Feelings under silver chains | Priv +18

por **Edward Jones** Mar Feb 04, 2014 3:27 pm

- ¿Ha estado alguna vez envuelta en algún crimen? Yo sí…y no es agradable…la verdad que es un marrón que no se lo deseo a nadie…-Aquel policía calmaba los nervios de una mujer de avanzada edad -…¡Laurence! –Espeto con fuerza el comisario de policía –Acompaña a esta mujer hacia la salida…-Laurence miro a su superior con un humor de perros en el que estaba por meterle un puro por donde más le doliera. Estaba hasta los cojones de él, pero claro, era el becado, un error y a la puta calle.

-Si claro…-Tomo a la mujer del brazo-….Por acá….-Dijo con educación, la mujer se aferró a ese brazo que estaba tirando de ella, fueron atravesando todas aquellas oficinas en donde todos los miraban, una vez en la puerta, la saco con conductas bruscas, la mujer se le quedo mirando fijamente como si estuviera viendo a la persona más maleducada del planeta, a Laurence le importaba una mierda el que o como reaccionase la gente –Boo…-Murmuro con pocas ganas, vio como la mujer bajaba las escaleras, para después quedarse mirando a Laurence con mala cara -…¿Qué quiere? –murmuro algo cansado de la paliza de ayer que se ganó de los “veteranos” de aquellas oficinas. La mujer enseguida se fue con malos humos, desapareciendo entre la corrupta sociedad que se aglomeraba sin freno a cada segundo que pasaba.

Nunca había sido para el al comienzo de cada mañana. Siempre era el que traía todo los cafés de la cafetería de al lado, o hacia pedidos estúpidos como compras para recargar el papel u otras cosas del estilo. Estaba comenzando a hartarse aunque de vez en cuando le daban algún que otra misión pero siempre con algún superior. Aprendía, sí, pero quería hacer algo útil, no quedarse como un pasmarote, ahí viendo como otros hacían el trabajo divertido. Suspiro lentamente, solamente se quedó pensando en qué hacer cuando tenía esos minutos de libertad, y en cuanto menos se lo esperaba, vio a lo lejos la figura de una mujer que le resultaba demasiado familiar.

Cabellos rojos que iban rizados en hermosos bucles y atados con algún que otro lazo por su cabeza, como un chihuahua adornado con lacitos por toda su cabecita, que seguían adornándole su tez pálida y unos hermosos ojos verdes. Laurence tembló en a principio de las escaleras, pensando en que no lograría sostenerse de pie, pero tuvo que mantener la mala leche y la calma que tenía desde que se había levantado. Su corbata borgoña del día hacia juego con el vestido que llevaba ella, tonos rojos con algún que otro toque de encaje oscuro. Enteramente le gustaba tenerla sin ropa, pero en aquel lugar llamarían un poco la atención de otras personas.

Sabia de ella, pero ella no de él. Así que tenía ventaja sobre el tablero de ajedrez en donde iban a ser movidas las fichas en aquella “velada” A saber porque venía a la comisaría, desde que dejo Inglaterra tras violar a aquella puta de Astoria no volvió a saber nada de ella excepto que se había vuelto de la inquisición así que algo de más sabia de ella, pero no su razón por la que vino a la comisaria. Laurence solamente la miraba caminar y atravesar a la gente, apartándola del camino para poder pasar y vio como entraba dentro de la comisaria, pasando por su lado, pero el aroma que desprendía se notaba que era caro, bastante usado y dos olores encontró. El de ella y otra persona. Bien, se codeaba con más gente y seguramente con gente de mucho dinero. Eso le llevaba a entender que iba de falo en falo. Una sonrisa se dibujó en su rostro con lo que después la borro y entro dentro de la comisaría -….Señorita…-murmuro mirando aquel trasero que lo manosearía hasta hacerlo sangrar-….Señorita…-levanto la mirada hacia la muchacha, hacia Nyra -¿Puedo ayudarla?

por **Nyra/Nathaniel Slamdong** Lun Feb 17, 2014 6:45 pm

SEÑORES
Slamdong Nahtaniel y Slamdong Nyra
Inquisidores Investigadores y espías de Roma
FRANCIA

Esta misiva, luego de ser leía deben quemarla.

Se les informa a los inquisidores Slamdong sobre la baja del Inquisidor Buchanan Eogan, según investigaciones preliminares nuestro espía de burdeles ha caído presa de una redada en Londres, al parecer víctima de una emboscada, datos de primera instancian apuntan a una traición de parte de alguien conocido para él; por lo tanto Nathaniel Slamdong ahora será un investigador/espía, buscará a aquellos que se atrevieron a traicionar el código de los inquisidores y lo traerá para su ejecución, Nyra Slamdong tendrá que pasar por su viuda y averiguar no solo en los burdeles sino fuera con el recinto policial para despistar a las autoridades dándole tiempo a su hermano.
Es de vital importancia encontrar al asesino de nuestro camarada y no dejar impune su muerte.

En nombre de Dios nuestro señor
AMEN.

Cesare Mercer.
Estados Papales

Eran las diez de la mañana cuando desperté y bajé en ropa interior a buscar algo que tomar, la borrachera en el burdel no era bueno y la verdad trae sus consecuencias como resacas y dolores, al bajar miró a la puerta y veo sobres bajo esta, cartas y más cartas pero la que estaba encima de todas llamó mi atención tenía el sello papal, de roma, corrí para tomarla y subir a volandas a la habitación de Nath; no sabía porque pero el corazón me latía fuertemente como si quisiera salirse de mi pecho, eso era un mal presentimiento. Toda la semana había estado así y una noche tuve pesadillas con mi amado Eon, tenía miedo que aquello fuera verdad y Roma nos confirme

-Nath depierta, mira carta de Roma- las manos me tiemblan
-Y qué dice, dulce?- recién se levanta
-No sé, pero temo lo peor- dejo caer la carta y me tiro a llorar
Nath salta de su cama a abrazarme consolándome para luego tomar la carta, la lee para sí mismo cerrando los ojos y abrazándome más fuerte, eso confirmó mis dudas las lágrimas no las contuve tomando aquella carta -dime que no es cierto, el no murió- Nath solo me abraza llevándome a mi habitación, busca entre mis vestidos ropa oscura, encuentra uno de color tinto con encajes negros, saca mi ropa íntima en color negro todo, me ayuda a vestir, mis ojos no dejan de soltar lágrimas.

Luego de haberme vestido mi hermano el me ayuda a peinarme delicadamente con arreglos en mis cabellos rojos, parecía una muñeca de porcelana pero con lágrimas de dolor, al término de una hora Nath me dejó hermosa como toda una viuda, me aconsejó no llorar porque se irían mis lágrimas y arruinaría el maquillaje, comentó que luego de mi salida él se arreglaría y partiría a Londres.

Salgo de la casa con rumbo a la comisaría, el lugar esta algo lleno de personas poco agradables a la vista, bandidos y ladrones, cada uno de ellos tirándome improperios pero la verdad mi mente estaba en los improperios de Eon en la cama, cuando me hacía suya y me hacía gritar, en eso recordé las ultimas peleas cuando se fue a Londres a ver a Astoria, peleamos porque no quería que se fuera porque presenté que era una trampa y algo malo le pasaría, pero el muy estúpido se fue sin hacerme caso y sobre todo dejándome sola sin noticias de él durante todo un año ¡Bien merecido te lo tienes Eogan! Mi mente le reclama en su muerte ¡ojala te pudras en el infierno con la bruja de tu hermana Astoria, eso te cuesta por no haberme hecho caso, claro como solo era una puta que te quería por tu polla y buen sexo! La rabia iba incrementándose en mi interior, tanto que mi semblante cambio.

A lo lejos mientras mi mente me hacía enojar más una voz de un hombre me despertó –Qué quiere hombre- giró a enfrentarle pero luego niego con la cabeza –disculpe, busco al comisario a un oficial que me ayude…- sabía de la muerte de Eon pero tenía que despistar a la policía francesa un poco para luego crispar a la policía inglesa por conflictos de interés –Verá, mi prometido y casi esposo, ha desaparecido, pensé que estaba de viaje por Inglaterra pero su familia de allá no lo ha visto así que me gustaría saber que tengo que hacer para que me ayuden con su desaparición- sonrió de lado dándole la espalda al hombre buscando un asiento lejos de todos aquellos hombres que la desnudaban con la mirada

por **Edward Jones** Dom Feb 23, 2014 3:56 pm

Era un maldito becario, ¡como odiaba serlo!...pero simplemente, esa vez actuaría como un comisario con la más dilatada experiencia a su favor -…Yo…yo soy comisario, nuevo, pero puedo ayudarla en el caso…-Le mostró una sala que estaba vacía, si, había un letrero de identificación sobre el escritorio con su nombre pero lo ocultaban varios papeles que en cinco minutos los dejo en otra mesa auxiliar. Cerro la puerta con llave, bajo las persianas no tanto para no estar a oscuras y se sentó en aquel sillón de piel -…Siéntese…y concréteme más sobre su cama, digo su problema…-Suspiro rascándose un poco los ojos, estaba cansado después de haber tenido que follarse a la pelirroja que tenía delante en sueños, ojala, deseaba hacerlo en vivo y en directo, atada a su cama mientras él la penetraba una y otra vez sin descanso por cada orificio libre de su cuerpo, pero no.

No estaba ahora mismo como para tener sexo. La dejaría una hora de relajación y la violaría si esta rechazaba hacer tal cosa, como si no la hiciera continuamente por las noches- Bien…eh….-Hizo gestos con la mano-….Recientemente, nos ha llegado el caso de un tal…-Se levantó-…espéreme, que con todo el desorden de que nos han traído nuevos casos, puede haberse extraviado….-la mira-….¿Desea café? En la cafetería puede pedir uno, es tan muy ricos -¿Pensaría aquella mujer que le iba a traer un café? JA! Siguió buscando aquel informe hasta que lo encontró en la montaña de papeles, lo tomo, lo abrió sobre la mesa mostrando un retrato exacto de aquel rostro, mostrándoselo bien cerca a aquella mujer, torturándola con el recuerdo, pero él se hacia el desatendido.

– Oh…-Cerró el informe de repente-…Lo lamento…no quiero incomodarla….-Solo sonrió con complicidad inocentona mientras se sentaba en aquel sillón nuevamente, abrió el informe ahora para sí-…..uf..-dijo al leer la descripción del caso-….Es bastante chungo si se trata de un inquisidor….-Se recostó sobre el sillón de aquella sala, entrelazo los dedos entre si mostrándose seguro, con complicidad -….pero pensamos en positivo dado que seguramente el cadáver ha desaparecido, descuartizado…-El mismo se ocupó de hacer la redada en Londres, de contratar a aquel vampiro para que se lo llevara a su alejado castillo y le transformara o lo que quisiera con aquel hombre.

Nyra era para él, no más.

-….-Levanto una ceja al ver la cara de ella-….pero no descartamos que hayan podido borrar pruebas demasiado bien, aunque siempre hay algo que se dejan en el tintero….pero que seguramente lo mantenga oculto o simplemente desconozcamos de su localización…-Puso una mano sobre la de Nyra para alentarla-…Mi nombre es Laurence…-sonríe-….y tu…-miro el informe-…Nyra Slamdog…-levanto la mirada-…Vaya…-sonrió sorprendido-…Creo que ambos se conocieron en el mismo lugar…¿No es así Nyra? –Sonrió lentamente, ya no aguantaba más, su paciencia se le estaba agotando.

Fue levantándose de aquel sillón para después ir con aquel informe leyendo todo sobre Eógan y Nyra, donde trabajaban, su fondo de historia, sus más allegados hasta que termino detrás de ella, dejo los archivos nuevamente sobre la mesa, mostrándole una foto movida del cuerpo herido y casi muerto de quien había sido su prometido-…¿Le digo una cosa? –se acercó más a ella, a su oído, oliendo el perfume aquel que hizo que su entrepierna dijera “Hola!, quiero estar dentro, ahora” solamente con haber olido un poco aquel aroma de la Nyra-….Muchos me han dicho que no diga esto a los más allegados de la víctima, pero….-beso lentamente aquel hombro que andaba descubierto-…No más creo, que aún debe guardar esperanzas…-Termino por alejarse de ella, cogió el informe y lo cerro mientras volvía a sentarse en el sillón - …Aunque puedo mover algunos hilos si lo deseas…-Dijo terminando por mirarla a los ojos, apoyando uno de sus codos, el derecho sobre uno de los brazos del sillón.

por **Nyra/Nathaniel Slamdong** Mar Mar 18, 2014 1:30 am

El lugar era un desorden completo, el ruido de los que traían a interrogar, otros que venían a ser apresados y por ultimo unos que venían por sus sentencias judiciales, todo se podía oír y para rematar el caso, papeles y montones de carpetas de casos resuelto y no resueltos, de enigmas y uno que otro con el título en rojo de “PENDIENTE” gracias a la inquisición conocía bien esos términos, el pendiente era porque no encontraban pistas o era porque las muertes se daban de forma misteriosa y algo les faltaba, una pieza que les haga ver el caso con claridad, ahí, ahí tenía que estar el expediente de Eogan ¡si solo pudiera echar un vistazo a solas! Pienso un poco en cómo hacer para que le joven me deje sola, hasta que nombra algo sobre un café, pensé en contestarle que si, a su amabilidad pero cuando continuo sonrío para mis adentros. Estaba claro que él no hacía los mandados ni tenía caballerosidad, lo que me hizo pensar ¿será el comisario en verdad? No tenía pinta de serlo, se veía algo torpe y con unos ojos muy oscuros con odio y resentimiento.

Camine lento hasta la silla retirándola un poco sentándome al filo de esta, le miré a los ojos y siento como se va dando paso a las lágrimas ¡No, no llores Nyra, debes calmarte! Respiro un poco irguiendo mi postura a una más tranquila, como si se tratará de un negocio cotidiano, pero no lo era, era la desaparición y muerte de mi Eon ¡Donde estas Eon, dónde estás! Rezo en mi mente sin parar de pensar en él rogando que este bien que solo se haya lastimado en una misión más y este inconsciente pero en alguna casa de ayuda o de reposo curándose y por eso no puede regresar a Francia, a mi lado ¡sé positiva Nyra, no pierdas la esperanza, él sigue vivo!. Quien podría decir que uno no puede conservar la calma en situaciones así, se equivoca, porque mantuve la postura sin derramar ni una lágrima, es más la sonrisa no se borraba de mi rostro ante las palabras de aquel joven que aseguraba ser el Comisario.

Mis ojos fueron al documento que tenía en la mano y que, según él, por accidente me dejaba ver, sabía que no era accidente, algo buscaba el joven y no sabía que era, pero lo averiguaría, llegaría hasta el final de lo que él pretendía, ladee el rostro para evitar ver, ante todo el teatro que se me encargo debía continuar así que procure voltear un poco para ver que estaba en shock pero alcance a ver la foto y unas que otros datos sobre la colocación del cuerpo ¡demonios, él tenía razón fue un inquisidor quien lo hizo, solo los inquisidores realizan ese tipo de redadas! Estaba todo bien planeado y el cuerpo estaba bien cuidado en puntos vitales como una tortura, lo que me hizo pensar en ella, Astoria, mordí el labio inferior pensando en los hechos que rondan en mi cabeza. Era la primera vez que no miraba al joven, generalmente siempre coqueteo con los hombres que se cruzan a mi paso para conseguir lo que deseaba, ahora no lo deseaba, solo quería saber de mi Eon, Eogan, mi dulce Eon, cerraba los ojos con fuerza evitando ver las imágenes y los documentos pero fue imposible, en la mente solo repetía las imágenes de nuestras noches juntos, en la cama o charlando incluso cuando discutimos por que iba a Londres con aquella maldita de Astoria, inspiro profundamente negando todo lo que el joven decía, todo lo que su bocota soltaba.

-No gracias no tengo deseo de nada, Mercie por su “hospitalidad”- había algo en el joven que me hizo sentir incómoda, quizás fue la palabras “cama” la cual sonreí como si no le hubiera prestado atención, o quizás sería sea mirada extraña y perversa en sus ojos, la conocía muy bien en los burdeles se ve mucho de ese mirar y a Eon no le gustaba que trabajara ahí por eso mismo discutíamos y luego nos reconciliábamos, crucé la pierna para acomodarme evitando ver al hombre solo veía el lugar analizando completamente todo el terreno de batalla, era una batalla porque debía conservar la calma sin precipitarme por nada ni nadie.

-Si, el y yo nos conocimos antes, mucho antes de que trabajáramos para la iglesia, mucho antes- los recuerdos de cuando éramos jóvenes y él me robo un beso hizo que sonriera en complicidad –No perderé la esperanza de encontrar su cuerpo con vida, sé que está vivo- toque la parte donde está mi corazón –Lo siento aquí muy dentro de mí, algo que me dice que él no me ha dejado, no cuando nos íbamos a casar, así que sé que volverá junto a mi- cierro los ojos y me levantó de aquella silla alejándome de la cercanía de él con una sonrisa sobre los labios limpiando el hombro donde aquel sujeto besó –Vaya muchas gracias por mover sus hilos, aunque algo me hace pensar que no será como un favor y que si lo él quieres decir que me va a pedir algo a cambio, como dinero, información o quizás…- dejo las palabras al aire riendo tomo el archivo para leer detenidamente todo lo que dice –Si, algunas veces las personas comenten errores porque la adrenalina no les hace pensar bien, así que asumo que aquel o aquella que le hizo esto a mi prometido debió dejar un cabo suelto, algo que no contaba, entonces ¿lo investigarán o tendré que viajar a Londrés para ver que averiguo por alla?, ya que como él fue asesinado allá- le miro detenidamente para luego girarme sobre los talones dándole la espalda –Creo que aquí no conseguiré nada, solo les han enviado el archivo y nada más, tendré que buscarle por mi cuenta en Londres , gracias Comisario – señalo la puerta con el nombre –Aunque aquí dice otro nombre- echo a reír porque no era la primera vez que alguien trataba de engañar, ni sería la última.

por **Edward Jones** Miér Abr 09, 2014 4:24 pm

Bien. Parecía que la putita quería jugar….pues allá que iba él también a unirse al juego. La haría ver como cada puta que ha domado que nadie le tomaba el pelo - …Oh…La placa de…la puerta….-sonríe-….Es del antiguo comisario…me han dado este lugar para que comience mis pinitos….-Soltó una risa tonta que la haría cualquier gilipollas que quisiera hacerse el inocente-…Lamento si se ha sentido incomodada o similar….solo quiero ayudarla….y si me respondiera a las preguntas quizás podríamos sacar algo entre ambos…..-Dijo mientras se sentaba detrás de aquel escritorio nuevamente observando la mirada ojiverde de su “cliente”.

Vaya, ahora él era el cortesano que intentaba seducirla pero que no estaba dando resultado -….Ya sé…-sonrió lentamente, acercándose a ella-….Le traeré ese café como disculpa de cómo me he comportado…si es que he cruzado la raya para usted….Lo lamento, como dije, no fue mi intención en absoluto….-Si, y verás cómo después untas con tu saliva la punta de mi polla -…. ¿Sí? Puede esperarme aquí…-Le otorgo el expediente de su “amado” Eógan, la sentaba en la silla, saco unas esposas del cajón para cogerla desprevenida y atarle una muñeca -….Quiero que confíe en mí…ya que siento que no ha sido así….-Sonrió para cogerle la otra mano sin atar y besarle el dorso.

-….Enseguida vengo….-Salió algo feliz como si fuera un crio al que le dan su caramelo preferido, cerró la puerta tras salir y fue a la cafetería a por dos cafés, con tazas de colores diferentes, no se esperó a preguntarle a Nyra que tipo de café quería, tenía prisa, cogió los cafés y antes de entrar, en la taza rosa echó un brebaje de color rojo que según su amigo y criado “pies de lodo” hacía que las mujeres cayeran a los pies de aquel que besara primero. Era listo y se acordaría de la taza en que lo echó. Era una taza rosa pálido con el logotipo de la cafetería de al lado, mientras que su taza era marrón oscuro y contenía té rojo ya que de vez en cuando no soportaba el café. Era maniático en algunas cosas.

-Como pude….ya llegué…..-Entro lentamente de aquella sala en donde vio aun a Nyra atada con una de las esposas. No había terminado apenas nada de haber ido corriendo a la cafetería y después de vuelta. Le acerco la taza de café rosa con el brebaje que ya se habría disuelto y dejo su té a un lado mientras ordenaba todo -….Según pienso…¡ah!¡Perdóneme! que despistado!!! –Rio entonces con sinceridad, levantándose para poder quitarle las esposas con las que la había atado – Oiga….No dice mucho aquí, pero….Creo saber que los Buchanan tenían una hija…..eh….-Dijo mirando al expediente de Eógan mientras se sentaba en su sitio detrás del escritorio -….¿Astoria, no? –Levanto su mirada parda hacia el rostro de Nyra -….Oiga…Querría ayudarla….De verdad…..Espero que no me haya tomado por un…..-suspiro-…por un pervertido o por algo parecido …..y se que meto siempre la pata….pero…intento hacerlo bien….de verdad….

por **Nyra/Nathaniel Slamdong** Jue Abr 17, 2014 8:25 pm

-….Quiero que confíe en mí…ya que siento que no ha sido así….-

Esa la palabra clave, cuando una es una puta de burdeles caros y baratos se conoce todos los trucos que existen y que usan tantos hombres como mujeres así que cada acción estaba medido para ello para estar a la expectativa de algún truco de mal gusto o buen gusto, dependiendo del cliente, pero en esta ocasión no había placer ni sexo rudo con ellos, era solo un comisario ¿o no lo era? Que buscaba algo en mis ojos ¿admiración, respeto, miedo? No sabría decirlo al ciencia cierta pero lo que si diré asegurándolo, es que cada vez que le sentía cerca mi piel se erizaba por completo de pies a cabeza, mi boca se secaba y mis ojos no le podían mantener el contacto visual, él no era como mi adorado Eogan, aquel dulce hombre del que me enamoré y que me hacía no solo mirarle a los ojos cuando hablábamos si no también cuando estaba de rodillas frente a él y con la boca…

¡Concéntrate Nyra, concéntrate ahora, no pienses en su…no, no lo digas no lo digas! Respiré aceptando el café porque al menos tendría tiempo para estar sola leyendo el informe, había algo que tenía y era memoria fotográfica por eso Nath me tenía como informante porque recordaba todo con pelo y seña, sonríe dejándome sentarme en la silla mirándole de soslayo –Gracias por su amabilidad pero no es… ¡OYE QUE HACES!- movió su mano mirándose atada a la silla y entonces le sintió nuevamente cerca de su oído con aquellas palabras, buscó en el fondo de su corazón toda la fuerza que le quedaba para fingir y seguir con la misión encomendada por su excelencia –Gracias nuevo Comisario, estaré aquí a su regreso- sonrió soltando esas palabras, no sabía porque aquel hombre sacaba lo peor de mí, es cierto que Eogan también lo sacaba pero las peleas eran siempre antes del buen sexo que teníamos, pero con este no era así, por completo lo repudiaba no solo mi mente si no mi cuerpo también; aprovechando la soledad de la habitación ojee aquel expediente cada detalle, cada imagen y anotación de los peritos y doctores especializados, además de la declaración de un inquisidor ¡otro inquisidor estaba ahí, pero ¿quién? Si se supone que él fue solo a ver a Astoria, ¿quién será? Y aquí dice que la mujer también está muerta ¿qué mujer? ¿Astoria?, no puede ser…! miré cada línea varias veces hasta que escuché pasos hacia aquella oficina, cerré aquella carpeta y la dejé sobre el escritorio, crucé mis piernas mirándome las uñas como si estuviera aburrida de estar atada, bueno la verdad es que no me molesta estarlo siempre y cuando quien lo hiciera fuera Eon, un sonrojo apareció en mi rostro al recordarle a él e imaginarme atada a su voluntad completamente, apreté más los muslos porque no era el momento para excitarme de esa manera , miré el vaso y me recalque que no le había dicho que no me gustaba el café si no solo leche tibia, ayuda a conservar dientes blancos, tomé aquella taza pero no la llevé a mis labios al contrario le dejé sobre el escritorio, alcé la mano esposa haciéndola sonar contra la silla para mostrarle por qué no tomaba el “café”.

-Gracias, pensé que me dejaría atada para toda la vida- tomo la taza soplando el aire caliente de la bebida pero antes de siquiera probar una palabra me hizo reaccionar –NO, no era hermana de Eogan, ella era una maldita infeliz- quise dejar la taza sobre el escritorio y salir de ahí, estaba descontrolándome pero antes de que tocará el vaso la madera, este se vino al suelo manchando al falda de mi vestido, me puse nerviosa porque todo fue por oír aquel nombre que tanto detesto –Lo siento señor comisario, disculpe mi torpeza, pero no vuelva a decir ese nombre, esa mujer solo le trajo desgracias a mi esposo y ella no es su verdadera hermana- tomó un pañuelo de su bolso y comenzó a limpiarse las telas del vestido maldiciendo –Creo que debo irme, además esto parece un doble asesinato, lo que me deja muchas preguntas y todas ellas me apuntan a un lugar- había que irse, tenía que irme, aquel hombre me estaba mirando como si quisiera matarme por no haber bebido el café –Estaba delicioso el café, tenía buen aroma aunque no me guste mucho que digamos, pero el aroma era excitante y caliente- aquellas últimas palabras las susurre tan sensualmente que en mis labios se dibujaba cada letra tocándose con mi lengua lo que hacía a la palabra más que erótica.

por **Edward Jones** Dom Ago 10, 2014 3:33 pm

Lo que había presenciado le había parecido una tomadura de pelo. Nyra parecía querer estar escapándose sin creer ni una palabra de lo que le decía para entonces. Laurence entonces se pondría algo mezquino con Nyra, la forzaría si hiciera falta, pero tenía en cuenta que Eógan estaba vivo. Obviamente había hablado de él a aquel vampiro que por supuesto lo tomo como su esclavo, por supuesto que Nyra era lista y sospechaba de él, pero tenía que hacer todo lo posible por no mostrar alguna muestra para que Nyra sospechara más de él.

Entonces la tomo por banda cuando se levantó de su asiento y se colocó detrás de ella, sujetándola con su propio cinturón de piel alrededor de sus hombros, ajustándola a la silla para que no pudiera remediar ningún movimiento brusco, la ato fuerte e inmediatamente le tomo en mentón, inclinándoselo hacia atrás, saco lo poco que le quedaba de aquel liquido carmesí, le abrió la boca a la fuerza para que tragara el contenido, sabía que lo escupiría así que lo más rápido que pudo fue a taparle la boca con uno de sus pañuelos bordados a mano.

Tomaría a Nyra como uno de sus trofeos.

Tomaría a Nyra como su mujer y la haría suya hasta que uno de los dos cuerpos diga basta y no pueda con más – Mejor que tragues si no quieres ver cómo puedo ser en realidad….-Al instante recordó que solamente uno frasco no bastarían para poder controlarla al completo, se acercó a su oído y susurro varias palabras, las únicas que le transmitió su amigo y cómplice pies de lodo, termino de recitarlas y pudo ver como hubo un cambio en los ojos de Nyra. Eran de un hermoso verde esmeralda, estaban húmedos, abiertos, pero su mirada ausente le demostró que el brebaje hizo efecto en ella.

-¿Me tenías que mover a tomar estas medidas? –Pregunto como si fuera para sí mismo, pero es que en realidad se preguntaba por qué no le había seguido el juego – Quiero ayudarte, pero todo conlleva un precio, todo conlleva una manera de pago…-murmuro acercándose a sus labios – Siempre la hay…-Llego a rozar sus labios contra el mentón ajeno, lamiendo con la punta de la lengua el rastro del brebaje que se había podido salir hasta que comenzó a besarla con lentitud, disfrutando de esos labios rosados que desde siempre quiso besar.

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