las habitaciones, una grande y dos mas pequeñas, Tenían algunos muebles como la cama un escaparate una mesita de noche y un par de bancos pero poco mas, el ático estaba vació, se llevaron todo lo que pudieron. Según me entere unas extrañas muertes sucedieron en la casa por eso nadie la quería, pero eso no me importa, una ganga por una casa manchada de sangre, no puedo pedir mas para los recursos que tengo.

Lo mas fascinante que tiene esta casa son los dos niveles de zutano que posee, cada uno con 4 habitaciones, increíble, puedo poner una biblioteca pequeña y retomar mis investigaciones, también puedo alojar a algunas personas o incluso dedicar las habitaciones para algo mas personal, sea lo que sea que hacían aquí agradezco que lo dejaran intacto. Acomode un poco las cosas que tenia que no eran muchas en realidad y me dedique ha hacer unas cuantas reparaciones a las puertas y ventanas que era lo que hacia mas falta.

Luego de un momento por fin llego lo que estaba esperando, la esclava que había adquirido, se veía mejor de lo que la vi antes, parece que se tomaron el tiempo en arreglarla, la dejaron en la puerta de mi casa y la mire directamente a los ojos.

por Invitado Dom Ene 19, 2014 11:16 pm

Todo había pasado demasiado rápido el estar en un lado y luego en otro, el señor André ya no estaba a cargo de mi, estaba casi segura que me había vendido, nuevamente, el lugar al que me habían llevado y las otras niñas que había conocido, era algo que jamás olvidaría. Ahora las ropas y los lujos que lucía eran sólo la marca de que le pertenecía a alguien que había pagado por mí. ¿Qué clase de persona compraría a una niña? ¿Tendría la suficiente suerte para que fuera un alma generosa?.

La vida de la gente pobre en el París actual era demasiado indignante, nos trataban como esclavos, la gente podía compraros y usarnos para lo que fuera. La vida de las mujeres bellas se terminaba en las habitaciones de los burdeles o las posadas baratas que pudieran pagar, y aunque suene extraño también los hombres se declinaban por esa manera de supervivencia.

Las demás personas variaban en su trabajo, vendedores ambulantes, costureras, panaderos, obreros, servidumbre. El mundo en el que nací estaba dividido por las clases sociales, yo pensaba que era cuestión de suerte el nacer en cuna de oro, como todos los niños de la realeza o la clase superior. Otros como yo nacíamos, si es que lo hacíamos y no se complicaba el parto, en el suelo frío, en condiciones desagradables e inhumanas, pero a pesar de eso estábamos deseosos de vivir, por más cruel que fuera la vida.

La casa donde el carruaje había parado parecía vieja y a la vista estaba alejada de la ciudad, de la gente, casi no se escuchaba ruido más que el del bosque cercano, el hombre con aspecto de gorila me dejó en la puerta hasta que otra persona abrió. Era el joven que había visto antes, sus ojos claros parecían ocultar muchas cosas. Pensé un poco:

“Dime ¿Por qué? … vida que me has llenado de obscuridad y tragedia, que entre las sombras has ocultado mi dolor, ¿Por qué aun me hieres? ¿Cuáles son mis cuentas pendientes?. Existo día a día en la espera de que termine mi tormento y me dejes en plenitud”

-Bon nuit….Monsieur

Susurré al hombre que abría la puerta ¿Qué clase de hombre sería? Entré a la casa a paso lento y con cuidado esperando sus indicaciones.

por **Bard Blase** Jue Ene 23, 2014 3:02 am

La espera valió la pena, la joven estaba frente a mi puerta y se veía hermosa, radiante, todo lo que hicieron la dejo como una princesa, incluso siento algo de pena por ella con todas -Adelante- le ofrecí entrar y cerré la puerta detrás -Me alegra que por fin llegaras- aprovecho para darle una mirada de arriba abajo -Hicieron un excelente trabajo contigo- avance detrás de ella -Te ves muy bien asi- sonrió y la tomo de la mano -Mi nombre es Bard Blase y este sera tu nuevo hogar- la llevo de la mano hasta la mesa -Se que faltan algunas cosas pero con tu ayuda quedara perfecto- la siento en una de las sillas de la mesa luego me siento yo frente a ella.

Aunque esta chica es bastante linda y estoy seguro que voy a disfrutar mucho tenerla en casa no me puedo dar el lujo de tenerla solo para usarla como juguete, -Y bien ¿Como te llamas?- pregunte para saber entonces un poco mas de ella, debería de enseñarla a realizar algunas tareas al menos, necesito ayuda con la casa, todo esta descuidado aquí, hay muchas cosas que ella podria hacer a parte de acompañarme, pero antes debo saber para que es buena. Es virgen por lo que esta noche dejara de serlo.

por Invitado Sáb Feb 01, 2014 1:52 am

-Gracias por la bienvenida… Sí, me han dado este vestido y me han arreglado especialmente para usted… Señor Blase.

¿Mi nuevo hogar? La casa parecía algo descuidada no muy diferente a la casa del herrero, pero aquí no sabía que haría, el parecía muy joven como para adoptar a una “hija” seguramente no sería eso, sería su esclava, me podría a trabajar y quizás sería aun peor que mi antiguo hogar, suspire cuando tomo mi mano y me llevó hasta la mesa, lo miré a los ojos, ahora a la luz de la pieza podía observarlo bien, era un hombre no muy mayor, quizás unos 25 años, con un aspecto tranquilo y parecía ser amable, o al menos hasta ahora lo era.

-Me llamo Azul…

Si lo pensaba realmente no tenía un nombre, el herrero jamás me había dado un nombre como tal, me decía Azul por el color de mis ojos y porque a su esposa, la señora a la que había querido como madre, le gustaba ese color, decía que en mis ojos podía ver el cielo, pero desde su muerte todo había sido gris para mí. Suspire mirando a mí alrededor, con las manos sobre mi regazo.

-Disculpe, puedo preguntarle… ¿Por qué me compro?

Pregunte algo temerosa con la mirada baja, a penas y podía ver al hombre a los ojos, sentía miedo, temor, jamás me había pasado algo así, pero suponía que esto era mejor que estar en esa casa, con las otras niñas… ¿Qué sería de ellas? ¿Cómo sería su vida? Suspire con un nudo en la garganta.

por **Bard Blase** Lun Feb 03, 2014 4:05 am

Al parecer la chica no se sentía tan intimidada por mi, imagine que estaría llorando, suplicando o al menos llena de desprecio pero esta bastante tranquila, extrañada tal vez un poco y algo nerviosa, pero honestamente parecía simplemente una chica que llego a un lugar desconocido. -Me alegra que te sientas cómoda aquí- miro un poco alrededor era obvio que la casa no se encontraba en buen estado, el tiempo que estuvo desocupada fue bastante, -Esta casa va a quedar muy bien luego de que la arreglemos- comente contento de la nueva casa.

La chica era bastante joven -¿Azul?- pregunte extrañado -Nn nombre poco común, creo que no lo había escuchado antes- realmente lo era, ¿que clase de nombre es? -Pero me gusta- sonrió -Te queda bien- continuo entonces indagando un poco mas -Eres una chica joven, ¿que edad tienes?- era bueno saberlo y así darme una idea de cuanto podía saber ella sobre la vida y que tan util podría ser.

Entonces la chica hace una pregunta directa -Para muchas cosas Azul- sonrío, -Seré del todo sincero contigo porque eso me caracteriza, se que esto no es fácil de entender pero lo mejor sera que ambos lo seamos a partir de ahora- me levanto -Como vez esta casa esta casi abandonada, solo estamos tu y yo, retirados de la ciudad, permanecer solo aquí es bastante triste pero contigo todo sera mucho mejor- camino y examino un poco del polvo de la casa -¿Que sabes hacer?- pregunto -¿Sabes hacer los oficios del hogar lavar, cocinar, limpiar y todas esas cosas? Bueno si no sabes no importa yo te enseñare- replico inmediatamente luego de la pregunta -Lo importante es que seas obediente y complaciente- me pongo detrás de la chica y la tomo de los hombros -Hablando de complacer ¿Eres virgen cierto?-.

por Invitado Dom Mar 16, 2014 12:58 am

-Si es un nombre poco común, me llamaba así el señor que me había comprando antes que usted y el que me llevó a dar a ese lugar donde me encontró.- me encogí de hombros restándole importancia después de todo, ya había pasado, me encontraba ahí y de nueva cuenta habían pagado por mi.- tengo 18 años.-respondí a su pregunta acerca de mi edad, aunque realmente no sabía porque eso tenía relevancia.

-Si, puedo ver que esta casa esta bastante descuidada, supongo que con tiempo y dedicación puede arreglarse bastante bien...- comente mirándo a mi alrededor, sabía hacer algunas cosas y otras que podía aprender y seguramente esa casa podría quedar bien, pero era extraño, sabía que no solo me quería para reparar la casa.- Se hacer toda clase de labores domesticas, señor Blase.- asegure mientras lo veía andar por la casa, en segundos estaba cerca de mí, asentí a lo que dijo.- Complaciente y obediente eh?.- levante una ceja con curiosidad al sentir sus manos en mis hombros.- Si señor Blase.- respondí seria a su pregunta sobre mi virginidad.

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